La tradición del Día de Muertos en México va mucho más allá de un solo día. Vivir la tradición del Día de Muertos en cualquier ciudad o pueblo del país es una experiencia única. Esta festividad centenaria, con raíces prehispánicas, se fusionó con la cultura española, creando un festival popular inigualable.
Pero, ¿cuál es la mejor ciudad para vivir la tradición del Día de Muertos en México? Desde Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Mérida, Michoacán, Guanajuato hasta San Miguel de Allende, cada lugar ofrece una vivencia diferente. A continuación, te contamos cómo lo vivimos nosotros y te compartimos información útil para planificar tu viaje a México durante esta semana tan especial.
¿Sabías que la tradición del Día de Muertos en México fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008?
Vivir la tradición del Día de Muertos en México: Una experiencia inolvidable
¿Cuándo se celebra la tradición del Día de Muertos en México?
Aunque los días más importantes son el 1 y el 2 de noviembre, los eventos y celebraciones de la tradición del Día de Muertos en México comienzan hasta quince días antes y pueden prolongarse varios días después. El 1 de noviembre está dedicado a los niños, los pequeños que fallecieron prematuramente, mientras que el 2 de noviembre está reservado para los adultos. Si de verdad quieres vivir la tradición del Día de Muertos en México, asegúrate de estar en el país el 2 de noviembre.
¿Dónde vivir la tradición del Día de Muertos en México?
Nosotros comenzamos pasando dos días en Puebla y sus alrededores a mediados de octubre y ya se respiraba un ambiente festivo con decoraciones alusivas al Día de Muertos por toda la ciudad.
En Mérida, el Paseo de Ánimas, que tuvimos la suerte de presenciar, se celebró el 27 de octubre, aunque las festividades con desfiles comenzaron el 24.
Al llegar al estado de Michoacán, justo comenzaba la semana de celebraciones. En nuestra visita de la ciudad de Morelia, el 29 y 30 de octubre, presenciamos dos desfiles muy peculiares: uno de zombies y otro protagonizado por automóviles decorados con figuras de muertos, acompañados de música a todo volumen en el centro de la ciudad. No se puede negar que hubiera buen ambiente.
En el Lago de Pátzcuaro y los pueblos mágicos de Michoacán pasamos los días previos al 1 y 2 de noviembre. Aunque se estaban preparando para los días más importantes, pudimos sentir la profunda devoción en los cementerios y altares.
El 31 de octubre, llegamos para pasar dos días en Guanajuato, donde vimos el Desfile de los Angelitos, una conmovedora procesión en la que plañideras y Catrinas portaban ataúdes de niños fallecidos. Una mezcla entre celebración y duelo, difícil de clasificar.
Fechas clave en la celebración del Día de Muertos
El 1 y 2 de noviembre, los días más importantes de la celebración, estuvimos pasando el Día de Muertos en San Miguel de Allende. Aunque es un destino turístico, el ambiente festivo era impresionante. La mejor parte: ¡déjate pintar la cara como una Catrina y únete a la fiesta!
Terminamos el recorrido por el país con la visita de Ciudad de México. El 4 de noviembre, asistimos al gran desfile de Catrinas, conocido por su aparición en la película de James Bond. Desde ese momento, junto con la película Coco, las festividades y oportunidades para celebrar la tradición del Día de Muertos en México han crecido año tras año.
Los altares y su importancia en la tradición del Día de Muertos en México
Uno de los elementos más representativos de la tradición del Día de Muertos en México es el altar. Cada familia crea su propio altar, que puede ser más o menos ornamentado, dependiendo de su presupuesto, pero todos contienen ciertos elementos comunes.
Elementos esenciales en los altares del Día de Muertos
Uno de los objetos que nunca faltan en los altares son las fotografías de los difuntos a quienes se espera recibir ese día. Estos familiares cruzarán las puertas del inframundo para reunirse con sus seres queridos durante la noche.
El Cempasúchil: La Flor del Sol
El segundo de los elementos imprescindibles serán las flores de cempasúchil, símbolo del sol, que guían a los muertos de regreso a sus familias. Estas flores, cuyo nombre en náhuatl es Cempohualxochitl, están presentes en todos los cementerios y altares. Según la leyenda, el cempasúchil simboliza el amor eterno entre Xóchitl y Huitzilin.
