Una semana en Lanzarote. La guía definitiva de la isla

Unas semanas antes de nuestro viaje nos afanábamos en preguntar por buenos lugares para comer en Lanzarote, las mejores playas, las visitas imprescindibles… y tuvimos la suerte de que varios amigos conocían la isla y se animaron a respondernos. Íbamos a pasar una semana en Lanzarote y queríamos aprovechar al máximo para disfrutar de la isla.

Mención especial a Carmen, que tras viajar a la isla tan sólo un par de semanas antes, nos regaló un post con todo tipo de información para recorrer Lanzarote. También darle las gracias a Mª Paz, a Alejandro y a “otra” Carmen, con la que prácticamente nos dimos el relevo en el avión.

No tuvimos tanta suerte con el clima que se empeñó en nublar la mayoría de días y en presentarnos un molesto viento prácticamente a diario. Tal vez malogró algún día de playa pero, para nada, enturbió nuestro recorrido por Lanzarote que resultó ser una maravilla natural en todos sus rincones.

Salíamos aquel viernes por la tarde. Por delante teníamos una semana completa, y aunque parecían demasiados días en opinión de algunos, nosotros nos habíamos planteado este viaje con calma y la idea era recorrer la Lanzarote con pausa aprovechando para probar gran parte de aquellas recomendaciones. Aquí comenzaba pues, ¡nuestra semana de vacaciones gastronómicas en Lanzarote!

Una semana en Lanzarote. Itinerario y visitas

Presupuesto de viaje para una semana en Lanzarote

Dado que el vuelo resultó tan económico, decidimos tirar la casa por la ventana en cuanto a alojamientos y no nos equivocamos. Los bajos precios de los coches de alquiler igualmente nos empujaron a ello. El resultado: unos 350 € cada uno por el vuelo de Ida y vuelta, siete noche en alojamientos de nivel medio-alto y un coche de alquiler para los dos, la semana completa.

Vuelo Ryanair de Viernes a Viernes 35 € desde Valencia. Además con salida por la tarde, sin necesidad de agobios para la mañana de ese día y con vuelta más allá del mediodía, sin madrugones. Imposible resistirse…

Parking larga estancia con el registro en AENA, 35 € para los 7 días. Registrarse en AENA, hace que disfrutes de buenos descuentos en los parkings de los aeropuertos españoles. Casi ya no merece la pena utilizar las alternativas de aparcamiento privadas. La web de Parklick ofrece interesantes descuentos además de permitir la reserva con tiempo y evitar sobresaltos.

El alojamiento en Arrecife

Hotel Arrecife Gran Hotel Spa, 5 estrellas, 4 noches en doble con vistas al mar (si bien esto nos lo cambiaron por una suite enorme) por 400 €, incluyendo desayunazo. El hotel, situado junto a la playa de el Reducto, al sur de Arrecife, es uno de los mejores de la isla según parece y aunque al que permitió su construcción en tal lugar habría que… castigarlo, no se puede negar que merezca el reconocimiento. Además de las instalaciones con una buena piscina climatizada que sirve cocktails de impresión y una terraza donde tomar algo con las mejores vistas en la planta 17, se suma el servicio de spa con múltiples tratamientos y opciones. Por 19 € tienes el circuito de spa y a partir de 39 € multitud de marranadas para hacerte en el cuerpo. Un pero… ¡le vendrían bien más ascensores!. Haz click AQUÍ y resérvalo con cancelación gratuita

El alojamiento en Playa Blanca

Villas Lanza Suites, solo para adultos, en Playa Blanca, en Villa para dos con piscina comunitaria, 3 noches por 250 €, sin desayuno. Cerca de playa Flamingo, creo que una de las mejores zonas para quedarse en Playa Blanca. Parecían recién construidas cuando las visitamos, pocas semanas de apertura desde luego. Dos complejos muy cercanos con pequeñas casa individuales acondicionadas con cocina, amplio salón y terraza. Además todo el menaje a estrenar y electrodomésticos varios: lavadora, exprimidora, microondas, cafetera de cápsulas… No hubo problema para aparcar en la puerta. Un completísimo surtido de bienvenida: aceitunas, café, vinos, embutidos, yogourts, cervezas, refrescos… hacía presagiar que están abiertos hace poco y con ganas de agradar. Limpieza del apartamento diaria. Haz click AQUÍ y resérvalo con cancelación gratuita

