Este año no teníamos nada concreto para viajar en Semana Santa, por lo que buscamos algún destino Europeo en el que no hubiéramos estado, ayudados de buscadores de vuelos tipo Kayak o skyscanner, y nos salió la oportunidad de viajar a Manchester por un precio razonable (lo reservamos apenas una semana antes de irnos). Miramos que Manchester, tampoco es una ciudad en la que volverte loco viendo cosas, por lo que, google maps abierto, observamos que Liverpool apenas estaba a una hora en tren desde allí, por lo que no lo pensamos mucho, y decidimos comprar billete de ida de Alicante a Manchester, y regreso de Liverpool a Alicante, ambos directos.
Básicamente vimos que había un diario de Bauset de Liverpool (siempre agradecido con todas tus recomendaciones Bauset, GRACIAS BAUSET), y tras leerlo detenidamente, decidimos pasar de viernes a domingo (25/03 a 27/03) en Manchester, y del domingo al martes en Liverpool (27/03 a 29/03), de tal modo que nos diera tiempo a ver las cosas más importantes sin agobios y a lo que íbamos, de vacaciones.
Nuestro vuelo de ida aterrizaba a las 13:00 horas (hora UK) en el Aeropuerto de Manchester. Tras coger un tren, en 15 minutos nos dejó en Picadilly Station (Estación principal de Manchester) por unas 8 GBP los dos tickets.
La ciudad de Manchester
Nuestro campamento base en Manchester estaba junto a la Picadilly Station, el Hotel One Manchester-Piccadilly por unos GBP dos noches, este sería nuestro punto de partida para visitar Manchester. El Hotel se encuentra a escasos 50 metros de la puerta de la Picadilly Station, por lo que cuando llegamos del Aeropuerto, hicimos check-in y pasada la hora de comer hispánica, estábamos recorriendo el centro de Manchester.
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El hotel está ubicado en London Road. Esta misma calle la seguimos hacia el norte, y en apenas 5 minutos nos encontrábamos en Picadilly Gardens, un pequeño parque en el que, cuando llegamos se encontraban muchísimas personas disfrutando de unos pequeños rayos solares para broncear sus pálidas pieles.
Justo al lado de Picadilly Gardens, se encuentra un punto de información turística, que es el primer lugar que visitamos para hacernos con un mapa, y consultar que sitios poder ver y qué hacer en la Ciudad en dos días. Una muy agradable inglesa, nos explicó las diversas zonas de la ciudad, y nos indicó horarios y precios de los lugares (la mayoría de sitios son gratuitos, pero en la entrada hay pequeñas urnas para quien quiera dar donaciones).
Mapa en mano, decidimos ir hacia el ChinaTown de Manchester, a escasas dos calles desde el TouristInfo. Apenas unas calles, en las que es más de lo mismo, muchos restaurantes asiáticos, tras una gran puerta China que te hace saber que te encuentras en ese barrio, un pequeño paseo de cinco minutos sobra para ver esa zona.
De ahí decidimos ir hacia la Northern Quarter, primeramente parando en el Starbucks que hay en el Picadilly Gardens para tomar algo caliente. El Northern Quater se encuentra en la zona norte del Picadilly Gardens, lugar en el que te encuentras los edificios numerosas tiendas de ropa, tiendas de discos y cafeterías. Digamos que es el barrio cosmopolita de Manchester, bien vale la pena verlo para poder retratar sus edificios, conservadas sus fachadas que te hacen creer que te encuentras en plena revolución industrial.
Tras recrearnos en sus calles, decidimos dirigirnos hacia algún sitio a comer, a las 17:30 horas. Tania siempre suele buscar en internet recomendaciones de sitios para comer, y esa búsqueda previa en el hotel nos llevó hasta el Manchester Arndale, que es un macrocentro comercial con todo tipo de tiendas y restaurantes, todo bajo techo para evitar el tan “buen” tiempo que hace en Manchester, pues dicen que es la ciudad de UK en la que más llueve, días después nos dimos cuenta que eran ciertas tales afirmaciones.
En las referencias que habíamos visto, indicaban que en el Manchester Arndale hay una zona de comida que la compras, y la comes en zonas comunes, muy inglés. Por escasas 5 GBP nos hincamos cada uno un take-away mexicano, que hizo recuperar todas nuestras fuerzas y bien nos habría dejado hacer un maratón después de la ingesta. Muy recomendable (si vas no olvides decirle que le pongan chile).
