Cuantas veces habíamos escuchado que viajar a Cuba antes de su inminente y deseable apertura era imprescindible. No acabamos de saber cuánto de cierto tenía la afirmación pero como excusa para escapar a Cuba una semana era perfecta. Hacía más de 20 años de mi anterior viaje a la isla, en 1993 en el conocido como “periodo especial” por los cubanos, tras la separación de la antigua URSS y aquello quedaba tan lejos que los recuerdos empezaban a esfumarse, de no ser por las ocasionales reuniones con mis amigos Andrés y Esther en las que rememorábamos aquel viaje una y otra vez.
Un vuelo desde Alicante a La Habana con escala en Madrid, salió por 509 euros! Iberia ofrecía el vuelo a la Habana en torno a los 700 euros pero los 28000 avios acumulados de otros vuelos, abarataron cada billete cerca de 200 euros, un chollazo que no podíamos dejar correr. En total planeamos 10 días de viaje, una semana para recorrer el Occidente de Cuba en coche de alquiler y dejar tres días para visitar La Habana y así fue como lo hicimos.
Aproximadamente un par de meses antes nos pusimos manos a la obra. Foros de blogueros, consejos de algún amigo cubano y las clásicas guías de viaje que compramos nos ayudaron en los preparativos previos de nuestro viaje por libre a Cuba. Básicamente, como Carmen escribía en su artículo, debíamos de tener atadas algunas cosas, para poder entrar en el país:
–Visado de entrada en Cuba, nosotros lo gestionamos por mail y en 48 horas estaba en casa. Los dos visados y los gastos de envío costaron 52 euros con online tours. Curioso que sea conocido como la Tarjeta del Turista para estancias menores de 30 días.
–Seguro de salud obligatorio para el viaje y la entrada al país. Como en otras ocasiones, contratado con HEY MONDO, cobertura para diez días a menos de lo que imaginas.
–Una primera noche de alojamiento reservada. Nos decantamos por una casa particular, por precio sobre todo y porque nos apetecía ese modo de sumergirnos en el país. Elegimos el Hostal Casa Vieja en la Habana Vieja por 35 CUC, una habitación doble con baño privado.
–Billete de salida de Cuba impreso, imprescindible para poder hacer el ingreso en la isla.
–Las guías imprescindibles, tan distintas y tan adictivas.
Nuestro recorrido por Cuba quedó como sigue:
1. Primer día de viaje con llegada y noche en La Habana
2. Segundo día para recorrer la distancia entre La Habana y Viñales con escala en el PN de Terrazas. Aprovechamos la tarde para conocer el pueblo de Viñales.
3. Excursión a caballo en el Valle de Viñales y visita de los principales puntos del PN.
4. Ruta en coche entre Viñales y Cienfuegos. Llegada a Cirnfuegos y paseo por Punta Gorda y Plaza de José Martí
5. Camino a Trinidad. Trekking en el Nicho y en el Salto del Caburni en el PN de Topes de Collantes. Noche en Trinidad
6. Visita de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Noche en Sancti Spiritus
7. Ruta en coche hasta La Habana. Paseo por Habana vieja
8. Visita de Vedado y Plaza de la Revolución. Paseo por el Prado y Capitolio
9. Habana vieja, Malecón y Fortaleza del Chorro
10. Habana vieja y vuelta a España
Día 1. Domingo 8 de Mayo. Alicante-Madrid-La Habana
Por la mañana tomábamos el primer vuelo, Alicante-Madrid. La escala en la capital era larga pero nos lo tomamos con tranquilidad sin tener que salir de la T4. A las 17:30 volábamos en dirección a La Habana. Tras las previsibles 10 horas de vuelo, llegábamos de noche a La Habana, al aeropuerto internacional José Martí.
