Después de disfrutar de una semana de la ciudad de Chicago y visitar todos y cada uno de sus rincones, nos disponíamos a salir de la ciudad en busca de aire más puro. Para ello nada mejor que embarcarse en la visita de alguno de los cercanos parques nacionales y para nosotros la mejor inversión fue la visita de Yellowstone y Gran Teton en los días que nos quedaban. Recorrer los parque nacionales de Norteamérica en coche es sencillo y aquí os contamos como lo hicimos. Nuestros dos diarios de viaje de la quincena en Norteamérica:
Cuatro días en el parque nacional de Yellowstone
Viajamos hasta el aeropuerto de Jackson Hole, en el condado de Teton, Wyoming. Jackson es una zona con muchos hoteles y moteles porque es zona de deportes de invierno. De hecho, en esta parte del país se dice que hay 4 estaciones: junio, julio, agosto e invierno. Pudimos comprobarlo y estamos en agosto!!! Tras recoger maletas pasamos a buscar los coches de alquiler, dos coches tipo furgoneta y suv. El alquiler lo teníamos con Avis y no nos avisaron que no tenían oficina en el aeropuerto, así que nos trasladaron a la ciudad. Esto nos hizo retrasar nuestra salida porque encima el servicio fue lento y deficiente (no GPS para el coche que sí habíamos cogido, etc).
Una vez acomodados comenzamos nuestro viaje hacia West Yellowstone, donde teníamos el alojamiento. Es importante antes de comenzar un viaje por carretera en esta zona consultar el estado de las mismas porque en verano también es la época en que se dedican a arreglarlas. Puedes encontrarte con algunas cortadas. Suele ser un enlace que facilitan al alquilar la vivienda.
Paramos a comer en un verdadero bar americano de carretera, zona ya de grandes nieves en invierno. Five 11 Main, Ashton, Idaho. Tuvo la gracia que mientras comíamos sonó muy cerca el pito del tren, igual que el de las películas del Oeste, que todavía nos hizo ambientarnos más en esta América archiconocida gracias el cine. Las carreteras no son malas, están indicadas en millas, pero hay que ir despacio. Pocos semáforos, grandes cruces que lo normal es que se detenga el coche y se salga según el orden de llegada, más que si es tu derecha o izquierda. Son corteses en la carretera. Los coches son automáticos y la gasolina es muy barata. Por ello debe ser que van siempre en coche y es rarísimo ver a alguien de paseo. También es cierto que a partir de aquí la posibilidad de ver osos u otros animales salvajes es grande y está muy avisado en cartelería lo que se debe hacer y lo que no.
Tengo que decir que me sorprendió gratamente que las indicaciones de peligrosidad están puestas en inglés, claro, pero también en español y en chino. Un detalle valioso en estos lares. Por fin llegamos a West Yellostone. Ciudad en el concepto americano, llena de moteles y casas de alquiler (zona también de deportes de invierno y caza), calles en cuadrícula con las viviendas bajas y separadas por terreno, y en un cruce de esta cuadrícula zona de bares y tiendas. El resto, solo con casas y, por supuesto, nadie paseando, a todos sitios en coche. La casa que alquilamos para los 10, Faithful Street Inn, estaba muy bien equipada, muy grande y espaciosa, con 5 habitaciones y 4 baños. Relativamente cerca había un supermercado bastante bien surtido en el que nos dio tiempo a hacer la compra para equiparnos para desayunos y excursiones.
Celebramos nuestra llegada a la zona del frío con una buena cerveza en un pub estupendo y con una gran oferta de grifos: Slippery Otter Pub, en 139 N Canyon St, y que abre hasta las 23:30h.
West Yellowstone se encuentra junto a una de las puertas del Parque Yellowstone (el Famoso Parque del Oso Yogi y Bubú), eso lo hace algo más barato que las estancias en el interior y merece la pena puesto que está al lado. Con suerte, también se pueden ver animales, ya que para ellos no hay barreras. De hecho, una mañana nos comentaron que había habido un grupo de osos paseándose junto a la casa. Una pena que no los viéramos pero es lo que hace entendible que no se pueda salir tranquilamente a pasear solo.
