Tras visitar los parques nacionales de Sarawak, la segunda parte de nuestro viaje por Malasia nos llevaba a Sabah, la segunda de las regiones en las que se encuentra dividido el Borneo malayo. Una breve escala en Kota Kinabalu, nos ayudó a conocer una vibrante ciudad, alejada de los estándares más tradicionales de la vecina Sarawak. Kota Kinabalu es, sin duda, la ciudad más moderna de Borneo y de ello se vanagloriaban sus habitantes. Muy cerca, la visita de la reserva de orangutanes de Sepilok, el conocido como santuario de orangutanes de Borneo, otra de las áreas que queríamos visitar para disfrutar de estos simpáticos seres pelirrojos…
Ya nos íbamos aclimatando al cambiante clima de Malasia y todos los artículos y recorrido por Malasia, con mucha información y recomendaciones, quedan escritos en nuestros diarios de viaje por Malasia:
- La escala de Kuala Lumpur
- Kuching, la ciudad de los gatos
- Parque nacional de Bako, Sarawak
- Reserva de orangutanes de Semengok y Gunung Gading
- Parque nacional de Gunung Mulu
- Kota Kinabalu y la reserva de orangutanes de Sepilok
- Navegación en el Kinabatangan
- Parque nacional de Danum Valley
- Merecido descanso en Penang y vuelta…
Jueves, 14 de Septiembre de 2017. Kota Kinabalu
Kota Kinabalu es una ciudad atractiva pero sin mucho interés turístico en realidad. Todo el casco antiguo fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y poco queda que visitar en lo que se refiere a edificios históricos. A parte de este hecho, la verdad es que es un centro logístico perfecto donde montar la ruta por Sabah, la región, esta si, cargada de atractivos. Lo que no se le puede negar es un enorme atractivo culinario y era justo lo que pretendíamos conocer.
Primero aprovechamos una de las numerosas lavanderías de la zona donde nos alojábamos para una buena colada. Los días en la selva solo habían dejado olor a humedad en nuestra ropa. Por 4 euros metimos 5 kg de ropa que nos entregarían limpia y seca esa misma tarde.
Bajamos hasta el Water Front, a unos cinco minutos del hotel.
Desde aquí recorrimos primero un mercado de comida, básicamente pescado deshidratado, justo antes de visitar el conocido mercados de artesanía o Mercado Filipino. Todo tipo de souvenirs, en general con aspecto “chinorri” y mayores precios que los que recordamos en Kuching. El mercado también es famoso por la venta de perlas, aunque no terminó por sorprendernos ninguna de todas estas cosas. Lo mejor, las vitas de los pesqueros amarrados al puerto… Recorremos más allá el mercado tradicional de comida y poco más.
Después de esto, algo decepcionante, perdemos el rato entre algún centro comercial. Huyendo del calor y metiéndonos de lleno en el polo norte… Lo del cambio climático no terminan de entenderlo por estos lares y, si vas a algún centro comercial, no olvides el plumas. Llega la hora de comer y nos acercamos al Welcome Seafood Restaurant, en el Star City Mall, recomendación del dueño del hotel. Se pide frente a una vitrina con langostas, gambas, cangrejos, moluscos… y te sientas a esperar que te sirvan lo pedido. Tienen cerveza y buenos precios respecto a los locales “más guiris” del Water Front, aunque no esperes la ganga. El plato estrella por lo que vimos en todas las mesas, el cangrejo.
Nosotros lo comimos en una especie de rebozado (espectacular “by Carmen”). También unas gambas (lo más caro con diferencia), y que nunca será el marisco español… y unos buenos noodels con dos Asahi grandes. Todo por 188 RM (37.5 €). Nos pareció caro al final y no nos volvió locos.
Un café en nuestro local favorito para esto, Starbucks, comprar más repelente, dar un breve paseo y echar una buena siesta, casi hasta la cena… De nuevo ¡disfrutando del viaje!