Coche, Cabrera Medina. Un Fiat Tipo con todo riesgo incluido por 108 € para los 7 días. Recogida en el aeropuerto sin problemas a pesar de aterrizar a las 23 horas. La gasolina es aproximadamente un 20-30 % más barata que en la península. 30 € fueron suficientes para toda la semana. Por 8 € por día aparcamiento en el hotel de Arrecife. Respecto a la conducción y estado de las vías, todas las carreteras parecen recién asfaltadas. Perfectas.

Visitas. Las fundamentales: Timanfaya, los Jameos del agua, la Cueva de los Verdes y el Mirador del Río, están incluidos en el bono de 28 € por persona que se puede comprar en cualquiera de estas atracciones.

Cuanto cuesta un viaje a LanzaroteEl presupuesto de viaje para organizar una semana en Lanzarote.

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El itinerario y visitas de una semana en Lanzarote

Día 0. Vuelo y noche en Arrecife

Primer día. Paseo por Arrecife y el merecido día de descanso. Porque el concepto era descansar…

Segundo día. Recorriendo el norte de la isla, una ruta circular siguiendo las carreteras LZ1 y LZ10. Visita por la mañana del mercado de los domingos en Teguise, a solo 11 km de Arrecife. Seguimos al norte antes de la comida hasta los Jameos del Agua, una atracción turística imprescindible. Comida en Arrieta y ¡tarde libre! El hotel y las instalaciones exigen prestarles atención…

Tercer día. Si bien el circuito hacia el norte pudiera plantearse para un día completo, nosotros le dedicamos dos con hoy. Salimos en primer lugar hacia la Cueva de los Verdes, unos 30 km desde la capital. Desde aquí al Mirador del Río, unos 10 km desde los Jameos y la Cueva y lo más al norte que se puede llegar en la isla. De vuelta al sur, una parada en la población de Haría y comida en la caleta de Famara. La tarde fue para el spa y el disfrute personal.

Cuarto día. Salida desde Arrecife hacia el área de la Geria, la tradicional zona vinícola del interior de Lanzarote. Recorrido de norte a sur con visita de las bodegas La Geria. Antes de comer, pasamos por el pueblo de Yaiza. Comida y paseo en el Golfo a unos 5 km. Tarde con check in en Lanza Suites de playa Blanca. El resto de la tarde dedicado a conocer el paseo marítimo de Playa Blanca, muy prescindible.

Quinto día. Sur de la isla. No tuvimos suerte con el clima, así que nada de disfrutar de un día de playa. Para suplirlo, dedicamos tiempo a visitar más imprescindibles atractivos cercanos. Parque nacional de Timanfaya. De vuelta, seguimos de nuevo la costa oeste y visitamos los Hervideros y las Salinas de Janubio, al sur de el Golfo. Para comer, nos acercamos a playa Quemada, cruzando por la comarcal que pasa Las Breñas y Femés. Para la tarde paseamos por Marina Rubicon (también te lo puedes saltar) y cena en Puerto Calero.

Sexto día. Nuestro último día en la isla y de nuevo acompañados del incómodo viento. Paseo sin baño por la famosa Playa de Papagayo. Por la tarde, por fin decidimos bajar a la más cercana a nuestro alojamiento: playa Flamingo.

Séptimo y último día. Aprovechamos la mañana para conocer Costa Teguise, que nos gustó. Después visitar de nuevo Teguise, esta vez sin mercado, y tras comer allí, comenzamos la vuelta…

Ruta y visitas de una semana en Lanzarote
El mapa con las visitas de una semana en Lanzarote
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Arrecife: La denostada capital de Lanzarote

Que ver en Arrecife

Capital insular desde 1852 en que arrebató la condición de capitalidad a Teguise en el interior. Fue el lugar que elegimos para alojarnos los tres primeros días arrastrados por una buena oferta hotelera a pesar de que nada de lo leído convierte en atractiva la ciudad. Además de la oferta, su cercanía al aeropuerto, tan solo 6 km puedes ser igualmente un reclamo si bien las distancias en la isla pueden resultar casi de risa. Tal vez alguna noche menos sería suficiente.

