ZAKOPANE. “La belleza del sur de Polonia”.

Zakopane se halla a 850 metros sobre el nivel del mar, al pie del Monte Giewont (1894 m) conocido por los lugareños como el gigante dormido.

Desde hace más de un siglo, es la capital de invierno de Polonia, con unas excelentes instalaciones deportivas y de ocio; además tiene lugares de interés y servicios suficientes para mantener al viajero ocupado un tiempo.

Para llegar a Zakopane, una de las formas más cómodas es desde Cracovia en autobús.  Aunque algunas guías recomiendan el trayecto en tren por la vista de los paisajes, yo prefiero el autobús, es más cómodo, más rápido, con salidas más frecuentes y más barato, y las vistas ya las disfrutamos en la ciudad.

El tren suele tener sólo una salida diaria, cuesta unos 19.50 PLN (unos 6 euros en 2010, 1€ =3.38 PLN (zlotys)) y tarda unas tres horas y media.

El autobús sale cada 30-40 minutos desde la estación de autobuses local, cuesta unos 16 PLN y tarda una hora y cuarenta y cinco minutos aproximadamente. Existen dos compañías privadas de autobuses: Trans Frej y Szwagropol, con salidas diarias, cada hora por 15 PLN  y  tardan lo mismo. De todas formas en la ventanilla de expedición de billetes en la estación de autobuses, solicitas horario de salidas de Cracovia a Zakopane y a la inversa y te dan un listado con todos los autobuses (locales y privados) con el precio, la hora de salida y lo que tarda el recorrido.

1er día: Llegada a Zakopane

Nuestro autobús de la compañia Trans Frej nos dejó en la puerta del Grand Hotel Stamary (justo al lado de la estación de autobuses y enfrente de la de trenes), en la calle Kosciuszki nº 19. Desde aquí, a unos 800 metros al sureste, llegamos a ul. Krupowki, calle peatonal que es el centro de la ciudad. A mitad de camino en ul. Kosciuszki encontramos una oficina de turismo donde nos facilitaron mapas de la ciudad y nos informaron de las múltiples actividades que podíamos hacer en Zakopane y alrededores. Llegamos a media mañana y ese día lo aprovechamos para conocer la ciudad.

Úlica Krupowki es una bellísima calle peatonal, rodeada de tiendas, bares, restaurantes, galerías de arte, hoteles, albergues y en donde te puedes impregnar de la esencia de la ciudad.

En el extremo norte de la calle podemos encontrar La Iglesia Parroquial de la Sagrada Familia, templo neorrománico que se edificó a finales del siglo XIX cuando el número de fieles superó la capacidad de la antigua iglesia de madera situada a 200 metros al oeste y que data de 1851. Junto a la pequeña iglesia se alza La Capilla de Piedra, construcción más antigua de Zakopane, aún en pie (o por lo menos en 2010 que es cuando yo fuí), unos 30 años anterior a la iglesia. Al lado de la capilla se encuentra el antiguo cementerio, con impriesonantes tumbas de madera. Cerca de la Iglesia de la Sagrada Familia, se encuentran El Museo de los Tatras y El museo del Parque Nacional de los Tatras donde se muestra la flora y fauna local y la historia natural del parque (nosotros no entramos porque íbamos cortos de tiempo y preferíamos disfrutar de la ciudad, no sé si son recomendables).

Pasado el extremo noroeste de ul. Kuprowki llegamos a una plaza en la que está ubicado el Targ Pod Gubalowka, gran mercado tradicional; lugar ideal para comprar lana tejida a mano, artesanía, ropa barata, comida… Si quereis comprar algo típico, este es el lugar. Aquí encontraréis Kierpce de piel (mocasines tradicionales de las tierras altas), ciupagi (bastones típicos de montañero con empuñadura un forma de hacha) y los sabrosos bryndza y oscypek (quesos de leche de oveja ahumados o no). Os recomiendo probéis los ahumados, son verdaderamente sabrosos.

Frente al mercado, encontraremos la estación del funicular que sube hacia el Monte Gubalowka. Los billetes se compran el al taquilla que hay a la entrada y cuestan unos 14 PLN (ida y vuelta).

Gubalowka es la parte más popular de la Gubalowskie Cadena. Una vez arriba son muchas las atracciones que esperan: bares, parques infantiles, otro mercadillo de souvenirs, tiendas de pieles y unas maravillosas vistas de la ciudad de Zakopane a sus pies. No podéis perder la oportunidad de probar el Kalacsoda, una especie de bizcocho cortado en espiral aderezado con coco, chocolate, nueces, avellanas… absolutamente delicioso.

Al atardecer, de vuelta a la ciudad; puedes optar por volver de nuevo en funicular o a pie, pues son múltiples los senderos, muy bien señalizados y que se extienden paralelos a la vía del funicular, para llegar a la estación.

