Descubre lo mejor de Oporto en cinco días: Guía completa para viajeros

Un nuevo destino en mente, Oporto, ¡viaje a la vista! Y es que no hay nada como descubrir un vuelo a buen precio para planear una escapada. Encontré por casualidad el vuelo Valencia-Oporto que opera Ryanair, y no lo medité ni un segundo para comprar el billete, con salida miércoles y regreso el domingo.

Conocimos Lisboa en el 2013, y me gustó muchísimo, así que por ello y por todo lo visto, leído y escuchado de la otra gran ciudad lusa, Oporto, tenía muchas ganas de conocerla. Descubre lo mejor de Oporto en cinco días de la mano de nuestra más completa guía: Donde buscar el alojamiento en Oporto, que visitar en Oporto o los mejores restaurantes donde comer en la ciudad.

Cinco días en Oporto: Qué ver y hacer en la ciudad

Los preparativos antes de viajar a Oporto

El vuelo a Oporto

Como he mencionado compramos el Valencia-Oporto de Ryanair, con aproximadamente un mes y medio de antelación, con un costo de 90 euros por persona (normalmente el precio ronda los 60 euros). Los vuelos salen de Valencia los miércoles y domingos, y de Oporto los miércoles, viernes y domingos.

Además los horarios no pueden ser mejores: la ida la harás por la mañana y la vuelta justo después de comer. Ideal para aprovechar al máximo esos cinco días en Oporto.

El mejor alojamiento en Oporto

Hice una búsqueda en Booking para hacer una selección de los mejores alojamientos en la ciudad. Siempre doy prioridad a la ubicación y a la valoración de otros clientes sobre la base de un precio asequible. Después de peinar la ciudad, las conclusiones a las que llegué sobre el alojamiento en Oporto son:

  • Hay muchísima oferta de alojamiento, pero mucha.
  • Aunque hay alojamientos de todo tipo, abundan los apartamentos, con estándares de calidad bastante altos y decorados con muy buen gusto.
  • Los precios son buenos, por 40 euros la noche para 2 personas se consigue muy buen alojamiento en hoteles, hostales y apartamentos. También los hay más baratos.
  • El centro de la ciudad está plagado de ofertas de todo tipo.
  • No merece la pena reservar hotel con desayuno, pues Oporto está lleno de cafés donde tomarlo por muy poco dinero.

Los mejores barrios dónde alojarse en Oporto

El núcleo central de Oporto se recorre a pie fácilmente, aunque hay calles bastante empinadas. Las zonas más céntricas y emblemáticas donde dormir en Oporto son:

  • Ribeira, junto al río Duero y el puente de Don Luis I. Es el barrio más turístico, lo que puede ocasionar en temporada alta que esté bastante atestado de gente. Además aquí los precios son más caros.
  • Casco Histórico, la zona de la Catedral y alrededores.
  • Baixa, en la zona de la avenida de los Aliados, mercado de Bolhão y Plaza de la Batalha.

Me decanté por Baixa, por un apartamento situado frente al mercado de Bolhão, porque ese es el auténtico centro de la ciudad, el de verdad, donde te puedes empapar de la vida diaria de los locales.

Las otras razones para elegirlo fueron la proximidad a la parada de metro (Bolhão), con conexión directa con el aeropuerto, y porque el apartamento que encontré me pareció muy bonito. Los Your Opo Bolhao Apartments ocupan un edificio del siglo XIX en el 397 de la Rua Sa Bandeira… la elección no pudo ser mejor.

Se trata de un conjunto de apartamentos fascinantes, completamente equipados, acogedores, confortables, con una decoración exquisita… los hay para 2, 3, 4 ó 5 personas. Nuestro apartamento se denominaba confort y el precio fue de 260 euros por 4 noches para 2 personas, 65 euros la noche. Si quieres saber cual fue nuestro presupuesto de los cinco días en Oporto tenemos una infografía con todos los gastos.

Mapa de los principales lugares qué ver en Oporto.
Ribeira nos pareció el mejor lugar para el alojamiento en Oporto

El recorrido de cinco días en Oporto. Lo mejor de la ciudad

Día 1 de visita. Los primeros paseos por Oporto

El vuelo partió puntual desde el aeropuerto de Valencia, a las 10.10 am. Una hora y media más tarde aterrizamos en el Aeroporto Sa Carneiro de Oporto, a las 10.40 am hora local, pues en Portugal hay que retrasar una hora el reloj con respecto a España.

