Namibia resulta un país tan variado como atractivo. Desde las hipnóticas dunas del desierto del Namib hasta las bastas llanuras de matorral en Etosha no son pocos los atractivos que ofrece el país al viajero. Queríamos escribir acerca de los mejores parques nacionales de Namibia, los que nosotros visitamos y que podemos recomendar como imprescindibles en una ruta por el país. Cuatro parques nacionales en Namibia muy diferentes uno de otro y en los que disfrutamos de la salvaje fauna africana y de los más icónicos paisajes namibios.
Los mejores parques nacionales de Namibia. 4 lugares para explorar la vida salvaje y paisajes impresionantes
1. Parque Nacional de Etosha: El paraíso de los safaris en Namibia
Sin lugar a dudas el mejor parque nacional de Namibia, el sueño de todo viajero cuando llega a este país. Y no decepcionó probablemente porque septiembre es el mejor mes para recorrerlo y poder avistar la fauna africana en su máximo esplendor a poca distancia. Tuvimos mucha suerte en aquellos tres días recorriendo Etosha.
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El gran salar de Etosha: el corazón del parque
Ubicado en el norte de Namibia, en la frontera con Angola, es una de las principales reservas de vida salvaje en África, famoso por la gran cantidad de fauna y sus paisajes. En el interior del parque se han contabilizado 114 especies de animales y 340 de pájaros. Entre los grandes mamíferos: 250 leones, 300 rinocerontes, 2.000 elefantes, 2.500 jirafas, 6.000 cebras y hasta 20.000 springboks. Los verás por todas partes. ¡Uno de los lugares imprescindibles en Namibia sin lugar a dudas!
La historia de Etosha
Fundado en 1907, Etosha es una de las reservas naturales más antiguas de África, establecida originalmente como una de las áreas protegidas más grandes del mundo. A lo largo de los años, el parque ha sido reducido en tamaño, teniendo en cuenta que llegaba en su fundación hasta la costa de los Esqueletos. En los años de colonialismo europeo el gobierno decidió dedicar una amplia franja del oeste para desplazar a la población himba, reduciendo considerablemente el área protegida.
Etosha significa “Gran lugar blanco”. No en vano el parque es conocido por el Gran Salar de Etosha, una vasta depresión salina que cubre gran parte del parque y que, durante la temporada de lluvias, se convierte en una enorme laguna temporal que atrae grandes bandadas de flamencos y otras aves acuáticas. En la estación seca y, salvando las distancias, el gran salar ofrece la oportunidad de hacer divertidas fotos como las que se obtienen en el salar de Uyuni.
Mejor época para visitar Etosha: Los “hole waters“
La gestión del agua en los pozos ha permitido que Etosha sea un refugio para una amplia gama de especies. Y es que una de las características distintivas de Etosha son sus numerosos pozos de agua, tanto naturales como artificiales, cruciales para la supervivencia de la fauna durante la estación seca. Estos pozos son los mejores lugares para la observación de vida silvestre, ya que atraen a una gran variedad de animales que se reúnen a beber en diferentes momentos del día. Además están bien señalizados y son muy accesibles tanto a pie en los principales campamentos como en vehículos durante los recorridos por el parque nacional.
Algunos de los pozos más conocidos son Okaukuejo, Halali y Namutoni, todos están cerca de los campamentos principales del parque. Así Septiembre se convierte en un mes donde es bastante sencillo avistar gran cantidad de fauna y a corta distancia. No subestiméis a los molestos mosquitos y sus picaduras, será bueno que vayáis bien pertrechados para la batalla.
Fauna emblemática de Etosha: los “Big Five”
El Parque Nacional de Etosha es hogar de una impresionante variedad de vida salvaje. Aquí se pueden observar los “Big Five” de África: elefantes, leones, leopardos, rinocerontes y búfalos, aunque el búfalo es menos común en esta región y me temo que no tuvimos suerte con el esquivo leopardo. Los elefantes de Etosha son conocidos por ser algunos de los más grandes del continente, debido a las características de la vegetación local y si pudimos ver grandes manadas. También es uno de los pocos lugares donde se pueden ver rinocerontes negros, una especie en peligro crítico de extinción.
Más allá de los “cinco grandes” de Etosha
Aparte de los “Big Five”, el parque alberga otras especies icónicas como las jirafas, las cebras de Burchell, los órix, y los ñus, además de antílopes de diversas especies, incluyendo el raro eland, un espécimen de un tamaño descomunal para un antílope. Los guepardos y hienas también deambulan por el parque, y las águilas y buitres son frecuentes en los cielos.
Etosha es también famoso por su biodiversidad aviar, con más de 340 especies. Entre las aves de mayor tamaño y que tuvimos la suerte de disfrutar en vuelo: el esquivo secretario. El peculiar aspecto con cabeza de águila y patas de grulla hace que sea una especie muy atractiva para las fotos.
Durante la temporada de lluvias, el salar de Etosha se convierte en un lugar de cría temporal para miles de flamencos.