Una vez abajo, parece que el hambre aprieta. No vais a tener problemas para encontrar donde comer o cenar, pues la calle Kuprowki y hacia el sur de la misma, las también transitadas ul. W. Zamoyskiego y ul. J. Pilsudskiego están repletas de bares y restaurantes típicos que ofrecen platos buenísimos por muy buen precio, y que, en ocasiones, amenizan la velada con música tradicional de los Tatras en directo.

Los restaurantes suelen tener grandes cristaleras desde las cuales puedes ver las cocinas de leña y las apetitosas barbacoas que preparan en su interior; sin duda un buen reclamo si hay hambre. Nosotros nos decidimos por un restaurante típico, Owczarnia Restauracja (ul. Kuprowki, 26) . Degustamos unos platos variados de barbacoa con distintas carnes de caza, embutidos y patata asada. El plato cuesta entre 15-20 PLN y sacia perfectamente a dos personas. Al terminar la cena, unos cafés y unos chupitos de vodka que nos sirven en los Kieliszek, vasitos de 50 ml (nosotros probamos el zubrowka y krupnik que es un licor de miel).

Terminada la jornada, a descansar. Nos alojamos en el Hostel Flamingo, totalmente recomendable. Discreto hostel-albergue con habitaciones para dos personas en cama doble o en dos camas desde 50-70 PLN según temporada, hasta habitaciones con literas para doce personas por 25-40 PLN (los precios son por persona/noche con desayuno incluido, internet gratuita y wifi). Seguro que no es difícil encontrar alojamiento en Zakopane y por si sirve, una relación de los mejores alojamientos según puntuación en Booking:

HOTEL		BOOKING	VENTAJAS
HOTEL TUTOK		General 9.8 Ubicación 9.7	Chalet de 40 metros en madera, para 4 personas por 57-68 €/noche
VILLA DEWAJTIS		General 9.5 Ubicación 9.3	Muchas posibilidades de alojamiento desde los 27 € en doble con baño compartido hasta 68 € por un apto con vistas
APARTAMENTY GRUNWALDZKA		General 9.4 Ubicación 9.6	A dos minutos de la calle principal. Un estudio con cocina para dos por 52 €, 87 € para 4
POKOJE GOSCINNE GRAZYNA		General 9.2	Muy barato, tan solo 16 € la habitación doble con baño
POKOJE GOSCINNE GOBO		General 9.1	Igualmente muy barato, 23 € la habitación doble

2º día: Descenso del Dunajec

La Przelom Dunajca (garganta del Dunajec) es un tramo espectacular del río Dunajec. Se puede visitar cómodamente con un paseo en barca que comienza en el lago Czorsztyn en el pueblecito de Sromowce Wyzne-Katy, en el muelle de balsas, dura unas 2 horas y cuarto y recorre 18 km hasta Szcawnica. El descenso se puede definir como una excursión de recreo, con aguas tranquilas y totalmente apto para todas las edades (incluidos niños y ancianos). La balsa consiste en 5 estrechas canoas de 6 metros de largo unidas entre sí por cuerdas; llevan entre 10 y 12 pasajeros (salen en cuanto llevan a 10 y no hay que esperar mucho) . Las gobiernan dos balseros vestidos con el  traje tradicional con bordados y armados con dos largas pértigas con las que dirigen la balsa. El descenso es espectacular, con unos paisajes de ensueño rodeados de naturaleza. Durante el descenso, el balsero de la parte delantera va dando explicaciones de lo que vamos viendo (en polaco). Lo más importante es el monte Trzy Korony (tres coronas), la parte más bonita de los montes Pieniny. Terminamos en Szczawnica, pueblo que se ha convertido en un gran reclamo como balneario gracias a sus manantiales de aguas medicinales, conocido como importante centro de salud.

Para llegar a Sromowce Wyzne-Katy desde Zakopane lo más cómodo es acudir a una agencia de viajes donde informan de todo. Nosotros fuimos a una agencia que hay en ul. Kosciuszki; allí por 60 PLN compramos nuestro ticket que incluía el autobús de ida hacia el muelle de balsas, el descenso y la recogida en Szczawnica, con dos paradas a medio camino para ver el Castillo de Czorsztyn (a orillas del Dunajec, guardando frontera con Eslovaquia) y la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel en Debno Podhalanskie (construida con madera de alerce. Uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica en madera de Europa).

Hay posibilidad de ir por vuestra cuenta en autobús, pero no es directo. Habría que coger en bus hacia Nowy Targ y desde alli otro hacia Sromowce Wyzne-Katy y desde el pueblo ir andando hacia el muelle de balsas, y  a la vuelta igual pero desde Szczawnica (el precio sale algo más barato que con la agencia, pero creo que no merece la pena por la escala, la espera hasta el siguiente bus, ir andando hacia el muelle…).

Después del descenso, vuelta a Zakopane, donde aprovechamos para ir al hostel y descansar media hora, duchita y a disfrutar de otra buena cena y copa por los bares tradicionales.

3er día: Subida al Morskie Oko

Nuestro último día en Zakopane lo dedicamos a otra popular excursión: la subida al Morskie Oko (ojo del mar), un lago color verde esmeralda a unos 12 km al sureste de Zakopane, entre la cima de las montañas.

