Postal-Bauset-Sri-Lanka¿Que como llegamos hasta Sri Lanka? Pues un poco como siempre acaban siendo estas decisiones en viajes, un destino que nos pareció atractivo desde el principio y, sobre todo, con un buen precio en el vuelo que encontramos, aunque al final esa compañía no fue tan buena idea. Así que unos meses antes, ya estaba decidido, los 570 euros del vuelo Madrid-Colombo con Saudian Airlines nos habían terminado por convencer. Decir que SriLankan Airlines, miembro de One World, vuela desde España y probablemente los precios no sean demasiado malos explorándolos en un tiempo adecuado. Además con la tarjeta de viajero frecuente tal vez puedas utilizar los avios acumulados con Iberia.

Lo mejor de Sri Lanka: Templos y religión

Las fechas, unos quince días en Febrero para recorrer Sri Lanka. Con esto, empezaba la tarea de investigar acerca de la mejor ruta para visitar Sri Lanka, leer cuales eran los atractivos turísticos de Sri Lanka y empezar a solicitar presupuestos para nuestra escapada.

De todas las opciones que tuvimos tras horas y días de navegación por la red (Carmen y Jaume son metabuscadores para esto), nos decantamos finalmente por el atractivo precio y completo recorrido de una compañía local, Visit Sri Lanka Tours, que contestaron a todas nuestras dudas con celeridad y que nos ofrecía buenas garantías y facilidad en el pago. El precio por los quince días con todos los alojamientos y transporte en bus privado para el grupo, 800 dólares. Nos pedían un adelanto de tan solo 100 dólares y el resto del pago en efectivo (pudimos pagar en euros) y a la llegada.

Así que, algunas buenas quedadas más tarde, ya estábamos a las puertas de la pequeña isla en forma de lágrima del Sur de la India, para muchos conocida como Ceilán. La obtención del visado on line para Sri Lanka fue de lo más sencillo, y tras rellenar el formulario disponible en la web del gobierno de Sri Lanka y pagar con tarjeta de débito los 26 euros que costaba, obtuvimos una rápida respuesta en 24 horas que una vez impresa, debíamos presentar a nuestra llegada. Las preguntas clásicas del tipo, número de vuelo de llegada, propósito de la visita o alojamiento durante nuestra estancia.

Pocos días antes, solo quedaba buscar un seguro de viaje que cubriera los quince días de viaje. Como en otras ocasiones, Bea se encargó de ello y gracias a su tío conseguimos un buen precio con FIACT. Por 55 euros unas coberturas bastante razonables para los quince días de estancia.

La ruta de 15 días por Sri Lanka

El recorrido marcado ya estaba diseñado. Os cuento como quedó:

Ruta de 15 días en Sri Lanka

Día 1. España – Negombo. Descanso en la ciudad costera cercana al aeropuerto.

Día 2. Breve paseo por Negombo y ruta hasta la ciudad de Anuradhapura, la primera capital del país.

Día 3. Visita del santuario de Mihintale y recorrido por las ruinas de Polonnaruwa. Por la tarde llegada a Sigiriya.

Día 4. Por la mañana subida hasta la fortificación de Sigiriya. Por la tarde safari en el Parque Nacional de Minneriya.

Día 5. Salida de Sigiriya hacia Kandy. De camino visita del Templo de Oro de Dambulla.

Día 6. Visita de la ciudad de Kandy.

Día 7. Salida hacia Kintulgala con rafting al mediodía y llegada a Nallathanni por la noche.

Día 8. Ascensión al Adams Peak al amanecer, tras ello traslado a Nuwara Eliya.

Día 9. Trecking en el Parque Nacional de Horton Plains. Tarde para visitar la ciudad de Nuwara Eliya.

Día 10. Tren a Ella, y transporte hasta Tissamaharama

Día 11. Safari en el Parque Nacional de Yala y visita de los templos de Tissa

Día 12. Salida por la mañana de Tissa hacia Bentota. De camino parada y visita de la antigua fortificación de Galle

Días 13 y 14. Bentota y playas

Nuestra aventura a Sri Lanka, antiguo Ceilán, daba comienzo…

Domingo 1 de Febrero de 2015.

El vuelo entre Singapur y Negombo

Para dos de nosotros, Carmen y el que escribe, el viaje a Sri Lanka había empezado 24 horas antes, puesto que volábamos desde Singapur y nuestra llegada a Colombo fue unas 24 horas antes que el resto de grupo. Habíamos elegido un vuelo con Sri Lankan Airlines y nuestro objetivo era disfrutar de los quince días en grupo con nuestros amigos y después volver a Singapur para una gran escapada a Australia. Reservamos en un hotel barato de Negombo para pasar esa primera y única noche solos y así prepararnos para recibir al resto de viajefilos en la mañana siguiente. El local, Blue Elephant Guest House, 40 dólares la noche, incluido el desayuno.

Sri Lanka

La gran decepción con Saudian llegó durante el embarque del resto del grupo en Madrid. Sin previo aviso (tras mucho revisar correos y mensajes recibidos) habían cambiado los horarios del vuelo a destino tras la escala de Jedha. Esto supuso 13 horas de escala durante la noche en la capital árabe, lugar donde es imposible salir del aeropuerto, que por otro lado no está preparado para escalas tan largas. Una noche de aquellas para olvidar…

Nosotros llegamos pues el día antes a Bandaranaike, el aeropuerto internacional de Sri Lanka, localizado a una distancia prudencial de la capital (40 Km), que según todos los foros carece de atractivo. La mayoría de pasajeros que llegan desde Europa, utilizan la vecina población de Negombo, a tan sólo 10 Km, para adaptarse al horario y un descanso merecido tras el vuelo internacional. La diferencia horaria respecto a España, seis horas en el mes de nuestra visita.

