La primera semana en coche por Islandia nos había sorprendido. Por delante, todavía algunas de las mejores visitas de Islandia a nuestro alcance.
DÍA 7: AURORA BOREAL EN ISLANDIA
El día comenzaba con un pequeño pero doloroso trekking, subir al volcán Hverfjall, situado en el lago. Desde abajo no parece gran cosa, pero tras una dura subida, comprendes que merece la pena. Además de que el cráter es impresionante, puedes disfrutar de unas vistas espectaculares del lago. Pero sin duda las mejores vistas nos esperaban tras el segundo trekking de la mañana, la subida Vindbelgjarfjall, una pequeña montaña junto al lago, no tiene pérdida porque es la única. El recorrido son unos 5 km ida y vuelta, la mayoría es pendiente pero no tiene mucha dificultad. Desde la cima se puede disfrutar de las mejores vistas de la zona, de hecho, nosotros no visitamos los pseudocráteres, preferimos verlos desde lo alto. Muy recomendable, no os podéis perder este trekking.
Abandonamos el lago con rumbo hacia el oeste dejando algunas cosas sin ver, como los campos de lava de Dimmuborgir, o los pseudocráteres. No da tiempo a todo, y creo que seleccionamos bien.
De camino, al pasar la carretera 844 y el río, giramos a la izquierda para llegar a una de las cascadas más famosas, Godafoss, sin duda la que a mí más me gustó.
Continuamos el viaje hasta Akureyri, una de las ciudades más grandes del país, situada a orillas del fiordo Eyjafjörður. Tras esto proseguimos hasta Hofsós, un pequeño pueblo sin nada en especial salvo una piscina caliente situada en la orilla del mar. Desde casa nos había gustado y como teníamos tiempo decidimos ir de relax. La entrada cuesta 5 euros, vale la pena. Si puedes, ve, no te arrepentirás.
Tranquilamente continuamos hasta el Hotel Húni
. Cuando hicimos el cheking la dueña nos preguntó si habíamos ido a ver la aurora boreal. Comprendimos entonces la suerte que habíamos tenido, esa noche habría una y ¡sí!, pudimos disfrutar del mejor de los espectáculos del cielo.
DÍA 8: EN ISLANDIA SIN NADIE MÁS
Partimos temprano hacia la costa este de los fiordos del oeste (habíamos leído en foros que esta zona era más bonita que la costa oeste). La mitad del camino está asfaltado, pero a partir de la carretera 643 encontrarás muchos tramos de gravilla y de tierra. También hay zonas de desprendimientos. Cada fiordo es diferente pero todos son de una belleza insólita, además, al ser una zona tan alejada del resto del país, sientes que estás sólo en el fin del mundo. Por el camino vimos un zorro polar y focas. También nos llamaron la atención las iglesias en miniatura y sus minicementerios.
Tras un largo recorrido llegamos Djúpavík, un pueblo situado frente a unos enormes acantilados en la orilla del fiordo Reykjarfjörður. Un pueblo de película donde, nada más llegar, encuentras un barco varado en la orilla junto a una fábrica abandonada. Nos alojamos en el Hotel Djúpavík, decorado al estilo antiguo, en una habitación con vistas al fiordo, muy bonito.
Sabíamos que había una piscina caliente un poco más al norte de nuestro hotel, Krossneslaug, unos 40 minutos en coche, así que decidimos ir. El paisaje mejoraba por momentos. Al llegar hay una pequeña zona para dejar el coche, luego bajas un camino y sin pérdida ves la piscina, muy bien acondicionada para estar en medio de la nada, con sus vestuarios, sus duchas y todo. Hay que pagar para entrar, aunque no hay nadie controlando, dejas el dinero en una caja y listo. La piscina es simplemente increíble, sobre todo por el entorno, pues frente a ella tienes el océano glacial ártico, una experiencia que sin duda recomiendo. Amigo viajéfilo, si en tus planes está visitar los fiordos del oeste, no puedes dejar pasar un baño en Krossneslaug.
Volvimos al hotel para cenar un bacalao frito que ese mismo día habían pescado del fiordo, riquísimo, pero ya sabes, carísimo.
