Un fin de semana en Belgrado

Viajefilos pasando un fin de semana en Belgrado Incluimos muy pocos días para Serbia en nuestro road trip por los Balcanes conscientes de que un país tan grande merecía un viaje por si solo. Nuestro viaje pasaría por la capital, aprovecharíamos para pasar un fin de semana en Belgrado y pondríamos rumbo a Bosnia Herzegovina. Dejaríamos para otro viaje el hacernos con Serbia en más profundidad.

La única manera que encontramos de poder cerrar la ruta circular que pretendíamos en los Balcanes era cruzar por Serbia camino de Bosnia Herzegovina. La otra opción era visitar Kosovo. Esto quedó descartado tras leer acerca de las dificultades que supondría continuar camino por Serbia el haber cruzado por este pequeño estado no reconocido. Pasar por Kosovo implica cruzar de nuevo a Montenegro y llegar al sur de Bosnia Herzegovina. La entrada en Serbia quedaba totalmente prohibida.

DATOS DEL VIAJE A BELGRADO
  • Días de viaje: 2.5
  • Requisitos de entrada COVID Septiembre 2021: PCR negativa realizada en las 48 horas previas
  • Gastos en alojamiento: 56 € por 2 noches (28 € por noche)
  • Ciudades visitadas: 1 (Belgrado)
  • Parques nacionales: Ninguno
  • Conexión internet: Tarjeta prepago A1, 300 denares (2.5 €) por 20 GB.
  • Distancia recorrida: 618 km (Desde Macedonia a la frontera con Bosnia)
  • Precio por litro de gasoil en Serbia: 1.35 €
  • Moneda: Dinar serbio (1 € – 120 dinares)

Un fin de semana en Belgrado. Lo mejor de la capital de Serbia

Día 1. Cruce de frontera con Macedonia y llegada a Belgrado. Tarde y noche en la capital

Sobre las nueve de la mañana dejábamos Skopjie. Los 55 kilómetros que quedaban hasta la frontera con Serbia discurren por una autopista de peaje que te lleva a cruzar a Serbia en tan solo 30 minutos y por un par de euros de coste.

Pasar la frontera fue más despacio de lo previsto. Llegábamos después de cruzar las fronteras de Montenegro, Albania y Macedonia y en ninguna de ellas nos llevó más de 15 minutos. Una de las diferencias respecto a estos países era también la exigencia de Serbia de una PCR negativa realizada 48 horas antes a la entrada, pese a que contábamos con el certificado de vacunación COVID. La traíamos “calentita”, del día antes y hecha en Skopjie por solo 25 €.

En septiembre de 2021 estos eran los requisitos para cruzar la frontera entre Macedonia del Norte y Serbia. Siempre os aconsejamos actualizar esta información antes de emprender el viaje.

Sea como fuere, en unos 45 minutos conseguimos entrar en Serbia sin mucho más problema que presentar la documentación adecuada: pasaporte, papeles del coche junto a la green card del mismo y PCR negativa.

Hasta Belgrado 380 kilómetros y unas cuatro horas de autopista de peaje en muy buenas condiciones. El precio 1490 dinares (12.5 €).

Os contamos todos los detalles de cómo organizar un road trip de cinco semanas por los Balcanes en nuestro post de Preparativos para un viaje a los Balcanes. La ruta, las escalas, como hacerse con un coche, el estado de las carreteras y mucho más.

Antes de llegar al centro de Belgrado y dado que entrábamos desde el sur de la ciudad visitamos la mayor iglesia ortodoxa de Serbia, San Sava. Para un fin de semana en Belgrado, la iglesia de San Sava se ha convertido en una de las visitas imprescindibles. El tráfico es ya el propio de una capital europea y tardamos en acceder. Hora de comer y mejor hacerlo antes. Allí mismo, el rte. Ceder. Variadísima carta. El precio por persona con postre y café 15 €.

El templo de Sveti Sava

La mayor iglesia ortodoxa de Europa y la más sagrada para los serbios pues está construida en honor al fundador de la Iglesia ortodoxa en el país, San Sava. Se decidió levantar aquí por ser el lugar donde los turcos quemaron las reliquias del santo en 1595. En 1895 se fundó la sociedad para construirla pero no se comenzó hasta 1935. Al estar financiada con donaciones lleva muchos años desde que se comenzó a construir, eso y porque el tamaño de la construcción es como para correr. Todavía no está terminada. Parece que nunca se podrá acabar ¿a qué os suena eso en una catedral española?

El templo de Sveti Sava, una visita imprescindible en un fin de semana en Belgrado
El templo de Sveti Sava en Belgrado

Cuando llegas, se te escapa un ¡que grande! Pero cuando llegas no puedes soltar palabra. Es imposible imaginar la belleza del interior del templo, completamente cubierta de mosaicos dorados. Uno de ellos, el del Pantocrator, es el mayor mosaico del mundo sobre una superficie curva. Solo hay manera de hacerse una idea en las fotos, tomando panorámicas, y ¡vaya panorámicas!. El tamaño de las lámparas es difícil de precisar, la altura de la cúpula central es de 90 metros. Tiene cabida para 10000 fieles.