La entrada al Parque cuesta 35$ por coche y 7 días. Como ya he comentado está muy bien preparado para el turismo, se nota que tiene más de 100 años de declaración de Parque Natural (el primero) y todos los avisos e informaciones se encuentran en varios idiomas, pero siempre en inglés y español.
Comenzamos por Old Faithful Area, la zona de géiseres, fumarolas, pozas de agua caliente (aquí se encuentran unas de las más grande del mundo). En el camino nos encontramos en la carretera con nuestro primer bisonte, un animal muy potente en la cercanía. Representó en ese momento toda una experiencia. Entonces no sabíamos que veríamos muchos a lo largo de los días. Lo primero fuimos al Old Faithful Visitor Center para recoger información -también son espacios donde se pueden comprar recuerdos de la zona y pueden tener aseos y cafeterías. Es curioso que suelen estar atendidos por jubilados, como una forma de compensar las pensiones, igual que ocurre en las cajas de supermercados.
Es importante observar el panel informativo de los tiempos de espera para que eclosión en los géiseres, porque es espectacular verlos. El Old Faithful Geyser es el más famoso y predecible, cada 92 minutos erupciona, con un margen de error de 30 minutos, dura unos 5 minutos y sube 180 pies. Otros cercanos son el Castle Geyser, que después de entrar en erupción estuvo saliendo vapor, el Riverside Geyser, que estaba en el río y producía una columna de agua de 75 pies de altura creando un arco sobre el río Firehole, entre otros.
Toda la mañana se nos pasó recorriendo las pasarelas, de las que no te puedes salir, ya que es un peligro pisar esos terrenos, para ver este paisaje entre dantesco y bonito. Subimos al Observation Point Trail, que permite ver todo el área y muy cerca se llega al Solitary Geyser. Es curioso ver a animales bebiendo de estas aguas y paciendo por la zona. Parece ser que terminan con muchos problemas de dentadura por lo agresivas que son estas aguas.
En el interior de esta zona hay un hotel, Old Faithful Inn, con un vestíbulo impresionante porque tiene una altura equivalente a siete pisos, todo de madera y construido en 1904.
También en la zona existen aseos públicos y otra zona de restauración donde recuperarse de las caminatas. Eso hicimos y por la tarde pasamos por Esmerald Pool, poza en la que se ven muy bien los diferentes colores de las aguas/fondos debidos a diferentes temperaturas y por Grand Prismatic Spring, segundas aguas termales más grandes del mundo, con mucho colorido.
De regreso a casa pasamos por Firehole Lake drive, carretera de único sentido que permite pasar junto a varios geíseres sin salir del coche.
Aunque la temperatura no era muy mala, eran días fríos pero soleados y después de tanta emoción visual nos sentó de miedo llegar a casa y tomarnos un vinito (aquí chilenos y californianos).
Nuestro siguiente día lo dedicamos en primer lugar a la visita del Gran cañón de Yellostone (piedra calcárea y arenisca amarillenta, de ahí el nombre). La carretera que nos llevaba hasta allí presentó un paisaje muy bonito con grandes praderas, bastantes bisontes, ciervas, fumarolas grandes y pequeñas lo que da idea del calor del subsuelo, y fuimos bordeando el río Gibson. El centro de visitantes está muy bien y con explicaciones muy didácticas del gran cráter (ya que todo este parque está en un gran volcán), sus glaciares, geología y tribus que lo habitaban (que están exterminadas o casi). Por el fondo discurre el río Yellostone, que presenta dos bonitas cascadas, superior e inferior. Anduvimos bastante por ambas márgenes del cañón (North Rim y South Rim). Por North Rim Drive, carretera de único sentido, con paradas en los miradores Lookout Point y Grand View. No pudimos ver Inspiration Point porque estaba cerrado y también apreciamos la lengua del glaciar. Por South Rim ascendimos hasta el Artist Point y hasta el Point Sublime (que no es preciso hacer porque lo que se ve es mejor en el Artist Point) y también las cascadas, Upper Falls View, Brink of the Upper Falls. Recorrimos la zona para ver un bonito estanque con nenúfares, Lily Pad Lake, y nos encontramos una inmensa “caca de oso” junto al camino. Unos senderistas nos comentaron que el día anterior lo habían visto allí. ¡Qué la vamos a hacer, los animales salvajes son así, no siempre aparecen!. No pudimos ver Uncle Tom’s Trail porque estaba cerrado, una enorme escalera que conduce al borde del río.