DÍA 9: ISLANDIA Y SU PENÍNSULA DE SNAEFELLSNES
Partimos de los fiordos por las carreteras 61 y 60 hasta llegar a la 54, la que rodea la península de Snaefellsnes. Un gran tramo en la zona norte está sin asfaltar, lo que nos hizo ir más lentos. Almorzamos en un acantilado frente a numerosas islas. Continuamos por la 54 y nos topamos con los campos de lava de Berserkjahraun, que llegan hasta la carretera. De nuevo un paisaje espectacular lleno de contrastes de colores, donde los tonos ocres y rojos son aquí los protagonistas. Si llevas todotorreno podrás atravesarlos por la carretera 558. Nosotros nos tuvimos que conformar con menos. Siguiendo adelante, al pasar el pueblo de Grundarfjörður, encontramos una famosa montaña de la península, Kirkjufell, y una cascada a mano izquierda desde la carretera, Kirkjufellsfoss. Sin quitarle mérito, no nos sorprendió demasiado.
Por fin llegamos a la carretera 574, desde donde se puede ver el volcán Snaefellsjökull, con su glaciar en la cima. Está situado en el parque nacional del mismo nombre y es el volcán por donde los personajes de Julio Verne llegaron al centro de la Tierra. Si llevas todoterreno y quieres acercarte al glaciar podrás hacerlo por la carretera F570 (al salir del parque, pasando el pueblo de Hellnar). Nosotros fuimos tranquilamente por la 574. Decidimos meternos por la 572 porque vimos algunos coches que iban hacia allí. Fue un acierto porque encontramos la playa negra de Djúpalónssandur. Para llegar hasta aquí hay un sendero de algo más de 1 km que, a través de campos de lava, te lleva hasta el mar. Fueron las mejores vistas del día. Si planeas visitar la península, amigo viajéfilo, no te pierdas estas playas.
Tras esto nos dirigimos a nuestro hotel, Guesthouse Hof.
DÍA 10: ISLANDIA Y SU CÍRCULO DORADO
Antes de abandonar la península de Snaefellsnes decidimos parar en Gerduberg, por la carretera 54, tomando un pequeño desvío de algo más de un kilómetro. Pudimos ver grandes columnas de basalto, que, al parecer, se forman con el lento enfriamiento de la lava. Desde la carretera se intuían pero la perspectiva cambia cuando las ves de cerca.
Después de Gerduberg emprendimos camino hacia el círculo dorado, la atracción más turística de Islandia y lo que menos nos gustó a nosotros. Cogimos el camino más corto, pasando por Reikiavik, con la mala suerte de que la aplicación nos echó por peaje… llevad cuidado con eso.
Por fin llegamos al parque nacional de Thingvellir, donde está Almannagjá, una gran falla formada por la separación de las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. Es tan grande que se puede caminar por dentro. Además de ser un lugar muy especial geológicamente hablando, históricamente también lo es, pues aquí se constituyó el primer parlamento democrático del mundo.
Una hora después en coche estábamos en la zona de Geysir, el que se considera el padre de todos los geisers. En el pasado era un gran surtidor de agua que alcanzaba 60 metros de altura. Actualmente sólo lo hace 2 o 3 veces al día y a menos altura. Menos mal que nos queda Strokkur, que erupciona con bastante frecuencia dejándonos a todos asombrados. Muy divertido, ¡no te lo pierdas viajéfilo!
A 10 km desde Geysir, por la carretera 35 llegamos a otra de las cascadas más famosas de Islandia, Gulfoss, tan bonita como las otras pero llena de turistas. Desde ella pudimos ver el glaciar Langjökull, lo que nos recordó que, lamentablemente, todavía nos quedaban muchos lugares por conocer. Volveremos.
De camino al hotel a las afueras de Reikiavik, por la carretera 35, antes de llegar a Selfoss, vimos un bonito cráter, Kerid, distinto de los demás por los colores rojizos que rodean su caldera. En su interior alberga un lago color turquesa. Merece la pena visitarlo si pasas por ahí, aunque no es gratuito.
Estábamos ya en las últimas después de tantos días. Cenamos en una pizzería y nos fuimos a descansar. Mañana nos lo tomaríamos con calma.
