Orient Espress II: Trieste, Liubliana, Zagreb, Belgrado y Sofía

La segunda semana a bordo de un tren (más de uno más bien) cruzando Europa. Habíamos visitado ciudades ya conocidas como Londres, París, Venecia o Milán. Habíamos descubierto otras nuevas como Lausana. Por delante nuevas escalas se ponían en nuestro camino siguiendo la ruta del Orient Espress. Las próximas paradas eran una incógnita. Conoceríamos la capital de Serbia, Belgrado, aprovecharíamos un día para Trieste y otro día completo para Liubliana, tendríamos la oportunidad de visitar lo mejor de Zagreb y pasar 24 horas en Sofía… Todavía con muchos días por delante, nuestra ruta por Europa en tren seguía.

Un resumen con los seis artículos dedicados al Orient Express Low Cost o como también se le podría llamar Interrail Hight Glam:

El índice de las escalas de la segunda semana cruzando Europa en tren

8/09/2018 VENEZIA-TRIESTE

A las 7:30h estábamos desayunando en un magnífico self-service que ofrece el hostel (6€ con antelación y 7€ en el momento).

A las 9:20h, con todo recogido, estamos tomando el tren de Venezia-Mestre a Trieste. El trayecto a través del Venetto y después por Friuli-Venezia-Julia es precioso, pero el tramo más espectacular en cuando el tren se va acercado a Trieste porque bordea el mar. El billete lo compramos en la web de Trenitalia por 14.5€. Puntualmente llegamos a Trieste y vamos andando hasta nuestro alojamiento ControVento, un hostel inaugurado en el mes de marzo y ubicado en un antiguo piso preciosamente decorado. La habitación doble con baño compartido nos ha costado 34€ pp (de lo más baratito de la ciudad), el lugar es encantador, tiene muy pocas habitaciones, bar, salón, sala de estar, cocina y recepción.

Hace mucho calor y nosotros no hemos venido preparados para temperaturas tan altas… pero nos vamos a conocer la ciudad que nos recuerda un poco a San Sebastián o Bilbao donde la gente sale muy bien vestida para tomar el aperitivo. Por suerte hay mucha menos gente que en Venecia y los paseos son mucho más agradable.

Echamos en falta pantalones cortos y chanclas… nos morimos de calor y nos vamos a buscarlos a algunas tiendas. Las chanclas de la ducha nos están destrozando los pies.

Hacemos la primera parada en La Triestina donde nos ponen el mejor café de Italia por 1€. Trieste es una ciudad cafetera por excelencia. A su puerto, y a través de la vía del tren que lo rodea, llega el café verde que se recolecta en Asia, Suramérica y África Oriental. Allí llegó tras la primera Guerra Mundial el húngaro Francisco Ill, que en 1933 fundó una de las principales empresas cafeteras del mundo. Francesco inventó la Illeta (¿os recuerda a alguna marca de café?¿Illi?), la primera máquina del café expreso, que mediante la presurización logra mantener las cualidades del café y poderlo exportar por todo el mundo. Una revolución que llegó en 1935 y que concedió a Trieste la capitalidad mundial del expreso, junto a una forma de vida y filosofía que realza la mejor tradición y el mayor respeto por el café de calidad.

Y es tal la tradición que en la ciudad los cafés se piden de una manera especial… pero no os preocupéis que os entienden si lo decís a la manera italiana ¡!!

TRIESTINOITALIANOESPAÑOL
NeroEspressoCafé solo
GocciatoEspresso con una goccia di latte caldo al centroSolo con una nube de leche en el centro
Goccia in bExpresso con una goccia di latte caldo al centro in bichiere di vetroDolo con una nube de leche caliente de leche en vaso de cristal
CapoMacchiatoCortado
Capo in b/ Cbs (capo in b senza schiuma)Macchiato in bicchiere di vietroCortado en vaso de crital
Capo in b tantaMacchiato in bicchiere di vetro con tanta schiumaCortado en vaso de crital con mucha espuma
CaffelatteCapuccino in tazzaCapuchino en taza

Lo mejor de Trieste

Hacemos un recorrido por la ciudad que es fácilmente accesible a pie:

  • Plaza de la Unitá d’Italia: Es la mayor plaza italiana que da al mar. Preciosa y rodeada de edificios del periodo Austro-Húngaro. Destaca el Ayuntamiento (Palazzo del Municipio). Está llena de terracitas donde tomar algo.
  • El Canal Grande.
  • La Iglesia de San Antonio Taumaturgo (Católica Romana)
  • La Iglesia de Santo Spiridione (Ortodoxa Serbia)
  • La Iglesia de San Nicoló (Greco ortodoxa)
  • La Catedral de San Giusto con su Castillo
  • El Arco de Ricardo
  • El Teatro Romano
  • La Sinagoga, que se encontraba cerrada por la celebración del año nuevo judío… pero que por fuera es espectacular.

La mayoría de bloggers y guías recomiendan la visita al Castillo Miramare que está a las afueras de la ciudad. El calor nos quitó las ganas… pero es fácilmente accesible.

La escala en Trieste del Orient Express

Comemos en el Super Bar Stella (via Punta del Torno muy cerca de la plaza de la Unitá d’Italia) parmiggiana y pasta con salchichas regadas con cerveza por 20€… todo muy rico aunque después descubrimos que un poco caro.

El café lo tomamos en un lugar mítico y famoso el Caffe Tomasseo (Piazza Tommaseo 4/C) un café de época al más estilo vienés lleno de espejos y pinturas al que iban grandes escritores como Joyce y Italo Svevo… y esa historia hace que el café sea 3 veces más caro, y no más bueno, que en otro bar. Nos quedamos con una frase de Joyce que encontramos en nuestra guía “Crees escapar y te encuentras contigo mismo. El desvío más largo es el camino más corto a casa

Encontramos unos pantalones cortos… pero ya no quedan sandalias en ninguna zapatería de las que hemos recorrido… y con los pies reventados y con ampollas nos volvemos al hostel. Una ducha y volvemos a la calle donde descubrimos que está llena de gente y que hay un ambientazo de sábado noche que nos deja flipados.

Acabamos en un bar lleno de gente guapa de la ciudad: Al Ciketo (Via San Sebastiano 6/A). Nos pedimos una copa de prosseco y como está muy rico y en el sitio se está bien… acabamos pidiendo la botella entera (mucho más conveniente). Aquí como en Venecia se comen cichetti (tapas o pintxos) y nosotros tomamos:

  • Mortadela
  • Mezcla de quesos
  • Tartar
  • Mascarpone con tomate seco
  • Bacalá mantecato
  • Pollo y manzana
  • Bacon y queso

Todo doble y con la botella de prosseco por 15€ por persona.

Un poco “piripis”, entre risas y olvidando el dolor de pies nos vamos al Eataly (Via Tommaso Gulli 1) a comprarnos ½ litro de helado de Gianduja y unas galletas que nos tomamos en el hostel. Animadísimos volvemos a salir a la calle… pero pensando en el tren de mañana nos volvemos a dormir.

Trieste y la Región de Friuli-Venezia-Giulia nos encanta y creemos que valdría la pena quedarse más días.

9/9/2018 TRIESTE-LIUBLIANA

Tras un escaso desayuno para ayudar a la resaca nos vamos andando hasta la estación, hay mucha policía en la calle. El viaje de nuestro tren es inaugural y hay representantes de los dos países y regiones en la estación.

