Lo mejor de Sri Lanka. Parte II: Naturaleza y playas

Postal-Bauset-Sri-Lanka-II¿Que por dónde andábamos? Pues pasado el ecuador de nuestro viaje a Sri Lanka, no nos habíamos dejado ni un solo templo o yacimiento por visitar y esta segunda parte iba dedicada en su mayor parte a la gran riqueza natural de la isla. Un final en las playas del Sur Oeste sería un perfecto colofón…

Lo mejor de Sri Lanka: Naturaleza y playas

Domingo 8 de Febrero de 2015.

Rafting en Kintulgala – Nallathanni

Por la mañana abandonamos el hotel bastante decepcionados por el mismo. El check out es un poco caos y da la impresión de que cobran un poco a ojo los servicios de cena y bebidas. Una estafa bastante común en el país es cobrar el 10% de impuestos legales en los productos por separado y después volver a realizar el cobro del 10% en la suma total. No lo intentan pero la verdad es que las cuentas sin difíciles de entender.

Salimos en dirección a Kitulgala, una pequeña ciudad al oeste de la isla y probablemente la zona más húmeda al recibir dos monzones anualmente. El recorrido lo realizaremos para hacer un rafting en la zona y a medida que vamos llegando nos damos cuenta de la gran cantidad de empresas dedicadas a este tipo de actividad en la zona. La contratada es Ceylon Adventure. También ofertan otras como alquiler de bicicletas y rutas a pie, todo ello con bastante buena pinta.

Al llegar la verdad es que la actividad pese a estar programada con tiempo de antelación, no parece prevista. El tiempo se nos hace eterno mientras esperamos el equipo, bastante decente dicho sea de paso, con casco y salvavidas incluidos. Finalmente logramos hacernos con todo el material y pagamos los 30 dólares (4000 rupias que cuesta) el descenso menor. Ofertan algún otro de mayor dificultad pero pensamos que este para probar en el país será suficiente.

Una charla con las señales básicas que tendremos que seguir y nos lanzamos a los rápidos del río. Aproximadamente nos lleva una hora y disfrutamos muchísimo. El día es fantástico y el calor invita al baño. La dificultad es mínima y tan solo dos o tres rápidos parecen algo más atrevidos.

El paisaje durante todo el trayecto es impresionante con selva tropical en las faldas de las montañas que nos rodean. Pasamos justo en la zona donde se filmó la escena de la explosión final del Puente sobre el Río Kwai, en realidad el río Kelani, y los guías nos informan orgullosos de ello. Finalmente sin incidencias salvo porque perdemos la go-pro en el fondo del río… Parece que nos haya mirado un tuerto.

Un improvisado picnic en el mismo sitio y salimos rumbo a Nallathani. El camino entre montañas es uno de los más maravillosos que hemos visto entre plantaciones de té y rodeados de enormes montañas que no imaginábamos existirían en esta pequeña isla. A medida que ascendemos y nos acercamos a nuestro destino, nos convencemos de que no hubiera sido mala idea contratar alguna noche más en la zona.

La guest house Slightly Chilli está en la falda de una montaña. Las vistas hacia el Adams Peak de las habitaciones de los pisos superiores son impactantes si bien los servicios del hotel bastante deficientes (agua fría, limpieza…). Salimos a pasear un rato y aprovisionarnos de alguna cosa para la subida a la cima de mañana. La cena buffet del hotel excelente en calidad al menos. Temprano, muy temprano, emprenderemos la ascensión al Adams Peak, tal vez el mayor de los retos de este viaje.

Lunes 9 de Febrero de 2015.

Ascensión al Adams Peak – Nuwara Eliya

1:30 AM Todos preparados para empezar la ruta hasta el Adams Peak, ¿todos? Nuestro guía, Roca, ha decidido llegar quince minutos tarde… Cada uno ha dormido lo que ha podido, me temo que Jaume y Pedro no han podido conciliar el sueño, al menos pasada la primera hora en que se dan cuenta que duermen abrazados a la almohada en la que también descansa un roedor. El resto imaginamos la escena. Empezamos la marcha.

La agotadora subida al ADAM´S PEAK (Sri Pada en Ceilán)

El que es el segundo pico en altura del país mide 2234 metros y es otro de los más importantes lugares de peregrinación de la isla. El máximo reclamo viene de siglos atrás cuando se descubrió una huella labrada sobre la roca en la cima. A partir de entonces se convirtió en lugar de adoración curiosamente para todas las religiones mayoritarias en Sri Lanka. El mundo musulmán la interpretó como la huella de Adán que al ser expulsado del paraíso inició su deambular con este primer paso. Para los cristianos fue la huella de Santo Tomás, el incrédulo apóstol; para los budistas, la huella de Buda y para los hinduistas la huella de Shiva que visitó la isla en el Ramayana. Con esto, pues, el santuario existente en la cima es venerado por prácticamente toda la población srilankesa.

