A la mañana siguiente abandonamos la región de Adelaida para tomar rumbo hacia Melbourne recorriendo durante una semana la Great Ocean Road. Nuestra primera semana en South Australia había sido fantástica y habíamos podido disfrutar de 3 días en Kangaroo Island. Nuestro recorrido desde Adelaida a Melbourne comenzaba en Hahndorf.
La Great Ocean Road en una semana
Día 1: De Hahndorf a Mount Gambier. 410 km
Salimos sobre las 9,15h de Hahndorf dirección Mount Gambier, de las últimas localidades de la región del Sur de Australia, cerca ya de la frontera con el estado de Victoria. Nos llevó unas 4h y 45 minutos recorrer los 410 kilómetros que separan estas dos localidades, llegando a Mount Gambier sobre las 15.00 horas.
Mount Gambier es la ciudad principal de la Limenstone Coast que tiene varias atracciones interesantes. Destaca entre ellas el Blue Lake, impresionante lago volcánico que toma un color azul cobalto intenso solamente en verano. Los científicos creen que se debe a los cristales de calcita suspendidos en el agua que se forman más rápido durante los meses cálidos, el resto del año tiene el mismo color que cualquier otro lago.
En la ciudad existen varias cuevas para visitar, así como el Umpherston Sinkhole, un cenote que se encontraba en la finca del señor Umpherston, que llenó de jardines y que tenía un lago en su interior, todo para el uso y disfrute de su familia y amigos y que es ahora un lugar público y gratuito.
Nos alojamos en el camping situado en el Blue Lake, de la cadena Big4 por 35 dolares la parcela con toma.
Más en el centro se encuentran los Cave Gardens, gratuitos y la Engelbrecht Cave. Esta última ofrece circuitos guiados que cuestan 14 dólares por persona pero que no lo hicimos.
Día 2: De Mount Gambier a Port Fairy. 160 km
Desayunamos en un café del centro, frente al ayuntamiento, y pusimos rumbo a nuestra primera parada: Cape Bridgewater, que está a unos 114 km de Mount Gambier. Llegar allí nos llevó una hora y media. Decidimos hacer una ruta de 2 horas ida y vuelta que va bordeando los acantilados hasta llegar a una colonia de leones marinos que puedes ver desde cierta altura (para verlos de más cerca hay que contratar tour en barca por 40 dólares). Finalizamos la ruta en el cabo, con vistas muy bonitas, y volvimos a la magnífica playa donde preparamos una ensalada de pasta que comimos frente al mar. En la zona también se puede visitar un bosque petrificado.
Salimos sobre las 16.30h rumbo a Port Fairy, desde Cape Bridgewater son 90 km que recorrimos en una hora.
Port Fairy es destino turístico de lujo, con buenos cafés y restaurantes. Pegada, literalmente, a su costa tiene una pequeña isla protegida, la Isla de Griffiths, a la que se accede por un puente peatonal. La isla es muy pequeña y se recorre a pie por una ruta circular que pasa por un fotogénico faro en poco más de una hora. Está protegida porque en ella habita una gran colonia de pardelas. Como estaba atardeciendo tuvimos la suerte de ver varios canguros que salían a comer, uno de ellos, junto al faro, muy de cerca.
La localidad ofrece varios campings, de ellos, nosotros optamos por el que hay junto a los jardines botánicos, muy cerca de la playa (parcela con coma de corriente 39 dólares, sin toma 36 dólares, nos hicieron el 10 % de descuento).
Día 3: De Port Fairy a Port Campell. 66 km
Tomamos un café en el Charlie´s on East, local que encontramos por casualidad junto a la playa y que tiene magníficas vistas. A las 9 de la mañana ya estábamos en marcha, pues comenzaba la Great Ocean Road, por fin.
Hicimos una primera parada a unos 10 minutos de coche en la Reserva de Tower Hill, lugar donde se pueden ver emúes, koalas y canguros sobre todo al atardecer. La reserva es una antiguo volcán extinto que ofrece sencillas rutas de senderismo para explorar la zona… Pasamos una hora en la reserva, hicimos la ruta Peak Climb y seguimos camino.
Desde la reserva de Tower Hill a Warrnambool (15 minutos), población donde comienza oficialmente la Great Ocean Road, es bastante grande, así que hicimos una breve parada para abastecernos en un supermercado de las provisiones que necesitábamos.
La Great Ocean Road es una carretera panorámica que discurre por los escarpados acantilados de Victoria, una de las atracciones turísticas más visitadas de la zona. Oficialmente va desde Warrnambool a Torquay y ofrece al visitante de todo tipo de figuras esculpidas en esta costa, la llamada costa de los náufragos. Se puede hacer el recorrido a pie de la misma de forma completa, que son unos 100 km, con zonas de acampada grauitas. A finales del siglo diecinueve, los marineros que venían tras meses de viaje desde tierras europeas decían que cruzar el estrecho de Bass era como enebrar una aguja.
Todos los lugares interesantes están bien señalados a lo largo de la ruta, además de los tiempos y kilómetros que hay entre ellos, para que te organices, vamos.
Primera parada en Bay of Islands, con excelentes panorámicas para ir abriendo boca. Muy cerca están Worm Bay y Martyrs Bay. Después nos detuvimos en La gruta (The Grotto) y más adelante en London Bridge, que estuvo unido a tierra firme hasta 1990. Hasta entonces era un puente de dos arcos, que quedó en uno sólo cuando se derrumbó el primer arco y dejó allí aislados a dos turistas que tuvieron que ser rescatados con helicóptero.
