La carretera de la Amistad, Tíbet

Con este sugerente nombre se denomina la carretera que une Lhasa y Katmandú, los aproximadamente 1000 km que recorrimos en nuestro viaje al Tíbet. En realidad la famosa carretera viene desde Shanghai y los mojones que pueden verse con las distancias kilométricas en la calzada marcan la distancia desde allí hasta alcanzar los 5386 en la frontera nepalesa. Nuestro recorrido por el Tíbet de 16 días comenzaba en Lhasa y terminaba en la frontera con Nepal siguiendo la famosa ruta. En realidad os contamos el viaje desde Xining, donde parece razonable comenzar una aclimatación a la altura además de aprovechar para vivir la experiencia del tren de las nubes, el Transtibetano. En el camino atravesaríamos de este a oeste, parte de la región autónoma de Tíbet e iríamos visitando algunas de las poblaciones y monasterios más emblemáticos del territorio, la mayoría muy cercanos a la mencionada carretera.
Nuestro primer consejo para viajar al Tíbet: Lee nuestro artículo sobre “como preparar un viaje al Tíbet“. Y después aquí va parte de nuestra experiencia:
  1. Ruta y días de viaje en el Tíbet
  2. Los fundamentales para viajar al Tíbet
  3. Tiempos y distancias de nuestro viaje
  4. Altura de las escalas y los puntos de interés
  5. La mejor temporada para organizar un viaje a Tíbet
  6. Principales monasterios y visitas, imprescindibles en un viaje al Tíbet
“Ve al Tíbet y visita muchos lugares, tantos como puedas. Luego, cuéntaselo al mundo.” Dalai Lama

Ruta y días de viaje en el Tíbet

En total fueron 16 días para cruzar desde Xining, a bordo del tren de las nubes que nos llevó a Lhasa y llegar desde la capital hasta Kyirong, la frontera con Nepal. Creemos que un tour por Tíbet debe contar con un mínimo de 10 días para recorrer la carretera de la Amistad. Nosotros incluimos algunos lugares que queríamos visitar como el lago Namtso y algún día más en los alrededores de Lhasa, buena idea para aclimatarse a la altura además de aprovechar los muchos tesoros de la capital, que merece un mínimo de tres días para disfrutarse.
Recorrido de 16 días a través del Tíbet, la distancia entre Lhasa y Katmandú
Recorrido de 16 días a través del Tíbet, la distancia entre Lhasa y Katmandú con Youlan Tours

Fundamentales

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Tiempos y distancias

A pesar de que en ocasiones las distancias no parecen muy grandes, recorrerlas se llevará un buen tiempo en cualquier caso. De un lado el hecho de que las carreteras y caminos no siempre estarán en buenas condiciones y de otro las estrictas normas de velocidad que rigen en tráfico. Hay tramos que no se deben realizar en mayor tiempo del estipulado y las numerosas cámaras se encargan de controlarlo. En todos los casos os hemos incluido las paradas para fotos, comidas y baños. Habitualmente las jornadas de viaje comenzaban sobre las nueve de la mañana y llegábamos a destino entre las cinco y las siete de la tarde. Aquí os dejamos los tiempos reales que tardamos en llegar a cada una de nuestras escalas durante nuestro viaje a Tíbet.
  • Xining-Lago Qinghai: 150 km, 3 horas.
  • Xining-Lhasa a bordo del Transtibetano: 21 horas.
  • Lhasa-Lago Namtso: 260 km, 6 horas
  • Lago Namtso-Monasterio Reting: 150 km, 5:30 horas.
  • Monasterio Reting-Convento Tidrom: 180 km, 6:30 horas.
  • Tidrom-Lhasa con las visitas de Drigung Thill y Ganden: 180 km. Al menos 3 horas se fueron en visitar ambos monasterios. El día completo se llevó 7:30 horas.
  • Lhasa-Samye: 170 km. Teniendo en cuenta que paramos en el camino en Tsetang para visitar el monasterio de Tramdruk (100 km de autopista desde Lhasa) y el palacio de Yumbu Lhakhang para volver a dormir en Samye. Unas 6:30 horas en total.
  • Samye-Gyantse: 300 km. En el camino: los templos Samding y Ralung, y el lago Yamdrok. Fueron 10 horas. Carretera estupenda pero muchas paradas para puntos de interés.
  • Gyantse-Shigatse: 95 km. Con la visita de los monasterios de Shalu, llegamos a la ciudad para visitar Tashilumpho unas 3 horas después de salir.
  • Shigatse-Shegar: 290 km incluyendo los 50 de ida y vuelta a Sakya durante el camino. 9 horas hasta el destino.
  • Shegar-Campamento Base Everest: 95 km. Unas 3 horas desde la población. Nosotros empleamos una más visitando el fuerte y monasterio de Shegar.
  • Campamento Base-Tingri-Qyirong: 390 km, 8 horas.
Monasterio tibetano de Shalu. Uno de los templos que visitar en un viaje a Tíbet
Interior del monasterio de Shalu. Una imponente salsa de reunión y estudio de un centro budista. La mayoría no pueden ser fotografiados

