Las vacaciones son el momento del descanso, de los lujos, de vivir un sueño, así sea algo breve. Es momento de consentirse, sobre todo cuando se trata de evitar el transporte público durante un viaje. Un auto alquilado se trata de un compañero más en la travesía, que se encarga de hacer la vida más fácil mientras esté presente. Es un añadido que parece un simple extra, hasta que se prueba la experiencia: se vuelve algo imprescindible.
Las principales ventajas de alquilar un auto son la libertad y la movilidad
No resulta nada difícil tratar con las arrendadoras de autos. Ofrecen servicios en prácticamente todas las ciudades grandes del mundo y México no es la excepción. En los destinos turísticos más famosos, también habrá la posibilidad de alquilar uno. Se abre la oportunidad de moverse sin restricciones de horario ni de rutas de autobuses. Todo se puede planificar acorde a las exigencias personales. Incluso si hay algún terreno inaccesible para un tipo de coche, basta con cambiarlo y listo.
Las posibilidades se amplían muchísimo cuando se trata de alquilar un auto. Es tener a disposición justo el modelo que se necesita en donde sea. Lo mejor de todo es que no hay que llevarlo siempre encima, por lo que basta con dejarlo en una agencia y ya está. No resulta una carga. También es una gran idea para hacer viajes largos por tierra en pareja, con la familia o amigos. Además de que puede resultar en un ahorro significativo en transporte.
Cualquier de las arrendadoras de autos disponibles, tendrán a su disposición diversos modelos y añadidos que sirvan de comodidades extras para los usuarios. Sillas para bebés, reproductor de DVD para los más pequeños e incluso acceso a un punto WiFi ilimitado. Avis en cada una de sus agencias dispone de una gran variedad de coches que se adaptan a la situación de cada cliente.
Puede no ser una razón que afecte el viaje directamente, ni algo imprescindible, pero cambia por completo la experiencia de las vacaciones: rentar un coche da la oportunidad de poder acceder a modelos de ensueño a precios económicos. En caso de no poder permitirse un auto demasiado lujoso para el uso personal, alquilar uno último modelo es un pequeño capricho que hace la diferencia durante unos días.
¿Qué tener en cuenta para alquilar un auto?
Antes que nada, hay que leer y entender por completo el contrato del arrendamiento del auto. En caso de tener alguna duda, es preferible aclararla con algún agente de la empresa, que tanto Avis como cualquier otra, deben tener a disposición para ello. Es imprescindible no firmar en caso de haber alguna inquietud. Incluso todos los gastos futuros posibles deben estar aclarados, a fin de evitar sorpresas en la facturación.
No está demás pedir un chequeo íntegro del vehículo, a fin de comprobar que está en perfectas condiciones. Esto tiene dos objetivos: 1) evitar accidentes; y 2) si hay algún daño que no sea a causa del conductor, hay forma de demostrarlo. Hay que tener en cuenta la parte mecánica, así como los detalles estéticos más pequeños, como alguna mancha en los asientos o el funcionamiento de todas las luces internas.
Hace falta adquirir todos los seguros pertinentes. Este gasto puede parecer innecesario y verlo como algo demasiado costoso, según algunas personas. Pero no hay mejor problema que el que ya tiene una solución antes de que se presente. Los seguros anti robos son imprescindibles para evitar el tráfico ilegal de vehículos, junto con los problemas jurídicos que conlleva. Por supuesto, no hay que olvidar el de accidentes y posibles mantenimientos o reparaciones.
Antes de devolver el auto, hay que dejarlo en perfecto estado. Debe estar impecable y con el tanque del combustible completo. Se pueden aplicar recargos por estos detalles, que saldrán mucho más costosos que haberlo hecho con anterioridad. El coche se renta en buen estado: hay que devolverlo aún mejor.
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