La subida se inicia sobre la 1:30 o 2 AM con la intención de cubrir sus 5200 escalones en aproximadamente 3 horas y así poder disfrutar del amanecer en la cumbre. No es preciso llevar linterna, todo el camino se halla iluminado y son numerosos los puestos que ofrecen té caliente, café, agua y comida durante el mismo, hasta escasos 300 metros de la cima. Lo que si es recomendable es subir con algo de ropa de abrigo y ropa seca, a buen seguro te empaparás en la subida y la temperatura arriba y a las 5 AM suele ser bastante baja.

En cuanto a la seguridad, aunque nos alarmaron, nos pareció más que seguro, algunos turistas subían solos y la gente se mostraba muy amable a nuestro paso. Es tremenda la cantidad de gente que a pesar de ser de noche sube y baja del pico, tanto locales como turistas de todos los lugares. Es cierto que al llegar arriba, poco antes de entrar en el templo, unos policías nos informaron de que dada la gran aglomeración de gente tuviéramos cuidado con nuestras mochilas.

Para resumir nuestro ascenso copiaré las indicaciones que encontramos en otro blog (Sin destino Fijo) Nos gustó especialmente la manera en que contaban los pros y los contras de la subida, a priori os aseguro que no se ven más que contras, pero a pesar de todo es de esas cosas, “que hay que hacer una vez llegas aquí”. En resumen lo que os espera en la subida es:

Del Km 0 al 4, se empieza bastante suave, multitud de puestos en la falda de la montaña que van acercándote al montículo en si que es Adams Peak. El primer kilómetro es fácil, se cruza un bonito arco de piedra y el Templo de Buda, si bien durante el trayecto de subida por la noche no se disfruta en absoluto del paisaje y solo piensas en andar y andar.

– Los siguientes 3 Km se ponen duros con una subida muy larga y empinada en la que cada escalón es un suplicio. Al inicio son de cemento y poco a poco son de roca natural. Llegado a este punto llegamos a los 1300 metros.

Del Km 4 al 6,5, no es muy difícil salvo porque el terreno es muy irregular. El camino se abre paso entre una naturaleza más cerrada y una sensación de calor que nos obliga a quitarnos alguna ropa de abrigo. Tan solo quedan 2 Km a partir de aquí pero son los más duros, así que nosotros decidimos una parada para unos cafés calientes. Vamos bastante bien de tiempo y cada uno a marcado su ritmo lo cual facilita la subida.

Del Km 6,5 al 7,7 se pone ciertamente difícil, los escalones irregulares pero en general altos, muy altos. En estos 3,7 Km se suben 650 metros más. El ritmo de los que vamos atrás es muy lento pero vamos más o menos cómodos. Ya no va quedando mucho tiempo para risas.

Del Km 7,7 al 8,5 final probablemente no das la vuelta porque te quieres convencer de que no queda mucho. Son sólo 800 metros pero se sube de 1960 metros a 2250 metros, 300 metros en un tramo muy corto que se hacen insufribles. Nos llevan cerca de 1 hora pero finalmente los escalones se vuelven estrechos y llegamos al monasterio del pico de Adam.

Son las 5 AM, nos ha llevado poco más de 3 horas, arriba hace mucho frío y paramos en el último local improvisado que sirve café y bebidas calientes. Está llenísimo y cada vez llega más gente. Esperaremos unos minutos hasta subir al monasterio para disfrutar del amanecer.

11 Viajefilos en Sri Lanka. Adams Peak 08

Arriba el monasterio no tiene mucho que ver, morimos de frío al descalzarnos para poder acceder al santuario de la huella. Como es nuestra primera vez, golpeamos en una ocasión la campana del mismo, la satisfacción del reto cumplido es máxima. Nuestro guía golpea hasta en cinco ocasiones la campana, son cinco las veces que ha ascendido. Las sensaciones en la cumbre se entremezclan, el fervor religioso comedido como siempre de la gente local y las caras extenuadas pero alegres de los guiris que vamos llegando.

Amanece sobre las 5:30 horas, unos quince minutos más tarde empezamos a descender. La bajada es demoledora, y con cada escalón deseas no haber subido. En esta ocasión al menos vamos disfrutando de las vistas con la luz del día y son impactantes. Templos, montañas, campos de té… un sinfín de estampas que vamos grabando en nuestras retinas y en nuestras cámaras. Sobre las 9 de la mañana, siete horas más tarde estamos de vuelta en el hotel.

Previo al check out, tiempo para una buena ducha, estirar los músculos tratando de evitar males los próximos días y un desayuno adecuado al esfuerzo realizado. Subimos al bus sobre las 11 de la mañana con rumbo a Nuwara Eliya, nuestro siguiente destino. Serán unas 3 horas de viaje. Por el camino un par de paradas, la primera tras la suerte de tropezarnos con una boda hindú, donde nos colamos y acabamos siendo la atracción de la ceremonia. Gente tan amable cada vez es más difícil de encontrar, nos permiten y disfrutan incluso con las fotos que tiramos prácticamente sin pensar. La segunda en un mirador desde donde se divisan unas cascadas a lo lejos enmarcadas entre verdes campos de té y una exuberante vegetación, como la que nos acompaña todo el camino.

