Los pueblos más bonitos del Algarve: Albufeira, Cavoeiro, Portimao y Lagos

Embárcate en un viaje de descubrimiento y explora la impresionante belleza del Algarve en Portugal. Sumérgete en la encantadora atmósfera de los pintorescos pueblos que adornan esta impresionante región. Con tanto por explorar, nuestro itinerario nos llevó a algunos de los pueblos y playas más hermosos que ofrece el Algarve.

Pasea por las arenas de Albufeira y deja que las olas arrastren tus preocupaciones. Continuando nuestro viaje por la costa sur de Portugal, fuimos recibidos por los encantadores pueblos de Carvoeiro, Portimão y Lagos. Cada pueblo tenía un atractivo único y era un destino obligado. También hicimos una parada en la impresionante playa Do Camilo, que nos llamó con sus aguas turquesas y arena dorada. Únete a nosotros y descubre las maravillas del Algarve de primera mano.

Recorriendo los pueblos más bonitos del Algarve

El mapa con los post y escalas en los pueblos más bonitos del Algarve

Nuestro cuarto día en el Algarve: Las playas de Albufeira

La visita de Albufeira y sus playas

Madrugamos en Albufeira porque a las 9:30 horas tenemos que estar en el puerto. Llegamos sobre las 9:00 horas, aparcamos en el parking gratuito cubierto (que el coche lo agradece porque menudo días de sol), y desayunamos en el bar que hay en el paseo del puerto, eso sí, continúan siendo lentísimos a la hora de atender y servir.

Las grutas y las playas en las cuevas de Benagil

Llegamos al stand, damos nuestros nombres, y nos dan una bolsita blanca y 2 botellines de aguda fresquita para el camino, todo un detalle. Nos reúnen a todo el grupo y nos reparten los chalecos salvavidas, y nos dirigimos a las lanchas.

Se trata de lanchas semirígidas, en las que vamos un grupo de 12 personas, entre ellas el conductor y una Bióloga Marina que nos va explicando todo.  Durante el recorrido, te acercan a las grutas y cuevas de las playas: Castelo, Gale, Salgados, Armacao de Pera, Senhora da Rocha, Marinha, Benagil, y Carvoerio. Una de las cuevas más bonitas es la de Benagil, en la que nos dicen que podemos entrar y bañarnos, pero es la hora de que salgan los delfines a la superficie, y si se nos hace tarde, puede ser que no los veamos, así que decidimos no bañarnos.

Nos adentramos mar adentro para pillar a los delfines en su hora del almuerzo, y tenemos la gran suerte de verlos, es todo un espectáculo. Tras esto, nos volvemos para el puerto.

El paseo en lancha por Albufeira, uno de los pueblos más bonitos del Algarve
El paseo en lancha por Albufeira

Tras pasar la mañana en el mar, nos vamos a Albufeira, compramos algo en el súper para comer, y pusimos rumbo a la playa de Falesia, para pasar el día allí.

La playa de Falesia en Albufeira

La playa algarvia de Falesia comienza en Olhos de Água, Albufeira, y se extiende, a largo de casi ocho kilómetros, hasta el principio de la marina de Vilamoura, donde las montañas acaban desapareciendo.

El lugar es un extenso arenal flanqueado por un acantilado, con vetas de tierra rojiza y blanca, salpicado de arbustos y coronado por precioso pinares en la cima, desde donde las vistas del mar son únicas. Su aspecto es realmente singular, porque las piedras de las laderas, erosionadas por la brisa del mar y la lluvia, parecen esculpidas por un virtuoso artista, con cierta similitud en miniatura el mismo ‘cañón del colorado’.

Encima de estos acantilados se esconden algunos de los hoteles y resorts más bonitos y lujosos del Algarve, como el Porto Bay Falesia, el hotel Sheraton y el resort Pine Cliffs, de la cadena Luxury Collection, con su campo de golf encima del mar, el nuevo hotel de cinco estrella Epic Sana y el hotel Falesia.

A lo largo de todo el trayecto de los acantilados tienes varias bajadas a la playa desde diferentes puntos, a través de caminos sinuosos, largas escaleras o incluso un ascensor panorámico desde los jardines del Sheraton.

