La Habana no es una ciudad pequeña. Con dos millones y medio de habitantes. Sus más de 500 años de historia la han ido modelando. Estos siglos han hecho que no sea corta la lista de las visitas imprescindibles en La Habana.
Y es que desde que los españoles la pusieran en el mapa y en los siglos posteriores, su estratégica localización, la riqueza de sus materias primas y el mismo pueblo cubano la han colocado en el punto de mira de muchos. Desde Colon, a José Martí, Batista, el Che Guevara o Fidel siempre fue y será una codiciada ciudad para todos. Cada uno dejó su más o menos amable impronta en sus calles y se nota esta mezcolanza, así que hay que ver todas sus caras y aristas para acercarse a comprenderla.
Las visitas imprescindibles en La Habana
Cuántos días hay que pasar en La Habana
En ocasiones nos preguntan cuánto tiempo le dedicaríamos a visitar La Habana. ¡Tantos como puedas!. Nosotros la consideramos la ciudad colonial más bonita de Latinoamérica y siempre estamos dispuestos a volver, siempre encontramos algo diferente e interesante. Al menos os aconsejamos pasar tres noches en La Habana. Son demasiados los rincones imprescindibles de La Habana que no perderse.
La capital se divide en barrios y os trataremos de resumir en cada uno de estos cuáles son las mejores visitas, esos lugares imprescindibles de La Habana. Al menos los que nosotros hemos ido conociendo y lo que más nos gustó en nuestros viajes a la capital.
Cuba es un viaje muy sencillo de organizar por libre. Si queréis más info, después de nuestra última escapada os dejamos un artículo completo sobre cómo organizar una semana de viaje a Cuba por libre: La Habana y Varadero.
El mapa con las visitas imprescindibles en La Habana
Lo mejor de la Habana Vieja, la Cuba colonial
El lugar donde comenzó el asentamiento español tras la llegada en 1514 es el distrito donde mayor número de visitas imprescindibles encontrarás en La Habana. La ciudad tomó su nombre de la hija de un jefe indígena y la ciudad acabó siendo capital de Cuba en 1607. Pasear entre sus cuatro plazas principales es una delicia en la que siempre tropiezas con la mejor escena para tu cámara. ¿Seguro que has pasado por todas las calles?
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El Capitolio de La Habana
El Capitolio de Cuba, igual al americano pero con una cúpula de 91 metros, seis metros mayor que el de Washington. Una cúpula, por cierto, cubierta de oro no hace demasiados años tras una donación de Putin. Los americanos permitieron su construcción y no se escatimó en materiales.
Construido en 1926 aunque en constante remodelación y famoso por multitud de datos y leyendas. Famoso por ejemplo por el diamante interior que representa el kilómetro cero de las carreteras de la isla y que ha sido robado hasta en tres ocasiones nos contó nuestro guía. Nadie sabe dónde está ahora. El dicho en La Habana “eres más falso que el diamante del Capitolio” tiene mucha pegada…
La información más completa y las recomendaciones para no olvidarse nada, en nuestro post > Requisitos para viajar a Cuba |
Los alrededores del Capitolio
El Parque de la Fraternidad, a un lado del Capitolio. Un de los parques más cuidados en La Habana. En el centro, una ceiba plantada durante su inauguración con tierra de las repúblicas que fueron invitadas a la confederación de estados.
El Centro Cultural Yoruba de Cuba. El centro de la religión yoruba, la tradicional santería cubana. Aunque oficialmente los católicos se cifran entorno al 80% de la población son muchos menos. No es difícil ver pasear por las calles de La Habana los santones, personajes supuestamente renacidos que vestidos totalmente de blanco impoluto pasean su condición divina por la ciudad.
El Barrio Chino de La Habana, poblado originalmente con asiáticos llegados en la época de auge de las plantaciones de azúcar aunque hace años migraron todos del país. No es fácil vivir en una isla bloqueada económicamente y donde la propiedad privada no está permitida. Destaca la silueta del edificio nacional de la telefonía.