Abajo, la cripta igualmente de magníficas proporciones e igualmente cargada de frescos en todos los rincones.

Enfrente una que parece de juguete comparada con la anterior, pero igualmente interesante.

El alojamiento en Belgrado

Alucinados con la visita y de camino al alojamiento. Dormiríamos las dos noches que estuvimos en Belgrado en el City Nest Modern & Cozy Suites (445 € por cuatro habitaciones dobles sin desayuno). 56 € cada uno por dormir en uno de los lugares mejor situados de la capital Serbia. Moderno y funcional. La habitación es enorme. Aunque no tiene parking hay cerca uno donde poder dejar el coche (1 € por hora).

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Tocaba colada (Colada enorme de seis personas en Belgrado: 1300 dinares-11 €) y salir un rato a conocer el famoso ambiente de la noche en Belgrado.

En la calle Knez Mihailova nos hicimos con una tarjeta prepago para el router wifi. La compañía, de nuevo, A1, la misma que utilizamos en Macedonia del norte. 300 denares (2.5 €) por 20 GB.

La noche dio para sentarse con unas cerves en una terraza de la calle Skadarska y echar unas buenas risas mientras los habitantes de Belgrado aprovechaban la buena temperatura.

Día 2. La visita de lo mejor de Belgrado

En la confluencia de dos grandes ríos, el Danubio y el Sava se encuentra desde hace más de 2300 años la conocida ciudad blanca, Belgrado. Una fortaleza y una ciudad tan castigada como interesante. Para los menos jóvenes recordar que no hace muchos años, en 1999 por aquí todavía se sufrían los bombardeos. Aquella mañana desayunamos en la plaza de la República. Desde ahí emprendimos la ruta para tratar de sacarle el jugo y conocer todo lo mejor de Belgrado, que no es poco.

Lo mejor de Belgrado en un día

En la misma plaza de la República destaca la estatua ecuestre del príncipe Mihailo, aquel que consiguió la expulsión de los turcos. Una escultura de 1882 de bella factura italiana. A su espalda el museo nacional de Serbia y el teatro nacional de Serbia en un lateral.

Estatua ecuestre del príncipe Mihailo en la plaza de la República de Belgrado
Estatua ecuestre del príncipe Mihailo en la plaza de la República

Tomamos la calle Mihailova, la peatonal y más conocida calle comercial de Belgrado. Nada más comienza, la librería más antigua de Serbia. Después una sucesión de edificios de principios a de siglo mezclándose los recientemente restaurados con otros que necesitan esa restauración. Un poco más adelante meteros en un pasadizo, pone shopping center Millenium. Hay os van a salir un buen puñado de fotos con uno de estos edificios. En la confluencia de dos de las calles más importantes, el instituto Cervantes y una fuente donde todo el mundo para a beber. ¿Sed o superstición?. Delante una pequeña pirámide de metal de los masones de 1955 y de significado incierto. Parece que la comunidad tuvo cierta relevancia en la ciudad.

La comercial calle Mihailova de Belgrado y una de las calles que seguro pasearás en un fin de semana en Belgrado
La comercial calle Mihailova de Belgrado

Llegando casi al final de Mihailova, se gira a la izquierda para visitar la catedral de Sant Michael. Levantada entre 1837 y 1840 ocupa la actual sede del patriarcado ortodoxo serbio. En el siglo XVI existía una menor dedicada al arcángel San Miguel. El iconostasio resulta diferente a los que venimos viendo en el resto de iglesias de los Balcanes y las pinturas, de mayores proporciones, se encuentran parceladas entre columnas de mármol azulado. Merece la pena disfrutar de los murales del techo el siglo XIX.

Catedral de San Miguel de Belgrado
Catedral de San Miguel de Belgrado

Frente a la misma una vieja taberna, tan vieja como de 1878 que sigue sirviendo como tal. La curiosa historia del local, con más de 200 años de antigüedad, es el nombre ?, un interrogante, que decidió poner el dueño provisionalmente tras el enfado de la iglesia al llamarla “la taberna de al lado de la iglesia catedral”. Los eclesiásticos lo rechazaron y actualmente sigue siendo conocida como taberna ?. Merece la pena entrar a tomar algo en la terraza interior, mucho más grande de lo que parece.

La taberna ¿ de Belgrado. Se llama así...
La taberna ¿ de Belgrado. Se llama así...

En otra de las esquinas, el palacio de la princesa Ljubica que se encargó como residencia de la corte. Un edificio muy peculiar desde el punto de vista arquitectónico en Belgrado. Habitualmente cuesta 200 dinares, pero los sábados es gratis.

Desde la catedral llegamos al parque de la Fortaleza de Belgrado, Kalemegdan a 125 metros de altura. Una de las defensas donde más lides se han librado en los Balcanes y donde muchos grandes pueblos han librado sangrientas batallas. Entramos por la puerta Karadorde, uno de los héroes nacionales que organizó una de las rebeliones contra los otomanos. Para los que viajen con niños esta es la puerta que hay que elegir, un parque de dinosaurios os espera. Le sigue la puerta de Estambul, de 1750, que lleva a la torre del Reloj. En foso se ha aprovechado como parte del museo militar con exposición de tanques y cañones de distintas épocas.