La playa de arena crema y con un agua cristalina es tan extensa que es una de las preferidas para caminar y hasta en verano, a pesar de la afluencia, encuentras tramos semidesiertos.

Comimos bajo la sombrilla, con el calor abrasador que hacía, nos echamos un rato de siesta, y nos armamos de valor para ir caminando hasta que aguantásemos. Cuando llegamos al final de la playa Falesia, nos quedamos asombrados, porque lo que veíamos al otro lado de las rocas era el puerto de Vilamoura, donde habíamos estado el día anterior, por tanto, habíamos caminado unos 5 kilómetros!!!

Tras volver sobre nuestros pasos, ya se habían hecho más o menos las 19:00 horas, así que decidimos desmontar el chiringuito, e irnos al hotel para ducharnos. Tras ello, teníamos muchas ganas de tomarnos una cerveza en un pub que había enfrente del hotel, y así hicimos.

Hoy queríamos cenar Pollo al piri piri (una receta portuguesa, muy conocida, que se hace con pollos pequeños a la brasa,  con un toque picante, cebolleta, ajo, guindillas, pimentón ahumado, ralladura de limón, zumo de 1 limón, vinagre de vino blanco, y salsa Worcertershire). Todas las recomendaciones nos dirigían hacia un lugar, que comentaban  estaba delicioso, y era muy barato, ¿qué más se puede pedir? El lugar era Albufeira Gourmet Churrasqueira Take-Away, a unos 5 minutos de nuestro hotel.

La comida de 10, recomendable toda la carta especialmente el pollo piri-piri, evidentemente, que te lo servían acompañado de arroz. Además los postres eran caseros, buenísimos también, hechos por la dueña.  El personal muy agradable, y encantador, lo lleva un matrimonio y tienen a un chico, súper trabajador, atento y rápido. Además, hablan español.

Una vez cenados, al hotel y a dormir en la última noche que pasamos en Albufeira.

Quinto día, la ruta por alguno de los pueblos más bonitos del Algarve: Albufeira, Cavoeiro, Portimao y Lagos

Bueno, pues ya nos vamos de Albufeira. Salimos a desayunar, para después recoger las maletas, y hacer el check-out (antes de las 11:00 horas).

Preparados para seguir descubriendo el Algarve, ponemos rumbo hacia Lagos, visitando de camino Carvoeiro y Portimao, dos de los pueblos más bonitos del Algarve.

Se tarda un poquito, aproximadamente 1 horas debido a que se trata de una carretera nacional de costa, y que pillamos obras. Hay que ir por las siguientes carreteras: EM526, N269-1, EM530-1 y N125 hacia EM1272 en Lagoa. En la rotonda, toma la tercera salida y continúa por EM1272. En la rotonda, toma la segunda salida en dirección R. João Paulo II.

La impresionante playa de Cavoeiro

Aparcamos en la parte alta del pueblo, y bajamos andando hasta el mirador donde se puede visualizar la bonita playa de Carvoeiro con un acantilado memorable.

Una vez disfrutada esta bonita playa, nos vamos a Portimao, a unos 20 minutos.  

La visita de Portimao

Portimao es una ciudad con bastante vida, pero da la espalda al turismo casi totalmente. Fuimos a la oficina de información y turismo donde nos dijeron lo más interesante.

La verdad que no tiene mucho por ver, algún pequeño rincón de la ciudad, un paseo marítimo, y un museo muy bien rehabilitado al que no entramos porque era la hora de comer, y cuya entrada cuesta 3 euros.

Nos recomendó la Playa da Rocha, al sur de la ciudad a la que no fuimos por el mismo motivo. Se encuentra al sur de Portimão, es una de las playas más concurridas del Algarve, de aguas calmadas y rocas escarpadas.

Lo que sí hicimos fue ir a comer a un sitio donde habíamos leído que se comían las mejores sardinas asadas de Portugal, “Casa Bica”, y no nos decepcionó en absoluto.

Y ya desde aquí, con el estómago lleno, nos fuimos hacia Lagos (por la Nacional N125) donde nos esperaban 3 días para disfrutar de todas sus playas y rincones.