Una vez llegamos los trámites fueron muy sencillos, rellenamos el documento de entrada en el país y poco más. En el propio aeropuerto una vez recogido el equipaje y antes de salir del mismo, pudimos acceder a un cajero y sacar moneda local (un euro equivale a unos 150 rupias más o menos y su fluctuación es escasa). Era ya de noche y nos ofrecían multitud de opciones de transporte en taxi (10 dólares), pero nosotros queríamos ahorrar y empezar a probar el transporte local, los tuk tuks.

Peleamos en una primera fase en la propia salida del aeropuerto, 1200 rupias (8€), y no estábamos dispuestos a pagar ese dinero. Como habíamos leído en otros foros, salimos del recinto y justo a la salida, nos asaltó un nuevo muchacho con el que conseguimos negociar el transporte hasta Lewis Place por 700 rupias (4€). Contentos con ello, nos subimos rumbo a Negombo.

Una escala técnica en las playas de NEGOMBO

El centro de la ciudad, de unos 140.000 habitantes, se concentra junto al mar. Los escasos vestigios de su pasado colonial son algunos de los alicientes que ofrece en esta zona pero para alojarse hay que recorrer aproximadamente 1,5 km más al norte, siguiendo la carretera paralela a la costa, la conocida como Lewis Place. Cuanto más al norte vayáis, más caros serán los hoteles, aunque las playas estarán más limpias.

Una cosa que nos sorprendió fue la presencia del catolicismo en Negombo, no en vano se le conoce como la Pequeña Roma. Así pues, junto a multitud de iglesias, alguna de gran tamaño y vistosidad como la Iglesia de Santa María, existen muchísimas imágenes religiosas en curiosas vitrinas casi en cualquier esquina.

Para la primera noche, solo tuvimos la oportunidad de dejar trastos en el hostel, bastante bien en instalaciones, aunque de precios desorbitados para los servicios y salir a tomar algo en la propia calle Lewis, donde se concentran todos los restaurantes. Hasta eso de las diez, no tuvimos problema, aunque algo más tarde me temo podríamos habernos quedado sin cena.

Otras opciones de alojamiento que barajamos a precios similares en la zona y que nos gustaron una vez vistos in situ, fueron el Ocean View Tourist Guest House, que nos impresionó de mejor que el Elephant, el Jeero Guest House y el Seehas Hostel.

La cuestión fue que un par de refrescos y dos abundantísimos platos de noodles con prawns más tarde nos fuimos a la cama, poco o nada había que hacer por allí a partir de las once. El precio en un restaurante cualquiera, unos 4 euros cada uno.

Mapa Negombo

Lunes 2 de Febrero de 2015.

Negombo

Para el siguiente día, el que llegaba todo el grupo, la excitación hizo que nos levantáramos muy temprano. Abandonamos nuestro hostel y nos dirigimos a nuestro nuevo alojamiento. Una vez realizado el check in en el primero de los hoteles reservados con nuestro tour, para nuestro primer día decidimos dar un paseo por la playa y disfrutamos con unas buenas fotos de sus oruvas, embarcaciones de aspecto precario que utilizan los pescadores de la zona y resultan muy vistosas por sus enormes velas. Nuestro primer hotel el Paradise Beach Hotel, se haya ubicado en la misma playa y si bien anda algo desvencijado en su conservación, nos pareció razonable para el viaje en grupo que teníamos planeado (alucinamos cuando vimos la noche antes en booking que su precio andaba en 240 € la noche).

Más tarde nos dirigimos hacia el sur, un recorrido de unos 2 km que nos metió de lleno en la población y terminamos en lo que para nosotros fue una agradable sorpresa, el Mercado del Pescado. Y es que en la misma arena de la playa, los hombres y mujeres se afanan por preparar el pescado para su venta, sobre todo en extensiones sobre la propia arena para su secado.

01 Viajefilos en Sri Lanka. Negombo 18

Sin mucho más que ver, decidimos una parada para comer y descansar en el Century Café and Hotel en Main Street, un antiguo edificio colonial que también ofrece apartamentos. Nuestro primer gran consejo, ir con tiempo a comer o cenar y tomarlo con mucha calma. A pesar de ese tiempo “perdido” nos sirvió para un buen sándwich, un buen café y hasta para una siesta…

Desde ahí al aeropuerto a por todos los demás viajefilos que esperábamos. Esta vez negociamos el tuk tuk por 500 rupias (3€), íbamos mejorando. La espera fue desesperante pero al fin llegaron y disfrutamos del encuentro (para poder entrar en el aeropuerto tuvimos que pagar 300 rupias…) A partir de aquí ya estábamos los doce preparados para recorrer la isla…

01 Viajefilos en Sri Lanka. Negombo 01

El bus contratado nos esperaba a la salida. Perfecto para nuestra idea de viaje, unas 15 plazas, un buen Frigo que cargar con bebidas frías y reproductor de CDs para los temazos que traíamos. Vuelta hacia Negombo, al Paradise Beach Hotel, check in de todo el grupo y unas birras en la piscina.

Para la cena decidimos buscar algún local en la Lewis Place y tras barajar algunos ¡finalmente nos equivocamos! Nos decantamos por Mr. Crabs, un restaurante pegado a nuestro hotel que alardea de cocinar los mejores cangrejos de la laguna de la ciudad. Nada de nada, unas dos horas de espera, una tomadura de pelo con las raciones servidas y un intento de abuso en el precio de los servido. Nada recomendable. Pero bueno, bien es sabido que no siempre se acierta. Con ello y unas risas, nos fuimos a la cama.

