Descubriendo Nueva York en Navidad. Todos los secretos

Después de visitar las principales atracciones durante los primeros días de nuestro viaje a Nueva York, quisimos disfrutar de la ciudad a un ritmo diferente para los días restantes. Todavía nos quedaban algunas visitas importantes, pero estábamos cansados de caminar tanto y algunas tendrían que esperar para el próximo viaje.

Como destacados para los días restantes, hicimos un crucero por el río Hudson, vimos la puesta de sol en Top of the Rock, fuimos de compras a los outlets de New Jersey Gardens y disfrutamos de las luces de Navidad en Dyker Heights. En este post, compartiremos cómo lo hicimos todo. Y si queréis un buen resumen de los imprescindibles en NYC en Navidad también lo escribimos a la vuelta.

7 días en Nueva York por Navidades

Cómo organizar una semana de viaje a Nueva York en Navidad
La ruta de una semana en Nueva York. Los imprescindibles en un viaje de 7 días a NYC

Día 5. Domingo 15 de Diciembre. Crucero por el Hudson, High Line, Chelsea y subida al Top of the Rock

Pensamos que uno de los días más chulos por los lugares que teníamos programados, además de que parece que por fin la lluvia no haría acto de presencia hoy. Primero que nada tocaba madrugar para hacerse con un buen hueco en el crucero por el río Hudson.

Crucero Liberty de Circle Line por el Hudson

Tocaba llegar hasta el Muelle 83, desde donde parten los cruceros de la compañía Circle Line, probablemente los más conocidos y con más opciones de Nueva York. El área de Hudson Yards es la nueva zona de expansión de la ciudad y las nuevas construcciones se suceden. Desde Grand Central llegamos en pocos minutos con la línea 7 de metro. El crucero Liberty, el que incluía la City Pass C3, recorría durante aproximadamente una hora algunos de los tramos más emblemáticos del Hudson. Existen muchas más posibilidades y en función del tiempo de crucero llegará a más o menos lugares. El Circle Line Best of NYC, el Circle Line Landmarks Cruise, el Circle Line Harbor Lights… con rutas de hasta 2.5 horas. Este más largo salía a las 12 horas. Como digo, la City Pass incluía el recorrido de una hora.

Era aconsejable estar unos 20-30 minutos antes de que zarpara y el nuestro comenzaba a operar a las 10. Desde la boca de metro en Hudson Yards todavía quedan unos 15 minutos caminando al muelle 83. Siendo domingo y sin tener muy claro cómo funcionaba, pues no permitía tener reservado el trayecto, a las nueve ya estábamos en el muelle. Nos subimos al barco unos 45 minutos antes de salir y simplemente esperamos a comenzar el tour.

Las vistas de Manhattan desde el Hudson en un crucero
Las mejores vistas de la sky line de NYC desde el Hudson

Totalmente recomendable y si bien no llega a cruzar los puentes por debajo, las vistas de la ciudad son una maravilla acercándose mucho y para buenas fotos a la estatua de la Libertad. Por supuesto y como siempre en NYC, las opciones para navegar por el Hudson son inimaginables…

The Vessel of New York

Una hora más tarde estamos de vuelta y nos dirigimos hacia The Vessel. Aunque la entrada es gratis, nosotros habíamos realizado la reserva vía online. Pagando 10 $ contabas con flexibilidad y elegías cualquier hora para hacer la visita sin tener que esperar a hacer colas.

La estructura es tan peculiar como sorprendente y consiste en una sucesión circular de escaleras que resulta adictiva para las fotos. Desde abajo aparece dorada y a media que se asciende ofrece buenas vistas de los alrededores. En total 154 pisos de escaleras interconectados, con nada más y nada menos que 2.500 escalones. Muy chulo y con mucho frío por culpa del viento que entraba desde el río… Desde el Vessel y tras la visita nos dirigimos hacia El Barrio de Chelsea subidos por la famosa High Line.

