Tenemos dos días y medio aprovechando como podemos el puente de diciembre. Así que acoplamos los vuelos para sacar el máximo partido a Barcelona y hacer de esta escapada una gran Barcelona con adolescentes, primera visita.
Barcelona es una ciudad muy chula. Pero más que la urbe en sí misma, lo que es más chulo de Barcelona, lo que la hace cosmopolita y especial es su oferta cultural. Y no hablo de la cantidad, que en casi todos sitios es ya abundante, sino de su originalidad, de su modernidad, de su singularidad. Barcelona, más allá de su arquitectura o su arte externo, le da la vuelta a todo en el interior. Casas tradicionales y antiguas son por dentro modelos de actualidad. Iglesias antiguas se convierten por dentro en mercados modernos. Y su oferta cultural es así. Pero para una primera visita, elegimos Barcelona al aire libre, Barcelona por fuera, la fachada de Barcelona. Una vez que tenemos media idea de cómo es la ciudad, estamos preparados para volver y consumir esa originalidad que la hace especial.
Barcelona con adolescentes
El alojamiento en Barcelona
Absurdo es hablar de alojamientos en ciudades como Barcelona, pues tiene una oferta infinita. Apartamentos, hoteles, hostales, lo que quieras, donde quieras y al precio que quieras.
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Día 1 en Barcelona: Colón, Barrio Gótico y el Paseo de Gracia
Día intenso que empieza bien temprano para llegar a coger el vuelo a las 7 am desde Alicante, pues nos tenemos que levantar a las 4. Aprovechamos la localización del hotel al final de la avenida del Paralelo para acercarnos al mar y empezar a andurrear por Colón. ¡Lástima que por el Covid estén suspendidas las visitas al mirador! Porque nos hubiera gustado subir en el ascensor estrecho a mirar en la dirección que marca el dedo de Colón…
Pero seguimos paseando y paseando y nos metemos al barrio Gótico a la altura de la iglesia de la Merced. Callejeamos y disfrutamos de edificios, calles, ambiente, tiendas, balcones, etc… Llegamos a la catedral de Barcelona, que decidimos visitar por dentro, para lo que tenemos que sacar entrada porque no es hora de culto, así que no podemos colarnos. Pero de esta manera podemos subir a la azotea y disfrutar de las vistas que nos perdimos con Colón.
Seguimos callejeando y damos con el Palau de la Música. Imprescindible. ¿Cómo perdérselo? Menuda explosión de color.
Y saliendo toca comer… Cualquier sitio es bueno. No esperamos gran cosa yendo con estas chicas.
Seguimos callejeando para dirigirnos a la Puerta del Ángel y así empezar con la tarde dedicada a las chicas: compras. Paseo de Gracia y alrededores. Así al menos veo la casa Batlló y la Pedrera desde fuera…
Terminamos la larga jornada volviendo andando al hotel. De camino unas pizzas para llevar que comemos en la calle.
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Día 2 en Barcelona: Parque Güell, Gracia y Ciudadella
Tenemos reservadas entradas para el parque Güell, en el que echamos toda la mañana. Al salir, poca oferta de comida en Gracia a esa altura. Pero encontramos un bar de platos combinados llevado por chinos al comienzo de la calle del Torrent de l´Olla.
Quedamos así dispuestos a callejear por Gracia hasta llegar a la Diagonal para coger el bus número 6, que nos deja en la plaza de Tetuán, justo para ver el Arco del Triunfo. Desde allí volvemos a callejear por ese lado de Ciudadella hasta llegar al mar de nuevo y avanzar paralelos al mismo otra vez hasta Colón.
Parada técnica en la noria (aviso: es más alta de lo que parece. Muuuy alta…).
Día 3 en Barcelona: Montjuic
Para hacerlo más diverso, pienso en subir por las escaleras mecánicas. Coger el teleférico al castillo y bajar en funicular. Así se hace la cosa variadita. Así que nos dirigimos desde el hotel con el bus D10 a la plaza de España, donde comienzan las escaleras, subiendo de frente al Palacio Nacional del Montjuic, sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y disfrutando de su vista y de las cascadas. El baile de luces y música de la Fuente Mágica de Montjuic, está suspendido por Covid. Así que, de momento, no penséis en dejaros caer por allí al atardecer para disfrutarlo.
