Parque nacional de Gunung Mulu, Borneo

La región de Sarawak en Malasia nos estaba fascinando, a pesar de la lluvia y de la dificultad inicial para organizar nuestro viaje a Malasia, los recorridos estaban saliendo a la perfección y habíamos conseguido visitar algunos de los mejores parques nacionales de Sarawak. Pero el plato fuerte estaba por llegar, nos dirigíamos hacia el parque nacional de Gunung Mulu, una auténtica delicia para espeleólogos y en general para cualquier amante de la naturaleza. Aquí os dejamos como fue aquel viaje a Gunung Mulu, la que resultó ser la más atractiva de las áreas protegidas de Malasia.

Como llegar a Gunung Mulu, como hacer las reservas y los mejores consejos para recorrer el parque y, una pincelada de nuestra siguiente escala, Kota Kinabalu, es lo que aquí os contamos. El recorrido completo de nuestro Malasia y los artículos publicados, aquí:

Domingo, 10 de Septiembre de 2017. Kuching-PN Gunung Mulu

Malaysia Airlines y su filial low cost MASwings habían conseguido acabar con nuestra paciencia y con la bandeja de entrada de nuestro correo. Hoy volábamos al parque nacional de Gunung Mulu con la compañía malaya y el vuelo, que teníamos reservado había aproximadamente un mes, había cambiado de horario muchas veces ya. Era difícil saber ya lo que compramos… Lo habíamos leído y es cierto. Habitualmente en la web ofrecen un vuelo directo entre Kuching y Mulu. Por horario y tiempo de vuelo, se convierte en irresistible. Al poco te lo cambian con escala en Miri y a partir de ahí comienza el baile de horarios. A nosotros nos había tocado salir finalmente a las 6:30 de la mañana, una hora poco deseable pero era la última de las notificaciones. Los 60 euros que costó el vuelo nos llevarían pues a uno de los parques mejor valorados del país, un lugar en el que teníamos reservadas dos noches. Según leímos, el hecho de que la gestión del parque fuera privada, hacía que su conservación fuera exquisita.

De momento tocaba un buen madrugón. El reservar un taxi tan temprano también hizo que nos costará más de lo habitual, 40 RM (8 €) en este caso. Y no hay mal que por bien no venga, solo 10 minutos, cero tráfico… El aeropuerto de Kuching es un aeropuerto moderno en el que nos pudimos tomar un buen café en Starbucks. Con ello, amaneciendo todavía, volábamos a Miri. Una ciudad que solo existe por el descubrimiento de uno de los primeros y más florecientes pozos petrolíferos de Malasia. Por delante, dos horas de vuelo a Miri con escala técnica en Bintulu, una hora de enlace y 30 minutos más de vuelo a Mulu. Ese era el “plan de vuelo”, después la realidad fue algo más de demora que sumar en Miri, otro café…

Por fin, a las 10:30 de la mañana ya estábamos aterrizados. El aeropuerto se encuentra a tan solo 1.5 km del parque. Para llegar, varios vehículos aguardan a la salida. El corto trayecto cuesta 5 RM por persona. La entrada al parque a través de un puente colgante sobre el río, ya resulta espectacular.

Puente colgante de entrada al Gunung Mulu NP
Puente colgante de entrada al Gunung Mulu NP

Como organizar cuatro días en Gunung Mulu

El parque nacional de Gunung Mulu se encuentra dentro de la lista de los patrimonios de la Humanidad de la Unesco desde el año 2000. Fundado en 1974, es el mayor territorio protegido de Sarawak. Se trata de un paraíso para los amantes de la espeleología entre otras cosas, pues cuenta con algunas de las cuevas más grandes del mundo. Nosotros pasaríamos cuatro días con sus tres noches, tiempo en que pretendíamos aprovechar para hacer alguna caminata y visitar alguna de las cuevas. Todas las actividades posibles se ofrecían una vez llegáramos al parque, cuestión de elegir. Alguna de las cosas importantes que llevar: dinero en metálico, no hay cajeros y todo, incluido el alojamiento, se paga en efectivo.

