Salíamos desde Shkodër después del frenético descenso desde Theth en plenos Alpes albaneses donde habíamos pasado tres fantásticos días. Por delante el camino hacia Tirana y la parada en Krujë, casi una obligación. Los próximos dos días los dedicaríamos a visitar lo mejor de Tirana (nos reconocemos bastante urbanitas) y aprovechar la capital y su buen ambiente según leíamos.
Pero antes tocaba la visita de Krujë. A no más de 40 km al norte de Tirana y una buena parada técnica si vienes desde el norte. Krujë se ha colado por muchos motivos en todas las guías de turismo de Albania. Una antigua ciudad medieval con un castillo fortaleza del siglo V es reclamo suficiente para que así sea. Desde Shkodër a Krujë fueron 83 km y casi dos horas.
Lo mejor de Tirana y lo mejor de Krujë
Lo mejor de Krujë
La importancia histórica de Krujë
Por si algo le faltara, la historia de la ciudad no puede ser más importante para los albaneses. Y es que en Krujë o Kruja según el idioma, nació Gjergj Kastrioti, más conocido como Skanderbeg, héroe nacional que luchó por su país contra los otomanos y en el mencionado castillo comenzó la revuelta contra su ocupación. Hasta 25 años resistió a las fuerzas otomanos tras ondear por primera vez la bandera albanesa allá por 1443. Con su muerte (a causa de la malaria según leímos) la cosa cambio y los otomanos consiguieron ocupar el país, ocupación que duró más de cuatro siglos.
La ciudad está construida entorno al castillo de la época ilírica. Alrededor, la ciudad moderna se nota desparramada en la ladera de la montaña. Al otro lado el castillo y los restos más antiguos.
Aparcamiento cerca del centro histórico de Krujë
Tuvimos suerte y encontramos un parking cercano con el que evitar lo que resultaría una agotadora subida. Pagamos 200 leks. Solo quedaba una pequeña cuesta y de inmediato comienzan las tiendas y restaurantes antes de entrar al castillo.
Qué ver en Krujë en un día
En el interior de las murallas del castillo dos museos: el dedicado a Skanderberg y el museo etnográfico nacional. El primero de ellos se levantó en 1980 y probablemente desentona con los restos del viejo bastión. Más arriba se encuentra la iglesia y torre de Skanderberg en proceso de restauración.
Siguiendo adelante y tras el museo etnográfico la Tekke Dollma, el equivalente a las tradicionales mezquitas pero de una de las ramas sufíes de la religión musulmana. En ellas además de la práctica del culto se enterraban a algunos personajes ilustres considerados santos. La tekke de Krujë erigida en 1789 es una de las más importantes del país y desde su construcción ha sido mantenida por la familia Dollma.
En el interior del castillo cualquier hueco posible, incluso sobre la propia muralla y pegado a las ruinas, es aprovechado para un restaurante. Tratamos de comer en uno de ellos. Es domingo e imposible conseguir una de las mesas con vistas. En uno de los más llenos, el rte. Bardhi, nos levantamos después de un buen rato esperando. En la cuesta de subida, la Taverna E Vjeter. Al menos encontramos mesa y pizzas hechas en horno de leña. Nada que destacar. Pagamos 6.5 € cada uno.
Bajamos hacia el antiguo bazar. Dicen que de los mejores conservados de Albania aunque parece que se ha restaurado hace pocos años. Mucha tienda y poca artesanía. Al final de la calle, las mejores vistas de la fortaleza.
Unas cuatro horas han servido para ver la parte más histórica de Krujë y salimos hacia Tirana.
Si no tienes demasiado tiempo y quieres visitar Kruge, hay excursiones que salen desde la capital todas las mañanas y te llevan a conocer la ciudad donde nació Skanderberg > Excursión de un día a Krugë |
El alojamiento en Tirana
Reservamos hace pocos días dos noches de alojamiento en Tirana, en el Hotel Stela Center, dos noches por 316 € (32 € pp). Doble y suite junior para tres con desayuno. Para llegar desde Kurgë, a pesar de tener solo 30 kilómetros de distancia, calcula una hora. El tráfico resulta intenso para entrar en la ciudad.
El hotel no puede estar más céntrico y entre otras razones lo reservamos por tener parking para el vehículo. Es de esos que llaman ahora boutique hotel, una maravilla y probablemente de reciente apertura. Habitaciones enormes y baño equipado con todas las comodidades. Hacia días que no nos dábamos un lujo así.
Tarde libre para descanso, poner el día diarios, descargar fotos, colada… lo que viene siendo ¡un break en el viaje!. La noche para conocer el ambiente de la capital de Albania.