Vessel de Nueva York
Las vistas desde lo alto del Vessel de Nueva York

High Line de Hudson Yards y Chelsea Market

Chelsea ha pasado a ser uno de los barrios más elegantes de Manhattan, al menos así suena en nuestras cabezas. Llegamos al distrito a través de High Line, unas vías de tren que cayeron en desuso y que se han convertido tras su adecuada remodelación en un parque elevado sobre la ciudad. El paseo merece la pena por las vistas. Tenemos la suerte de que algunos rayos de sol asoman y le dan la luz perfecta para las fotos. Desde arriba se obtienen buenas tomas en los cruces de las carreteras.

High Line de Nueva York
El paseo por el High Line de Nueva York

Unos dos kilómetros que terminan para nosotros en el Chelsea Market donde comemos. La salida de High Line en la calle 16 nos lleva directamente al mercado. Y el mercado, la antigua fábrica de Oreo, merece francamente la pena. Muchas opciones en algo en un espacio subterráneo enorme que ocupa una manzana completa, de las de aquí…

Elegimos un perrito caliente en Dickson’s, lo que fue una antigua carnicería y ahora alardea de los mejores perritos del mercado. Pedimos por recomendación del muchacho el Chowchow, o “algo así”. Café perrito unos 6.5 $. El tiempo aprieta y aunque nuestro plan inicial dejaba la tarde algo más tranquila para pasear SoHo y Tribeca, tenemos que tomar camino hacia el Rockefeller, a las 15:55 tenemos el segundo intento de subida al Top of the Rock. Hoy parece que está despejado…

De nuevo en la entrada del mirador, hoy si subiremos a la hora marcada, aunque hay cierto retraso. El enorme edificio se eleva 259 metros hasta los 70 pisos. El hijo del magnate Rockefeller proyectó la construcción de un teatro pero con la gran depresión del 29 cambió sus planes comenzando el gran complejo que acabó conformando los 19 edificios actuales y en el que trabajaron, para su suerte en esos años, 250000 trabajadores. Edificios tan emblemáticos como el Radio City Hall o los estudios NBC forman parte del Rockefeller Center.

Aunque subir se lleva más de media hora entre control de seguridad y demás, un audiovisual incluido, el ascensor al mirador recorre la distancia al mirador en solo 34 segundos. Una vez arriba el plan se torció por quince minutos, los que nos faltaron de luz tal vez. Aún así, el momento es único, mientras el sol cae a espaldas del Empire y los últimos rayos le dan la mejor luz a Central Park. Pocos minutos después y la ciudad se ilumina. El mirador tiene tres niveles abiertos, mucho frío, sobre todo en el último en el que ya no están los cristales que cortan parte del viento.

Nueva York al atardecer desde Top of the Rock
Nueva York al atardecer desde Top of the Rock

Algo de la noche neoyorkina

A las seis salimos hacia SoHo. Tiempo libre hasta la cena. Para las 19:45 tenemos reserva en SoHo Park, un auténtico americano que también admitió la reserva para 18 en la app de Open Table. Cerca, los souvenirs de Chinatown, las tiendas de Tribeca, las cafeterías de Little Italy… ¡que de cosas y que poco tiempo! La cena, hamburguesas y sándwiches de estos de por aquí, por 38 $ cada uno, bien regadas. Ojalá fuéramos de irnos a dormir… pero, que demonios, estamos en Nueva York, lugar donde difícil será no encontrar cerca un buen local donde escuchar música. Y vaya si lo encontramos, en Greenwich Village y buscando el auténtico y famoso Blue Note, terminamos en The Groove donde una pedazo de banda hizo todo lo que sabía y era mucho, con lo mejor del soul!!! Contentos, muy contentos y a la cama.