Algo más de la mitad de la población de Lanzarote, de gentilicio conejeros, vive en la capital. Esto unido a su condición portuaria, la convierten tal vez en la cuidad más importante a nivel administrativo pero menos interesante para el turismo. A pesar de las pocas expectativas nos lanzamos a pasearla el primer día y sirvió para buenos atardeceres y alguna copa en los siguientes. A decir verdad, ni tan prescindible ni tan escasa de interés como la ponían foros y guías. A destacar de aquellos paseos por la capital:

La laguna de San Ginés y el Barrio de la Puntilla, el más antiguo de la ciudad. La primera es una laguna natural marina que sirvió a los pescadores para fundar la ciudad. Y en la parte antigua la Recova, área y edificio restaurado en parte en forma de mercado ahora mismo. También alberga edificios del ayuntamiento.

La avenida marítima y el quiosco de la música, donde se desarrollan muchos de los principales eventos de la capital.

El puente de las Bolas y el castillo de San Gabriel al que se accede mediante el atractivo puente construido como casi todo el la isla en piedra volcánica. Una pequeña fortificación del siglo XVI, ahora museo de historia, construido en el islote del quemado para defenderse de la amenaza de pirateria si bien de poco sirvió frente al pirata Morato Arraez. Su reconstrucción y mejoras posteriores en época de Felipe II le dan el aspecto actual.

Puente de las Bolas y el castillo de San Gabriel
Puente de las Bolas y el castillo de San Gabriel

La iglesia de San Ginés, pequeña ermita construida en 1574 pero ampliada en siglos posteriores hasta convertirse en iglesia. Tres naves se abren sobre el vistoso campanario de fachadas blancas. En la plaza de las Palmas, el sábado varios puestos ofrecen productos típicos de la gastronomía local. Nuestro paseo coincidió con las doce del mediodía y el toque de campanas se convirtió en un improvisado espectáculo musical. Curioso cuanto poco. En el interior de la basílica, destacan las columnas de roca volcánica que sustentan el edificio y el bello artesonado de madera de los techos.

La comercial calle León, donde se concentran algunas de las principales tiendas de la ciudad y algunos bares y cafeterías.

-Y, más allá, la Marina Lanzarote, una renovada área comercial frente al mar, a la que reconozco, ni nos acercamos

Dónde comer y beber en Arrecife

El piso 17 del Gran Hotel & Spa de Arrecife cuenta con un gastrocafé, Star City, donde poder tomar un buen café o una copa con las que posiblemente sean una de las vistas más impresionantes de la capital. Además, un restaurante, el Altamar, que no probamos pero en el que cenar frente al mar a dicha altura debe ser una delicia en si misma. Si probamos una noche la cena en el Star, más “informal”. Ofrecen un menú degustación por 15 € por persona más que correcto.

Strava. Muy cerca de la iglesia de San Ginés, en un callejón que sale hacia la calle León. Nos lo recomendó Carmen en su post y por la cantidad de gente que tenía las veces que pasamos, no podíamos desaprovecharlo. Tomamos dos copas de buen malvasía seco de Lanzarote con un pulpo como tapa por 15 €.

Leito de Proa. En el charco de San Ginés, donde nos sentamos a comer pues todas las mesas estaban ocupadas por conejeros. “Normalito” de aspecto pero con carta de pescadito que es lo que buscábamos. Aconsejados por el camarero: unos gueldes (pescadito canario), unas chips de morena, el revolcón de papa bonita (con jamón) y una ensalada, con sus correspondientes cervezas claro, por 36 €. Lo mejor y más destacable el precio y la ubicación, aunque hay bastantes más… No repetiríamos.