Alojamiento en Tirana
Hotel Stela Center
Salir de noche en Tirana: Blloku
Y el barrio de moda, el Blloku, a poca distancia de Skanderberg donde por cierto hay un campeonato de lucha y a juzgar por la cantidad de público es importante. Tomamos la primera en Pepper, lo mejorcito de la ciudad. Cerveza por 3.5 €, spritz por 4.5, vino blanco por 4 €. Para cenar, en la paralela, el Charl’s, una especie de pub inglés con la clásica carta facilona y cerveza. Como todos los que vimos, súper animado. Los nachos, alitas, patatas y las bebidas: 6 € cada uno.
Día 8. Un día en la capital de Albania: Descubriendo lo mejor de Tirana
De nuevo leemos que Tirana no tiene interés, que es una escala prescindible. Pero teníamos ganas de conocerla, queríamos saber cuánto de cierto tenía esa afirmación y por eso elegimos un día completo en la ciudad para desmenuzarla. Después de llegar la tarde anterior y salir un rato por la noche, la verdad es que no teníamos duda: ¡Tirana nos iba a gustar!
La mejor manera de conocer Tirana es embarcarte en un free tour por la mañana para situarte en la ciudad y después recorrer por tu cuenta los lugares que más te interesen > Free tour en Tirana |
Ruta para no perderte nada de Tirana
Lo mejor de Tirana en un solo día
Breve historia de Tirana
Tirana fue como todo en Albania muy maltratada durante décadas de dictadura. El capricho del régimen convirtió en ruinas gran parte del patrimonio y no fue hasta 1991, momento en que el dictador cedió el poder, que la capital comenzó de nuevo a recuperar un aspecto saludable. Hablamos pues de una ciudad en plena adolescencia, imperfecta pero con una atroz velocidad de crecimiento, a veces incontrolada.
Capital desde 1920, año de la independencia de Albania, tuvo mala suerte en el reparto de cartas, primero con la guerra mundial y después con el fracasado gobierno comunista de Enver Hoxha. Catedrales, mezquitas y cualquier legado religioso se destruye y se sustituye por cemento y edificios de carácter eminentemente funcional. Llegó la democracia pero la maltrecha economía no permitió, de nuevo, crecer como debía a la ciudad. Definitivamente, el siglo XXI parece haber repartido mejor mano a Tirana.
Los imprescindibles en Tirana
Un buen paseo por la ciudad dio para hacerse con lo mejor de Tirana en apenas una mañana:
> La plaza Skanderberg, centro histórico y cultural de la capital. Una enorme zona peatonalizada alrededor de la cual todo pasa en Tirana. Restaurada en 2015 y por donde es imposible no pasar. Merece la pena repetir, cada momento del día es diferente.
> El enorme palacio de Cultura, sede de la Ópera y de la biblioteca Nacional. El lugar perfecto para sentarse a tomar un café, ver y ser visto.
> El museo nacional de Historia, cerrado los lunes. En el exterior destaca el conocido mosaico “Los albaneses”, que representa al pueblo en lucha contra los otomanos. En el centro una mujer, representando la madre patria, guía a la población hacia la victoria. Estaba en restauración y no pudimos verlo.
> La mezquita de Eh’tm Bey. Iniciada en 1789 aunque se terminó 30 años después. Fue de los pocos edificios que se mantuvo en pie a pesar de que se prohibió al culto. Tenemos la suerte de que “un listo” nos abre cobrándonos un euro para poder ver el interior. Incluso sabe donde está la iluminación y la enciende. No lo dudéis e intentarlo. Es francamente de lo mejor que puede verse en el país.
> La estatua ecuestre en honor a Skanderberg y que se erigió para sustituir las estatuas de Lenin y del dictador Enver Hoxha. Todavía se conservan en el museo nacional de Arte.
> Muy cerca, el ayuntamiento de Tirana y la catedral de la Resurrección de Cristo, ortodoxa. El interior resulta colosal en proporciones, una elevada bóveda donde se representa el Pantocrator sobre una gran lámpara colgada desde cuatro cabrestantes. Los frescos interiores estaban todavía terminándose. Y si por dentro destaca en tamaño no es menos la impresión que causa la torre campanario de la catedral separada del edificio principal como hemos visto en otros ortodoxos. La combinación con el elegante Alba Tower enfrente es cuánto menos peculiar.
> La torre del Reloj erigida en 1811 como edificio civil. Se puede subir para obtener vistas de la plaza y sobre todo, de la mezquita al frente.
> El hotel Internacional, un hotel de lujo construido sobre las ruinas de la catedral ortodoxa demolida por el régimen.
