El archipiélago de las Azores está compuesto por un grupo de nueve islas en medio del océano Atlántico. Para nuestro viaje de 10 días en Azores habíamos decidido visitar dos de las nueve islas del archipiélago. Pasaríamos nuestros primeros cuatro días en Terceira para después dejar seis días en Sao Miguel.
Todas las islas están bien comunicadas tanto por vía aérea como marítima pero preferíamos tomarlo a ritmo tranquilo y no andar saltando de isla en isla. Además, nuestros amigos Javi y Mariola le habían dedicado seis días completos a Terceira y leyendo su post nos dimos cuenta de la gran cantidad de posibilidades para disfrutarla a pesar de su pequeño tamaño. Recordad que si queréis montar vuestro viaje a Azores tenemos escritas todas las recomendaciones para hacerlo en nuestro post Cómo organizar un viaje de 10 a Azores en era COVId. Aquel segundo día de septiembre arrancaba nuestra ¡escapada de cuatro días a Terceira!
Si buscas información sobre Sao Miguel tenemos todas las recomendaciones de viaje a la isla en el post: Seis días de viaje a Sao Miguel |
Cuatro días en Terceira, Azores
Cómo llegar a Terceira
Al mediodía salimos desde Alicante rumbo a Oporto, un vuelo de una hora y media aproximadamente para enlazar directamente con el vuelo a Ponta Delgada en Sao Miguel (sobre dos horas) y un tercer vuelo de 20 minutos a Terceira. Con cortas escalas y perfectamente organizado desde el ordenador en casa, solo unas ocho horas para llegar a Angra do Heroísmo. En total fueron 162 € en vuelos desglosados de la siguiente manera:
- Alicante-Oporto Ida y vuelta con Ryanair. Con un billete “priority” de los dos que nos aseguraba una maleta de cabina en el vuelo junto nuestros dos bultos de mano debajo del asiento. Precio por persona 42 €. Hora y media de vuelo y unos 60 minutos de escala.
- Oporto-Ponta Delgada (Sao Miguel) Ida y vuelta con Ryanair. De nuevo con uno de los billetes “priority” y una maleta para dos personas: 120 € pp. Dos horas de vuelo y unos 90 minutos de conexión.
- Sao Miguel-Terceira: vuelo gratuito con SATA (incluyen 23 kg de equipaje facturado y maleta de mano de hasta 8 kg). 20 minutos de vuelo
Allí comenzaban nuestros cuatro días para conocer lo mejor de Terceira.
La isla de Terceira
La segunda en tamaño, después de Sao Miguel y con una de las visitas imprescindibles de Azores: la capital Angra do Heroísmo. Tan solo unos 30 km de lado a lado y 17 km entre sus otros extremos, distancias que permiten recorrerla en coche con mucha facilidad utilizando Angra como base. Su nombre le viene dado del hecho de que fuera la tercera en descubrirse. Tras ello comenzó la colonización y durante los siglos XV y XVI se convirtió en un importante enclave de almacenaje para los cargamentos de plata, oro y especias que llegaban de América. Sus fortificaciones son la huella de esta importancia estratégica y de las batallas allí libradas entre gobiernos y piratas para hacerse con las riquezas que por allí pasaron.
Hoy día, es conocida por muchos otros motivos y sus 55000 habitantes se jactan de contar con más cabezas de ganado que población. Con cuatro días por delante, aquella tarde-noche que llegábamos solo quedó tiempo para el check in y disfrutar de una buena cerveza en Angra do Heroísmo.
El alojamiento en Angra do Heroísmo
Parece evidente que con las credenciales que presenta la ciudad de Angra do Heroismo, patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 1983, sea el lugar donde uno tenga que alojarse. La oferta hotelera es variada y por lo que concluimos después de nuestra búsqueda, de buena relación calidad-precio. Elegimos finalmente el My Angra Boutique Hostel. Los 630 € pagados para los cinco y las cinco noches suponían 25 € por persona y noche.