Sobre las 14 horas llegamos a nuestro destino. Tiempo para comer en un restaurante local, Milano, donde nos sorprende la escasa demora en servirnos, comparando con lo que viene siendo habitual desde que llegamos. Carta a base de los platos de “siempre” y precios razonables. El tiempo no acompaña, hace frío y llueve a pesar de ser la estación seca. Nos acercamos hasta nuestro hotel, demasiado alejado del centro, en torno a 7 km y tampoco para tirar cohetes, Ashford Hotel. Con muchas ganas de seguir aprovechando el día volvemos tras abrigarnos a la ciudad, poca cosa que hacer o ver en la misma. Un paseo por el Bazar, donde venden entre otras cosas muchas copias de ropa de montaña y poco más.

Cae la noche, las opciones de cenar son reducidas y tomamos unos buenos dulces, cafés y tés por unos 3 euros los once en un local regentado por árabes. Curiosa escena, probablemente ellos se muestran más sorprendidos con nuestra presencia… Vuelta al hotel con tuk tuk por 500 rupias, bien pagadas para recorrer la distancia que nos separa en una noche “de perros” y por fin cama.

Martes 10 de Febrero de 2015.

Nuwara Eliya. Parque Nacional de Horton Plains.

A las 5:30 de la mañana nos levantamos, para hoy el plan es subir hasta el PN de Horton Plains y organizar el resto del día para visitar la ciudad y lo que surja.

El Parque Nacional de Horton Plains

En el hotel nos preparan el desayuno para emprender la ruta al Parque Nacional. El trayecto es de aproximadamente una hora y aunque con dudas por el tiempo decidimos arriesgarnos y hacer la visita. El trayecto lo haremos en pequeñas vans con tracción a las cuatro ruedas que nos cuestan 15000 rupias para seis personas. La entrada al parque vale 3000 rupias (sobre 18 euros).

El parque nacional, declarado Patrimonio por la Unesco en 2010, está formado por algunos de los picos más altos del país con alturas en torno a los 2100-2300 metros. Entre ellos destaca el Monte Pedro que con sus 2534 es el más alto de Sri Lanka. Una vez accedemos al parque nos sorprende el más o menos estricto control y advertencias en todo momento para evitar el abandono de basuras y plásticos durante nuestro trayecto y por otro lado la prohibición estricta de fumar en el PN, al parecer como consecuencia de un incendio sufrido en 1989.

12 Viajefilos en Sri Lanka. Nuwara Eliya 03

La ruta habitual y que encontramos totalmente masificada es un recorrido circular de unos 8-9 km que nos llevará en torno a 3 horas y media. La vegetación presente básicamente es matorral bajo que se repite durante todo el camino con presencia de curiosos árboles de tonalidades muy variadas que hacen atractivas las vistas. Existen 3 puntos marcados de especial interés a los cuales llegarás antes o después según decidas emprender el viaje en un sentido u otro. No creemos que exista mucha diferencia si el tiempo acompaña.

Nosotros iniciamos la ruta en el sentido de las agujas del reloj. Sobre los 4 km de recorrido la primera de las paradas en un mirador conocido como Little World´s End desde el que se obtienen impresionantes fotografías. Más adelante, su hermano mayor, el World´s End, increíble precipicio en el que hubiéramos disfrutado mucho más si no fuera por la gran cantidad de gente que se agolpa en el lugar.

Siguiendo la ruta, por último las bonitas cascadas de Baker donde de nuevo el único pero son las ordas de turistas que encontramos. Llegados a este punto decir que sin menosprecio de la nación china, nos parece que los turistas que nos hemos ido encontrando de este país dejan bastante que desear en cuanto a modales y respeto hacia los demás. Increíble el escándalo que forman y las malas maneras que demuestran.

Sobre las once concluimos exhaustos el recorrido, no es demasiado duro aunque en algún tramo el cansancio acumulado del Adam´s Peak nos recuerda que nuestras piernas necesitan algo de descanso.

Retorno a la ciudad y visita de la misma, que poco tiene que visitar…

La ciudad de las plantaciones de té, NUWARA ELIYA

Nuwara Eliya es considerada la zona productora de té más importante del país. Los paisajes durante todo el camino se llenan de enormes plantaciones de té en las que no es difícil ver a las mujeres trabajando con sus fardos anudados a la frente en la dura tarea de la recogida de sus hojas. Con sus 1868 metros de altura enseguida comprobamos que el clima aquí es bastante distinto al resto del país y necesitamos una manga en nuestras salidas.

