Recorriendo Escocia en 10 días. Parte I

Escocia es un país que nos ha interesado siempre, con una gran variedad de paisajes urbanos y naturales que invitan a recorrer su geografía. Hadas, celtas, historia, cultura, arquitectura impresionante, fortalezas en ruinas y naturaleza desbordante, país en el que viajar es muy sencillo por las distancias cortas que separan una población de otra. Así que finalmente nos decidimos y el pasado julio dedicamos 10 días para vivir una aventura a nuestro ritmo, por libre, en coche por Escocia….

Compramos los tickets Alicante-Edimburgo unos meses antes, a un precio razonable, 300 euros ida y vuelta para dos personas, en pleno mes de Julio.

Domingo 9 de Julio. Alicante – Edimburgo

Y empieza el viaje, maletas listas, libreta viajera y muchas ganas de aventura… Tras tres horas de vuelo (12.05 -15.20) ya estábamos en la capital de Escocia, cambiamos la hora (una hora menos con respecto a España) y a buscar el autobús que nos llevaba al centro de la ciudad. El aeropuerto de Edimburgo se encuentra a 13 Km (8 millas) del centro, la opción para nosotros fue el Airlink bus, número 100, por 4,50 £/persona, sale uno cada 10 minutos. Otras opciones para llegar al centro, son el tranvía (5,50 £/adulto solo ida) o en taxi (aproximadamente 25 £).

Escogimos nuestro primer alojamiento, Brae House a 10 minutos andando del centro, a 3 minutos de Holyrood palace y a 5 de la Royal Mile. Una vez dejar las maletas nos adentramos en el corazón de la ciudad. Era nuestra primera vez en Edimburgo, pero teníamos la ciudad bastante estudiada.

La ciudad se divide en dos: en un lado está the old town custodiada por el castillo de Edimburgo y formada por un sinfín de callejuelas, el casco antiguo medieval atravesado por la Royal Mile, todo perfectamente conservado, por otro lado la ciudad nueva, con su calle principal Princes Street extendiéndose hacia el norte.

Nuestra idea era recorrer la ciudad vieja sin prisas así que nos dirigimos a la arteria histórica principal de la ciudad, la Royal Mile, en dirección al castillo de Edimburgo pasando por Holyrood palace: construido en 1128 como un monasterio, actual residencia de verano de los Reyes y reinas de escocia. Jardines, pasadizos, y una abadía en ruinas que merece la pena ver.

El Scottish Parliament: Inaugurado en 2004 por la reina Isabel II, diseñado por un arquitecto español, Eric Miralles e inspirado en los barcos de pesca escoceses. Nos desviamos un poco en dirección a Calton Road, pasando por el cementerio de New Calton (recordando aquellas historias de fantasmas de la ciudad que estábamos pisando) y tras subir unos cuantos escalones llegamos al mirador de la ciudad, Calton Hill, es una colina con un panorámica perfecta de la ciudad, considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, en la que se pueden ver varios monumentos entre ellos, The National Monument of Scotland, por lo que es conocida como la Atenas de Europa y el monumento en homenaje al filósofo escocés, Dugald Stewart, protagonista en las fotos de muchos viajeros.

Una vez nos quedamos con unos cuantos recuerdos fotográficos, bajamos hacia Waterloo Place, en dirección a Princes Street, apareciendo imponente ante nosotros el monumento a Walter Scott, quien no necesita presentación, el castillo de Edimburgo al fondo, y se hizo palpable la diferencia delimitada por esta gran vía, entre la ciudad vieja y la nueva. Estaba cerca la hora de cenar por lo que cruzamos el North Bridge retornando a la Royal Mile y nos dirigimos hacia a The Worl End´s Bar, aunque tuvimos que esperar unos 10 minutos para pillar mesa (se hacen muy cortos tomándote una Innis Gunn) es un sitio recomendado totalmente, ambiente agradable, buena atención, buena cerveza/sidra y comida deliciosa. Después de la cena a descansar.

Edimburgo



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Lunes 10 de Julio. Edimburgo

Iniciamos el día sin prisa, desayunando en Clarinda´s Tea Room, un sitio recogido, tranquilo y con mucho encanto, con bizcochos caseros para desayunar.

Caminamos hacia el oeste de la ciudad, adentrándonos en el casco histórico, lleno de callejones (Close), museos, pinacotecas, edificios históricos, con sus torres de aguja y columnas neoclásicas, edificios medievales y georgianos, todo un espectáculo visual arquitectónico, por el que te encuentras escoceses con sus Kilt por las calles y el sonido de una gaita amenizando el recorrido, que genera un ambiente genial y entiendes entonces, porque la ciudad entera es considerada patrimonio de la humanidad.

