Nuestras tres semanas de viaje por México comenzaron por la visita de Puebla. Habíamos leído mucho acerca de qué ver en Puebla y sus alrededores y nos parecía una primera escala “más amable” que la capital para comenzar el viaje. Por otra parte Puebla es uno de los mejores lugares donde comer en México. Teníamos muchas ganas de conocer los atractivos de la ciudad colonial y de comenzar a probar lo mejor de la gastronomía de México y era el lugar perfecto para empezar. Nada más aterrizar en el país, salimos hacia Puebla en bus. Los tres días en Ciudad de México de nuestro viaje tendrían que esperar para el final.
Puebla, con sus 200 iglesias y 50 palacios conforma una de las ciudades coloniales más visitadas de México. Pero si quieres hacerte con todo lo que te contamos aquí y probar su gastronomía en alguno de los lugares donde comimos en la ciudad, guarda en tu viaje por México al menos dos días en Puebla.
Qué visitar en Puebla y sus alrededores
El alojamiento en Puebla de Zaragoza
Para conocer Puebla lo importante es estar bien ubicado. Nosotros buscamos un alojamiento céntrico en Puebla y tuvimos la suerte de encontrar el Hotel El Milagro, muy cerca del Zócalo. Su precio: 141 € por tres noches en habitación doble. No incluía el desayuno pero contaba con una cafetera de cápsulas en la habitación y nos pareció perfecta.
El hotel El Milagro es una antigua casa colonial de techos enormes y robustas vigas de madera cuyas habitaciones se abren a un gran patio central. A las ocho comienzan a servir desayunos. No se puede estar más céntrico en Puebla.
Eso sí, como contrapartida a tan buena localización, sufrirás del ruido del tráfico en la calle. Pero todos los hoteles del centro deben tener un problema similar.
En el amplio patio interior central, el restaurante Café Aguirre. Tenemos dudas de que funcione al mediodía…
Alojamiento en Puebla
Hotel el Milagro
9 razones para visitar Puebla de Zaragoza en México
Además del abundante patrimonio qué ver en Puebla y sus alrededores, la ciudad ha sido fundamental en la historia del país y eso se nota en cada rincón. Pero no solo es patrimonio y son muchos los imprescindibles de Puebla…
La historia de Puebla de Zaragoza
Fundada en 1531 se trata de la primera ciudad de América construida solo para españoles siguiendo los cánones de la ciudad perfecta.
La documentación conservada
En el archivo municipal es única, como la Cédula Real original, el documento que acredita su fundación.
Su buen estado de conservación
El centro histórico, declarado patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1987 conserva 2619 edificios, la ciudad con mayor número de monumentos de América.
Su importancia histórica en el país
Aquí se libró la batalla del 5 de Mayo de 1862 cuando el ejército mexicano venció a los franceses o el inicio de la revolución contra Porfirio de los hermanos Sedán. Puebla siempre fue una de las ciudades más importantes en la historia de México.
Su artesanía, las Talaveras de Puebla
En Puebla puedes contemplar piezas únicas de Talavera poblana, producto con denominación de origen que se fabrica en la ciudad desde hace cuatro siglos siguiendo las pautas de la clásica cerámica española. La historia de esta licencia resulta tan particular como interesante.
Su gastronomía, lo mejor de Puebla
La gastronomía poblana es una de las más reconocidas en México. El Mole poblano, los chiles en Nogada, las chalupas y las cemitas son orgullo poblano. Varias ciudades y estados rivalizan por ser el epicentro del arte culinario mexicano. Puebla siempre está entre las primeras.
Su valor cultural
La biblioteca Palafoxiana es la más antigua del continente americano y todavía se conservan las estanterías, el mobiliario y los libros originales. Memoria del mundo para la Unesco desde 2005 y otro de los imprescindibles de Puebla.
Sus edificios históricos
La catedral de Puebla cuenta con las torres más altas del continente y atesora algunas piezas escultóricas y pictóricas de valor incalculable. Un corto paseo pro el casco histórico de la ciudad basta para darse cuenta del valor arquitectónico de la ciudad.
