Qué comer en Azores: Los sabores de las islas

Cracas, la mejor comida de AzoresUn viaje a un nuevo destino no estará completo si no incluimos la gastronomía del lugar. Para mi es una parte muy importante de cada recorrido: buscar restaurantes y degustar las especialidades culinarias de cada sitio.

Las Azores prometían a priori darnos unas cuantas alegrías a las papilas gustativas. No defraudaron, al contrario, cuando recuerdo Terceira y San Miguel me vienen a la mente todos aquellos sabores nuevos con que nos sorprendieron estas remotas islas. Aquí os traigo un resumen de aquellos sabores, los mejores platos de Azores y los que, para nosotros, fueron los mejores restaurantes de las islas Azores para probarlos. Si queréis saber qué comer en Azores solo tenéis que preparaos y seguir leyendo…

Qué comer en Azores. Los mejores restaurantes

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Los mejores restaurantes de Terceira

Estuvimos nuestros cuatro primeros días de viaje en Terceira y recurrimos a los consejos de otros viajeros y a los del personal de nuestro alojamiento, My Angra Boutique Hostel,  para decantarnos por algunos de los bares y restaurantes que visitamos. Decir que es muy complicado encontrar sitio sin reserva previa siendo muy aconsejable reservar previamente. En el hostel nos echaron una mano con esto cada mañana.

Restaurante Caneta (Rua al presas 13, Altares)

Situado al norte de Terceira, muy próximo a la localidad de Biscoitos. Javi y Mariola lo visitaron  durante su viaje y nos lo habían recomendado. Fue la primera toma de contacto con la comida azoriana y llegamos al local bastante hambrientos, después de hacer la ruta de senderismo de Rocha do Chambre. Nos hizo la reserva la recepcionista de nuestro hostel,  y a las 13:30h estábamos sentados en una mesa de su agradable terraza junto a la fuente. Ordenamos una alcatra, un guiso típico  de la isla que se sirve en una cazuela de barro, y que está hecho a base de ternera que se cocina durante horas y horas (unas 6 a 8 ). Las vacas que ya habíamos visto por los pastos hacían presagiar una carne excelente y así fue. La acompañaban con un pan con un toque dulce que sabe a gloria cuando lo mojas en la salsa del guiso. Nos pareció un sabor excepcional.  Se puede pedir ración individual o bien para dos, tres, cuatro…, sale algo más barato cuando se pide para dos, cuatro, es decir, números pares.  No puedes  salir de Terceira sin probar su plato estrella.

También probamos las lapas grilladas con ajo y mantequilla, con un profundo sabor a mar y también muy típicas, y para completar la degustación unos queijos (quesos ) y el tuétano.  Las lapas fue la primera vez que las probamos, y también nos gustaron, aunque su consistencia es algo más gomosa que la de un mejillón o una almeja. Estos platos los compartimos como entrantes y de segundo pedimos la alcatra y un bife a caneta: un entrecot de ternera delicioso.

Como postre la camarera nos recomendó el dulce de vinagre, exquisito y del que hay que resaltar que no sabe a vinagre. Está hecho a base harina, leche, yemas de huevo y canela… para repetir.

Todo lo acompañamos con cerveza.

Fue un debut excelente por unos 24 euros por persona.

Tasca das Tias (Rua de Sao Joao 117, Angra do Heroismo)

El primer día fue bastante intenso desde el punto de vista gastronómico, y a pesar de la generosa comida del mediodía, salimos a cenar en Angra do Heroismo. Tras un breve paseo desde el hostel, llegamos a las dos calles donde se concentran el mayor número bares y restaurantes, y que son la Rua Direita y Rua de Sao Joao, que se encuentran paralela una a la otra. En esta ocasión elegimos la Tasca das Tias, situada en la Rua de Sao Joao, un local tradicional con un ambiente bastante acogedor, y que ofrece una carta con una amplia variedad de tapas y también de vinos.