A las 9:01h sale nuestro tren con destino Liubliana (Liubliana). Compramos nuestro billete en la web de trenitalia por 2.6€ pero solo hasta la frontera con Eslovenia. Los revisores nos avisan que en cuanto pasemos la frontera un revisor esloveno nos cobrará el resto del billete. Salimos puntuales y en Vila Opicina se baja el personal italiano y en Secena se sube el personal esloveno. Al poco tiempo pasa el revisor a cobrarnos 6.4€ que faltan para completar el trayecto (Total Trieste-Liubliana: 9€)

El paisaje durante todo el trayecto es espectacular, casi mejor que el de los Alpes al atravesar Suiza… y poco antes de las 12h estamos en la estación de Liubliana.

En nuestra estancia nos alojamos en el Celica Art (Metelkova 8) que hemos reservado a través de booking. Se trata de una antigua prisión reconvertida en hotel. Nuestra habitación es una antigua celda diseñada por un interiorista y cada habitación es diferente.

Tras los trámites vamos a darnos una vuelta por la ciudad que nos impresiona preciosa. Comemos en Forum (Ulica Padi in Borcev, 19), en la orilla del río: Hamburguesa, coca-cola y café por 12€ y nos volvemos al hostel para echar la siesta y poner una lavadora (3€ lavar y 3€ secar).

Tras el descanso nos damos una vuelta por la ciudad que cada vez nos gusta más; un café por 0.9€ y, más tarde una cervecita en Levstik Pub (Lestikov Trg 9). Paseamos relajados, disfrutando de la ciudad y de las vacaciones. Cenamos en el bar del hostel dos bocatas con cerveza por 6.7€.

¡Ya estamos en Liubliana!

10/09/2018 LIUBLIANA

Desayunamos en el hostel. Hemos dormido bien pero los impolutos baños compartidos en la hora punta son un hervidero de gente; hay muchas habitaciones y solo dos duchas.

Lo mejor de Liubliana

Casi al irnos vemos un cartel en la recepción que dice que los huéspedes tienen un 15% de descuento en la entrada al Castillo (con funicular de ida y vuelta incluido), por lo que pagamos 8.5€ en vez de 10€… aunque nos damos cuenta de que si subes andando y no quieres subir a la torre te puedes ahorrar ese dinero porque solo hay tornos en la torre y en las salas museísticas.

El Castillo de Liubliana es el lugar turístico más visible en toda la ciudad. Nosotros lo visitamos por libre y sin audioguía solo con la guía de papel que llevamos nosotros. Hemos subido en funicular. La entrada da acceso a la torre que ofrece unas vistas panorámicas de la ciudad y los alrededores… aunque hoy un poco menos porque se ha levantado con niebla. El castillo está perfectamente restaurado y es utilizado para todo tipo de eventos. Visitamos la capilla y la cárcel… todos los lugares a los que tenemos acceso. Sin lugar a duda es un imprescindible sobretodo por las vistas y por lo cuidado que lo tienen.

Decidimos bajar a pie por el sendero que da acceso a la plaza del mercado… en el camino hay castaños y plátanos que nos proporcionan una agradable sombra y nos parece una buenísima idea hacerlo así (subir en funicular y bajar andando). Al final de la bajada nos tomamos un café en Hisa Pod Gradom  (Streliska 10) por 1.2€ el café y 1.7€ el botellín de agua. Sin lugar a duda no hay que pedir agua porque el café siempre lo sirven con un vasito de agua del grifo total

En general toda la ciudad está muy bien cuidada, tanto que en ocasiones uno siente que está en un parque de atracciones… pero Liubliana es así.

Vamos hasta la zona de la Plaza de Vlodnik donde está el mercado central lleno de puestos con gran cantidad de fruta y verdura, mieles, embutidos… nos compramos una cestita de frambuesas (2.5€) en uno de los puestos y nos las comemos, a la sombra, en el Puente de Los Carniceros, que está lleno de candados (una costumbre que nosotros no acabamos de entender).

En uno de los extremos de la plaza está la Catedral de San Nicolás, de estilo barroco y con frescos de Quaglio. El interior es mucho más impresionante que el exterior por lo que no perdáis la oportunidad de visitarla. Aunque del exterior destacamos las puertas de bronce: la principal explica la historia del cristianismo en Liubliana y la lateral los obispos de la ciudad del S. XX.

Esperamos a que den las 12h para ver como del reloj del edificio de Teatro de Títeres (justo al lado de la estación del funicular que sube al castillo) salga un personaje, Martín Krpon y su yegua. Un personaje de la literatura infantil eslovena. Un momento gracioso que dura lo que duran las 12 campanadas.

Muy cerca está el Puente de los Dragones. El dragón es el símbolo de la ciudad y está representado por todos lados.

De allí vamos a la plaza del Ayuntamiento, edificio que está en obras y del que solo podemos ver el reloj. Está rodeado de casas con diferentes estilos arquitectónicos pero lo que más nos llama la atención es la Fuente de los Ríos que representa a los tres ríos de la ciudad y es obra de Francesco Robba (la guía dice que el original está en la Galería Nacional).

Seguimos la calle Stari Trg hasta llegar a la Fuente de Hércules y de allí un paseo hasta la Plaza Alta (Gornji Trg) para ver la Iglesia de San Florián, un lugar encantador… pero el sol está apretando y, con la niebla de esta mañana, nos hemos olvidado de ponernos protección solar. Paramos en el supermercado de droguería DM donde, a muy buen precio, compramos el protector y desodorante Gold Cuba).

De allí a la Iglesia de Santiago y a la Columna de María… para pasar el puente e ir al otro lado del río donde descubrimos muchísimos edificios entre los que destacamos la Biblioteca Nacional por especial y diferente.

No hay que perderse la calle Krizev Niska llena de escritos en bancos, paredes… en esloveno: idioma del país y del que sus habitantes se sienten muy orgullosos.

Tomamos una coca-cola (2€) en Pub Pos Skalco. Paseamos por la Plaza de la Revolución Francesa y la calle Vega para ir a comer a Klobasarna donde tomamos la salchicha típica eslovena, la Kranjska Klobasa, con salsa de rábanos y mostaza más cerveza por 5€. Nos gusta tanto que pedimos una salchicha más.

Un café en la Plaza Preseren, justo al lado del icónico Triple puente, por 1.8€ en el lugar donde está el monumento a el poeta que inspiró el himno de la nación… y nos entretenemos en buscar el lugar hacia donde dirige su mirada que dicen que es donde vivía su amada.

Tras el café nos tomamos un descanso en el hostel y volvemos a salir para ver la zona de la Universidad, la Filarmónica y la Muralla Romana de Emona.

Una cerveza en el bar de ayer y vamos al súper a comprarnos algo para cenar en el hostel; pasta, tomate, queso y una botella de vino esloveno.

Un rato de escritura, ducha… a cenar y a la cama. Aunque hay que decir que la cocina del hostel está un poco desordenada y sucia, la limpiamos para hacernos nuestra comida pero en cuanto nos damos la vuelta alguien la dejó otra vez hecha una mierda… y Pedro entró en crisis!!!

Ha sido un día muy productivo en el que hemos descubierto una ciudad que está como en 2º plano en Europa… pero que es más europea que muchas otras.

11/09/2018 LIUBLIANA-ZAGREB

Tras la ducha y el desayuno embalamos las mochilas porque hoy tenemos el tren hasta Zagreb (Croacia).

