¡El vuelo que andábamos buscando! algo económico con el que saciar nuestras expectativas de viaje en Octubre. Y es que, unos tres meses antes de nuestra partida, dimos en Iberia con un excelente precio, 440 € Alicante-Madrid-Panamá ida y vuelta, irrenunciable. A partir de ahí empezar a organizar nuestra ruta de 3 semanas por Panamá. Donde alojarnos en Panamá City, que circuito seguir por Panamá, que visitar en la República de Panamá, buscar el transporte en Panamá… las mismas maravillosas preguntas de siempre para empezar el viaje.
Desde la cosmopolita ciudad de Panamá, hasta las caribeñas costas de Bocas del Toro, sin olvidar la montañosa zona de Boquete, “los Alpes de Panamá” y las tribus indígenas de San Blas. También otras zonas menos conocidas por el turismo masivo como el Parque Nacional de la Isla de Coiba o el recorrido por la región del Valle, todo nos fascinaba a medida que tuvimos más información.
La suerte estaba todavía más de nuestro lado si cabe, pues conocimos a Catarina en aquellos días, una muchacha que había vivido durante unos 20 años en aquel país y que desde el primer momento se mostró ilusionada con nuestro viaje y se afanó por compartir recomendaciones para el mismo. ¡Ahí va como lo vivimos…!
La ruta de 21 días en Panamá
PANAMA PRIMERA PARTE: Ciudad de Panamá, Archipiélago de San Blas, el Valle de Antón y Santa Catalina-Isla de Coiba
- Recomendaciones antes de partir
- Martes 1 de Octubre. Llegada a Panamá City
- Miércoles 2 de Octubre. Panamá Viejo, Casco antiguo, Causeway y Cerro Alcón
- Viernes 3 de Octubre. Esclusa de Miraflores del Canal, Gamboa y Portobelo
- Sábado 4 de Octubre. Archipiélago de San Blas, la región de los Kuna Yala
- Domingo 5 de Octubre. San Blas y ruta hacia el Valle
- Lunes 6 de Octubre. El Valle de Antón
- Martes 7 de Octubre. El Valle de Antón
- Miércoles 8 de Octubre. El Valle – Santa Catalina
- Jueves 9 de Octubre. Santa Catalina
- Viernes 10 de Octubre. Isla de Coiba
PANAMA SEGUNDA PARTE: Boquete y Bocas del Toro
- Sábado 11 de Octubre. Santa Catalina – Boquete
- Domingo 12 de Octubre. Boquete, Canopy en Boquete Tree Trek
- Lunes 13 de Octubre, Boquete. Sendero del Quetzal
- Martes 14 de Octubre. Boquete, Rafting con Boquete Outdoor Adventures
- Miércoles 15 de Octubre. Boquete – Bocas del Toro
- Jueves 16 de Octubre. Bocas del Toro, Cayo Zapatillas
- Viernes 17 de Octubre. Bocas del Toro, Isla de Bastimento
- Sábado 18 de Octubre. Bocas del Toro, Isla de Bastimento – Red Frog Beach
- Domingo 19 de Octubre. Bocas del Toro – Ciudad de Panamá
- Lunes 20 de Octubre. Ciudad de Panamá
- Martes 21 de Octubre. Ciudad de Panamá
- Miércoles 22 de Octubre. Regreso
La segunda parte de nuestro viaje se la dedicamos al interior y al Caribe panameño. Haz click aquí Panamá, 2ª parte: Boquete y Bocas del Toro |
PRIMERA PARTE
Recomendaciones antes de partir de viajar a Panamá:
– No olvidéis siempre que compréis un vuelo con Iberia o cualquier compañía, daros de alta en la compañía para obtener la tarjeta de viajero frecuente (totalmente gratuito en todas ellas) y así acceder a las ventajas que ofrecen. En concreto con Iberia, acumularás Avios, puntos canjeables por vuelos en las distintas compañías que forman la alianza One World, como por ejemplo British Ariways.
– Las mejores opciones para volar hasta Panamá desde España son:
– Iberia, que ofrece vuelo directo desde Madrid a diario. El enlazar desde otras provincias no suele encarecer demasiado el vuelo. En nuestro caso, volar desde Alicante, subió unos 30 € el precio inicial.
– KLM, que vuela tanto desde Madrid como Barcelona, vía Amsterdam con frecuencia también diaria
– Air France, con vuelos igualmente diarios desde Madrid y Barcelona a través de Paris
– Continental Airlines, diarios desde Madrid y Barcelona, con escala en Nueva York
– Para conexiones domésticas en Panamá en caso de precisarlas, Air Panamá ofrece desde la capital, 21 conexiones por semana con Bocas del Toro, 14 con San Blas y 20 con la ciudad de David, si bien la Panamericana, que cruza de Norte a Sur el país se encuentra en perfecto estado y es la vía terrestre habitual en la que morir siempre para desplazarse por Panamá.
– Si buscas alguna guía de viaje para Panamá que llevar, las disponibles en castellano son las siguientes:
FEBRERO 2017 | FEBRERO 2016 | JUNIO 2013 | ENERO 2013 | MARZO 2008 |
– La moneda local es el Balboa, aunque habitualmente se utiliza el dólar americano, con una equivalencia de 1 a 1. Allá por los años 40 el presidente de turno decidió crear su moneda propia, pero la aventura de los nuevos billetes duró muy poco tiempo, así que se han convertido en objeto de deseo para numismáticos y coleccionistas, encontrando tan solo monedas de curso legal de los malogrados balboas. Las fracciones igual que las monedas estadounidenses: uno, cinco, diez y veinticinco centavos.
– La corriente eléctrica es de 110 V. Los enchufes de bordes planos (tipo americano). En San Blas funcionan con generadores, siendo aconsejable la carga de nuestras baterías previamente. En caso de alojarse en la Isla Porvenir (desconocemos en que otras) si se dispone de corriente eléctrica la mayor parte del día y no tuvimos problemas para cargar lo necesario.
– El clima en el país es tropical, un calor húmedo es la habitual temperatura que nos acompañará durante todo el año, para nuestra sorpresa, durante el mes de Octubre no llegamos a notar un calor asfixiante en general, incluso algo de fresco según sitios. La capital destaca por la mayor cantidad de días de lluvia, aguaceros que arrancan en cualquier momento por lo que es aconsejable un buen chubasquero siempre a mano. Se distinguen dos estaciones: la seca de Noviembre a Abril y la lluviosa de Mayo a Octubre; simple, pero casi seguro que lluvias tendrás. Nuestras fechas, del 1 al 22 de Octubre, probablemente son las peores para visitar Panamá, cosa de la que nos fuimos dando cuenta a medida que pasaron los días. Es prácticamente el mes más lluvioso y en zonas como Santa Catalina encontramos muchos servicios cerrados.
