Aquella fabulosa semana de ruta en coche por Mongolia no había hecho más que empezar y de momento el país no nos estaba defraudando. Habíamos dormido en la yurta, en medio de la “nada” de Mongolia y por delante todavía quedaba gran parte de nuestro recorrido. Los enlaces de cuanto fuimos visitando aquellos días…
1 El parque nacional de Gorkhi Terelj y el Monasterio de Aryabal
2 El parque nacional de Elsen Tasakkhar
3 Kharkhorin y el valle de Orkhon
4 El Monasterio de Tuvkhun y el parque nacional de Hustai
Seguro que tenéis la imagen del mongol a caballo corriendo tras el ganado para recogerlo… Es algo así pero sin caballo. Sobre las seis de la mañana y a toque de pito montado en su desvencijada motocicleta corría por la estepa tras las maltrechas vacas y ovejas tratando de reunirlas.
Día 17. Miércoles 14 de Septiembre. Elsen Tasakkhar-Kharkhorin
Amanecíamos, pues, con este curioso sonido en tal lugar, muy temprano. El frío durante la noche había sido demoledor. Toda la ropa, incluida térmica, nuestros sacos y los sacos que nos facilitaron, no dejamos nada que echarnos encima en desuso. Sobre las seis de la mañana el sol comenzaba a asomar. Nos encendieron de nuevo el fuego y empezamos a quitarnos capas de la cebolla en la que nos habíamos transformado durante la noche. Un café caliente hizo el resto. Nos traen pan, mantequilla, unas tortillas, embutidos, dulces… todo un desayuno en condiciones. La familia hacia un rato que comenzaba su actividad, reordenar el ganado y el ordeñado de las reses. La cantidad de ropa de la señora que se encarga de esta labor, nos da una idea, tal vez muy alejada de la realidad, de la dureza de esta vida en los meses de invierno.
Sobre las nueve de la mañana nos ponemos en marcha. Para hoy volvemos hacia el este del país, primero al PN Elsen Tasakkhar, a 350 km, donde daremos un paseo a camello. Después, unos 80 km más para llegar a la antigua ciudad de Kharkhorin, capital de Gengis Khan.
Antes de salir, le ofrecemos nuestros modestos regalos a la mujer más mayor de la casa, una caja de dulces y unos jabones que realmente le sorprenden y agradece.
Para la vuelta algunos tenemos que emprender la marcha a caballo, parte de la manada se ha perdido esta noche, así que otros vuelven en coche hasta el camino.
Ya de nuevo en los vehículos, salimos hacia el este del país. Por desgracia hay que pasar de nuevo por Ulan Bator, lo cual hace un poco pesada la primera parte del trayecto. Tras circunvalar el atascado tráfico de la capital, se hacen ya las doce del mediodía y paramos en un súper para comprar. Más kilómetros adelante, paramos esta vez sobre las 14:30 a comer cerca de Lün. Esta vez nos lanzamos a por un plato de pollo con ensalada y arroz. Al igual que ayer el local está bastante bien, salvo que quieras ir al baño… y los platos están incluidos en el tour. Menos de veinte minutos después ya estamos de camino.
Desde aquí todavía 166 km. Rectas de asfalto interminables sin nada, literalmente, a ambos lados. Dormitamos las siguientes dos horas mientras Tasca, nuestro conductor, hacía su trabajo. Este es el día más duro del circuito, de hecho teníamos la idea de renunciar al PN de Gorkhi Terelj, el único situado al este y emprender desde el primer día la ruta circular hacia el oeste, evitando así el retorno por el mismo camino que siempre se hace pesado. Finamente no lo hicimos, más bien no nos entendimos.
Llegados a este segundo día de viaje por el interior de Mongolia nos damos cuenta de que no resulta en nada complicado hacer un circuito similar por tu cuenta. Todos los foros lo desaconsejaban y es cierto que la mayoría del poco turismo que vimos iban en tours similares, con conductor y guía, pero nos parece muy fácil hacerlo por tu cuenta con un coche de alquiler y un GPS.
Las pocas paradas que hacemos sirven para hacernos fotos “en la nada”.
Poco más allá de las cinco de la tarde llegábamos a la reserva natural de Khogno Khan, que incluye él área de Elsen Tasakkhar, a unos 280 km de Ulan Bator y donde se puede encontrar una mezcla de todo el paisaje de Mongolia en la misma zona. Nuestra primera actividad programada nos llevaría a lomos de camellos a conocer una pequeña parte del área protegida. Y mientras esperábamos a los camellos, pues nos tomamos una cerveza, una Legend aceptablemente fría…
El paseo, bastante turistada a decir verdad, nos sirve para una buenas risas y descubrir la verdadera vocación de Jaume, camellero. Unos dotes innatos que le permitieron incluso comunicarse verbalmente con el camello guía, con gran entendimiento entre ambos. Andamos en grupo por un pequeño conjunto de dunas que realmente si vale la pena, aunque tal vez sin los camellos se puede disfrutar.
Todavía 77 km hasta Kharkhorin. Hoy dormimos en un ger camp, la ventaja, es que ¡podremos disfrutar de una ducha!, previo pago de 3000 Tugriks. Las ocho de la tarde, el sol se pone y nosotros llegamos al ger camp en el que dormiremos a pocos metros de la antigua capital mongola. Las visitas las emprenderemos mañana.
La alegría que produce encontrar un baño normal y no un infesto agujero comido de moscas, transcribo literalmente de mi pensamiento, es indescriptible…
El campamento está con todo lujo de detalles en estos lares: electricidad y enchufes en los ger, un salón con calefacción donde nos sirven la comida, bebidas frías incluida cerveza (que no consumimos porque todavía nos queda), una taza de water (como dije), una ducha caliente (una para todos) y… ¡Wifi!
Así que aprovechamos cuánto podemos y nos quedamos un buen rato en la animada zona común, antes de irnos a dormir. Hay que ver con los coreanos…
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