Comenzamos por una salada do polvo (ensalada de pulpo), a base de pulpo cocido  mezclado con algunas hierbas y con una vinagreta. Seguimos con la alheira, un enchido (embutido) típico portugués, que es como una morcilla o butifarra, hecho a base de carne y tocino picados  y combinados con especias que forman una pasta en su interior.  La alheira nos la sirvieron empanada y frita en la sartén y nos supo muy rica. A continuación unos huevos rotos con salchicha fumada, esto es ahumada,  una tabla de embutidos locales curados de porco preto (cerdo ibérico) con un intenso sabor, y finalizamos con unos quesos isleños variados servidos también en una tabla de madera.

Bueno, realmente el fin lo pusieron los postres, unas ananas (piñas) de Sao Miguel y un dulce, los pasteles o tortas Dona Amelia, unos pequeños bizcochos hechos a base de canela, miel de caña y pasas de corinto, que son típicos de la isla de Terceira.  Además de toda esta comida, que fue más de lo que teníamos intención, tomamos unas cuantas cervezas y una botella de vino tinto del Alentejo, Trinca Bolotas, y todo ello por 70 euros para 5 personas, unos 14 euros por cabeza.

Otro paseo para llegar a casa de vuelta y bajar toda esta comida. Fue un gran inicio a la gastronomía tradicional azoriana.

Restaurante Beiramar (Canada do Porto 46, Sao Mateus)

Es importante señalar que el Beiramar al que me refiero es el de Sao Mateus, una pequeña localidad cercana a Angra do Heroísmo, ya que hay otro Beiramar que está en la capital, pero no es al que hago referencia. He de decir que si tuviera que quedarme con uno solo de todos los restaurantes que visitamos, me quedaría con este.

Está situado junto al mar, con vistas a una pequeña bahía, y ofrece una amplia variedad de marisco y pescado. Y aquí comenzamos con otra novedad para nuestros paladares, las cracas. La craca es un crustáceo, que se parece al percebe, y que crece en colonias adherido a las rocas que utilizan como exoesqueleto. Es muy típico de la isla, y se sirve cocido. Para degustarlo hay que utilizar un pequeño gancho para sacar el suculento contenido de su interior que sabe a mar y a gloria. Tomamos cracas y queijo (queso) fresco de aperitivo, este último lo sirven con una salsa picante a base de pimentón a parte y pan. Después una crema de pescado vertida dentro de un pan casero y  tapada con su propia corteza.

Del pescado fresco de sus vitrinas elegimos el cántaro, que nos sirvieron frito y a la plancha, y la bocanegra, ambos excelentes y sabrosos. También degustamos una brochetas de gambas y pescado.

Para el postre: la torta de Dona Amelia, un tocino de cielo y el dolce de areia, o pudin de arena, hecho a base de leche condensada y galleta.

Todo lo anterior regado por dos botellas de vino blanco azoriano, además de cafés varios… Por unos 25 euros por persona.

Restaurante Ti Choa (Grota do Margarida 2, Serreta)

Para la comida principal del tercer día en Terceira elegimos el Ti Choa, al noroeste de la isla, en la población de Serreta. Lo elegimos por recomendación del personal del hostel y porque está especializado en comida regional. Es una pequeña casa muy acogedora, donde hicimos una degustación de carnes de la zona que se sirve para toda la mesa.

Tomamos un plato de morcilla con chorizo que se presenta con naranja y con un pan de maíz, chuletas de cerdo fritas muy crujientes, similares a los torreznos y acompañadas de unas tortitas de maíz. Después seguimos con un guiso de cerdo con higadillos y batata dulce. Como plato estrella final nos tomamos la alcatra regional,  el camarero insistió en que era la mejor alcatra de toda la isla, así que no pudimos resistirnos.

Y todavía dejamos un hueco para completar con los postres: un helado de limón casero y pastel de Dona Amelia. Salimos casi rodando del local, la comida era bastante contundente, así que es aconsejable ir con hambre para llegar hasta el final de este menú, que con cervezas, café y vino no alcanzó los 20 euros por persona.  

