Phnom Penh y región Norte de Ratanakiri

Postal-Camboya-IHacía ya muchos meses de la compra de los billetes, tiempo que había dado para muchos mails, mucho whatsapp, mucho compartir en nuestro grupo de viajefilos y, lo mejor de todo, muchas oportunidades para reunirnos e ir decidiendo, nuestro recorrido, las malditas vacunas, los horarios, las visitas, el cambio, el transporte. Pero por fin, eran las 9 de la mañana de ese 12 de Febrero, salíamos camino de Madrid a por nuestro tan ansiado destino, Camboya…

El vuelo, muchos meses atrás contratado como digo, era esta vez con Turskish Airlines, que ofertó un buen precio en torno a los 550 € por volar hasta Kuala Lumpur con escala en Estambul. Una vez allí, unas horas para visitar la ciudad y descansar, para al día siguiente volar con Malaysia airways hasta Phnom Penh, la capital camboyana (en torno a 100 € la ida y la vuelta)

¡Esta vez el grupo era de 17! Los mejores compañeros de viaje, afanados en que todo saliera redondo. Y de nuevo contamos con India a la Carta, la empresa barcelonesa que hace ya dos años organizó nuestro “India Sur”. La amable Anna soportó las incansables embestidas del inagotable Jaume, que nada deja al azar, empeñado como nadie en que aquel tour fuera inigualable. El precio, incluidos los hoteles durante todo el recorrido diseñado a medida, un bus privado para el grupo y algunas de las comidas, además del pertinente seguro de viaje, 730 €.

Salimos pues a las 9 de la mañana, contratando esta vez el transporte hasta Barajas con Autocares Martínez, una empresa totanera que ofreció el mejor precio, 1000 euros para el grupo por el transfer de ida y vuelta. La comodidad de la recogida en el punto elegido y llegada directamente a la terminal de salida, junto con el precio en que dejaba los dos trayectos, unos 65 € por persona, hizo que volviéramos a elegir este medio para nuestro primer desplazamiento.

Recorrido de dos semanas por Camboya

Y salió perfecto, con todo el tiempo del mundo llegamos hasta la T1 desde donde nos embarcábamos en nuestro primer vuelo hasta Estambul. Cerca de cuatro horas, una escala razonable, y con la noche rumbo a Kuala Lumpur. Recomendable la compañía turca, confortable y además con mucha suerte, al volar con un avión no demasiado lleno que nos permitió copar gran parte de los últimos asientos y dormir unas ocho de las diez horas de vuelo.

Día 1. Kuala Lumpur. 13 de Febrero de 2014

Sobre las 17:30 horas aterrizábamos en la capital malaya. Salir del inmenso aeropuerto internacional (KLIA) nos llevó cerca de una hora contando con los trámites de inmigración, totalmente gratuitos y sin requisitos especiales para la entrada, la recogida de equipajes y el cambio de moneda en el propio aeropuerto. Advertidos como íbamos del peor cambio del aeropuerto, decidimos a pesar de ello, cambiar algunos euros, eran prácticamente horas lo que íbamos a estar y no nos pareció mala idea para así ahorrar tiempo. El cambio ofertado 1 euro, 4,16 rings malayos.

La escala de 24 horas en Kuala Lumpur

A la salida del aeropuerto nos esperaba nuestro transfer. Camy, nuestra amiga malaya se había encargado de contactar con ellos, lo cual hizo el transporte muy cómodo y barato (2 vans para las 16 personas por 360 rings por trayecto, lo cual supuso unos 6€ la ida y vuelta desde el aeropuerto por persona frente a los 25€ que suponía un taxi de cuatro). Una hora para llegar a la ciudad y ya estábamos en el corazón de Kuala, un alojamiento previamente reservado con una inmejorable ubicación en Bukit Bintang, el KL Shortstay. El coste con el 15% de tasas, unos 12€ por persona. Se trata de una especie de apartamentos en un condominio privado que oferta buenas medidas de seguridad y como decimos, buena localización.