Cambiamos en el aeropuerto algo de dinero a CUCs, los pesos convertibles cubanos utilizados por los turistas. Existen oficinas en el propio aeropuerto, tras salir de la zona de aduana. Pronto tendremos que aprender a distinguirlos de los CUPs, la moneda nacional cuyo valor es mucho menor (1 CUC equivale a 25 CUPs, y aproximadamente un dólar americano). Para cambiar más euros, buscaremos las oficinas oficiales, Cadeca, con mejor cambio que en el aeropuerto. De momento necesitamos pagar el taxi que contratamos por mail con nuestro alojamiento y que allí anda esperándolo a nuestra salida. El precio contratado de 30 CUCs por los dos, finalmente lo negociamos a 20 ya que compartiremos el taxi con otras dos muchachas italianas que han llegado en el mismo vuelo. En unos 20 minutos recorríamos los 17 km hasta La Habana Vieja. Son las 11 de la noche y hacemos el Check in sin problemas. Una casa enorme y una habitación igual de grande. Nos parece muy bien por su precio y localización.
A pesar de la hora, en la calle La Habana, andamos unos metros y nos tomamos nuestras dos primeras Cristal en el Bar Lluvia de Oro (1,65 CUCs cada una). Bastante animada la zona, oscura, de calles mal cuidadas y en las que te sientes seguro a pesar de todo. La noche no dio para más, y no fue por falta de ofertas…
Día 2. Lunes 9 de Mayo. La Habana-Terrazas-Viñales (190 km)
Seis de la mañana hora local, doce del mediodía en nuestra cabeza y hora de levantarse para todos los gallos del barrio. Así que tras la insistencia de estos simpáticos vecinos, optamos por la ducha y desayuno. Para hoy hemos quedado a primera hora con una amiga cubana para dejarle unos regalos de la familia en España y más tarde recogeremos nuestro coche de alquiler para los siguientes cinco días. En el desayuno servido en la terraza del antiguo edificio y con las vistas desde el pequeño balcón de la habitación dan para una serie de buenas tomas con las estrechas calles de la Habana vieja despertando. Los escolares uniformados, los antiguos coches americanos, sus gentes desperezándose tras la noche.
Tras desayunar y un rato de buena charla con la mamá de Ohilde, salimos para un corto paseo hasta la plaza de la catedral y tomar un café en O’Reilly, haremos tiempo para coger el coche. En la cafetería, además de venderse el famoso café cubano se preparan combinados, muchos de ellos con el ron como acompañamiento. El borracho, un bombón con ron añejo, es una delicia. Y siguiendo por calle Obispo en la esquina con Compostela una Casa de Cambio, CADECA, con mejor cambio que el conseguido ayer en el aeropuerto, a 1.10 por euro, eso sí, habrá que aguantar unos 30 minutos.
ALQUILER DE COCHE EN CUBA
Sobre las once, llegamos a las oficinas de Cubacar en el Hotel Sevilla donde tenemos reservado el coche. Su precio 315 euros para cinco días con los 3 de más por día por conductor adicional y otros 3 de más por día por ser automático, “no quedaban con cambio manual”. Primer fiasco, la recogida no es aquí, así que tomamos un taxi hasta Miramar, a otras oficinas de Cubacar donde espera el vehículo. El coche de gama baja que nos toca por el precio pagado es un Kia Picanto. Dejamos 150 CUCs en depósito, reembolsable si no hay incidencias, y pagamos 42 por el depósito lleno que devolveremos vacío, o lo intentaremos… Una exhaustiva revisión más tarde, comprobar los limpias, ver la rueda de respuesto, cerraduras, cinturones, vigilar cualquier daño del vehículo, salimos de La Habana en dirección Viñales.
Aconsejamos bajarse antes de venir al país la aplicación Maps.me, un Google maps muy mejorado que muestra todas las carreteras y caminos además de alojamientos, gasolineras, restaurantes, lugares de interés… sin precisar conexión wifi para ello, pues funciona con GPS.