Su origen británico y el hecho de que fuera refugio del calor del resto de la isla de muchos ingleses en los años que duró su colonización, hace que a ciudad goce de cierto aire british, con edificios del estilo, campo de golf, hipódromo y en general jardines y espacios bien cuidados.

Mapa Nuwara Eliya

El tiempo durante nuestra estancia fue más bien gris, con frío a ratos y lluvia demasiado frecuente lo cual nos desmotivó para visitar alguna opción cercana como la antigua plantación de té del estado de Pedro, el templo hinduista de Seetha Amman o el paseo junto al río de los amantes. Aún así pateamos las coloridas tiendas de la ciudad y nos mezclamos como en ninguna otra con las simpáticos habitantes de la misma.

Tras bajar de trekking de Hortons Plains, nos dirigimos a comer al mejor restaurante de la ciudad, el Grand Indian Restaurant, del Grand Hotel. Un magnífico local especialista en comida india en el que el exquisito servicio y la atractiva carta nos parecieron muy adecuadas. Por algo menos de 12 euros comimos a la carta con variedad de platos, en algunos casos demasiado picante como corresponde.

Después de la comida y unas excelentes cafés y dulces en el mismo local (1 euro el mejor café expreso que habíamos tomado) aprovisionamos de cerveza y comida el bus para preparar el resto de la ruta y nos dimos una par de horas de tiempo para patear el centro. Primero a la Oficina de Correos, un bonito edificio que permanece abierto hasta tarde. Muy cerca, la caótica estación de buses donde aprovechamos una de las muchas barberías del piso superior para un rato tranquilo y afeitado (5 euros, el afeitado de cuatro de nosotros)

Con un breve paseo de nuevo por la calle principal y ante la persistencia de una fina pero desagradable lluvia, nuestra mejor opción para despedir la ciudad, fue de nuevo unos café y unos dulces en el local árabe del día anterior.

12 Viajefilos en Sri Lanka. Nuwara Eliya 44

Unas horas más tarde ya estábamos exhaustos y en la cama. Para mañana salíamos en dirección a la costa y esperábamos mejor clima.

Miércoles 11 de Febrero de 2015.

Tren a Ella – Llegada a Tissamaharama

Salimos desde Nuwara para recorrer los 14 km que nos separan de Nanu Oya, población en la que para el tren que nos llevará hacia el sur. Nuestro destino final Ella. Los billetes de tren los compramos días atrás en Kandy, es conveniente si lo que quieres es viajar asegurándote el asiento, comprar con antelación. Nosotros nos decidimos por el último vagón conocido como Observatory Saloon. Un vagón “especial” para turistas que cuenta con un amplio ventanal frontal que permite mejores vitas. Respecto a los asientos, el 11,12,23 y 24 son los que ocupan esta posición y ofrecen vistas a través de esta ventana. Los 3,4,7,8,15,16,19 y 20 son muy buenas opciones pues tienes buenas vistas laterales por ventanales que pueden ser abiertos.

Viajefilos en Sri Lanka 013

Los precios: nosotros habíamos pagado 2000 rupias (unos 12€) por los asientos del Observatory, viajar en primera costaba 1000 rupias y en tercera tan solo 60. Tener en cuenta que “el slow” que permite disfrutar más del paisaje, tiene dos frecuencias diarias y que en el mejor de los casos tardará unas 3 horas y media, de ahí la importancia de elegir bien. Nosotros vimos el vagón de tercera demasiado lleno como para poder asomar la nariz a una ventana y con gente sentada en el pasillo central.

¿Y porque elegir el tren en este punto? Pues aunque sigue siendo un tren de línea, se ha convertido en todo un reclamo turístico por la belleza de los paisajes que atraviesa, descendiendo desde las altas montañas del centro del país entre plantaciones de té y densa selva húmeda. Como decimos la velocidad del tren, permite disfrutar enormemente de la fotografía, eso si, en días claros…

Nuestra partida prevista para las 9:30 de la mañana nos aseguraba según ñas previsiones un día soleado en el trayecto. El problema que acabó por desesperarnos, aunque en la estación supimos matar el tiempo (fotos y más fotos bien sazonadas de cachondeo), fueron las 4 horas de retraso. Y es que estos retrasos me temo deben ser más frecuentes de lo deseable.

Finalmente salimos sobre las 12 horas cuando la soleada mañana se alejaba y dejaba paso a una lluviosa tarde, también prevista en el parte meteorólogico. Así que no tuvimos mucha suerte con el trayecto si bien nos encantó y nos parece imprescindible en un viaje a Sri Lanka. Las 3 horas y media fueron finalmente 4 y media pues son muchos los pueblecillos en los que hace paradas más o menos prolongadas. Otro detalle respecto al Observatory, cuenta con baño, regular de limpieza pero baño es…

Así que a las 16 horas más o menos llegábamos a Ella, población de montaña con muy buena pinta, gustosamente nos hubiéramos quedado alguna noche de haberlo sabido. Y es que junto a la estación, empezando a bajar por la carretera vimos varios locales con muy buen ambiente, cargados de turistas. Al parecer las rutas de trekking como la del pequeño Adam´s Peak son un reclamo interesante de la zona.

