No hay lugar a dudas: la capital andaluza es una de las ciudades más bonitas de España. Para nosotros lo es. Lo complicado fue acercarnos a los imprescindibles de la ciudad, esos lugares qué ver en Sevilla contando con tan poco tiempo como contábamos. Y es que aún sin considerarnos guiris, a juzgar por la rapidez de nuestra visita, lo parecimos aquel fin de semana en Sevilla. Hicimos cuanto pudimos, probamos cuantos locales tuvimos oportunidad y no quisimos volver sin escribir acerca de esos sitios que no te puedes perder en Sevilla.
Aquí os dejamos pues, las recomendaciones básicas para un guiri que se acerca a ver Sevilla en un fin de semana.
Qué ver en Sevilla en un fin de semana exprés
Dónde alojarse Sevilla
Ya podéis imaginar que una ciudad tan antigua, más de 3000 años la contemplan, tiene tantos rincones que no es fácil dar con el lugar donde pernoctar. Como siempre lo más importante para nosotros es la ubicación. Y en Sevilla no es difícil encontrar hoteles de primer nivel en el casco antiguo.
Elegimos el Hotel Casa de Indias by Intur, un hotel boutique “que nos merecíamos” y que fue el mejor de los aciertos en aquel fin de semana en Sevilla. El hotel se ubica en la Plaza de la Encarnación, la conocida como la de Las Setas de Sevilla.
No se puede estar más en el centro del casco antiguo sevillano. Además, con el precio, tendrás la mejor vista de las famosas Setas, otro de los lugares qué ver en Sevilla. Se trata de un peculiar y fotogénico artesonado que constituye la estructura de madera más grande del mundo.
Alojamiento en Sevilla
El mapa de los imprescindibles de Sevilla para guiris
Ya sabes, puedes guardar el mapa con nuestros imprescindibles que ver en Sevilla y los tendrás localizados en un solo click en el móvil en tu destino.
1. La catedral de Santa María de la Sede de Sevilla
Sevilla: Ispal para los fenicios, hispalis para los romanos, Ishbiliya con los musulmanes… Precisamente estos fueron los que construyeron los cimientos de la actual catedral, el primero de los lugares que tienes qué ver en Sevilla.
Y es que el actual templo se levantó sobre la mezquita almohade del siglo XII. Tras terminarse en 1172, y tan solo 50 años después, Fernando III el Santo entró en la ciudad y decidió aprovechar su estructura para comenzar a construir la que representa la catedral gótica más grande del mundo en la actualidad. Sus 30 metros de altura y los 161 metros de largo por 140 de ancho así lo han querido.
El rey católico cambió la orientación para adecuarla a la creencia cristiana, colocó figuras de santos y modificó en poco más el templo musulmán recién inaugurado pero un terremoto quiso que cayera gran parte del mismo. Actualmente solo queda la parte inferior del alminar (donde se levantó la Giralda), el pórtico de se abre a la puerta del Perdón y el viejo patio de los naranjos, donde se realizaban las abluciones en época morisca.
De las nueve puertas de entrada con que cuenta la actual catedrales precisamente merece la pena parar a contemplar el bello trabajo de los moros en esta puerta. Se conservan las dos enromes hojas que cierran el acceso, con madera finamente tallada con textos del Corán. Arriba, dos figuras: San Pedro y San Pablo nos recuerdan en culto que ahora se profesa en el edificio. Sobre ellos un relieve esculpido sobre la explosión de los mercaderes a los que se prohibió llevar a cabo aquí sus negocios.
Horarios y precios de la visita a la catedral de Sevilla
Es imprescindible en Sevilla visitar el interior de la catedral. La misma abre entre las 11 y las 18 horas salvo los domingos que lo hace entre las 14:30 y las 18 horas. El precio de la entrada varía de los 11 € si la compras online a los 12 € si lo haces en taquilla (incluye la subida a la Giralda). También cambiará el lugar de acceso: por una puerta lateral en la plaza de la Virgen de los Reyes en caso de que llegues con la entrada comprada o por la puerta de San Cristóbal si quieres comprarla en taquilla.
Merece la pena saber que hay un cupo de entradas gratuitas entre las 14 y las 15 horas todos los días pero conviene reservarlas. Al precio tendrás que añadir 5 € si quieres el audioguía (importante en nuestra opinión).