Especial mención a Laura, la muchacha que nos atendió en todo momento en el chat de Booking y miembro del staf del hotel y que no tardaba nada en responder, eficazmente, a nuestras preguntas. Dudas como la necesidad de una segunda prueba, el lugar donde realizarla o si había cafetera… fueron contestadas con infinita paciencia y celeridad por Laura.
Aunque tal vez algo alejado del centro histórico (lejos aquí son 300 metros) el hostel llevará muy poco tiempo abierto. Conseguimos aparcar justo en la puerta. Las instalaciones, como digo, prácticamente nuevas. Doble y triple con baño compartido. Toallas, gel… cosas poco habituales en hostels al uso. Un amplio salón para el desayuno (incluido en el precio) que por cierto era muy variado. El mismo se abre a un jardín con vistas a la montaña en amplios ventanales. Y como siempre en estos establecimientos una cocina bien dotada para poder cocinar. Un 10 para el local.
Aprovechamos para la colada un día (4 € por lavadora y 4 € por secadora). Para que os hagáis una idea ofrecen hasta la posibilidad de secar el calzado tras las rutas… Eso si, no olvidéis los tapones para los oídos. Grillos, gallos y alguna rana convivirán con vosotros y tienen horarios de lo más peculiares…
Alojamiento en Angra do Heroismo, Terceira
Aquel primer día con tres vuelos en el cuerpo no dio para mucho más… Recogida de nuestro coche de alquiler (Goldcar un coche para cinco para los cuatro días en Terceira por 238 €) y rumbo a la cama. La carretera de dos carriles por sentido que une el aeropuerto de Lajes con Angra está en perfecto estado y llegarás en unos 15 minutos. ¡Por fin estábamos en el archipiélago de las islas Azores!
Día 1. Rocha do Chambres. Altares, Biscoitos y la costa oeste de Terceira
La isla de Terceira, al igual que el resto de las Azores, son un paraíso para los amantes del senderismo. Después de leer el diario de Mariola y Javi y sus seis días en Terceira, emprendimos aquel primer día una de las rutas que ellos eligieron y que aparecían como de dificultad media. La oficina de turismo de Terceira ofrece 8 rutas de senderismo, la mayoría de ellas circulares (curiosamente en todos marca 2.5 horas de duración):
- PRC1TER, Misterios Negros
- PRC2TER, Baias da Agualva
- PRC3TER, Serreta
- PRC4TER, Monte Brasil
- PRC5TER, Fortes de Sao Sebastiao
- PRC6TER, Rocha do Chambre
- PRC7TER, Passagem das Bestas
- PCR8TER, Relheiras de Sao Bras
Tras un buen desayuno en el hostel en el que Sonia fue la encargada de ayudarnos y servir las tostadas, zumos, yogures, café… para evitar el contacto de los alojados (maldito coronavirus), salimos hacia el interior para emprender la Rocha do Chambre.
Ruta senderista PRC6TER, Rocha do Chambre
Sobre las nueve salíamos del hostel. Dirección Biscoitos hacia el interior. Primer contacto con las carreteras de Azores. Perfectamente cuidadas, flanqueadas por roca volcánica y cubiertas de hortensias. Una maravilla de paisaje de verde infinito que nos perseguirá hasta el final. En unos 15 minutos llegamos a Malha Grande (el desvío esta señalizado como Trilho do Chambre) lugar de comienzo de la ruta Rocha do Chambre.
El sendero, bien señalizado, transcurre entre frondosa vegetación endémica que ayuda a soportar el calor de esas horas. Helechos, hortensias, orquídeas y arbustos bajos que no supimos identificar cubren los laterales del camino pedregoso de ripios volcánicos. El contraste de colores es muy llamativo, el verde a ambos lados sobre los tonos marrones del camino. Tenemos suerte de que no parece haber llovido recientemente.
El camino se abre y permite ver el cráter del Pico Alto, cubierto en sus laderas por coníferas de gran tamaño. En la base y tras un claro, unos enormes troncos cubiertos de musgo merecen por sí mismo el esfuerzo. Caminamos sobre las raíces cubiertas de vegetación y paralelos al cauce de un arroyo que aparece ahora sin agua.