Martes 3 de Febrero de 2015.

EL recorrido de Negombo hasta Anuradhapura

Bien temprano y tras un buen desayuno buffet salimos en desde Negombo dirección a Anuradhapura (190 Km – 5 horas). Antes hacemos una breve parada en el Mercado de pescado de Negombo. El viaje se hace largo pero probablemente será el mayor trayecto que tengamos que realizar en bus en toda nuestra estancia. De camino un par de paradas, la primera en un colorido templo hindú. La coincidencia de la fecha con la luna llena, hace que la mayoría de templos se encuentren muy animados y es una gozada la visita. Tras ello, otra parada en un mirador de la costa y llegada a destino sobre las 13 horas.

02 Viajefilos en Sri Lanka. Anuradhapura 05

Como explorar la antigua capital de ANURADHAPURA

Primera capital de la isla allá por el siglo III a.c y declarada patrimonio de la humanidad en 1982. La ciudad antigua y el yacimiento arqueológico se halla diseminada en un amplia extensión, cuya visita completa puede llevar unos dos días. En nuestro caso serán unas pocas horas y queremos aprovechar hasta las 18 horas en que cierran el acceso, la entrada de 25 dólares (3250 rupias) pagada. Para el acceso a este recinto al igual que muchos de los que más adelante visitamos, recordad pantalón largo que cubra hasta las rodillas y hombros cubiertos para las mujeres, son muy estrictos en este sentido.

Al llegar un guía se une al grupo. Sin ánimo de menospreciar este trabajo, nuestro grupo no es amante de las explicaciones de guías en inglés y acabamos la tarde un poco cansados del mismo.

Mapa Anuradahapura

Durante más de diez siglos la ciudad creció tras asumir el budismo como la religión del país y fueron años de esplendor para la vieja capital. Multitud de enormes estupas y grandes templos fueron construidos durante estos siglos de opulencia. Las áreas más interesantes y que conseguimos visitar en las 4 horas de estancia en el yacimiento fueron:

Mahavihara. Corazón de la vieja capital y que alberga los restos más interesantes, a destacar:

Sri Maha Bodhi. Un enorme árbol crecido a partir de un esqueje de higuera de 2000 años de antigüedad, lo que lo convierte en el árbol plantado más antiguo del planeta. El esqueje provenía del árbol bajo el que Buda obtuvo su iluminación y ha sido profusamente custodiado desde su plantación. Actualmente no es posible tocarlo pues su deterioro por tal motivo llegó a ser alarmante. La coincidencia con la fiesta de la luna llena hace la visita tremendamente interesante.

Ruvanvelisaya Dagoba. Construida en el siglo II y que a pesar de ser destruida por los indios, alcanza en la actualidad los 55 metros de altura lo cual la convierte en una imponente estructura encalada. De nuevo la coincidencia con la festividad, llena de colorido el lugar y disfrutamos de músicas, danzas y ofrendas tradicionales.

Dagoba Thuparama. La más antigua de la isla y por ende de las más antiguas del mundo budista. A pesar de su aspecto moderno data del siglo II a.c pero ha sufrido múltiples restauraciones, la última en el siglo XIX. De todas estas restauraciones se han logrado conservar 41 de los 170 pilares originales cuya función es todavía hoy día desconocida.

-Abhayagiri. Restos arqueológicos engullidos por la selva que poco a poco se han ido recuperando. Como destacables:

-Daboba Abhayagiri, de 75 metros de altura y cuya reconstrucción terminó recientemente. Enorme e imponente estructura de ladrillo. Destacan las piedras lunares de las entradas este y oeste.

-Palacio de Mahasema, que contiene una de las piedras de la luna más finamente talladas que se conservan.

-Buda Samadhi, una de las figuras de Buda considerada como de las mejor talladas.

-Kuttam Pokuna, los estanques gemelos, si bien no son de iguales dimensiones.

-La Ciudadela y Jetavanarama, que prácticamente saltamos pues no nos acompaña el tiempo y la lluvia viene apretando cada vez más.

En general el yacimiento nos gusta, lo disfrutamos mucho gracias al mágico ambiente que envuelve la Full Moon Party y damos por suficientes las cuatro horas empleadas en su recorrido.

Al atardecer nos dirigimos al hotel reservado, el Alakamanda. Destacables habitaciones, piscina y entorno. No creíamos que pudiera incluirse en el precio del tour contratado.

Toca cenar en el hotel, la ciudad no tiene sitios donde hacerlo y la mayoría de visitantes cenan en sus respectivos hoteles. Unas buenas cervezas frías a escondidas en el hotel (300 rupias o sea unos 2 euros) y cena buffet de muy buena calidad y por 1100 rupias (unos 7 euros). Mañana más y mejor.

La Full Moon Party en Sri Lanka

Tradicional fiesta que tuvimos la suerte de disfrutar el primer día en nuestra llegada. Ello hizo que muchos de los templos que visitamos estuvieran llenos de gente que visitaban los mismos para realizar sus rezos y ofrendas. El único pero, la restrictiva legislación que impide la venta y consumo de alcohol durante los días que dura dicha celebración.

Miércoles 4 de Febrero de 2015.

Mihintale – Polonnaruwa – Sigiriya

03 Viajefilos en Sri Lanka. Mihintale 01

Tras el desayuno salimos rumbo a Mihintale, nuestra primera parada. Serán aproximadamente unos 45 minutos de camino. El sangrado complejo fue declarado Patrimonio de la Humanidad hace muchos años y los srilankeses se jactan de que posiblemente sea la primera área protegida del planeta.