Divina Comedia. Un precioso local italiano en el Charco. Aunque no sea “políticamente correcto” recomendar un italiano. Animadísimo el sábado por la noche, tuvimos suerte de pillar mesa sin reserva. Todo, entrantes, pastas y pizzas, sabroso como corresponde a un italiano. Un carpaccio de solomillo, pizza y postre por 28 €, cerveza y buenísimo café incluido. Muy recomendable.

Tabla. Más alejado de el Charco esta vez. Frente al Club Náutico y por tanto muy cerca de “nuestro” Gran Hotel. Hamburguesas caseras y una amplísima carta de cervezas locales, de Lanzarote y del resto de Canarias. Un par de cerveceras locales: Nao Beer que produce algunas de las que probamos como la Marinera y Malpeis que comercializa la Jable. En ambos casos rubias frescas. Una buena tabla de embutidos, ensalada, aceitunas y papas arrugadas, bien servida para dos, con cuatro de estas cervezas por 32 €.

-También nos recomendaron en el Charco: la Puntilla, el restaurante Ginori y alguno más, imposible recordarlos todos y ¡mucho más difícil probarlos todos! Mil gracias por hablarnos de tantas cosas ricas.

El Norte de Lanzarote. Las mejores atracciones y dónde comer

Teguise: La vieja capital y ciudad más bonita de Lanzarote

Tras la alianza de un noble español con la hija del último rey aborigen comienza la construcción del primer núcleo urbano de Canarias, convirtiéndose de inmediato en la capital, ya en el siglo XV. Cuatro siglos en los que se construyeron bellos palacios e iglesias como corresponde a una ciudad de importancia durante muchos años. Lo ideal, de coincidir, hacer la visita en domingo para así aprovechar el tradicional mercado, aunque no estoy seguro de esto último, ¡vaya cantidad de gente acumulada!. Acercándose a la población, varios grandes parkings a rebosar de vehículos dan una idea de cómo estará el pueblo. Cobran 1.80 €.

Qué ver en Teguise

La iglesia conventual de San Francisco, del siglo XVI de enorme contraste entre el encalado de los muros y la piedra del campanario a un lado.

La calle Marqués de Herrera, que reúne algunos bellos ejemplos de arquitectura popular de la isla y donde nos tropezamos con el Bazar de Artesanía, el Bazar Mahema y el Patio del Vino.

La plaza de San Miguel, centro neurálgico de la población. A un lado, la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, la más antigua de Lanzarote, construida en el siglo XV. Una auténtica maravilla en la que de nuevo el contraste de los distintos tonos de la piedra volcánica que luce el campanario contrasta de modo significativo con la fachada blanca. Al otro lado, el palacio Spinola, uno de los más famosos de la población.

Plaza de San Miguel en la antigua capital de Lanzarote, Teguisse
Plaza de San Miguel en la antigua capital de Lanzarote, Teguisse

-El Convento de Santo Domingo del siglo XVII y un poco más alejado del centro y del montonazo de gente.

-Y en general pasear por las callejuelas y plazas adoquinadas y disfrutar de los bonitos edificios que nos vamos tropezando. Las fachadas blancas de las casas, rematadas en las esquinas por grandes piedras sin lucir, los ventanales y portones verdes y el ambiente colonial de un pueblo español de siglos pasados. Creo, definitivamente, que mucho mejor sería la visita en un día distinto del domingo…

Los Jameos del Agua

Imprescindible visita en cualquier visita a Lanzarote. Se trata de cuevas subterráneas abiertas al exterior tras colapsar el techo de los túneles de lava formados en las erupciones volcánicas. A su valor natural, basta saber que son uno de los mayores sistemas de este tipo de formaciones del planeta, se suma el atractivo arquitectónico que le otorga ser el primero de los emplazamientos donde Cesar Manrique trabajó en los 60. Su intervención consiguió la accesibilidad a las tres grutas que forman la estructura natural. Un restaurante al que se accede por una escalera de la propia roca en forma de caracol precede al jameo Chico. Un lago de trasparentes aguas que sirve de hábitat a la curiosa especie de cangrejos conocidos como jamecitos, cangrejos albinos y ciegos tras una adaptación milenaria a la escasa luz del espacio. Endémicos y únicos en el mundo son otra de las atracciones en sí mismos del cuidado entorno.