Habiendo hecho nuestra reserva en el parque nacional de Gunung Mulu con un mes de antelación, conseguimos cama en el barracón del parque. El alojamiento en el interior del parque no es abundante y todos los foros recomendaban pernoctar dentro para poder conocerlo y disfrutarlo mejor. Con 20 camas en la habitación era la opción económica, alejada de los precios de bungalows y otras opciones que se disparaban.

Traspasado el puente colgante, la oficina de registro. Aquí se abonan los 30 RM (6 €) que permite la estancia de cinco días en el área protegida. En ese mismo momento se contratan los tours. Pueden reservarse en la web pues parece que habitualmente tienen mucha demanda. Nosotros preferimos hacerlo al llegar. Para hoy contratamos una salida a la cueva del ciervo hoy mismo (35 RM, 7 €), otra caminata para mañana a las cuevas del viento y a la de aguas limpias (65 RM, 13 €) y el canopy para el último día (45 RM, 9 €). Dejamos de momento libre completamente el Martes, puesto que hay rutas que se pueden realizar por tu cuenta. Pagamos todos estos tours, además de 10 RM por persona (2 €) en concepto de tasas y 35 RM por persona (7 €) como depósito por la llave, sábanas y demás.

Un cartel nos advierte de que será penalizado el vuelo de drones sin permiso. Preguntamos de todos modos. Nos informan de que el permiso hay que solicitarlo con al menos un mes de antelación antes de la visita, en una oficina central de solicitudes a nivel nacional para navegación aérea. Mejor no lo intentaremos sacar aquí.

El hostel tiene como digo, 20 camas. Con la reserva ya viene asignada cama y taquilla, taquillas que puedes cerrar con llave. Nos ubicamos y vamos a conocer los alrededores. En el restaurante del parque, el Mulu Café, se pueden comer platos de arroz, noodels… a buen precio. El sitio resulta muy agradable junto al río. La cerveza Tiger por 12 RM (2.5 €), el agua a 3 RM y los refrescos a 5 RM. Hemos leído que resulta más barato salir del parque para comer o tomar una cerveza. Después trataremos de comparar. Nos preparamos de momento unos sándwiches de jamón serrano, si habéis leído bien, jamoncito al vacío que venía con nosotros desde España. Pequeños placeres de la vida… Comemos en el exterior en una mesa junto al café.

Algunos muchachos vuelven del recorrido hasta los Pináculos, la que parece la ruta estrella del parque y la más exigente. Los jóvenes asiáticos nos dicen que la vuelta han sido nueve horas muy duras por terreno muy resbaladizo. Un español con el que nos tropezamos nos dice que desistió en el primer campamento, el primer día. El recorrido completo son dos noches y se duerme en los campamentos durante el trayecto. Tramos que exigían escalar con cuerdas incluso, nos dice que lo hicieron desistir. Esto, junto con la idea que ya traíamos, nos convence del todo de que no la intentaremos, si es que no estábamos ya convencidos.

CUEVA DE LANG Y CUEVA DEL CIERVO

Se acercan las dos de la tarde y tenemos la ruta guiada hasta la cueva del Ciervo y la cueva de Lang. Como las rutas al interior del resto de las cuevas exigen ir guiados. Comenzamos con un grupo de 14 personas. Hasta la cueva son 3.8 km a través de la selva, caminando sobre unas plataformas que preservan la vegetación y facilitan la ruta. Desde luego, el camino está muy cuidado. La lluvia, otra vez la lluvia, hace su aparición y solo en tramos, la densa selva nos protege. Enormes árboles flanquean el camino pero no son suficientes para evitar que nos empapemos. Maderas nobles de cientos de años que nos conducen tras una hora de camino a la entrada de la primera gruta y a los pies de la enorme mole de granito bajo la que se encuentra.