Pasamos por El Royal Mile Market donde te puedes detener por alguna artesanía, antigüedad, vinilos o algo de comer. Si continuas caminando a tu izquierda encontraras la Catedral de St. Giles ubicada sobre High Street (Royal Mile) a la altura de Fishmarket Close, es bonita de ver, gratis y la mejor hora en la tarde, cuando el sol se refleja en las vidrieras. Antes de irnos pasamos por el corazón de Midlothian, que marca el lugar donde antaño estaba la prisión de la ciudad, y a los buenos lectores les recordara la obra de Sir Walter Scott que lleva su nombre “The Midlothian Heart”.

Continuamos callejeando por detrás de la catedral, por lo que hace muchos años fue el cementerio de la ciudad y hoy es el aparcamiento del antiguo parlamento, pero aun queda una huella de lo que fue, en la plaza 23 puedes ver la lápida del reformista John Knox, cuyos restos curiosamente continúan en aquel sitio.

Seguimos con historias de miedo, caminando hacia el cementerio de Greyfriars que tiene una zona prohibida a los visitantes, por la cantidad de “eventos paranormales” que al parecer solían ocurrir, el lugar conocido como The covenanter`s prison, no nos quedamos mucho por si acaso, y antes de salir con el corazón acelerado, de historias para no dormir, nos encontramos con el relato entrañable de un perrito llamado Bobby (el Hachiko escoces) que por la lealtad a su amo permaneció junto a la tumba de este hasta su ultimo día (14 años) y como no podía ser de otra manera tiene una estatua y un Pub con su nombre justo al salir de Greyfriars.

Continuando el paseo nos detuvimos en la estatua del filósofo David Hume, con un dedo de oro, que según la superstición de la zona, si lo tocas te da buena suerte en los exámenes.

Escuchamos la historia de Deacon Brodie, un carpintero honrado de día y un ladrón en las noches, frente al Pub que lleva su nombre.

Atravesamos el Lady Stair´s Close, llegando a una plaza donde se encuentra el museo de los escritores, dedicado a Walter Scott, Robert Burns y Robert Louis Stevenson; hacia una de las salidas de la plaza se pueden ver en el suelo frases célebres de grandes literarios.

Siguiendo nuestra ruta y como buenos conocedores del mago más famoso en los últimos tiempos, pasamos por el nombrado Elephant House el restaurante donde J. K Rowling empezó a escribir Harry Potter, además de ser uno de los sitios donde puedes probar un buen Haggies, plato típico escocés.

Y como último sitio de nuestro recorrido antes de comer, paseamos por Victoria Street y Grassmarket, una calle muy pintoresca con locales de muchos colores, donde puedes comprarte desde una camiseta muy original a un Kilt muy costoso, a destacar dos restaurantes que recomendamos, de comidas muy diferentes: el restaurante Howies con platos elaborados, a un precio un poco elevado y el restaurante Oink donde puedes comer un scottish hog roasts que no es otra cosa que carne de cerdo deshilachada, obtenida de un cerdo de las granjas escocesas, previamente asado y expuesto en el escaparate del local, servido en un panecillo al que puedes ponerle variedad de salsas, el precio está muy bien, y quedas satisfecho. Como teníamos poco tiempo ya que habíamos comprado la entrada al castillo a las 15 horas, nos decidimos por el segundo y no nos defraudó.

Nos dejamos el castillo de Edimburgo para el final de la tarde intentando evitar las colas, pero dio igual siempre hay muchos turistas, la entrada cuesta 17£ por adulto y es mejor comprarla con antelación, más aun si vas en temporada alta. Al entrar en la explanada del castillo estaban montando unas gradas, preparándose para el Royal Edinburgh Military Tatoo, que se realiza del 4 al 26 de agosto, y en el cual cada noche desfilan bandas militares vestidos con sus Kilts y al ritmo de las Gaitas.

Castillo de Edimburgo

Una vez dentro del castillo nos gustó la panorámica que se tiene de la ciudad, hay varios museos todos militares, ver las joyas de la corona y la piedra del destino puede gustar, pero lo más importante es saber un poco de todos los acontecimientos históricos que allí ocurrieron, desde batallas hasta quema de brujas, lo malo de la visita la cantidad de gente, que te encuentras a cualquier hora, desde mi punto de vista un poco agobiante. Una vez terminado el castillo, recorrido con detalle en unas 2 a 3 horas, necesitábamos hidratación, problema resuelto con unas deliciosas pintas de Innis Gunn y Música en vivo en The Jazz Bar, al cual llegamos por las recomendaciones de viajefilos.

