Además el sur de Macedonia del Norte cuenta también con el territorio protegido del parque nacional Pelister y aunque fuera solo asomarnos a alguno de sus trekkings, tampoco dejaríamos pasar la oportunidad.
Un día para la visita de Bitola. La ciudad de los cónsules
Día 3. Dihovo y el parque nacional de Pelister. Visita de Bitola, la ciudad de los Cónsules y el yacimiento de Heraclia Lyncentis
El parque nacional Pelister
La primera parada antes de llegar a Bitola fue la pequeña población de Dihovo (70 km/ 1 hora desde Ohrid), muy cerca del parque nacional de Pelister donde queríamos hacer algún corto trekking. La verdad es que para nosotros no es necesario llegar al pueblo y no aporta nada, así que prácticamente sin bajar del coche seguimos adelante.
El parque nacional Pelister es el más antiguo del país (protegido desde 1948) y la principal ruta lleva hasta los conocidos como “Ojos del Pelister”, dos algunas glaciares que son la gran estrella del parque. Exige unas 12 horas de caminata y parece que no está bien señalizada por lo que se aconseja realizarla con guía y no era nuestro objetivo para aquella mañana.
Además la zona protegida del parque nacional, también es famosa por comprender lo que fue la primera línea de batalla macedonia durante la Primera Guerra Mundial.
Para entrar con el vehículo cobran 50 denares. Tras unos pocos kilómetros se llega al punto de información del parque. Desde aquí arranca el paseo que nosotros hicimos y que recorre con paneles explicativos lo que fue la línea de defensa. Nos cuenta como era la guerra de aquellos años, las armas utilizadas, las bajas que se causaron y en general como era la vida en aquellas trincheras. Hasta el final de la ruta: 1.5 kilómetros. Termina junto a un hotelazo de la estación de esquí. La ida y la vuelta, alrededor de una hora.
Para la hora de comer a estábamos en Bitola.
Lo mejor de la visita de la ciudad de Bitola
Durante siglos fue un paso importante de comercio hacia Bizancio. Los macedonios fundaron aquí Heraclia Lyncentis y todavía queda un importante yacimiento en la zona que lo atestigua. La importancia de Bitola aumentó con la hegemonía del imperio otomano y al final del periodo la ciudad contaba con hasta doce consulados de países amigos, de hay el apodo con el que era conocido: la ciudad de los Cónsules. Franceses, británicos, rusos, italianos… establecieron aquí su representación.
La peatonal más importante y entorno a la que está todo lo que hay que ver, es la calle Sirok Sokak. En la misma calle gran parte de los edificios que ocupaban las embajadas. Allí mismo conseguimos plaza en un parking. Imposible más céntrico. En una amplia plaza cerca de todo, una estatua ecuestre en honor a Filipo de Macedonia.
> La torre del Reloj de Bitola, una construcción fácilmente distinguible de 30 metros de altura a la que se puede ascender pero no lo hicimos.
> La iglesia de San Demetrio de 1830. Ricamente ornamentada y en la que lo más llamativo es el iconostasio de madera. El exterior es cuánto poco peculiar, con una torre campanario separada del edificio principal.
> La mezquita Jeni con un minarete de 40 metros de altura y construida sobre una iglesia. La pudimos ver por fuera.

> El antiguo bazar, tras cruzar el río, un edificio cubierto del siglo XV que seguramente vivió épocas mejores. Hoy por hoy prácticamente abandonado al menos cuando nosotros lo visitamos. Después paseamos por el bazar abierto. Hasta 900 tiendas de artesanos durante el siglo XVIII. Quedan las calles y viejos edificios pero poco de aquel ambiente comercial que se debió respirar.
> En pleno bazar antiguo, la mezquita Gazi Hajdar Kadi de 1521. La madrasa la han convertido en una cafetería. Vimos restaurando el minarete y la mezquita.
Comimos en pizza Metro, muy cerca del Rey macedonio. Con ese nombre podéis imaginar lo que comimos. En realidad una mezcla de pasta, pizza y algún plato local: 7 € cada uno.
El yacimiento de Heraclia Lyncentis
Todavía quedó tiempo para visitar Heraclia Lyncentis, la ciudad fundada por Filipo II en el siglo IV a.C. Hércules y tierra de linces si lo traducimos. A muy pocos kilómetros del centro aunque hay que ir en coche. La entrada entre las 9 y las 18 horas. El precio 120 denares (2 €).
La mayoría de restos del yacimiento corresponden a la época romana y paleocristiana. El complejo incluye varios edificios, dos basílicas, un anfiteatro y mosaicos en buen estado de conservación. El que se encuentra tras la basílica principal incluye en un rectángulo hasta 36 figuras de aves, peces y seres mitológicos francamente curiosos.
Por la tarde tocaba volver Orhid. Bitola es una buena escapada de un día, por cierto pudimos pisar la alfombra roja, aquel día de septiembre se clausuraba el famoso festival de cine de la ciudad.
Cenamos en Di Angolo en Ohrid. Ensaladas variadas, sopa y 6 € pp.
El mejor alojamiento que encontramos en Ohrid fueron los apartamentos Kukuzel. Recién abiertos al turismo y, lo mejor de todo, localizados en pleno casco histórico con opción de aparcamiento. Algo que no es fácil encontrar en Ohrid > Haz click aquí para tu reserva |
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