Tras una ducha nos lanzamos a aprovechar las horas para conocer algo de la ciudad, algo conocíamos algunos pero siempre es un placer volver a Kuala Lumpur. Muy amablemente Camy se ofreció como improvisada tour operadora y nos llevó en un corto paseo de unos 20 minutos hasta Chinatown, el animado mercado nocturno de Kuala. Allí mismo, en Petaling street, cenamos en una terraza desde donde disfrutamos del ir y venir de turistas y malayos (en torno a 6€ con unas cuantas Tiger beers…)

A pesar del cansancio decidimos tomar una copa en el piso 33 del Hotel Pacific Regency, en el Luna Bar, que ofrece buenas vistas de las atractivas Torres Petronas y, probablemente, sea uno de los locales más de moda de Kuala. En nuestra opinión y en función de nuestra anterior visita de la ciudad, las vistas desde el Traders Hotel son mejores, pero bien mereció la pena llegar hasta aquí. Una copa más tarde y con el último de los integrantes del grupo localizado, nuestro As, un paseo hasta las propias torres y un taxi hasta el hotel. Hay que tener en cuenta que la iluminación de las Torres gemelas es hasta las 24 horas, momento en que dejan de resplandecer con su vistosa luminosidad.

Día 2. Kuala Lumpur – Phnom Penh. 14 de Febrero de 2014

Nuestro vuelo sale para Camboya a las 14:40, así que salimos con nuestro transfer a las 11 horas, como nos aconsejan los conductores. La compañía Malaysia Airlines nos facilita el check in al ser un grupo tan numeroso y en poco tiempo, menos de dos horas de vuelo, ya estamos en nuestro destino, Camboya.

Un paréntesis en este punto. Desde hace algún tiempo, el gobierno camboyano ofrece la opción de solicitar el visado on line a través de su página oficial. Unos 50 dólares y un formulario enorme que puedes rellenar desde España. Te envían por correo electrónico el visado y tan solo tendrás que imprimirlo. Pero… sale bastante más caro y además cometen errores, en nuestro caso de los dos solicitados, en uno. Sin embargo, si lo solicitas en el propio aeropuerto a la llegada, los trámites no llevan más de diez minutos y son sólo 20 dólares (eso sí, no olvides una foto y el dinero en efectivo).

Primer contacto con la capital Phnom Penh

Así que tras estos trámites, salíamos sin mayores incidentes del aeropuerto donde nos esperaba Daniel, el encargado en Camboya de nuestro viaje contratado con India a la Carta. Durante los 30 minutos de trayecto en bus hasta el hotel, nos informó de lo contratado, algunas pinceladas de la historia del país y nos aconsejó sobre los consabidos problemas de seguridad de cualquier país. Alojamiento en el céntrico Hotel Ohana, pegado a “los cuatro brazos” donde se unen el Tonle Sap y el Mekong y, desde luego, el centro neurálgico de esta capital de dos millones de seres.

De camino también nos informa Daniel de cómo funciona el cambio en el país. El dólar es moneda de curso legal y no es necesario cambiar a rieles locales. Un dólar equivale a 4000 rieles camboyanos, así que para pagar o para el cambio utilizan indistintamente ambas monedas, habitualmente rieles para fracciones pequeñas y dólares para mayores. Es aconsejable, eso si, llevar billetes de dólar pequeños pues serán muchos los sitios donde sea difícil encontrar cambio para cantidades mayores. Cualquier banco podrá fraccionar los billetes si lo solicitamos y los cajeros de la ciudad y del resto del país operan con dólares.

Solo hacer el check in, dejar nuestras mochilas y salir a callejear por la caótica capital, como casi todas las de sudeste, plagada de motos, puestos callejeros y en general, gente en la calle.

Junto al Hotel el tradicional mercado, Psar Kandal, donde tomar un primer contacto y muy buenas fotos. Más adelante siguiendo el río, el Palacio Real y parada para cenar. Elegimos al azar un restaurante-hotel, Khemer, donde por unos 10 dólares comimos y bebimos en abundancia, si bien nos pareció demasiado el precio pagado, recordando, eso si, que estamos en la capital y en pleno paseo ribereño.

Para la copa, al final del agotador día nos decantamos por una bonita terraza, el Frangipania, en la quinta planta, donde disfrutamos de un agradable cocktail por 5 dólares antes de volver para dormir.