Con energía química en nuestros estómagos, decidimos recorrer un poco el centro comercial, y me reitero, bien vale la pena perderse un rato en él, hay absolutamente de todo.
Salimos del Manchester Arndale a la calle Market Street, calle con mucho ajetreo, puestos de comida y tiendas en la calle, artesanos y artistas comparten esta animada y transitada calle, de la que no puedes dejar de visitar si vas a Manchester!
Cansados del vuelo, y el chile apretando nuestros hispánicos estómagos, hora de regresar al hotel, para coger fuerzas para el día siguiente. De regreso al hotel, recordamos la cantidad de alcohol que puede ingerir un inglés, pues de camino pasamos por diversos pubs, y se podía respirar el alcohol en el ambiente. Otra cosa que nos recordó es que los ingleses, y en particular las inglesas, tienen similares características en su piel que la piel de las focas. Increíble como soportan el frío.
Tras unas horas de reparador sueño, afrontábamos el Sábado con la intención de ver aquello más importante, tras la toma de contacto del viernes. Para el desayuno, nos decidimos por una cafetería llamada Home Sweet Home, situada en Edge Street, en el Northern Quarter, animados por los buenos comentarios que no nos defraudaron una vez allí. Lugar muy chic, en el que nos apretamos dos desayunos ingleses (véase las imágenes), por unas 9 GBP cada uno.
Con 2000 calorías en cada uno de nuestros cuerpos, decidimos ir paseando por el Northern Quarter hasta The Printworks, una antigua imprenta de periódicos, que cerró sus puerta en los 80, y no hace mucho ha sido restaurado (conservando su identidad, al igual que el resto de edificios en Manchester) por Sir Alex Ferguson, una eminencia para los de Manchester. Aquí se aglutina una zona de restaurantes (Hard Rock Cafe, en el cual cenamos ese dia) y pubs muy animados. Frente a The Printworks, se encuentra el National Football Museum, una espectacular y moderna infraestructura que contrasta con todo su alrededor, la entrada es gratuita pero nosotros no entramos. De ahí nos dirigimos hacia la Manchester Cathedral, situada a apenas unos metros del National Football Museum.
Accedimos al interior de la catedral, y realmente a mi no me produjo ningún tipo de sentimiento de sorpresa, una catedral en una ciudad.
Tras la Catedral, decidimos ir andando (el centro de Manchester te lo puedes recorrer perfectamente andando en pocos minutos) hacia The John Rylands Library, ubicado en la calle Deansgate. Una biblioteca espectacular, con uno de los archivos más importantes del mundo. Una vez en su interior se respira un clima muy señorial, recomendable totalmente la visita, y también es gratuita.
Tras la visita a la librería, nos dirigimos por John Dalton Street hacia el Town Hall, un edificio que concuerda con el resto de la ciudad, bonito para fotografiar. Junto al Town Hall se sitúan otros dos lugares de interés, la Central Library y el Manchester Art Gallery. La central Library es otra espectacular biblioteca, de corte clásico en su exterior, pero moderna en su interior. Buen lugar para relajarse tomando una taza de café, y sentir el sonido que recorre todas sus paredes. De allí a la Manchester Art Gallery, en la que hay exposiciones permanentes, que si eres amante del arte, es interesante para visitar.
Tras recorrer todo esto, y ya con el desayuno en los tobillos, decidimos que teníamos que ir a uno de las zonas más conocidas a la par que históricas de Manchester, situada en el Exchange Square, muy cerca de la catedral, se hallan dos de los edificios más antiguos de Manchester, el Old Wellington y el Sinclairs Oyster Bar.
Nos decantamos por el Old Wellington un pub tradicional de carácter único, venerado por su ecléctica variedad de cervezas y su calidad comida de pub , que se sirven, como debe ser, con una generosa medida de la famosa hospitalidad británica. Este pub está a 100 metros de su lugar inicial, y fue movido pieza a pieza, madera a madera según pudimos ver en algún documental fue por un atentado del IRA y fue de lo poco que se pudo recuperar, pero no estoy seguro de si es por eso o no, o simplemente por una reestructuración de la zona.