Una vez dentro hay que disfrutar de cada una de las 20 capillas que conforman la catedral, cada una con su historia y a la que dedicarle unos buenos minutos. La capilla de San Francisco, la de San Antonio con el baptisterio de la catedral encargado por Carlos V, la capilla de los Jacomes, la de San Leandro o la de Santa Maria de la Antigua, de grandes proporciones. Increíbles todas ellas.
Pero el plato fuerte llega con el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla, ese en el que solo se pueden casar los miembros de la familia real. Con 27.80 metros de alto y 18.20 de ancho alberga hasta 44 relieves. Un trabajo inimaginable.
Por destacar algunos otros sitios imprescindibles de la catedral: el Trascoro y la lápida de Hernando Colon enfrente o el mausoleo de Cristóbal Colón cuyos restos se supone descansan aquí desde 1902 en que terminaron su largo periplo. Cuatro heraldos soportan el féretro.
No hay que pasar por alto todos los lienzos que custodia la catedral, algunos de los más importantes en la Sacristía de los Cálices. Estamos en la tercera pinacoteca más importante de España, solo por detrás de El Prado y del museo de las Bellas Artes de Sevilla.
Una vez fuera y con el hambre azotando nuestro ánimo merece la pena buscar la plaza de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad, y llegar hasta la calle Mateos Gago. Será difícil no encontrar un lugar que nos sirva para una tapa. Tal vez las bodegas Santa Cruz… Y si el día de visitas se acaba nada como perderse por el barrio de Santa Cruz, uno de los más tradicionales y la antigua judería de Sevilla, plagada de buenos sitios donde parar.
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2. La giralda de Sevilla
La giralda es la actual torre campanario de la catedral. Se construyó sobre los cimientos de el alminar de la mezquita almohade de ahí el parecido a otras construcciones musulmanas todavía en pie como la famosa Kotubia de Marrakech.
En lo alto el famoso giraldillo, la veleta de la que le viene el nombre a la torre. Con la figura de bronce se suman los 104 metros de altura, lo que convierte a la Giralda en la torre campanario más alta del país. El giraldillo representa a la Diosa de la Guerra y porta un gran escudo en una mano y una palma en la otra como símbolo del martirio que representa el triunfo de la fe cristiana.
En la torres, 25 campanas todas ellas con nombre propio. La más famosa la de Santa María. Se puede subir para obtener unas fabulosas vistas de la ciudad. Tendrás que estar preparado para superar los 34 tramos de subida. Y es que antiguamente y para que el muecín pudiera subir a caballo las cinco veces que exigía la llamada a la oración, no se construyeron escalones.
3. Los Reales Alcázares de Sevilla y el Archivo de Indias
Junto a la Catedral, la Giralda y el Archivo de Indias son los patrimonios de la Humanidad protegidos por la UNESCO en la ciudad.
El Alcázar sevillano, residencia original de los sultanes y después de los reyes españoles ocupa seis hectáreas (tres veces la superficie de la catedral) y nos fue imposible visitarlos en aquel fin de semana “tan guiri”. Nos recomendaron encarecidamente volver para visitar el interior, en especial la parte midéjar del siglo XIV y su edificio más imponente: el palacio de Pedro I de Castilla, El Cruel.
En la misma plaza, el Archivo de Indias construido por Felipe II, el lugar donde se conservan los documentos originales de la historia de América, una visita gratuita en la que disfrutar de lo que fueron aquellas colonias españolas. La verdad es que los originales (80 millones de páginas y más de 8000 mapas de la época), como se puede entender están en cámaras fuertemente protegidas y no se visitan.
En la misma plaza, la Plaza del Triunfo, la escultura elevada de una Inmaculada de Murillo y las figuras de cuatro insignes artistas de la ciudad. Frente al Archivo, el monumento del Triunfo, símbolo de la resistencia de la ciudad al terremoto de Lisboa que acabó con gran parte de la misma.
4. El Ayuntamiento de Sevilla
Visitamos la curiosa fachada posterior, la que se abre a la plaza San Francisco. Y digo curiosa por la particular manera en que se terminó con una clara variación de estilos en la decoración de la misma. Desde el plateresco de un extremo a la sencillez de una ampliación de 1960. Los últimos medallones merecen la pena detenerse y es que en uno de ellos está representada Grace Kelly quien visitó la ciudad siendo ya consorte del Rey de Mónaco, maravillando al artista con su belleza que decidió plasmarla en la fachada.
Del otro lado, el ayuntamiento se abre a la Plaza Nueva pero la puerta principal se encontraba en restauración en los días de nuestra visita.