Día 3. Phnom Penh – Kratie. 15 de Febrero de 2014

Lo mejor de Phnom Penh

Mapa-Turistico-Phnom-Penh

El desayuno entre las 6 y las 10 de la mañana, así que decidimos aprovechar al máximo y madrugar para visitar la capital. Sobre las 8 de la mañana ya estamos de camino hacia el Palacio Real. La entrada 6,5 dólares y recordar que para las mujeres no es posible entrar con tirantes a pesar de cubrirlos con un pañuelo (allí mismo pueden comprar una camiseta por 3 dólares) y para todos, las rodillas han de ir cubiertas.

El palacio tiene dos atractivos principales dentro del enorme recinto, el Salón del Trono y la Págoda de Plata, cuyas losas pesan cada una hasta un kilogramo del precioso metal. Los alrededores, además de los bellos edificios, ofrecen un agradable paseo por sus jardines.

Desde aquí nos desplazamos hasta el Mercado Central, de bonita planta circular y animados puestos. De todo y a todos los precios se puede encontrar allí, si bien preferimos dejar las comprar para el último día en el Mercado Ruso, donde nos dicen se consiguen mejores precios.

El mercado central de Phnom Penh
El mercado central de Phnom Penh

Son las 12 y tras dejar el hotel, salimos hacia el Norte, hacia la Región de Ratanakiri. Nuestra primera parada a unos 40 Km de Phnom Penh, en una pequeño poblado donde prácticamente toda la población se dedica a la elaboración de objetos en plata, Kampong Luong villlage. No compramos demasiado pero si nos sirve para un buen picnic improvisado.  De nuevo en ruta hasta Kratie o Kroche donde haremos noche. Un trayecto de unas seis horas en bus que se hace razonable dado el buen estado de la carretera según tramos.

Antes de Kratie, nueva parada en Skun, lugar de paso donde los locales se afanan en vender su producto estrella, las arañas cocinadas. Nos parece una turistada pero la verdad es que alguno se anima a probar las crujientes patitas de estas tarántulas que cocinan en la zona.

Por fin, sobre las 19 horas, llegamos a Kratie, es Sábado y la ciudad está repleta de gente en la calle. Nuestro alojamiento, el Lycheu Hotel de aceptable calidad aunque tal vez algo alejado del centro. Aproximadamente en unos dos kilómetros tenemos los locales donde se reúnen la mayoría de restaurantes. Optamos por cenar en Oudom Sambath y empezamos a saber lo que son los precios del país, una buena cena con mucha cerveza por 3,5€ por persona. Sólo recordar no olvidarse de las gafas, Maribel…

A pesar del cansancio damos un pequeño paseo por el pueblo y tomamos una última frente al mercado, en un pequeño hostel con muy buena pinta, que cobra 5 dólares por la habitación doble, U-Hong Guest House, donde además comprobamos tienen mucha información para múltiples excursiones alrededor y hasta el vecino Laos. Con todo esto a nuestras espaldas, retirada, mañana seguimos hasta Ratanakiri.

Día 4. Kratie – Ban lung. 16 de Febrero de 2014

Por la mañana temprano y tras desayunar en el hotel, salimos camino de la Región de Ratanakiri, “la montaña de las joyas”, aunque maltrecha en la actualidad por culpa de la tala de bosques autóctonos y las plantaciones indiscriminadas de caucho.

La región de Ratanakiri en Camboya

Nuestra primera parada en Kampi a unos 40 minutos, donde se pueden avistar los famosos delfines del Mekong, los Irrawadi, por existir una pequeña colonia de unos 20 miembros en este recodo del río. Protegido desde 1990, se ha creado un pequeño negocio local que permite por 7 dólares por persona, el acceso en bote a la zona para tratar de avistarlos.

De nuevo en ruta, unas 6 horas hasta Banlung, “la ciudad roja”. Nuestro hotel, Les Terres Rouges, es un precioso complejo junto al lago. Fabulosas habitaciones y una piscina que estrenamos al poco de hacer el check-in y combinamos con unas cervezas después del duro viaje por carretera.