Al llegar, nos dirigimos a la parada del metro y allí mismo compramos el billete sencillo hasta la parada de Bolhão (línea E, billete de 4 zonas, z4, por 1,85 euros pp más 60 céntimos de euro por la tarjeta Atenda, que se puede recargar después). En unos 30 minutos llegamos a nuestra parada, y en 2 minutos más a la puerta del apartamento, donde nos recibieron Claudia y Hugo, que fueron muy amables explicándonos sobre el mapa algunos de los imprescindibles de Oporto.

El famoso café Santiago de Oporto

Estábamos hambrientos, así que nos dispusimos a tomar contacto con la gastronomía de Porto de la mejor manera, con un clásico, el Café Santiago (Rúa Passos Manuel, 226). Se trata del mejor restaurante de toda la ciudad (según muchas y reputadas guías) para probar la francesinha, el plato más típico de la ciudad. Es un plato muy sabroso y contundente hecho con pan blanco relleno de queso, chorizo, mortadela, salchicha y ternera, cubierto de queso y con una salsa secreta como toque final (a veces se sirve con un huevo por encima). Además pedimos un cachorrinho troceado, que es un bocadillo de pan crujiente relleno de queso, salchicha picante…, que también estuvo muy sabroso. La comida con cuatro cervezas Superbock y dos cafés fueron 21 euros.

La avenida de los Aliados

Tras un descanso salimos de nuevo a la calle, hacia la avenida de los Aliados, el auténtico corazón de Oporto, y desde allí a la Estación de Sao Bento para enlazar con la Rúa das Flores. Esta calle, que se encuentra en pleno casco histórico, destaca por sus fachadas de azulejos, sus tiendas tradicionales, cafés y bares.

Nos detuvimos en la terraza de la cafetería Nata, donde tomamos café acompañado del dulce más típico de Portugal, los pasteis de Belem (pequeños hojaldres rellenos de una crema de nata que va tostada por encima). Hicimos como los portugueses, un café con pastelito a media tarde.

Seguimos caminando hacia la zona de las Torre dos Clerigos, y muy cerca de allí tomamos una cerveza de trigo en el Pão que ladra, sito en una de las calles con más ambiente nocturno de la ciudad, la rua Candido dos Reis.

Día 2. La estación de Sao Bento, la catedral y rua Santa Catarina

Amaneció nublado, muy nublado… No hay que olvidar que estamos muy al norte del país, pegaditos a Galicia. La primera parada del día fue frente al apartamento, en una de las múltiples cafeterías del barrio: unos cafés, una torrada y un pasteis de Belem por 2 euros por persona para empezar cargando las pilas.

Seguimos caminando por la Rua Formosa, donde nos detuvimos para admirar la fachada de la tienda Pérola da Bolhão, un comercio de ultramarinos tradicional y muy fotogénico.

Por la comercial Rua de Santa Catarina desembocamos en la Praça da Batalha, donde se encuentra la Iglesia de Santo Ildefonso, con una bella fachada de azulejos. Comenzó a llover y tuvimos la excusa perfecta para tomar otro café, justo frente a la librería Leya Na Latina.

Estación Central de Sao Bento

Tras la parada descendimos por la Rua 31 de Janeiro, por la que en esos instantes subía el Tranvía 22… parecía que habíamos retrocedido en el tiempo. Al final de la calle nos esperaba la estación central de tren de São Bento, donde nos entretuvimos un buen rato leyendo acerca de su historia y contemplando los maravillosos murales de azulejos blanquiazules de finales del siglo XIX… en esta estación no importa la espera.

La Sé, la catedral de Oporto

Muy cerca de la estación, ya en el casco histórico de Porto, que es Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1996, subimos la colina Pena Ventosa para contemplar la o Catedral de Porto dominando el centro. La Sé data del siglo XII, aunque parece que sus orígenes se remontan al siglo VI d C.