La fábrica de Partagás, aquel catalán que fundó la fábrica de puros en el país. En 1827 Jaime Partagás registró su marca, una pequeña fábrica de tabaco que tardó más de 20 años en levantar hasta ser una de las mejores marcas de puros del mundo. Esta fábrica de la calle Industria es la más antigua de la ciudad.
Actualmente en restauración, se está construyendo el edificio del museo del tabaco de Cuba. En los laterales los edificios dan para un buen rato de fotografía. Como nos recuerda el guía, en La Habana todo se está cayendo o en reconstrucción.
Todavía alrededor del Capitolio, el antiguo cine El Megano y el teatro Campoamor, ambos ahora cerrados (y en reconstrucción). La ciudad de los años cincuenta llegó a contar con más teatros y cines que Paris o Nueva York. En 1959 con la revolución acabó todo esto y parece que La Habana se convirtió en una foto fija del momento. Frente al Capitolio el que fuera hotel Payret.
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El gran Teatro de La Habana
La plaza sigue hacia José Martí donde destacan el Gran Teatro de La Habana comprado por el centro Gallego que con la Revolución quedó relegado a un pequeño local tras el teatro. Actualmente la sede del ballet nacional de Cuba se ha renombrado como el Gran Teatro de Alicia Alonso, una de las mayores bailarinas del mundo. La sala principal, conocida como la sala Federico García Lorca, tiene capacidad para 1500 espectadores.
En el centro de la plaza la estatua de José Martí, héroe de la independencia cubana en 1895. Otra de las visitas imprescindibles de La Habana si se quiere conocer la histroia del país. Como fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la guerra de la Independencia es el personaje histórico más aclamado por los cubanos, de unos u otros signos políticos.
El famoso hotel Inglaterra, imprescindible parada de La Habana
El hotel Inglaterra al lado, el primero de la ciudad y a un lado el hotel Telégrafo que será el primer hotel para la comunidad LGTBI. Por el hotel Inglaterra han pasado todos los personajes famosos y casi todos los turistas terminamos con una café buscando la conexión a la red en la terraza del mismo, el conocido como Gran Café del Louvre. El hotel Inglaterra se fundó en 1875, lo que lo convierte en el hotel más antiguo de La Habana. Fue declarado monumento nacional en 1981 dada la importancia histórica del edificio en todas las etapas del país.
Café El Floridita
El Floridita, el lugar que frecuentaba Hemingway y donde se ponía fino con los famosos daiquiris. Se fundó en 1877 y aunque no es cierto que el cocktail fuera inventado aquí, tiene el récord del daiquiri más grande del mundo con 250 litros. No dejes de llevarte tu foto apoyado en la barra junto al escritor.
Los edificios de La Habana vieja
El edificio artdecó de Bacardi, fábrica de ron original de Santiago de Cuba pero migrada a Dominicana en 1960 huyendo de las nacionalizaciones aunque ya el el 36 su destiliería principal se estableció en Puerto Rico para evitar os impuestos del ron exportado a Estados Unidos.
El famoso ron del murciélago eligió este animal para su marca por la abundancia de estos en las plantaciones de caña de azúcar. Entendieron que añadirlo a su logo lo convertían en un ron fácilmente identificable en la población del siglo XIX con altos niveles de analfabestismo.
La Bodeguita del Medio
La Bodeguita del Medio, el lugar del mojito para los guiris aunque los cubanos te lo recomendaran en muchos otros locales. Hay que ir para sentir lo que sientes tantos al entrar en el más famoso establecimiento de La Habana.
No hay personaje célebre que no haya pasado por aquí y es habitual dejar la firma en sus paredes para certificar esta estancia. De nuevo el personaje más famoso que por aquí pasó, Ernest Hemingway al que se atribuye la frase “Mi mojito en La Bodeguita, mi daiquirí en El Floridita”.
La plaza de la Catedral de La Habana
La plaza de la Catedral con la bonita fachada del templo presidiéndola. Esta fue la última de las cuatro plazas de la capital en inaugurarse. Originariamente fue la ciénaga donde drenaban las fuentes de la ciudad. Una vez limpia se construye la catedral y los edificios de los nobles alrededor. Se construyeron en piedra extraída del mar en estilo barroco cubano, basta con acercarse para ver fósiles marinos incrustados en sus muros y comprobarlo. Se puede visitar la nave principal gratuitamente pero para una visita de 50 minutos y subir a las torres hay que pagar 10 €. En un lateral una estatua del bailarín Antonio Gades, cercano al régimen comunista, contempla la escena.