Martes 11 de julio. Edimburgo – Glencoe – Fort William

Un poco nerviosos ante la idea de conducir por la izquierda, pero con muchas ganas de verde, de dejar atrás la ciudad y empezar nuestra ruta hacia las tierras altas…Nos levantamos muy temprano para alquilar el coche en la oficina de AVIS más cercana, tras los trámites, papeleo y pagos, nos llevamos un Citroën C3, estupendo, que nos facilitó las cosas a la hora de conducir, bueno a José Luis que era el conductor elegido. Precio aproximado por 10 días 400 euros+ 200 euros de seguro+200 euros de depósito (el depósito no lo devolvieron dos semanas después de haber entregado el coche).

COMO CONDUCIR POR LA IZQUIERDA Y NO MORIR EN EL INTENTO

Salir de Edimburgo no fue difícil, realmente no era tan complicado, teníamos a mano mapas en papel de la ciudad y de Escocia, carreteras y desvíos. Es importante tener un GPS que funcione sin conexión a la red, en nuestro caso teníamos SYGIC GPS, nos resultó muy útil, intuitivo, además con información del tráfico, velocidad permitida, en KM y millas.

Claro en Escocia va por millas, en ciudad o pueblos la velocidad es entre 20-30 millas/hora, la mayoría de carreteras son nacionales con una velocidad permitida de 50-60 millas/hora y en autovía hasta 70 millas. No suele haber muchas señales en la vía que indique la velocidad permitida, así que, no está demás revisar algunas normas de tráfico antes de coger el coche, para evitar sorpresas al devolverlo. También destaca en las carreteras escocesas los cambios súbitos en el tamaño de la calzada, de autovía a carreteras estrechas de repente, animales en la vía especialmente en Skye, incorporaciones súbitas, muchos radares, y sobre todo hacia el norte en carreteras secundarias y en la isla de Skye, los famosos passing place, carreteras de una sola vía, donde debes usar estos espacios para permitir el paso del coche que viene.

Las vías principales para subir a las Highlands son: la A8, A84, A85, desde Inverness para regresar hacia Edimburgo la A9 es la carretera mas recomendada.

Una vez valoradas todas las recomendaciones anteriores, pusimos rumbo a Glencoe, tomando la A82, tiempo aproximado sin parar 2 horas y 30 minutos, de camino atraviesas el Parque Nacional de Loch Lomond y los Trossachs, colinas ondulantes, bosques tranquilos, valles, pueblos acogedores y en el corazón del parque Loch Lomond el lago más grande de Escocia.

El impresionante valle de Glencoe, es conocido como “la capital de las actividades al aire libre de Reino Unido”, además de ser escenario de varias películas, entre ellas Braveheart, Harry Potter y el prisionero de Azkaban y una escena de Skye fall con James Bond. Paramos varias veces para echar fotos y respirar. Al lado derecho sobre la A82 con la Buachaille Etive Mór (montaña de forma piramidal perfecta), encuentras un sitio ideal para comer, y descansar un rato, punto de partida de muchos caminantes, King`s House Hotel, una posada abierta desde hace unos cuantos siglos, que ofrece comida a buen precio (10 libras) abundante, casera, con vistas preciosas, pocos turistas y ciervos silvestres.

Quince minutos más adelante esta el pueblo de Glencoe, que se recorre en 20 minutos andando, pequeño, con una ubicación estratégica para deportes de montaña y excursiones.

Glencoe

Continuamos nuestro camino hacia Fort William, donde haríamos noche en el Clan Macduff Hotel, justo al lado de la carretera, frente al lago Linnhe que ofrece un atardecer precioso, la atención un 10, muy amables desde la recepción hasta los camareros, única queja la conexión WIFI en las habitaciones no es buena.

Decidimos descansar un par de horas, para recargar energía y visitar Fort William al caer la tarde, cena rápida en un Pub local, visita a la estación de tren, para ver la llegada del Tren a vapor Jacobita (20:15 pm), recorrido por la calle principal y al hotel. Aunque a nosotros no nos dio tiempo, si visitas Fort William puedes hacer una excursión al Ben Nevis, la montaña más alta de Reino unido, darte un recorrido entre Fort William y Mallaig por el tren a vapor más famoso de la saga Harry Potter, pasando por el viaducto de Glenfinnan o hacer turismo rural.


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Miércoles 12 de Julio. Fort William – Isla de Skye

Salimos del hotel a las 8.40 am después de desayunar, de camino al Ferry que nos llevaría a isla Skye (salida 11.00 am), hicimos una parada reglamentaria en Glenfinnan (9.15 am), foto al viaducto, foto al monumento a los Jacobitas caídos en batalla, respirar, caminar guardar en la retina las montañas, el lago y el cielo.

No pillamos el paso del tren (lo puedes ver a las 11 am y a las 15 pm todos los días), para copiar la Foto del Lonley Planet Escocia 2017, pero volveremos. Continuamos nuestro camino rumbo a Mallaig (9.50 am), llegamos a las 10.30, recogimos los tickets reservados previamente en CalMac ferry. Precio total dos personas y el coche 17.81£. Tardó aproximadamente 35 minutos en llegar a Armadale, nuestro punto de partida en la Isla de Skye.