Nuestro destino era otro, aún así hicimos un par de cortas paradas cerca de la estación y de Ella. Primero en un restaurante que ofrece excelentes vistas del conocido como Ella´s Gap, un paso montañoso en el que vimos atardecer con un buen café local. El nombre del restaurante y hotel, Ella Mount Heaven. Más abajo la Rawana Fall, una buena caída de agua que disfrutamos bajo la lluvia.

13 Viajefilos en Sri Lanka. Tren a Ella 49

Con el malestar de la lluvia y la incertidumbre de si el tiempo cambiaría en la región de Yala donde nos dirigíamos, seguimos camino. ¡Y vaya si cambió! Unas dos horas más tarde llegábamos al fantástico Hibiscus Garden Hotel, hasta aquí el mejor de los ofertados en nuestro tour. Y tal era el aumento de temperatura que nos animamos a un baño nocturno en la fantástica piscina bajo la fina lluvia y con unas buenas cervezas… Tiempo para disfrutar del excelente bufet (unos 6-8 euros) del hotel y descanso. Mañana toca madrugón, ya empieza a ser una fea costumbre.

Jueves 12 de Febrero de 2015.

Safari en el PN de Yala y visita de Tissa

La ciudad de Tissa, abreviada como se le conoce, se encuentra al Sur del PN de Yala, a unos 45 minutos en vehículo y ese es el principal motivo de su crecimiento. Salimos a las 5 de la mañana con la intención de aprovechar el amanecer para el avistamiento de animales.

Uno de los mayores parques nacionales, PARQUE NACIONAL DE YALA

La entrada al parque costó 3000 rupias por persona, a los que había que sumar 8000 por el alquiler de un jeep (en nuestro caso dos) en el que entran seis personas. En total sobre 4500 rupias (30€) por persona para las cinco horas de safari. El parque fue declarado como tal en 1938 y se ha visto beneficiado de sucesivas ampliaciones convirtiéndose en uno de los mayores de Sri Lanka. Esto sumado a que cuenta con una de las mayores densidades de leopardos del mundo, son suficiente atractivo.

Poco antes de las seis de la mañana llegábamos a la entrada del parque y la primera sorpresa que hacía presagiar lo peor, era la enorme cantidad de vehículos que aguardaban entrar. Ese es, en nuestra opinión, la peor de las circunstancias y que deberán solucionar para promocionar adecuadamente el entorno. Todos los vehículos llevaban un recorrido muy similar y fue muy difícil disfrutar del recorrido tranquilamente y mucho menos encontrar animales dispuestos a posar ante las cámaras de cientos de turistas. Lo peor, no pudimos ver al leopardo, lo mejor, el paisaje es impresionante desde luego.

Disfrutamos eso si, de la cercana visita de un elefante macho, de muchas bonitas aves, de algún que otro lagarto enorme, de ciervos, de jabalís, de bueyes de agua… A las 9 de la mañana una breve parada en una playa dentro del propio parque donde disfrutamos de las bellas vistas que nos ofrecía el Indicó. Recordamos allí el terrible tsunami de 2004 que dejó sin vida unas 30.000 persona en Sri Lanka y que pasó con furia por esta zona como recuerda un monumento conmemorativo (250 turistas, además de mucha población local, murieron en este punto según nos dicen)

Viajefilos en Sri Lanka 016

Para las doce de la mañana regresamos al hotel. El asfixiante calor aconseja un baño y descanso por unas horas en el hotel. Y a ello nos dedicamos durante las siguientes horas.

Para la tarde nos acercamos a los escasos atractivos turísticos que ofrece a priori Tissa. Por tratarse de una población mayoritariamente Tamil, son muchos los templos hinduistas de la zona. Visitamos en primer lugar un curioso templo dedicado a la diosa de la fortuna, Laksmi. Nos llama poderosamente la atención la policromía de las deidades y no acabamos de entender quienes son todos los dioses con los que nos tropezamos (el hinduismo cuenta con millones de dioses). Las siete abuelas protectoras, Crisna baby, Ghanesa, Visnu… todos ellos en un imbricado templo para nosotros muy diferente a lo que entendemos por templos de oración. Interesante al fin y al cabo, aprovechamos para hacer unas ofrendas y mejorar nuestro deteriorado karma.

Tras esto, visita del mayor templo hindú del país. Un enorme recinto en el que conviven como ya hemos visto en otros lugares todas las religiones mayoritarias del país. Cruzamos el sagrado río de las gemas donde hay gente bañándose antes de acceder a los templos. Visitamos una mezquita a la que amablemente nos dejan acceder. Frente a la misma una prueba de la amplia convivencia de las religiones en Sri Lanka. Una pequeña plazoleta en la que conviven una higuera, símbolo venerado de la iluminación de Buda y un tamarindo, árbol sagrado para los hindús.

