Para los dos días de safari en Queen Elisabeth los objetivos principales eran: hacer un game drive por la mañana al amanecer (lo que viene siendo un día de safari en vehículo a la búsqueda de fauna), visitar los famosos cráteres del parque nacional y realizar un crucero en el canal de Kazinga que une los lagos Jorge y Eduardo. Ese sería nuestro primer día. Para el segundo, nos desplazaríamos hasta el sector de Ishasha para tratar de avistar los leones trepadores. Gran parte de esto, es lo que negociamos la noche anterior en el Bush Guesthouse y nos disponíamos a comenzar esa mañana.
Nuestro itinerario y escalas quedan resumidas en los siguientes artículos que dedicaremos a este viaje, un diario cargado de información y recomendaciones de nuestras dos semanas de safari en Uganda:
14 DÍAS EN UGANDA POR LIBRE
–Como organizar un viaje a Uganda por libre
–Primera etapa de viaje: Entebbe y aclimatación a la perla de Africa
–El camino y que ver en Murchinson Falls. Escala en Rhino Ziwa.
–En ruta hacia Fort Portal, la orilla del Albert Lake
–Dos días recorriendo Queen Elisabeth NP
–El bosque impenetrable de Bwindi. Trekking de los gorilas de montaña
Lunes 12 de Febrero de 2018. Norte de Queen Elisabeth NP
Así pues, despertábamos el primer día a las 5:30, desayunando a las 6 y saliendo a las 6:30. El desayuno servido en el Bush Lodge era realmente completo y servido en una gran tienda perfectamente montada. La noche acompañados de los sonidos de hipos que merodeaban la tienda, resultó fresca.
Adolf, el guía, nos explicó el plan para el día y nos pusimos en marcha. Recorreríamos el sector de Kasenyi, al norte del parque nacional. El vehículo que trajeron era una furgo abierta por encima. Este punto nos mosqueó al principio porque entendimos, al contratarlo, que era realmente uno de los grandes jeeps abiertos por encima. Este extremo, que tipo de vehículo estás contratando, es muy importante dejarlo claro al inicio. Aun así, nos mereció la pena dejar correr el asunto.
Queen Elisabeth NP
Fundado en el 1952 como parque nacional de Kazinga, cambió su nombre años más tarde con la visita de la reina inglesa. Considerada la joya de la corona de Uganda, sufrió, al igual que el resto del país, una diezma importante en la cantidad de mamíferos que cobijaba en los años de la dictadura. Hoy día es reserva mundial de la biosfera y los animales aumentan en número año tras año merced a la protección. Se trata del segundo mayor parque de Uganda.
La inmensa área protegida comprende fundamentalmente la zona bañada por los lagos Jorge y Eduardo, unidos en el famoso canal de Kazinga, con 40 km de longitud. El sector sur es mundialmente conocido por los leones trepadores en Ishasha. Las enormes planicies se encuentran resguardadas en el extremo oeste por la cordillera Rwenzoni. Siendo el fondo del valle del Rift, se trata de una de las zonas más calurosas de Uganda por este motivo.
Para los amantes de la avifauna, se trata también del parque más importante de Africa para el avistamiento de aves y el cuarto a nivel mundial con una biodiversidad envidiable.
En unos quince minutos llegamos a Katunguru Gate, donde realizaríamos el pago de los 40 $ por persona para acceso al parque. Además hay que pagar 50000 chelines por el coche. A primera hora de la mañana era necesaria una prenda liviana con manga para evitar el frío.
Disfrutamos al poco de entrar de gran cantidad de ciervos. Las primeras luces del día son buenas para ver la actividad de los animales que habitan en el parque. En Queen Elisabeth no hay jirafas ni impalas pero si un gran número de otros mamíferos. La suerte nos acompaña muy pocos minutos después, con una gran manada de elefantes de al menos 20 individuos que cruza frente a nosotros. Adolf trata de colocar la furgo en el mejor lugar para las fotografías. Alguna hembra no lleva muy bien nuestra proximidad y trata de proteger a sus pequeños. La escena resulta fascinante…
Más adelante, Pablo y Pedro consiguen ver por unos segundos un leopardo, pero resulta imposible conseguir volver a verlo después a pesar de dedicar un buen rato a bordear la zona. La capacidad de camuflarse y mimetizarse con los colores de la vegetación que rodea los animales es espectacular.