– Es aconsejable equipo propio de snorkel, las comunidades de San Blas no disponen de sitios donde alquilarlos. Son muchos los enclaves ideales para el buceo y el snorkel, tanto en el propio San Blas, como en Coiba, Bocas del Toro y otros, pero la infraestructura turística es todavía incipiente para el alquiler de material en muchos de ellos.
Martes 1 de Octubre.
Llegada a Panamá City
Con las listas de rigor para una mochila no demasiado pesada, el botiquín preparado, los pasaportes ardiendo de ganas de nuevos sellos y algunos dólares en efectivo salimos el 1 de Octubre. El vuelo de Iberia fue perfecto en horario, volamos durante el día y a las 16 horas de Panamá, tras 9 horas de vuelo, ya estábamos en la capital.
Para la entrada en el país no es obligatoria ninguna vacuna, si bien es conveniente la visita en el mes previo al Ministerio de Sanidad Exterior para actualizar nuestro calendario vacunal (Hepatitis, Fiebre Tifoidea y Malaria serán aconsejables). Lo que si precisaremos será un billete de salida del país (bus o avión) sin el cual podría ser denegada nuestra entrada. En nuestro caso, los trámites de entrada fueron rápidos y muy sencillos y en menos de cinco minutos ya andábamos cruzando las puertas de salida del aeropuerto. No es necesario pagar visado para ciudadanos de la UE.
El aeropuerto internacional de Tocumén se haya situado a unos 30 Km de la ciudad, 20 minutos y en torno a 20-25 dólares en taxi. Catarina, nuestra atenta amiga, había contactado con Ana, una compañera y amiga de la facultad, que nos recogió en el propio aeropuerto y nos llevó hasta nuestro hostel. El tráfico es insufrible a esta hora y finalmente nos llevó algo más de dos horas alcanzar nuestro destino.
Habíamos reservado para los dos primeras noches un alojamiento barato en el barrio de Marbella, no hay nadie como Carmen rastreando las mejores opciones. El Hostel Machico, se encuentra en el Barrio de Marbella como digo, y Ana nos confirmó que la localización era inmejorable, a buena distancia de la animada calle Uruguay y en el epicentro de la ciudad. El precio en habitación de ocho con baño compartido, unos 14 dólares por persona y noche. Las instalaciones razonables para su precio, incluso cuenta con piscina, si bien tal vez faltaba algún baño más.
Tras el checkin, bajamos para probar nuestra primera Panamá Beer y estirar algo las piernas, aprovechando la agradable tarde para cenar y poco más.
Miércoles 2 de Octubre.
Panamá Viejo, Casco antiguo, Causeway y Cerro Alcón
El jet lag hacía su primera aparición y para las 4-5 de la madrugada ya andábamos algunos con nuestro diario, retocando fotos y viajando por la red… Así que el día comenzó temprano. Probablemente para los que vayan apurados de tiempo, la ciudad es visitable en un día, conociendo los principales atractivos turísticos y saltando a la carrera de uno a otro. Pero nosotros decidimos tomarlo con más calma y ese primer día dio para mucho, dejándonos cosas para el siguiente.
Ana, nuestra amiga panameña, colaboró en que fuera un día tan productivo, ya que nos sirvió durante todo el día de chófer y guía haciendo muy fáciles los desplazamientos y mejor si cabe el paseo.
Decir que desde el primer trimestre de 2014, Panamá cuenta ya con la primera línea de metro de Centroamérica y ello unido a la gran cantidad de buses que recorren la ciudad, debe hacer también fácil el recorrido. Los buses, blancos y naranjas, tienen unas paradas bien visibles y compiten con los llamados “diablos rojos”, los curiosos buses cedidos por los americanos, en las carreras por la ciudad. Existe una tarjeta cuyo coste es de unos 10-20 centavos que permite la recarga de dinero para todos los desplazamientos incluido el acceso a la terminal, el metro de la capital y los buses para la ciudad y el resto del país. Es imprescindible para viajar por Panamá en transporte público.
Lo más bonito de Panamá viejo
En primer lugar nos dirigimos hacia el conocido como Panamá viejo, el primer asentamiento europeo en el Pacífico y puerto de salida del oro de Sudamérica hacia España. Finalmente la incipiente y próspera población fue finalmente destruida por el pirata Morgan y esto llevo a su abandono durante más de 3 siglos. Actualmente Patrimonio de la Humanidad si bien después de este largo paréntesis solo quedan unas pocas ruinas que tal vez desmerezcan la visita, personalmente no nos convenció. La entrada 4$ para las ruinas y 7$ con el museo.
Frente a la entrada de las ruinas se encuentra el Mercado Nacional de Artesanía, un edificio plagado de pequeñas tiendas donde se puede saciar el ansia consumista de objetos de artesanía que traer para España.
Entre los restos se encuentran al llegar el Puente del Matadero, acceso a las ruinas y numerosas Iglesias y Conventos como la de la Merced, la de San Francisco, la de la Concepción o la de la Compañía de Jesús, lo cual nos da una idea de la fuerza con que arrancó la conquista del Nuevo Mundo por parte de la Iglesia.
Igualmente visitamos los escasos restos del Hospital San Juan de Dios, el Cabildo de la ciudad, las Casas de Terrin, adinerado de la antigua ciudad y las Casas Reales o la Casa Alarcón. La antigua Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el edificio mejor preservado cuenta con un torreón de cuatro alturas al que se puede subir para mejores vistas del complejo. De todas estas estructuras solo quedan, algunas piedras y poco más, pero las ilustraciones que las acompañan nos ayudan a entender la importancia del enclave en aquellos años.
Algo más alejado el Puente del Rey, posiblemente el puente intacto más antiguo de América según leemos. Con todo y con ello la visita no nos impresiona como digo y en poco más de una hora la realizamos y abandonamos el asentamiento.