Paseamos por la ciudad mientras se hace la hora y en la plaza del mercado en la 2ª planta descubrimos una galería de arte de jóvenes promesas y un sireno nos llama la atención, es el último que queda y tenemos que ayudar a la dependienta a desmontar el escaparate para llevárnoslo. Sólo cuesta 15€ y nos parece que nos lo podemos permitir. La dependienta nos hace un embalaje un poco cutre… y ahora nuestro objetivo será encontrar un envoltorio adecuado: en una librería nos ofrecen un portadocumentos tubular que es demasiado grande y ocuparía mucho espacio en nuestra mochila. Al pasar por una tienda de telas le preguntamos a la dependienta si tiene un tubo de esos en los que se enrolla la tela. Rebusca y nos da uno, al preguntarle ¿Cuánto es? Nos responde que es gratis. Ahora solo nos falta cinta de embalar que conseguimos en la oficina de correos.

Como no andamos buscando nada lo encontramos todo: ¡¡por fin unas sandalias!! Por 20€ y para nuestra sorpresa fabricadas en España.

Nos sentamos en Holiday´s Pub (Slovenska Cesta) a tomar un café (1.1€) donde escribimos y hacemos un poco de resumen de Slovenia y Liubliana para entender un poco más nuestro viaje.

Liubliana es una ciudad de dimensiones humanas a pesar de tener una dimensión mediana es acogedora como un lugar pequeño. Centroeuropea pero con carácter mediterráneo (más relajado). Dicen que Liubliana se conoce por su patrimonio histórico y su tradición pero dado que su población es muy joven hace que tenga un ritmo bastante moderno.

Según la leyenda el creador de Liubliana fue el héroe mitológico Jasón que junto a los argonautas, cuando huían del rey Aites al que habían robado el velloncillo de oro, navegaron por el mar Negro hasta el Danubio de ese río al Sava hasta llegar al nacimiento del Río Liubliana. En ese lugar desmontaron su barco y lo llevaron hasta el Mar Adriático donde tras montarlo de nuevo volvieron a Grecia. Camino a la playa pasaron por un pantano donde vivía un monstruo terrible con quien Jasón combatió y mató (el dragón de Liubliana que ahora está en el escudo y por toda la ciudad).

Liubliana es la capital de la República de Eslovenia (UE), tiene 280000 habitantes y es el 10º país más seguro del mundo, según el índice de paz global.

Aunque nosotros llegamos en tren desde Italia a Eslovenia se puede llegar en avión o por carretera pero si esta última es tu opción no olvides comprar la “viñeta de peaje” que es obligatoria en las autopistas y vías rápidas. En los supermercados de Trieste la puedes encontrar.

Historia: El origen de Liubliana se establece en el Pantano de Borje donde se encontró la rueda más antigua del mundo (3350-3100 aC). Hay datos que demuestran que los habitantes vivían en palafitos de las zonas pantanosas. Por la zona pasaron Ilirios y Celtas… y a partir de 14 dC fue la Emona romana. Al tratarse de un puesto estratégico entre Centroeuropa y el mediterráneo, en el 452 fue destruida por los hunos (todavía se pueden ver los restos en la Plaza de la República). En el S. VI llegaron los eslavos y se inició la época medieval… pero no aparece su nombre escrito en ningún documento hasta 1112 y 1125. En el S. XIII recibió los derechos de ciudad.

Invadida por los checos (1270) pasó a manos de los Habsburgo (1278). Un terremoto en 1511 se la cargó y se renovó en estilo renacentista y se volvió a amurallar.

Ya en el S. XVI tenía 5000 habitantes y se convirtió en el centro de la cultura eslovena cuando se publicaron los dos primeros libros en esloveno y en 1584 se tradujo la biblia.

Al fundarse la Academia Operosorum (final del S. XVII) se invitó a constructores/arquitectos a la ciudad y el barroco recubrió la imagen renacentista, entre ellos el italiano Francesco Robba.

Bajo la ocupación napoleónica (1809-1813) Liubliana se convirtió en la capital de la provincia Ilírica.

En 1849 fue ocupada por los austríacos y llegó el primer tren desde Viena y 8 años más tarde desde Triste (en el que vinimos nosotros).

Un nuevo terremoto en 1895 hizo que en la reconstrucción se diera un toque modernista a la ciudad.

La primera Guerra Mundial no afectó mucho a la ciudad y es en el periodo entre-guerras cuando Jose Plecnik diseñó la imagen de la ciudad que conocemos.

Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad estuvo ocupada por el ejercito italiano y alemán… pero después de la guerra volvió a ser la capital de Eslovenia; una de las 6 república de la Yugoslavia socialista.

El 23/10/1990 los habitantes de Eslovenia optaron por su propia independencia y el estado fue proclamado el 25 de junio de 1991. En 2004 entró en la Unión Europea y en 2007 adoptó el Euro como moneda.

Sin lugar a duda, Liubliana debe su belleza a Jose Plecnik, un arquitecto de la ciudad (1872-1927) que tras formarse en Viena y Praga ideó el concepto de Liubliana como una nueva Atenas, dándole importancia al río y dotándola de un aspecto mediterráneo. Planificó todo el urbanismo… pero hubo obras que no se pudieron acabar. Se considera que Liubliana es una obra arquitectónicamente global y un fenómeno mundial. Es imposible conocer la ciudad sin conocer a este arquitecto.

Antes de salir de Liubliana nos tomamos una Coca-Cola en el Jardín del Museo de Antropología un lugar muy recomendable y un sándwich en el hostel.

Tras preparar el embalaje de nuestro dibujo y empaquetar todos nuestros enseres nos vamos a la estación … ¿Qué contar de la estación? Pues que pensamos que no la ideó Plecnik porque es feísima y lo más importante que puede generar confusión porque de un mismo andén salen trenes en una dirección y en otra.

Nuestro tren sale a las 14:45h y llega a Zagreb Glavni Kolod a las 17:16h (2:30h de viaje). El billete lo compramos en la web de los Ferrocarriles Austríacos OBB

Una página un poco más difícil de manejar que las otras… pero que con tesón te permite comprar. Nos costó 25€ el billete y 3€ la reserva del asiento. Antes de salir de Liubliana cambiamos 50€ en la oficina de cambio de la estación y nos dan 351 Kronas croatas… según internet tenían que habernos dado unas 20 Kronas más… unos dos euritos de pérdida. Pero así nos aseguramos tener dinero al llegar a Zagreb.

Al subir al tren hay una chica acompañada de su perro en nuestros asientos y tras decirle que eran nuestros nos dice que ella estaba allí desde Múnich… bueno… nos podemos sentar en otro sitio y no nos vamos a enfadar.

El viaje se hace bordeando el río Sava y como siempre nos quedamos boquiabiertos con la vegetación y las altas cumbres. Al llegar a la frontera con Croacia se sube un policía que nos pide el pasaporte haciéndonos dudar de que Croacia sea de la Unión Europea (lo es desde 2013). A pocos quilómetros de la frontera llegamos a Zagreb Glovni Kolod.

Al llegar compramos en las taquillas de la estación nuestro billete para Belgrado para el día 13 de septiembre por 25€ cada uno.

En Zagreb nos alojamos a 800m de la estación, junto a la plaza principal de la ciudad, en el Hostel Main Square en habitación de 6 con baño compartido por 13€ la noche por persona. Contratado a través de booking.

Como sigue haciendo calor llegamos al hostel sudados y tras el registro nos damos una ducha y salimos a dar una vuelta por la ciudad.