El caso que nos hincamos un buen fish and chips y un sandwich de salmón, para tras esto disfrutar de un brownie de chocolate por unas 30 GBP. Recomendable totalmente este lugar, que no te puedes perder si vas a Manchester. Lugar muy entrañable.
Decidimos pasar la tarde del sábado tiendeando un poco, pues no nos apetecía visitar el Museum of Science and Industry, lo dejaríamos para el domingo por la mañana antes de partir a Liverpool. Caminamos y caminamos por tiendas y disfrutamos del ambiente inglés, haciendo tiempo para disfrutar de una jugosa hamburguesa en el Hard Rock Cafe, que se encuentra en The PrintWorks. Cenamos, y como telón de fondo hay una frase de la canción Wonderwall del conocidísimo grupo de Manchester, OASIS. La frase es : “And all the roads we have to walk are winding, And all the lights that lead us there are blinding”.
Manchester es OASIS, es música en directo, cerveza y futbol.
Tras una buena cena, decidimos volver al hotel paseando y disfrutando del ambiente lugareño, última noche en Manchester.
Domingo por la mañana, desayunamos en el Hotel Manchester Picadilly Motel One, y nos lo tomamos con calma, pues amanece cayendo el diluvio universal en Manchester, mal tiempo, mala suerte porque toca caminar hasta el Museum of Science and Industry. En 20 minutos andando desde el hotel, llegamos al museo. Desde el primer momento, nos damos cuenta que es un lugar que pensamos nos va a agradar mucho. Muchos padres con niños,, y muchas cosas por descubrir.
En el interior encuentras partes del museo que te narran la historia de la ciudad, del algodón, de la industrialización de la ciudad, del primer ordenador creado (que ayudó a descifrar códigos secretos y ganar la Guerra Mundial), muchas cosas para poder interactuar con la ciencia y aprender. La delicia de los críos, y la salvación de los padres los domingos por la mañana. Tras dos horas (podrías estar todo el día en el museo y no te aburrirías), decidimos que, con la melodía de OASIS en nuestras mentes, es momento de poner punto y seguido en nuestra historia con Manchester, y dirigirnos hacia Liverpool. Cogemos nuestro tren en Picadilly Station, y tras pagar unas 30 GBP los dos, en 50 minutos estamos llegamos a Lime Street Station.
La ciudad de Liverpool
Liverpool son The Beatles, el fútbol como en cualquier ciudad inglesa es importante, pero verdaderamente, aquí es todo Beatlemanía. Desde el momento que pisas la ciudad, te das cuenta que aunque no quieras, te impregnarás de Beatles, quieras o no quieras.
Nos dirigimos hacia nuestro hotel en Dale Street, el Ibis Style Liverpool Centre Dale St, un hotel ambientando en, nuevamente, The Beatles. Escogemos nuestra habitación (puedes escoger la temática beatle de tu habitación, nos decantamos por la que en la foto se aprecia). Nuestro hotel está situado en la zona céntrica de Liverpool, a escasos 5 minutos de The Cavern, y de la calle Mathew Street, el lugar que vió nacer a los cuatro de Liverpool. La noche de hotel nos cuesta unas 70 GBP, con desayuno incluido.
Tras el check-in, pensamos que lo más adecuado es visitar primeramente The Beatles Story, que se encuentra en Albert Dock, apenas a 5 minutos andando de nuestro hotel, donde se encuentra una zona de restauración y tiendas junto a la bahía. Es un museo de los cuatro músicos de Liverpool, que cuenta desde sus inicios, anécdotas, formación y desarrollo del grupo, hasta su disolución como banda, y las carreras musicales y personales de cada uno de ellos por separad, así como representación a escala real de los lugares más emblemáticos de la banda de música más importante de la historia. TOTALMENTE recomendable, por 14,95 GBP por persona, entrada con audioguía con varios idiomas a elegir, entre los que se encuentra el castellano, que por cierto encarecidamente recomiendo reservar la entrar en la página web de The Beatles Story ya que te ahorrarás algo de espera en la cola, nosotros no sabíamos que se podía reservar la entrada y tuvimos que hacer una media hora de cola. Nuestra recomendación es que, si no tienes ni idea de quienes son The Beatles, que sea lo primero que visites cuando llegues a Liverpool, porque sino no entenderás muchas de las cosas que te encontraras en las calles y escaparates de Liverpool, historia de Liverpool.