PARQUE NACIONAL DE TERRAZAS
A unos 50 km, no nos costó mucho localizar la autovía a Pinar del Río tomamos un desvío hacia Terrazas y en 10 km accedemos al parque nacional, una hora después de salir. La entrada de 2 CUCs por persona permite acceder a un área reforestada de los antiguos cafetales del XIX ahora abandonados y que en la actualidad forma parte del área protegida de la Biosfera de Sierra Rosario. Visitamos el cafetal restaurado de Buenavista, los secaderos y el edificio principal ahora restaurante. Un sendero de un kilómetro y medio lleva hasta un mirador pero no lo hacemos. Deshacemos la cuesta con el coche y llegamos al embalse artificial junto el pueblo de Terrazas, el proyecto que nació de la reforestación y es un modelo de ecoturismo y sostenibilidad actualmente gracias a la construcción del Hotel Moka. Cruzamos el pequeño embalse donde se pueden alquilar botes, y seguimos la ruta por el parque hasta la zona de baño conocida como Los Baños del San Juan. Área de picnic, cabañas donde pernoctar y un restaurante junto a las pozas que nosotros pillamos en estación seca y no invitan al baño. Allí mismo nos metemos un bocata que traíamos…
Un rato más tarde seguimos camino de Viñales. Tras unos 80 km, un desvío nos saca de la autovÍa. Hasta aquí el pavimento y el escaso tráfico hace que conducir sea muy seguro, salvo en la cercanía de los puentes donde se agolpan peatones buscando transporte y es aconsejable aminorar la marcha. Los últimos 30 km plagados de curvas llevan algo más de tiempo. Los hacemos acompañados de Lázaro, un autoestopista que lleva nuestra dirección y subimos hasta Viñales, un tipo majo. A 4 km de la población la obligada parada en el Mirador del Hotel Los Jazmines, con fantásticas vistas del valle.
EL VALLE DE VIÑALES
Y sobre las cuatro de la tarde llegamos a Viñales, la pequeña población en cuya calle principal se concentran multitud de comercios, restaurantes y casas de huéspedes, en una hilera interminable de casas con soportales pegadas unas a otras. Bonitas, de coloridos tonos y animadas terrazas a estas horas de la tarde, damos un paseo y aprovechamos para una limonada fría antes de buscar alojamiento. No pensamos sea difícil, prácticamente todas las viviendas ofrecen habitaciones. Desandamos la calle Cisneros de nuevo, vemos una CADECA sin colas, valga como información.
Y efectivamente, preguntamos en dos casas particulares con muy buena pinta, 30 CUCs la habitación por noche sin desayuno. Nos decantamos por Casa Jean Pierre, en una bocacalle de la principal y con una terracita increíble. Resto de la tarde libre para pasear por el bonito pueblo, leer, escribir y sumarse al tranquilo ritmo de los guajiros…
Aprovechamos la tarde antes de salir para hablar con Jean Pierre y negociar nuestro plan para mañana. La mejor de las posibilidades es dedicar entre 3 y 4 horas a explorar el valle. En las agencias se ofrece para grupos, Jean Pierre nos asegura el mismo precio pero en un tour para nosotros y a la hora que queramos. Se puede hacer a caballo, 5 CUCs por hora y persona, o a pie por 10 CUCs por la excursión. Pensamos que a caballo puede ser divertido y quedamos a las 8 de la mañana para salir.
Poco después al atardecer salimos a cenar, la oferta es variadísima, comida cubana, pescados, mariscos, restaurantes italianos. Primero un mojito, o dos…, en El Colonial con buena música cubana… Salimos con 10 CUCs y varias capacidades menos pero muy satisfechos de la buena música que nos regalaron.
Y para cenar, definitivamente y sin ser conscientes de porque, terminamos en La Cocinita del Medio, un sitio que dice “la otra guía” hay que probar al menos una vez. Tremendo servicio, volcarse sería algo, y sin dudas, una buena elección (fastidia darle la razón a esos de la otra guía…) Un buen pollo frito, un buen pescado, abundante guarnición y unas buenas birras por 12 CUCs cada uno. ¡Hay que darle la razón a Lonely!