La entrada combinada a tres de los atractivos naturales que elegimos: Jameos del agua, Cueva de los Verdes y Mirador Del Río; la compramos allí mismo y costó 28 €. Ello supone un ahorro de seis euros por las visitas. Aprovechamos el ahorro y allí mismo lo gastamos: unas patatas y dos cervezas bien frías por 7 €.

Saliendo del primer jameo, el Chico, la piscina natural sobre la que Manrique deja descansar la sombra de una palmera centenaria. Un espectáculo que coincide con el primer momento en que disfrutamos del sol aquel día. Y por último, la mayor de las grutas, que hoy día sirve de auditorio. Un 10 para la naturaleza y un 10 para la adecuada intervención del hombre en este caso.

La cueva de los Verdes

A un kilómetro escaso de los anteriores e igualmente parte del sistema de tubos volcánicos formados con la erupción del volcán de La Corona. La cueva, con seis kilómetros de longitud, se prolonga en un túnel submarino hacia el mar, el conocido como túnel de la Atlántida.

Hasta 16 aperturas o Jameos se encontraron en el recorrido de este túnel y seguramente algunos de ellos ya fueron utilizados en épocas prehispánicas para adentrarse y utilizar la cueva como refugio. El recorrido de la parte visitable, unos dos kilómetros dice la guía aunque realmente es de un kilómetro, se realiza en una hora aproximadamente. La visita es guiada y acepta un máximo de 50 personas por grupo. Nosotros llegamos y en unos 10 minutos nos pusimos en marcha.

La ruta marcada se realiza a través de las galerías a dos alturas distintas a la ida y a la vuelta. En el trayecto la adecuada iluminación hace que se pueda disfrutar a pesar de la tan temida claustrofobia que hemos sentido en otras aventuras similares. En el camino se pueden ver los estalafitos, las formaciones a modo de estalactitas formadas por la lava solidificada. La sorpresa viene en la doble galería, muy al final…

El Mirador del Río

Lugar elevado de la costa norte, 470 metros, desde donde obtener buenas vistas de los islotes que conforman el archipiélago Chinijo y en concreto del más importante: isla de la Graciosa. El corto canal que separa la isla, de tan solo dos kilómetros es llamado por este motivo, el Río. El lugar aunque previamente elegido por el enclave estratégico que suponía, fue igualmente escogido por Cesar Manrique y sus discípulos para construir el famoso mirador. De nuevo un sello de identidad del artista que funde la estructura en la naturaleza, minimizándose el impacto de su obra. Aprovechamos la cafetería del recinto para un par de buenos cafés: 3.6 €.

Y solo decir que la vista resulta totalmente impresionante.

Mirador del río, al norte de Lanzarote, desde donde se puede ver la isla de la Graciosa

Caleta y Playa Famara

El paraíso de surferos como corresponde a las costas occidentales de la isla por sus vientos. Además una pequeña población perfecta para comer y una buena siesta en las dunas de la playa adyacente. Recomendación expresa de Carmen en su post, lo de la siesta, ¡gracias Carmen!

Playa de Famara
Playa de Famara, deseo de cualquier sufero que se precie y un lugar espectacular para comer

Arrieta y Haria

Dos pequeñas poblaciones, la primera junto al mar y la segunda en el interior, que lucen la tradicional arquitectura lanzaroteña y que sirven de parada perfecta para comer o tomar algo de camino o a la vuelta de un paseo por el norte de la isla. El entorno, en ambos casos, invita a quedarse.