Casco Antiguo de Panamá
Tras la destrucción del primer asentamiento, la población se traslada hasta este otro lugar con la construcción de la nueva Panamá a la que dotan de una amplia muralla de protección que acabó siendo derruida y de la que quedan escasos restos. Conocida como San Felipe, los restos del casco antiguo, actualmente Patrimonio de la Humanidad de la Unesco igualmente, merecen bien la pena llegar hasta Panamá.
Un entramado de calles con bellos edificios coloniales en piedra de vistosos balcones abarrota el complejo. Numerosas iglesias en distinto grado de conservación y bellas construcciones hablan de la prosperidad con que creció la nueva ciudad. Son muchas las obras de restauración en la zona y sin lugar a dudas acabarán por reconstruir una de las más bellas capitales de la época colonial española. Varios son los edificios, calles y plazas destacadas:
– La Plaza de la Catedral o de la Independencia con la majestuosa Catedral de Santa María de la Antigua coronada por dos torres campanario neoclásicas cubiertas con conchas de nácar y con una fachada ornamentada por sencillas tallas de madera.
– El Palacio Presidencial de las Garzas, actual residencia del Presidente de la República panameña.
– La Plaza Santa Ana y sus alrededores por donde discurre la animada Avenida Central con multitud de comercios de artesanía.
– La Iglesia de la Merced, la Iglesia de San José, las ruinas del convento de la Compañía de Jesús, son algunas de las más famosas durante el recorrido.
– El Parque Simón Bolívar, con abundancia de animados cafés y restaurantes, en uno de cuyos laterales se encuentra la imponente Iglesia-convento de San Francisco o la Iglesia de San Felipe Neri.
– El paseo de las Bóvedas a cuyo plano superior es posible ascender para completar el paseo entre puestos de artesanía con una bonita imagen de la moderna city al fondo.
Bonitos hoteles y restaurantes, cuidadas tiendas de artesanía, puestos callejeros… en una ambiente seguro con mucha presencia de policía turística, que hace muy agradable el paseo. Por poner algún pero, el poco vistoso anillo corredor construido frente a la ciudad que afea las vistas y que fue duramente criticado tras su reciente construcción, para evitar la saturación de tráfico de la zona. Por otra parte decir que mejoraría enormemente si decidieran cortar el tráfico de vehículos en las antiguas calles empedradas.
Calzada de Amador o Causeway
Partimos en dirección al famoso Causeway para los americanos, calzada de Amador para los panameños, un terreno rellenado y ganado al mar con lo extraído en las obras del canal y que une las tres vecinas islas a la capital. En la actualidad un paseo de 13 Km que numerosa gente recorre en bicicleta y ofrece bonitas vistas de la ciudad. Una pena que nosotros encontramos la zona en obras por la ampliación de la ruta y las vistas están muy reducidas.
A pesar de ello, desde aquí divisamos la fantástica sky line del moderno Panamá y el Puente de las Américas, que une ambas Américas, del Sur y del Norte, brindando una bonita estampa sobre el canal en su entrada por el Pacífico.
Comemos por indicación de Ana que además tiene la cortesía de invitarnos en el Restaurante Mi Ranchito en Isla de Naos, la primera de las tres. Especialidad en mariscos y comidas criollas (ceviche mixto, pulpo a la provenzal, calamar a la criolla, camarones al ajillo… platos que acompañamos con yuca, arroz con coco y patacones). Una delicia de sabores que acompañamos con alguna de las cervezas locales como la Atlas, la Panamá o la Gamboa y de las que daremos cuenta en cervezefilos.
Cerro Ancón
Con el hambre más que saciada nos dirigimos sobre las 16 horas para contemplar el atardecer sobre el Cerro Ancón, el de mayor altura en la capital y que ofrece fantásticas vistas del canal, el Panamá moderno y el casco antiguo contiguo. Sobre 1h y 20 minutos la subida y bajada, de moderado esfuerzo y muy bonito entorno.
Al inicio de la subida la atracción turística conocida como Mi pueblito, que no visitamos y que ofrece una reproducción de casas y formas de vida de las distintas regiones panameñas.
Aprovechamos lo que queda de tarde para organizar el día siguiente. Nos dirigimos a la macro terminal de buses de Albrook que también sirve como aeropuerto para vuelos domésticos. Tomamos información de los buses para llegar a la Región del Valle (cada 23 minutos desde 6:30, cuesta 4,25$ y tarda 2,5 horas) y sobre como alcanzar el PN de la Isla de Coiba que emprenderemos en los próximos días.
Ya de regreso nos ponemos en contacto con Don Manuel (Teléfono 63454111), un señor que nos recomendó Catalina para la excursión a San Blas. Finalmente contratamos con él tras comparar los precios y características del tour con lo ofertado en el hostel.
Para la cena y “con lo puesto” nos acercamos al cercano Hard Rock, cosa que gustamos en nuestros viajes para hacernos con alguna camiseta que acredite nuestro paso. Nada más llegar nos damos cuenta de que no será fácil entrar “con nuestras pintas”. El restaurante está cerrado definitivamente y se ha construido un enorme hotel de lujo. Tratamos de subir al piso 62 donde tomar algo y disfrutar de las vistas, pero finalmente no podemos acceder con “chancletas”. Lo agradecemos en parte por el ahorro que supone (10$ por varón hasta las 11 PM) , pero si nos hacemos con la camiseta y volvemos para descansar.
Viernes 3 de Octubre.
Esclusa de Miraflores del Canal, Gamboa y Portobelo
La visita del canal de Panamá
Para la mañana decidimos otra de las visitas imprescindibles de Panamá, el Canal y alguna de sus esclusas. En total son 3 las esclusas de los 80 Km del Canal, una en el lado Atlántico, la de Gatún, y Pedro Miguel y Miraflores en el Pacífico. La más cercana a la capital, a tan sólo 15 Km y más visitada es la de Miraflores hacia la que salimos a las 8:30 horas.
Ana, nuestra amiga, guía y chófer amistosamente hablando todo en una, nos recoge a la hora convenida y en poco menos de una hora ya estamos en la esclusa. Un moderno edificio recibe al visitante, cobran 15$ por la visita y bien merece la pena.
Tras la recepción un audiovisual de unos 10 minutos en 3D nos relata brevemente la historia del canal y ciertamente merece la pena. Tras ello y en una sucesión de cuatro plantas se nos va ofreciendo en imágenes mayores detalles de la construcción y los problemas que supuso. Una exposición muy cuidada con buenas fotografías, maquetas y un sinfín de motivos para disfrutarla.
