¿Por qué Cerdeña con niños… ya no tan niños? Este año nuestras hijas, ya de 13 y 11 años (niñas… ya no tan niñas) pedían playa “paradisiaca” en una isla… También necesitábamos planificar algo rápidamente y con un presupuesto limitado. Cerdeña estaba cerca y tenía una combinación de actividades costeras que cumplían con nuestras necesidades. Así salió el viaje de 10 días en Cerdeña. Estas vacaciones de verano, rompiendo la ya tradición de explorar España, nos lanzábamos al Mediterráneo con este Cerdeña con niños… ya no tan niños.
Toda la información recopilada en la red para organizar nuestro viaje a Cerdeña, la complementamos bien complementada con la que nos dio nuestro amigo sardo Alberto, al que no tenemos palabras para agradecerle desde aquí su tiempo y paciencia.
10 días en Cerdeña con niños
Cerdeña con niños, ya no tan niños…
Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, y de las provincias menos pobladas de Italia. Más del 80% del territorio está formado por montañas o colinas. Con frecuencia se forman altiplanos, que cuando su origen es volcánico, son llamados giaras.
Los primeros pobladores de la isla, durante la Prehistoria, dejaron abundantes restos en forma de monumentos megalíticos. Así por ejemplo, los domus de janas, estructuras sepulcrales en las que según la tradición popular, moraban hadas y brujas. O los llamados nuraghis o nuragas, asentamientos primitivos con una forma muy peculiar, de los que podemos encontrar muchos.
Posteriormente llegaron los fenicios, dejando también su huella en Cerdeña en forma de excavaciones de terracota. Los cartagineses y los romanos, de los cuales se pueden visitar restos de ciudades. Y las iglesias románicas, representantes del paso de la isla por el Medievo. Todo ello confiere a Cerdeña una gran categoría como centro turístico, más allá de sus playas.
Para este súper viaje, hace falta poco: DNI, tarjeta sanitaria europea (que solicitas ya a través de la red, llegando a casa a los pocos días por correo) y llegar allí.
Cómo llegar a Cerdeña: ¿Avión o ferry?
Existen tres aeropuertos en Cerdeña (Cagliari, Olbia y Alghero), con varias aerolíneas que aterrizan en ellos. También se puede llegara a Cerdeña en ferry desde Barcelona a Porto Torres, en la punta oeste del norte de la isla.
Lo importante en un viaje a Cerdeña es tener coche con el que desplazarte con libertad, así que con la segunda opción el problema está resuelto. El transporte público te quita mucho tiempo para los grandes desplazamientos. Si además quieres ir de un sitio a otro en un mismo día, descubrir parajes y calas, con el transporte público estarás muy limitado. Por ello todo el mundo aconseja un coche.
La recomendación de Alberto fue la de alquilar con una compañía grande directamente, aunque ellos luego trabajen con las locales. Así las garantías son responsabilidad de la primera.
Con todo ello, nosotros elegimos coger un vuelo desde Madrid. Iberia Express fue la que mejor oferta tenía.
Buscar un vuelo económico a Cerdeña
El alquiler de coche en Cerdeña
Viajamos a Cagliari y reservamos un coche para recoger en el mismo aeropuerto. Elegimos la empresa local Maggiore, con oficinas en el área de renting cars. Alberto nos recomendó un coche pequeño por las características de la red de carreteras de la isla: curvas, montaña, muchas de un solo carril, la manera de conducir de los italianos, el estado del asfalto…
Sólo hay una autovía, la S131, que va desde la costa sur al norte (de Cagliari hasta Alghero y Olbia), bifurcándose pasado Oristano. El resto son carreteras secundarias y de montaña. Cerdeña es el paraíso de las playas, pero su interior, desde la misma costa, es un auténtico tesoro montañoso, con lo que ello implica traducido a carreteras.
Reservamos un Toyota Auris o similar, y éste acabó siendo un Fiat Qubo. El coche estaba impecable. Lo cogimos a todo riesgo. Nos habían avisado de ese “modo de conducir italiano”, en el que no parece haber muchas reglas.
Alquiler de coche en Cerdeña
Nuestro recorrido de Cerdeña con niños en 10 días
Ya teníamos el peso pesado del viaje. Ahora, lo más difícil, ¿Qué hacer en estos diez días en Cerdeña con las niñas?
No te engañes: Cerdeña es una isla grande, muy grande (más de 24.000 km2), en la que además, recordamos, las distancias son largas, no sólo en km, sino en tiempo, por lo que hemos comentado de sus carreteras. Con lo que hay que empezar a acotar y decidir.