El camino se pone difícil y cuesta arriba. La humedad se nota cada vez más a media mañana. Para el último tramo y cubrir el desnivel hasta el mirador, una infernal escalera nos “facilita” el ascenso. El perfil de la ruta alcanza los 700 m de desnivel. Menos mal que unas cuerdas a ambos lados ayudan. Es el tramo más duro sin lugar a dudas. Llegar hasta el mirador nos llevó las dos horas y media previstas para el total de la ruta. Estábamos a mitad de camino…
Tras un breve descanso disfrutando de las vistas, toca atravesar un campo donde unas vacas tremendamente bien criadas pastan apaciblemente. La tensión mientras cruzamos se palpa en el ambiente, pero a ellas parece no molestarles en absoluto nuestra presencia a la hora de su comida. Las pobres no saben que más tarde una de sus congéneres servirá para nuestro almuerzo. ¡No os olvidéis de cerrar la puerta tras salir!
Las nubes iban cerrándose en nuestro retorno y amenazaba una suave lluvia. Aceleráramos el paso. Poco más de tres horas se llevó el trekking. Hemos hecho todo el camino sin cruzarnos con nadie.
La comida en el restaurante típico Caneta, en Altares, costa norte. Desde el hostel nos hicieron la reserva de mesa esta mañana. Probaríamos el reconstituyente y merecido estofado de Terceira: el alcatra regional. El guiso, a base de carne de res a modo de estofado, se cocina durante horas en un recipiente de barro. Además la carta ofrece bifes de carne angus preparados de distintas maneras. Ojo con llegar con hambre… Probamos las lapas al grill, el tuétano, las carnes y el cocido. Como postre, dulce de vinagre, ¡probarlo!. Todo servido en una mesa de la terraza. ¡Excelente! La cuenta 26 € por persona.
El baño en el Atlántico: Biscoitos
Después de comer, Biscoitos, la población del norte de Terceira donde tomar un baño. A tan solo cuatro kilómetros al este de Altares es uno de los centros turísticos de la costa norte. Curioso el origen de su nombre. Le viene dado del hecho de que el pan se cocía dos veces antes de embarcar para facilitar su mantenimiento más tiempo. Como resultado, un pan especialmente duro.
El Atlántico permite el baño en Biscoitos gracias al aprovechamiento por parte de los lugareños de los restos de lava que terminaron en el mar formando pozas. Para facilitarlo se han construido escaleras y vías de acceso que permiten llegar al mar. No se le puede negar la mala leche al oleaje atlántico y mejor mantenerse cerca de algún lugar al que cogerse. Muy bonito y concurrido.
Atardece pero todavía con tiempo buscamos la costa oeste de Terceira. Miradores como Ponta do Raminho o Ponta do Queimado en el camino. Las distancias son francamente cortas en coche.
Nos detenemos en el primero, una zona de acampada con barbacoas, baños y duchas. Las vistas que esperábamos no las obtuvimos, al menos no las encontramos. En lugar de tomar la carretera general optamos por seguir el camino que discurre paralelo entre la misma y los acantilados. En esta parte de la isla la pendiente de la costa se vuelve mucho más pronunciada. No sabría si recomendarlo de no llevar un buen coche. La tracción del nuestro cedió y no fuimos capaces de subir alguna de las cuestas. La mejor decisión, dar la vuelta y emprender la vuelta a Angra. Pero dónde si merece la pena parar es en el desvío del Faro de Serreta. No paréis en el faro, bajad la serpenteante carretera hasta más abajo. Las vistas de los acantilados son de impresión.
Para la cena y después de una ducha, reservamos la Tasca das Tias, otra de las recomendaciones de Mariola y Javi donde incluso repitieron. Como en el anterior, mejor prevenir y reservar mesa. El local, en pleno centro es una maravilla. La carta, rica en petiscos (aperitivos) y muy variada. Además una buena bodega de vinos. Unos quesos, ensalada de pulpo, buenos embutidos, una alheira (una especie de salchicha rebozada), ensalada… y un buen Alentejo: 16 € por persona.