Nos tomamos una cerveza en Caffe Bar Krolo en la misma calle Radiceva por 15 krons (2€). Como tenemos que cenar algo nos acercamos a la animadísima calle Tkalciceva y nos sentamos en la terraza del bar Pivnica Mali Medo para tomar dos cervezas de ½ litro, un plato de calamares rebozados y un plato de queso frito por 9.5€ por persona (145 Krons los dos). Notamos que aquí los precios se van ajustando más a nuestro bolsillo y eso que estamos en una de las calles más turísticas de la ciudad.

Una última birra (pivo) en el Bar Krolo y nos vamos a dormir.

Compartimos la habitación con un chico y una chica alemanes y una chica japonesa que creemos que es muda porque todavía no le hemos oído la voz. Hay un poco de jaleo en el hostel porque justo hoy hay partido de la UEFA España contra Croacia… ellos van perdiendo… y cualquiera sale a decir que apaguen la tele.

Algunas cosillas sobre Zagreb:

Está situada en Croacia Central y se extiende por las laderas de la montaña Medvednica (hay una cerveza que se llama así) y las orillas del río Sava. El nombre de la ciudad tiene un origen legendario: hace un tiempo la región en la que hoy se encuentra Zagreb era seca y un día el virrey para dar de ver a los caballos y a sus hombres clavó su espada en la tierra y de ella brotó agua. El Virrey gritó “Zagrabite” (Tomad). Así recibió su nombre la ciudad y la fuente que todavía hoy está en la Plaza Mandusevac.

Historia; Existen pruebas de que la ciudad de Zagreb ha estado habitada sin interrupción desde la prehistoria pero su nombre no aparece escrito hasta 1094 año en el que se fundó la diócesis. Al principio había dos poblaciones distintas Gradec (Ciudad Alta) y Kaptol. La separación la hacía la actual calle Tkalciceva, donde hemos cenado esta noche.

En 1242 Zagreb se convierte en ciudad libre. En 1850 se unifican los dos municipios y en 1991 se convierte en la Capital de la República de Croacia.

12/09/2018 ZAGREB

Desayunamos en la pastelería Pan-Pek en una de las esquinas de la Plaza del Virrey Jelacic: 2 cafés y 2 croissants de chocolate por 2€.

Son las 8:30h y nos ponemos en marcha.

Lo mejor de Zagreb

La Plaza del Virrey Jelacic está dedicada al personaje que, a mitad del siglo XIX, abolió la servidumbre y convocó las primeras elecciones a las cortes croatas y cuenta con una gran estatúa ecuestre en la zona central. La plaza está llena de recuerdos para todos los zagrebenses desde que se formó en el S. XVIII como lugar donde se pagaban los impuestos. Durante la época de la antigua Yugoslavia la plaza se llamó de la República (1947-1990) y la estatúa se retiró… cuando se recolocó se hizo mirando al sur que es la zona de más desarrollo de la ciudad y no hacía Hungría con la que tenían una relación de vasallaje. En el lugar siempre hay actividades, en el momento de nuestra visita hay un mercadillo de productos artesanos.

En la misma plaza también está el Rascacielos Ilica (1959) y con fachada completamente de cristal (fue el primero de Europa en tenerlo). En el piso 17 hay unas bonitas vistas de la ciudad.

Tras el paseo vamos hacia el Norte de la Plaza donde se encuentra el Mercado Principal Dolac. En la subida de las escaleras está la comadre de Zagreb que es la vendedora tradicional que venía de los alrededores a vender a la ciudad. El mercado fue abierto en 1930 y nos llama la atención las flores y los productos lácteos y frutales que dicen que vienen de toda Croacia:

  • Queso y nata frescos de Zagorje
  • Mandarinas del Valle de Neretva… de las que compramos 4 piezas por 7Kr
  • Limones de la Isla de Vis
  • Aceite de Oliva de Istria.
  • Cerezas de los alrededores de Zadar
  • Carne de Eslavonia (no confundir con Eslovenia)

En la parte externa del mercado todas las vendedoras están al amparo de unos paraguas rojos como un motivo tradicional de un pueblo cercano a la frontera con Eslovenia por el que pasamos ayer con el tren.

Seguimos el recorrido hasta la Catedral de la Anunciación de la Virgen María (1899) que domina la Plaza Kaptol con sus agujas neogóticas. Cuando vamos a entrar nos echan para atrás porque están en un oficio religioso. Volveremos después de las 12 para ver el interior neogótico, aunque queden restos de la Iglesia medieval que se destruyó en 1880; como frescos del S.XIII, el altar o el púlpito. La entrada es gratuita y se considera el edificio de arte sacro más grande de Croacia. Como curiosidad es más alta (105m) que ancha o larga.

En la plaza hay una estatua de la Virgen María y dos agujas; una antigua y una nueva para que podamos comprobar la diferencia.

Seguimos la calle Kaptol para ver lo que anuncian las guías como una línea de 25 curias canónicas en su mayoría construidas en el S XVIII… que lamentablemente al estar cerradas no podemos valorar… pero si que vemos carteles de varios médicos que pasan consultas en ellas.

Paseamos por la calle Opatovina hasta el final y por la calle Skalinska bajamos hasta la popular calle Tkalciceva… pasamos por las escaleras Felbinger que une esa calle con la Radiceva (donde tenemos el hostel) un entramado en el que es difícil orientarse pero muy bonito y en que incluso se pueden ver viñedos. Al final las escaleras nos llevan hasta la Puerta de Piedra que da entrada a la Ciudad Alta. Dicen que en este lugar el 30 de mayo de 1731 estalló un gran incendio que llegó a la puerta y al ser extinguido se encontró una imagen de la Virgen María que hoy es patrona de la ciudad.

Ya en la Ciudad Alta nos perdemos por sus callejuelas que nos parecen encantadoras y acabamos en la Plaza de San Marcos donde están los Palacios de Gobierno, las Cortes y el Tribunal Constitucional… pero sin lugar a duda lo más bonito es la Iglesia de San Marcos del S. XIII que destaca por su tejado que tras una restauración en 1876 y 1882 se cubrió con tejas vidriadas con las que se hicieron dos escudos: A la izquierda el Reino trino de Eslavonia, Croacia y Dalmacia y a la derecha el escudo de la ciudad de Zagreb.

La Plaza San Marcos en nuestra escala en Zagreb del Orient Express

Bajamos hasta el cercano Museo de las relaciones rotas: un museo famosísimo dedicado a las relaciones amorosas y otras que han finalizado. Los objetos expuestos son donados por personas que participan de esa historia. En el librito en español que te prestan, con consigna del DNI, se pueden leer todas las historietas. El museo lo fundaron dos artistas de Zagreb que se separaron y no sabían que hacer con sus cosas comunes. La entrada cuesta 40 Kr o 30 Kr con el carné de estudiante.

Opinión: Aunque las historias son interesantes cansa un poco ir leyendo del librito… por lo que creemos que debería ser un poco más interactivo… como con una audioguía o algo parecido. No os vamos a engañar y tenemos que decir que lo que más mola es el morbo: el gnomo de jardín que voló y rompió el cristal del coche del amado, el zapato de tacón que le regaló una prostituta a su cliente del que se había enamorado…

Tras la visita hacemos tiempo para que den las 12h y podamos ver el cañonazo de la Torre Lotrscak que es una de las torres del sistema de defensa de la ciudad que mejor se conserva y que en su interior tiene el cañón del Gric que suena todos los días en el punto del mediodía.

Bajamos la escalera paralela al Funicular (un recorrido de 64 segundos por 5Kr) que conecta la ciudad baja con la alta.

Tras cambiar dinero en una casa de cambio (Hoy 1€=7.39 Kr) nos vamos hacia la Spica que es el tramo de calle que va de la Plaza del Virrey Jelacic hasta la Plaza Preradovic (plaza de las flores) que está lleno de terrazas, cafeterías y cultura.

