La más famosa de las Rapas de Galicia, tiene lugar en Sabucedo, que es una pequeña localidad situada a unos 40 km de Pontevedra. Inicialmente tenia lugar el día de Pentecostés (Domingo de Resurección), pero actualmente se ha cambiado el día de celebración al primer sábado de julio. Su origen tiene relación con una leyenda oral, en la cual durante la peste que devastó la comarca, dos hermanas de la aldea le ofrecieron a San Lorenzo dos “bestas” si las defendía del mal, y así fue. Mientras duro la peste las dos hermanas se refugiaron en una cabaña lejos de la aldea, y pasada la misma donaron “as bestas” a la iglesia.
La Rapa comienza la madrugada del primer sábado de julio, con una misa al amanecer en la que se pide protección a San Lorenzo por todos los actos que conlleva la fiesta. Después de oir la misa los jóvenes (y no tan jóvenes) suben al monte con una vara de roble para reunir las manadas de caballos, que se encuentran diseminados por los montes de alrededor, en el Alto do Peón. Existen dos tipos de animales: los que pertenecen a particulares y los animales “do santo” que se diferencian del resto por tener las “orellas fanadas” (corte longitudinal en la oreja), que significa algo así como que los animales son sagrados.
Al mediodía, después de almorzar se procede a “a Baixa”: los caballos dirigidos por los jóvenes son conducidos hasta Cataroi, un terreno por encima del pueblo donde pueden beber y alimentarse para recuperar fuerzas y prepararse para la lucha que tendrá lugar unas horas después. Este año “a Baixa” tuvó lugar el viernes en vez del sábado, para que los animales tuviesen más tiempo para descansar y recuperar fuerzas.
La primera Rapa tiene lugar el sábado por la tarde, habiendo dos más, una de ellas el domingo y otra el lunes, ambas por la mañana, en un curro semicircular de reciente creación (antes tenia lugar en el curro que estaba próximo a la iglesia). La Rapa consiste en cortar las crines, pero previamente tiene lugar la “aloita”, es decir, la lucha cuerpo a cuerpo entre el hombre y la bestia para conseguir inmovilizar al animal. El acto de la rapa comienza con la entrada al curro de los caballos. Una vez se encuentran dentro, los niños sacan a los potros para que no sean lastimados durante la rapa. Posteriormente comienza “a aloita”: transmitida de generación en generación, “os aloitadores” eligen un caballo, preferentemente uno del santo, y sin más ayuda que su fuerza lo inmovilizan para cortarle las crines y proceder a desparasitarlos. Uno de los “aloitadores salta a la grupa desnuda del caballo cabalgando sobre él, mientras que otro compañero se acerca a la cabeza y entre ambos se la sujetan y le tapan los ojos. El tercer “aloitador” le agarra el rabo e intenta desequilibrarlo, repitiéndose este ritual con cada caballo. El lunes es el día que se marcan los potros, es decir, se le da un corte en la oreja (fanar), para así quedar consagrardo al santo.
Al mediodía se sueltan los caballos para iniciar su subida al monte hasta el próximo año.
Alrededor del curro hay varios locales típicos de las fiestas gallegas (carpas con bancos de madera) donde se puede aprovechar para comer. Por supuesto casi todos tienen su “pulpeira”, cortando con sus tijeras el “pulpo a feira”, así como churrasco de cerdo con chorizo criollo hecho a la brasa o la carne “o caldeiro”, todo ello regado con un potente vino “do pais”. Y para digerir todo bien, unos chupitos de orujo de hierbas o licor café, por supuesto sin etiqueta. Todo esto a un buen precio (15 euros).
Para entrar al curro se necesita comprar una entrada, que si bien se puede comprar en las propias taquillas del curro antes de entrar, te puedes evitar la cola si las reservas por internet en la dirección de la Rapa das Bestas. Aqui también podeis encontrar más información sobre esta fiesta popular, y los horarios de las diferentes actividades.
Estas fotos corresponden a la rapa celebrada el sábado por la tarde.
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3 comentarios en “Rapa das Bestas de Sabucedo”
Javier, enhorabuena por tus fotos y por todo el conocimiento que viertes tan generosamente en esta página. Se ve tu cariño por los lugares que visitas por cómo te paras hasta en los detalles más nimios. De verdad, muchas gracias. No obstante, no quisiera dejar pasar la ocasión para hacer una modesta apreciación sobre tus fotos. Las encuentro quizás demasiado estáticas, quizás sea una manía mía pero creo que les falta movimiento. Para entendernos, que a mi me gustan más movidas, ya te lo digo así directamente. Un poco más borrosillas, tu ya me entiendes, ¿verdad?.
Me gusta la fiesta, Javi!!! Y las fotos espectaculares.
Desde luego el espectáculo debe ser impresionante y ni que decir tiene que un lugar perfecto para disfrutar de las fotos, ¡muy buenas por cierto!