El norte de Cerdeña parece ser maravilloso. Hay mucha información en la red de la costa norte, porque de los que escriben, son más los que llegan en ferry (noroeste) y se quedan por la zona.
La costa Esmeralda, al noreste, es también muy visitada y famosa. Sin embargo, nosotros íbamos la primera quincena de agosto, la peor del año, sin duda, en cuanto a turismo.
Además, el norte se convierte en lugar de vacaciones de lujo para prohibitivamente ricos: europeos y asiáticos, políticos y jeques, gente de la jet que atraca sus yates en los puertos del norte (Alberto nos dijo que en algunas bellas poblaciones del norte, un chocolate y un helado te puede llegar a costar hasta 60 euros. Eso sí rodeados de Porsches, Lamborghinis y otras pequeñeces).
Teniendo que cortar por algún lado, porque no nos daba tiempo a todo, sumado a que Alberto nos dio mucha información de su tierra, Cagliari, y que nuestro avión aterrizaba allí, decidimos abarcar, sobre todo, el sur de la isla.
Reservamos a través de Booking un Bed & Breakfast en Cagliari para 7 noches (otro consejo de Alberto: las mejores opciones son ésta o apartamentos, que suelen estar bonitos, cucos y cuidados (sin embargo, los hoteles no acaban de ser de la categoría de los de España)).
Y sólo tres noches para Alghero, para poder hacer alguna excursión por el noroeste de la isla, sin recorrer tantos km de ida y vuelta. También fue un B&B a través de Booking.
Alojamiento en Cerdeña
Primer día: El vuelo de ida y la llegada a Cagliari
Bueno, llegada a Madrid y de ahí a Cagliari. El vuelo salía a las 18h, siendo tan sólo 1 hora y 45 minutos de trayecto. La llegada es a un aeropuerto internacional pequeño y cómodo, encontrando fácilmente el área de alquiler de coches.
Cometo un error con mi Visa, que parece que es Electrón, y sólo aceptan de crédito, con lo que no les vale, no habiéndome dado cuenta de ello en España. Yo no soy mujer de mil tarjetas, sólo tengo ésa, así que se plantea un problema. Antonio tiene una de crédito, pero no puede estar el contrato a mi nombre y la tarjeta ser suya.
Nos proponen anular en Booking y hacerle un nuevo contrato a Antonio con su Visa… ¡Ni hablar! Booking ya me ha cobrado el alquiler y si anulo a estas alturas, seguro que lleva coste (penalización). Además voy a ser yo el conductor principal, así que el contrato sólo puede ir a mi nombre. Al final, proponen adelantar 600 euros de depósito, en cash y asunto arreglado, nos olvidamos de tarjetas. A la vuelta nos devolverán la diferencia con el coste real del seguro.
Salimos del aeropuerto con nuestro Fiat Qubo a todo riesgo. ¡Cómo mola!
El alojamiento en Cagliari: B&B 5 Stelle
Tras los 5 minutos extra por alguna vuelta de más, que sumamos a los 15 que el GPS marcaba para llegar a nuestro alojamiento, Carlo, muy agradable, simpático y servicial llega para recibirnos. Primero nos indicó las normas del aparcamiento en la calle (el alojamiento no tiene parking y la plaza en la que se encuentra el B&B tiene zona azul y zona blanca).
B&B 5 Stelle es una monada: limpio, moderno mezclado con art déco, recién reformado con mucho gusto. 7 habitaciones de distinto tamaño, con baño dentro. Al hacer la reserva para 4 personas, sólo me dio la opción de una habitación de 2 y otra de 3. El pago se hace al contado aquí, directamente a Carlo.
Lo cogí sin pensarlo (pues ya no encontraba muchas más opciones en estas fechas horribles y tan tarde como he comentado antes), a pesar de pagar por una habitación de tres que no necesitaba. Al llegar aquí Carlo nos dio la opción de pasar así una noche, y al día siguiente cambiarnos a una de 2 que se quedaba libre, dejando la de 3. Eso abarataba bastante el tema y a él le dejaba libre para alquilar una habitación más grande.
El B&B en sí merece la pena por lo céntrico, moderno, estiloso y aparentemente limpio que es. Realmente muy adecuado. El desayuno es self service. Tras investigar en cajones y armarios, te pones lo que quieras y en el comedor contiguo a la cocina, te lo zampas.
