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La ruta entre Sarajevo y Mostar: Konjic y Jablanica
A priori la ruta a Mostar solo llevaba un par de horas (140 km). Sarajevo y Mostar están unidas al principio por una autopista, la A1, y permite avanzar con facilidad. Después se toma la E73, una nacional de doble carril en buen estado.
En la ruta por Bosnia Herzegovina, algunos de los viajeros que seguíamos en redes y en sus blogs, viajaban desde aquí a Jajce, famoso emplazamiento de unas de las más bellas cataratas del país parando en el pueblo medieval de Travnik. Era un tiempo del que no disponíamos, se quedaba para la próxima.
Cerca de una hora de viaje y unos 60 kilómetros desde el centro de Sarajevo nos llevaron hasta Konjic, la primera de nuestras paradas.
La visita de Konjic y el búnker del mariscal Tito. D-O ARK Tito’s búnker
Konjic tiene un casco antiguo que merece la pena visitar en el camino entre Sarajevo y Mostar. Toda la ciudad gira en torno al puente otomano sobre el río Neretva construido en 1682 y que los nazis dinamitaron al batirse en retirada. En 2009 se inauguró la reconstrucción del mismo tras 1000 años del primero que cruzaba el río en este lugar.
Cruzándolo se encuentra la antigua mezquita, de 1463. Tras la misma, el cementerio con las tumbas de muchos de los jóvenes que murieron en la guerra. Aquí leemos acerca del teniente de la legión Monterde que en 1993 defendió la vida de 171 croatas que huían de una muerte segura. Desobedeciendo las órdenes recibidas puso a salvo a la población.
Nuestro paseo por Konjic nos llevó hasta la otra mezquita visible desde el río, Tekke mosque de 1622.
El búnker del Mariscal Tito
Además, el otro reclamo para la visita de la ciudad es el conocido búnker de Tito. Un proyecto que llevó a cabo en secreto el mariscal durante años como refugio para él y sus mandos más importantes en caso de necesidad. Hoy día se estima el coste de su construcción entre cuatro y cinco mil millones de dólares, lo que hace una idea de todo el empeño que puso en traer la última tecnología para defenderse.
El mariscal en su juego político vivió constantemente amenazado. Todo bicho viviente quería acabar con él. Desde luego el hombre no escatimó en dinero para evitarlo. A los muchos refugios que se construyó por toda Yugoslavia sumó este que realmente fue al que más tiempo y dinero dedicó. Casi treinta años para terminar lo que sería si escondite en caso de ataque nuclear, una circunstancia que nunca se produjo. De hecho el búnker permaneció como nuevo y en secreto hasta 1992. Se intentó destruir antes de la caída del régimen, pero se logró evitar gracias a dos soldados sabotearon el mecanismo de explosión.
El búnker, a ocho kilómetros de la población, es ahora mismo visitable. Hasta 2011 no se podía acceder, solo militares y personalidades. Ahora sirve como lugar de exposiciones y se hacen visitas guiadas diariamente. Para llegar tanto Maps Me como Google Maps os llevarán a error. De hecho os meterán en un polígono industrial donde el vigilante, cansado de turistas perdidos, tiene en el móvil el texto escrito con las indicaciones correctas. Hay que llegar el restaurante Han, junto al río, cruzar el puente y siguiendo el camino a la izquierda se alcanza pasados unos siete kilómetros. Si habéis cruzado un túnel y de nuevo otro puente y de nuevo estáis en la otra orilla del río, estáis en el camino correcto.
La entrada para la visita cuesta 20 marcos (10 €). La visita hay que hacerla guiada y es un poco lío comprender cuando se hace. Llegamos pasadas las doce y conseguimos que nos unieran al grupo del mediodía. Eso o esperar a las dos de la tarde.
El complejo subterráneo tardó 26 años en considerarse acabado (1979) y sería capaz de aguantar una explosión nuclear de 25 megatones. Con capacidad para unas 350 personas incluyendo el personal de servicio, el lugar estaba diseñado para mantener con vida a este número de personas durante seis meses. Durante los años de su construcción la población pasó de 2000 a 25000 con la excusa de que se trataba de una fábrica de munición.
Se visitan las cocinas que servirían a todos los supervivientes, los generadores de electricidad y los enormes tanques de agua de los abastecerían. Dos grandes depósitos de gasolina estaban preparados para hacer explotar por completo el complejo en caso de necesidad. En un teléfono rojo se recibiría la orden. Esta fue la comunicación que sabotearon los soldados y así evitaron su destrucción en el 92.