Tras pasar por la exposición, nos asomamos a la cuarta planta, donde desde una terraza se puede disfrutar del cruce de los grandes buques. Al parecer, entre las 9 y las 12 horas es la hora en la que los mayores cargueros cruzan el canal y tenemos la suerte de disfrutar de cómo el sistema de esclusas alza hasta ocho metros en este tramo los enormes navíos para su paso al siguiente nivel. Serán 22 metros en total lo que llegarán a ascender hasta alcanzar el lago Gatún.
La explicación que se va ofreciendo en los altavoces incluye detalles como el hecho de que el canal funciona durante las 24 horas, los precios de en torno a 300.000 dólares para buques grandes que se pagan en efectivo 48 horas antes por adelantado, el tiempo de unas 8 horas para atravesarlo y un montón de curiosidades para nosotros.
Gamboa
Tras la emocionante visita de este sector del canal, totalmente recomendable, nos dirigimos por carretera hacia el Atlántico, en dirección a Colón. Nuestra primera parada en Gamboa, población habitada antaño por trabajadores norteamericanos del Canal y que tras la cesión a Panamá quedó prácticamente abandonada. Quedan algunas casas de madera construidas de la manera tradicional americana convirtiendo el paisaje en una especie de pueblo fantasma.
Como mayor reclamo turístico, el antiguo Club norteamericano, actualmente explotado como hotel, el Gamboa Rainforest Resort. Ofrece un ambiente decadente, muy vintage, eso si, a precios desorbitados. Una estancia en el hotel puede combinarse con actividades como la pesca, la navegación en el río Chagres o el avistamiento de flora y fauna en el vecino Parque Nacional Soberanía. También por 42$ ofrece un teleférico por el que disfrutar de buenas vistas de la zona según reza la publicidad ofertada.
Para nosotros todo esto se quedó en un refresco en la terraza del Hotel, con buenas vistas del río y poco más, realmente no nos llegó a fascinar.
Portobelo
Siguiendo en dirección a Colón, a unos 90 Km de Panamá City, la población de Portobelo, antiguo bastión de defensa de los españoles. Actualmente Patrimonio Mundial de la Unesco, aunque suponemos por poco tiempo, dado el escaso cuidado de las ruinas.
Antes de llegar paramos a comer, en la misma carretera a unos cientos de metros de la población, en el Restaurante La Torre. De nuevo camarones, pulpo, calamares, todo ello acompañado de las cervezas nacionales que hacen del momento algo insuperable.
Más adelante, algunas antiguas fortificaciones que todavía conservan los cañones de la época, la antigua Aduana e iglesias algo más modernas, en general todo ello, en un estado lamentable, a pesar de los aparentes esfuerzos para la conservación de este Patrimonio.
Como curiosidad, la Iglesia que alberga el Nazareno negro, una imagen tallada en madera negra del siglo XVI que nunca llegó a su destino en América del Sur, por la sucesión de tempestades durante su escala en Portobelo que hicieron imposible su partida. Definitivamente se quedó en esta población, atribuyéndosele numerosos milagros y siendo ampliamente venerado en la zona, por toda la población en general y muchos cantantes en particular.
Con esto, regresamos a Panamá City y nos despedimos de momento de nuestra buena anfitriona Ana. Mañana temprano partiremos para San Blas.
Sábado 4 de Octubre.
Archipiélago de San Blas, la región de los Kuna Yala
Básicamente lo que acabamos entendiendo tras comparar presupuestos para la excursión hasta la región de San Blas se resume en que el transporte cuesta unos 60$ por persona en 4×4 y esto es lo que realmente encarece el paquete que ofertan en numerosos sitios. Una vez en la zona dependiendo de la isla a la que nos dirijamos el bote cuesta entre 20 y 30$. Hay que sumar un impuesto a la comunidad kuna por el acceso a sus tierras de 10$ y el alojamiento varía entre los 20 y 40$. Esto hace que el tour habitual para dos días y una noche salga entorno a los 140$. A partir de ahí sumar más noches no sube más de 20$ por noche probablemente, pues van reduciendo el precio a medida que se suman noches.
Finalmente como dije, contratamos nuestro recorrido con Manuel que nos impresiona de ofrecer mayores posibilidades en la zona. El precio, 160$ con transporte a las 5:30 desde el hostel con llegada a las 8:30. En el precio esta incluido el alojamiento y el menú completo en destino (desayuno, comida y cena el día de llegada, junto el desayuno del día siguiente) además de las excursiones que realizaremos.
Así pues, a las 5:30 horas abandonamos el Machico y nos subimos en el 4×4 de Don Manuel. He de decir que el tipo no demuestra demasiado interés ante nuestras preguntas y que simplemente se ocupa de transportarnos hasta Carti donde embarcaremos hasta la isla con el alojamiento contratado.
El tramo que atraviesa la cordillera es en ocasiones angosto y de pronunciadas pendientes en curvas imposibles, lo cual justifica la utilización de estos vehículos de mayor tracción para el acceso al Archipiélago de San Blas.
El Archipiélago, región de los Kuna Yala, está formado por unas 350 islas, de las que unas 160 están habitadas por población indígena. Es importante no olvidar el pasaporte para el acceso a la región. Tras llegar a la zona del embarcadero, pagamos otros 2$ para poder subir al bote que nos llevará hasta la isla elegida, El Porvenir. En nuestro caso, elegimos ésta, porque aunque menos habitada por indígenas, dispone de pequeñas habitaciones construidas en ladrillo que nos dan mayor confianza. En la mayoría de islas las cabañas que se ofrecen, están construidas en caña y madera y nos resulta menos atractiva la idea con los tormentones de la zona.
La salida en el embarcadero se demora, el hecho de que se avecine una de estas tormentas, en principio hace desconfiar al tipo que pilotará nuestra pequeña lancha, Chiqui le llaman, pero finalmente la insistencia de otros compañeros de viaje, hace que Chiqui se lance a navegar… ¡Y en que mala hora! Unas olas enormes se empeñan en volcar nuestra embarcación durante los casi 40 minutos de trayecto y por momentos lo pasamos francamente mal. Por fin llegamos sobre las 12 horas a El Porvenir y, sinceramente, nos sentimos muy, muy aliviados.