Búfalos, algún hipo despistado y una parada junto al lago salado de Bunyampaka donde tomar un café. Allí mismo, varios improvisados puestos de artesanía. Hasta aquí el game drive. Han sido un par de horas en las que no tuvimos suerte con los leones.
Nos ponemos en marcha de nuevo. Nos dirigimos hacia los cráteres volcánicos de Katwe, al norte del parque. La extracción de la sal depositada en los mismos ha mantenido cierta actividad económica en las poblaciones de alrededor durante siglos. Unos 12 cráteres se suceden en la conocida como drive cráter road. Algunos de ellos se encuentran llenos de agua, como el Kitagata que desprende un desagradable olor azufrado. Los tábanos, las jodidas tse tse, deciden presentarse en este momento del viaje y nos atacan en el interior de la van. No trasmiten enfermedad pero son tremendamente molestas. En un momento emprendemos una batalla sin tregua contra ellas. La ruta lleva unas dos horas y no es fácil para cualquier vehículo.
Descendemos habiendo perdido la batalla hacia la península de Mweya donde comeremos antes de subirnos al bote que recorre el canal. Optamos por el Tembo Cantina. El lugar tiene buenas vistas, pero los platos son más que regulares y además, están demasiado acostumbrados al turismo y trataron de meternos alguna bebida de más. Solo unos pocos céntimos de euros pero no nos gustó el hecho. A favor, para los más adictos, tiene wifi… Nos cuesta unos 7 € por cabeza, y aún cuando queríamos invitar al guía, el ya se consideró invitado. Parece que pagar su comida era indispensable en el tour contratado.
Para las tres, abordamos el barco que nos llevará por el canal de Kazinga. Muchas expectativas puestas, atardece en breve y suponemos muchos animales a tiro de nuestras cámaras. Una fina lluvia arranca amenazante. Para la estación de lluvias todavía queda algo más de un mes y nos sorprende. Cuestiones de ese cambio climático más que evidente, creemos. Adolf, con el que no acabamos de estar contentos, nos aconseja sentarnos en el lado izquierdo del barco. Hay una cubierta superior accesible pero que de momento evitamos todos los turistas.
Nada más cruzar el canal, una buena manada de hipopótamos que comparte protagonismo con otra buena cantidad de búfalos. Algunos jóvenes cocodrilos del Nilo también asoman junto otros de mayor tamaño. Además, un montón de pájaros que no sabemos identificar salvo alguna águila de cabeza blanca preciosas y pendientes de la escena. Si a esto se sumará algún león hambriento…
El barco recorre el canal a unos 30 metros de la orilla. Sin duda, el lado izquierdo permite mejores fotografías. Adolf sigue peleando una propina que no tenemos claro si ganó. Bordeamos un poblado donde los jóvenes andan plegando sus redes, recogiendo las barcas y preparándose para la subasta de la pesca. La vida fuera del barco, sigue ajena a nuestra presencia.
En dos horas estábamos de vuelta en el muelle de salida. Desde aquí, en la península de Mweya, unos 45 minutos hasta el Bush Lodge. La lluvia que se había quedado en amenaza hasta ese día, decidió demostrar su fuerza en la “época seca” de Uganda. Llegábamos a la hora perfecta para disfrutar de una puesta de sol desde nuestras tiendas, pero tampoco sería ese día… Al menos vimos un bonito arco iris africano.
Antes de la cena, esta vez contratada en el Bush Lodge, echamos un buen rato de sobremesa en las zonas comunes. Un enorme hipopótamo decidió darse un paseo junto a nosotros. ¡Imaginad en momento!