De vuelta a casa pasamos por Gibbon Falls, en el Gibbon River, pegado a la carretera, cataratas con 84 pies. También en las cercanías del río Madison, pegado a la carretera, pudimos ver bisontes bebiendo y arces en la lejanía. En una zona de la carretera observamos caminando cerca del borde a una madre osa con dos oseznos. Inmediatamente todos los coches pararon y las personas que se bajaron con sus gritos y ruidos hicieron que de forma rápida cambiaran su dirección y se adentraran en el bosque, así que solo los vimos un momento.
Este día al llegar a la ciudad nos fuimos a dar una vuelta por la zona comercial. Las tiendas y restaurantes están abiertos de 10 a 22h. En general, todos los lugareños son muy amables. De nuevo tomamos algo en Sleepers.
La mañana siguiente cogimos dirección Norris hacia Mammoth Hot Springs. En el camino, pueden contemplarse paredes de obsidiana y basalto (Sheepeater Cliffs, acantilados con columnas de rocas de basalto, Obsidian Cliff, acantilado con rocas de obsidiana negra que no pudimos ver porque estaban de obras en la carretera) y paisajes muy bonitos con ríos y praderas. Paramos en el Swan Lake, bonito y gran lago con cisnes, en The Hoodoos, rocas de travertino de formas curiosas y en Golden Gate Canyon, estrecho cañón que era una antigua ruta de diligencias y una bonita cascada.
En Mamoth Hot Springs se encuentran las Upper and Lower Terraces, piedras calizas provenientes de las aguas termales, y éstas le van imprimiendo formas aterrazadas. Hicimos un recorrido por las Lower, que va divisándose el pueblo abajo, Fort Yellostone, que de hecho ha estado afectado por estas aguas. También existe un recorrido de sentido único en coche por las Upper Terraces. Fort Yellowstone es el paraíso de ciervos, que campan a sus anchas por todos sus espacios. Los rangers, en general no te permiten acercarte e incluso te invitan a retirarte de un jardín si son ellos los que se van aproximando a ti. La localidad tiene edificios construidos entre 1886 y 1918. En uno de ellos se encuentra en Centro de Visitantes, que como siempre resulta interesante para ver la colonización de la zona y las tribus que lo habitaban. En este caso tiene una especie de zoo de animales disecados. En el bar grill de la zona sirven unos helados enormes… eso si se piden los más pequeños!.
Desde aquí partimos hacia Tower-Roosevelt, parando primero en Petrified Tree, secuoya quemada por cenizas volcánicas hace cincuenta millones de años, en la que se puede ver el tronco petrificado. Es curioso.
Continuamos carretera por Lamar Valley porque decía que era zona de muchos bisontes y efectivamente así fue: enormes praderas con cientos de bisontes, en algunas zonas pegados a la carretera y otras los vimos en la lejanía, pero de verdad, que bisontes a montones, como en las películas del Oeste!. Mezclados con ellos había antílopes.
Ya teníamos nuestra ración de bisontes a tope, pero no así la de osos. Por eso, nos adentramos caminando desde la carretera hasta Trout Lake, un lago muy truchero, donde dicen que suele haber osos, pero… no vimos ninguno. Claro que, por otro lado, en las recomendaciones siempre dicen que vayas en grupo y hablando para que ellos no aparezcan y jugamos entre el miedo y las ganas de verlos. Desde aquí y ya cansados, por Canyon Village volvimos a casa habiendo hecho 250 km en el día.