La pequeña isla, mayor que todas sus vecinas, cuenta con una pareja de ancianos que regentan el local. Varios apartamentos muy espartanos, pero aceptables, en torno a un patio central en uno de cuyos lados se ofrecen las comidas en una terraza junto al océano. Una bonita playa, multitud de pelícanos y en general un ambiente tranquilo. Como curiosidad, decir que la isla cuenta con una pequeña pista de despegue a donde llegan avionetas desde distintos puntos como la capital, en cualquier momento mientras tomas una cerveza tranquilamente puede aterrizar uno de estos bimotores.
El temporal amaina y tras la comida, salimos a visitar las islas vecinas de Nalunega y Wichub-Walá, lugares donde conocemos a los Kuna. Esta población indígena ocupa desde hace unos 200 años una amplia franja costera en el Atlántico panameño así como multitud de islas del archipiélago de San Blas. Originariamente se suponen llegados desde Colombia y se gobiernan en una especie de autonomía propia respecto al resto del país.
Las mujeres coloridamente ataviadas con su traje tradicional nos sorprenden en cada callejuela con sus puestos de artesanía, básicamente telas, llamadas molas, y que tejen unas sobre otras generando vistosas y coloridas formas. Cada isla o pueblo se rige en un sistema comunal que se encarga incluso de dirimir en los problemas domésticos de todo tipo. Alguna de sus tradiciones nos sorprende sobre manera, como la que obliga a las niñas el día de su primera regla, a teñirse de un tinte vegetal negro todo el cuerpo durante una semana, situación que acompañan de una fiesta a la que invitan a todo el pueblo.
Sobre las 17 horas y tras este agradable paseo regresamos a nuestra pequeña isla. Tiempo para descansar, tomar una cerveza y cenar. Poco más hay que hacer en una isla de la comunidad Kuna, pero un día es un día…
Domingo 5 de Octubre.
San Blas y ruta hacia el Valle
Durante la noche de nuevo cae el aguacero habitual… todo parece que vaya a terminar en una de esas tormentas. Sobre las 6 de la mañana ya es de día y nos levantamos. A pesar de que no saldremos hasta las 8:30 horas, nos sirven el desayuno y tratamos de organizar la mochila, hoy regresaremos hacia “tierra firme”
A las 8:30 nuestro buen amigo Chiqui, el pequeño Kuna que nos transporta de isla en isla, nos acerca hasta la Isla Perro. Pronto nos damos cuenta de que prácticamente todas las islas son similares, no entendemos porque tanta insistencia en solicitar una u otra, la Pelícano, la gran perro… en general se tratan de pequeños islotes con bonitas playas de palmeras y suponemos que todas con un pequeño negocio para comprar bebida y tal vez comer.
Las islas tienen propiedad privada de alguno de los Kuna, así que la entrada en la misma hay que pagarla. Para la isla Perro son 3$. Una vez allí, pues lo que viene siendo un día de playa, tostarse, pasear, bañarse… y en nuestro caso (no somos demasiado playeros) aburrirnos un poco en las 3 horas que nos abandonan allí. Suponemos que habrá gente que disfrutará muchísimo la sensación de baño en una playa de estas características… no es nuestro caso.
Sobre las doce nos recoge por fin Chiqui y lo convencemos para hacer un tour entre otras islas antes de regresar para la comida. Nuestras sospechas se confirman, todas son más o menos iguales, preciosas desde luego mientras navegamos. No conseguimos avistar delfines lo cual termina por decepcionarnos un poco. Llegado este punto decir que nuestra opinión del Archipiélago de San Blas hubiera cambiado de habernos acompañado el tiempo… pero esto ya no tenía remedio.
Son las 13 horas y regresamos para comer y partir de regreso. La vuelta en el bote hasta el embarcadero de Cartí nos lleva una hora, mucho más tranquila que nuestra llegada desde luego. A las 15:30 horas nos recoge Manuel en Cartí y en unas dos horas y media estamos en la terminal de buses, justo a tiempo para tomar el último de los autobuses que nos lleva hasta El Valle, el de las seis. El precio 4,25 dólares.
El trayecto son dos horas y media, en un bus que circula a una velocidad prohibitiva y en el que estamos a punto de la congelación… a ello se suma ¡una terrorífica película de miedo que nos provocará pesadillas varios días! En fin, las 8 y media y por fin en El Valle de Antón.
El día antes habíamos reservado habitación en la población. Siguiendo las recomendaciones de Lonely, reservamos en el Hostel de Juan… ¡Maldito error! Al pobre señor creemos se le ha ido la pinza, encontramos unas habitaciones en estado lamentable de higiene, unas instalaciones que difícilmente tienen solución y con la impresión de que nadie más ha pasado por allí hace mucho tiempo. Pagamos los 10 dólares por el camastro, no son horas de buscar nada, y tratamos de dormir envueltos en las sábanas saco…
Lunes 6 de Octubre.
El Valle de Antón
Muy muy temprano, escapamos del terrorífico hostel de Juan, trataremos de escribir a los editores de Lonely para que eliminen esta recomendación, y salimos hacia el pueblo en busca de otro alojamiento.
La población está muy dispersa, así que las distancias son muy grandes. En torno a la Avda. Central que es la carretera, están la mayoría de hoteles, hostels y cabañas, una modalidad de alojamiento muy abundante aquí. Finalmente optamos por el Hostel WindMills, de reciente construcción y perfecto en todos los sentidos, limpieza, atención, localización. Son 15 dólares la noche pero pronto nos damos cuenta que nada más barato encontraremos.
Con el alojamiento resuelto y tratando de olvidar las imágenes de la casita de Juan, nos lanzamos a explorar la localidad. Bonita, cuidada y en un entorno montañoso inmejorable. Cuenta con multitud de pequeños restaurantes nos da la impresión que para todos los bolsillos. Por indicación del hostel desayunamos en una pequeña fonda local por poco más de un dólar, ¡huevos revueltos con hojaldres y café negro!
El tiempo sigue sorprendiéndonos y una tormenta da al traste con el plan inicial de trekking, pero finalmente, cuando cesa un poco la lluvia, accedemos a la ruta a priori más sencilla, el Cerro Macho. Un bonito paseo que conduce en alrededor de una hora hasta la cascada del mismo nombre. La entrada son 5 dólares y se puede contratar un circuito de canopy allí mismo. Por 65 $ el recorrido largo con 4 tiradas y por 20 $ el corto para principiantes. Si vais camino de Boquete no os merece la pena contratar este canopy, en Boquete los 65$ dan para un fabuloso recorrido de 12 líneas. Nosotros disfrutamos de las vistas entre puente colgantes, una increíble flora y la compañía de pájaros multicolores con los que disfrutamos de la fotografía.