Por contar con “la octava maravilla del mundo”
Para los mexicanos, la capilla del Sagrario es la octava maravilla del mundo, una joya del barroco del siglo XVII cubierta en gran parte por lámina de oro. Uno de los lugares que ver en Puebla que no te puedes saltar.
Free Tour en Puebla
11 lugares que ver en Puebla. El free tour por la ciudad colonial
Para la primera mañana en la ciudad elegimos un Free tour en Civitatis que nos llevaría de la mano por los principales atractivos turísticos de Puebla.
La capital del estado se encuentra a 2135 msnm de altitud cercana al famoso volcán Popocatépetl. Aunque para los españoles se conociera simplemente como Puebla o Puebla de los Ángeles, para los mexicanos Puebla de Zaragoza, en honor al vencedor del ejército francés.
1 El zócalo, la plaza más importante que ver en Puebla
Rodeada de arcos y soportales es el lugar de reunión de poblanos y turistas. Algunos de los más bellos edificios de Puebla se encuentran en su perímetro. En el palacio Municipal se encuentra la oficina de información y turismo.
La mayoría de los edificios cuentan ahora con restaurantes y cafeterías y en casi todos ellos se puede subir a la primera planta para comer con vistas a la plaza y a la catedral.
Es un lugar 100% seguro a cualquier hora del día o la noche. Ya os contamos algo sobre la seguridad de viajar a México por libre en nuestro post sobre los preparativos, pero insistiremos en ello.
2 La catedral Basílica de Puebla
Abre de lunes a sábado, de 9 a 13 horas y de 16 a 20 horas y la entrada es gratuita.
Consagrada a la Inmaculada Concepción tras ser terminada en 1539. Dicen que tiene las torres campanario más altas del país y la segunda más grande de México. En la puerta principal está el escudo del Reino de España, la única catedral de México que conserva.
El interior de la catedral de Puebla
En el interior no hay que perderse el Altar Mayor de los Reyes decorado con algunas de las pinturas más apreciadas del país.
El altar se encuentra tras el baldaquino de la catedral levantado con mármoles mexicanos. En el centro, la figura de la Inmaculada Concepción. En la base está la cripta de los obispos. Entre las columnas “los cuatro doctores de la Iglesia” y en el remate San Pedro Apóstol.
La sillería del coro se instaló en torno a 1720 está construida en madera y concha nácar. En el gran atril central se muestran los “antifonarios” aquellos libros que recogen la liturgia pintados en sus capítulos en 1600.
La cúpula, construida en piedra pómez mide en su interior 43 m de altura. Otra de las piezas clave es el órgano barroco de 1710. El templo cuenta con otros dos más de enormes proporciones.
La única tumba vacía de la catedral es la del obispo Palafox y Mendoza que a pesar de manifestar su deseo de ser enterrado aquí, murió en España y sus restos jamás fueron trasladados hasta México.
3 La biblioteca palafoxiana
Abre de martes a jueves, de 10h a 17h y de viernes a domingo de 10h a 18h. Entrada 50 pesos salvo los domingos que es gratuita.
Construida por el obispo Juan de Palafox y Mendoza, se convirtió en la primera biblioteca pública de América. En la actualidad cuenta con más de 43000 libros, la mayoría de ellos religiosos, desde el siglo XV en adelante.
Entre las joyas literarias del recinto se encuentra la colección personal del obispo con más de 5000 volúmenes donados por Palafox, “la librería de los cinco mil cuerpos”, con la condición de que todo el mundo tuviera acceso a su consulta y no sólo se reservará para eclesiásticos y seminaristas. Estamos hablando del siglo XVII.
En 1987 se convierte en museo y en 2005 entra dentro de la lista de los patrimonios de la Unesco. Probablemente el lugar más bonito que ver en Puebla.
Al lado, el colegio de San Pedro, fundado por el propio obispo de Palafox y Mendoza, y donde se enseñaban las lenguas indígenas. Para el ingreso en el colegio, se daba preferencia a los nativos sobre los españoles o criollos.
4 El museo Amparo de Puebla
Abierto todos los días de 10h a 18h, excepto los martes. El domingo es gratuito. El resto de días la entrada cuesta 85 pesos.
Familia rica y de mecenas del siglo XX, su casa se ha convertido en uno de los museos qué ver en Puebla.