Frente a la catedral, el museo de Arte Colonial (10 pesos, 1 €). Una colección de la época colonial en un edificio con un precioso patio interior.
El callejón del Chorro
La plaza se abre a el callejón del Chorro, hoy día donde se juntan algunos de los más tradicionales paladares cubanos: Casa Eutimia, Casa Roma o el local Esto no es un café. Los restaurantes de la capital se llaman así por la novela “Mujer con aroma de Café” que tan de moda se puso en los noventa en la tele. O veías la serie basada en la novela colombiana o escuchabas a Fidel en el otro canal.
La plaza de Armas, otra imprescindible de La Habana
La plaza de Armas con el palacio de los Capitanes Generales, la sede del gobierno colonial español. Al frente la única calle con pavimento de madera que mandó construir el gobernador para evitar el ruido que producían los carruajes y molestaba a su esposa. En el centro la estatua de Céspedes, el primero de los héroes que emprendió la guerra por la independencia y que terminó perdiendo a su hijo asesinado a manos de los españoles por este motivo.
El castillo de la Real Fuerza, una de las fortalezas más antiguas de América, que defendía la ciudad de los ataques piratas. Al parecer poco afortunado en su ubicación. En el edificio, destaca un pequeño torreón, La Giraldilla, donde dicen siempre aguardaba la esposa del gobernador su vuelta.
A un lado, el Templete, el lugar donde se fundó la ciudad por Cristobal de las Casas el 16 de noviembre de 1519.
El museo de Historia Natural el edificio donde se localizó la primera embajada de Estados Unidos y donde arranca la calle más transitada de La Habana, calle Obispo.
Y siguiendo la calle Obispo
El hotel Ambos Mundos famoso por ser donde se alojaba Hemingway en sus primeros viajes a Cuba, muy cerca de la Bodeguita y de la Floridita. Sabia decisión
La plaza de San Francisco de Asis o plaza de las palomas para los cubanos. Destaca en la plaza el convento de San Francisco, un enorme edificio de tres naves que se sostenta sobre 12 columnas, en representación de los 12 apóstoles de la iglesia católica. La iglesia termina en una torre que representó durante años el edificio más alto de La Habana colonial durante muchos años.
Otro de los edificios más destacables de la plaza es la lonja de Comercio. Además un par de edificios señoriales convertidos ahora reconvertidos en hoteles y la casa de la pintora venezolana Carmen Montilla esconde un gran mural en el patio interior.
El acueducto Alviar o zanja Real de 1562, cuyos restos podemos contemplar antes de llegar a la más bonita de las plazas cubanas.
La plaza Vieja de La Habana, la mas bonita
La plaza Vieja, el mercado donde se comerciaba el producto tras llegar a puerto. Ahora mismo rebosa de locales y terrazas donde los turistas se avituallan. Probablemente uno de los mejores lugares donde comer y beber en La Habana. Si comenzaste a caminar en el Capitolio seguro que llegas aquí con ganas de parar.
Durante todo el recorrido te ofrecerán cambiar moneda en la calle. No hay ningún problema para cambiar euros en la calle por pesos cubanos. Sólo tienes que ser prudente y estar atento. El cambio habitual que te ofrecerán 1 € por 100 pesos cubanos |
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El paseo en el Barrio de Vedado
La Cuba de los viejos hoteles y casinos, la decrépita Habana que terminó por provocar la caída del antiguo todopoderoso Batista. También la de las bonitas casas bajas de grandes patios, terrazas y balconadas donde vivieron los más adinerados al aumentar los límites de la capital.