Muy temprano nos dirigimos hacia la estación de autobuses por ul. Kosciuszki; a esa hora de la mañana (07:30h) el bonito parque de césped verde y árboles anaranjados que habíamos visto días atrás, se había convertido en un paisaje blanquecino, precioso, de escarcha, adornado con una mágica luz que atravesaba los árboes; un cuento de hadas.

Enfrente de la estación de autobuses, hay una especie de quiosco donde se compra el ticket para el minibús (unos 35PLN) que nos acercaba al Morskie Oko. El minibús nos lleva desde Zakopane hasta Polana Palénica en unos 30 minutos de recorrido. Desde aquí debemos ascender por una carretera de 9 km hasta llegar al lago. Ningún vehículo (incluido bicicletas) puede transitar esta carretera, con lo cual no queda más remedio que hacerla andando; aproximadamente unas 2 horas y media en cada sentido que, por supuesto, merece la pena. Puedes subir por la carretera que va haciendo zig-zag por la montaña o atravesando por los caminos de piedras entre riachuelos (es más duro pero mucho más bonito). Existen unos coches de caballos que sí pueden subir los siete primeros km y te dejan a 2 km del lago. Son carros con capacidad para unas 10-12 personas tirados por caballos y cuestan bastante caros.

Una vez arriba, un preciso paisaje se abre ante tus ojos haciéndote olvidar el duro camino recorrido. Un impresionante lago de color verde esmeralda brillante se aloja entre las montañas nevadas como si fuese la boca de un volcán: El Morskie Oko. ¡Espectacular!.

Comimos unos sandwiches que nos llevamos (arriba hay un par de bares de comida industrial y precios desorbitados) y de nuevo de camino a casa; cuesta abajo es más fácil.

Antes de subir informaros bien de la hora del último microbús hacia Zakopane, pues suele ser sobre las 17:00h y las 18:00h y es la única forma de volver. Una vez abajo, descanso, cenita y último paseo para comprar regalitos. Al día siguiente volvíamos a Krakow.

En nuestros tres días en Zakopane no daba tiempo para nada más, pero son múltiples los ofertas de ocio de la ciudad.

En invierno, además del esquí y snowboard, las atracciones más populares son los cortejos de trineos tirados por caballos, excursiones en motos de nieve, carreras de perros de tiro, patinaje sobre hielo y esquí de fondo. Zakopane es un lugar ideal para aprender a esquiar; hay más de una decena de pistas de esquí en las que existen varias escuelas. Existen tanto zonas llanas para practicar esquí de fondo como laderas empinadas adecuadas para todos los niveles de esquí alpino, atendidas por un total de 50 remontes. El monte Kasprowky Wierch (1985m) ofrece los mayores retos de esquí alpino del lugar. Se puede subir a la cumbre en unos 20-30 minutos con el teleférico (en Kuznice a unos 3 km de Zakopane, por 30 PLN ida y vuelta). Una vez en la cumbre, existen dos telesillas para moverse por la montaña a ambos lados del monte Kasprowky, en los valles de Goryczkowa y Gasienicowa. Otras zonas para esquiar son el monte Gubalowka (al que subimos en el funicular el primer día), el monte Butorowski Wierch a unos 2 km al oeste (se accede en telesilla) y las laderas del monte Nosal a las afueras (cuenta con un telesilla y doce telesquís).

En verano, se recomiendan las excursiones de montaña, carreras de quads, excursiones en bicicleta, rafting y equitación. Para paseos en bicicleta, en el parque nacional, sólo se permiten en las rutas designadas para tal deporte (la Dolina Chocholowska y la Dolina Suchej Wody). Recordar que la carretera de acceso al Morskie Oko no permite circular en bicicleta más allá de Polana Palenica.

En Tatry Sport (ul. Pilsudskiego 4)  podemos equiparnos con todo tipo de material para realizar los deportes de la zona.

Senderismo por los Tatras. Estos montes son ideales para realizar Trekking con un total de 300 km de caminos. La zona más popular es la del Parque Nacional de los Tatras, al sur de Zakopane. Normalmente no se necesitan guías para hacer excursiones, pues las sendas están bien indicadas; lo que sí es imprescindible es hacerse con el mapa Tatrzanski Park Narodowy (12PLN), muestra todas las rutas de la zona y los tiempos de subida y de bajada.

En caso de precisar guías es recomendable ponerse en contacto con el Centro de Guías de los Tatras

Y hasta aquí todo lo que os puedo contar de Zakopane. No me diréis que no es, sin duda, un buen destino para vuestra próxima escapada.

Espero que os animéis, buen viaje!!!.

PD: Lo que hace que un viaje sea excepcional es la buena compañía. Gracias Nuria, Carmen, Evha y Nacho por compartirlo conmigo. Ah! y gracias Evha por prestarme alguna de tus fotos.  Preparamos el siguiente??.