Una importante colección de arte prehispánico además de arte de la época virreinal, algo más moderada. En nuestra modestísima opinión hay demasiado espacio dedicado al arte contemporáneo que no entendimos. En la terraza sirven desayunos y se puede tomar una copa por la noche con vistas de la ciudad. ¡No te pierdas esa terraza!
Por cierto, la historia de los últimos 500 años está maltratada y mucho mejor que no se note tu nacionalidad en caso de ser español…
5 El callejón de los Sapos
Debe su nombre a los continuos desbordamientos del río San Francisco en Puebla que provocaba que esta calle se llenara con frecuencia de estos batracios. Dicen que eran miles los que aparecían de un día a otro.
Ahora es una colorida calle donde se vende casi de todo y tiene buenas tiendas de artesanías y antigüedades. La foto es una de las imprescindibles en Puebla. En un fin de semana está muy animado por la noche.
6 El mercado de artesanía del Parián
El mercado de artesanía más importante de la ciudad donde los locales también vienen a comprar.
Típicamente es la cerámica de Talavera, símbolo de poder en la época colonial, el souvenir más preciado. Inicialmente se traía desde España pero se optó por traer a los artistas para su creación aquí mismo.
Cruzando la calle, el barrio del artista donde de día pasear entre las pequeñas galerías y de noche acudir a algún concierto de música en directo en sus locales.
7 La famosa calle de los Dulces
Si famosa es la gastronomía poblana por el chile en nogada o el mole poblano, no lo es menos por sus dulces. En esta calle encontrarás los más tradicionales.
Los locales donde ahora se venden aparecieron alrededor del antiguo convento de Santa Clara que fue adquirido por la universidad. En el convento fueron creadas todas las recetas originales. No fuimos capaces de probarlos todos pero desde luego sus nombres los hacen de lo más apetecibles: camotes, macarrones, muégano, jamoncillo, borrachitos, cocadas, limones rellenos de coco, alegrías o tortas de Santa Clara. Estas últimas están cubiertas con una masa de huevo, azúcar y pepita de calabaza. ¿Cuál dejarías de probar?
Al comienzo de la calle, no hay que perderse la iglesia de San Cristóbal con una preciosa fachada barroca de piedra y su cúpula en azulejos amarillos.
Y algo más arriba, para los que busquen más de la historia del país: el museo de la Revolución, la casa de los hermanos Serdán, que fue asediada y tiroteada por Porfirio Díaz ante el intento de esta familia de acabar con su mandato.
8 Santo Domingo y la capilla del Rosario
Su horario de apertura y visita es un tanto caprichoso: Lunes cerrado, de martes a jueves, de 11 a 13:30 horas y de 15 a 17:30 horas; de viernes a sábado, de 11 a 13:30 horas y domingo, de 15 a 17:30 horas. No se cobra la entrada. Consultad la página antes de programar la visita porque cierran caprichosamente en función de eventos. Nuestra primera intentona, un sábado, se nos fastidió por una boda.
Los dominicos llegaron tras los franciscanos y rápidamente se instauraron en el territorio. La iglesia en su exterior no es demasiado vistosa, el premio reside en la capilla interior: La Capilla del Rosario de Santo Domingo, construida entre 1650-1690. Dicen los estudiosos que es el mejor ejemplo del barroco mexicano y no es difícil de entender al contemplarla. Para los mexicanos la octava maravilla del mundo, uno de los imprescindibles de Puebla sin duda.
La capilla está ampliamente cubierta con las características talaveras de Puebla y pan de oro de 24 quilates. Aunque ensombrecidos por la capilla, los retablos virreinales son dignos de contemplación.
9 El barrio de Analco
El otro lado del río donde vivían los nativos en la época colonial. El río que dividía la ciudad fue soterrado hace años y ahora es más difícil notar la división de la misma. De todos modos no nos parecieron demasiados los atractivos turísticos que visitar en este lado de Puebla y saltamos únicamente para visitar el templo de San Francisco.
10 El templo de San Francisco en Puebla
La iglesia más antigua y para muchos poblanos la más bonita de la ciudad. Como decimos se encuentra del otro lado del río, en el barrio indígena de Analco. Tal vez el único reclamo del barrio que publicitan las guías.