Para comer en el Norte de Lanzarote

Nos recomendaron muchos sitios, aunque por supuesto no nos dio tiempo a probarlos todos…

-En Arrieta, comimos en La Nasa, recomendaciones de Carmen y M Paz. Un lugar frente al mar especializado en arroces. Llegamos sin reserva y fue una suerte sentarnos después de esperar tan solo lo que nos duró una cerveza. Una buena ración de mejillones, un arroz negro para dos, unas cervezas y el café por 50 €. Exquisito. Alejandro también nos recomendó en Arrieta, el Amanecer, muy cerca del anterior y donde parece se sirve comida recién capturada por los pescadores de la zona, pero no hubo tiempo de probar…

En Haría nos recomendaron el restaurante La Frontera, nos dijeron “carne muy buena y con raciones abundantes “, pero tampoco tuvimos tiempo de parar a probarlo. Seguro que para la próxima.

En Caleta de Famara, restaurante El Risco, donde llamamos para reservar. Y es que esta recomendación venía de todos los lados. Nos vinimos arriba y probamos el pulpo que venía como recomendación clásica, el pescado del día al horno, una sama que es pescado de la Graciosa, y un vino de las bodegas Los Bermejos, uva malvasía volcánica… Salimos encantados y con 100 € menos. Hay que ir y dejarse aconsejar, desde luego. Atún rojo, vieja, cherne, tatakis… ¡imposible no tratar de repetir!

En Teguise, la Cantina. Un local precioso que ha sabido sumar cierto toque actual a un caserón antiguo con patio. Tablas y tapas muy variadas. Unas bruschettas ibéricas, unas papas arrugadas y una ensalada de trufa negra. Y de postre: Bienmesabe, una crema de almendra con helado de vainilla, galleta y moscatel ¡y Affogato, café y helado!. La comida por 45 €. El concepto y probablemente el dueño es el mismo del “Tablas” en Arrecife: buenas cervezas locales y hamburguesas de calidad. Definitivamente mucho mejor el pueblo y los locales fuera de los Domingos de mercado.

Qué ver en el Centro y el sur de la Isla de Lanzarote

La Geria, la zona vitivinícola de Lanzarote

Saliendo desde Arrecife hacia el interior y cruzado San Bartolomé, al que tratamos de encontrarle el atractivo sin éxito, llegamos al famoso monumento al Campesino, nada que añadir…

Una vez aquí se toma la LZ30 hacia el Sur. La conocida carretera de la Geria atraviesa los tierras negras volcánicas salpicadas de las famosas viñas que producen el vino de Lanzarote. Unos 15 kilómetros de ruta hasta llegar a la localidad de Uga.

La curiosa manera de cultivar las cepas, hace que se labren sobre pequeños cráteres que facilitan el acceso de las raíces a las capas más profundas con agua. Además y para protegerlas del viento, se rodean en medio círculo con una pequeña estructura de piedra volcánica. El conjunto desde luego es muy original y vistoso.

En la ruta se puede visitar algunas de las bodegas como la Geria del siglo XIX, las bodegas Stratus y las del Grifo. Estas últimas son las más antiguas de las Islas Canarias y en muchas de ellas es posible acompañar la visita de bodega y el paseo por las instalaciones y la producción, de una cata del vino malvasía, tan tradicional de Lanzarote. Nosotros nos metimos en La Geria, que fueron las últimas de nuestro recorrido de norte a sur y a las que llegamos poco más allá del mediodía, es decir, mejor hora para un vino. Sardinas y copa de vino por 6.50 €.

Muy cerca, nos recomendaron El Chupadero, un local donde tapear en un entorno único de vides. La pena fue encontrarlo cerrado.

Yaiza y Uga

Terminando la carretera y la zona de la Geria, llegamos a Uga y Yaiza. Poblaciones de arquitectura blanca y simplista como los otros pueblos que hemos ido visitando en Lanzarote.