Terminamos la noche en el local que hay junto a La Cocinita, el Patio del Decimista, donde una pareja nos recuerda que nunca podremos bailar como ellos… amenizado con un grupo en directo que canta las clásicas canciones cubanas de la trova que todos conocemos. ¿Cuántos buenos músicos tiene Cuba? Y muy a pesar nuestro, habrá q ir a dormir, definitivamente el resto de turistas y locales no piensan igual y aguantan un rato seguro, ¡buen ambiente en Viñales!
Día 3. Martes 10 de Mayo.
Lo mejor de la visita al Valle de Viñales
El Valle de Viñales, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 1999 ofrece un paisaje cárstico espectacular lo que unido a su modo de vida tradicional en torno al cultivo del tabaco mereció el nombramiento y la protección de su entorno. Las formaciones calizas aquí reciben el nombre de mogotes y la densa vegetación que los cubre, hace de la estampa uno de los parajes más bellos de Cuba. En algunos casos la erosión ha llevado al derribo del interior de algunos de estos mogotes, creando alguna de las más famosas grutas de la isla, como es el caso de la Gran Caverna de Santo Tomás, la mayor de todas. Desde excursiones a caballo, escalada, fabulosas rutas de senderismo… la oferta es tan variada como extenuante en la zona.
Nosotros, tras contactar la tarde anterior con Jean Pierre, elegimos para la mañana salir a caballo por el Valle de Palmarito. La noche la hemos pasado regular, los gallos aquí en Viñales están más cerca y madrugan mucho más. Además esta noche han decidido hacer duetos con todos los perros del barrio… Tras el potente desayuno servido salimos en el coche hasta donde nos esperan para la ruta. Son las 8:30 cuando conocemos nuestro transporte, Caramelo y Mulato.
Primero visitamos una plantación de tabaco donde nos explican el proceso completo. La misma tierra sirve alternativamente para cultivar tabaco y maíz. Unos 4 meses de crecimiento hasta su recolección, otros tantos para su secado y cuatro más para su fermentación hasta que se elabora el puro. El 90% de la producción de hoja de entrega al gobierno, solo el 10% se elabora de modo artesanal por parte de los campesinos. Y allí mismo el muchacho elabora un Montecristo número 4, el favorito del Che. Todavía me pregunto porque le dejamos 5 CUCs de propina a Dixan, que así se llamaba el muchacho.
Después de un rato cabalgando entre los campos nuestra siguiente parada en la Cueva del Silencio. La cruzamos con un guía por 2 CUCs cada uno. El pasillo se estrecha demasiado por momentos. Acabamos llegando al otro lado del mogote entre las curiosas formaciones. De nuevo a lomos de Caramelo y Mulato paramos en una especie de mirador y en el pantano del Capón donde es posible el baño.
En una hacienda cercana y con estupendas vistas del valle, un muchacho nos explica cómo es la producción del café arábiga de la zona. Cultivado en la altura de los mogotes y cuyo cultivo es 100% orgánico por tratarse del área protegida. Allí mismo degustamos un fantástico guarapo, el jugo de la caña. Eso sí, nos meten 3 CUCs por cada uno, turistada…
Y ya desde aquí volvemos y tres horas después terminamos el recorrido. Totalmente recomendable. Le pagamos a André, el guajiro que nos ha acompañado con los caballos, 40 CUCs, por cuatro horas como propina.
Es mediodía y pensamos que tiempo para un café. Subimos con el coche hasta el otro hotel con buenas vistas de Viñales, La Ermita. Todavía con tiempo y ganas, llegamos en coche hasta el Mural de la Prehistoria, a 5 km del pueblo, enorme y colorida pintura sobre un mogote que se ha convertido en reclamo turístico. Pintado en los 60 por un grupo de pintores que tardaron 4 años en terminarlo. Desde la carretera y sin entrar al recinto, previo pago, echamos unas fotos y lo damos por visitado.
Para comer elegimos El Olivo, que reza “dieta mediterránea” y tiene una pinta exquisita. Y volvemos a acertar, tremendos platos de carnes y pescados con guarniciones inabarcables que nos obligan a una buena siesta al terminar… Total con postrazo y bebida: 40 CUCs bien pagados.