Salimos más tarde a tomar algo, recogimos y nos preparamos para un nuevo vuelo por la mañana. De nuevo por recomendación del dueño de Hooper, Little Italy, pasta fresca y buenas pizzas, ya tendríamos días por delante de comida local (30 € cena para dos).
Con esto cerrábamos nuestras horas en la capital de Sabah. Sin duda Kota Kinabalu no sería la ciudad de nuestras vidas…
Viernes, 15 de Septiembre de 2017. Kota Kinabalu-Reserva de Sepilok
Volábamos por la mañana a Sandakan a las 8:45. De nuevo Malaysia Airlines y de nuevo con retraso respecto a lo previsto. Queríamos haber llegado antes para poder disfrutar de los orangutanes de Sepilok a primera hora pero nos conformaríamos con visitar la reserva al mediodía. Este vuelo costó solo 26 euros y Sandakan era el lugar al que volar para llegar a Sepilok donde pernoctaríamos. Tras el check out del Hooker, no tuvimos problemas para tomar un taxi en la parada sita bajo el hotel. Le ofrecimos 30 RM (6€) y aceptó si negociar, 20 minutos de trayecto.
Sepilok viene en las guías como el lugar más famoso del mundo para ver orangutanes y eso nos preocupaba… La experiencia en Semengok no fue de lo más gratificante y nos temíamos algo parecido. De todos modos era una visita “necesaria”. A la posibilidad de avistar los orangutanes, desde el 2014 se sumaba la reserva de osos malayos, los más pequeños de su especie(1.20-1.50 m) y duramente tratados por los supuestos beneficios de su bilis entre otros productos como la carne, en la medicina tradicional china. Y es que en algunos lugares, todavía hoy se mantenían con vida en pequeñas jaulas, conectados a una sonda gástrica con la que obtener este fluido…
Los 25 km que separan Sepilok de Sandakan los recorrimos en taxi. En “la otra guía” recordaban que saliendo del aeropuerto se obtenían mejores precios en el transporte pero no vimos coches esperando a la salida. Finalmente pagamos los 40 RM (8 €) que costaba el taxi oficial hasta nuestro alojamiento. Desde luego mucho más fácil, previo pago en un mostrador a la salida. Habíamos reservado el Sepilok Jungle Resort, cerca de la propia reserva. Nos costaba 35 € por la noche que pasábamos, impuestos incluidos y dado que no llegábamos a tiempo para ver los simios en la primera hora, el estar tan cerca nos daba margen al mediodía para hacerlo.
Poco después de las diez de la mañana y llegábamos en el Sepilok Jungle. Sin lugar a dudas el entorno e instalaciones merecen la pena la reserva del sitio. También es verdad que una inversión lo podría sacar de los años sesenta donde se quedó. Hasta las doce no podíamos entrar en la habitación así que después de un café en el restaurante del hotel, el Banana Café, andamos los cinco minutos que nos separaban del Centro de Conservación del oso malayo.
Centro de conservación del oso malayo de Sepilok
La entrada está justo al lado de la reserva de orangutanes. Entrar cuesta 31.8 RM (6 €). Se abre entre las 9 y las 15:30. En la entrada, cada hora de puede acceder a una proyección sobre la especie y el proyecto. A pocos metros del lugar de venta de tickets, una primera plataforma desde donde se pueden ver los primeros ejemplares. Pequeños y con potentes garras son uno de los osos con más habilidades para trepar. En el centro se trata de recuperar esta y otras funciones para su puesta en libertad. El resto del recorrido se realiza sobre una pasarela elevada sobre el área protegida. Vemos alguno más sobre un árbol, quietos la mayoría del tiempo, muy perezosos a estas horas de calor. Toda la zona está vallada lo cual le da el aspecto de un zoológico en tramos pero es cierto que es amplia y ordenada. De todos modos, es la única manera de ver a estos simpáticos animales y sin duda de poder protegerlos.
Salimos con tiempo para comer antes de la entrada a la reserva de orangutanes. El horario en que son alimentados en las plataformas es de nueve a doce por la mañana y de dos a cuatro por la tarde. Así que comemos en la cafetería del propio parque (noodels y tortilla con sus bebidas por 24 RM).