DÍA 11: REIKIAVIK Y BLUE LAGOON
Al principio no teníamos pensado visitar Reikiavik, creíamos que no nos iba a gustar, nada más lejos de la realidad. Le dedicamos una mañana, tiempo más que suficiente. Si vas con coche y te has alojado a las afueras, como nosotros, no debe preocuparte el aparcamiento. Existen distintas zonas con distintos precios en función de la proximidad al centro, pero también puedes aparcar gratis sin alejarte mucho. En esta web encontrarás las zonas con los precios y horarios: www.iheartreykjavik.net
Lo primero que visitamos fue Hallgrímskirkja, una iglesia de hormigón que imita columnas de basalto, nada especial, pero ya que estábamos… Luego nos dirigimos hacia la calle más famosa, Laugavegur, y dimos un paseo por los alrededores, pasando por la sala de conciertos y el paseo marítimo. Reikiavik tiene mucha vida, toda la gente está en la calle y la cuidad resulta muy curiosa, con sus casas pintadas de colorines y los muchos grafitis que hay en sus paredes. Dicen que los mejores perritos calientes del mundo se venden aquí, yo no diría tanto pero es verdad que están muy ricos y son baratos. Para quien los quiera probar, están en el cruce entre la calle Triggvagata y Posthusstraeti y el puesto se llama Bæjarins Beztu Pylsur.
Por la tarde habíamos reservado en el Blue Lagoon, una gran laguna artificial de agua geotermal situada a 40 km de Reikiavik, más cerca del aeropuerto. Es mucho más caro (45 euros por cabeza) y turístico que los baños del norte, de hecho, debes reservar antes de ir, en esta web encontrarás toda la información: http://www.bluelagoon.com. La verdad es que los del norte nos gustaron más, pero estos también tienen lo suyo, son más rollo spa y las instalaciones son mejores. Te dan una pulsera que lleva un dispositivo para cerrar la taquilla y donde te cargan la cuenta si haces alguna consumición. Dentro del agua, puedes embadurnarte de mascarilla de sílice las veces que quieras. Amigo viajéfilo, si andas corto de tiempo y vas a ir a los baños del norte, quizás puedas prescindir del gran Blue Lagoon, pues es más caro y menos idílico.
DÍA 12: ADIÓS ISLANDIA
Llegaba el fin del viaje. Tras el desayuno fuimos a una gasolinera Orkan que estaba cerca del aeropuerto a lavar el coche y reponer la gasolina. Después nos dirigimos al aeropuerto a devolverlo. Ya he comentado anteriormente lo que nos pasó, no había nadie en la oficina y el tiempo se nos echaba encima. Un chico de los que lavan los coches nos dijo que dejásemos las llaves encima del mostrador, que no había ningún problema. Tuvimos que hacerlo porque aunque esperamos un rato allí no apareció nadie. Nunca tuvimos ningún problema.
A las 17.40 salía nuestro vuelo, con mucha pena abandonamos un país que, sin duda, nos había dejado mella.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER:
– Landmannalaugar y el baño en las pozas
– La piscina en las montañas (Seljavallalaug)
– La cascada Skogafoss
– El cañón Fjadragljufur
– El glaciar Vatnajökull y la laguna Jökulsárlón
– Asjka (si tienes tiempo)
– El lago Mývatn y los alrededores (Detifoss y Selfoss, Hverir, Krafla y Hverfjall)
– Los baños del norte
– Godafoss
– Krossneslaug (si es que visitas los fiordos del oeste)
– Geysir
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6 comentarios en “Como recorrer Islandia en coche. Parte II”
Buenas tardes, llevo meses preparando este destino y vuestro diario me ha parecido muy bueno, claro y conciso y me ha sacado de alguna duda. Gracias por compartir vuestra experiencia. Una duda, creéis la excursión a Landmannalaugar es apropiada para niños de 9 años? Recomendáis más ésta o la de Asjka? Muchas gracias.
Hola José Luis, nos alegra haberte ayudado. En cuanto a lo de las excursiones las dos son aptas para niños (siempre hablando desde mi experiencia y las rutas que hicimos). Quizás en Landmannalaugar haya algún tramo más complicado, pero yo creo que es perfectamente accesible para niños de esa edad. Si tienes tiempo haz las dos, pero si tienes que elegir sin duda Landmannalaugar (soy fan). Además allí tienes la poza de agua caliente y tus hijos seguro que disfrutan.
Vaya dos entregas de Islandia!! ¡ Tú si que eres una auténtica viajéfila! Enhorabuena por los dos posts porque son una pasada, un diario súper trabajado.
Gracias!!!!
Muchas gracias Maria! El mes que viene seguimos tus pasos… Un abrazo!
POdible destino el año que viene!!!
Increíble destino e increíble post. Gracias María por terminar de convencernos de que ese lugar hay que visitarlo, ¡si o si!