Intenso día, mejor sueño…
Día 2. Rota Baias da Agualva. Sao Mateus y la gruta do Natal y Praia da Vitoria
Hoy de nuevo seguimos los pasos de Mariola y Javi y decidimos para la mañana tomar la ruta PRC1TER, Misterios Negros. El atractivo añadido a esta ruta circular es el terminar con la visita de la gruta do Natal, gruta de origen volcánico y a la que se puede descender. Así, después del desayuno, tomamos de nuevo la carretera interior rumbo a Biscoitos, el desvío, a medio camino. Por primera vez desde nuestro llegada nos dimos cuenta de que hablan los habitantes de las islas con los cambios radicales de clima. En el interior una niebla espesa y una fina lluvia nos desaconsejó de momento comenzar el trekking.
En su lugar llegamos al norte y decidimos hacer tiempo con un café en la población de Cuatro Ribeiras. Tampoco es que sea lo más fácil encontrar un bar donde hacerlo. Más adelante, la ruta PRC2TER, Baias da Agualva. La promocionan como sencilla y tan solo 3.8 km junto al mar. Esta costa está más despejada así que nos lanzamos al camino.
Ruta senderista PRC2TER, Baias da Agualva
Escasa dificultad sobre todo en el primer tramo. El sendero se dirige al mar donde aguardan dos preciosos miradores. Abstenerse aquellos con vértigo. Acantilados donde el mar rompe con furia y te regala preciosas fotografías. El cabo se conoce como Ponta do Misterio. Parte del segundo tramo, de vuelta, exige algo más de esfuerzo. Los últimos metros discurren por la carretera. Muy recomendable y distinta a la de ayer. En total nos llevo una hora y media.
Un par de kilómetros más al este hay un desvío que llega a otro mirador y unas vistas impresionantes del acantilado. Muy cómodo si te quieres saltar el paseo anterior.
Sigue lloviendo, de momento ningún cambio en el clima. Se acerca la hora de comer y vamos camino de Rte. Beira Mar en Sao Mateus, el que dicen es el mejor lugar donde comer mascados y mariscos frescos. De hecho se encuentra junto al puerto (ojo que Maps Me te manda a otra ubicación). Una carta, como podéis sospechar, con gran cantidad de pescados y mariscos. Una sala llena de locales. Esto promete. Probamos las cracas (1.5 € cada una) y algunos pescados además de la tradicional sopa de pescado que sirven en pan. Una cuenta que podría ser mucho mayor a la vista de lo comido y bebido y que resultó de 28 € por persona.
Gruta do Natal
Sigue lluvioso. Decidimos intentar la visita de la gruta do Natal, una cueva volcánica que hay que visitar en Terceira. Los horarios mejor comprobarlos antes del viaje. Entre las 14 y las 17 horas habitualmente. El billete simple para la gruta de Natal cuesta 8 €. Si compras un combinado para estas cuevas y las Cuevas do Carvao, 12 €. No es necesario visitar ambas en mismo día y es aconsejable llevar alguna prenda de abrigo por la humedad interior.
Formadas en erupciones hace 12000 años se trata de un tubo de lava 700 metros de longitud. Nos la pulimos en unos 20 minutos. Mucho hay que amar la geología para engancharse a estas formaciones.
El día está echado con la lluvia persistente, así que solo queda buscar una población que nos ofrezca con algo cubierto. Nos probamos con Praia da Vitoria, la segunda ciudad en tamaño de Terceira. Un breve paseo sin bajar del coche y subida al mirador. Es la primera playa de arena que vemos en la isla. Definitivamente volveremos a Angra y nos prepararemos para conocer la noche en la capital.
Para ser sinceros, la noche, noche, como fiesta no la vimos. No resulta fácil ni tan siquiera encontrar un lugar para cenar simplemente callejeando. El muchacho de un local nos explicó que desde el inicio de la puñetera pandemia muchos locales habían cerrado. En las dos últimas noches nos había dado la impresión de que más allá de las once de la noche ya no hacia dónde meterse.