Desde este punto, al atardecer, parten los millones de murciélagos que habitan en la cueva formando una nube negra que se contornea cual columna de humo advirtiendo del origen del fuego. La intensa lluvia que cae hace prever que hoy no salgan en busca de su comida. Hemos leído que son muchos millones de toneladas de mosquitos las que consumen a diario en su salida.

Entramos en la cueva de Lang, tal vez la más pequeña pero una de las más bonitas nos dice el guía. Y aún sin tener capacidad para compararla, es cierto que es preciosa. Las formaciones de estalactitas y estalagmitas se suceden en figuras increíbles formando en algunos casos enormes medusas que caen en las paredes. La tenue iluminación hace la visita perfecta. Unos 20 minutos en el interior sin agobios, sin estrecheces que hagan el recorrido desagradable.

Desde aquí a la cueva del Ciervo, y a pesar de haber leído acerca de la misma, no podíamos hacernos una idea aproximada de lo que íbamos a ver. Las dimensiones son descomunales, no se puede describir el tamaño en palabras. La mayor cueva del mundo nada más y nada menos. La entrada de más de 240 metros de altura da paso a una enorme caverna que se sucede con otra mayor, hasta 2 kilómetros de profundidad recorribles. Ríos de aguas subterráneas corren en todas las direcciones. El camino se ilumina con luces que te van llevando hasta el otro extremo. Otra grandiosa oquedad por donde se filtra la luz y un auténtico oasis de desbordante vegetación crece al abrigo de la humedad sempiterna. Se oyen los chillidos de los murciélagos preparándose, tal vez, para salir. Toneladas de guano se agolpan en el suelo. Caminamos sobre plataformas de madera. Sin duda, la sola visita de esta cueva merece la pena llegar a Mulu.

Salimos y parece que la lluvia nos da un respiro. Tres horas después de nuestra salida y calados hasta los huesos nos sentamos a esperar el éxodo de los murciélagos… Treinta minutos esperando, más lluvia, menos luz cada vez y los pocos turistas que quedan van cediendo y tomando el camino de vuelta. Finalmente claudicamos y decidimos volver.

Son las siete de la tarde y conseguimos poner a secar todo lo que llevamos de modo que no moleste demasiado. Es un auténtico puzzle a estas horas el “barracón” tratando de acomodar la ropa para que se escurra al menos. Hora de Mulu Café. Apuramos dos merecidas Tiger y unos buenos pistachos pero no será suficiente para acabar con el apetito desatado por la caminata. Así que exploramos la carta y nos lanzamos a por dos nasi goreng mamak, el plato sale a 13 RM (2.5 €). Sabroso y abundante plato a base de arroz con un buen tono picante.

Son las ocho de la tarde, “todo el trabajo está hecho”. Conseguimos wifi (5 RM por un día de conexión, clave de acceso que hay que pagar y conseguir en la oficina). Las opciones escasean, así que lectura, revisar fotos, charlar y poco más… seguir cruzando los dedos para que tengamos un rato sin lluvia.

Lunes, 11 de Septiembre de 2017. PN Gunung Mulu

Sobre las siete y con el día recién nacido despertamos al igual que todos nuestros compañeros de macro habitación. Es la primera de las últimas noches en las que en la oscuridad buscábamos una manta. Nos ponemos en marcha. A las 8:45 comenzaremos la segunda de las excursiones planeadas con guía: la Clearwater Cave y la cueva del Viento.

CUEVA DE LAS AGUAS LIMPIAS Y CUEVA DEL VIENTO

Presentado el grupo, unas ocho personas hoy, salimos en los botes río arriba hasta una población cercana, Kampung Batu. Nos arrastran, como no, hasta el mercado de artesanía del pueblo. Todos los tours comienzan por la mañana en el pueblo y el mercado, una manera de hacer partícipe a la gente local del bocado del turismo. Sus pobladores, los penan, son pueblos antes nómadas, los cazadores de cabezas que recorrían la región en busca de su supervivencia.