Que visitar en el área sagrada de MIHINTALE

La importancia del recinto estriba en que fue en este lugar donde el rey y su familia tuvieron el primer contacto con el budismo e inmediatamente abrazaron dicha religión para el país, huyendo así de la tradición belicosa del pueblo cingalés. Fue en una colina escarpada donde conocieron al monje que tanto les atrajo con sus predicaciones. Este hecho convirtió en sagrado el lugar y fue llenándose con el tiempo de más construcciones religiosas de singular belleza.

Para el acceso la montaña sagrada se precisa estar en forma para ascender los 1840 escalones que llevan a la cumbre. Nuestro conductor nos deja a eso de las 9 a mitad de camino en la subida lo cual es de agradecer y minimiza el esfuerzo que preveíamos. Inmediatamente tropezamos con los primeros restos arqueológicos, el que dicen pudo ser el primer hospital del planeta. Allí mismo pagamos la entrada (500 rupias)

03 Viajefilos en Sri Lanka. Mihintale 12

Iniciamos el ascenso ante la mirada curiosa de multitud de monos que aparentemente tranquilos, esperan cualquier descuido en nuestras mochilas. Nos aconsejan no mostrar alimentos pues parece que su curiosidad pasa fundamentalmente por cubrir necesidad tan básica como el hambre. Llegamos de inmediato a una inmensa explanada donde se abren tres caminos distintos para ascender a los tres sagrados monumentos locales. Justo en esta amplia explanada la primera de las estupas, Ambhastala Dagoba, rodeada de vistosas figuras y esbeltas columnas.

Elegimos en primer lugar subir a una enorme estupa que queda a nuestra derecha, Maha Stupa. Al parecer restaurada recientemente y totalmente encalada ofrece bonitas vistas durante el ascenso de toda la zona cubierta de vegetación y con enormes estanques vecinos. En su interior un Buda sedente en el que evitamos la tentación prohibida de hacerse fotos dando la espalda a la imagen. Rodeamos la enorme dagoba y bajamos de nuevo hacia la explanada.

Viajefilos en Sri Lanka 003

Nuestro siguiente destino el peligroso pero imperdonable ascenso hacia el mayor de los atractivos del complejo, la colina sagrada de Aradhana Gala. Para llegar se trata de prácticamente trepar por la empinada roca con la única ayuda en tramos de una barandilla metálica de dudosa solvencia. La multitud de gente que sube o baja del escarpado montículo nos ayuda al tiempo que ayudamos a los creyentes que realizan su particular procesión. Una maravillosa sensación nos invade ante la cantidad de gente que allí se afana en llegar a la cumbre. Finalmente lo conseguimos y quedamos maravillados con las vistas.

Tras mucho esfuerzo conseguimos bajar de nuevo a la explanada. Solo nos queda una pequeña subida hasta un enorme Buda blanco a la izquierda de la propia colina. Subimos y tras un breve descanso emprendemos la bajada definitiva.

03 Viajefilos en Sri Lanka. Mihintale 28

Unas dos horas nos ha llevado la visita. Nuestro bus espera bajo el complejo, esta vez si, no podemos escapar de los escalones…

Desde aquí quedan 90 km, sobre dos horas y media, hasta Polonnaruwa.

Atractivos de la antigua ciudad de POLONNARUWA

La que fuera segunda capital del imperio cingalés durante tan solo dos siglos, tras la malograda caída de Anuradhapura , creció en esplendor rápidamente y tanto en edificios religiosos como de carácter civil, alcanzó una considerable extensión. La entrada por 25 dólares (3250 rupias) da acceso al museo en el que se expone una maqueta de la ciudad y alguna escultura, pero no acaba de enamorarnos. De nuevo en el bus llegamos hasta la puerta de entrada al yacimiento.

Desde el primer momento nos damos cuenta del mejor estado de restauración que su antecesora, Anuradhapura, y rápidamente nos convencemos de que la visita nos fascinará. La antigua ciudad creció alrededor de un estanque artificial todavía en uso a día de hoy y se extiende en una amplia extensión que abarca las 122 hectáreas, unos 8 km de recorrido. Para la visita de los principales edificios el bus va siguiendo nuestro camino y sirviéndonos de transporte en los tramos más largos. Vemos algunas turistas realizando los desplazamientos en tuk tuk o en bicicleta.

Mapa Polonnaruwa

En primer lugar visitamos la amplia extensión que engloba los edificios pertenecientes al Palacio Real de Parakrambahui. Como habíamos leído en las guías y comprobado en el museo lo primero que llama la atención son los restos de lo que fuera el edificio real, con hasta 700 habitaciones y 7 plantas que evidentemente a día de hoy no están en pie. Debió de ser una vista fascinante para los habitantes de aquel antiguo reinado. Un corto paseo por los alrededores nos lleva a la Sala de audiencias que todavía conserva las bellas tallas en la entrada y multitud de las antiguas columnas que lo formaban. Tras esta zona, los baños reales y otras dependencias.

De nuevo en el bus, nos desplazamos unos pocos kilómetros hasta llegar al pequeño Templo Shiva Devala, un templo dedicado al Dios hindú Shiva. Y es que durante las invasiones desde el Norte con frecuencia se establecían templos hindús como este que utilizaban por un tiempo los invasores. Destaca su buen estado de conservación.