Tras este bonito paseo, comemos de regreso en el Rte Carlitos, con una carta enorme en posibilidades, buena calidad pero caro al final. Para terminar la tarde nos acercamos hasta las termas, cobran 3 dólares y cierran a las 17 horas. Se encuentran en un estado de semi abandono y en general creemos no merecen la pena. Un paseo por el pueblo, compras y cena en el hostel.
Martes 7 de Octubre.
La ruta hasta la India Dormida en el Valle de Antón
De nuevo muy temprano en pie, una buena manera de aprovechar las horas del día, máxime en la zona, pues es fácil ser sorprendidos por la lluvia y nunca sabemos si llegaremos a cubrir nuestras expectativas. El tiempo pasa en la zona por el trekking, o hiking más bien, pues son varias las rutas de las que se puede disfrutar en cercanía a El Valle.
Para comenzar el día y aunque tratamos de llegar hasta el plato fuerte, la India Dormida, nos perdemos y acabamos en otra de las que a priori marcan las guías como ruta interesante, las Mozas. Una decepción los casi 45 minutos que nos lleva llegar, pues en realidad las 3 cascadas de las que hablan, no son ni mucho menos una maravilla y terminamos por seguir camino en poco tiempo.
De nuevo empieza a lloviznar y para la vuelta tenemos la suerte de que un señor de la zona nos acerque hasta el mismo pie de la ruta de la India Dormida en su vehículo. La gente de por aquí es tremendamente amable y no duda en ayudarte si está en su mano. Es todavía pronto, la cumbre aparece encapotada de nubes y llueve sin parar, así que hacemos una alto a pocos metros de la entrada. Allí, en la Fonda Rincón de Luz nos hincamos un macro desayuno local: Revuelto con salchichas, hojaldres, tortitas de maíz, jugo y café negro por unos 3 dólares cada uno.
Con multitud de calorías que abandonar y una pequeña tregua por parte del tiempo, decidimos emprender la ascensión.
Habíamos leído que hasta cierto punto es conveniente ser acompañado por un guía, hay muchos chavales que se ofrecen. La muchacha que cobra la entrada al sendero nos dice que cobran unos 20 dólares, pero nos trasmite la sensación de que la ruta es sencilla de seguir así que decidimos hacerla en solitario. La entrada cuesta 2,25$ y nos ofrecen cierta información.
La cumbre es famosa porque, desde lejos, asemeja la silueta de una mujer tendida. Según la leyenda una india que tras enamorarse de un español, termina por perderse en la montaña al provocar la muerte por suicidio de su amado en la tribu. Además el sendero ofrece petroglifos, grabados en piedra, datados en 300 años d.c.
La subida en total lleva una hora y media a ritmo tranquilo, es difícil en tramos por lo resbaladizo y pendiente del terreno, pero fácil para no perderse en ningún momento. A unos 300 metros tenemos los primeros petroglifos, sobre la conocida como “Piedra Pintada”. Más adelante atravesamos varias cascadas de sugerentes nombres como el Chorro Escondido en primer lugar y el Chorro de los Enamorados más arriba. El paisaje, en pleno bosque húmedo, es exuberante y nos fascina a medida que vamos ascendiendo.
Unos metros más de camino y llegamos al Chorro del Salto del Sapo y tras él, el único punto donde puede haber confusión en la ruta. Localizada una roca plana en el suelo con antiguos grabados, la Piedra del Sapo y recorridos unos 300 metros, el camino se bifurca, debiendo elegir el que sigue a la izquierda. Desde aquí nada más que seguir ascendiendo hasta lo alto de la cumbre desde donde se obtienen buenas vistas de la caldera volcánica del Valle (en nuestro caso no demasiado fascinantes, pues el día no acompaña…) De todos modos la subida, en torno a la hora y media prevista, resulta muy recomendable y nos sentimos exhaustos pero muy satisfechos de haberla realizado.
La bajada, como casi siempre más peligrosa, nos lleva unos 45 minutos. Debajo de nuevo la lluvia. Emprendemos regreso al hostel, antes recogemos la ropa que dejamos en la lavandería el día previo (menos de 3$ la colada completa, a unos 200 metros del Winsmill). Toca preparase para la cena, recoger y planear nuestra próxima escala: Santa Catalina y el PN de Isla Cohiba.
Para salir al día siguiente la amabilísima muchacha del diminuto puesto de información junto al mercado, nos da todas las opciones posibles. Tendremos que tomar un bus hasta la Panamericana, indicarle al conductor que pare “en la entrada de las uvas” y allí esperar alguno de los buses que llegan hasta Santiago para hacer el último transfer, Soná y Santa Catalina… ¡Veremos como sale!
Miércoles 8 de Octubre.
El Valle – Santa Catalina
Sobre las 7 de la mañana nos ponemos en marcha. Nuestro primer bus hace el trayecto El Valle-San Carlos y en una hora, tras los cientos de paradas que acostumbran a hacer, nos deja en la entrada de Las Uvas, donde cruza la panamericana. Su precio 1,5$. En la Panamericana esperamos nuestro siguiente bus, nos sirve algunos que vaya dirección Santiago, David, Río de Jesús o Soná y nos mantenemos expectantes para hacer el alto al primero que pase.
Unos minutos más tarde aparece el que lleva dirección Santiago y nos subimos en él. Son dos horas de viaje hasta la ciudad y nos cuesta 6$. Nos bajamos en la terminal de buses donde cada media hora sale un pequeño bus para Soná desde donde enlazar a Santa Catalina. Este penúltimo tramo nos lleva hora y cuesta 2$.
Tras comer en una fonda junto a la terminal de buses (10$ el menú de los tres) subimos en el último transporte, cuesta 4,65$ y nos lleva una hora y media llegar a Sta. Catalina. Son las 3 de la tarde, nos ha llevado unas 7 horas llegar hasta aquí.
Santa Catalina es una pequeña población de unos 200 habitantes dedicados casi por completo al turismo y dentro de este sector, volcados en el surf, el buceo, la pesca y todo tipo de actividades acuáticas. La temporada ha llegado a su fin y multitud de hostels, restaurantes y pequeñas empresas dedicadas a esta actividad están cerradas. Nos dicen que la temporada de cierre dura prácticamente todo el mes de Octubre, maldita casualidad.