Al llegar destaca la fachada hecha en ladrillo y con bonita decoración de cerámica talaverana. En el centro se abre la piedra rodeada a ambos lados por esta bella combinación. En la iglesia se encuentra el cuerpo momificado de San Sebastián de Aparicio, llamativo cuanto poco. Del resto, en su interior, poco que destacar.
11 Otras iglesias y lugares que ver en Puebla
Es tal el patrimonio de la ciudad que es muy difícil tratar de enumerar todos y cada uno de los edificios que encontrarás interesantes. En cualquier calle vas a ver bonitas fachadas de viejos palacios ahora convertidos en museos, pequeñas iglesias con grandes tesoros en su interior, bonitos locales, bares, tiendas y restaurantes que han sabido combinar el pasado histórico donde asientan con una envidiable modernidad y diseño. Por citar algunos lugares:
> El edificio del palacio Municipal
> La iglesia de Guadalupe
> La iglesia de la Compañía de Jesús
> La iglesia de San Cristóbal
> El museo casa de Alfeñique
> El museo San Pedro de Arte
> El museo regional de la Revolución
> Los túneles y los fuertes de Puebla
> La casa de la China Poblana y su historia
El mapa de los lugares qué ver en Puebla y sus alrededores
La visita de Cholula, en los alrededores de Puebla
Cómo llegar a Cholula
Era una de las visitas en los alrededores de Puebla que queríamos hacer. Nuestra idea inicial era tomar el tren turístico que operaba desde 2017. Nuestra sorpresa llegó al conocer que el tren había dejado de operar en el 2021 ante la falta de rentabilidad.
Las opciones que quedaban eran subirse a un tour organizado en pequeños “tranvías” turísticos que salen del zócalo (una posibilidad excesivamente turística para nuestro gusto) o llegar en transporte público.
Elegimos el transporte público y no solo por el precio. Suponía llegar a la estación de buses, no muy alejada del zócalo y de paso visitar el mercado de los Sabores. En un domingo es impresionante. Por 12 pesos llegarás a Cholula.
Otra buena opción es el Uber, tan solo 6 € por la carrera y unos 30 minutos desde el zócalo.
La visita de Cholula
El pueblo mágico de Cholula
La entrada a la zona arqueológica de Cholula cuesta 45 pesos, si bien los domingos la entrada es gratuita. No sabemos porque aquel domingo y parece que llevaban alguno más, estaba cerrada. El horario de visita entre el martes y el sábado es de 9:00 a 17:00 horas.
En Cholula se establecieron los toltecas y construyeron el mayor centro ceremonial de la región en el 500 a.C. Ello la convierte en la ciudad viva más antigua de América.
La Gran pirámide de Tepanapa
La gran pirámide de Cholula, pirámide de Tepanapa o Tlachihualtépetl es la mayor del mundo con 400 metros de longitud en la base, ¡cuatro veces más grande que la de Giza!. Su volumen se estima en 4.500.000 m³, varias superposiciones sobre la primera construcción. Aunque no se ha llegado a excavar se han descubierto túneles que alcanzan los 8 kilómetros de longitud.
La historia cuente que los aztecas trataron de emboscar aquí a Hernán Cortés con la ayuda de la población pero la rivalidad de las distintas culturas de la zona dio al traste con su plan. Cortés se anticipó y derrotó a la población local que fue ampliamente castigada. Una de las mayores matanzas de aquellos años.
El español prometió una iglesia sobre cada una de las pirámides de la zona, hasta 365, una por cada día del año y aunque no llevó a cumplir su promesa por completo, son muchísimos los templos y conventos entre San Pedro Cholula y San Andrés Cholula. La vista desde la colina que ahora es la gran pirámide tolteca permite apreciar muchas de las coloridas cúpulas.
Así, sobre la imponente estructura de Tepanapa se construyó en el siglo XVI el santuario de Nuestra Señora de los Remedios que todavía se puede apreciar hoy día. Una de las fotos clásicas en un día despejado es la del santuario con el volcán Popocatépetl al fondo.