Por esto el día siguiente lo planteamos más tranquilo, llegando al Norris Geyser Basin, lugar interesante porque es verdad que parece suelo de porcelana, de ahí su nombre. Tiene dos recorridos, uno corto Porcelain Basin Trail que hicimos y otro largo que sólo realizamos un tramo, Back Basin Loop.
Desde allí, atravesando Hayden Valley, con sus prados verdes y bisontes, llegamos a Mud Vulcano en el que se encuentra Black Dragon’s Caldron Area, zona de aguas termales con la caldera llamada “el demonio de los bosques”, la más grande de la zona. Es parte clara del volcán en el que estamos y con un olor intensísimo a azufre. Como siempre, es un recorrido al aire libre y rodeando estas formaciones termales.
Camino de nuestro siguiente destino pasamos por Hardy’s Rapids, dando un paseo junto al río Yellostone, en donde se ven águilas calvas y patos arlequín y osos… que tampoco visualizamos.
Nos dirigimos al lago Yellostone y paramos en el Fishing Bridge, puente que se construyó en 1937 por los pescadores y que actualmente es un mirador. En el Fishing Bridge Visitor Center hay también animales disecados. Bajamos hasta la orilla del lago pero el día realmente era desapacible, con mucho frio y lluvia aunque estábamos a final de agosto. Rodeamos el lago en coche, inmenso y con olas hasta el mirador Lake Butte Overlook para ver el atardecer y apreciar su extensión y montañas nevadas al fondo.
De vuelta a casa pasamos por el Firehole Canyon Drive, ya muy cerca de Madison, en donde se pueden apreciar increíbles paredes en el cañón, cataratas y zonas de rápidos en el rio, por una carretera de único sentido, con acantilados de 800 pies y con una zona habilitada para el baño, y en la que había algunos bañistas. Volviendo a casa como siempre por la carretera que discurre pegada al rio Madison. Es un paisaje muy bonito y por la hora que lo hacemos suele haber animales abrevando en su cauce.
También este día resultó cansado porque al final sí recorrimos muchos kilómetros.
El último día de estancia en este Parque amaneció muy lluvioso y frio. Fuimos de nuevo en dirección al lago Yellostone parando en Fountain Paint Pots, que presenta los 4 tipos de actividad térmica juntos: géiser, fuentes termales, fumarolas y pozos de lodos.
Paramos en las Kepler Cascades, cascadas de 150 pies en el río Firehole, impresionantes. También paramos en el punto alto del Isa Lake, Craig Pass, pegado a la carretera. Este lago parece ser uno de los pocos lagos naturales que desembocan en dos océanos distintos, drenando la mitad de sus aguas a cada lado, a las cuencas del Pacífico y del Golfo de México.
Visitamos el West Thumb Geyser Basin, un géiser dentro del lago con ciervas en sus inmediaciones. Dicen que estos géiseres dentro del agua los empleaban los pescadores para cocinarse los pescados.
Camino del Lake Yellowstone Hotel, edificio de fachada victoriana, nos cayó la primera nevada de ese verano. La verdad es que es un edificio bonito con unas vistas impresionantes sobre el lago.
Volvimos a casa y despedimos West Yellostone con una cena en el Madison Crossing Lounge (121 Madison Av), lugar donde no se puede reservar, es llegar y esperar turno. Aunque la cena no estuvo mal y la historia era probar carne de bisonte, fue una espera excesivamente larga y creemos que no de forma justificada. La trucha también estaba muy buena.
Nuestras fotos del PN de Yellowstone
Parque nacional de Grand Teton
El día 28 de Agosto salimos desde West Yellowstone hacia Grand Teton, siguiendo la zona donde se encuentra el Shoshone Lake. Paramos en el Lewis Lake, lago muy pesquero conectado por un canal con otro lago, el Shoshone Lake. Está muy poco antes de franquear el puesto sur de salida de Yellowstone. Entramos ya en el Parque Natural del Grand Teton, para lo que no tuvimos que pagar otra entrada por acceder desde el otro Parque. Únicamente si se sale de los 2 Parques y se vuelve a entrar habría que comprar una nueva entrada, pero para pasar de Yellowstone a Grand Teton y viceversa no supone desembolso.