Navegación en el PN de Gunung Mulu
Navegación en el PN de Gunung Mulu

Una hora más tarde hemos llegado al punto de intersección que nos lleva a ambas cuevas. Visitamos primero la Cueva del Viento, famosa por la brisa que sopla en su interior. Desde aquí, para espeleólogos avanzados se puede llegar a través de aguas subterráneas hasta Cleanwater, unos 8 km de distancia. Todo el recorrido en el interior de realiza sobre una plataforma de madera y con buena iluminación para no caer. La cámara que se visita al fondo de la cueva, la habitación real, dicen es la más bonita del mundo y realmente lo parece. Unos 30 minutos dentro de la cueva y vamos hacia la cueva de Aguas Limpias.

Para llegar a estas, se camina primero sobre una pasarela pegada a la montaña y que sube paralela al cauce del río. Antes de comenzar el ascenso final, un área de picnic y aseos donde tomar fuerzas. Desde aquí una empinada escalera conduce a las cuevas. Primero se entra en Lady Cave, algo menor. Desemboca en una nueva cámara a través de la cual continúan más y más grutas, no realizables para la mayoría de visitantes, solo para los altamente experimentados.

Cueva del Viento en Gunung Mulu NP
Cueva del Viento en Gunung Mulu NP

Deshacemos esta cueva y entramos definitivamente en Cleanwater Cave. Una potente corriente circula bajo la caverna. Se ha medido un sistema de aguas subterráneas de hasta 220 km. Cruzamos un puente en el interior de la cueva y sobre el río. Los rápidos que se forman siguiendo las grutas sin fascinantes y peligrosos a la vez. Francamente impresionante. Salimos y no nos aconseja el baño por la fuerza de la corriente después de las lluvias, que por cierto, hoy de momento no han aparecido. Eso sí es noticia…

Sobre las doce del mediodía estamos fuera de la cueva y unos quince minutos más tarde en el campamento. La excursión dura pues menos de cuatro horas en total.

Cueva de aguas limpias de Gunung Mulu NP
Cueva de aguas limpias de Gunung Mulu NP

Para la comida en lugar de ir al Mulu Café, cruzamos el puente colgante, saliendo pues del parque, y entramos en el local que hay inmediatamente a la izquierda: Good Luck Mulu. Hemos leído mucho y bueno sobre sus comidas y sus precios. Aquí la cerveza está a 9 RM. Unos platos de noodels, alitas para los dos y cerveza nos cuestan 9 euros. Puede que sea algo más barato, pero hablamos de ahorrar un euro o medio… la calidad, similar.

Un café, algo de descanso y un trekking para la tarde. Esta vez por nuestra cuenta hacemos el recorrido hasta la cascada Paku.

TREKKING A LA CASCADA PAKU

Al poco de plantearlo, comienza la fina lluvia… suerte que no duró nada. El camino empieza en el mismo sentido que las Deer Cave de ayer. Una delicia de tranquilidad a estas horas. A mitad camino, salimos de la pasarela y tomamos un desvío bien señalizado a las cascadas. Desde aquí, 1.3 kilómetros. Este trozo, caminando sobre la selva y rodeado de su densa vegetación es una auténtica maravilla.

Sobre una hora después de salir, llegamos hasta el salto de agua de Paku. Dos pequeñas cascadas en un entorno natural muy bello. Tratamos de bañarnos, una familia de alemanes que llevamos un par de días viendo lo acaban de hacer, pero al final no lo hacemos. No nos apetece especialmente. Emprendemos la vuelta antes de que empiece a perderse la luz.

En la intersección con la pasarela, solo 1.5 km hasta la Deer Cave. No llueve. Nos acercamos a ver si hay más suerte hoy con la salida de los murciélagos. Pero… llegando: un relámpago, un trueno de inmediato, muy cerca… tanto que en unos segundos se lía de nuevo la mundial en lluvia. Me temo que hoy tampoco veremos el dichoso éxodo. Y lo peor de todo, a pesar de tratar de aguantar a que escampe, nos damos cuenta de que no lo hará y acabamos volviendo ¡de nuevo empapadísimos!.