En la calle Sao Joao es donde encontramos algo de gente y algún sitio donde tomar algo. Nos hicimos hueco en Birou, un local con snacks, hamburguesas, ensaladas y tablas. Amables y precio razonable. Con una copa para terminar: 15 €. No es que hubiera ambientazo pero era lo único de toda la capital seguramente. Poco después… ¡a dormir!
Día 3. Rota do Misterios Negros. Serreta, mirador da Comte y Sao Sebastiao
Hoy asomaba de nuevo el sol y pensamos que sería el momento de hacernos con la ruta do Misterios Negros. Desayuno y rumbo al interior. La misma carretera y prácticamente a la misma altura que la entrada de Rota do Chambres.
Ruta senderista PRC1TER, Misterios Negros
5.9 km, 650 metros de desnivel y dificultad alta. El sendero está integrado en la Reserva Natural de la Sierra de Santa Bárbara y Mistérios Negros, discurriendo entre dos volcanes y en un entorno boscoso de laurisilva.
Al poco nos damos cuenta porque todo el mundo habla maravillas de la ruta. Nos adentramos de inmediato en un paisaje selvático que transcurre sobre el suelo cubierto de raíces y musgo. Lo primero que nos sorprende en el camino, la Laguna do Vale Fundó. Un cristal de agua donde se reflejan los enormes árboles de la orilla.
La ruta se complica más adelante donde el firme del camino se convierte en rocas volcánicas que exigen mayor esfuerzo para avanzar. El paisaje es realmente misterioso. Tras ese tramo más duro, la ruta se abre permitiendo ver las cumbres de los dos volcanes, los Misterios Negros.
Tras la cima, comienza el descenso a través del bosque en este caso. Llegando al final y junto a la carretera se puede ascender a la cumbre del pico Gaspar, de 597 metros de altura. La senda completa nos llevó algo más de las dos horas y media prometidas en el folleto con la vuelta al parking. No nos ha parecido tan difícil, supongo que con barro la cosa cambia y mucho. Finalmente hoy si tuvimos suerte con el clima.
Reconozco que no pude con este último pico, el resto echaron para arriba. Yo me quedé disfrutando de las cumbres y escribiendo este diario. Muy recomendable la ruta dos Misterios Negros. Esta vez fue la primera que nos cruzamos con una familia en una de estas rutas por Terceira.
Con la satisfacción de haber cumplido con lo marcado, rumbo al rte. Ti Choa en Serreta. Lo reservamos esta mañana, de nuevo con la ayuda de la muchacha del hostel. El local, una casa tradicional muy bien decorada donde probamos el menú degustación que nos ofrece. Alcatra, costillas de cerdo, morcilla, chorizo y pan de maíz. Vino, cervezas, postre y café… ¡20 € por persona!
Mirador de la sierra da Cume
El clima sigue sonriéndonos así que enfilamos el camino al mirador de Sierra do Cume, donde se dice de obtienen las mejores fotografías de un paisaje tradicional de la isla. Cruzar la isla de oeste a este no lleva más de 30 minutos así que… Las vistas de los prados cercados por los muros de roca volcánica ofrecen una fotografía peculiar del paisaje de Terceira. Al fondo la caldera de los Cinco Picos, la mayor caldera de Azores con un diámetro medio de 7 km. Aunque marca el acceso como restringido por tratarse de una zona militar, para llegar al mirador hay que seguir la pequeña ruta de un sentido hasta el mismo.
Siguiendo hacia el sur, Sao Sebastiao, en el extremo sudeste. Nosotros, cansados ya después de la ruta de la mañana bajamos con el coche hasta la punta das Contendas donde damos un breve paseo. El tramo forma parte de la ruta senderista PRC5TER, Fortes de Sao Sebastiao. Justo pasado el faro, una zona para el baño.
Con la tarde avanzada volvemos al hostel para ducha y descanso. ¡Es sábado noche! Tomamos algo, lo justo después de la pantagruélica comida del mediodía, en A Barrica, enfrente del local de anoche.