El cementerio de Colón
El cementerio Cristóbal Colón que aunque no fue el primero construido si fue el más importante. Hay algunas de los mausoleos de personajes más importantes del país. El lugar esta cargado de leyendas. Una de las más famosas la leyenda de la Milagrosa. Cuenta que una mujer falleció y fue enterrada embarazada. Cuando se removieron los huesos para albergar más cuerpos se encontraron los restos de la madre abrazados al bebé. Desde entonces las mujeres embarazadas la visitan sin darle jamás la espalda. Con un donativo se puede subir a la iglesia del camposanto desde donde se pueden tomar buenas fotos.
Algunos otros mausoleos famosos como el dedicado a los ocho estudiantes de medicina fusilados en 1871 o el imponente monumento dedicado a los bomberos muertos en un incendio de La Habana a finales del XIX. Nuestro guía nos llevó a la tumba de Antonio Guiteras uno de los silenciados de la historia cubana por ser el precursor de las ideas que después copió Castro. También algunos monumentos construidos en la revolución y en honor a los caídos.
La plaza de la Revolución de La Habana
La plaza de la Revolución, el lugar más importante del alzamiento. La plaza conocida antes como la plaza Cívica tomó relevancia con los discursos de Fidel que gustaba de hacerlos aquí frente a la estatua homenaje a José Martí. El mirador que preside la estatua es el punto más alto sobre el nivel del mar en La Habana. Algunos de los discursos se llevaban muchas horas y fue célebre por ello.
En la plaza se muestran también las siluetas y dos de sus frase más célebres de Che Guevara (Hasta la victoria siempre) y Camilo Cienfuegos (Vas bien Fidel). La leyenda dice que en uno de los largos monólogos De Castro, Camilo asomó tras el escenario montando gran revuelo entre la muchedumbre. Únicamente dijo esta frase que ahora da pie a su figura: “Vas bien Fidel”.
La historia cuenta que el Che terminó por pelearse por sus ideales con Castro y tuvo que huir del país y Camilo Cienfuegos murió en un “accidente” de avioneta, supuestamente también por desavenencias con el líder.
A los lados de la plaza, el teatro nacional de Cuba, bastante feo y sin nada que ver con el teatro de La Habana en el centro y la biblioteca nacional junto a otros edificios ministeriales. Nótese la diferencia de tamaño en los edificios según las preferencias del dictador…
El Nacional
El hotel Nacional de Cuba, un emblema nacional en el que se han alojado las más importantes celebridades del mundo, uno de los últimos, Barack Obama. Su ambiente y decoración vintage te llevarán a los años de la Cuba de los excesos, los casinos y los gangsters. Merece la pena visitar el hall y, sobretodo, disfrutar de un atardecer frente al Atlántico en sus jardines.
Lo mejor de Centro Habana, sus calles
El paseo del Prado que divide Habana vieja de Habana centro. Llega desde la plaza José Martí hasta el Malecón y es otro de los lugares donde se reúne la gente de La Habana al caer el sol.
El Malecón, que decir del paseo por antonomasia donde los cubanos pasan los atardeceres.
El callejón de Humel (un americano que migró a Cuba e hizo fortuna) comenzó a funcionar como entorno artístico en la década de los noventa pasada la época de la ayuda de la antigua URSS. La idea fue una manera de buscarse la vida en los peores años de la revolución castrista. El artista urbano Salvador González comenzó la creación de ese espacio y hoy se ha convertido en visita obligada en La Habana.
Más allá de la bahía de La Habana
Por muy pocos pesos cruzaras en el ferry hasta el otro lado de la bahía. Las mejores vistas de la vieja Habana sin duda.
El Cristo de La Habana. Realizado en mármol y como regalo a Batista en el 58 tan solo un año antes de que lo derrocaran. Justo al lado la conocida casa del Che, un personaje tan querido como odiado entre los cubanos: “Patria o muerte”.
Al frente el complejo militar Morro-Cabaña desde donde se lanzan los cañonazos que anunciaban la apertura y cierre de la bahía, tradición qué hoy se mantiene a diario a las nueve de la noche. El complejo incluye el Castillo de los Tres Santos Reyes del Morro cuya construcción comienza en 1589 y la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, de 1763 cuando la corona española recuperó La Habana de la invasión inglesa una año antes.
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