Lo que nos quedaba de tarde lo dedicamos a pasar el rato mientras veíamos llover…

Martes, 12 de Septiembre de 2017. PN Gunung Mulu

Dormir en la selva es sorprendentemente placentero. Si le sumas al cansancio de los treks del día, la calma con que se queda la noche, la combinación resulta perfecta. Pero amanecer puede ser mucho mejor. Oír cómo se desperezan miles de animales convierte el despertar en una dulce sinfonía. Cientos de sonidos que se mezclan para recibir el día. Podrías quedarte varias horas en la cama escuchándolo. Pero… no habíamos venido a eso. Así que a ponerse en marcha, a pesar de estar rodeados de un montón más de agua que cuando nos acostamos. Poco había dejado de llover esta noche.

Hoy no teníamos planeada ninguna ruta guiada, las dos más importantes, visitando las cuatro cuevas ya estaban hechas y habían resultado fascinantes. Hoy emprenderíamos alguno de los muchos senderos que ofrece el parque por nuestra cuenta. Al acercarnos a desayunar nos dimos cuenta de cuánto había llovido. Toda el área del campamento estaba cubriera por más de medio metro de agua y el río se había desbordado en tramos. Habría que planificar bien la ruta.

Las pasarelas inundadas de Gunung Mulu NP
Las pasarelas inundadas de Gunung Mulu NP

Y vaya si había que hacerlo, todos los caminos que intentamos estaban inundados así que mejor ni intentarlo. Así pues, ¿atrapados en el Mulu?. Dejamos pasar la mañana entre cafés, fotos, leer y escribir. El drenaje del suelo en estos lares es brutal y después de comer, parece que el nivel del agua ha bajado lo suficiente como intentar un trekking cerca. La comida, por cierto, espectacular en el Mulu Café. De nuevo por 9 euros comiendo los días unos excelentes noodels con un toque picante de impresión.

Nos animamos con el loop botánico, un corto circuito que recorre algunas de las más importantes plantas del parque con carteles y explicaciones. Pero… ¡está inundado! Así que seguimos el sendero principal que sigue hacia Deer Cave. Nos desviamos a falta de un kilómetro por un camino alternativo que cruza un puente colgante. Esta ruta es más bonita y bastante transitable. Es algo más larga pero vale la pena. Llegamos a la cueva del Ciervo, de nuevo, y tras descansar un rato emprendemos la vuelta. Luce un sol brillante altamente sospechoso de que en una hora, volverá a caer el diluvio y esta vez no nos engaña…

Para las cinco de la tarde, estamos de nuevo en el hostel y preparándose para la cerveza previa a la cena. Hay que ver cómo somos de fáciles para tomar rutinas… ¡Y al final no llovió y los murciélagos hambrientos después de dos días sin comer salieron en masa! Lo supimos después de que llegaran nuestros compañeros de habitación y encima se empeñaran en enseñarnos sus vídeos… Mala suerte…

Esa noche cenamos con unas muchachas catalanas la mar de saladas, recién llegadas, conversamos con nuestra amiga suiza a punto de terminar su residencia de pediatría, enfatizamos con la mirada con la familia alemana que casi ya era de nuestra familia, respetamos los sueños y el espacio de nuestros maltrechos vecinos neoyorquinos… todo eso y mucho más, porque viajar es eso: conocer, respetar, interactuar… ¡disfrutar! Aunque sea sin ver el maldito éxodo de los malditos murciélagos.

Miércoles, 13 de Septiembre de 2017. PN Gunung Mulu-Kota Kinabalu

Hoy terminaban nuestros tres días en Mulu, fantásticos en nuestra opinión por la belleza y la accesibilidad del parque. Todavía quedaba aprovechar la mañana, y teníamos reservado el paseo por el famoso canopy del parque. Así que tras el desayuno y el check out salíamos con la emoción en todo lo alto dispuestos a conocer la selva “desde arriba”. Y es que caminar sobre las copas de los árboles a través de más de 400 metros de pasarelas elevadas ¡no era para menos!