Por la calle Hernando Colón accederemos a la mencionada puerta del Perdón de la catedral.
5. La plaza del Salvador y la iglesia del mismo nombre
La plaza del Salvador fue desde donde partió el tour al que nos apuntamos para visitar lo mejor de Sevilla y desde el principio quisimos volver para visitar el interior de la Iglesia del Salvador. La visita se puede hacer de 10:15 a 17:30 y está incluida en el ticket de entrada de la catedral. Si solo queréis visitar la iglesia cuesta 6 €.
Para nosotros fue uno de los lugares imprescindibles de Sevilla, una maravilla de arte barroco que gracias a la ayuda de muchos sevillanos se consiguió restaurar. Destacan los 3 grandes retablos que conforman el altar mayor y los dos laterales.
Sevilla cuenta con hasta 120 iglesias, junto a Roma, la ciudad con mayor número de templos en el mundo. Pero esta no te la puedes perder.
En la misma plaza, la iglesia de Nuestra Señora de La Paz y una escultura en honor a Juan Martínez Montañés, el escultor mas famoso de la ciudad.
6. La puerta de Jérez y el paseo de las Delicias
Un lugar por donde asomarse al Guadalquivir llegando desde El Alcázar y con tantos lugares donde detenerse que quisimos agruparlos en un apartado propio.
En la propia puerta quedan restos de la antigua muralla de la ciudad. A partir de aquí la ciudad se abría extramuros. En los jardines, la fuente de Hispalis, el lugar elegido por los sevillistas para celebrar las victorias de su equipo. Los béticos lo celebran junto a su estadio.
A la derecha y junto al río la torre del Oro, vieja torre vigía que defendía el tránsito por el Guadalquivir. Hoy día alberga un museo naval y se puede ascender a la misma para contemplar Triana al frente.
La avenida sigue hacia La Maestranza, la famosísima plaza de toros de Sevilla.
Junto al jardín, el hotel más famoso, y seguramente el más caro, de la ciudad. Mandado construir por Alfonso XIII, de ahí su nombre, se trata de un 5 estrellas Gran Lujo que ahora gestiona la cadena Marriot si b bien la propiedad es municipal.
Algo más adelante, el palacio de San Telmo, antigua escuela de navegantes y lugar donde se instaló la infanta María Luisa en el siglo XIX. En la fachada esculturas de sevillanos ilustres como la Diego Velázquez fácilmente identificables.
Siguiendo la antigua Fábrica Real de Tabaco, ahora edificio de la Universidad. Llama la atención que la fábrica se encuentra rodeada de un foso. Así se protegía un producto tan valioso antaño.
7. La plaza de España y los jardines de María Luisa
La plaza de España es es lugar donde correrás en busca del banco donde se representa tu provincia en busca de la foto con que contentar a tu séquito en redes.
La famosa plaza se levantó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 es un enorme espacio abierto por el que pasear entre canales y que se cierra en forma de semicírculo por edificios de ladrillo con soportales donde guarecerse del sol.
La estrella del paseo, como digo, los bancos y fuentes que circundan la plaza. En cada uno, una provincia española y sobre los mismos unos azulejos de época con escenas tradicionales. Para encontrar la tuya es bueno saber que siguen un orden alfabético de la A -Álava- a la Z -Zaragoza-.
Enfrente el enorme parque de María Luisa donde si podrás perderte en busca de una buena sombra. Por el camino, estanques, fuentes, esculturas de insignes (la más famosa la glorieta de Bécquer), pabellones de descanso y vegetación, mucha vegetación.
8. El barrio de Triana
De esos lugares donde vale la pena tener tiempo y pasear. Tanto de día para recorrer las cofradías y disfrutar de la mejor imaginería de Sevilla o de noche para salir en la calle Betis o cualquiera de las bocacalles que conducen al Guadalquivir.
No dispusimos de mucho tiempo, no tanto como hubiéramos deseado, pero al menos dio para un buen paseo por el barrio más conocido de la Semana Santa de Sevilla.
Y anda que no quedaron cosas por hacer y lugares por visitar pero como os dije al principio, este fue solo un fin de semana en Sevilla, muy guiri y con el reloj persiguiéndonos todo el tiempo. Lo mejor como siempre la compañía y el mejor broche, sin duda, el motivo del viaje: la fabulosa boda de Fran y Paola, pero eso ya es otra historia…
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