Bajando a San Pedro Cholula aprovechamos para dar un paseo por la población y la visita de alguna iglesia como el convento de San Gabriel o la capilla real de los Naturales, la única de estilo mudéjar de México con 49 cúpulas. Frente a estas, la iglesia de San Pedro Apóstol, la torre más alta de Cholula. Y a partir de aquí, patear el zócalo y las calles aledañas, plagadas de gente en un domingo.
| Consejo de Viajefilos. Los domingos tenéis tres visitas imprescindibles en Puebla y alrededores totalmente gratuitas: El museo Amparo, la biblioteca Palafoxiana y el complejo arqueológico de Cholula. |
Zacatlán y Chignahuapan
Dónde comer, beber o tomar un buena café en Puebla
Os contamos los que probamos, algunos locales sobre los que habíamos leído bien y otros que simplemente encontramos.
Para comer en Puebla
Taquería Don Pastor
Frente a la catedral. Lo primero que mola es su localización, en una esquina del Zócalo, pero lo que es una pasada y que te empuja a entrar es lo colorido de su recargada decoración. Neones, frases, el mobiliario, hasta la cocina abierta, todo en colores muy chillones. No creáis que es fácil encontrar un hueco en un fin de semana, “puro mexicanos”.
Probamos los tacos árabes, los más tradicionales de Puebla, las kekas al pastor donde cambia la tortilla sobre la que se sirve y un buen par de cervezas: 11 € por todo. No dejéis de probar estos tacos en Puebla, una licencia que tomaron de los kebabs que trajeron los inmigrantes libaneses. Increíbles.
Fonda Típica La Poblana
En una de las esquinas del mercado Parían y entrando al barrio de los artistas. Nos lo recomendó Max, el muchacho del Free tour. Un chile en nogada que es el plato más tradicional de Puebla y que es difícil de encontrar fuera de temporada suele subir a 400 pesos (20 €). Aquí lo preparan de la forma más clásica y cuesta 250 pesos.
Además probamos el mole pipián en el que con el arroz y el pollo se mezcla el mole rojo o verde. Con las cervezas: 27.5 €. El chile en nogada es un pimiento relleno con carne y frutas tropicales cubierto de una salsa de nuez sobre el que se dejan caer granos de granada. ¡Un plato con todos los colores de la bandera mexicana!
Taquería Las Ranas y taquería La Oriental
Son dos clásicas y ampliamente recomendadas siempre llenas de mexicanos. Los dos están en la misma calle. En la primera, nos sentamos un sábado a las nueve, nos trajeron la carta, limpiaron la mesa y acto seguido nos dijeron que cerraban… difícil averiguar qué pasaba por la cabeza de aquella mesera.
En La Oriental, una de las más antiguas donde se prepara el taco árabe (38 pesos) y el taco oriental (23 pesos). Es muy famosa para acompañarlo su salsa roja de chipotle. Todavía con ganas pedimos una quesadilla árabe para compartirla. La comida y sus cervezas: 9 € bien cenados los dos.
Restaurante Augurio
Muy cerca del museo Amparo. Ese restaurante caro que sale en todas las listas pero quisimos “feriarnos”. No todos los días se cumplen años en México.
Estábamos en época de Mole de Caderas, un cabrito que una vez deshidratado cocinan con su piel muy adherida y en un caldo local. Uno de los platos poblanos más tradicionales. Además, unas chalupas y una ensalada campesina brutal! Terminamos con un dulce de calabaza, especial de la semana de difuntos y con un mezcal como digestivo. En palabras de Carmen: ¡Espectacular!. El servicio exquisito. Se paga pero merece la pena: 75 € los dos, por aquí es un dineral.
Comal, Cocina local
Frente a la catedral. Abajo engaña pero pide que te suban a la primera planta. El sitio es impresionante y las vistas son inmejorables. Dicen tener las mejores cemitas de la ciudad, en realidad “las tres C”: Cemita, cerveza y catedral. La cemita es una especie de bocadillo clásico de Puebla que pueden rellenarse de distintas cosas. La tradicional es la de milanesa de res con quesillo. Ojo con pedir una cemita para ti solo, suelen ser grandes. Compartimos una y una buena ensalada de quelites, que vienen siendo hierbas comestibles según Google. Con la bebida pagamos 14 € entre los dos.
| Estamos preparando un post súper completo con todo lo que comer en Puebla y en otros lugares de México: el mole poblano, el pipián verde o rojo, el chile en nogada, el mole de caderas o los tacos árabes y además podéis ver los vídeos que subimos a nuestro canal de Tik Tok con los más tradicionales. |
Para tomar un buen café en Puebla
> Cafetería Clemente. Uno de los mejores cafés espresso que probamos en Puebla. El local es muy agradable, preparan excelentes tostas como desayuno y junto al mismo hay un restaurante gastrobar, Santoua, con una pintaza espectacular.