Tras esto accedemos al templo de la religión hindú. No nos fascina el edificio en si pero nos gusta el ritual al que asistimos. Los devotos rodean el edificio con un coco relleno de aceite y encendida una llama. Tras llevar a cabo sus rezos y plegarias, rompen con fuerza el coco para provocar su estallido en espera de que sus deseos sean cumplidos.

Hechas las visitas, regresamos al atardecer al pueblo. Nos queda la visita de Tissa Maharama, la enorme Dagova budista que guarda otro de los dientes de Buda. Enorme y espectacular construcción que por la noche iluminan bellamente.

Viajefilos en Sri Lanka 014

Con el bochorno de la tarde y tras un pequeño paseo en la ciudad (no tiene nada que ver y podíamos habernos saltado este rato) regresamos al hotel. Existe la opción de comer en alguno de los restaurantes existentes en la carretera preparados para turistas pero no nos parecieron apetecibles y un plato de marisco de dudoso estado costaba en torno a los 20-30 euros.

Preferimos pues el estupendo buffet de hotel y descansar después del apretado día. Como apunte para cerrar el día decir que hemos aprovechado para realizar la colada en el Hotel y nos parece perfecto para ello.

Viernes 13 de Febrero de 2015.

Tissa – Galle – Bentota

Hoy no toca madrugar y tras un completo desayuno en el hotel hacemos el check out dispuestos a recorrer los 240 km hasta Bentota. Nuestro guía nos dice que serán como 6 horas, un intermedio en Galle, la famosa ciudad colonial de Sri Lanka.

Tras un par de paradas durante el camino, el trayecto hasta Galle nos lleva cerca de las 4 horas así que llegamos a las 13 horas, justo para comer y disfrutar de la ciudad colonial. Hasta llegar comenzamos a circular paralelos a la costa y a disfrutar de las famosas playas del Sur. Las vistas en puntos son espectaculares.

La antigua fortificación de GALLE

La antigua fortificación portuguesa fundada en el Siglo XVI y que posteriormente pasó por manos holandesas e inglesas ha sufrido un proceso de exquisita restauración que la convierten en parada obligada de camino a Colombo al Norte. Declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1998 le pudimos dedicar cinco trepidantes horas en las que hicimos el recorrido más o menos previsto con multitud de paradas para abandonarnos a las compras.

Mapa Galle

Tras entrar por la puerta principal de la fortificación, nuestro bus nos deja cerca del faro, aquí comienza nuestro recorrido. Subiendo por la calle paralela al extremo sur de la ciudad, el restaurado antiguo hospital holandés que en la actualidad alberga numerosos restaurantes de aire occidental en sus dos plantas con artesonados de madera conservados a la perfección. Elegimos uno al azar para comer, el Tap House, donde nos homenajeamos con unas buenas hamburguesas, pasta bien cocinada y, en definitiva, platos occidentales que echábamos de menos. Su precio en torno a 10 euros por persona.

Seguimos calle arriba y giramos hacia la izquierda entrando en las pequeñas callejuelas de la ciudad. La famosa Historical Mansion, una antigua casa colonial que ofrece antigüedades y bonitas fotos en su patio interior. Seguimos calle abajo y nos perdemos en la fantástica tienda de souvenirs de The Three by tpv en la que merece la pena la compra de bonitas camisetas. Más adelante y con ganas de tomar un buen expreso, Crepe-Ology, y desde luego no nos equivocamos.

Un rato más tarde una tienda de antiguas postales y pósteres en la que volvemos a picar. La misma calle nos lleva hasta el Galle Fort Hotel construido en una antigua mansión holandesa del siglo XVIII, la iglesia anglicana y poco más arriba la antigua iglesia holandesa. En su interior el suelo con lápidas centenarias y un vistoso púlpito de madera de sándalo.

Siguiendo la misma calle a la derecha la construcción de la Torre de la Campana, actualmente el museo marítimo y a la izquierda la antigua librería y el Amangalla Hotel. De nuevo nos encontramos ante la puerta principal de la amurallada fortificación y quedamos impresionados con los muros que la protegen que fueron capaces de aguantar la embestida del tsunami de 2004. Un poco más arriba subimos hasta las murallas y la Torre del Reloj que ofrece bonitas vistas de la ciudad y el océano.

Bajamos por Middle Street, un pequeño guest house nos llama la atención, Sunset Fort (entre 70 y 100 dólares la noche, creemos que se queda con nosotros). Camino del extremo oeste seguimos por Light House Street tropezando con la iglesia metodista. En esta misma calle atractivas guest houses ofrecen habitaciones, en la Old Dutch Guest House nos informan, 3000 rupias con ventilador y 4000 con aire acondicionado. Estos precios si nos parece deben ser los ofrecidos y los pequeños locales tienen muy buena pinta.