04 Viajefilos en Sri Lanka. Polonnaruwa 14

Seguimos andando y llegamos al “top ten” de los edificios visitables. El complejo conocido como “cuadrángulo” que es donde durante mucho tiempo se custodió el famoso Diente de Buda, reliquia que justificó por si sola el crecimiento de la ciudad en este enclave. En primer lugar un edificio en buen estado de conservación, incluso en su tejado, el Thuparama, “la Mansión de la Imagen de Buda”. Los escasos halos de luz que atraviesan las pequeñas ventanas caladas en los enormes muros, dan luz a las figuras de buda allí veneradas y dan un aspecto mágico al recinto.

Tras salir de este santuario, nos dirigimos de inmediato a la construcción central del cuadrángulo que probablemente sea uno de los edificios más bonitos y mejor conservados de cuantos veremos. Se trata del Vatadage, una estructura circular con cuatro accesos en cada uno de los puntos cardinales, que a través de unas bellas y labradas escalinatas nos llevan a cuatro imágenes de Buda en su interior rodeando una pequeña dagoba de ladrillo. Apsaras, figuras de animales y frisos perfectamente tallados hacen honor a un enclave construido para albergar la preciada reliquia. La entrada norte merece especial mención por el buen estado de conservación de la piedra lunar de acceso, cosa que os tememos no será por mucho tiempo.

Al salir por la puerta norte, frente a nosotros dos nuevos edificios que igualmente albergaron el diente de Buda. El de mayor tamaño a la izquierda conocido como el Hatadage del que se relata en los textos fue construido en 60 días. A la derecha el Atadage que probablemente es el edificio más antiguo de la capital. Por último y antes de salir por el extremo este del cuadrángulo, una torre en forma de pirámide, el Satmahal Prasada.

Impresionados por la belleza del Cuadrángulo seguimos camino en nuestro bus hasta la siguiente de nuestras paradas, la dagoba Rankot Vihara. La cuarta en tamaño de Sri Lanka alcanza los 54 metros de altura y es realmente impresionante. La circundamos caminando y vemos varias pequeñas capillas para el culto en su circunferencia.

04 Viajefilos en Sri Lanka. Polonnaruwa 38

Más allá seguimos hasta el que sería el otro de los platos fuertes de nuestra visita a Polonnaruwa, Gal Vihara. Habíamos leído que se trataba de una enorme piedra de granito sobre la que aparecían varias tallas de grandes dimensiones de Buda en distintas facetas. Pero bien distinto es leerlo a verlo, impresionante. Las cuatro figuras techadas para evitar su deterioro están minuciosamente trabajadas y probablemente sean de lo mejor en el mundo budista. A la izquierda una enorme Buda sedente en posición de meditación. En el centro la cueva de los espíritus del conocimiento con una nueva figura de Buda sentado aunque de menor tamaño.

Siguiendo a la derecha en primer lugar una enorme figura de Buda de pie de 7 metros de altura con los brazos en cruz y junto a ella el Buda acostado junto a la flor de loto. Una magistral escultura sobre la roca de 14 metros que representan la imagen de Buda en el último nirvana antes de morir. Sin duda tan solo esta montaña de granito esculpida merece la visita.

04 Viajefilos en Sri Lanka. Polonnaruwa 45

Todavía saliendo del recinto aprovechamos un par de paradas. En un bello templo en proceso de restauración aprovechamos para adentrarnos y disfrutar de algunos restos de frescos pintados en los antiguos muros. Cerca del mismo, un estanque con forma de loto da por finalizada la visita.

04 Viajefilos en Sri Lanka. Polonnaruwa 47

Desde aquí nos dirigimos todavía unas dos horas hasta nuestro alojamiento en el siguiente destino, Sigiriya. Llegamos a eso de las 7 de la tarde. El hotel elegido en esta ocasión, el Pelwehera Resort, donde llegamos muy cansados y optamos al igual que la noche anterior por cenar en el buffet (1100 rupias) y descansar temprano.

Jueves 5 de Febrero de 2015.

Sigiriya – Minneriya

Para hoy toca uno de los platos fuertes del viaje. Desde el primer momento todo lo que habíamos leído de Sigiriya, la roca del León, nos había fascinado. Teníamos toda la información para la visita y a pesar de las advertencias acerca de los ataques de avispas en la zona, nunca habríamos pensado que pudiera ser tan real como sucedió…

05 Viajefilos en Sri Lanka. Sigiriya 05

Antes de llegar hasta nuestro destino conseguimos sacar sin problemas dinero en uno de los muchos cajeros de la ciudad. 50000 rupias como límite máximo (unos 360 euros)

La famosa Roca de SIGIRIYA

Catalogada como una de las 8 maravillas del mundo antiguo, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1982. La roca de magma endurecido con sus 370 metros de altura, sobresale en la llanura siendo visible desde kilómetros de distancia. Fue el lugar elegido para refugiarse un despiadado rey cingalés allá por el siglo V que terminó suicidándose tras ser abandonado por su propio ejército.

La visita del que es considerado por la UNESCO uno de los mejores restos arqueológicos de Sri Lanka cuesta 30 dólares. El abandonado museo junto a la entrada dudamos que merezca la pena. Una vez abonado el ticket nos dirigimos hacia la famosa roca. El camino comienza en el llano con los llamados jardines acuáticos del palacio, terrazas ajardinadas que van acercándote a la gran mole fortificada.

A partir de aquí comenzamos la ascensión hacia la fortaleza. Una sucesión incontable de escalones y más de dos horas hasta alcanzar la cima dada la gran cantidad de turistas extranjeros y de interior que realizan la visita. Antes de llegar hasta la cumbre, visitamos los famosos frescos de Sigiriya, uno de los tesoros mejor custodiados del yacimiento. Tras ello el famoso mirror wall, donde la luz natural se reflejaba dando luminosidad a la ascensión.