Habíamos reservado el día antes el las Cabañas Rolo, donde amablemente nos deja el bus. Dispone de habitación triple por 11 $ por persona con baño compartido y de una habitación algo mejor con baño por 55 $ para los tres, que es la que finalmente elegimos. Por lo demás, Rolo y su esposa nos decepcionan hasta cierto punto, nos habían hablado muy bien de su atención. En nuestro caso, nos da la impresión de que no les interesamos demasiado y prácticamente no nos aportan ninguna información. Por el contrario da la impresión de que lo único que les interesa es que hagamos más noches de estancia y a pesar de que insistimos en que nuestra idea para el día siguiente es abordar el PN Coiba, al final nos quedamos tirados…
Y es que el mayor atractivo de Sta. Catalina, salvo para los aficionados al surf, que pueden disfrutar de las que dicen unas de las mejores olas, es el poder acceder al Parque Nacional Coiba, Patrimonio de la Unesco. La Isla Coiba, que ha sido comparada con las Galápagos, cuenta con un hábitat totalmente virgen gracias a su condición de penitenciaría durante muchos años. En la actualidad y tras el cierre de la antigua cárcel, el PN alberga flora y fauna única en el planeta además de fondos marinos ideales para la práctica del snorkel o el submarinismo.
La oferta, muy alta en otra temporada, consiste en tours de uno o dos días básicamente. Para un día se parte a las 8 de la mañana y se accede a la isla tras una hora y media de navegación con la posibilidad de avistamiento de fauna marina en el camino. Se para en dos lugares aptos para el snorkel tras lo cual se realiza una ruta de trekking en la isla volviendo sobre las 3 de la tarde. Esta opción cuesta 50$, debiendo añadir 20$ de entrada al PN. La otra posibilidad es quedarse a dormir en cabañas en la isla (20$ la noche) para continuar otras rutas por senderos en la misma. Al día siguiente sobre las 3 se emprende el regreso, sumándole 25$ al precio por la vuelta. En cualquier caso es importante hacerse con agua y comida, dado que en la isla no existe ninguna posibilidad de comprar nada.
Con la expectativa de poder realizar la excursión al día siguiente, tras preguntar en algún que otro sitio y, pendiente de si el tiempo lo permitirá, cenamos una estupenda langosta (18$ de buen tamaño para dos) en el Restaurante Worries y nos vamos a dormir.
Jueves 9 de Octubre.
Santa Catalina
Amanece bastante despejado, lo cual augura que definitivamente algún barco hará la excursión a Coiba. Nos habían prometido que andaban tratando de cerrar un grupo con las seis personas necesarias para salir y contaban con nosotros. Nuestra decepción llega al ver como la única embarcación que ha decidido salir esta completa y no hay manera de conseguir el transporte a la isla para hoy. Así que toca quedarse en la pequeña localidad de Sta. Catalina y esperar al día siguiente, en el que nos prometen tendremos la posibilidad.
Paramos para desayunar en uno de los pocos sitios abiertos, El Gazego, donde dos jóvenes italianos tienen montado un bonito hostel con cabañas. Ofrecen por 20$ la habitación doble y unos buenos batidos. Además es uno de los pocos locales con wifi, eso si lenta pero que nos viene al pelo.
Santa Catalina está formada por dos pequeñas carreteras alrededor de las que se aglutinan bastantes alojamientos y restaurantes. La playa de Santa Catalina menor en un extremo y Los Esteros en el otro extremo y que parece ser la más óptima para el surf. Con todo el día por delante nos lanzamos a conocer la zona. Nuestra sorpresa llega cuando descubrimos ambas playas con la marea baja de la mañana y nos sorprende el fondo marino al descubierto. Dedicamos toda la mañana a pasear sobre Los Esteros y la playa de Santa Catalina.
En esta última y en un enclave único, el Rte Pingüinos junto al mar, que ayer nos sirvió para una buena cerveza al atardecer y hoy elegimos para comer unos excelentes spaguettis. Y de nuevo en la misma situación del día anterior, Rolo y un tal Rodrigo que se aloja en la casa, nos aseguran que “casi seguro” saldremos mañana para Coiba, otro pequeño negocio cercano también los tiene “casi cerrado” para nosotros… Ante la incertidumbre o más bien la certidumbre de que volveremos a quedarnos en tierra, finalmente preguntamos en otro negocio, el Watching Dolphin, y conseguimos reservar para el tour al día siguiente. Resto del día dedicado a la vida contemplativa, poco se puede hacer en la población, salvo descansar, actividad a la que parece se dedica todo el mundo…
Cena en el Chili Rojo, un buen local donde probamos unas alitas de pollo tremendamente picantes y ricas, junto con un carne de cordero picada con especias de muy buen sabor, regado todo ello con cerveza por 20$ para los tres. Y de aquí a dormir…
Viernes 10 de Octubre.
La excursión de un día a la Isla de Coiba
El día no es perfecto pero al menos sabemos que a las ocho salimos para Coiba, nuestro principal objetivo en la zona. Sobre las 8:30 horas salimos, nos facilitan el equipo de snorkel, mejor sería haberlo traído. Una hora y media más tarde y “gracias a Dios” llegamos a los alrededores de la isla. Nuestra parada en una pequeña isla vecina, en Granito de Oro, donde a pesar del frío y la lluvia disfrutamos de unos preciosos fondos de corales y multitud de peces. Incluso siendo principiantes vemos una manta raya, una tortuga y un par de tiburones, toda una experiencia.
Tras esta hora dedicada al snorkel bajo la lluvia, abordamos la Isla de Coiba. La entrada al parque nacional cuesta 20$. Desembarcamos en una pequeña playa donde habitan los guardas del parque y donde se encuentran las cabañas en donde se puede pernoctar por 20$, dicho sea de paso, de mucho mejor aspecto que las que vimos en San Blas. Nublado, lloviznando y mojados como venimos, no tenemos cuerpo de emprender alguna de las rutas más sencillas, así que con la sensación de al menos haber alcanzado la isla emprendemos regreso.
La vuelta nos regala una fantástica estampa al avistar una ballena jorobada en el camino, una de las últimas de la temporada seguramente, según nos dice el muchacho que lleva el bote. Son las 15 horas y estamos de vuelta a tiempo para tomar el último bus de vuelta a Soná-Santiago como teníamos previsto, pero… se ha roto de camino y no llegará. Así que nos toca una última noche en Sta. Catalina, y decidimos cambiar al local de nuestro ya viejos conocidos italianos, el Hostel Gazego que nos deja una doble y una cabaña para uno por 10$ cada uno, ¡perfecto!