El nombre significa “veinte flores”. Una leyenda cuenta la historia de Xóchitl y Huitzilin, quienes se enamoraron cuando eran niños. Solían subir a la montaña dedicada a Tonatiuh, el dios azteca del Sol, para ofrecerle ramos de flores. Años más tarde, Huitzilin partió a la guerra para defender las tierras aztecas combate y fue herido de muerte. Xóchitl, devastada, le pidió al dios Tonatiuh que los reuniera y el dios sol dejó caer sus rayos sobre Xóchitl, transformándola en una flor de cempasúchil. Esta flor permaneció cerrada hasta que un colibrí, con el espíritu del amado Huitzilin, fue atraído por su aroma y la flor se abrió para recibirlo, sellando su amor eterno.
Además de su uso ceremonial, el cempasúchil tiene propiedades medicinales y se utiliza como pigmento para textiles y bactericida. En la tradición del Día de Muertos en México, esta flor es el puente entre la vida y la muerte.
Entre las ofrendas habituales en los altares, se incluyen los alimentos y bebidas preferidos por el difunto. El pan de muerto, un pan dulce que ya puede encontrarse en todo México desde octubre, es un elemento esencial. Tampoco faltan el tequila, mezcal o pulque.
Otros elementos son el agua, para purificar el alma y que se ofrece tras el largo viaje; la sal, para facilitar el regreso; y el incienso, para limpiar el ambiente. Además, la cruz católica y las calaveras de azúcar adornan los altares.
Si visitas México el 1 de noviembre, el día de los niños, es costumbre llevar golosinas como ofrendas. Los más pequeños recorren las calles con sus “calabacitas” en busca de dulces, y sus sonrisas al recibir uno son impagables.
El origen y la historia de la tradición del Día de Muertos en México
Los purépechas y el inicio de la tradición del Día de Muertos en Michoacán
En la región de Michoacán, alrededor del Lago de Pátzcuaro, los purépechas iniciaron la tradición del Día de Muertos en México. Este grupo indígena, que resistió el avance de los mexicas entre los siglos XIV y XV, creía en la continuidad de la vida tras la muerte. Según su cosmovisión, los difuntos continúan con su vida en otra dimensión, y una vez al año regresan para recibir las ofrendas que les ayudan en su nueva vida. En el cielo purépecha la vida sigue, el anima sigue con la misma actividad, comen, duermen, bailan… En el día de Muertos y en esa reunión se les ayuda con las ofrendas para continuar esa otra vida.
La Iglesia católica aprovechó estos ritos para integrarlos en sus propias tradiciones, creando el sincretismo cultural que perdura hasta el día de hoy. El que más tarde fuera obispo, Vasco Quiroga, fue el artífice de esta idea que fraguó una paz duradera.
Las Catrinas: Un símbolo inmortal de la tradición del Día de Muertos en México
José Guadalupe Posada y Diego Rivera: Los creadores del símbolo de las Catrinas
La figura de la Catrina, que hoy es un símbolo internacional de la tradición del Día de Muertos en México, fue creada por el caricaturista José Guadalupe Posada a finales del siglo XIX. Su obra, “La calavera garbancera”, criticaba a los indígenas que renegaban de su cultura para parecer más europeos. La ironía de que la muerte llega a todos, sin importar la clase social, llevó a Posada a representar esqueletos con atuendos lujosos.
El pintor Diego Rivera, amigo de Posada, inmortalizó a la Catrina en su famoso mural de 1947 “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”. Este mural encargado para el comedor Versalles del Hotel del Prado representa a más de 150 personajes de la historia mexicana y consolidó a la Catrina como un ícono cultural de la tradición del Día de Muertos en México. Algunos de los protagonistas: Hernán Cortés, Benito Juárez, Maximiliano de México, Porfirio Díaz, Francisco I. Madero, entre otros. Además, aparecen personajes de la vida cotidiana mexicana de distintas clases sociales.
No lo dudéis ni un segundo y si podéis sacar aunque sea una semana para vivir la tradición del día de Muertos en el país corred a buscar los vuelos. No os arrepentiréis. ¿Queréis saber como lo hicimos nosotros?
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