Puerta Karadorde de la fortaleza de Belgrado
Puerta Karadorde de la fortaleza de Belgrado

Ya dentro de la vieja ciudad de la fortaleza, los baños romanos y la estatua de La Victoria, un soldado desnudo conocido como Víctor con su espada apoyada en el suelo en señal de paz. La estatua se levantó en honor a la victoria de los serbios sobre los otomanos. Aquí es desde donde se toman las mejores fotos de la unión de los dos ríos. Se ven algunos de los bares y clubs nocturnos flotantes en la otra orilla.

Cambiamos hacia el otro lado de la fortaleza, en busca de las iglesias de Ruzica y de Sveta Petka. Para llegar, salimos por la puerta del Despota adjunta a la torre del Alcaide y los restos del fuerte romano, seguramente lo más fotografiado de la fortaleza. Las dos se pueden y deben visitar. La más pequeña, la Sveta Petka está construida sobre un manantial y vimos como la gente llenaba botellas del agua, supuestamente milagrosa. Las paredes por completo están cubiertas de mosaicos. Es sábado y pillamos celebraciones en las dos.

Puerta del Despota de la fortaleza de Belgrado
Puerta del Despota de la fortaleza de Belgrado

Buscamos ya fuera de la fortaleza, la mezquita Bajrakli, la vieja mezquita del siglo XV y la única que ha sobrevivido de las más de 200 que tenía la ciudad. En piedra y sin pintura ninguna sobre las paredes, solo detalles del Corán escritos sobre tablas de madera.

Mezquita Bajrakli de Belgrado
Mezquita Bajrakli de Belgrado

Comeremos en Manufaktura, una terraza muy animada y junto a Mihailova. Varios platos de comida tradicional balcánica incluidos unos aperitivos. Comer por 19 € casi hasta la extenuación.

Para la tarde, después de comer seguimos con la ruta por Belgrado. Todavía quedaban muchas cosas por ver.

El hotel Moskva, ese famoso hotel de ladrillos verdes en el que dicen han estado alojados personajes de la talla de Einstein o Hitchcock.

El hotel Moskva de Belgrado
El hotel Moskva de Belgrado

El edificio de la Asamblea Nacional sede del parlamento y donde nos llamaron mucho la atención las dos estatuas de dos hombres bajo los caballos. No entendimos el significado y no lo encontramos.

La iglesia de San Marcos, igualmente de grandes proporciones y aunque terminada en 1940 tras casi 100 años levantándola, sufrió graves daños un año más tarde en los bombardeos. El interior es muy llamativo por su tamaño y por las pinturas del iconostasio y el altar si bien el resto de paredes están sin pintar. Eran ya las siete cuando entramos a visitarla y seguía abierta.

Dar una vuelta para ver los restos que todavía se conservan y no se han retirado del edificio del ministerio de Defensa bombardeado por la OTAN en 1999. Cerca muchos de los más grandes edificios gubernamentales.

El museo de Nikola Tesla, ese ingeniero que seguro os suena. Recuerda ir con reserva.

La luz para las fotos se va definitivamente y decidimos dirigirnos al barrio de Savamala, de esos que dicen bohemios y animados. No le vimos o no le encontramos la diversión y más bien nos pareció peligroso por la noche. Los alrededores de la antigua estación de ferrocarril de Belgrado no son el mejor sitio para pasear. La verdad es que Belgrado entera se nota una ciudad animada pero como en cualquier gran ciudad es mejor saber por donde andar.

Cenamos en la misma calle Skadarska, igual que anoche. Pero si seguís más abajo y llegáis a una fachada enorme y preciosa pintada cuál trampantojo, encontraréis un pequeño local, el Boem Bar donde un tío muy simpático sirve platos muy buenos. Además hasta ahí no llegan los grupos de señores cantando que te persiguen… Por 10 € el mejor vino que hemos probado en Serbia además de buenos platos, ensaladas, postres y un muchacho que se desvive explicando su cocina.

La ciudad nos ha convencido de que seria necesario al menos otro día para visitarla y sobre todo para tratar de disfrutarla con la calma que merece. Tuvimos la suerte de un sol radiante durante todo el fin de semana a pesar de estar terminando septiembre y se notaba en los habitantes de la capital que ocupaban todas las terrazas tal vez sorprendidos. De momento poníamos un punto y aparte en nuestro road trip a los Balcanes, no era todavía un punto y final. Mañana rumbo a Bosnia-Herzegovina.

El animado barrio de Savamala de Belgrado
El animado barrio de Savamala de Belgrado

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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2 comentarios en “Un fin de semana en Belgrado”

    1. Vaya! Habíamos leído mucho acerca del ambiente de Belgrado y nos vino al pelo en un fin de semana. La verdad es que la ciudad mola mucho. Ese fue prácticamente nuestro paso por Serbia, no daba para más. El país es enorme y seguro que le metemos mano en otra ocasión. Gracias por el comentario!

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