Nos dirigimos al alojamiento en Colter Bay (Grand Teton Lodge Company), en unas cabañas, bonitas pero caras. Es verdad que era dentro del Parque y son cómodas pero sin frigorífico. Por supuesto también aquí está muy avisado el peligro que pueden tener los animales salvajes. Este día visitamos Colter Bay Visitor Center y al Indian Arts Museum, con objetos de tribus indias de América y venta de artesanía india. También paseamos alrededor del Jackson Lake, con la imagen de las grandes montañas nevadas, llamadas la catedral (las 3 cimas, que aparecen en las películas de Paramount). Se aprecian bien sus glaciares, morrenas y circos.
Hicimos una subida a Signal Mountain por una carretera estrecha y sinuosa con muy buenas vistas y en la bajada se encuentra el Jackson Point Overlook. Caminando 100 metros se llega a este mirador donde el fotógrafo William Henry Jackson hizo sus famosas fotos de Grand Teton, porque es una vista magnifica de él, pero también de una gran parte del Parque. Aunque es difícil ver animales por espesura de bosques, vimos en la lejanía manadas de caballos salvajes, ciervos y alces.
Cenamos en una pizzería en Colter Bay. En la zona hay algún restaurante tipo pizzería, self service y comida americana sobre todo.
Nuestro segundo día en el Grand Teton fuimos hacia Jenny Lake Overlook, con espectaculares vistas del lago con los Tetones de fondo todos nevados: The Cathedral Group: Grand Teton (13.770 pies), Mount Owen (12.928 pies) y Teewinot (12.325 pies). Además de esos tres que forman la catedral están South Teton (12.514 pies), Middle Teton (12.804 pies) y Mount Moran (12.605 pies).
En el Jenny Lake Visitor Center, tomamos la información sobre salida de los barcos para cruzar el lago y subir a Inspiration Point, pero nosotros decidimos hacer la ruta andando y bordeando el lago. Parte del camino más pegado al lago estaba cortado y tuvimos que ir por el que va a media ladera. No llegamos a Inspiration Point porque el camino estaba cortado, pero llegamos bastante cerca. De camino vimos Hidden Falls, cascadas muy bonitas y un alce abrevando en un lago.
Muy cerca de la zona sur (Moose) de entrada al Parque y cerca del rio Snake se encuentra la Chapel of the Transfiguration (1925), iglesia todavía en uso, en donde por detrás del altar hay una ventana enorme con vistas al Grand Teton.
Muy cerquita está Menor’s Ferry, en donde un granjero que llegó a la zona, W. D. Menor instaló su granja junto al rio Snake en 1894. Se han rehabilitado la cabaña, el almacén, el ferry y la instalación que construyó para pasar el rio, y que fue vital para los primeros pobladores de la zona. En un último intento de ver osos pasamos por un pequeño lago, Leeks Marina, pero nos tampoco hubo suerte, así que volvimos a la cabaña a hacer la maleta.
Llegamos al aeropuerto de Jackson para coger el vuelo hasta Chicago y de aquí a Madrid. Nos llevamos imágenes en la retina muy diversas, muchas de ellas conocidas gracias al cine -películas de tramperos, del oeste, la mafia, entre otras-, pero nos costó ver algún rastro de sus antiguos moradores, solo en una camiseta. En conjunto muy recomendable, un viaje variado como el país que acabábamos de dejar: naturaleza impresionante y salvaje, junto a ciudades espectaculares, desiguales y algo inhumanas.
Nuestras fotos del PN de Grand Teton
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1 comentario en “Yellowstone y Grand Teton en coche”
Yellowstone es una maravilla. Parece que aterrices en otro planeta. Para los amantes de la naturaleza y los paisajes es un destino obligatorio, único en nuestro planeta. Precioso el reportaje y las fotos.