Una artesanal de coca en el Q’anka, Chivay

Muchas primeras veces para muchos. Viajábamos a Perú y una de las escalas deseadas del viaje a la vez que nos entusiasmaba, nos preocupaba, el paso por El Valle del Colca. El que para algunos científicos es el cañón más profundo del planeta, extremo que todavía no está aclarado, se encuentra en plenos andes peruanos, un área en la que los seismiles nos rodeaban. La mayoría del recorrido alcanzaba cotas de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, y la tolerancia a estas altitudes era lo que nos preocupaba.

El soroche, la puna o el mal de alturas, como se conoce a la sintomatología que genera la falta de oxígeno a esta altura, tradicionalmente y todavía hoy se trata con coca. Y en ello andábamos desde que salimos de Arequipa camino del Colca. Caramelos, mates e incluso mascando la propia amarga hoja, con tal de ver si lo evitábamos. Y parece que así fue, y después de atravesar los 4910 metros del famoso Mirador de los Volcanes, llegamos a la población de Chivay, todavía a 3800 para pernoctar.

No notábamos grandes problemas salvo el jadeo del fatigoso caminar. Con tal de seguir “previniendo” cualquier mal, dimos con un gracioso restaurante junto al Mercado, el Q’anka, del que habíamos leído algo que nos interesaba. El local es famoso por su cocina sobre piedra volcánica y por elaborar una cerveza artesanal, la Melkim Coca Golden, hecha a base de coca. Así que, todo fuera por no enfermar, la probamos. Para todos la primera vez, una birra fabricada con coca como ingrediente principal y, también para todos, un excelente caldo al estilo de las mejores artesanales europeas.

Sin duda, una rica manera de prevenir aquello a lo que teníamos tanto miedo, el mar de altura, una buena cerveza, otra más de nuestros cervezefilos.