Lo mejor de Lagos

Llegamos por fin a Lagos, a nuestro hotel, Lagos Downtown Guesthouse. Nos cuesta 177 euros/3 noches, no incluye desayuno y pueden cargarlo por adelantado el importe total en cualquier momento.

Cuando llegamos al hotel, sobre las 16:30 horas de la tarde, no encontramos a nadie. Está la recepción abierta, y llamamos por teléfono, presentándose un chico a los 10 minutos. El hotel  tiene muy buena pinta, se nota que está reformado, con un baño muy nuevo y limpio, el problema es cuando nos da la habitación. Se encuentra en una puerta que se accede desde la recepción, una habitación muy pequeña, en planta baja, con una ventana que da la calle y todo el mundo te ve, y sin ventilación ninguna. En la misma planta hay otra habitación, la recepción, y un baño que compartimos. Nuestra primera impresión fue buena, pero al ver la habitación nos desilusionamos un poco.

Lagos es la referencia turística de la zona y, posiblemente, la ciudad que pueda resumir en sí misma todos los diferentes contrastes que se pueden encontrar en el Algarve. Tiene un centro histórico peatonal muy agradable para recorrer a pie o sentarse en algunas de las terrazas de los muchos restaurantes ubicados en él, por lo que atrae a muchos turistas. Cuenta, con una zona antigua amurallada y varias iglesias que merecen una visita, de un modo muy relajado.

Dejamos las maletas y nos vamos caminando a la Meia Praia. No recomendamos ir andando porque está muy lejos. Hay un barco que cruza la ría hasta las 20:00 horas de la tarde, sale cada hora, y cuesta 1 euro.  

Tras disfrutar de esta playa unas 2 horas, nos volvemos al hotel para ducharnos y ver la noche de Lagos. Hay mucho ambiente, tiendas de todo tipo abiertas hasta las 00:00 horas, heladerías por todos lados, y muchos muchos restaurantes. Hoy nos apetece comida India, así que vamos a la busca y captura.

Comimos muy bien, pero caracterizado de nuevo por la lentitud, hace que pierda el encanto. Esperamos más de 30 minutos en servirnos el primer plato, que en realidad era el segundo, porque se les olvidó el primero. Así que un desastre, no lo recomendamos.

Una vez cenados, dimos una vuelta, y a la cama, que mañana cogeremos el kayak para visitar las playas de Lagos.

Sexto día en el Algarve: Lagos y la playa do Camilo

Playa do Camilo

Esta mañana nos vamos al paseo marítimo a contratar la excursión en Kayak, pero a la hora que queremos salir está al completo, por lo que reservamos para el día siguiente.

Por tanto, nos vamos a desayunar tranquilamente, y decidimos irnos a una playa que teníamos muchas ganas de conocer, la playa Do Camilo es pequeñita y está conectada con otra cala por un túnel en la roca, que nos recomiendan porque gusta mucho y tiene un ambiente muy agradable.

Y qué gran verdad! Una pasada de playa con un ambientazo impresionante. Estaba repleta de gente, ¡sin sitio prácticamente para poner la toalla! Menos mal que encontramos un hueco, y al lado de una pareja canadiense, muy simpática, que nos amenizó mucho el día con su música.

Aprovechamos para hacer un poco de snorkel, ya que no lo habíamos hecho hasta ahora, y era el lugar perfecto, el inconveniente era el agua, que estaba congelada.

Y después de un día agustísimo, nos fuimos para el hotel. Hoy nos apetece cenar en un sitio pijete y con muy buenas críticas, y por ello fuimos a Mar d’Estórias.  Sitio de 10, con el mejor atún que he comido en mi vida. El precio muy asequible, una ensalada para cada uno, 2 atunes, 2 cervezas y 1 botella de vino, por 50 euros.

Tras cenar, nos damos una vuelta para rebajar la cena, nos compramos un rico helado, y paseando llegamos hasta el hotel. Yo creo que ha dado bastante de sí el día, así que nos vamos a dormir.

Todavía quedaba alguno de los platos fuertes de aquellos días de viaje en el Algarve y para los siguientes días nos dirigiríamos hacia el extremo occidental en el Cabo de San Vicente.

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María García

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