Para cuando llegamos hasta la verdadera entrada al palacio, la puerta de las garras del león, estábamos ya tan cansados que prácticamente habíamos olvidado todas las advertencias respecto a como evitar los ataques de avispas. Básicamente se trataba de no levantar demasiado la voz para evitar excitar a los pequeños heminópteros.

La impresionante puerta custodiada por dos enormes garras esculpidas en la propia piedra, da acceso a las últimas y empinadas escaleras que llevan a la cima y a los restos del palacio. Extenuados por la temperatura creciente y el esfuerzo final de la subida, llegamos hasta la llanura que ocupa toda la cumbre de la roca y sobre la que se alzaba el palacio real.

Los restos dan una idea de lo que tuvo que ser en su tiempo y las vistas son impresionantes. Bien había merecido la pena el esfuerzo y tras cerca de una hora arriba decidimos emprender el descenso. Mucha gente comenzaba en ese momento a bajar y demasiado ruido era el que se había formado a las doce del mediodía cuando el sol nos azotaba con toda su energía.

05 Viajefilos en Sri Lanka. Sigiriya 22

Viajefilos en Sri Lanka 008

De repente unos gritos pocos metros más abajo, a mitad de la escalinata y en segundos un niño rodeado por un enjambre de avispas que cada vez era mayor. Una parte del grupo se lanzó a la desesperada hacia abajo mientras el pánico ya se había desatado y todos temíamos lo peor. Otros pocos, temiendo no conseguir alcanzar el refugio que estaba montado en la explanada, decidimos ascender, pero tuvimos que detenernos ante las miles de avispas que se avalanzaban ante nuestro movimiento.

La actitud, mantenerse quieto, agachado y sin gritar, parece fácil pero probablemente es una de las situaciones más difíciles a las que nos habíamos enfrentado. La cosa empeoró cuando del pequeño grupo de ocho que esperábamos que las avispas se serenarán y volvieran a su lugar, una mujer perdió los nervios y comenzó a gritar y a agitar sus manos ante el ataque de cada vez más insectos.

Imposible describir la situación, el atronador zumbido y la nube cegadora de pequeños demonios voladores que se hicieron dueños y señores de la situación. Todavía no sé como aguantamos la presión y conseguimos no salir corriendo, lo cual hubiera empeorado muchísimo la situación. Más de 30 minutos aguantando embestidas cada vez mayores y los guardas del parque que subían con cuentagotas equipos de protección. Cerca de una hora más tarde conseguimos bajar. La sensación, los sentimientos, las emociones… conscientes de lo que habíamos logrado superar, totalmente indescriptibles.

Con el susto en el cuerpo, y la adrenalina descendiendo en nuestra sangre volvimos al hotel en busca de tratamiento. No tuvimos tiempo ni ganas de parar demasiado en las famosas cuevas de la base, la conocida Roca del Capuchón de la Cobra y otras, simplemente “pasamos por delante”. Para la tarde andábamos magullados, doloridos pero con ganas de pasar página. Así decidimos seguir con el programa previsto y nos embarcamos en el safari en el Parque Nacional de Mineriya.

El bus nos acercó hasta el Hurulu ECO Park, donde alquilamos un par de jeeps sin reserva previa. El precio, 6500 rupias por jeep (poco más de 6 euros por persona) a lo que había que sumar 1000 rupias por entrar al parque nacional cada uno, otras 250 rupias por jeep y 2000 más por ser más de 3 extranjeros en cada vehículo. En total vinimos a pagar unos 20€ cada uno.

El recorrido de unas 3 horas nos permitió ver algunos grupos de elefantes a corta distancia, montados en nuestros jeeps y sin peligro en ningún momento. El espectacular entorno y las ganas de reírnos que teníamos hicieron el resto. Para el atardecer subidos en un pequeño montículo disfrutamos de la puesta recordando lo sucedido.

Viajefilos en Sri Lanka 010

Cayó la noche y teníamos ganas de cenar y visitar el pueblo y en contra de las recomendaciones de Roca, nuestro guía, conseguimos convencerlo para que nos llevará a algún local en la zona. El acierto fue mayúsculo y terminamos el día brindando, bailando y cantando en un animado local en el que acabamos, como no podía ser de otra manera, siendo el espectáculo en directo del bar. El sitio en cuestión, Machangdambulla

Con unas birras de más en el cuerpo y con Roca “dándolo todo” nos fuimos a descansar. Un día largo que jamás olvidaremos, estoy seguro de ello…

Viernes 6 de Febrero de 2015.

Sigiriya – Templo de Oro de Dambulla – Kandy

Los 72 Km que separan Sigiriya de Kandy parecen aconsejarnos que el día puede ser tomado con más tranquilidad que en otras ocasiones y así lo hacemos.

A primera hora Roca nos propone un plan alternativo que no teníamos previsto y que finalmente aceptamos. Por 1500 rupias (algo así como 10 euros) haremos una ruta visitando algún pueblo local. A priori tiene buena pinta y aunque no nos decepciona del todo, con este grupo es difícil no disfrutar casi cualquier cosa, no no colma nuestras expectativas.

En primer lugar y en varios carros tirados por bueyes llegamos hasta una laguna en la que nos embarcamos en dos pequeños catamaranes. Son muchas las aves que podemos observar y unas buenas risas las que nos echamos con los sombreros que nos construye el muchacho con unas hojas de nenúfares al tiempo que rema. Desembarcamos en un extremo del lago y caminamos unos cientos de metros hasta una pequeña casa donde se afanan por enseñarnos sus constumbres y estilo de vida. No sorprende la construcción en lo alto de un árbol de una vivienda, al abrigo de los ataques de animales.