Alojamiento en Cagliari
Ahora, según pasan los días, vemos todas las mañanas a la pareja que hace la limpieza, simpatiquísimos, pero no logramos averiguar qué calendario siguen para hacer las habitaciones. Porque, desde luego, a diario no es… Cuando por fin una mañana nos despiertan tocando a la puerta para limpiarlas (vale, eran las 10 ya…), al volver nos encontramos el cuarto recogido, toallas limpias, el baño hecho, las papeleras cambiadas. Pero al abrir la cama, la sábana no está ni sacudida, no…
A media que las cosas del desayuno se van acabando, nadie las repone. Hasta que les preguntamos a estos chicos, que inmediatamente llamaron a Carlo, y al día siguiente encontramos repuesto todo lo agotado. Aún así, hay otros detalles, como que la basura de la cocina no se vacía a diario tampoco… A Carlo no lo volvemos a ver, él sólo aparece para recibir a los huéspedes y cobrar; aunque tampoco lo necesitamos…
En resumen, pese a algunas cosas que nos chocan, porque nos parecen contradictorias con el estilo del B&B, el 5Stelle es recomendable.
En la misma plaza Galileo Galilei donde se encuentra el alojamiento, hay dos restaurantes y una gelatería. Probamos en uno, restaurante Galilei. Nos gustó. Chiquitito y familiar, trato cercano, comida buena y precio adecuado. Repetiremos. El otro es un poco más chic, más caro, con menos variedad. No llegamos a probarlo.
Por una de las bocacalles de la plaza, Pizzería Su Ente. Buenísimas y finas pizzas, y la cena más barata también, desde luego. Abierto de 18-24h (aunque un día pasamos a las 23,45 h y estaba cerrado: ¿sería su día de descanso? ¿Una licencia horaria?).
Segundo día: Cagliari y la playa de Il Poeto
Después de la paliza de anoche (entre llegar, alquilar el coche, llegar al 5 Stelle, negociar, salir a cenar…), nos levantamos tranquilamente. Desayunamos los 4 solos en el pequeño y curioso comedor, adaptándonos a lo que había (bastantes cosas, aunque nada verdaderamente de nuestro estilo de desayunos). Y salimos a la calle. Hoy toca la visita de Cagliari.
Qué ver en Cagliari
Desde el principio empezamos a ver calles llenas de colorido, plantas, escaparates, rincones. Los principales barrios turísticos de Cagliari son Castello, Stampace, Marina, Villanova. En estos tres últimos Alberto nos recomendó buscar el alojamiento. El 5 Stelle está justo en el límite de Villanova.
Cagliari es una ciudad en cuesta. A veces hay escaleras e incluso un ascensor. Pero ¡merece tanto la pena perderse por sus calles! Da igual el barrio en el que estés. Vas a encontrar rincones coquetos y curiosos, calles llenas de macetas con plantas, fachadas coloridas, antiguas, preciosas. La Catedral es muy bonita. Pequeñita, pero muy bonita. Para admirar desde el suelo hasta el techo. Con un cartel con el que casi chocas al entrar sobre la vestimenta. Así que ojo con los tirantes y shorts.
No te pierdas tampoco el anfiteatro romano, del siglo II dC. No creo que merezca la pena pagar la entrada. No sé cuánto cuesta, pero se ve bien desde fuera. Es pequeño y no es de los mejor conservados, pero se distinguen perfectamente las gradas.
El bastión de San Remy. Si subes por las escaleras de mármol de Passeggiata Coperta o tomando el ascensor desde la Piazza della Costituzione podrás subir al Bastión de San Remy, con unas vistas fantásticas de la ciudad.
Pasear por el puerto de Cagliari y admirar los grandes yates allí amarrados.
Además Cagliari cuenta con grandes calles para recorrer: la misma vía Roma que discurre a lo largo del puerto, bajo unos soportales (aunque merece la pena cruzar al lado del mar para admirar sus fachadas). La vía Manno es también muy chula y concurrida. La vía Garibaldi, al lado de casa, llena de tiendas que entretienen la subida. Largo Carlo Felice, a un lado o al otro. Y luego el sin fin de callejuelas que conforman esos 4 barrios mencionados.
No puedo dejar de nombrar la pizzería donde comimos: Da Tonio Pizza & Food. Un restaurante pequeño, familiar con pocas mesas dentro y otras tantas fuera en la calle (aunque arriba también hay algunas). Pizzas al horno de leña, de chuparse los dedos. El local muy curioso también, pudiendo ver actuar al maestro pizzero detrás del mostrador mientras salivas esperando tu pizza.
En vía Barcelona nº 2, una perpendicular a la vía Roma, así que fácil y accesible para el visitante. Precio bastante bueno. Disfrutamos tanto la comida como la cuenta. Fueron muy simpáticos.