La playa del Golfo y la laguna de los Clicos

Unos riscos de roca rojiza que caen al mar sobre una pequeña playa de arena profundamente negra. Tras la misma, la peculiar laguna volcánica de los Clicos a escasos metros de la plata y el mar. Unos 10 minutos de paseo sobre los acantilados son suficientes para disfrutar de las bonitas vistas. El oleaje rompiendo en los riscos forma un bello espectáculo natural. A la laguna se puede acceder desde el norte, en el Golfo, como hicimos y también desde el sur, aunque la carretera la encontramos cerrada. Junto a la playa y los acantilados, el pequeño pueblo de el Golfo, muchos restaurantes y un sitio perfecto para comer. 100% recomendable.

laguna de los Clicos en Lanzarote
Playa de el Golfo y laguna de los Clicos en Lanzarote

Playa Blanca y playa del Carmen

Un buen lugar del sur de la isla donde alojarse, rodeado de algunas de las que dicen mejores playas de Lanzarote como playa Flamingo (que sería la que volveríamos a elegir), playa Dorada y sobre todo playa Papagayo y muy cerca de algunos de los principales atractivos naturales de la isla como el parque nacional de Timanfaya. La población en concreto, se ha quedado anclada en los 60 y ofrece un ambiente más bien desmoralizador… Cutre es una definición acertada en mi opinión. La primera noche en que tratamos de cenar cerca del alojamiento, en el paseo, no hubo manera más allá de las 21 horas, solo un par de locales en los que no hablaban español pero nos aclararon que no funcionaba la cocina ya.

Respecto a Playa del Carmen, son ocho kilómetros de algo muy similar… Cierto es que la playa es más amplia y larga pero el modelo de negocio y restaurante, quedó obsoleto en mi opinión, no así para el turismo de sol y playa venido de Europa: Añadir restaurantes chinos, indios, tiendas de sombrillas, pintas baratas y televisores con fútbol inglés y éxito asegurado…

Parque Nacional de Timanfaya

Uno de los cuatro parques nacionales de Canarias y que sirve de protección al paraje generado en la última erupción del volcán, allá por 1730. Tal fue el movimiento que sacudió la isla durante varios meses, que la superficie de la misma aumentó una tercera parte. El actual área protegida se encuentra dentro de la lista de patrimonios de la humanidad desde 1993.

Parque nacional de Timanfaya
Parque nacional de Timanfaya, el imprescindible de Lanzarote

Hasta 25 cráteres se alinean sobre la línea que se rompe de la placa africana y confirma un árido paisaje de un cromatismo sin parangón. Un paisaje lunar tal vez. Tal es la aridez que provoca la visión que un diablo fue elegido como figura representativa e icono del parque nacional.

Desde Yaiza, unos seis kilómetros a la entrada del parque. El acceso a las montañas de fuego está incluido en el precio del abono que compramos. Para recorrerlo hay cuatro posibilidades:

-La ruta de los Volcanes o de las montañas de fuego. Este es el recorrido habitual y se realiza en bus. Es el que hicimos en cuanto llegamos. Aunque puede quedar desdibujada la visita de esta manera, nos parece 100% recomendable. Un recorrido de 40 minutos aproximadamente que merece la pena hacer desde el lado derecho del bus.

-La ruta de Termesana, unos 2 kilómetros guiados por el sur del parque.

-La ruta del Litoral, un sendero paralelo a la costa que lleva unas 4 ó 5 horas.

-El recorrido en dromedario con salida desde el Echadero de los Camellos

Un par de cafés en el restaurante del Diablo en el centro del parque nacional (3.60 €) para recuperar la temperatura y seguimos camino. Y es que no tuvimos mucha suerte con el clima esa semana…

Los Hervideros y las salinas de Janubio

Al sur de el Golfo, una serie de toberas volcánicas abiertas donde el mar dispara con la presión columnas de agua hacia arriba. El día que lo visitamos, el mal tiempo y el mar embravecido mejoraron la visita pero nos fastidiaron el vuelo del dron… Algo más al sur, las antiguas Salinas, todavía explotadas hoy día, que con poco tiempo, tal vez no merezcan la pena la foto. Todo el tramo de Costa es realmente bonito.

Playa Quemada

Además de un sitio con dos o tres buenos restaurantes para comer junto al mar, es un lujo de tranquilidad. Hacia el sur, caminando, se suceden hasta Punta Gorda varias pequeñas playas de arena volcánica, en los que seguro eres especial, casi único.