Pasamos entre en Palau Sant Jordi y el estadio olímpico. Y nos dirigimos al funicular para subir al castillo. Una gran gran cola. Bueno, no muy larga, pero sí muy lenta. Pasamos más de una hora. Y es porque en las cabinas suben en grupos familiares. Es decir, a veces de uno en uno, la mayoría dos personas, otras 3, ó 4… En la misma cola sacas los tickets y subes.
Lo gracioso y que no me voy a callar, es lo que ocurre arriba. Algo absurdo, injusto y estúpido. Una nueva cola para bajar. A la altura ya de las taquillas, vemos que algunas personas compran los billetes sencillos de viaje único de bajada. Pero después, no pasan a la cola, como todo el mundo que está esperando. Sino que pasan directamente a subirse en las cabinas. ¿Einsss? O sea, ¿yo que he esperado más de una hora abajo y he comprado billetes de ida y vuelta tengo que hacer de nuevo mi cola para montar, y el que acaba de comprar un ticket sencillo pasa sin esperar NADA??? ¿Pero tiene algún sentido eso? Es más, esas personas que se acercaban a preguntar y comprar su ticket, se quedan igual de sorprendidos y para colarse, tienen que ir a buscar al resto de su grupo que se había puesto en la fila mientras tanto, como es lógico.
Señores del teleférico de Montjuic, Barcelona: “cambien ese sistema totalmente injusto y ridículo, que sólo genera malestar y enfados entre los turistas que usan ese medio de transporte tan divertido y chulo, pues las vistas son espectaculares. Todos vamos aceptando que nos toca esperar. Pero que de repente, tras un largo rato, se te cuelen “legalmente” delante de tus narices, tiene bemoles. Y la excusa de la validación de los billetes, es igual de absurdo que todo lo demás”.
¡Qué pena de incidente! Porque nuestra visita a Barcelona acaba aquí. Bueno, en la misma estación de abajo del teleférico, cogimos el funicular para completarla visita con diferentes medios de transporte. Nos deja justo de vuelta en el hotel, para picar algo y tomar ruta al aeropuerto.
Medios de transporte en Barcelona
En Barcelona, la página web de los transportes públicos urbanos (TMB) está muy bien. El manejo del metro es siempre el mismo en cualquier ciudad. Es fácil.
Para los buses, con la web de TMB y un plano de la ciudad, sabiendo el nombre de las calles de dónde quieres partir y adónde quieres llegar, puedes buscar fácilmente qué bus te conviene más y dónde lo tienes que coger y bajarte. Con el conductor (muy amables todos) confirmas tu parada, aunque no se comprometen a avisarte. Pero en los paneles informativos del interior de los autobuses, identificas tu parada y chin pum. Te bajas.
Hay varios tipos de tarjetas abonos. Por un lado, las hay unipersonales. Y por otro, puedes sacar familiares, para compartir. En la web te viene explicado. La puedes sacar en internet y recogerla en las bocas de metro. Pero también las puedes comprar allí mismo en las máquinas. Sólo recuerda que hay dos pantallas con los diferentes modelos de abonos. Por si no encuentras el que ya habías decido comprar en la pantalla de inicio…
Los billetes sencillos de bus son 2, 4 euros.
El funicular de Montjuic se considera medio de transporte urbano normal, es decir, las tarjetas valen. El teleférico es aparte.
Al parque Güell puedes ir en bus o metro. La boca de metro está a unos 20 minutos andando. Las paradas de bus (D20, el turístico…) a diez.
En estos tiempos que corren, desde el 3/12/21, te piden pasaporte Covid para entrar a cualquier sitio de restauración.
Y con esto y un bizcocho, ¡hasta la próxima BCN!
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1 comentario en “Fin de semana en Barcelona con adolescentes”
Como se nota leyéndote, ¡las ganas que hay de viajar! Barcelona siempre es una buena opción y es cierto que muchas veces nos quedamos en sus fachas y el exterior. No nos has contado porque no intentasteis visitar la Sagrada Familia, nuestra gran asignatura pendiente con la ciudad condal