Un free tour en Cagliari
La playa de Cagliari: Il Poetto
La tarde la dedicamos a visitar la costa. La playa más famosa de Cagliari es la de Il Poetto. Seguimos hasta el final las indicaciones de Google. Aunque empezamos a verla a la derecha, continuamos hasta que el Maps nos señaló la llegada. Aparcamos en una zona de tierra para ello, que discurre paralela al mar, y allí nos plantamos.
Il Poetto es una playa larga de arena marrón, pero no totalmente fina, aguas tranquilas, familiar. Pero la verdad, nos decepcionó. Fue nuestra primera playa de Cerdeña, paraíso de arena blanca y aguas turquesas en las fotos. No es que sea una mala playa, es que es una más. Había muchas algas, aunque diferentes de las nuestras. Eran como muy finas, haciendo un manto sobre el fondo del agua, de manera que se pisaba blando. No como las algas de nuestras playas, alargadas y que se te enrollan en los dedos y tobillos. Ahora, igual de marrones, afeando el azul intenso del fondo. He de decir, que el agua a pesar de todo era transparente.
Después de unos baños nos dimos un paseíllo y vimos que unos cientos de metros más allá, parecía que el agua mejor y que había menos algas. En fin, una playa lo que se dice normal.
Al recogernos, vimos todo un ambientazo entre la playa y el parking (un descampado). Es una zona asfaltada para paseantes y con carril bici. Sólo un carril de coches en un solo sentido, circulando muy despacio. Así que es una zona muy agradable y segura para todas las actividades que pudimos ver disfrutar a los sardos al atardecer: correr, patinar, bicicletas, pasear, monopatines…
Cenamos en el Galilei. El camarero ya nos trató con deferencia. Creo que el próximo día acabaremos intercambiando los nombres…
Más opciones en Cagliari (y que nosotros no vimos)
> El Castillo de San Michel. Situado en el punto más alto de la ciudad, fue construido en el siglo XIV. Actualmente ha sido convertido en un centro de arte y cultura muy interesante, dicen, de visitar.
> En Cagliari también es señalado como de gran interés ver el mercado de Abastos (Mercado de San Benedetto), el mercado más grande de Italia. Abre cada sábado.
> En el barrio del Castillo: Torre del elefante, iglesia de la Purísima, la Torre de san Pancracio.
> Existen varios sitios para alquilar bicis. Por ejem, ScopriBikes. Te hacen tours para ver los famosos flamencos rosas que hay por las miles de lagunas de la isla y llegas a la playa de Il Poetto.
> También hay posibilidades de explorar el Golfo de Cagliari desde el mar, en bote. Ejem: Admaioravela o sailover lo organizan.
> La ciudad de Cagliari, bastante grande, aunque andando se hace perfectamente, la puedes descubrir con algo más de emoción: en tuk tuk, los triciclos-coche motorizados. También te pueden servir para llegar a la playa.
> Perteneciente a Cagliari también es Cala Mosca. Otra playa, mucho más pequeña que la kilométrica Il Poetto. De hecho, una cala, como su nombre indica. No nos atrevimos a ir por ser sábado y ser de menor tamaño, así que no os puedo dar mi opinión. Pero sabed que existe. Al sur del Monte de sant Elia, al oeste del cabo del mismo nombre.
> En lo alto del Monte Urpinu (Parco di Monte Urpinu), hay un mirador cuyas vistas deben ser espectaculares de Cagliari, el mar y los estanques salinos. Parece ser un muy buen lugar para hacer senderismo en Cerdeña.
> También se leen cosas en internet sobre las salinas de Il Poetto, y de Molentargius, el lago del mismo nombre y su Parque Nacional. Es un humedal, un área protegida por la cantidad de especies que anidan en ella. Entre otras cosas, son famosos sus flamencos y la roca “Silla del Diablo”. Se pueden hacer excursiones en bici también, además de andando. El horario del parque para recorrer sus rutas es de 8-20h en verano. Parking en la vía Don Giordi.
> Alberto nos recomendó comer pescaíto en el puerto. También en Lillicu (en la Marina), pero en el restaurante viejo, porque parece que tienen una versión moderna del restaurante. Para carne, Lo Spiedo (vía Palomba).
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3 comentarios en “10 días en Cerdeña con niños, no tan niños”
¡Que manera de viajar! Estas niñas no tan niñas no tendrán queja… Andan conociendo el mundo sin despeinarse. Y desde luego, tu lo bordas si hay que correr montando un viajecito… ¡que envidia! y que ganas me has dado de visitar esa isla…
Me ha sido súper útil. A ver si disfrutamos tanto de Cagliari como esta familia.
¡Gracias Silvia! Espero que sí, que os guste tanto como a nosotros