Nos tomamos un café en la terraza del Caffe Bar Moonshine por 5.5Kr y seguimos paseando por la calle comercial Ilica.

Acabamos comiendo en la Plaza Preradovic en un lugar en el que te sirves la comida y te la comes en unas mesas. Optamos por Cuspajz and Fasiranac un guiso de calabaza, setas, zanahoria, patatas y pasta con un color rojizo por 23 Kn. Regados con una cerveza que compramos en el súper por 9.79 Kr.

Volvemos a tomar café al lugar anterior y al hostel a descansar un ratillo.

Tras el merecido descanso (escritura, lavadora, orden…) nos vamos a descubrir los Túneles de Zagreb. Se trata de quilómetros de túneles secretos que, supuestamente, hay bajo la ciudad. El que nosotros visitamos no es secreto, se llama de Gric y une las calles Radiceva con Mesnicka, con troncales hacia las calles Iliaca y Toniceva. Se construyó en 1943, durante la 2ª Guerra Mundial y también fue refugio durante la Guerra de Yugoslavia (1991-1995). Están limpios, iluminados y lo único que se siente es el eco de las personas que van delante de nosotros.

Seguimos nuestro recorrido, cuesta arriba, por la calle Mesnicka hasta encontrarnos a nuestra derecha con la Plaza de San Marcos… y vemos de nuevo el tejado de la Iglesia esta vez con una luz diferente.

En realidad, vamos buscando las Cadenas de Nelson que se encuentran en la esquina de la calle Opaticka y Kamenita… pero están en obras y no se ven. Dicen que las cadenas provienen, presuntamente, del famoso barco HMS Victory que estuvo al mando Horatio Nelson y con el que venció en la Batalla de Trafalgar. Se cree que la cadena era de un soldado y coleccionista austriaco que las trajo hasta aquí.

Lo que si nos encontramos son las famosas Farolas de gas que ayudan a que el ambiente en la Ciudad Alta sea inolvidable y romántico…porque la iluminan desde hace más de 150 años. Un total de 214 luces que cada día son encendidas a mano.

Bajamos a la Ciudad Baja para conocer la famosa Herradura de Lenuci; un magnifico complejo de plazas y parques que se llama así por el urbanista del S.XIX Lenuci. En total son 7 plazas y un Jardín Botánico que para nuestro gusto no tiene nada de especial. Esta naturaleza dominada no supera, para nada, a la que vemos desde las ventanillas de los trenes que hemos tomado. Eso si, la gente está tomando el sol y disfrutando de el buen tiempo.

Al principio de el parque hay un Reloj Meteorológico, lo colocaron en 1884 y mide la temperatura, la presión, la humedad y la hora… cada lunes le dan cuerda y cambian las hojas de registro. ¡Es muy chulo de ver!

Llegamos hasta la estación porque queremos ver, aunque sea de lejos, el Hotel Esplanade que fue construido en 1924 para acoger con estilo a los viajeros del Orient Express. Hoy, a pesar de los años, sigue teniendo el mismo estilo.

Regresamos a nuestro bar de cabecera en Zagreb, Bar Krolo, en que la cerveza cuesta a 15 Kr. Existe la opción de ir a buscarte la comida a otro bar y pedirles las cervezas a ellos. Optamos por un mexicano que hay enfrente, para no andar mucho, que se llama Tacos Bandidos tomamos 2 quesadillas y unos taquitos por 82 Kr.

Tras las cervezas nos volvemos al hostel y nos encontramos en la habitación con Rania que no es alemana sino israelí y con la chica china que en realidad no es china ni muda sino galesa y fotógrafa de la web www.Globegypsy.com. Mantenemos un ratito de conversación en “nuestro” inglés antes de dormir.

13/09/2018 ZAGREB-BELGRADO

Nos levantamos temprano y nos vamos a desayunar al lugar de ayer PAN-PEK café y croissant de nuevo.

Tras el ágape vamos a comprar unas mandarinas al mercado (12 Kr), unos bocatas (24 Kr), galletas de pimienta de Croacia y los 250 Krons que nos quedan los convertimos en 3700 Dinares Serbios (RSD).

Tras el Checkout nos vamos hasta la estación de tren andando y cuando llega el tren solo nos dejan subir en el primer vagón.

El recorrido es más feo que en los anteriores trenes. En el último pueblo de Croacia se sube la policía a pedirnos el pasaporte y en el primer pueblo serbio hacen lo mismo los serbios… pero esta vez nos estampan el sello en el pasaporte porque estamos fuera de las Unión Europea.

Finalmente, el tren llega a Beograd Center con 30-40 minutos de retraso sobre la hora prevista. Al llegar vamos hasta las oficinas para comprar un billete para pasado mañana a Sofía y la muy borde no nos lo quiere vender porque dice que el tren no sale de allí (A pesar de toda la información que tenemos de las webs y aplicaciones).

Nos vamos a la calle en busca del Trolebus 41 que es el que nos han indicado en el hostel. Este Trole no sale de la puerta de la estación, sino que 500 metros más allá en la carretera principal. Con las mochilas y los frenazos intentamos pagar el billete… prometemos que lo intentamos varias veces a pesar de que la gente nos decía que no pagáramos. Pero el bus llegó a nuestro destino y nos bajamos.

Llegamos a nuestro alojamiento el DC Hostel y descubrimos que no es tan limpio ni tan bonito como en las fotos de booking… aunque 13€ en habitación doble con baño compartido en el centro de Belgrado está muy bien.

Al estar en el centro solo debemos poner un pie en la calle para sentir la ciudad. Es jueves, pero la gente está de marcha porque hace una temperatura muy agradable.

Nos sentamos en una terraza para tomar una cerveza por 245 RSD y acabamos cenando en una Pekara (Burke de carne y queso con dos coca-colas) por 320 RSD los dos.

Nuestra conversación mientras cenamos y tomamos las cervezas es ¿Cómo vamos a conseguir llegar a Sofía? ¿Ir a la estación que está a 60 minutos? ¿Ir a una agencia de viajes? ¿Irnos en avión?

Con el run-run nos vamos a dormir.

14/09/2018 BELGRADO

El día empieza temprano: Café y croissant en Food Experience Doo (kolorceva 6-8) justo enfrente del hostel. Una panadería en la que hacen café, pero el café más caro de Belgrado como podremos comprobar durante el día.

Nuestro primer objetivo del día es conseguir los billetes para el tren con destino a Sofía de mañana: en Belgrado hay varias estaciones de tren y todas parecen principales; Main o Central ¿Cuál es más importante? Y… ¿cómo se distinguen en cirílico? En resumen, que decidimos ir a la Main Station para probar suerte y una amabilísima señorita nos dice que claro que puede vendernos los billetes y que ayer, su compañera, también hubiera podido. Compramos los billetes por 5642 RSD (47.7€ los dos). Y ya, tranquilos y con los billetes en la mano nos vamos a conocer la capital de Serbia.

Se nos olvidaba que camino de la Main Station hemos visto el Hotel Moskva el más antiguo de la ciudad y en el que se han alojado personajes importantes como Einstein, Gorky, Hitchcock… como anécdota el hotel, sin moverse de su sitio, ha cambiado nueve veces de país en los últimos 110 años. Está en la calle Balkonska, 1 y aunque no os alojéis o no os toméis nada vale mucho la pena acercarse a verlo.