Respecto a los buses para salir de Sta. Catalina hacia Soná, hay cuatro horarios: a las siete y ocho de la mañana, además de las tres y a las seis de la tarde, si bien contar con que con este último no llegaremos a tiempo de enlazar desde Soná a Santiago. Como el resto de tardes en Sta. Catalina, nos dedicamos a escribir, charlar, retocar fotos y seguir con el relajado ritmo de la población… ¡Estupenda ensalada de pasta en nuestro hostel!
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21 días recorriendo Panamá: Panamá City, San Blas, El Valle y Coiba
El Panamá más divertido: Boquete y Bocas del Toro Panamá por libre: Comidas, alojamiento y recomendaciones finales |
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22 comentarios en “21 días recorriendo Panamá: Panamá City, San Blas, El Valle y Coiba”
Muchísimas gracias por la descripción tan específica de vuestro viaje! Yo me voy 21 días a Panamá y la verdad que me ha servido muchísimo para saber qué sitios visitar. Un abrazo!
Me alegro mucho de que te haya servido. Lo planificamos y salió redondo desde luego. Seguro que disfrutas mucho de ese país, es una maravilla. Si te animas a compartir alguna info ya sabes que estás invitada! Gracias!
hola!!!! por favor, podrias indicarnos como llegar desde bocas de toro hasta Isla Coiba? queremos hacer noche alli. no hay info suficiente. avion? coche alquiler? Gracias mil de antemano! gracias por vuestra info!
Nosotros lo hicimos todo en bus. Íbamos al contrario, desde el Valle hacia Santa Catalina, lugar de acceso a Coiba. La verdad que fue el trayecto más complicado. Hay muchos buses y no resulta difícil armar el recorrido pero en este caso tuvimos que coger varios. Primero El Valle-San Carlos en una hora, bajamo en la entrada de Las Uvas, donde cruza la panamericana. En la Panamericana nuestro siguiente bus, sirve alguno que vaya dirección Santiago, David, Río de Jesús o Soná. Simplemente esperar atento y hacer el alto a cualquiera de ellos. Son dos horas de viaje hasta la ciudad de Santiago donde cada media hora sale un pequeño bus para Soná desde donde enlazar a Santa Catalina. Otra hora…
Recuerdo que de este galimatías nos informaron en la pequeña oficina de turismo de El Valle, suena difícil pero es cierto que hay mucha frecuencia y lo hicimos sin error. Os aconsejo preguntar en la oficina de turismo de Colon y ver de que manera, en definitiva es acabar en la Panamericana y tomar uno hacia Santiago seguramente. Mucha suerte! Avión no creo tengáis posibilidad y coche, siempre es una opción si os apaña el presupuesto.
qué ganas de comenzar nuestra aventura por Panama¡¡ muchas gracias por toda la info, está genial. Me queda un duda: es fácil cambiar eur a dólares ??? o es mejor llevar los dólares desde aquí??
No creo tengas ningún problema en cambiar euros aunque nosotros no lo hicimos. Siempre viajamos con la tarjeta de ING débito que permite sacar en cualquier cajero con solo dos euros de comisión. No falla nunca y aquí tampoco fallo!
muchas gracias Jose luis
¡A ver si os animáis a la vuelta a compartir vuestro viaje! Y sobre todo, disfrutarlo, es un país fascinante para viajar.
Gran relato de viaje.
Ahora que estoy empezando a armar mi ruta por Panamá que haré en agosto, me están viniendo muy bien vuestras informaciones.
Muchas gracias por compartirlas!!
Inés
Nos alegramos mucho de que os sirva, como hemos leído en vuestro blog, la idea de nuestra pequeña red es compartir y viajar, además de tener ese rincón de buenos recuerdos que siempre traemos de los viajes y que con el tiempo acabamos por olvidar en sus pequeños detalles. Nuestros 21 días en Panamá se resumen en un montón de gratas sorpresas en un país que desconocíamos y del que vinimos fascinados. Si te podemos ayudar será un placer.
Deseando ir!estupendas recomendaciones
Deseando ver la segunda parte del viaje!!!
Esta colgada hace poco más de una semana! Espero os guste y ayude, Panama es fascinante! https://viajefilos.com/21-dias-recorriendo-panama-parte-ii-boquete-y-bocas-del-toro-octubre-2014/
Bauset, ya no escribo diario de viaje con lo cual solo puedo dar mis impresiones, pero no aportar la información de nombres de restaurantes, horarios, precios, etc, dado q por desgracia no tengo memoria ninguna… 🙁 . Creo que os recomendé que llevarais vuestras gafas y tubo de buceo para el Archipiélago de San Blas porque allí no los alquilan, aparte de leer, tomar cerveza 😉 y charlar con los kuna (muy recomendable para intentar entenderlos un poco), la diferencia entre las islas no es en la superficie, es por los fondos marinos, una tiene un pecio, otra la barrera de coral es muy alta, en otra hay muchísimos peces… Lo comento por si le sirve a alguien que vaya a ir.
Disfrutando de los recuerdos tan recientes. Sois de una precisión en el relato que me dejáis pasmada y gratamente sorprendida!.
Muchas gracias Elisa! Me alegra que te gusten los relatos, sirven de recuerdos… Para cuando te animas! Recuerdos y recomendaciones de viajera tienes que tener cientos!
Estupendo!!! Yo salgo en breve hacia allá. Si la subís pronto, me va a venir de lujo. Qué buena aventura y qué gran trabajo! Gracias.
Que maravilla!
Enamorada desde ya del casco viejo de Panamá.
Besos
No cambiaría nada de lo vivido en este viaje….Simplemente es perfecto viajar así.
Hay una segunda parte de este viaje?? Me ha encantado la primera, pero me he quedado con ganas de saber cómo fue el resto del viaje. Me gustaría viajar próximamente allí y vuestra experiencia me servirá enormemente para preparar mi viaje.
Un saludo y muchas gracias por compartir toda esta experiencia!! 😉
¡Escrita y casi preparada para salir en la web! Desde Santa Catalina salimos hacia Boquete donde pasamos 3 fantásticos días en la Región de Chiriquí y desde aquí al Archipiélago del Bocas del Toro. En pocos días lo subimos con todas las recomendaciones
Genial!!! Porque yo también la estaba esperando 😉 Muchisimas gracias por estos relatos de viaje