Altura de las escalas y los puntos de interés

Con el temido mal de altura planeando sobre nuestras cabezas, partimos de Shanghai situada a nivel del mar hasta llegar a los 5200 metros sobre el mismo del campamento base del Everest. El único y mejor secreto, la aclimatación progresiva.
  • Shanghai, 0 metros sobre el nivel del mar (msm). Ciudad de llegada donde pasamos un par de días.
  • Xi’an, 405 msm. Estancia de dos días disfrutando de la ciudad.
  • Xining, 2270 msm. Algo más de 24 horas para conocer la ciudad antes de subir al tren de las nubes camino de Lhasa. Aprovechamos para hacer una excursión al lago Qinghai a 3200 msm.
  • Tren Transtibetano, alcanza los 5000 msm en tramos, circulando a una media de 4000 msm.
  • Lhasa, origen de la carretera de la amistad que une la capital tibetana con Katmandú. Pasamos los tres primeros días de aclimatación en la ciudad y alrededores. La altura media de la ciudad: 3650 msm.
  • Lago Namtso. Subimos al tercer día para pernoctar junto al lago. Alcanzábamos los 4730 msm, con el paso Lakenla a 5186 msm durante el camino.
  • Monasterio Reting. De vuelta hacia Lhasa hicimos una noche en este monasterio, a 4400 msm.
  • Convento Tidrom. Nuestra tercera noche en los alrededores de Lhasa, está vez a 4325 msm.
  • Monasterios Drigung Thill (4150 msm) y Ganden, sobre una colina y muy cercano a Lhasa.
  • Monasterio de Tramdruk y el monasterio Samye, a 3570 msm, por debajo de la capital.
  • Lago Yamdrok a 4441 msm, para llegar cruzamos el paso de montaña del Kambala a 4870 msm. Tras la visita, el paso de Karola a 5039 msm.
  • Monasterio Samding, 4542 msm.
  • Monasterio Ralung, 4586 msm.
  • Gyantse, 4022 msm.
  • Shigatse y monasterio Tashilumpho, 3850 msm.
  • Monasterio de Sakya, 4316 msm.
  • Para llegar a Shegar, pasamos el paso Gyatso La a 5200 msm. La población está a 4315 msm.
  • Campamento base del Everest: 5200 msm donde hicimos noche.
  • Qyirong, 2700 msm. Última escala en Tíbet, camino de Nepal.
“Tu mejor aliado y probablemente el único vocablo que aprenderás en Tíbet: “Tashi delek”, hola. Una palabra que te acostumbrarás a oír y repetir constantemente