Lo mejor de Belgrado

Caminamos por Nemanjina hacia la catedral de San Sava el recorrido está lleno de edificios oficiales pero los que más nos llaman la atención son los edificios bombardeados durante el conflicto de la Ex Yugoslavia en 1999 para que Serbia retirara las fuerzas militares en Kosovo. Un conflicto que no queda tan lejos en el tiempo y que trae muchas imágenes a nuestra mente que vimos en la TV. Los edificios son el antiguo Ministerio de Defensa, la Policia Federal y la Radio Televisión serbia.

Después de la lección de historia reciente nos vamos a San Sava por unas callejuelas que están muy bien indicadas. Se considera la mayor iglesia ortodoxa del mundo y aunque está proyectada desde 1895 no pudo acabarse, por fuera, hasta 2003. Del interior, lo único acabado es la cripta que os recomendamos insistentemente que visitéis; una lámpara, que intuimos que es de oro, que quita el hipo. El estilo de la iglesia es serbio bizantino y creemos que deben darse prisa en acabarla porque algunas de las baldosas están rotas y podría deteriorarse mucho antes de su inauguración.

El paseo por la capital de Serbia, Belgrado

Paseamos y encontramos un pequeño bar en los bajos de un edificio soviet UR LOKAL (Nenadovica 24) en el que tomamos un expreso por 150 RSD acompañado por agua con hierbabuena. El lugar es encantador, bohemio y con muy buen gusto.

Muy cerquita de el bar está el Museo de Nikola Tesla; un importante científico que da nombre a una unidad de medida física y a una de las marcas de coches eléctricos más famosas del mundo. No lo visitamos porque vamos un poco “pillados” de tiempo.

El camino nos lleva hasta la Iglesia de San Marcos. Se trata de una iglesia inspirada en el Monasterio de Gracanica en Kosovo, con iconos importantes y la tumba de Dusan el Fuerte (1308-1355). En la parte trasera hay una pequeña iglesia rusa construida por refugiados tras la revolución de octubre que, evidentemente, no sabían que años después serían también perseguidos en su lugar de refugio. Justo detrás de ésta y de un teatro está el Memorial de 1999… otro espacio para la reflexión.

Unos pasos más allá nos encontramos con la Asamblea Nacional y la Presidencia de Serbia. Como dato interesante decir que la presidente de Serbia es una mujer y lesbiana en un país ortodoxo.

Al acabar la zona “política” hay un monumento dedicado a Nicole Pasica, el urbanista de Belgrado.

Dejamos los billetes de tren en el hostel, que nos cae de paso, y vamos hasta la Mezquita Bajrakti. El edificio es el único templo musulmán que queda en Belgrado, es de tiempos de Suleiman I el Magnífico. Durante la época de dominación otomana había 250 mezquitas y actualmente solo queda esta porque fue reconvertida en Iglesia Católica por los austro-húngaros. Cuando llegamos están rezando y no podemos entrar… pero las puertas están abiertas y nos encanta, recordándonos a algunas mezquitas que vimos en Bakú.

En 2004 la quemaron como represalia por la quema de iglesias ortodoxas en Kosovo… pero por suerte fue reconstruida de nuevo.

Un duro paseo bajo el sol nos lleva hasta el Barrio de Dórcol a orillas del Danubio. Recomendamos hacer el camino en bici y cuando el sol haya caído un poco. Las vistas al río y la tranquilidad son bestiales… como el calor que pasamos.

Tras andar más de 1 Km por la orilla llegamos a la Torre Nebojja y por ella tenemos acceso por una cuesta empinada a la Fortaleza de Kalemegdan. Cuando llegamos exhaustos de cansancio, calor y sudor nos tomamos una Coca-cola en Cafe Kalemegdanska Terasa por 250 RSD. Ahora, con aliento, podemos visitar la famosa fortaleza que se construyó encima de los restos de los pueblos que pasaron por Belgrado: celtas, romanos, otomanos, austro-húngaros y eslavos. La parte superior se ha convertido en un mirador de la confluencia de los ríos Sava y Danubio que no hay que perderse. El resto del recinto se lo reparten parques, una exposición de tanques, un parque de dinosaurios y la estatua de “El Victor” (representa la victoria en masculino y lleva un águila y una espada de lucha) que es el punto más alto de la ciudad.

Volvemos a la ciudad por la Calle Kneza Mihaila (la calle peatonal principal)… pero torcemos por la calle Rajiceva y nos encontramos con un local que nos llama la atención, se llama Peta Soba (5A SOBA). Un local con mucho encanto, un café buenísimo -nada caro- y gente guapa.

Seguimos hasta la Catedral de San Miguel que también vale la pena y en la que te dan una faldita para taparte las piernas… aunque vamos con pantalón por debajo de la rodilla.

Comemos en Ferdinand Knedle (Gavrila Principa, 58). Un pequeño local en el que sirven un postre típico serbio pero que nosotros nos lo tomamos en la versión salada (una mezcla entre croqueta y albóndiga) elegimos las de:

  • Jamón y rúcula
  • Espinacas y mozzarela (la más rica de todas)
  • Cuatro tipos de quesos
  • Setas y maíz

Acompañado por dos botellas de agua ROSA por 680 RSD.

Tras ello nos vamos al hostel a descansar un poco pero antes pasamos por el súper AROMA (muy cerca del hostel) a comprarnos comida para nuestro viaje en tren de mañana.

La tarde la pasamos en Beograd Desing District, un lugar que se inició como una idea por 5 diseñadores en 2010. Hay un montón de locales alternativos y moda “diferente”. El bar no tiene lugar para sentarse y decidimos ir a Skadarska, lo que autodenominan la zona bohemia… muy bonita… pero lamentablemente muy turística; con voceadores y gente repartiendo flyers…

Muy cerca tomamos unas cervezas en Stanica Piva por 480 RSD.

Seguimos andando separándonos de la zona y llegamos a Centrala un local para locales, con aire bohemio, terracita normal… que nos encanta tanto que nos tomamos dos pivo cada uno por 580RSD las 4.

Buscando un local para cenar damos con Drama Cepavi un local de salchichas en el que comemos un “drama especial” por 330 RSD y cerveza por 160 RSD… es lo que hemos calificado como el ¡Mejor bocata del mundo! Es como meter un pan de altísima calidad en una olla de ternera a la jardinera ¿está bueno? ¡¡¡No… lo siguiente!!! Incluso el picor de los granos de pimienta enteros nos encanta.

Nos vamos al hostel a dormir y hay tanto jaleo que casi no podemos hacerlo.

15/09/2018 BELGRADO-SOFÍA

A las 7h estamos en pie y pedimos a la poco amable recepcionista del hostel que nos llame un taxi para ir a la estación de Topcide: 600 RSD. El taxista, un poco perdido, nos deja en medio de un campo o parque justo en al lado de un edificio que nunca hubiéramos dicho que es una estación.

Con los dinares que nos quedan nos compramos un café (120 RSD) y agua (120RSD).

Aunque pone que nuestro tren sale de la vía 1 vemos que el cartel del tren es a otra dirección y tras preguntar a los funcionarios nos indican el tren correcto. Para nuestra sorpresa el tren es muy nuevo, con aire acondicionado, marcador de velocidad y asientos como los cercanías de las ciudades españolas. A las 9:06h el tren se pone en marcha pero para nuestra sorpresa va a 19 km/h, 30 Km/h… y en el mejor de los casos a 100Km/h durante 3 minutos. Pasa un revisor que nos coge el billete y nos saluda amablemente…a las 4h pasa un segundo revisor que nos dice que en Nis cambiamos de tren y que estaremos 2.5 horas parados allí. Intentamos sacar la parte positiva y nos ponemos a buscar información sobre Nis en nuestro móvil y resulta que allí nació Constantino I y que tiene una fortaleza otomana increíble… creemos que podemos darnos un paseo, 4 fotos y un café para que el tiempo se nos pase rápido si hay consigna en la estación.