2. Parque Nacional Namib-Naukluft: Hogar del desierto de Namib
El parque nacional que abarca el desierto de Namib es el Parque Nacional Namib-Naukluft, uno de los parques más grandes de África y del mundo. Este vasto parque, que cubre aproximadamente 50,000 kilómetros cuadrados, incluye una parte significativa del desierto de Namib, uno de los desiertos más antiguos del planeta, con una antigüedad de más de 55 millones de años. ¿Recordáis lo que os contamos del desierto en nuestro post sobre las curiosidades de Namibia?.
Lo que hace que este parque sea tan fascinante es la combinación de su paisaje árido con una sorprendente variedad de vida. A pesar de sus condiciones extremas, el desierto de Namib alberga una asombrosa diversidad de especies animales y vegetales que se han adaptado a este entorno hostil. Por ejemplo, el famoso escarabajo de niebla del Namib puede captar la humedad del aire para sobrevivir, y muchas otras especies han desarrollado estrategias similares.
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Sossusvlei y las dunas más altas del mundo
Probablemente el lugar más famoso del parque, es una enorme cuenca de arcilla rodeada de algunas de las dunas más altas del mundo, que pueden alcanzar los 300 metros de altura. Su color rojizo es el resultado de la oxidación de las partículas de arena que han sido arrastradas por el viento durante millones de años. Al amanecer y al atardecer, el juego de luces y sombras sobre las dunas crea un espectáculo visual único.
Deadvlei: el asombroso cementerio de árboles
A poca distancia de Sossusvlei, se encuentra Deadvlei, un antiguo lecho de lago donde se pueden ver los esqueletos de acacias muertas de más de 900 años, que destacan dramáticamente contra el fondo de las dunas naranjas y el cielo azul. Esta es una de las imágenes más icónicas del desierto de Namib.
Cañón de Sesriem
El cañón ha sido tallado por el río Tsauchab a lo largo de millones de años. Aunque no es tan extenso como otros cañones, es fascinante por su estrechez y sus paredes de roca de hasta 30 metros de altura. Es uno de los pocos lugares donde el agua puede acumularse durante la estación lluviosa, formando pequeñas pozas que proporcionan refugio a la fauna.
La biodiversidad en el desierto más antiguo de la Tierra
La combinación de montañas, desierto y costa crea un mosaico de hábitats que sustentan una biodiversidad sorprendente para un lugar tan árido.
Como decíamos, a pesar de la dureza del entorno, el parque alberga una fauna sorprendentemente diversa, que incluye especies que han desarrollado adaptaciones únicas. Algunos de los animales que se pueden encontrar son los órix, las cebras de montaña de Hartmann, los leones del desierto, y el ya mencionado escarabajo de niebla. Además, hay plantas endémicas, como la welwitschia, una planta fascinante que puede vivir más de 1,000 años y que sólo se encuentra en el desierto de Namib.
3. Damaraland: La región salvaje y cultural de Namibia
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Fauna en Damaraland: Los elefantes del desierto
Damaraland, en Namibia, no es un parque nacional en sí mismo, sino una vasta región geográfica que se encuentra entre el Parque Nacional de Etosha y la costa de los Esqueletos. Aunque no tiene el estatus de parque nacional, es una de las zonas más impresionantes y remotas del país, conocida por sus paisajes montañosos, formaciones rocosas, arte rupestre, y su fauna única, como los elefantes adaptados al desierto y los rinocerontes negros.
Su biodiversidad y el interés que despierta para la conservación y el turismo responsable hacen que Damaraland sea un destino imperdible para quienes buscan experiencias más fuera de los caminos convencionales en Namibia. Además tuvimos la suerte de alojarnos en el Damaraland Camp, de Wilderness, seguramente el mejor alojamiento de nuestro recorrido por el país. Un auténtico oasis en medio del desierto.
Twyfelfontein: Arte rupestre y Patrimonio de la Humanidad
En Damaraland, encontrarás algunas áreas protegidas y concesiones privadas que se gestionan con un enfoque de conservación. La zona incluye sitios famosos como las formaciones rocosas de Twyfelfontein, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a las antiguas pinturas y grabados rupestres. También alberga la montaña Brandberg, el pico más alto de Namibia.
Y sin ningún lugar a dudas, los mejores atardeceres de Namibia.
4. Parque Nacional Nkasa Rupara: El humedal más grande de Namibia
El Parque Nacional Nkasa Rupara, ubicado en la remota y verde Franja del Caprivi, al noreste de Namibia, es un destino poco conocido pero extraordinariamente especial. Este parque es el humedal protegido más grande de Namibia, y ofrece una experiencia única en el país, muy diferente a las vastas extensiones áridas y los desiertos que suelen definir el paisaje namibio. Fuimos algunos de los primeros viajeros en visitar la zona después de años de recuperación. Tal vez las expectativas que teníamos en el parque no se cumplieron al 100%.
Nkasa Rupara, también conocido anteriormente como Mamili, está situado a lo largo de los ríos Kwando y Linyanti, en la región de Zambezi (anteriormente Caprivi). Esta área es un conjunto de islas, canales, lagunas y planicies de inundación que se conectan con el gran sistema del delta del Okavango, en la vecina Botswana.