Día 6. Lunes 16 de Diciembre. Lower East Side, East Village y Union Square. Luces de navidad de Dyker Heights

De nuevo muy temprano, mitad jetlag mitad esa sensación de que queda menos y quieres aprovechar todas las horas. El objetivo real por otra parte, era tratar de hacer la visita del Empire State a primera hora. Abren a las 8 de la mañana y los foros aconsejaban subir entre las 8 y las 11, con muchas menos colas.

Empire State of New York

La entrada al edificio estaba incluida en nuestro City Pass C3. Sea como fuere, a las 8:30 estábamos allí. Creo sinceramente que abrimos las puertas… En 1929 se encontraba aquí el Hotel Waldorf Astoria y tras ser demolido se comenzó la construcción del Empire. Hasta 3400 obreros trabajaron a la vez rompiendo todos los récords de la época, llegaron a construir 10 pisos en 10 días y en tan solo 410 días se concluyó. En 1931 fue inaugurado. Otis suministró sus primeros ascensores al edificio. Una divertida e interesante exposición de fotos y objetos de la época te lleva hasta los ascensores que suben al piso 80.

Un puñado de fotos y subida hasta el piso 86, alcanzamos los 320 metros de altitud. Cada febrero cientos de corredores suben a pie los 1756 escalones del edifico hasta aquí en una particular carrera. Aquí si se puede salir al exterior y así evitar los reflejos de los cristales en las fotos. Para evitar el frío, han colocado estufas que permiten aguantar mejor la temperatura. Pagando un extra se puede llegar hasta el 102. No tengo claro la diferencia en las vistas… Algo más de una hora y con bastante suerte con el día. Bajando y justo antes de salir merece la pena para a disfrutar del mural en relieve art déco del vestíbulo. Acero, aluminio y oro representan el edificio.

Manhattan desde el Empire State de Nueva York
Manhattan desde el Empire State de Nueva York

Más imprescindibles de Manhattan

Hecha la visita y con todo el día por delante, emprendemos caminos distintos. Una parte se va a patinar sobre hielo, una de las más clásicas actividades de la navidad en Nueva York. El lugar más cercano y el elegido, Bryant Park (entrada gratuita, alquiler de patines para un día, 33 $). El resto seguimos la quinta hacia el edificio Flatiron, ese cuya peculiar fachada es objeto de tanta fotografía. El conocido edificio en forma de “plancha” acomodó su edificación a la irregularidad de la quinta con Broadway y hasta 1909 fue el más alto del mundo con “tan solo” 91 metros de altura. El edificio se abre al frente al jardín de la plaza Madison y siguiendo por Broadway hacia Union Square.

En Union damos un paseo entre los puestos de navidad justo en el momento en que comienza a nevar. Subimos por la quinta hacia la Biblioteca de Nueva York, junto a Bryant Park, donde parte del grupo está patinando sobre hielo. La visita de la biblioteca es gratuita y merece la pena tanto en el interior como la majestuosa fachada. Entramos en varias salas de lectura donde dan muchas ganas de tirar fotos sin estar permitido. En una de ellas, la mayor colección de mapas de Nueva York.

National Library de Nueva York
Descansando los pies y “disimulando en la National Library

Aprieta el hambre y de nuevo con el reloj persiguiendo nuestros pasos. A pocos metros de la librería, Bravo Pizza, un pequeño local con porciones de pizza a buen precio. Por unos 9 $ con bebida. A las 16 horas el segundo y último de nuestros tours contratados.

Tour de las Luces de Navidad de Dyker Heights

De nuevo con la misma compañía, “Mi viaje a Nueva York”, esperábamos que con mejor éxito que el tour de contrastes del primer día con esta agencia. De nuevo un buen precio, 42 €, hizo que nos decantáramos por ellos. La duración 4 horas. El primer fiasco, la guía se dirige al grupo en italiano y español… pensábamos que sería en exclusiva para hispanohablantes. Si bien se puede hacer la visita a tu aire, preferimos contratarla al ser un grupo grande. Esperábamos que mejorara, solo había hecho que empezar.