CANOPY EN EL PN DE GUNUNG MULU

La experiencia es fabulosa y las pasarelas de van sucediendo enlazadas por hasta 16 plataformas. Unas vistas de impresión que hacen que, para nosotros, fuera otra de las mejores actividades que ofrece el parque. En torno a dos horas en total incluyendo la vuelta al punto de partida en las oficinas del parque.

Nosotros, de vuelta, y ante el día más soleado de los que hemos disfrutado, creo que el único en realidad, tomamos el camino circular conocido como el botánico y que ayer estaba anegado. Perderse por cualquiera de las rutas cercanas al centro de información es una buena alternativa. Está en concreto, de tan solo 1.5 km, es ideal para pasear tranquilamente.

Tiempo para una ducha, comer algo y pasar el rato antes de nuestro vuelo a Kota Kinabalu. Abandonamos Sarawak con muy buen sabor de boca. Los dos parques nacionales: Bako y Mulu, merecen la visita y la capital, Kuching, es una ciudad adecuada desde comenzar y terminar muchas visitas, perfecta para pernoctar. Volábamos a Sabah, la segunda y la menor de las regiones del Borneo malayo.

Salíamos a las 14:40, un vuelo también con Malaysian Airlines, que de nuevo había cambiado en más de una ocasión su horario, pero que solo costó 25 euros. Llegar al aeropuerto nunca fue más fácil de Mulu. Cruzado el puente colgante de entrada al parque, una muchacha se ofreció con su coche a llevarnos. Por 1 € cada uno, llegamos pues en 10 minutos al aeropuerto. En realidad salíamos a la una y diez del Mulu Café y a la una y veinticinco ya habíamos facturado…

El vuelo hacía escala en Miri. Eso convertía la corta distancia que nos separaba de Kota Kinabalu en dos horas de viaje. Para más inri, debíamos bajar en el aeropuerto de Miri, pasar por inmigración y volver a subir al mismo avión. Y así lo hicimos, bajamos, nos sellaron y subimos…

Nuevo control de inmigración para salir del aeropuerto, un sello más en el pasaporte y bus público hasta el hotel. El bus hasta el centro cuesta 5 RM y tarda entre 15-30 minutos según destino y tráfico (tiene tres paradas). Son las seis de la tarde cuando llegamos, ¡parece que hemos hecho un vuelo internacional!

En Kota Kinabalu habíamos reservado un hotel céntrico. El día y medio que le dedicaríamos era una escala urbana, un paréntesis previo para afrontar el resto de parques nacionales que teníamos previsto: la reserva de orangutanes de Sepilok, el crucero fluvial por el Kinabatangang y el Danum Valley, a priori el más duro de los que habíamos planeado. Por este motivo buscamos algo de más presupuesto y 30 € por noche en habitación doble  en el Hotel Kooler era más que asumible.

Salimos a conocer la noche de Kota y con todas las indicaciones del dueño del Kooler, con recomendaciones culinarias para todos los gustos y bolsillos, optamos por la opción guiri: el Waterfront, era momento de una cerveza. Mañana probaríamos sabores locales y los famosos mariscos de la ciudad. En Kuta Bistro, tomamos la primera, una pinta de Tiger en la hora feliz por 4 €, sin impuestos. Se notan los precios más altos por aquí.

Y para cenar, ¡que demonios! El Hard Rock de Kota Kinabalu. Había que visitarlo…

TIPs VIAJEFILOS para el PN de Gunung Mulu

-Nuestra estancia de tres noches puede parecer excesiva y podría quitarse un día de visita si tú tiempo es más limitado. Tu avión seguramente llegará por la mañana lo cual quiere decir que puedes aprovechar esa tarde para una visita. Día siguiente completo para las rutas que decidas y el tercer día por la mañana todavía tendrás tiempo de alguna actividad como el canopy (100 % recomendable).