Esa noche no fuimos capaces de cenar.

Estos cuatro restaurantes son de visita obligada en cualquier visita a Terceira que se precie, creo que con ellos iniciamos de la mejor manera nuestros paladares en estos nuevos sabores. Como he comentado anteriormente, de entre todos, e incluyendo a los de San Miguel, me quedo con Beiramar porque las cracas me fascinaron y su producto del mar es excelente.

Los mejores restaurantes de San Miguel de Azores

La segunda isla de nuestra visita a las islas Azores fue San Miguel, la más grande de todo el archipiélago y a la que dedicaríamos más días, un total de seis. Casi una semana en la isla de San Miguel dio para probar muchos y buenos locales. Aquí van nuestras mejores recomendaciones.

Restaurante Tonys (Largo do Teatro 5, Furnas)

Se encuentra en Furnas, el principal enclave de esta famosa área de aguas termales  de la isla. Nuestro recorrido por San Miguel comenzaba en esta población inmersa en un paisaje mezcla de verde y volcanes.

Se trata de un restaurante típico sito en el centro de la localidad de Furnas, un imperdible, para disfrutar del plato estrella: el cozido de Furnas. Para su preparación primero se introducen todos los ingredientes en una olla, que consiste en diferentes tipos de carne (pollo, ternera, cerdo), chorizo, morcilla, patata, batata, zanahoria y repollo. Estas ollas se sumergen a metros bajo tierra en una zona denominada Caldeiras, y donde pasan horas cociéndose y soltando sus jugos, al calor del subsuelo termal. Finalmente se sirve por un lado la carne con las verduras, hortalizas, arroz y el caldo que se ha ido formando se pone en una salsera para que cada cual riegue a su gusto el plato.  Antes de comenzar pedimos como entrantes una ración de queso de San Jorge, mi queso favorito de las Azores y otra tabla de quesos variados con distintos tipos de pan.

Para el postre probamos la tarta de feijao (de alubias) que es bastante compacta, muy rica y con cierto parecido al mazapán y un pudin de ananas (flan de piña) y otro de maracuyá, ambos excelentes.

La cuenta fueron 18 euros por persona.

Me gustaría comentar dos consejos para venir a Tonys: el primero es que hay que reservar con antelación para comer, no era temporada alta cuando fuimos y, sin estar en fin de semana, no pudimos sentarnos en el primer intento. El segundo es que las raciones son muy generosas, así que, para no reventar y poder probar más platos, es aconsejable pedir el cozido para menos personas, nosotros éramos cinco y pedimos cozido para tres, más que suficiente.

A Tasca (Rua do Aljube 16, Ponta Delgada)

Este restaurante del centro de Ponta Delgada está de moda, así que hay que reservar para tener mesa. Lo elegimos para cenar y nos dieron mesa a las 22h, así que antes de sentarnos tomamos unas cervezas por la zona, que estaba bastante animada.

Los petiscos (aperitivos) son bastante variados. Nos decantamos por la batata frita, una tabla de queijo (San Jorge, Ilha, 5 ribeiras,…), el polvo panado (pulpo empanado) que estuvo casi tan delicioso como el lomo de atún grillado. La camarera nos recomendó el vino Curral Atlantis, muy rico. Como siempre unos buenos postres, en esta ocasión lo que más nos gustó fue la panna cotta de yogur, y también tomamos bolo de bolacha y tarta de feijao. En total 117 euros para 5, unos 23 euros por persona.

Alabote (Rua East Providence 68, Ribeira Grande)

Se trata de un moderno restaurante junto al mar en la localidad de Ribeira Grande, al sur de San Miguel. Nos sentamos al sol en su amplia terraza, saboreando los productos del mar mientras lo divisábamos junto a nosotros. Nos conquistó la comida, también las presentaciones y el servicio.