> El Bunk’ Art 2, parte de la ciudad subterránea que se construyó en la paranoia época comunista. Abierto de 9 a 20 horas es ahora un museo en memoria de las víctimas del régimen. La entrada son 500 leks (4 €). Una exposición fotográfica y de armas y elementos de las distintas guerras sufridas en el país desde principios del siglo XX junto la exposición de trajes de las fuerzas de seguridad de la etapa comunista. Además se muestra la manera en la que se espiaba a los sospechosos y los equipos que se utilizaban para el seguimiento. La manipulación de fotos, la grabación de conversaciones y toda la trama de espionaje montada para mantenerse en el poder. Hay audiovisuales con testimonios de represaliados de la época. Como se puede leer en la entrada: “aquellos que olvidan su pasado, pueden cometer los mismos errores en el futuro”.
> Salimos y paseamos por la calle peatonal de Murat Toptani que lleva a los restos del castillo de Tirana, de la época bizantina. La familia Toptani era una familia noble que sirvió a Skanderberg y participó de la historia posterior de Albania. Hoy día se ha convertido en un area de bares, cafeterías y tiendas para turistas, al menos no para el albanés de a pie.
> Cruzando se lleva a la mezquita Xhamia E Namazgjasë más moderna y enorme. Construida en 2012 con cuatro impresionantes minaretes de 50 metros de altura. No pudimos verla bien por estar en obras y con una valla rodeándola por completo.
> El puente de piedra o Tabak. De nuevo una calle peatonal con varias terrazas donde tomar algo nos lleva. Los restos del pequeño puente de la época otomana resultan muy fotogénicos.
> La catedral de San Pablo, catedral católica construida en 2001 sin ningún atractivo realmente.
> Enfrente, la pirámide de Tirana, el controvertido mausoleo levantado por su hija años después de la muerte del dictador. Tras diversos usos, incluso como discoteca, posteriormente ha estado apunto de ser derruida. Actualmente el gobierno ha decidido mantenerla y está en proceso de restauración para la reapertura.
> De nuevo estamos en el boulevard Deshmoret e Kombit que une la plaza Skanderberg con la de la madre Teresa. La avenida se abrió en honor a los mártires y es la más importante de Tirana. Desde aquí se lleva al animado barrio de Blloku, antiguo barrio residencial del dictador y su gobierno y actualmente barrio de moda.
> El bazar I Ri. No penséis en un antiguo y sucio bazar (que por otro lado nos gustan muchísimo…), han modernizado el antiguo mercado y es una gozada para pasear y para comer. Para los amantes del tabaco, este es el sitio donde comprarlo a granel.
Paramos en uno de los restaurantes, en una de las esquinas traseras del mercado: el Zgara Al Pazar (Zgara se traduce como parrilla). Cocina tradicional que no acabamos de entender a pesar de que nos ofrecen la carta en inglés. Pedimos unas croquetas, queso fundido, unas brochetas, unas ensaladas y unas cazuelas tradicionales en las que se mezcla yogur, carne y queso. Con siete euros por cabeza salimos como capitanes, no pudimos con todo.
Para la sobremesa y el café, nada como los que preparan en Mulliri i Vjeter a medio camino entre nuestro hotel y la gran plaza. Veréis más de uno en la ciudad, probad el café si os gusta.
En Tirana como en el resto del país probamos algunos de los platos más tradicionales de la cocina del país. Tenemos un post con todos sus secretos > Lo mejor de la cocina de Albania |
Pues como pensábamos, Tirana merece la pena como escala, una ciudad moderna, cuidada y con un ambiente agradable que la hará despegar como un destino turístico de nivel más pronto que tarde. Aquella noche salimos de nuevo por Blloku. Y… ¿será por Mercedes? Pero eso ya, es otra historia. A continuación venía uno de los platos fuertes de cualquier viaje a Albania: Dos días en Berat, la ciudad más bonita de Albania.
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6 comentarios en “Lo mejor de Tirana y lo mejor de Kruje. ¿Dos escalas imprescindibles?”
Estupenda guía para recorrer ambos lugares. Con respecto a Tirana, coincido con vosotros: una encantadora ciudad desconocida.
Un fuerte abrazo!!!!
Muchas gracias! La verdad es que aprovechamos para descansar un poco después de los días en Durmitor y los Alpes albaneses y nos vino de lujo. Además de que la ciudad nos pareció que tiene un potencial enrome, salir por la noche en Tirana es muy divertido y con buenas opciones. Nos hacía falta y se ajustó perfectamente.
Nos encanto Albania. Estuvimos 2 semanas en carro de alquiler. Divino!
Nosotros volvimos encantados. También dos semanas y la verdad es que es un país súper completo y recomendable: gastronomía, historia, playas, montaña… Gracias por el comentario!
Ya os cundieron las visitas a las dos ciudades. ¡Sois muy cracks!
Krujë tiene para una mañana aprovechada de camino a Tirana llegando desde el norte y Tirana si merece un par de días si además quieres conocer la noche de la capital. Nos gustó más de lo esperable después de mucho leer. Gracias Alex por el comentario, tenemos buenos maestros!