Día 4. Angra do Heroísmo. Furnas do Enxofre y algar do Carvao
Hoy teníamos cita matinal para nuestra PCR de control. Como os dije en nuestro post “Como organizar un viaje por libre a Azores”, transcurridos seis días desde la PCR que aportábamos para entrar en el archipiélago, tocaba obligatoriamente hacerse otra para seguir viajando por Azores. En el aeropuerto al llegar nos facilitaron la dirección electrónica donde solicitar la cita y a las 24 horas ya teníamos confirmada hora y lugar. El centro de recogida está cerca del Hospital de Santo Espirito de la Ilha de Terceira. Se realiza sin abandonar el vehículo. La prueba es gratuita.
Es domingo pero siguen recogiendo muestras. Con puntualidad suiza nos hicieron el test cuyo resultado tardaría entre 12 y 24 horas. Lo recibiríamos por mail. Decidimos visitar la ciudad de Angra do Heroísmo.
La visita de la ciudad de Angra do Heroísmo
La ciudad se extiende en la bahía de Angra al abrigo de el Monte Brasil que le servía como defensa contra los ataques. Fue la primera ciudad europea del Atlántico y en 1983 fue reconocida como patrimonio de la humanidad de la Unesco. Fue durante años capital de las Azores por la ubicación en el centro del archipiélago y su mejor posibilidad de defensa. Tras el terremoto de 1980 la ciudad se reconstruyó siguiendo el antiguo trazado y mantiene el encanto de calles adoquinadas y viejos iglesias y conventos que nos trasladan a los siglos de esplendor del gobierno portugués.
Comenzamos la visita en Plaza Velha, centro neurálgico de la capital. Es domingo y no es difícil aparcar en el centro.
Desde la plaza pasamos a la vecina plaza Almeida Garrett presidida por la iglesia da Conceiçao. Entre algunos de los edificios más destacables para su visita:
- La iglesia de la Misericordia, construida frente al mar y abierta a una plaza donde se encuentra la estatua de Vasco de Gama que llegó a la isla en 1499. Todavía se arrepienten los portugueses de desestimar el proyecto de una nueva ruta a las indias de un loco llamado Colon…
- La catedral del Salvador construida entre los siglos XVI y XVII aunque restaurada en su totalidad tras el terremoto.
- Monte Brasil y Fortaleza de Sao Joao Baptista. La que fue la mayor construcción militar del imperio español llegó a abarcar un Area de tres kilómetros cuadrados. Construida en 1592 por orden de Felipe II contaba con 400 piezas de artillería. Su función, proteger el cargamento de los buques que volvían de América cargados de plata. Hoy en día es un cuartel del ejército portugués. Al monte se puede ascender a través de una ruta de trekking o en coche. Elegimos la segunda… ¡y las vistas merecen la pena!
Para comer repetimos en el Beira Mar de Sao Mateu. Repetiríamos una y cien veces.
Furnas do Enxofre y algar do Carvao
Las tres de la tarde y la hora justa para visitar las cuevas do Carvao. Nuestro ticket combinado sigue siendo válido y las cuevas estarán abiertas. Se trata de dos de las formaciones geológicas más interesantes del archipiélago y no queremos dejar Terceira sin visitarlas.
La verdad es que las Furnas do Enxofre decepcionan en cierta manera. Un recorrido circular y bien acotado de unos 15 minutos alrededor de un grupo pequeño de fumarolas sin demasiada actividad.
El algar es un conducto situado en el interior de un cono volcánico que se mantuvo en actividad entre los años 1700 y 2000 a.c. La entrada al conducto mide entre 17 y 27 metros de diámetro descendiendo hasta un lago a 80 metros de profundidad. Esta gruta si merece la pena y desde luego mucho más que la de Natal. Sus dimensiones en ningún momento invitan a la claustrofobia y la riqueza de colores de los estratos en sus paredes dan para una clase acelerada de geología. Sencilla y con otros 20 minutos de visita.
Lo que queda de tarde lo dedicamos a organizar nuestra siguiente escala en Azores: ¡mochila rumbo a Sao Miguel! Por delante seis días en Sao Miguel.