Si bien como digo no tuvimos toda la suerte en el avistamiento de fauna nos recordó en cierto sentido al parque nacional de las cataratas Murchinson en Uganda.
Kaza, Kavango-Zambezi Transfrontier Conservation Area
El parque se encuentra muy cerca de la frontera, y es parte del proyecto de conservación transfronterizo más amplio conocido como Kavango-Zambezi Transfrontier Conservation Area (KAZA), que conecta importantes áreas de conservación entre Namibia, Botswana, Zambia, Zimbabue y Angola. Este enfoque busca facilitar el movimiento de fauna a través de las fronteras, ayudando en la preservación de las especies migratorias y amenazadas, y protegiendo los ecosistemas frágiles.
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La fauna de los humedales: búfalos, leones y cocodrilos
Nkasa Rupara es un paraíso, al que ya hizo referencia Livingstone en sus relatos de viaje. Gracias a sus ricos humedales, es el hogar de una gran cantidad de especies, muchas de las cuales son difíciles de encontrar en otras partes de Namibia. Es, por ejemplo, uno de los pocos lugares del país donde se pueden ver grandes manadas de búfalos del Cabo, una de las principales razones por las que los depredadores, como los leones, frecuentan el parque.
El parque también alberga elefantes, hipopótamos, cocodrilos y una gran variedad de antílopes, como el raro sitatunga, que está adaptado a los entornos pantanosos. Leopardos y hienas también deambulan por el parque, y los avistamientos de grandes felinos son comunes. Imaginad las ganas que traíamos después de leer acerca de tal cantidad de fauna salvaje, aunque como digo no tuvimos tanta suerte.
Además, es un lugar fantástico para los avistamientos de aves, con más de 400 especies registradas. Durante la temporada de lluvias, el parque se convierte en un refugio para aves acuáticas migratorias, lo que ofrece una experiencia única para los ornitólogos.
Safaris en barco por los ríos Kwando y Linyanti
Uno de los principales atractivos del parque es la posibilidad de realizar safaris en barco por los ríos Kwando y Linyanti, que permiten a los visitantes acercarse a los animales que frecuentan los cursos de agua, como los elefantes, cocodrilos e hipopótamos. Los safaris acuáticos son una forma única de experimentar el parque, sobre todo durante la estación seca, cuando los animales se congregan en las orillas. El recorrido por el río fue una de las mejores experiencias y hasta pudimos ver una gran manada de elefantes cruzándolo frente a nuestra embarcación.
Mejor época para visitar Nkasa Rupara y recomendaciones
El paisaje de Nkasa Rupara es un contraste impresionante con las regiones secas del resto de Namibia. Aquí, las lluvias y los ríos estacionales inundan grandes áreas, creando un entorno de humedales único y una rica biodiversidad que rivaliza con la del famoso delta del Okavango más al suroeste. Durante la temporada de lluvias, muchas partes del parque se vuelven inaccesibles debido a la inundación, pero esto es precisamente lo que le otorga su encanto salvaje y su impresionante diversidad de vida silvestre.
Las islas Nkasa y Rupara
La principal característica geográfica del parque son las islas de Nkasa y Rupara, que dan nombre al parque y que permanecen relativamente secas durante la temporada de lluvias. Durante la estación seca, cuando las aguas se retiran, el parque se convierte en una vasta extensión de pastizales y canales poco profundos. No fueron pocas las oportunidades que nos brindaron para disfrutar de muchos elefantes que se acercaban al campamento al atardecer.
El clima en Nkasa Rupara es tropical, con una estación lluviosa que va de noviembre a marzo y una estación seca de abril a octubre. Durante la estación lluviosa, los ríos se desbordan y gran parte del parque se inunda, lo que limita el acceso por carretera pero ofrece increíbles oportunidades para los viajeros que buscan experiencias auténticas y sin aglomeraciones. La temporada seca, por otro lado, es la mejor época para visitar si se busca realizar safaris, ya que los animales se concentran en torno a las fuentes de agua restantes.
Por qué los parques nacionales de Namibia son un destino imperdible
Los mejores parques nacionales de Namibia ofrecen una diversidad de experiencias que pocos países pueden igualar. Desde las vastas planicies salinas de Etosha, llenas de vida salvaje, hasta las dunas rojizas y surrealistas del Parque Nacional Namib-Naukluft, los paisajes de Namibia te sorprenderán en cada rincón. La región de Damaraland te invita a explorar sus impresionantes formaciones rocosas y a encontrarte cara a cara con especies adaptadas al desierto, mientras que los humedales de Nkasa Rupara ofrecen una experiencia única de safari en un entorno completamente diferente, lleno de vida y biodiversidad.
Cada uno de estos parques nacionales destaca no solo por su belleza natural, sino también por la oportunidad de observar la vida salvaje de cerca y de una manera auténtica y respetuosa con el medio ambiente. Si estás planeando tu próximo viaje de aventura y naturaleza, no busques más: los mejores parques nacionales de Namibia te esperan para ofrecerte una experiencia que recordarás para siempre.
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