Probamos algún alimento rico preparado por nuestra anfitriona, como el roti de coco sobre un exquisito nam, y bebemos una infusión a base de cilantro que endulzamos con una pasta muy dulce. Finalmente volvemos por el mismo camino y terminamos el recorrido y nuestra excursión en tuk tuk hasta el bus. En total unas dos horas y media que han dado para muchas risas.

Viajefilos en Sri Lanka 012

Las cuevas y el Templo de oro de DAMBULLA

Seguimos camino con nuestra parada prevista en Dambulla. Visitaremos el famoso Templo de Oro de Dambulla. El precio 1500 rupias (10€) y aproximadamente una hora el tiempo que nos lleva. Al llegar sorprende en enorme Buda dorado que custodia la entrada a las famosas grutas. Imperdonable el estilo de la colorida entrada que bien quita las ganas de seguir con la visita.

A pesar de ello, nos animamos y menos mal, pues finalmente y como habíamos leído se convierte en una de las mejores visitas de nuestro viaje. Las cuevas son totalmente irrenunciables si bien hay que ascender una multitud de escalones que agotan al más pintado. La única advertencia en esta ocasión, tener cuidado con los monos que por allí pululan, sobre todo en lo que respecta a mostrar alimentos cerca de ellos.

Al llegar a la entrada de las cuevas llama la atención la fachada encalada realizada sobre la piedra para custodiar las distintas cuevas. En la primera un enorme Buda reclinado de 15 metros en estado de nirvana. La siguiente de las cuevas, una auténtica maravilla con decenas de estatuas de Buda de gran belleza y unas fantásticas pinturas que ocupan todo el techo de la gruta. Enorme en tamaño con 52 metros de longitud y 23 metros de ancho. Las siguientes de igual belleza y menor tamaño progresivamente pero que nos sorprenden tanto como las primeras. Quedamos fascinados con la visita.

08 Viajefilos en Sri Lanka. Dambulla 01

De camino a Kandy un pinchazo termina por retrasar mucho nuestro camino. Llegamos sobre las siete y nos da el justo tiempo para un paseo por la ciudad que está poco a poco apagándose. Una cerveza en el famoso The Pub y check in en el hotel. En lo alto de la montaña y algo alejado del centro de la ciudad, Travelers Nest Hotel. Cena en el propio hotel y cama… De los que llevamos hasta el momento probablemente el peor de todos. Buffet para la cena insuficiente, falta de espacio para los desayunos y precios que en general no se correspondieron con la calidad de lo ofrecido. Además su localización dista mucho de ser ideal para disfrutar de la agradable ciudad de Kandy.

Sábado 7 de Febrero de 2015.

Kandy

Por la mañana y tras el desayuno, escaso y mal organizado como decimos, bajamos en el bus hasta el centro de la ciudad, a la parte vieja donde tenemos otra de las citas fuertes del recorrido. El Templo del diente de Buda, la reliquia más importante del budismo para el pueblo srilankés. Además disfrutaremos de la ciudad de Kandy, declarada patrimonio de la humanidad en 1988.

La ciudad de la más importante reliquia budista, KANDY

La leyenda cuenta que mientras ardía el cuerpo de Buda en su pira funeraria, alguien retiró uno de sus dientes de la hoguera. Nació así una de las grandes reliquias del budismo que creció en importancia con la creencia de que quien lo poseyera, reinaría en la tierra en la que residiera. Así y en los sucesivos siglos fue cambiando de ciudad en ciudad con decenas de historias en sus traslados hasta llegar a Kandy donde en la actualidad se custodia.

Mapa Kandy

Sobre las 9 pasamos el primero de los controles. La seguridad es extrema en este punto tras un atentado sufrido hace escasos 15 años en los que fueron asesinadas 200 personas. La entrada de 1000 rupias da acceso al enorme recinto. La visita nos lleva en torno a una hora y media y no defrauda en absoluto, convirtiéndose en otro de los lugares imprescindibles.

La gran cantidad de gente presente en el recinto, hace que demoremos la visita a la reliquia para el final. Empezamos nuestro recorrido por una gran sala situada tras el templo principal profusamente decorada con pinturas que ilustran la vida de Buda y esculturas donadas por otros países de religión budista como Tailandia y Japón. En las mismas se notan los distintos estilos e influencias regionales.

Sobre las 9:30 un revuelo de gentes y tambores anuncia una ceremonia a modo de ofrenda que se celebra todos los días a esta hora y que no alcanzamos a ver pues transcurre en el interior del maravilloso templo interior.

09 Viajefilos en Sri Lanka. Kandy 02

Subimos hasta el Octógono, un pequeño edificio visible desde el exterior y que alberga una minúscula biblioteca con alguno de los libros más antiguos y sagrados del budismo. Tras bajar del mismo y a mano izquierda el Pallemale Viharaya, una pequeña sala con un Buda engalanado con diamantes y finas pinturas en sus paredes.

Para este momento estimamos que es oportuno ascender la escalera que lleva al piso superior donde en una sala inaccesible está el diente de Buda. La dificultad para el acceso es manifiesta, son muchos los devotos que se afanan en llegar a la proximidad de la reliquia para ofrecer sus coloridas flores de loto como ofrenda. Finalmente y por el exterior de la fila de la multitud de gente que aguarda su momento, llegamos lo más cerca que estaremos de la venerada pieza. Una pequeña puerta se abre y tratamos de asomarnos al pequeño cofre que lo guarda. Cada cinco años se abre y algunos afortunados pueden verlo.