A las 14:30h estamos en Nis y al bajar del tren hay una persona diciendo “Sofía” “Sofía” y tras unos 5 minutos el tren parte para Sofía… no habíamos entendido nada… pero como nosotros la mayoría de los pasajeros extranjeros que íbamos en el tren.

En el nuevo tren, más viejo que nosotros y comido de mierda, decidimos comer: sándwich de salchichón, galletas, yogurt, mandarinas… El revisor vuelve a pasar y, como el tiempo no pasa, decidimos echarnos una siesta. Llegamos a Dimitrograv (frontera) donde sube un policía serbio a cogernos los pasaportes y sellarlos. Nosotros y otros guiris intentamos bajar del tren para fumar, pero un policía como un armario empotrado nos pega un chillido que nos deja sordos.

Unos minutos más tarde llegamos a la frontera Búlgara y sube su policía para controlar nuestros pasaportes, tras ellos la guardia de aduanas y al final el revisor búlgaro.

En Bulgaria es una hora más y llegamos a Sofía a las 20:20h con lo que el tren ha tardado 10h en hacer un recorrido de 340 Km (34km/h de media!!!). Eso si, hemos disfrutado mucho del paisaje, los ríos, las montañas, hemos vistos videos y escuchado el programa nómadas de RNE sobre Sofía.

Al llegar a la estación sacamos 350 Levas (175€) en el ATM y vamos directos a la taquilla para comprar los billetes Sofía-Plovdiv y Plovdiv-Estambul para pasado mañana. La taquillera, estresada, nos dice que es demasiado temprano para comprarlos y que volvamos mañana ¿en serio?.

Un poco cansado y desolados por lo de los billetes, básicamente porque nos obliga a volver a la estación que está alejada del centro, nos vamos a coger un taxi y cometemos un error de viajeros/turistas novatos… no pactar el precio!.

Hay una fiesta en Sofía y la mayor parte del centro está cortado y coincidentemente nuestro hostel está en el centro-centro… Total que pagamos 20 levas cuando el precio normal son de 5 a 7 Levas…

Nos alojamos en 5 Vintage Guest House contratado a través de booking por 18€ la noche por persona en habitación doble con baño compartido. Un lugar encantador y con todos los servicios. El checkin era hasta las 19h y mandamos un mail diciendo que íbamos a llegar más tarde. Al llegar hicimos una llamada de teléfono y en menos de un minuto se presentó la recepcionista.

Sin muchas ganas, porque estamos cansados, nos vamos a la calle a pasearnos. Sobretodo lo hacemos por la calle Vitosha donde hay bares y lugares para comer… pero estamos muy cansados y solo tomamos una cerveza por 3.9 Levas antes de volver al hostel tomarnos unas galletas y dormir. Se oyen fuegos artificiales y según la Wikipedia parece que Sofía celebra su fiesta el 17 de septiembre.

16/09/2018 SOFÍA

Como antes de ayer tenemos que empezar el día en la estación de tren y vamos andando. Al llegar nos vamos directos a la ventanilla de internacional train y una señorita muy amable nos pregunta que qué queremos y le decimos que dos billetes de tren de Plovdiv-Istambul (Helkali) en compartimento de 2 camas. La señorita nos dice que no con la cabeza y nos pide el pasaporte indicándonos que solo podemos pagar en cash. Nos acaba vendiendo 2 billetes por 28.16 Levas (14.4€) y un compartimento por 58.67 Levas (30€). Una vez pagado le preguntamos donde podemos comprar el billete de Sofía a Plovdiv de mañana por la mañana a las 8:38h y nos dice que en el piso superior en la ventanilla 16… la buscamos pero no damos con ella y una amable señorita nos la vende en la taquilla 17… tranquilos y con nuestros billetes nos vamos a visitar la ciudad.

Lo mejor de Sofía

Empezamos la ruta en el Puente de los Leones, que más que bonito es un punto de referencia y bajamos por la calle Stefan Stambolov donde está el Mercado de la Mujeres con puestos de uvas, granadas, fresas, frutas del bosque, nueces, miel, queso, flores y cientos de especias. En mitad del mercado hay una iglesia ortodoxa en la que están oficiando y los cantos polifónicos invaden todo el mercado. Al acabar el mercado a mano izquierda está la Sinagoga de Sofía es la 3ª más grande de Europa y la más grande de Bulgaria. Tiene un aire morisco y acogió a la comunidad sefardí cuando “los echamos” de España. Los judíos búlgaros no fueron muy perseguidos durante el nacismo porque, según nos cuentan, eran muy influyentes en la sociedad búlgara. Podemos entrar después de que chequeen nuestras mochilas y a los varones nos hacen poner la kipá para entrar al templo. El punto más interesante es el museo, que está en obras, que guarda las llaves de las casas de Toledo. Y sin lugar a duda también nos llama la atención la lámpara-araña de latón de 2250 Kg. En el patio del templo hay una celebración de la comunidad judía donde leen textos y comen.

Justo enfrente, en dirección a María Luisa, esta el Mercado Central (Centralny Hali) donde venden un montón de productos cocinados, quesos, embutidos, tortitas, pizzas… un buen lugar para llenar el buche porque los precios son muy asequibles.

Nada más cruzar la calle nos encontramos con la Mezquita Banya Bashi de 1576 y la única en activo. No podemos entrar porque está cerrada. La vista exterior, con su minarete, vale la pena.

Justo al lado está el Museo de Historia y por detrás las Fuentes de Sofía donde encontramos a mucha gente cogiendo agua en botellas de plástico. Las aguas minerales de Sofía son conocidas desde antiguo. Vemos a gente llevarse garrafas llenas y tras probarla comprobamos que el agua sale caliente. En el hostel nos explican que la gente mayor y los pensionistas, que cobran muy poco, no se pueden permitir comprar agua y por eso la cogen de allí. Un pensionista cobra alrededor de 200 Lev (100€) y el sueldo medio en Bulgaria es de 600 Lev (300€)… un buen sueldo es de 1000 Lev (500€).

Unos pasos más allá está el Monumento a Sofía, de bronce y dorara símbolo de la ciudad y representa la sabiduría. Antes, el mismo espacio, lo ocupaba un monumento a Lenin. Enfrente está la Sveta Petka Samarozhisha, construida a principios de la época otomana, muy pequeña pero muy fotogénica por sus ladrillos rojos y porque está por debajo del nivel del suelo a la salida del metro.

Hay que decir que orientarse en la zona no es fácil porque los monumentos casi se superponen entre si o incluso están a diferentes niveles y las indicaciones en cirílico no siempre ayudan.

Justo en el subusuelo están las increíblemente conservadas ruinas del Complejo de la Antigua Serdica. Es la antigua ciudad romana que fue descubierta en 2010 con las obras del metro. La conservación y restauración es sin duda extraordinaria. No hay que pasarlas por alto… hay que bajar al subsuelo para apreciar el gran esfuerzo que hay hecho la ciudad para conservar estos restos.