La cena, servida a las ocho, consiste en un menú amplio y muy sabroso que merece la pena probar (15 $). Unas cervezas, unas risas (también algo de política, he de confesar) y a dormir de nuevo pendientes de los grandes hipos…
TIPs viajefilos
-Entrada al parque nacional de Queen Elisabeth: 40 $ por cada 24 horas. Hay que sumar 50000 chelines por vehículo.
-Actividades del día contratadas en Bush Lodge: Game drive matutino en vehículo abierto para el grupo acompañados por Guía y conductor, paseo por los cráteres del parque y traslado hasta el canal de Kazinga: 240 $ para los ocho (30 $ por persona)
–Crucero por la tarde en el canal de Kazinga: 30 $. Salen a las dos y a las tres de la tarde. El recorrido en torno a 2 horas.
Martes 13 de Febrero de 2018. Sur de Queen Elisabeth NP. Sector de Ishasha (74 km)
Para hoy el día transcurriría a priori más despacio. Pretendíamos desplazarnos hasta el sector de Ishasha, todavía en el interior del Queen Elisabeth NP. Tan solo 74 km pero unas dos horas de camino. Nos alojábamos en el Enjojo Lodge de la misma cadena y con el mismo concepto que el Bush, lazy tens. Nuestra idea era llegar para el check in sobre las 11 de la mañana. A esta hora y coincidiendo con las horas de más calor, existían más posibilidades de disfrutar de los leones trepadores de Ishasha, que en esos momentos descansaban sobre los árboles. O eso habíamos leído…
Salíamos a las nueve. Al poco de girar por el camino que nos dirige al sur, nos tropezamos con un enorme y solitario elefante macho que cruza. Se muestra tranquilo aunque no tenemos claro que mucho. Echamos unas fotos manteniendo cierta distancia y seguimos de inmediato por si acaso. Los siguientes quince minutos son de emoción extrema comentando el momento.
El tramo que recorremos es probablemente el más bonito de los que hemos cruzado. Paisaje de sabana que mezcla tonos amarillos y verdes con árboles salpicados en el horizonte. El camino, aunque sin asfaltar se encuentra en estado razonable, o será que ya nos vamos acostumbrando a los baches. Hacemos un stop junto al lago Eduardo, en la población de pescadores de Kisenyi para aprovisionarnos de agua entre otras cosas, aunque no resulta fácil. Nos detenemos buscando el Kisenyi Lake Retreat, un lodge junto al lago que menciona la Bradt, pero parece cerrado y abandonado. Bajamos hasta la orilla donde los pescadores recogen sus redes. Conversamos un rato con las mujeres sobre lo capturado. Allí ni se acerca demasiado turista…
Salimos de nuevo al camino y en pocos metros, una familia de elefantes se mantiene colapsando el paso. Tenemos que esperar a que se retiren. La distancia la marca un grupo de locales que aguardan igualmente. Donde ellos se quedan, nos quedamos nosotros. Unos 20 minutos después deciden echar a andar hacia la sabana y abren el camino.
La ruta sigue más tranquila. Los últimos 20 km hasta el Enjojo se hacen más duros. La lluvia de anoche ha empeorado más si cabe el estado de la calzada. Algunos antílopes se cruzan en el camino. Hacemos alguna toma aérea con el dron. ¡No se puede negar que andamos disfrutando!
Nos vamos a más de tres horas de trayecto después de las paradas relatadas. Son las doce y media cuando entramos en el Enjojo Lodge. Y solo entrar nos damos cuenta de que nos va a gustar. Mucho más cuando vemos las tiendas, ideales y recién estrenadas. Se elevan sobre una plataforma de madera en un claro. ¡Una auténtica pasada!. Comemos al llegar y nos ponemos en marcha hacia el parque a tan solo dos kilómetros para ver si hay suerte con los leones.