Cruzaremos a Brooklyn por un túnel bajo el río para llegar al barrio de Dyker Heights. La primera hora es para llegar. Pasearemos durante una hora a pie, antes de volver, en un rectángulo que se forma entre las calles 84 y 83 y las avenidas 10 y 12. En estas calles se encuentran las casas más engalanadas. La tradición nace de dos familias ítalo americanas, dos casas enfrentadas y que se visitan al principio. Poco a poco se sumaron más vecinos y hoy día, alguna de las casas se han llegado a comprar para participar. Las facturas de luz en algunos casos suben a 30000 $ durante el mes de diciembre. La realidad, una locura compartida de un puñado de gente que pensamos, a la vista de lo que pueden valer las viviendas, no tienen demasiado que hacer. Y la otra realidad habiendo hecho la ruta totalmente solos y muy a gusto, es que merece la pena pagar un Uber entre cuatro y ahorrarse el dinero del tour…

Las luces de Navidad de Dyker Heights
Las luces de Navidad de Dyker Heights

Durante la vuelta cruzamos por el puente de Manhattan y aprovechamos para ver la isla de noche. A las siete ya hemos regresado. Cenaremos en Carmine´s 44st a las 21:30 h, la última de las reservas que conseguimos en OpenTable para el grupo. El lugar muy cerca de Times Square, por lo que hacia allá nos dirigimos para lo que queda de tarde.

El Carmine’s es un auténtico clásico, enorme y con dos plantas, igual de enorme que sus raciones. Platos de 40 $ que el camarero nos aconseja compartir entre 3 ó 4 personas. Pedimos para cada mesa de 9: calamares fritos (nos los recomienda el muchacho) como entrada y dos platos de pasta (la de almejas y la de ragú), con cerveza y vino blanco ¡Tremendas!. No se os ocurra pedir un tiramisú por persona… La cuenta llegó a 45 € por persona. Ojo, la comida está tremenda pero ¡pedir con mucha moderación!

Día 7. Martes 17 de Diciembre. Día libre para compras y museos y tarde de partido de la NBA en el Madison Square Garden.

Amanece según lo previsto con lluvia. Y, según lo previsto, decidimos escondernos en sitios cubiertos de NYC. Nosotros iremos de compras a New Jersey, otros de compras en Manhattan y una parte a visitar alguno de los interesantes museos de la ciudad. ¿Será por opciones?

De compras al outlet de The Mills at New Jersey Gardens

Para llegar optamos por el bus, seguramente habrá otras maneras pero nos pareció la más sencilla después de escuchar como lo hicieron Sonia, Juanjo y Jorge hacía un par de días. Muy cerca de Times Square salen los buses en la estación de Port Autorithy. Desde la propia estación de metro en el que llegamos, encontramos una salida que nos llevaba. Una vez en la estación hay que encontrar el autobús 111 de la compañía NJ Transits en la puerta 223. Había muchos carteles que te indicaban el lugar, parecía que no éramos los primeros en salir de compras en NYC. El billete de ida y vuelta (Road Trip to Jersey Gardens) lo compramos en ventanilla, costó 14 $ y… ¡voilà! Rumbo al fatigoso trabajo de las ofertas.

El horario de apertura es de lunes a sábado entre las 10:00 y las 21:00 (los Domingos: 11:00-19:00). Parece que todo el mundo coincidía en que había que llegar pronto pero no acabó de salirnos… La frecuencia de buses cambiaba a lo largo del día. Por la mañana salía cada 10 minutos y solo llegar nos subimos a uno. El trayecto lleva unos 30 minutos aunque el tráfico puede hacer que se demore hasta una hora. No hay paradas intermedias.

Y una vez allí, muchas tiendas, más de doscientas y en un espacio cerrado. Si bien no todas son outlet, todas ofrecen interesantes descuentos. Los más llamativos, en las marcas americanas como Calvin Klein, Levi’s o Tommy… por cierto encontraremos el Tommy Hilfiger más grande de los Estados Unidos. Para que os hagáis una idea, mucha gente que vimos andaba con enormes maletas vacías al llegar. Lo entendimos después… aunque por siete dólares puedes alquilar un carrito. Parece mentira pero de volver valoraría hacerlo con maleta.