El Palacio presidencial, con los soldados que hacen cambio de guardia cada hora y en su interior la se encuentra la pequeña iglesia de Sveta Georgi construida en el S. IV dC, considerada la más antigua de Bulgaria. Un lugar precioso y relajante. Durante nuestra visita hay una celebración y nos llama la atención el ritualismo de los feligreses, un poco exagerado, acompañado de música vocal polifónica que nos encanta.

Seguimos la Avenida Osvoboditel para ir hasta la Iglesia Ortodoxa Rusa de San Nicolás (Sveti Nicolas), que sin lugar a duada sobresale por su dorado. Durante nuestra visita están celebrando una “misa” de bautizo en la que cortan el pelo al bebé, no hay silencio ni de los asistentes ni de los turistas que no nos cortamos en echar fotos.

Acabamos, antes de comer, en la Catedral de Alexander Nevski (1882-1912). Es enorme y uno de los símbolos de Bulgaria y Sofía. Se contruyó para conmemorar la memoria de los soldados muertos durante la Guerra ruso-turca. El Interior, aunque requiere una restauración, es precioso; en estilo neobizantino y con cúpula revestida de oro.

La catedral de Alexander Nevski, de nuestra escala en Sofía

Comemos en Social de la calle Vitoshka: una ensalada búlgara, barbacoa búlgara (Sanchicha, kebab, cerdo ternera) con dos cervezas por 22.5 Lev (11,5€) por persona. Un helado en CONFETTI, en la misma calle, por 3.99 Lev (2€) con dos bolas.

Seguimos hasta el feísimo Palacio Nacional de Cultura por la Cascada de la plaza de Bulgaria.

Un Café en SOHO (2.3 Lev) en un patio encantador hecho con palés y pintado de verde.

Seguimos el recorrido turístico hasta la Sveta Sedmoochislenltsi, auqnue la plaza está en obras vale la pena buscar la entrada porque tiene unos frescos fabulosos y muy bien restaurados dado el edificio ha sido mezquita, polvorín, cárcel y establo.

Vamos hasta el transitado Puente de las Águilas que es otro de los puntos de referencia de la ciudad y para llegar paseamos por el Parque-Momorial a Rusia por la defensa de Bulgaria de los nazis durante la II Guerra Mundial. Nos llama la atención como las estatuas van armadas con kalavnikovs.

Regresamos de nuevo a Sveta Nevski para ver Sveta Sofia, una de las Iglesias más antiguas de la ciudad y la que le dio nombre: Está construida sobre una necrópolis y los restos de 4 iglesias. Creemos que merece la pena entrar a verla.

Fuera está la Tumba al Soldado Desconocido, con una llama eterna.

Llegamos a tiempo, al Palacio Presidencial, para ver el cambio de guardia 5 soldados se cambian entre ellos… no es espectacular… pero mola.

Vamos andado hasta Rollings Hot un food track que hemos visto esta mañana en un solar; El sitio está muy chulo y venden cerveza y perritos calientes. Nos pedimos dos cervezas por 4 Lev y como no hay mucho ambiente, estamos solos, nos vamos a otro lugar.

Seguimos las recomendaciones de LP y vamos a un bar que se llama L.E.V.A. en el que, siempre según la guía, ofrecen carnes, albóndigas y que es el lugar favorito de los estudiantes de la contigua escuela de Bellas Artes. En su lugar está el Restaurante JASMINE (caro; cerveza a 8 Lev) y una vez pasado éste está el Bitburguer Bierkeller donde cenamos: ensalada de los Balcanes, salchichas Viena, y salchichas curry con 2 cervezas por 19.5Lev por persona.

Parece que los dos estamos un poco congestionados, con mocos y tenemos frío por lo que nos vamos a la cama.

Nos acostamos con la sensación de haber hecho una visita caótica a la ciudad porque los mapas no son muy claros… pero suerte que teníamos muy claro que es lo que queríamos ver.

En el alojamiento nos han dado un papelito, junto al mapa, en el que dan unos consejos sobre la ciudad que os vamos a apuntar porque creemos que son muy prácticos:

  • Si (Da) y No (Ne). En Bulgaria la gente mueve la cabeza arriba-abajo para decir no y derecha-izquierda para decir si. Justo al revés que nosotros.
  • El Símbolo Y quiere decir mujeres. Así que si en un baño hay esta indicación significa que es el baño de mujeres… y no el de hombres.
  • 00= WC
  • El agua del grifo se puede beber porque Sofía tiene una de las mejores aguas de manantial de el Mundo. Se puede beber agua de las fuentes en la calle y en los parques.
  • La electricidad en Bulgaria es de 220v 50Hz y enchufes de dos agujeretes.
  • El ticket del transporte público, en Sofía, cuesta 1.6 Lev. Siempre hay que validarlo. Si llevas maleta tienes que comprar un ticket para ella también. Ir sin billete de bus y que te pillen cuesta 40 Lev.
  • Taxi: Puedes pillar un taxi levantando la mano en la mano en la calle. Cada taxi tiene puesta su tarifa en el salpicadero (Precio por quilómetro, por esperar, de noche…) Ejemplos de trayectos: Aeropuerto-Ciudad 20 Lev. Estación de tren-Ciudad 6-7 Lev. Y como siempre es buena idea preguntar al conductor cuánto nos va a costar y no ser incautos como nosotros y pagar 20 lev de la estación al centro.
  • La Leva es la moneda de Bulgaria, pero en algunos sitios aceptan otras monedas. En los hoteles SOLO se puede pagar con Levas. Nunca aceptes cambios en la calle. Una buena opción es sacar dinero de los cajeros ATM que hay por toda la ciudad.
  • Kleck Shops: Tiendas en los bajos de los edificios en las que venden de todo y dan los productos a través de una ventanita a ras de suelo: tabaco, alcohol, snacks…
  • Pipas: En Bulgaria, al contrario que en otros países, se comen las pipas de girasol como nosotros.
  • Precios orientativos: Cerveza en tienda 1-2 Lev en Bar 2-5 Lev. Café 1-3 lev. Sándwich 4-10 Lev. Barra de pan: 1 Lev. Ensalada: 5-10 Lev. Plato principal: 8-16 Lev. Botella de agua: 1 lev.
  • La Rakia es el alcohol nacional que se produce por la fermentación de frutas (uvas, ciruelas, albaricoques…) Tiene una media de 40º
  • La Mastika es una sandía a la que se le ha añadido alcohol con una jeringa.
  • Skembe Shorba es la sopa típica de Bulgaria. Está hecha con tripas cocidas con leche y especias y se sirve con vinagre, ajo y guindilla.
  • La propina para los bares y restaurantes es del 10 %.
  • Se puede fumar al aire libre y en las zonas para fumadores. Un paquete de tabaco cuesta 5-7 Levs.
  • Vegetarianos: Hay muchas comidas búlgaras aptas para ellos; sach, tarator…
  • La Boza es una bebida fermentada parecida al café con leche y olor a pegamento. Cuesta 1 Leva
  • Los precios en tiendas y supermercados son fijos. Solo se acepta el regateo en las tiendas de segunda mano.
  • Si te invitan a una casa hay que llevar un regalo (caramelos, flores, vino). Si llevas flores siempre deben ser un número impar.
  • Las drogas, como en España, están prohibidas.
  • Sofía tiene una población de 11000 perros ¡No son peligrosos! Pero hay que tener cuidado con las pulgas en los céspedes.
  • No se recomienda dar dinero a los mendigos porque aumenta la mendicidad en la ciudad.
  • En las áreas de la Estación, Bulevar Vitosha, Mercado Zhenki y en el transporte público hay que tener cuidado con los ladrones. Las cosas de valor hay que dejarlas en el hostel.
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