Una ducha más tarde salimos a dar una vuelta por la pequeña población. De nuevo una animada feria local donde disfrutamos del ambiente y aprovechamos para algunas compras. De vuelta al hotel, concertamos la cena (incluida en el precio durante las tres noches que nos alojaremos) sobre las 20:30h. Hoy es el cumpleaños de Carlos y lo celebramos como se merece, con tarta incluida y una sobremesa de lo más animada en la terraza de nuestras habitaciones…

Día 5. Ban Lung. 17 de Febrero de 2014

Mapa de la región de Ratanakiri

Salimos tras el desayuno en cuatro por cuatro en dirección al norte. La carretera nos dicen es intransitable en época de lluvias, ahora es una amalgama de polvo rojizo que impregna todo el camino. Nuestra primera parada en Kalai village un poblado de 400 personas de khmer loeu a tan sólo 8 Km de la frontera con Laos. Viven de la caza y de cuanto les ofrece la vegetación de la zona. Visitamos sus casas y su modo de vida, tan distinto del nuestro. Nos llama poderosamente la atención la tradición que exige vivir en solitario en una pequeña cabaña de bambú a las jóvenes hasta que contraen matrimonio. En este momento, sobre los 12-14 años, queman su pequeña choza y pasan a vivir con su marido en familias de en torno a 10-12 miembros.

Disfrutamos mucho con el recorrido por el poblado y son cientos de preguntas las que nos planteamos ante tan distinto modo de ver la vida.

Región de Ratanakiri, Ban Lung Kalai

La navegación en el Tonle Sap

Desde aquí y unos 20 minutos más tarde hacia el embarcadero en Vouene Sai donde emprendemos la navegación por el Tonle Sap en pequeñas barcas de cuatro. La vida alrededor del río se muestra ante nuestros ojos. Un breve recorrido y cruzamos el ancho río hasta un pequeño asentamiento de población china de unos 450 años. Disfrutamos de nuevo de su gente y con la fotografía ante la amabilidad de sus moradores que se muestran curiosos por nuestra llegada.

Navegación por el lago Tonle de Camboya

De nuevo navegando por el río hasta una pequeña isla en el cauce donde hacemos parada para degustar el sabroso picnic que nos han preparado en el hotel (también incluido en el precio). Desde aquí hasta Kachon, un nuevo poblado que visitamos y en el que disfrutamos con los críos que salen a nuestro paso. Visitamos el curioso cementerio, Tompuom, donde entierran a sus muertos. La tradición manda que durante el enterramiento realicen una gran fiesta de pocos días, tras lo cual ya no vuelven a visitar a sus difuntos. Curiosas tumbas decoradas con tótems de los moradores a los que atavían con rasgos y prendas características del que fue en vida.

Ya de vuelta una breve parada en el cráter de un volcán, donde se formó hace ya más de 700.000 años una laguna de agua dulce, Boeng Yeak Lom. 800 metros de diámetro y 50 de profundidad en un entorno selvático que bien merece la visita y a tan sólo 4 km de Ban Lung para nuestro regreso. Un baño y poco más, hasta volver al hotel.

El baño en el Tonle Sap

Toda la excursión del día, los coches y las barcas que nos han servido para desplazarnos estaban incluidas en el precio contratado. A las 20:30 cenamos…

Día 6. Ban Lung. 18 de Febrero de 2014

La visita del mercado de Ban Lung

Por la mañana nuestra primera parada será en el Mercado de Ban Lung, donde de nuevo nos sorprende todo cuanto vemos, la forma de presentar la carne o el pescado para la venta, las curiosas frutas de múltiples colores y la gente manteniendo su rutina diaria. Aprovechamos para irrumpir en esa rutina, cortar una calzada principal y practicar el freakismo que es lo que nos va…

Visita de Ban Lung

Desde aquí hasta un nuevo poblado de la etnia Krueng, Tong Nong Lake village, donde conviven de  modo comunal en torno a 20 familias de esta minoría nómada.

