Apuramos nuestras últimas horas en Seúl, una ciudad que no nos ha decepcionado. En la Torre de Seúl vimos el atardecer más bello, hemos caminado por sus populosas calles y entrado a sus templos y palacios. Seúl está en fiestas y los coreanos acuden a ellos vestidos a la manera tradicional. Un regalo para nosotros.
Nuestra última tarde la dedicamos a pasear por los mercados y arrasar en las numerosas tiendas de cosmética que te ofrecen mil y un remedio para alcanzar la perfección externa. Nosotros, que hace tiempo que la alcanzamos porque llevamos quince días por Corea y hemos probado todas sus mascarillas faciales, somos la prueba.
Pero después de días muy exigentes ¿qué nos queda? Subir a la Jongno Tower a tomarnos una Cerveza Kloud en la cafeteria de su piso treinta y tres. Las vistas de Seúl son impresionantes. El sabor de la Kloud y sus destellos dorados nos prometen una vuelta a este país.
Jansa amida, Corea.
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