Paris en 6 días y 5 noches

Sin duda alguna lo mejor es preparar el viaje a Paris para no dejar nada importante sin visitar. Si vas de museos y edificios ilustres, te compensa comprar la Paris Museum Pass para ahorrar en las entradas. Nosotras la cogimos para 2 días (42€) y se activa en el momento que entras en la primera visita, con lo cual son dos días sin parar para aprovecharla. Para el transporte hay descuento por comprar tacos de 10 tickets de metro.. (no tiréis los billetes hasta no salir del metro y estar seguros que ese era vuestro destino.. Pues podéis volver a entrar y solicitar al trabajador de la garita que os abran la barrera ya que os habéis equivocado y así continuar sin usar un nuevo billete). Los cortes y reformas en el metro de París son constantes, yo usé esta web interactiva del metro ratp.com para ir comprobando que estaciones estaban cerradas antes de viajar. Aún así en los metros también vienen indicadas las estaciones en reformas, pero yo prefiero tener la información de antemano. En ella también puedes confeccionarte las rutas de metros que debes coger desde tu estación de origen hasta la de destino, saber el tiempo que se tarda en los trayectos… muy útil.

Otro consejo… Es importante para aquellos que quieran subir a la Torre Eiffel, comprar por internet con bastante antelación las entradas hasta el segundo piso (9€).  Si no hubiera hay que seguir insistiendo hasta que en algún momento en la web aparece un horario de entre los días que visitas la ciudad.. sin duda hay que reservarlo y llevar la entrada comprada, ahorras colas y vas directo a la entrada. Una vez en el segundo piso se compran las entradas para subir a la parte más alta de la torre (6€).

Nosotras subimos de noche y la verdad que es impresionante. Hace un poco de frío.. a pesar de ser agosto y nos llovió, con lo cual algo de abrigo aunque sea ligero no viene mal echar a la maleta y paraguas.. por supuesto. Sin duda creo que fue la mejor elección subir de noche, ya que durante el día tienes muchos miradores en la ciudad para admirar las vistas en las cuales también se incluye poder contemplar a la coqueta y estilosa Torre Eiffel, como el del Arco del Triunfo, desde lo alto del barrio de Montmartre y desde la Torre Montparnase entre otros.

Acudir a los museos lleva paciencia en cuanto a las colas de entrada y el recorrido interior de los mismos. Nosotras tuvimos la suerte de no hacer cola de más de 5 minutos en ninguno… Y con la Museum Pass entrábamos por otras zonas a las del resto de la gente sin entrada. Una vez dentro solo tenéis que buscar que queréis ver y no cansar la vista con demasiada información. Nosotras aprovechamos los días de lluvia para estar bajo techo culturizando la vista.

Recorrer los monumentos de Paris es fácil cuando los distribuyes por barrios…

Lo mejor en el barrio de Montmartre

Con su plaza del Tertre o de los pintores, donde es típico y muy de los que se sienten super turistas, dejarte hacer un retrato por alguno de los magníficos artistas que en la plaza trabajan. De la plaza del Tertre se va a la gran iglesia que se divisa desde cualquier punto de la ciudad, esa construcción con piedra blanca que la caracteriza tanto, la iglesia del Sacre Coeur.

Hacia el norte de la plaza de los pintores, en la rue Cortot, en el num. 12, encontramos la Maison de Rosimond, actual museo de Montmartre y antigua residencia de pintores en el SXIX. Ver el atardecer en dicho barrio te transporta a la época bohemia dónde pintores de la talla de Picasso, Dalí y Amedeo Modigliani, Vincent Van Gogh, Edgar Degas entre otros tuvieron estudios y talleres dónde realizaron muchas de sus grandes creaciones y a su vez enseñaron a sus pupilos. Aún se pueden visitar algunos de esos talleres mientras te cruzas con la Maison Rose, en la Rue des Saules, pintada por Utrillo y hoy convertida en un café, el Moulin de la Galette, en Rue Lepic, antiguo molino convertido en uno de los más famosos cabarets, o arte en la calle como el Passe-Murailles, la escultura de esa persona saliendo de un muro del actor Jean Marais basada en una novela de Marcel Aymé.

Por Rue Girardons podemos ver el antiguo Ciné 13 Théâtre, que durante mucho tiempo fue el cine donde su propietario el cineasta Claude Lelouch estrenaba sus films. Bajando por el barrio encontramos El Muro del Je t’aime en la Plaza Abesses y más rincones increíbles que a cada paso descubres. Al terminar su visita siempre puedes parar a tomar un tentempié en alguno de los “happy hour” que existe por toda la ciudad, o en la famosa cafetería de la pelicula Amelie “Café des 2 Moulins“, antes de bajar hacia el cementerio de Montmartre y el archifamoso cabaret Moulin Rouge. Donde puedes entrar al espectáculo con cena o simplemente hacerte la foto con uno de los emblemas del barrio.