Tras fotografiar The Arch, llegamos hambrientos a Port Campbell sobre las 15.00h, compramos unas fish and chips (17 dólares para 2 personas) en un local de la calle principal (Lord St), llamado Frying Nemo, y saciamos nuestro apetito en la bonita playa del pueblo. Café relajado frente al mar en el 12 Rocks café y resto de la tarde para descansar, leer, hacer la colada… Noche en el parque de caravanas de Port Campbell (35 dólares la parcela con toma eléctrica). Port Campbell ofrece bastantes cafés, restaurantes y alojamiento.
Día 4: De Port Campbell a Apollo Bay. 88 Km
A las 9 estábamos ya en camino, primera parada la garganta de Loch Ard, llamada así por el famoso naufragio que tuvo lugar aquí. En 1878, tras tres meses de travesía desde Inglaterra, el clíper Loch Ard se hundió en esta costa dejando solamente dos jóvenes supervivientes. Como éste, muchos otros veleros sucumbieron en esta peligrosa costa.
Enseguida llegamos a la atracción estrella de la Great Ocean Road, los 12 apóstoles, que aunque no son exacatamente doce, impresiona ver estas gigantes esculturas de roca calcárea salpicadas sobre el mar desde los miradores. Es una de las zonas más fotografiadas de esta ruta oceánica y con razón. Hay un centro de visitantes y allí mismo se puede contratar un vuelo en helicóptero para poder verlos desde el aire…
A escasos 2 km están las Escaleras de Gibson y la playa del mismo nombre. Hasta aquí empleamos 3 horas en hacer el recorrido.
En una hora más de coche llegamos al mirador de Cove Castle y en otra hora más a Cape Oatway, donde se encuentra el faro más antiguo de Australia, que data de 1848. Para poder vistarlo hay que contratar un tour que cuesta 19 dólares. Nosotros preferimos explorar el bosque húmedo del Cape Oatway National Park, precioso y con gran abundancia de koalas que vimos muy de cerca.
Desde Cape Oatway a Apollo Bay son unos 30 minutos de coche. Nos alojamos en el Pisces Caravan Park, de la cadena Big4, y algo más caro que el resto, 45 dólares la noche en parcela con toma de corriente, que se quedaron en 41 con el descuento.
Apollo Bay es una animada ciudad costera, con cafés animados, tiendas y bonita playa.
El Parque Nacional de Oatway fue una de las mejores sorpresas para nosotros de la Gran Ruta Oceánica. Si quieres ver de cerca koalas en libertad no dudes en desviarte en alguno de los caminos del parque. Tuvimos mucha suerte y disfrutamos viendo de cerca a estos pequeños en Keneth River, basta con seguir la carretera tras el camping y adentrase por la misma, y en la ruta que lleva hasta el faro. |
Día 5: De Apollo Bay a Lorne. 45 km
Un buen café para comenzar el día y stop en el mirador de Cape Patton, a unos 15 minutos de Apollo Bay.
En pocos minutos alcanzamos Keneth River, otro lugar de parada obligatoria si quieres ver koalas, y vaya si los vimos, muy de cerca y en movimiento, una experiencia inolvidable. Hay que alejarse de la entrada al pequeño pueblo, donde se detiene todo el mundo.
Muy cerca está Wye River, con una increíble playa llena de surfistas y después el río Cumberland, donde hicimos una ruta de trekking a través de bosque húmedo de unos 7 km, si la haces completa hasta las cascadas Cumberland. Hasta las Jeebs pool el camino es más fácil, 3 km ida y vuelta.
A las 14 h llegamos a Lorne, muy bonito, con calles arboladas y con un restaurante, The Pier, que nos ofreció una pasta marinara que nos supo a gloria, regada con un vino blanco de Barossa… ¡Había que despedirse de la caravana!
Lorne y sus alrededores con el Great Oatway National Park, ofrece multitud de rutas de senderismo de distinta dificultad para recorrer kilómetros y kilómetros de bosque húmedo. La ruta para ver las Eskine Falls es sencilla y de las más famosas.
Nos alojamos en el camping que hay junto al centro de visitantes, 35 dólares la parcela con toma de corriente.
Día 6: De Lorne a Melbourne.140 km
En menos de 2 horas hicimos este último recorrido que nos devolvió a la ciudad después de unos geniales días de paisajes y caravana.
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5 comentarios en “Australia por libre. La Great Ocean Road en una semana”
Me encanto el articulo, en el encontré muchas recomendaciones al igual que rutas , gracias a el tengo ya una idea de como hacer un viaje , Éxitos.
Gracias por el comentario, Australia es un viaje a veces complicado de organizar. Me alegro de que os haya ayudado.
Totalmente de acuerdo con Sonia!! Vaya vídeo y vaya pedazo de viaje!! La verdad es que ver un koala desde tan cerca e ir detrás de un canguro es algo único y tiene que ser realmente emocionante!!
El video es espectacular. Sólo un problem: eclipsa el resto del reportaje.
Besos
Recuerdo con que ansiedad recorrimos kilómetros hasta llegar al teórico inicio de la famosa ruta, nos reímos mucho hasta llegar. Los kilómetros y las horas en la furgoneta eran fantásticos momentos que te llevaban a un punto más espectacular si cabe. La emoción cuando nos acercamos a aquel koala, indescriptible!