Y tras la reponedora siesta, salimos a visitar la Cueva del Indio, una gruta enorme en la que existen restos que demuestran un antiguo asentamiento indio. El recorrido de unos 250 metros a través de una alta galería desemboca en un río subterráneo por el que se completa el trayecto en lanchas motoras. El precio 5 CUCs, cierra a las cinco de la tarde.
La agradable tarde nos sirve para un último paseo por el animado pueblo de Viñales. Y en una calle fácilmente reconocible por la gran cantidad de turistas sentados en la acera, móvil en mano, compramos en ETECSA una tarjeta prepago de internet y así aprovechamos para conectarnos un rato. Por dos pesos, una hora de navegación valido para 30 días. ¡Además funciona de lujo!
Cenamos unas pizzas en El Barrio. A 4.5 CUCs. Con esto y la trova como fondo tiramos para cama. Nos encantó Viñales…
La población de Viñales es una delicia en si misma, una simple calle plagada de restaurantes y buenos lugares donde tomar una copa y escuchar son cubano en directo. La mejor manera de disfrutar al 100% es alquilar una habitación en una de las muchas casas particulares, puedes incluir el desayuno y seguro que no te decepciona la experiencia. Un día de excursión a caballo por el Valle de Viñales, lo puedes reservar en varios sitios allí mismo, seguro que es el broche perfecto a tu estancia. |
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8 comentarios en “Viajar a Cuba por libre I: Valle de Viñales”
No conocía nada sobre Viñales. Hace un rato se contactó mi hijo, que ha llegado a Viñales en bicicleta desde La Habana. Buscando encontré este blog y lo que he leído me ha gustado mucho. Me alegro por Santi, que disfrutará de un lugar hermoso y adecuado para él, ya que le gusta la escalada en roca, el trekking y la aventura. Gracias por contar vuestras experiencias. Abrazo desde la Patagonia Argentina.
Sin duda va a disfrutar muchísimo del área de Viñales. Una delicia para el senderista. ¡Gracias por tu comentario!
Aún con los ojos húmedos por la inevitable lágrima de la nostalgia, me repongo, suspiro y le doy gracias mil a los hacedores de este viaje lleno de encanto recreado en el relato de sus co-protagonistas (los otros protagonistas son esos mogotes tan de mi Cuba, tan de mis anhelos). Gracias infinitas por vuestro respeto, por vuestra manera cariñosa y limpia de tratar la historia y vida cotidiana de mi tierra. Qué pena no poder sustituir la falacia de aquella prensa común que nos llega desde el lado oscuro del alma de algunos, por el brillo y la dulzura simple y humana de vuestro contar a Cuba desde el lado amable y sano del alma. GRACIAS!
Muchísimas gracias por tu comentario. Sin duda ha sido la mejor de las sorpresas recibidas en este post, unas frases que nos emocionan al leerte y que nos empujan todavía más a hablar y contar a todo el mundo las maravillas de aquella isla y de sus gentes. No hay nada de fantasía en este relato viajero, realmente fueron unos maravillosos días en uno de los rincones más bonitos del planeta. Gracias de nuevo por leernos y enhorabuena por venir de aquella tierra tan hermosa.
El primero de varios post del occidente cubano… y cuando quieras regresamos para seguir recorriendo la isla.
Cuando se lee estas letras tan explícitas y bellas no hay cabida para otra cosa q no sea la admiración , soy cubano y me he sentido más cerca de mi país al leer estos párrafos q nunca , gracias a personas como ustedes se demuestra la importancia de las pequeñas cosas porque muchas veces creemos que lo moderno y actual es lo real y único , siendo en ocasiones lo sencillo y modesto lo más importante … Gracias amigos por darme esta alegría
Sin duda uno de los países más atractivos de cuantos podemos visitar en el planeta. Su pasado, su presente y su futuro lo convierten en un destino obligado que esperamos sea mas fácil con nuestra experiencia. Muchas gracias a tí por ayudarnos a organizarlo.
Gracias a ti por todo lo aportado para nuestro viaje a tu lindo país.