Primer día en Isla de Skye

La isla de Skye es la isla más grande y septentrional de las Hebridas interiores, con montañas y picos de origen volcánico, cascadas y muchos animales silvestres. Nuestro plan era recorrer de sur a norte la isla, pasar la noche en Edinbanne (Edinbanne Inn B&B) por su ubicación favorable entre medias de Portree y Dunvegan las dos ciudades más importantes, para luego retomar nuestro recorrido de norte a sur el segundo día. Fairy pools. Al sur de la isla encontramos las piscinas de las hadas, pequeñas cascadas que recorren el valle en el corazón de una gran cadena montañosa, los Cuillin. Es realmente un lugar mágico, llevando calzado y ropa adecuada para caminar en montaña. Lo ideal ir muy temprano para poder recorrerlo.

Castillo de Dunvegan y Claigan Coral Beach. Aunque este considerada una de las ciudades principales, es un pueblo pequeño, su mayor atractivo es el castillo de Dunvegan, habitado por el Clan MacLeod desde hace 800 años, muy bien conservado. Una vez pasas la entrada del castillo, por una carretera muy angosta encuentras una playa espectacular y mi lugar favorito de la isla, la playa de Coral, el mejor momento del día para visitarla, si vas en verano, a partir de las 8 de la tarde, no te encuentras con ningún turista, en nuestro camino solo nos topamos con conejos, ratones de campo, un águila y ovejas. Disfrutamos de un par de horas en esta playa cuya arena está formada por sedimentos de aspecto coralino, un mar de color turquesa y un atardecer de película para terminar el día.

Isla de Skye

Jueves 13 de Julio. Segundo día en Skye

Como ya sabíamos que Neist Point es un imprescindible si visitas la isla, fuimos los primeros humanos aquel jueves en el faro, es impresionante la imagen de aquel faro, cual soldado blanco en un acantilado, con un oscuro océano a sus pies. El camino de ida es bajando, mientras desciendes los escalonas piensas en el regreso, pero eso es Escocia, caminar y hacer camino al andar…. No sé cuántas especies de pájaros, ovejas y conejos vimos en aquel lugar, realmente es un entorno natural espectacular, incluso se pueden ver delfines y focas si te fijas con detalle en el océano.

Siguiente parada Fairy Glenn, donde duermen las hadas dicen las leyendas, por la A87 en dirección al puerto de Uig, de donde salen los barcos y el ferry que te lleva a las Hebridas exteriores como la isla de Lewis (uno de nuestros pendientes para el próximo viaje).

Justo antes del hotel Uig, encuentras el desvío a la derecha, donde puedes dejar el coche, después de caminar 1 kilómetro y medio, se vislumbran aquellos pequeños montículos de una forma piramidal muy singular recubiertos de helechos, dando paso en una colina más alta, a un lugar especial vigilado por una roca de formación particular, conocida como el castillo de Ewen, con un pequeño valle cubierto por símbolos celtas.

Kilt Rock Falls. De camino a esta cascada, aunque no estaba en los planes nos desviamos por una vía secundaria bastante sinuosa y pasamos por otro de los lugares con encanto de Skye, los picos ondulantes de Quiraing, otro lugar para perderse unas horas andando. Entre Staffin y Cull sobre la A855 te encuentras con un acantilado de donde emerge desbordante el Loch Mealt formando una cascada de unos 50 metros de altura, mejor conocido como Kilt Rock falls, foto de postal para el recuerdo.

Portree. Es la ciudad más importante de la isla, con un puerto muy colorido, y punto de partida de varias excursiones. Supermercados y sitios donde comer, así que era nuestro momento de abastecernos de provisiones para la siguiente etapa.

Tras un día inmejorable de sitios preciosos, nos dirigíamos de nuevo al sur en busca de descanso en nuestro Hotel Ancala, muy cerca de Armadale. Este B&B nos fascinó, los dueños muy amables, la habitación con vista al mar, muy moderna y acogedora, el desayuno perfecto, y una estantería llena de sugerencias para el siguiente viaje. Terminaba nuestra primera parte del viaje, recorriendo Escocia, caímos rendidos pensando con mucha ilusión, lo que nos esperaba a la mañana siguiente después de cruzar el puente de Kyle of lochals, en dirección al castillo de Elian Donnan, Inverness y el resto de nuestra aventura.

Nuestra ruta continuaba como sigue…

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Claudia Gomez

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1 comentario en “Recorriendo Escocia en 10 días. Parte I”

  1. Espectacular país y preciosa forma de recorrerlo, en coche y por libre. Estoy seguro de que después de leer esta primera parte muchos amigos están deseando leer la segunda para empezar a moverlo. ¡Gracias Claudia por tu artículo en viajefilos!

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