Playa Papagayo

Un polvoriento camino de pocos kilómetros te lleva desde Playa Blanca hasta la entrada al parque nacional de los Ajaches, donde se encuentra la famosa playa de Papagayo, una de las que dicen más hermosas de España y del planeta. Hay que pagar 3 € por el vehículo para acceder. Además de esta playa también se accede a otras como playa Mujeres. Un par de chiringuitos gozan en lo alto de las mejores vistas de la estrecha cala. Suerte que la zona está en área protegida. Esto ha hecho que no proliferen los negocios y construcciones por doquier que se divisan del otro lado. La pequeña playa está, de momento, a resguardo…

Playa Papagayo
Disfrutando de las magníficas vistas en Playa Papagayo, al sur de Lanzarote

Un par de refrescos, unas patatas, aceitunas y un bocata que compartir salieron en Casa El Barba, uno de los dos que hay allí, por 14 €.

Dónde comer en la Geria y en el Sur de Lanzarote

-En el Golfo, dos recomendaciones: El Bogavante y el Costa Azul Casa Tato. En el segundo tomamos unas cervezas con unos taquitos de cherne rebozados y unas papas arrugadas como aperitivos. No pudimos dejar de comer y le añadimos un pulpo. Al final comimos casi sin querer. Reinvertir un poco en mobiliario y lavarle la cara no le vendría mal, la localización lo merece. El pescado y el pulpo buenísimo, el precio 46 €. La orientación y el lugar aconsejan quedarse a disfrutar del atardecer. No tuvimos suerte con el clima.

-En Yaiza, Casa Bodega de Santiago que ha entrado en varias ocasiones nominado como mejor restaurante de canarias. Un caserón del siglo XIX que abraza un enorme ficus en la terraza pero que en los pequeños salones interiores ofrece una carta variada de carnes y pescados siguiendo recetas tradicionales. ¡Lo demás complicado elegir!. Nosotros probamos un tartar de sardinas ahumadas, una ensalada tremenda de aguacate y ventresca y las chuletillas de lechal, junto con un tinto de bodegas el Grifo, Ariana. El postre, un queso de la población… Ya sabemos porque anda cerca en esa lista. Precio: 90 €.

-Playa Quemada. Restaurante Playa Quemada Casa Tino, ¡gracias Carmen por la recomendación!. Al lado, otros como Sal Marina y el Pescador, con buena pinta pero “menos coches aparcados”. Situados junto al Atlántico, una pena que las playas sean de roca. El lugar es magnífico para comer, abrigado del viento y agradable al máximo. Pedimos una sepia como entrante, un arroz de marisco para los dos y, de nuevo, el buen vino de bodegas Bermejo. Todo por 60 €. ¡De esos sitios a los que volverás!

-Cenamos una noche en Puerto Calero, después de huir de playa del Carmen y playa Blanca, parece que algo mejor pintaba. Cenamos en La Pappardella, un italiano adecuado junto al puerto. Sin pena ni gloria por 34 €.

-En dos poblaciones del interior en el sur nos recomendaron sendos restaurantes: En Las Breñas, aconsejado restaurante Casa Marcos y en Femés el Casa Emiliano, al que no se le puede negar una bonita terraza con vistas. También quedaron para la siguiente.

Definitivamente nos quedábamos con el interior de la isla y los grandes atractivos naturales que posee. En la costa, pequeñas y sabrosas poblaciones para comer: Arrieta, El Golfo, Playa Quemada o la caleta de Famara. En cuanto a playas, de elegir, tal vez nos quedábamos con Flamingo en playa Blanca y Costa Teguise, sin perder en la lista la fotogénica playa de Papagayo. Y en general, un buen montón de lugares que elegimos para comer y quisimos recomendaros aquí.

PN de Timanfaya en Lanzarote
En los alrededores del PN de Timanfaya en Lanzarote

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3 comentarios en “Una semana en Lanzarote. La guía definitiva de la isla”

  1. ¡Vaya isla de paisajes fotogénicos! Me quedo con las pequeñas poblaciones costeras, con su interior y , por supuesto, con su gastronomía. Nos queda pendiente visitar La Graciosa, recorrerla en bici y relajarnos en sus idílicas playas… Será para otro viaje.
    Me encantan las fotos

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