Hacemos tiempo para poder entrar en el centro de interpretación, bastante mejorable por cierto, con fotografías descoloridas e información sobre el parque y sus moradores. El precio de la entrada a la reserva es de 30 RM más 10 RM por la cámara (8 €). La visita comienza con una proyección, junto con una charla en la que tratan de convencerte de las ventajas de adoptar un orangután. Previamente a entrar al parque, nos aconsejan y casi obligan a dejar mochilas, bolsos y demás en las taquillas de la entrada (gratuitas). Es famosa la afición de los orangutanes del parque a llevarse prestado todo lo que tienen a mano.
Reserva de orangutanes de Sepilok
Tan solo unos 30 turistas, creemos que muchos menos que los que vienen por la mañana, nos lanzamos tras la media hora de película, a la reserva. Primero visitamos la guardería, un área cerrada donde juegan los más jóvenes. Se puede disfrutar de la escena desde unas gradas acristaladas, muy “poco natural”. En cuanto comienzan a mostrar las frutas en las plataformas comienzan a aparecer los orangutanes y a los pocos minutos y a horda de pequeños macacos dispuestos a llevarse su parte del pastel. Vivimos una auténtica pelea de carreras entre macacos y cuidadores, lucha a la que asisten ajenos los orangutanes, sabedores de que habrá más comida para ellos.
Desde aquí salimos hacia la plataforma donde se alimentan los más adultos. Acuden a la llamada una hembra con un pequeño además de otro más solo. Ellos y más de 80 turistas con las cámaras preparadas. Al poco, de nuevo, los macacos acaban con la comida y con la escena. Calculan entre seis y diez años los que tardará un orangután de media en aprender a comer por sí solo. A partir de ahí, algunos, los menos, no vuelven a la hora de la alimentación…
De nuevo la visita nos deja con un sabor agridulce. Desde luego mejor que en Semengok, donde prácticamente vimos la escena desde el asfalto del parking. Pero siguen siendo proyectos de conservación que rozan el límite entre la vida semisalvaje y la exposición en zoológicos. Cuestión de esperar cuál es el resultado final.
Cuatro de la tarde, por fin check in y ¡piscina!. Como el resto del complejo, una pena que no inviertan en mantenimiento, parece que se ha quedado en el día de la inauguración hace 40 años sin posteriores mejoras… El baño lo acompañamos con una Tiger fría (11 RM) que mejoró el momento. Resto de la tarde dedicado al disfrute personal.
Para la cena, la única opción disponible sin prácticamente moverse, el Banana Café en el propio Sepilok Jungle Resort. Carta amplia, buen sabor y atención: ¡5 € con cerveza! Mañana rumbo al Kinabatangan, el río más largo de Sabah.
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4 comentarios en “Kota Kinabalu y la reserva de Sepilok”
HOLA ! estoy organizando mi viaje a Borneo por 15 dias aproximadamente y me esta siendo de gran ayuda toda vuestra informacion!
Muchas gracias !!
Las reservas las haré a través de sus enlaces .
Muchas gracias a ti. No sabes como nos alegra que nos lean y, sobre todo, que nuestra info sea de utilidad. Fue un viaje que preparamos por libre y costó mucho organizar en algunos tramos. Francamente interesante y muy bonito con una fauna muy especial y fácil de disfrutar. Estamos seguros de que te gustará. Y gracias mil por echarnos una mano en tus reservas con nuestros enlaces!
hola, me gustaria preguntarte con que empresa organizan el viaje por el rio Kinabantang,gracias
Lo contratamos con el alojamiento, el Sukau GreenView B&B. Este Martes tratare de colgar el artículo por si os ayuda. Ya sabes que las reservas en nuestros enlaces siempre nos ayudan a nosotros! Mucha suerte con ese viajazo y no dudes en preguntarnos. Estaremos encantados de ayudarte.