Tomamos una tabla de queijos bastante generosa y rica. De plato principal pedimos la telha de peixe con gambas y bacon, una combinación sabrosísima. Pedro y yo compartimos una cataplana de cherne.  La cataplana también hace referencia al recipiente que lo contiene, que es metálico, de aluminio o acero inoxidable. Los ingredientes (almejas, gambas, pescado, cebolla, pimientos, tomate, patatas, vino blanco,…) se mezclan en un delicioso guiso marinero absolutamente recomendable. La oferta de pescados y mariscos es amplísima. No pudimos tomar postre. La cuenta para 4 personas fueron 94 euros.

Ta Gente (Rua Manuel Inacio Correia 38, Ponta Delgada)

Un bar de cervezas, de combinados y cócteles donde nos detuvimos en más de una ocasión durante nuestras tardes-noches en Ponta Delgada. Una decoración interior muy chic y una terraza con una música bastante animada hacen de Ta gente un lugar de reunión de locales y también de visitantes. Además de beber también se puede cenar de forma ligera, y fue lo que hicimos una de las noches. Una batata dulce frita, unas mini hamburguesas y una ensalada de setas, más unas cuantas cervezas y vino blanco por 57 euros para cuatro.

Casa de Pasto ¨O Amaral¨ (Rua José do Canto 28, Porto Formoso)

Casa de comidas de la localidad de Porto Formoso, donde nos chupamos los dedos con el buen producto que tenían. Aquí hay que dejarse guiar y pedir el peixe grelhado que tengan ese día, y así lo hicimos: peixe porco, pambo, picuda y lirio. No acierto a decir cuál me gustó más, pero no quedó nada en los platos. Lo acompañan de ensalada verde y patatas cocidas. Una comida sencilla a la vez que espectacular gracias a la materia prima, por 20 euros por persona.

Cais da Sardinha (Av. Infante Don Henrique, Ponta Delgada)

En Ponta Delgada, junto al fuerte de Sao Bras y con vistas al puerto, se encuentra este bar-restaurante donde tomamos un aperitivo a base de almejas con salsa marinera y pulpo, ambos muy sabrosos. Fue algo ligero con pan y unas cervezas, para poder seguir aprovechando el día sin el sopor que provocan las copiosas comidas que nos estábamos dando. Lugar agradable y recomendable. Aperitivo descrito con cafés por 36 euros para cuatro personas.

Calçada do Cais (Rua dos Mercadores 27, Ponta Delgada)

Este restaurante del centro de Ponta Delgada reabría sus puertas durante nuestra estancia en San Miguel, así que reservamos y lo probamos. Andaban un poco desorganizados con la reapertura y el servicio no fue lo esperado pero la cena no estuvo mal. De nuevo nos decantamos por unos quesos azorianos, no fallan nunca, para seguir con con carpaccio de atún, unas croquetas, ensalada de tomate y un par de bifes de vaca muy jugosos. Un tinto, el Quinta Nova, completó nuestro menú que ascenció a 72 euros para 4 personas.

Taberna Açor (Rua dos Mercadores 41, Ponta Delgada)

Un lugar con una carta amplísima de entradas, tapas, tostas… Cuesta decidir. Hicimos reserva, pues se trata también de un lugar muy concurrido. Combinamos los quesos con los embutidos azorianos, una salchicha de Pico flambeada ante nosotros y las tapas Acor (queso de San Jorge, paté de cerdo y mermelada de piña) y la tapa cachalote (paté de atún, mayonesa, orégano y olivas). Unas patatas fritas, varias cervezas y algunas copas de vino por tan solo 52 euros para 4 personas. 

Necesitaríamos bastantes días más para probar todos los restaurantes de los que habíamos leído buenas recomendaciones, pero será para una más próxima que lejana vuelta al archipiélago portugués, que nos ha deleitado tan ricamente el paladar.

VOLVEREMOS A POR MÁS…

Viaje a Azores por libre. Qué comer en Azores

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Carmen Capdepón
Soy Carmen, la mitad del blog Viajefilos. Me gusta viajar y me gusta probar la gastronomía de los destinos que a los que viajamos. Escribo sobre ello aquí.

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