-Aconsejamos visitar las cuatro cuevas principales, englobadas en dos excursiones de sencilla realización y muy bien organizadas. En una ruta por la tarde se visita Lang y Deer caves con posibilidad de disfrutar del éxodo de los murciélagos antes de volver. Por la mañana una excursión a Clearwater y Wind caves es razonable pudiendo dejar a la vuelta alguna ruta por libre como las cascadas Paku.

-Si quieres ahorrar en alojamiento, sin duda las camas de la longhouse del parque son más que razonables con mucho más espacio que el habitual en hostels y limpios. Los bungalows, para presupuestos mayores, tienen una pinta de impresión.

-La ruta de los Pináculos nos pareció muy exigente y así nos lo contaron los viajeros que conocimos que volvían del recorrido. Un gran desnivel puede convertir esta excursión en todo un reto que algunos no superaron.

-Nos quedamos, eso sí, con las ganas de hacer la ruta hasta la selva encantada, que lleva a una oquedad llena de vegetación tras cruzar parte de la cueva del Ciervo. Es recomendable informarse de los días de salida, pues no sale todos los días, y tratar de acoplar las estancias a esa caminata.

Comer en el Mulu Café del parque, es muy recomendable. Excelentes platos, ricos en variedad y a muy buen precio. Por tres euros puedes comer todos los días. La wifi por un euro todo el día, resulta económica pero tal vez demasiado lenta.

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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7 comentarios en “Parque nacional de Gunung Mulu, Borneo”

    1. Hola! Lo tienes escrito en el post pero si no recuerdo mal el transporte hasta Sukau lo incluía el paquete que contratamos allí para la navegación y estancia en el río. Nos recogían en Sepilok y tras unos 100 km llegábamos para los tres días que pasamos allí. Igualmente debe hacer transporte para llegar. Esa parte del país os va a gustar mucho!

  1. Gracias! A ver si conseguimos montar bien el viaje a borneo o tenemos que cambiar de destino, porque vamos súper tarde y todos los packs y actividades que miro son carisimos!
    En el parque hicisteis pack de alojamiento +guía o solo comprasteis entradas y hicisteis trekking por vuestra cuenta? Porque me han dicho que no se puede ir por libre, que necesitas guía si o si…y por otro lado, tema islas…es muy agobiante hacer borneo selva e islas en el mismo viaje de 15 días? Deberíamos centrarnos sólo en parques naturales y no hacer nada de isla? Que lío! Estoy un poco agobiada porque leo de todo y soy consciente de que nos vamos en un mes!
    Muchas gracias chicos! Un blog muy útil!

    1. No necesitas guía salvo en la visita de las cuevas y eso puedes hacerlo allí mismo. El resto de rutas son fáciles y bien señalizadas y las haces por tu cuenta. Borneo tiene gran cantidad de espacios protegidos, tal vez los de este lado, Sarawak sean más fáciles de acceder. Como siempre cuantos más días mejor. Los más recomendables: Bako y Gunung Mulu junto Danum Valley, aunque este es complicado y caro. No pisamos islas pero no fue realmente objetivo en ningún momento. Ponte ya con ello y seguro que lo disfrutáis!

    1. Hicimos la reserva en la web oficial del mismo parque mulupark.com Tuvimos que hacer una trasferencia con parte de la reserva pero no hubo problema ninguno. Lo mejor es alojarse en el interior del parque a través de ellos. Uno de los mejores parques nacionales de Borneo, 100% recomendable. Ya nos contaréis!

  2. Aunque a priori no soy muy de visitar cuevas, tengo que decir que me encantaron las que visitamos en el Parque Nacional de Gunung Mulu. De hecho, si volviera, me atrevería con alguna de las otras propuestas que se ofertaban y que parecían “más arriesgadas” que la simple visita a pie de las mismas. El entorno es una pasada y tanto el hostel como el café del parque son excelentes, y además invitan a conocer y relacionarte con otros viajeros. Muy muy recomendable.
    Vaya fotos!!!!

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