Estas pequeñas poblaciones se establecen alrededor de un banano que plantan para mantener a sus espíritus y en torno a él construyen sus particulares viviendas. Tradicionalmente tras unos diez años de asentamiento, en que cumplen un ciclo de cultivo ecológicamente sostenible, cortan el banano y migran hacia otro lugar. Nos fascinan sus moradores, en especial los niños, que se arremolinan vergonzosamente a nuestra llegada, mientras otros siguen con su actividad diaria ajenos a nuestra presencia. Frente de las viviendas, tributan a sus dioses mediante  sacrificio de búfalos y otros animales en mayor o menor cuantía en función del poder económico de la familia.

Tong Nong Lake village

Unos Kilómetros más adelante paramos en una antigua lengua de lava que formó en su día la llamada cueva del tigre, tradicional lugar de morada de espíritus venerados en la población del lugar. En realidad nos decepciona la parada…

De nuevo en ruta por las polvorosas carreteras, llegamos hasta el poblado de Krakeak village, igualmente de la etnia Krueng. De nuevo fascinados con sus gentes y su particular modo de vida tan distinto del conocido por nosotros. Poco antes de abandonar el pequeño poblado, un joven se acerca a nosotros solicitándonos que rocemos en nuestra cara un pequeño trozo de papel que trae, la finalidad lograr la curación de su pequeño enfermo, por supuesto accedemos.

A partir de aquí visitamos dos cascadas muy cercanas a Ban Lung, hacia las que acceden varios turistas con motocicleta dada la proximidad de las mismas. La primera las Cachang donde disfrutamos de un vistoso puente colgante que sirve para el acceso. Tras ellas las cataratas Katieng donde paramos para un buen picnic y después un refrescante baño bajo las mismas.

cataratas Katieng

Son las 3 de la tarde y volvemos a nuestro hotel para un rato de descanso. Un breve paseo nos lleva en dirección opuesta a la ciudad, a la animada ribera del lago, por la zona del Coconut Shake Restaurant, donde nos instalamos en una de las esteras locales a disfrutar de unas cervezas. Totalmente recomendable, inspira finalmente una buena entrada para cervezefilos con unas “cold” Angkor beer. De aquí de nuevo al hotel y cena con pequeña fiesta de despedida de la bonita región de Ratanakiri.

Día 7. Ban Lung – Kampong Cham. 19 de Febrero de 2014

Un nuevo madrugón para emprender el camino hacia el Sur. Son ocho infinitas horas por la misma carretera a tramos razonable y en otros irresistible, pero todo lo que vemos en torno a la misma sigue maravillándonos. La vida fluye en torno al camino y corremos paralelos al caudaloso río. Una parada para nuestro ya tradicional picnic, se puede conseguir un pan razonablemente bueno y son muchas las viandas que todavía atesoramos y nos sirven para nuestros improvisadas comidas.

La visita de Kampong Cham

Sobre las 4 de la tarde llegamos a la capital de la provincia, Kampong Cham, ciudad que creció junto al Mekong y cruce de caminos entre Phnom Penh y Siem Reap. Previo a llegar a nuestro hotel, parada en el vistoso Templo Nokor. La entrada 2 dólares, nos muestra un templo mixto budista theravada moderna dentro de los muros de un santuario mahayana de arenisca del siglo XI. Por desgracia en un estado ruinoso pero que le confiere un ambiente decadente muy interesante.

Otra visita cercana a la que no tenemos tiempo en la ciudad por caer la tarde, es el famoso antiguo faro francés, del otro lado del Mekong al que se accede por el moderno puente japonés. Así pues, atardece y tras nuestro check-in en el Hotel reservado, el Monorom Vip, salimos para un breve paseo en las calles aledañas, el mercado y los comercios de la zona.

Junto al paseo que circunda el Mekong, la mayoría de restaurantes y cafeterías. Elegimos al azar un local para una cerveza tremendamente fría, el Chaplin. Importante recordar las happy hours que ofrecen todos estos locales. Optamos para la cena, por el Mekong Crossing, que sirve comida occidental y camboyana a buen precio, para nuestro grupo unos 6 dólares por persona, con abundante comida y cerveza fría.

Muy cansados después del día de carretera, vuelta al hotel.