Aquí os dejo una pequeña ruta a pié para que no os perdáis durante el recorrido.

El recorrido por el Jardín de Tulleries

Otro recorrido es comenzar en el jardín de Tuilleries, frente a él se encuentra el Louvre

Al otro lado del Sena visitaríamos el Museo D’Orsay. Desde Tuilleries continuar hasta la Plaza de la Concordia. Dónde se observa la perspectiva del obelisco que la preside iniciando la avenida de los Campos Elíseos que termina en el Arco del Triunfo y si echamos la vista hacia delante aún más se divisa barrio más moderno de París, el barrio de la Defensa. Hacia la plaza dónde se sitúa el Arco del Triunfo confluyen doce avenidas, optando por coger la que nos lleva al Trocadero y el Palais de Chaillot podreis ver otra espectacular vista de la Torre Eiffel y lugar de fotos imprescindible para todo visitante de París.

Desde la Plaza de la Concordia puedes ir a visitar los dos palacios construidos para la exposición del 1900, el Grand Palais y el Petit Palais, (nosotras solo entramos al Petit Palais a su exposición permanente, y no os perdéis nada si no entráis, cómo en todos los museos las exposiciones temporales no son gratuitas) ubicados a orillas del Sena junto al majestuoso puente de Alejandro III, el cual sirve como acceso hacia la orilla opuesta del río para contemplar el fantástico edificio del Hospital de los Inválidos, actual museo militar muy interesante y curioso. Y una vez ahí.. Porque no ir hacia el Campo de Marte para hacer un picnic típico entre los parisinos a los pies de la Torre Eiffel.

La rutita a pié…

También en el centro de la ciudad se encuentra otro edificio que desentona con la estética de la ciudad, la Iglesia de la Madeleine.

Desde allí se accede en pocos metros a la catedral del arte operístico, la Ópera Garniere (10€ la entrada, no incluida en la Museum Pass), rodeada por un lado de los grandes almacenes Lafayette, famosos en la ciudad y por otro lado de las tiendas de alto standing situadas en la plaza Vendome.

A orillas del Sena y en época estival resulta curioso y refrescante pasear por la llamada Playa de París en los días de mucho calor..

Los atractivos de la isla de la Cité

Otra de las zonas imprescindibles de visitar es la isla que se encuentra en medio del Sena, que aloja la impresionante catedral de Notre dame y la Sainte Chapelle. Dos lugares que necesitan madrugón para evitar grandes colas de horas de espera para su visita (recordar que con la Museum Pass el acceso es directo… preguntar en la puerta sin hacer cola). Por la zona también se recomienda visitar pero por fuera La Conciergerie, el mercado de las flores y el ayuntamiento; Hotel de Ville.(al parecer el interior no es muy interesante y se pierde mucho tiempo)

Frente a dichas maravillas, hacia el sur y cruzando el Sena se encuentra el barrio universitario, donde comer o cenar se hace a buen precio, en el se encuentra la biblioteca Shakespeare and Company, curiosa de visitar. Más hacia el sur, (precisa coger metro), se encuentra el Panteón, los Jardines de Luxemburgo y torre Montparnasse, lugar de obligada visita si no has contemplado aún las vistas de la ciudad.

El distrito de Marais y sus visitas

Otro barrio con ambiente es el Marais, pos sus calles encuentras la Place des Vosges, la más antigua de París y gran variedad de tiendas de ropa vintage. En éste barrio se ubica el singular museo de arte moderno Pompidou.

Para que os ubiquéis una vez más.. la ruta a pié.

No podéis volver a casa sin probar las delicias de la gastronomía francesa a parte de sus vinos y quesos, el quiche lorraine es una tarta salada, hecha a base de huevos y crema de leche, a la cual se le agrega generalmente tiras de panceta. Otros platos típicos franceses son los escargots (caracoles), coq au vin (pollo al vino), pot au feu (carne de buey y verduras cocidas), tarte tatin (tarta de manzanas caramelizadas), ratatouille (plato vegetariano), brioche (un pan dulce) y, por supuesto, las crepes, que pueden ser dulces o saladas. Existen cientos de restaurantes e incluso a orillas del Sena hay barcos con acogedoras terrazas para poder disfrutar del entorno y la gastronomía.

Desde luego París es una ciudad que no deja impasible a nadie y de la que siempre dices.. “Queda tanto aún por descubrir que.. volveré”.