La mejor temporada para organizar un viaje a Tíbet

Ni que decir tiene que una inversión económica y el culmen de todo sueño viajero se pueden ir al traste en caso de no elegir bien las fechas de viaje al Tíbet. Nosotros elegimos Septiembre, la primera quincena es buena para cruzar la carretera de la Amistad y para la segunda quincena, el monzón está abandonando Nepal, nuestro siguiente destino. Disfrutamos de un tiempo excelente las dos semanas con temperaturas en torno a los 15-20 grados durante el día y sobre 5-10 grados por la noche. Días básicamente soleados y con una sorprendente manera de cambiar. Puede amanecer nublado o con ligera lluvia pero casi siempre salió el sol pasadas un par de horas.
“El mejor mes para viajar a Tíbet es Septiembre, con la temporada de lluvias finalizada, agradables temperaturas, días soleados y menos turismo chino que en los meses previos
A pesar de ser conocido por el frío y la nieve, no es este un extremo a tener tan en cuenta en un viaje al Tíbet. Con lo que si hay que contar será con los periodos vacacionales de los chinos, capaces de llenar cualquier lugar, y en especial Tíbet, que se ha convertido en un destino habitual para todo el país, desde jóvenes mochileros hasta buses repletos de la tercera edad. Así pues, si bien primavera, principios de verano y finales de otoño son buenas fechas para acometer el viaje, mejor huir de Julio y Agosto por esta circunstancia. El mes de Marzo suele ser sinónimo de problemas políticos y en ocasiones se ha llegado a cerrar la frontera. Septiembre u Octubre probablemente sean los meses más adecuados, no es previsible demasiado frío, encontraremos menos turismo chino y aunque el monzón puede hacer su aparición, habitualmente lo hace semanas antes.
Para poder disfrutar de las mejores vistas del Everest, tal vez Abril y Mayo sean los meses en que permanece más despejado.

Principales monasterios y visitas, imprescindibles en un viaje al Tíbet

Nuestra ruta de 16 días comenzó en Xining donde nos subimos en el tren de las nubes hasta Lhasa. Desde aquí cruzamos la carretera de la Amistad hasta la frontera nepalí. Por orden en nuestro recorrido, aquí va la lista de patrimonios y lugares imprescindibles en un viaje al Tíbet:
  • En Xining:

    • El monasterio Kumbum construido en el siglo XVI para venerar a Tsong Khapa, fundador de la secta geluppa, los gorros amarillos, una de las más influyentes del Tíbet.
    • Lago Qinghai, uno de los cuatro lagos sagrados de Tíbet. A 150 km de la ciudad de Xining y 3200 metros de altitud. El mayor lago de agua salada de China.
  • En Lhasa:

    • El palacio Potala erigido en el siglo XVII por el Quinto Dalai Lama y una de los más espectaculares de la capital.
    • El monasterio Sera, a 5 km al norte de Lhasa. Fundado en el siglo XV, pasa por ser el segundo mayor monasterio de Tíbet y uno de los más venerados.
    • Buda Rock Carvings, la colina de Chagpo Ri con el magnífico Buda excavado en el siglo XIV, hoy resguardado en el templo de los Mil Budas.
    • El monasterio Jokhang, en el centro de Lhasa. Custodia la imagen de Jowo Sakyamuni, el Buda original de 12 años, trasladado aquí desde la India en el siglo VII.
    • El Kora Barkhor, que discurre alrededor del templo Jokhang, un paseo de los que engancha.
  • En los alrededores de Lhasa:

    • El lago Namtso, a 4730 msm y 270 km de la capital. Otro de los cuatro lagos sagrados para los tibetanos.
    • El monasterio Tashi Do, cuyo principal atractivo es su localización en la península del mismo nombre formada en el lago. Destruido el los 60 y restaurado hace unas dos décadas.
    • El monasterio Reting, de principios del siglo XI aunque destruido igualmente durante la época de la revolución cultural y restaurado en la actualidad. En entorno y el viaje merecen la pena.
    • El convento Tidrom, de monjas. Con un cercano nacimiento de aguas termales y un enclave natural envidiable. El monasterio en si, está restaurado recientemente.
“Los monasterios que se describen en los alrededores de Lhasa (Reting o Tidrom) solo son recomendables si se dispone de 3 ó 4 días más. Tal vez un recorrido duro con pernoctaciones en monasterios básicos”
  • Seguimos en los alrededores de Lhasa:

    • El monasterio Drigung Thill, del siglo XI. Cercano al anterior y uno de los lugares más importantes de celebración de los funerales celestes. La visita más interesante de los tres anteriores.
    • El monasterio Ganden, sede de la orden geluppa y uno de los más importantes en este sentido. Fundado a principios del siglo XV por Tsong Khapa.
    • El monasterio Tramdruk, en Tsetang. El primero de los templos tibetanos, del siglo VII.
    • El palacio del rey Yumbu Lhakhang. El primer palacio de un rey tibetano, construido en el siglo VII, hoy día totalmente restaurado.
    • El monasterio Samye, primer monasterio budista en Tibet. Una mezcla de estilos tibetano, chino e indio, construido en el siglo VII y con gran parte del complejo original. 
  • Hacia el oeste en la carretera de la Amistad:

    • Lago Yamdrok, el tercero de los lagos sagrados de Tíbet que visitaríamos.
    • El monasterio Samding, el que fundará la primera Lama reencarnada en femenino en el siglo XV. Las vistas son impresionantes.
    • El monasterio Ralung, aunque también reconstruido, el área donde se encuentran las ruinas del viejo templo es imprescindible.
    • La ciudad de Gyantse, no tuvimos mucho tiempo de disfrutarla, pero desde luego está cargada de 900 años de historia y el Kumbum, el chorten de mayor tamaño del Tíbet. Además un fuerte antiguo muy bien conservado.
    • El monasterio Shalu, del siglo XI y con murales del siglo XIV bien conservados. Merece muchísimo la pena.
    • El monasterio Tashilumpho, fundado por la orden geluppa en el siglo XV, uno de los mejor conservados y sede de los Panchen Lamas.
    • La ciudad de Shigatse, sin duda además del monasterio, dar un paseo siguiendo el Kora hasta llegar al antiguo mercado y el imponente fuerte merecen la pena. En la calle comercial puedes encontrar otra vez algún otro lujo occidental…
    • El monasterio Sakya, uno de los más importantes en la historia tibetana. Fundado en el siglo XIII, uno de los mayores de Tíbet y construido a modo de fortaleza. Esconde la mayor biblioteca de manuscritos del budismo tibetano.
    • Shegar, su fuerte y el monasterio de Shegar Choede con un gran Buda Sakyamuni, la mayor estatua del Buda del presente de todo Tibet.
    • Campamento base del Everest. No tengo que decir cuál es el atractivo… Pero además de el coloso que confiamos tengas suerte de ver, también puedes disfrutar del entorno y del monasterio Rongbuk, el monasterio budista más alto del planeta.

Y si de verdad seguís con la idea de lanzaros a cumplir un sueño como este, así fue nuestra ruta por Tíbet y aquí todos los artículos que le dedicamos a este maravilloso viaje con las recomendaciones para organizar un viaje a Tíbet, todos los datos de interés de nuestro viaje y la ruta y escalas de nuestro recorrido por Tíbet:

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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2 comentarios en “La carretera de la Amistad, Tíbet”

  1. He viajado por todo el mundo durante más de 50 años , nunca he usado tarjetas ni me han cobrado comisiones . La mejor tarjeta de crédito o debito es “EFECTIVO” (llevar contigo 5.000 $ USA. más 5.000 € ) y nunca tendrás problemas en ningún lugar de este mundo . Nunca he contratado ningún seguro de nada de ningún tipo (si tienes miedos no viajes), y nunca me ha hecho falta . Nunca me he puesto ninguna vacuna y nunca he tenido problemas (si no tienes buena salud quédate en casa) . Nunca he utilizado las embajadas para nada ni me he registrado en ninguna , solo una vez fui a visitar una de mi país para ver si podían ayudarme a salir de un país (el embajador ME QUISO ROBAR) le mandé a la mierda y salí por mis propios medios , el dinero que ese pollo me quiso robar se lo dí en propinas a los nativos que me ayudaron a salir . Todo lo aquí escrito es cierto y sigo vivo , y os aseguro que mis viajes nunca fueron de turista-dominguero-pantaloncito-blanco. E.M.Q.N.V.S.FERRAR.

    1. Hola, soy José Luis. Pues lo creas o no, estoy de acuerdo contigo. Antes era mucho más fácil y divertido viajar: sin reservas, sin cajeros, sin internet y sin seguro. Además de que la mayoría de estas cosas no existían, éramos pocos los que nos aventurábamos a este vicio de conocer mundo. Ahora es imposible no viajar con todo atado, o casi. Me hice mayor supongo y veo complicado no contratar un seguro “por si acaso” y no fastidiar a mi gente si algo pasa. Las tarjetas han venido para quedarse y veremos el día en que el efectivo desaparezca. Y, te aseguro, que en caso de algún desastre natural o de otra índole, es mejor estar localizado y poder contar con toda la ayuda posible. El mundo que conocíamos ya no va a volver y los años, espero, se sigan sumando para los dos. Gracias por tu comentario, me hizo reflexionar sobre cómo era esto antes.

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