Se suceden las salas de comunicaciones con tecnología punta para la época. Igualmente aparatos de aire acondicionado para todo el complejo. Se trata de sistemas que tardaron 20 años en aparecer en el resto del país. La visita acaba en las habitaciones de los cinco generales elegidos y la gente que salvaría junto con la habitación preparada para Tito en la segunda planta. Dos salas de conferencias, gimnasio, zonas de recreo… Llegamos a los casi 300 metros bajo tierra.
El amigo, ciertamente preparado para escapar, contaba también con un aeropuerto subterráneo en el norte y un puerto listo para salir del país.
La visita se lleva una hora y media.
La corta parada en Jablanica para probar el cordero
Una vez hecha salimos hacia Jablanica, la segunda de nuestras escalas en la ruta entra Sarajevo y Mostar. Dos cosas nos interesan de la población: el famoso puente y el cordero… Una de las 10 experiencias que vivir en Bosnia Herzegovina: catarlo
El famoso puente ferroviario fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial, bombardeadlo mientras cruzaba un tren de hecho. Hoy día se aprecian unos restos del mismo pero no corresponden al original sino a los utilizados en la grabación de una película sobre los hechos, la batalla del Neretva. Por cierto recibió el Oscar a la mejor película extranjera en 1969. Aún así resulta muy fotogénico. Con la foto hecha seguimos unos cientos de metros a por el cordero.
Jablanica es también famoso por la elaboración del mejor cordero de Bosnia Herzegovina. Son muchos los restaurantes que lo preparan durante horas y además gozan de buenas vistas para disfrutarlo. Desde luego hasta llegar al elegido veras muchos donde los corderos dando vueltas aguardan a ser devorados. Elegimos después de navegar por páginas de opinión el Rte. Kovasevic. Un kilo de cordero por 35 marcos (17.5 €). Nosotros, siendo cinco, pedimos un kilo y medio. Con la verdura, las patatas (que repetimos) y la bebida: 13 euros cada uno. Las vistas no están pagadas por mucho que te pidan.
Si de verdad te gusta la carne, no dudes en hacer esta parada. Cocinan el cordero a fuego lento y el resultado es delicioso. Quisimos incluir este restaurante y su famoso cordero en el post que dedicamos a lo mejor de la gastronomía de Bosnia Herzegovina.
El tramo de carretera que sigue entre Jablanica y Mostar es un espectáculo en sí mismo. Paralelo al río Neretva que forma un espejo en el que se reflejan las montañas del otro lado. Solo unos 45 kilómetros y llegamos a Mostar, otro de los grandes objetivos de este road trip por los Balcanes.
En Mostar tenemos reserva para los cinco que quedamos en viaje: Central Located Gueshouse para 2 noches por 85 € (8.5 € pp y noche). Dos habitaciones, una doble y una triple. No incluye desayuno pero es imposible pedirlo por ese precio. El dueño contestaba por Whatsapp de inmediato y nos recomendó parking gratuito al acercarnos a la ciudad. Para un presunto un poco mayor, en pleno centro histórico, el Hotel Emen.
Una buena opción de alojamiento para un grupo en Mostar por localización y precio: Central Located Gueshouse |
Check in y rápido para ver el atardecer en el Stari Most de Mostar. La primera impresión es imponente. El puente, las torres medievales, el pequeño bazar, las mezquitas… y el sol poniéndose. Mostar nos iba a gustar mucho. Pero después de un breve paseo decidimos dejar la visita de la ciudad de Mostar para el día siguiente.
Te dejamos los enlaces a los artículos de Viajéfilos sobre Bosnia Herzegovina
Alquilar un coche para recorrer los Balcanes: ¿Fácil o difícil?
Qué comer en Macedonia del Norte, Serbia o Bosnia-Herzegovina
La visita de Mostar en un día y la ruta hasta Dubrovnik

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3 comentarios en “La ruta entre Sarajevo y Mostar: Konjic y Jablanica”
Igual nos pasamos por Bosnia el proximo verano. Me guardo el post. Gracias por compartir, saludos.
Pues para nosotros fue la guinda perfecta de nuestro viaje por Balcanes. Nos quedamos con tiempo de más y desde luego Bosnia-Herzegovina es un destino con un potencial brutal. Gracias por el comentario. ¡Ya contáis que tal!
Un día completo del todo, con unos paisajes preciosos, la interesante visita al búnker del Mariscal Tito y, por supuesto, el delicioso cordero de Jablanica.
Gracias!!!!!