Tras salir cantando las más famosas del cuarteto de Liverpool, nos dirigimos hacia Liverpool One, un entramado de calles peatonales, con multitud de tiendas y zonas de restauración, donde nos detuvimos a cenar en un Pizza Hut, un menú para dos por 25 GBP, con bebida y postre incluido.
Tras la cena, y como nos pillaba de paso, decidimos ir hacia el hotel por la Cavern Quarter, cuya calle principal es Mathew Street, cuna de The Beatles, donde se encuentra The Cavern, el pub donde llegaron a tocar 200 veces el cuarteto musical, y donde germinaron su gran éxito. Cuidado que existen dos locales iguales que pone The Cavern, incluso es igual la decoración exterior, con la salvedad que en uno pone que es algo así como el local hermano de The Cavern. Para que te hagas una idea, el original es el que se encuentra en la fachada opuesta a una escultura que hay de John Lennon. Decidimos no entrar, pues parecía estar abarrotado, y pensamos que queríamos visitarlo con calma y no con tanta gente, por lo que caminamos por toda la calle, en la que hay numerosos bares de copas, todos ellos con referencias a The Beatles. Una auténtica delicia para cualquier fan de The Beatles.
Al día siguiente, decidimos emplearlo a pasear por la zona de Liverpool One, sin nada que visitar en concreto, y dedicarlo a disfrutar de las tiendas y de sus gentes.
Último día en Liverpool, y puesto que nuestro vuelo salía a las 19:15, pensamos que nos daría tiempo de sobra a ver lo más característico de Liverpool. Tras el desayuno en el hotel, decidimos caminar hasta la Central Library, una biblioteca municipal situada junto a Lime Street Station, que bien vale la pena visitar si tienes tiempo. En su interior se funden salas de estudio con librerías de corte antiguo. De la Central Library, caminamos hacia la Metropolitan Cathedral, una iglesia que parece una especie de nave espacial, con forma circular en su interior y cuya capilla se haya en medio de tal circulo, una catedral curiosa de visitar, y según nos dijeron, una preciosidad al atardecer.
De allí nos marchamos hacia la Anglican Cathedral, pasando primeramente por otra iglesia que es un símbolo de la Segunda Guerra Mundial para Liverpool, pues fue bombardeada y sigue en pie, es curiosa de ver, debido a que no tiene techo. Sólo se puede ver desde el exterior, debido a que está cerrado su acceso. De camino hacia la Anglican Cathedral, nos encontramos con la ChinaTown de Liverpool, una de las más importantes del mundo (nosotros no nos paramos a entrar a verlo).
Llegamos a la Anglican Cathedral, y observamos una enorme e imponente iglesia que se erige ante nosotros. Paseamos por los jardines anexos a la catedral, que se encuentra repleto de numerosas lápidas que recuerdan a difuntos, tras un breve recorrido, nos adentramos en su interior. La catedral fue construida en unos 70 años, así que ya te puede imaginar el tipo de construcción a la que te vas a enfrentar. Tras un breve reposo en su interior disfrutando de ese silencio místico, nos dirigimos a comer, y decidimos hacerlo en el hotel, pues nos había gustado tanto el trato, como la comida.
Tras la comida, y con un tiempo que no acompañaba a pasear ni siquiera con chubasquero y paraguas, tomamos rumbo hacia el John Lennon International Airport, con un taxi que nos costó desde el centro 16 GBP, el cual nos lo recomendó el personal del Hotel, debido a que habían autobuses que costaban unas 4 GBP por persona, pero tardaba mucho porque iba parando en todas las paradas. Nosotros en Taxi tardamos desde el centro unos 20 minutos.
Despedimos Liverpool con la satisfacción de haber conocido a The Beatles, y habernos enganchado a su historia y sus canciones, todo un descubrimiento.
Regreso a España.
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1 comentario en “Easter Holidays – Manchester and Liverpool (Semana Santa)”
¡Muchas gracias por recordarnos esa fantástica ciudad, Liverpool nos resultó tremendamente divertida para una escapada Beattlemanía! Alguna vez hemos pensado en manchester como un buen rincón para conocer, después de leeros no creo tardemos en buscar ese vuelo… ¡Gracias de nuevo por compartir!