Conseguido nuestro objetivo salimos del templo y realizamos un corto recorrido por el resto de santuarios y edificios del vigilado recinto saliendo poco después a visitar la animada ciudad.

09 Viajefilos en Sri Lanka. Kandy 23

Kandy creció en torno al Templo y a un gran lago artificial central. Sus animadas calles repletas de gente nos facilitan el contacto con el pulso y ritmo de vida del pueblo srilankés a la vez que la profusión de bares y locales al más puro estilo “occidental” animan al viajero a quedarse en la bonita ciudad. Con no más de 4 o 6 calles visitables en vecindad a la calle principal, un animado mercado local y una vistosa ascensión hasta un gran Buda en la colina, bien puede ser la ciudad perfecta para una parada y días de descanso en el viaje.

Nada más salir del complejo por la puerta lateral, un cartel que anuncia una tranquila cafetería nos arrastra hacia su interior. El local, Natural Coffee, nos regala unos estupendos cafés de Ceilán de sabor exquisito que bien merecen la pena pagar las 400 rupias de los apretados caldos.

Tras estos minutos de descanso el grupo se disgrega y nos lanzamos a patear la ciudad y sus comercios. Lo primero y siguiendo recomendaciones de Lonely cruzamos hasta Laksala, una tienda de souvenirs junto al lago, que no acaba de convencernos pero donde bien se pueden hacer las compras de esos pequeños recuerdos que gusta regalar a la vuelta.

Bajando de nuevo por la calle principal, llegamos hasta el primero de los mercados, más enfocado al turista y que ofrece básicamente ropa y textiles cuyos precios no son todo lo baratos que esperábamos. Con cierta decepción, cruzamos de nuevo una transitada calle sorprendidos por la existencia de pasos subterráneos que facilitan cruzar estas calles de intenso tráfico. Esta vez si disfrutamos del mercado local y compramos algunas de las famosas especias de Sri Lanka como la canela.

En el piso superior de este mercado algunas tiendas de artesanía donde se precisa estar hábil en el juego del regateo y una que nos llama especialmente la atención y donde terminamos por parar y comprar. Se llama Jayamali Batiks y su amable propietario vende las telas diseñadas por su padre y pintadas a mano en modelos a priori únicos. Los precios si bien no son los que podríamos esperar en un país del sudeste, nos parecen razonables y por cantidades entre 50 y 100 euros acabamos comprando alguna bonita pieza de los coloridos batiks.

Se acerca la hora de comer y el punto de quedada es el Devon Restaurante, también en Main Street. Un enorme local que ofrece comida buffet y a la carta. Nos decantamos por comer a la carta en el comedor superior y la calidad y los precios no defraudan. Enormes platos combinados de comida china e india con precios alrededor de las 500 y 700 rupias. Por poner un pero, no venden cerveza.

Con la tripa llena salimos a explorar el resto del barrio central de la ciudad. Hacemos una parada previa en otra cafetería junto a Natural coffee que tampoco defrauda en ambiente y calidad del café que sirven. Se trata de Empire Café que también cuenta con una pequeña guest house en el piso superior. Unos amigos españoles que allí se alojan nos dicen que tienen habitaciones por 2000 rupias si bien ellos prefirieron pagar 3000 (unos 18 €) por una de mayor tamaño con baño dentro. Desde luego la ubicación es inmejorable.

Tras callejear por las animadas calles, visitar las fachadas de algún templo hinduista o la de la mezquita de 1913, decidimos al atardecer subir hasta el enorme Buda que desde una colina vecina vigila la población.

El ascenso de 2 Km nos desanima así que contratamos transporte en tuk tuk por 500 rupias ida y vuelta, lo que viene a ser un euro por persona. El Buda de 30 metros de altura es el segundo en tamaño del país y desde su ubicación disfrutamos de bonitas vistas de la ciudad en torno al lago. Un joven monje nos recibe cobrándonos las 200 rupias de la entrada. Subimos hasta lo alto de la figura y tras bajar compramos algunos recuerdos en la pequeña tienda del recinto.

Cae la tarde pero tras bajar todavía andamos con ganas y tiempo para recorrer algunas tiendas y comercios en estrechas callejuelas. Algunas telas, más especias, té y poco más, pero en una experiencia que merece la pena vivir.

Para las ocho tenemos reserva para el grupo en The Pub y unos minutos antes subimos hasta la terraza del local para disfrutar de una fría cerveza (560 rupias la Lyon…) y su buena wifi. La cena, lenta como casi siempre, sale por 15000 rupias para el grupo de 12, sirven sandwichs, ensaladas y comida más occidental.

Al salir negociamos unos tuk tuks y por 300 rupias cada vehículo regresamos al hotel. Nos quedan muchos y emocionantes días de viaje, pero eso será otro día…

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2 comentarios en “Lo mejor de Sri Lanka. Parte I: Templos y religión”

  1. Solamente echando un vistazo a las fotos me dan unas ganas tremendas de que salgamos de nuevo en busca de otra aventura, así que habrá que ir pensándolo… Gracias Jaume y Pedro por todo, gracias a ti por escribirlo y GRACIAS A TODOS por seguir compartiéndolo.

  2. Un viaje redondo, con “de todo” como gustan, donde lo único que faltaron fueron algunos buenos viajefilos… Un viaje que me convence mucho mas de volver a pensar en el próximo con vosotros! Y un viaje en el que la estrella sin duda fue… El Palo!!! Gracias viajefilos!!!

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