Día 8. Kampong Cham – Siem Reap. 20 de Febrero de 2014

Desayuno a las 6:30 junto al hotel. El Smile, muy visitado por turistas ofrece buen café expreso y wifi potente, una combinación irrenunciable para los occidentales que visitan la zona. Su ubicación junto al Mekong es el toque final para un agradable descanso. Poco después en  ruta hacia Siem Reap. Primera parada Kampong Thom, aproximadamente tras unas tres horas de carretera. En los alrededores del mercado junto a la carretera, parada técnica donde nos aprovisionamos de cerveza…

A 39 Kilómetros de la ciudad los templos de Sambor Prei Kuk, pre-angokrianos conocidos como “la ciudad de Shiva en el Bosque de las Torres”. Entre 50 y 100 templos repartidos en la selva según historiadores y un buen aperitivo antes de llegar hasta Siem Reap.

El conjunto repartido en la selva está formado por 3 grupos de templos. La entrada cuesta 3 dólares. El grupo Sur o Prasat Yeay Poan es el más antiguo, en torno al siglo VII. Todas las torres del complejo están construidas en ladrillo, destacando en todos los templos una torre central elevada rodeada de torres más pequeñas. En su interior un dios o diosa y manteniendo la simetría respecto al eje este-oeste. Destacan en muchos de ellos las tradicionales figuras que representan ambos sexos, el linga para el hombre y el yoni para la mujer.

Aunque gran parte de los restos fueron  saqueados o cambiados por reconstrucciones, todavía se pueden apreciar tallas originales en los marcos de las puertas. De especial belleza tuvo que ser el Templo de los Leones a pesar de que las seis figuras que guardan las 3 puertas de entrada, no se encuentran ahora en el lugar. Finalmente y engullido por un gran ficus, un último templo resulta tremendamente fotogénico. En el mismo complejo paramos para la comida en uno de los restaurantes y partimos hacia Siem Reap, donde llegaremos tras dos horas y media de carretera. Son las cuatro de la tarde.

Nuestro Hotelazo el Riviera, muy cerca del animado Old Market y de Pub Street, dos de los atrayentes lugares de obligada visita en la ciudad para el turista. Nada más unos minutos para el check-in y lanzados a la calle. Una locura de mercado con multitud de souvenirs en Old Market y después unas merecidísimas cervezas en Temple Club, pena que no llegamos a la happy hour. La caña fresquita a 1,25 dólares y las jarras por 4 dólares. Ambientazo con multitud de locales, comida local e internacional aunque a precios también algo más internacionales.

Aprovechamos para contratar nuestro trasporte de mañana hasta los templos. Un conductor cualquiera con el que tras el consabido regateo negociamos cinco tuc tucs por 15 dólares cada uno para todo el grupo. Emprenderemos el circuito corto de los templos a las siete de la mañana e incluye todo el día de transporte (unos 4 dólares y medio cada uno)

Para la cena optamos por Khmer BBQ, un buen restaurante donde comemos como reyes. Tu cocinas la carne sobre el hornillo que colocan en el centro de la mesa y a la vez te cueces tu propio plato de noodles con vegetales. Abundancia en comida y bebida por unos 10 dólares cada uno incluyendo el café. Todavía parte del grupo se anima a aprovechar la noche y después del agotador día, vuelta al hotel. Para mañana los Templos de Angkor, continuará…

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De los días que pasamos en Ratanakiri

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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4 comentarios en “Phnom Penh y región Norte de Ratanakiri”

  1. Pedro Jesus Raygal

    Gracias Bau por la horas de trabajo, nos permites recordar y dar nombre a mucho de los estupendos ratos pasados…. Un abrazo y no dejes de ver pasar las horas con una sonrisa.

  2. Pedazo de delfinaco que bailó la danza del cetáceo delante de mi! El mejor momento del viaje. Gracias Don Jaime de Feel Guatemala por sus negociaciones para conseguirlo! Jajajaja

  3. Espero que os guste a todos los que lo disfrutasteis tanto como yo, esta primera parte fue la más especial para mi, tenía mil ganas de conocer ese rincón virgen de Camboya y no me decepcionó. Precisamente hoy cruzábamos la misma maltrecha carretera camino de Laos y pensaba en esos buenos días que pasamos en Ratanakiri. Un placer compartirlo con todos y cada uno de vosotros. Para la próxima semana más… ¡Recordad que hay foto trampa…!

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