> Black Cat / Black Rabbit. Otra cafetería gourmet de las que merece la pena probar en Puebla. El café es excelente, su precio es de 33 pesos por café (1.5 €).
Para una cerveza o una copa en la ciudad
> Bilderberg, una cervecería de artesanales en una de las esquinas donde comienza el callejón del Sapo. Enfrente el hotelito La Perla, que por cierto tiene un rooftop con buena pinta. A lo que íbamos, cervezas artesanales a buen precio: “la caña” de 295 ml por 55 pesos, una Boston de 355 ml por 75 pesos y la pinta de 490 ml por 95 pesos.
> El Colibrí, tradición y pulque. El pulque y el curado son bebidas que piden por litros y con muchas opciones que no nos atrevimos a probar. El sitio, en la primera planta de un viejo edificio colonial, está súper ambientado. Buena música y lo mismo charlan que juegan a las cartas o al ajedrez. Las cervezas a 30 pesos (1.5 €). Merece mucho la pena subir.
Puebla y Cholula nos gustaron muchísimo, con montones de cosas que ver, un mar de opciones para comer y buen ambiente. En ningún momento sentimos inseguridad en los paseos por el centro histórico. A la mañana siguiente tomamos un Uber a CAPU (4 €), la estación de buses. Salíamos a las siete de la mañana para dos días en Oaxaca, una ciudad en la que nos hubiéramos quedado muchos más. Solo 15 minutos en la mañana y estábamos dispuestos para desayunar en la estación de CAPU.
Cómo llegar a Puebla desde Ciudad de México
Habiendo aterrizado al mediodía en Ciudad de México, decidimos tomar el primer bus que salía hacia Puebla desde el mismo aeropuerto internacional de CDMX. En unas tres horas llegamos a la ciudad dispuestos a comenzar con la visita de los rincones más bonitos de Puebla de Zaragoza.
Como os contábamos en el post sobre cómo organizamos nuestro viaje de tres semanas por México, elegimos el bus para muchos de los trayectos. La compañía ADO es la mayor compañía de buses en el sur del país y es la que elegimos para recorrer la distancia entre el aeropuerto internacional de la capital y Puebla.
Tras desembarcar y pasado el control de inmigración, hay que subir a la primera planta muy cerca de la puerta número 8 donde se encuentra la pasarela que cruza hasta la terminal de buses de ADO.
Habíamos reservado el billete unas semanas antes. Hay bastante disponibilidad y probablemente no era necesario pero preferimos atarlo. Además, el comprarlo con antelación suponía un ahorro considerable: unos 6 € menos de los 20 € que suponía comprarlo en ventanilla.
Por supuesto desde alguna de las terminales de la capital también se puede llegar a Puebla.
Las estaciones de autobuses en Puebla de Zaragoza
En Puebla hay dos estaciones de bus:
> La primera donde paran los buses de ADO es Paseo Destino, algo más alejado del centro, en un barrio moderno donde están las grandes cadenas hoteleras.
> La segunda es CAPU. Aunque a unos 45 minutos del casco histórico de Puebla, será la más conveniente para bajar si te quieres alojar en el centro. El precio en ambos casos es el mismo. Desde CAPU al centro, hasta nuestro hotel, tomamos un Uber (4 €). ¡Otros 45 minutos! Habíamos salido 18 horas antes de Madrid y llevábamos todo ese tiempo sentados.
| Si compras los billetes de autobús en la página de ADO con antelación te harás con un descuento de cerca del 30% en casi todos los casos. Son distancias largas y siempre te aconsejamos elegir buses “de lujo”, lo cual significa que no son económicos y ese porcentaje puede ser considerable. |
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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
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