Una pequeña tienda en la que terminamos por feriarnos con multitud de pequeños regalos ofrece el apartamento de arriba por 4000 rupias la noche, la muchacha nos indica que está reservado para todo el mes ya. Se llama Loving Nest y nos encantó por fuera, desde luego.

Un buen café en Peace and Plenty llegando ya hasta nuestro punto de encuentro. Son las seis de la tarde cuando llegamos hasta Rock Flag, el sol se pone y con ello termina nuestra visita a este encantador enclave. Hubiera merecido la pena mucho disfrutar una noche del ambiente que seguro ofrece.

Salimos hasta Bentota, nuestro hotel, The Surf, reservado para las tres últimas noches en el país.

Decir que Carmen y Jaume también dedicaron bastantes horas a valorar en que playa quedarnos estos últimos días. La opción elegida vino marcada por la disponibilidad de alojamiento para el grupo, tal vez no era la mejor, pero desde la agencia nos insistieron en que no renunciáramos a este hotel. A modo de resumen por si sirve de algo las pesquisas fueron como sigue:

Las mejores playas de Sri Lanka

Playas del Sur: Más íntimas y menos desarrolladas, ideales para tumbarse en una hamaca. Por orden de preferencia para reservar la cosa sería como sigue:

1. HIKKDUWA, con actividades acuáticas, ambiente mochilero y marcha de noche (la mejor opción)

2. UNAWATUNA, más pequeña, de las mejores del mundo. Nadar y snorquel. Chiringuitos con ambiente juvenil

3. MIRISSA, más tranquilidad, ideal para descansar

4. En el Sur también está la playa de TANGALLE, que refiere como inmaculada, poco consumida pero con corrientes marinas y difícil para el baño

Playas del Oeste: Más desarrolladas, occidentalizadas y orientadas al turismo

1. NEGOMBO, la conocimos a la ida

2. MOUNT LAVINIA, arena ancha, chiringuitos, muy cerca de Colombo (descartada)

3. BENTOTA, turismo masivo, actividades acuáticas, criadero de tortugas

Y en 4ª posición como mejor opción, INDURUWA, relax playero, nadar, paseos, poco turismo lo cual preserva su belleza…

Sábado 14 y Domingo 15 de Febrero de 2015.

Bentota

Fueron dos días dedicados más bien al relajarse después de los apretados días de las semanas anteriores. Habíamos recorrido gran parte del país, con madrugones importantes, caminatas insufribles y bastantes horas de bus. Así que, aprovechando el hotelazo que teníamos para estas tres últimas noches, tratamos de descansar. El hotel, como muchos de nosotros repetíamos, era de esos en los que “nunca antes habíamos estado”. Amplias habitaciones frente a la piscina que daba directamente a una magnífica playa. El buffet del desayuno era la guinda por la mañana.

A pesar de tratar de abandonarnos a las horas muertas en el hotel todavía tuvimos tiempo de acercarnos a la vecina ciudad en busca de gangas que comprar y hasta Hikkanuwa, algo más alejada, con la misma intención. No fue nada difícil desplazarse por la zona con la consabida negociación de los tuk tuks, valga de ejemplo las 2500 rupias que costó la hora de viaje hasta Hikkanuwa con unas 4 horas de paseo y vuelta. Tuvimos tiempo para celebrar el carnaval incluso y de alguna manera despedirnos de este fantástico viaje.

El Lunes 16 de Febrero dejábamos Sri Lanka, un país que había cubierto nuestras expectativas y que mezcló visitas a magníficos templos, rutas muy duras, deportes de aventura y fabulosas playas.

El grupo se separaba y todavía hubo tiempo para algunos para visitar Colombo, la capital. Jaume nos cuenta como lo vivieron:

“Como nos sobran unas horillas antes de coger el vuelo de regreso a España decidimos ir a dar una vuelta por la capital del país, Colombo. La mayoría de guías desaconsejan su visita por considerar que tiene poco interés… pero seguro que tiene más interés que un aeropuerto.

Del aeropuerto al centro de la ciudad hay unos 50 minutos en hora punta, por una autovía de peaje única en la isla.

Visitamos Fort, el que antaño fuera un fuerte portugués actualmente es el distrito financiero y gubernamental de la ciudad. En él podemos ver edificios de nueva construcción al “estilo New York” y edificios del siglo XIX-XX con un aire decadente que hace años que no han pintado, junto con bonita “casa del presidente”. Un paseo por las calles nos hace una idea de la vida económica que se mueve por aquí… Hoteles de alta gama, compañías de teléfonos, ministerios… Pero al contrario que en otras ciudades las calles están sucias y hay negocios locales para tomar un té, comer o comprar champú… una mezcla que nos llama la atención.