Recomendaciones finales para un viaje a Terceira en Azores
> Si tuviera que elegir entre las dos islas que conocimos en este viaje, Sao Miguel y Terceira, no lo dudaría un momento: Terceira tiene un encanto mucho más especial. Será el hecho de que conserva una ambiente más rural, más tradicional, pero la verdad es que la isla es encantadora en cada uno de sus rincones. Respecto a la gastronomía también supera en nuestra opinión a la isla principal. Platos más elaborados, más sabor a campo y las mejores carnes de todo el archipiélago. Mención especial las cracas y la alcatra.
> De todas las posibilidades en trekkings de la isla, elegimos tres por lo leído. Podría haber sido cualquier otro más y seguro que acertaríamos. Ponemos en primer lugar y como el más bonito el sendero de Misterios Negros, con un tramo en la selva azoriana impresionante. La Rota do Chambre nos gustó especialmente en el tramo que atraviesa un bosque de enormes árboles cubiertos de musgo y el final en alto ofrece unas vistas espectaculares. En cuanto al sendero de Agualva, más sencillo, es muy bonito y diferente al discurrir junto al mar y con profundos acantilados como telón. Nos parecieron divertidos, aceptables para cualquier persona con un mínimo de capacidad física y perfectamente señalizados y cuidados. Los hicimos prácticamente solos en los tres casos.
> Los restaurantes en los que comimos fueron un acierto en su gran mayoría. Por unos 20 € comes como un señor, con mantel y vino. Siempre añadimos los ricos postres caseros que nos ofrecían como sobremesa y café. No hay que perderse el Rte. Beira Mar en Sao Mateus para probar las cracas y el pescado más fresco, el Rte. Caneta en Altares donde los bifes de vaca sin un espectáculo y el Rte. Ta Chia en Serreta donde dejarse llevar por el menú local que ofrecen y prepararse para saborear la alcatra. No dejéis de reservar en cada uno de ellos, de lo contrario será difícil que consigáis mesa.
> Angra do Heroísmo es el mejor lugar donde alojarse, una ciudad con un patrimonio interesante y que encontramos algo desangelada. Probablemente la pandemia del maldito coronavirus tuvo gran parte de la culpa. El alojamiento debe ser en My Angra Boutique Hostel, un concepto de hostel muy alejado de los viejos estándares. Muy limpio, cuidadosamente decorado, con una exquisita atención y un desayuno tremendo.
> Dedicarle una tarde al baño en Biscoitos. Si no te has bañado en medio del Atlántico está es tu oportunidad. Peculiar cuanto menos. Eso si, mantened la prudencia, el mar abierto aquí no debe darte una segunda oportunidad. Y si viajáis con niños, no lo dudéis ni un segundo, Azores es un destino ideal para que disfruten y acaben agotados tras una larga jornada en un paraíso natural.
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2 comentarios en “Cuatro días en Terceira, Azores”
Estoy preparando un viaje a las Azores y os quiero dar las gracias por lo bien explicado que lo habéis hecho.
Voy con mi mujer y nuestros 4 hijos (el pequeño ya tiene 19).
Mi duda es si añado Terceira o no… vamos 10 días y queremos parar en Lisboa un par de días, por lo que si seguimos vuestros consejos haríamos 3 días en Terceira, 5 en San Miguel y los dos últimos en Lisboa…. ¿Que os parece?… la otra opción es no hacer Terceira y estar solo en San Miguel… por un lado es un viaje más tranquilo… por eso os pregunto si vale la pena hacer las dos islas.
Muchas gracias
Mucha gracias por tus palabras! Con cada post que subimos nuestra máxima ilusión es que sirva a otros viajeros. Personalmente me gusto mucho más Terceira. Las rutas son sencillas y un espectáculo además de bien señalizadlas y accesibles. La gastronomía mucho más tradicional y auténtica y en definitiva una isla más pequeña y muy bonita. San Miguel es mayor y con más turismo. No es turismo de masas pero la clásica donde todo el mundo está en el mismo sitio a la misma hora. Tiene miradores espectaculares pero los senderos de trekking nos gustaron menos. Si os da, al menos esos tres dias no dudéis en saltar a Terceira.