Estuvimos unas cuatro horas y comimos allí mismo. En la segunda planta hay un área de comida con pizzas, burguers y similares. Para cargar pilas y seguir, que no se enfríe la tarjeta. Imposible abarcar todas las opciones.

Si os gusta comprar, el centro comercial de New Jersey Gardens es una buena opción para pasar un día. Sólo 30 minutos en bus público y … prepárate. No te olvides de una maleta vacía…

Cómo disfrutar de un partido de NBA en Nueva York

Para las 19:30 tenemos entradas para el partido de la NBA de hoy ¡en el Madison Square Garden! Teníamos compradas las entradas unos tres meses antes si bien habíamos visto disponibles y a precio similar hacia 48 horas. Para conseguirlas la mejor web es Hello Tickets, que garantiza la compra. Por 100 € nos hicimos con las localidades. Las hay bastante más caras cómo entenderéis. La recepción vía mail tardó mucho en llegar lo cual generó algo de tensión. Hubo gente que obtuvo confirmación en 24 horas y hubo quien la recibió el mismo día de partido. En cualquier caso insisten mucho en que tu entrada está garantizada y así fue. Eran 15 entradas nada más y nada menos.

Habíamos leído que mejor estar con una hora de antelación para disfrutar del ambiente y así lo hicimos. Tomamos la línea S en Grand Central, un expreso sin paradas que nos lleva a Times Square y de aquí la línea 1 a Penn Station, frente al Madison.

Entrar no fue muy complicado, los controles de rigor y poco más. No hizo falta imprimir los tickets. Una vez dentro la cena con pizza y cerveza por 30 €, la mano de los Knicks, la gorra y ¡a disfrutar del partido! Por cierto, jugaron contra Atlanta y ganaron sobradamente.

Vuelta y último copa en el Peter Dillon’s

En el metro de NYC
Chicos, ¿habéis recargado?

Día 8. Miércoles 18 de Diciembre

¡Allí se acababa esta escapada a Nueva York! Hubo tiempo de casi todo menos de dormir aunque es NYC siempre se quedan cosas para otro viaje. La mayor parte del grupo salía de vuelta a las cinco de la tarde. El Uber, el transfer que ofrecía el hotel o el tren “aéreo” fueron las opciones. Para llegar en tren desde Manhattan al JFK AirPort hay que coger la línea 7 de metro en Grand Central dirección Queens, bajar en 61 St Woodside y hacer transbordo con la línea LIRR dirección Jamaica. Bajar en Jamaica station y coger el tren aéreo del aeropuerto que recorre todas las terminales. El trayecto cuesta por 17.25$ por persona y se tarda una hora en hacer todo el trayecto.

Carmen y yo, no volábamos hasta la medianoche, eso quería decir que un día completo todavía en la gran manzana. Optamos por dar de nuevo un paseo por la quinta avenida hasta Rockefeller y la catedral, tomar el metro hasta SoHo y comer en Little Italy. Al azar, el restaurante Gelso & Grand, todo un acierto con pastas caseras. Regreso a la zona cero, algunas fotos más aprovechando el primer día en que de verdad asoma el sol y ultimas compras en Century 21 antes de comenzar la vuelta…

¡Gran viaje y gran grupo! ¿Habéis recargado? (Ellos lo entenderán…)

Los enlaces a los artículos de viaje a Nueva York de Viajéfilos

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1 comentario en “Descubriendo Nueva York en Navidad. Todos los secretos”

  1. Estos viajes en grupo me encantan… Me gustó mucho visitar Nueva York en esas fechas y creo que salió todo a la perfección. Seguro que volveremos, aunque es difícil saber cuándo.
    Gracias por el recuerdo.

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