Del edificio del fuerte del s. XVI no queda rastro con excepción del antiguo faro. Lo que sí se ha mantenido es el antiguo Hospital Holandés que actualmente es un centro comercial con tiendas de recuerdos, cafeterías al estilo occidental y centros de estética y venta de productos ayurvédicos (recomendable Nature’s Secret buenos precios con calidad y certificación europea).

Con un corto paseo llegamos hasta el barrio de Pettah… más que un barrio yo lo llamaría mercado!!! Multitud de personas de todas las étnias, pocos turistas, estación de miles de autobuses y trenes y cientos de tiendas en las comprar todo lo que hemos comprado por el resto del país a un precio mucho más bajo (hasta un 50% más barato).

Tras unas tres horas volvemos al aeropuerto para coger nuestro vuelo de vuelta… Colombo si vale la pena de ser visitada… aunque solo sea para darse un corto paseo!!!”

Mapa Colombo

Unos volvían para España, para otros comenzaba un nuevo viaje, de esos que compartiríamos en viajefilos, pero eso, ya es otra historia…

Recomendaciones finales para un viaje a Sri Lanka.-

El clima de la isla es agradable, caluroso en la mayor parte del país el tiempo que estuvimos, pero nos sorprendió hasta cierto punto la bajada de temperatura en la zona montañosa central. Con alturas en torno a los 2000 metros, fueron varios los días en que tuvimos que tirar del forro polar, así que es más que recomendable contar con algo de ropa de abrigo si vais a visitar esta zona.

– Para las compras y aprovisionamiento en el bus, utilizamos los Súper Cargills Food City. Presentes en la mayoría de las ciudades que vivistamos, ofrecían buenos precios y productos de todo tipo. En los mismos se puede adquirir cerveza, si bien es verdad que no fue tan fácil encontrarla en todos. Para comprar pan, aperitivos del tipo patatas, cacahuetes y similares son perfectos.

– No hay ningún problema para encontrar cajeros automáticos y prácticamente en la mayoría de pueblos que pisamos, pudimos verlos. De nuevo y como en tantas ocasiones, recomendar encarecidamente la tarjeta naranja de débito de ING, una maravilla con la que puedes sacar en cualquier sitio. Esta vez además había eliminado los 2 euros de comisión.

Por la noche, no más allá de las 7, las ciudades se convierten en poco o nada atractivas. Da la impresión de que son seguras, ese no es el problema, pero la poca iluminación y el cierre de comercios, hace que se vacíen por completo y casi ninguna es la posibilidad de poder hacer algo. Fue la causa de que en muchos de los hoteles eligiéramos cenar en sus buffets, no había alternativas en las ciudades.

Kandy y Galle pueden ser la excepción. Nos encantaron ambas y seguramente por localización y servicios son los dos sitios perfectos para parar algún día de más y aprovecharse de esta circunstancia. Cuentan con buenos restaurantes, bonitas tiendas en el caso de Galle y en general un ambiente que invita a quedarse unos días.

– En general los precios que cobran para visitar las antiguas ruinas y templos, así como el dinero que cuestan los safaris, son elevados. Os dejamos una lista de lo que cuestan las visitas y actividades que nosotros realizamos.

El precio de las entradas en Sri Lanka

Entradas a los yacimientos de las antiguas ciudades y Templos

-Anuradhapura y Polonnaruwa 25$
-Mihintale 500 rupias
-Sigiriya 30$
-Templo de oro Dambulla 1500 rupias
-Kandy 1000 rupias

Parques Nacionales y otros

Excursión en Dambulla al poblado, incluyendo el paseo hasta la pequeña laguna en buey, “el catamarán” y tuc tuc de vuelta 1500 rupias por persona (prescindible)

Parque Nacional de Mineriya y jeeps
-Jeep 6500 rupias (6p)
-Entrada para el grupo 1000 rupias por persona, 250 por jeep y 1000 por coche por ser mas de 3 extranjeros. Total 14500 rupias

Parque Nacional de Horton Plains, Nuwara Eliya
-15000 rupias por jeep para 6 personas
-3000 rupias de entrada por persona

Tren Nuwara-Ella 2000 rupias. En primera 1000 y en tercera 60

Parque Nacional de Yala: 3000 rupias por entrada. Jeep para seis personas, 8000 rupias

¡Una gozada de viaje y un placer compartirlo!

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Los diarios de nuestro viaje a Sri Lanka

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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2 comentarios en “Lo mejor de Sri Lanka. Parte II: Naturaleza y playas”

    1. No puedo decir que la agencia contratada fuera la mejor y no fue por no buscar. Al final creo que nuestra intención inicial, solo reservar un bus para llevarnos y los alojamientos, tratándose de un grupo grande era lo más prudente, se perdió en el camino. Aunque el precio inicial era razonable, supongo que lo encarecieron algunas cosas que fuimos contratando allí. En eso el “amigo” Rucka, nuestro guía, metió la mano seguro…

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