Cuatro buenas cervezas mongolas y cuatro momentazos en Mongolia

Una Golden Gobi en nuestra primera noche en las Yurtas…

Llegábamos a la yurta en la estepa de Mongolia a caballo, tratando de que galopara, creo recordar que sin demasiado éxito… Al grito de “chu, chu, chu…” como nos habían dicho, tratábamos de azuzar a nuestros caballos para llegar cuanto antes hasta el ger donde pasaríamos la noche. Con más o menos fortuna en el animal asignado, algunos por nerviosos y otros por haraganes, por fin llegamos al lugar en cuestión, el Parque nacional de Gorkhi Terelj.

Y allí, en medio de la estepa de Mongolia, con un atardecer prometedor de una puesta inolvidable, conocimos un ger por dentro. Una tienda circular construida sobre una estructura de madera cubierta con algodón prensado. Una chimenea daba el calor que pensábamos sería suficiente, unos camastros nos servirían para lo que pretendíamos fuera un sueño razonable y unas buenas cervezas que deseábamos acabarán bien frías en cuanto cayera la noche… Y sin saber si todo acabaría por llegar, nos lanzamos a probar nuestras primeras cervezas made in Mongolia, unas suaves birras que supieron a gloria más o menos calientes en ese momento. Poco después el resto llego solo, las cervezas se enfriaron, el calor llego con la combustión de la leña y el sueño fue tremendamente reparador y, como todos los sueños, un gustazo. Amanecimos al día siguiente, tras nuestras primera noche en la yurta, gozosos de buen sueño, congelados de frío eso sí y en uno de los mejores sitios que nunca habíamos soñado…

La Legend Mongolian Premium subidos a lomos de un camello

Parábamos después de un intenso y cansado día de coche para un breve paseo entre las dunas del parque nacional de Elsen Tasakkhar. Una turistada probablemente pero que dio para unas buenas risas mientras Jaume emprendía una prometedora carrera como camellero. Allí mismo probamos unas Legend mientras aguardábamos la manada de los imponentes animales. Pero lo mejor del día estaba por llegar… y no fue otra cosa que una fantástica ducha que disfrutamos como si del mejor spa se tratara, después de dos jornadas sin poder hacerlo. Para celebrar aquel momento y ya con la cena, dimos cuenta de las Legend que quedaban y animados por el calor de la misma pasamos un buen rato en compañía de un grupo de jóvenes coreanos. Sin duda otra cerveza suave que nos dejo muy buen sabor de boca.

La Jalam Khar en el Valle de Orkhon

Tras cuatro de horas de coche llegábamos al fabuloso Valle de Orkhon y nos asomábamos a las cascadas de Ulaan Tsutgalan. De vuelta al ger, las cervezas ya estaban mimetizando su temperatura con la de la noche en Mongolia y supieron cómo casi todas las que llevábamos tomadas, ¡a gloria!. Un paseo emocionante en una furgo clásica de las rusas que por aquí se utilizan y mas tarde la cena y a pasar una noche más rodeados de uno de los paisajes más bonitos del planeta. Esa noche, por si faltara algún invitado, fue luna llena.

La Huucnen… para un cumple especial

Huucnen o parecido… ¿Quién ha celebrado un cumpleaños en Mongolia? Era el Happy Birhday de Pablo y teníamos que celebrarlo. Por la mañana su primera tarta y además el regalazo del “tronco que habla”… Por la noche su segunda tarta y una cena en la que pretendíamos que la estrella fuera un vino mongol pero termino siéndolo, como no, una buena cerveza mongola. En la creencia de que son todas iguales, suaves pero las envasan en distintas latas, eso sí, muy bonitas.