En nuestro sexto día del viaje Transiberiano y Ruta de la Seda llegamos a Ekaterimburgo. A pocos metros de nuestro alojamiento decidimos comer antes de patear la ciudad. Paramos en un self service cuyo nombre sería imposible de reproducir por cualquier foráneo. El personal no hablaba inglés, por lo que la comida expuesta en vitrinas nos facilitaba la ardua tarea de elegir menú.
Al igual que la comida, la bebida también se encontraba a la vista de la clientela. Decidida a probar algo nuevo y sin tener referencias de ninguna de las cervezas rusas mostradas, me decante por el formato vistoso y alegre de la KLINSKOYE, una cerveza rubia muy clara a la vista y poco amarga al paladar, con un sabor a malta ligeramente tostada que enmascara una graduación de 4,5°.
La única pega, su temperatura. Servida a temperatura ambiente, estos 500 ml. de cerveza dejan mucho que desear, aunque por 70 rublos (menos de 1€), no se puede pedir mucho más.
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1 comentario en “Una Klinskoye en Ekaterimburgo, Rusia”
Sin duda una de las mejores experiencias que puede vivir cualquier viajero, el Transiberiano. Y que decir tiene, que ¡con vosotros fue todavía mucho mejor!