Sector de Ishasha de Queen Elisabeth NP
La fama del extremo sur del parque viene de la población de leones con la curiosa tendencia de descansar sobre los árboles. La teoría más aceptada dice que suben a los árboles durante las horas en que el sol aprieta, huyendo de las molestas picaduras de la mosca tse tse a la que nos enfrentamos ayer.
Entre unas cosas y otras, salimos a las tres de la tarde. En 10 minutos estamos en la puerta de entrada y pagamos (40 $ por persona y 30000 chelines por coche). Contratamos un ranger que nos acompañe para los dos vehículos por 20 $. El calor aprieta a estas horas, esperamos tener suerte con los leones y pillarlos descansando…
Brenda, nuestra guía, armada con un Kalasnikov que probablemente hizo su último disparo en la gran guerra, nos explica alguna otra versión acerca de los leones de este área. Al tener un pasto más elevado, el león consigue mejor visión de sus presas desde arriba, además subir a lo alto de estos árboles, hace que toleren mejor las altas temperaturas. En ocasiones, tras conseguir comer pueden pasar 24 horas en lo alto sin que les molesten. Los árboles, conocidos en inglés como Fig Tree, son grandes higueras de gruesos troncos que les permiten escalar.
Vamos oyendo estas y otras explicaciones y recorriendo el sector de Ishasha mientras vemos sobre todo antílopes. Cerca de una hora ha pasado, cuando empezamos a perder parte de nuestras esperanzas, ¡pero de repente aparece! Una leona arriba de una gran higuera que no se muestra molesta ante nuestra presencia. Pasamos una larga media hora cambiando las vistas del bello animal que se mueve muy despacio.
De vuelta, una manada de búfalos que atemorizados salen corriendo. Un enorme macho se queda pendiente de nosotros y nos desafía con la mirada. Otro de los búfalos no tuvo suerte y sus restos están siendo devorados por una multitud de buitres. Un gran grupo de antílopes cruza frente a nosotros. La lluvia vuelve a aparecer al igual que ayer. Volvemos al Enjojo tras unas tres horas de recorrido. No sé si fue mucha suerte, pero la guía nos dice que si…
Atardece en la terraza del lodge. Solo queda repasar fotos, comentar el día y hacer tiempo para la cena.
TIPs viajefilos
–Enjojo Lodge en Ishasha. La misma cadena del Bush Lodge e igual en calidad. El entorno y las instalaciones están perfectas. Para acceder a las habitaciones se cruza una pasarela elevada, las safari tents están en un área más alejada conocida como Africa. El bar y restaurante es una delicia. Seguramente de muy reciente construcción. Ideal para abordar Ishasha. El menú para comer con tres platos: 15 $, merece mucho la pena. La cena, por 25 $ nos pareció cara y optamos por plato a la carta. Aquí el peligro es la visita de los elefantes…
–Entrada al sector de Ishasha en Queen Elisabeth NP: 40 $ por persona a lo que hay que sumar 20 $ por un ranger que nos guíe y 30000 chelines por el coche.
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7 comentarios en “Dos días recorriendo Queen Elisabeth NP”
Espectaculares fotos. Enhorabuena.
Por un momento parecía que eramos nosotros los que estábamos allí.
Saludos. Victor y Ana.
Muchas gracias por tu comentario. Es de esos lugares tan mágicos que las fotos salen prácticamente sin esfuerzo. 100 % recomendable!
Grandes experiencias. Muy bien relatado y con mucha información útil.
Que ganas de ir a Africa, me perdí este viaje pero ninguno más
Que gusto leeros y que chulada de país, me encanta.
Gracias por compartirlo
Sin ti los viajes no son ni la mitad de divertidos! Así que en el próximo ya tienes plaza reservada!
Un día más de recorrido fascinante, con sorpresa incluida por el camino… Acabo de descubrir Africa y creo que me he enamorado.
Estupendas jornadas al volante por las “carreteras” ugandesas.
Que bien lo relatas, me hace revivir toda la emoción del encuentro con esa fauna tan impresionante.