La entrada a la catedral de Oporto es gratuita, pero para poder admirar el claustro, la escalinata de Nasoni y el museo hay que pagar 3 euros. Sólo por la visita al claustro merece la pena. Existe la opción de comprar una entrada combinada para el claustro y la Torre dos Clerigos que cuesta 5 euros (te ahorras un euro). Las vistas de todo el casco histórico desde la catedral eran preciosas, incluso con la niebla y la lluvia que nos acompañaron durante todo el día.

Sin duda si te sale uno de esos días lluviosos tus cinco días de viaje a la ciudad, la visita de la catedral es de mejor que hacer en Oporto. ¡No te pierdas el claustro!

Tras la visita queríamos ir la Ribeira a comer, pero comenzó a llover tanto que deshicimos lo andado hasta la catedral para llegar a la Rua de Mouzinho da Silveira.

Al comienzo de la calle, en concreto en el número 310, vimos un local con buena pinta y acogedor en el que entramos. Se llama Arte da Baixa y pedimos el menú del día, que fue excelente, y que con la bebida incluída nos salió por 6,5 euros por persona, y en pleno centro de Porto.

Rua Santa Catarina y el Majestic

Ya casi había oscurecido cuando pusimos los pies en la calle de nuevo, en la Rua Santa Catarina, para llegar al antaño elitista Café Majestic. Con una profusa decoración de influencia parisina, fue en sus orígenes lugar de encuentro de aristócratas, burgueses, así como intelectuales, filósofos, poetas o pintores.

Como curiosidad decir que JK Rowling comenzó a escribir la saga de Harry Potter en una de sus mesas, pues era un café que solía frecuentar durante los años que vivió en Oporto. Nos tomamos unos cafés y unas torrijas, que son la especialidad de la casa (nada más porque el lugar es muy caro) y echamos un rato muy agradable.

Más tarde tomamos la Rua de Passos Manuel, hasta el edificio del número 178, para subir a la cuarta planta, donde se encuentra un local llamado Maus Habitos. Es una mezcla de bar, café, pub y sala de conciertos y exposiciones…Muy buen ambiente que acompañamos con unas Superbock y algo para picar.

Día 3. Mercado de Bolhao, librería Lello y Ribeira

El día amaneció de nuevo nublado, pero al menos, no llovía…. Desayunamos en la cafetería Delta, un local frente a una de las esquinas del mercado de Bolhão y, como siempre, muy buen desayuno por poco dinero.

Nos introdujimos entonces en el decadente Mercado de Bolhão, donde se respira el auténtico ambiente local y tradicional de Porto, muy fotogénico pero que necesita labores de restauración para que su estructura no se venga abajo.

De aquí nos dirigimos hacia la avenida de los Aliados, cruzamos por detrás del Ayuntamiento para llegar a la calle Almada, con bonitas fachadas de azulejos de colores y grandes ventanales. Al llegar a la Praça dona Filipa de Lencastre tuvimos que detenernos forzosamente por culpa de la lluvia, así que, de nuevo un rico café.

La visita de la librería Lello

Siguiente parada, la famosa librería Lello, que merece una visita, pues no en vano, algunos la catalogan como la librería más bonita del mundo. La entrada cuesta 3 euros, e incluye una guía de visita en papel. Los 3 euros te serán descontados si realizas la compra de un libro en el interior. La única pega de la visita fue la cantidad de gente que había, lo que le restaba algo de encanto… pero a pesar de ello valió la pena.

La librería Lello de Oporto

Muy cerca de allí nos detuvimos para comer en el restaurante Pesticaria, un rico bacalau as natas, plato tipiquísimo de Portugal.

Ya con el estómago lleno bajamos por las callejuelas del casco viejo hasta la Ribeira, precioso y pintoresco barrio. La lluvia nos dio un respiro y pudimos hacernos algunas fotografías junto a la Ribera del Duero, con las bodegas de Cais do Gaia y el puente de Luis I de telón de fondo. Un café irlandes con vistas al río en Casi do Café nos hizo entrar en calor antes de emprender la vuelta a casa.

La noche en Baixa. Dónde cenar

Comenzamos la noche con un aperitivo en una champanería, la champanería da Baixa, en la Rua da Picaria (esquina con la Rua da Conceiçao). Justo al lado hay otro local con muy buena pinta para tomar unos vinos, El Candelabro, que estaba completo cuando llegamos, por lo que no pudimos entrar. En la Champanería tomamos un vino verde y un montadito de guacamole con anchoa muy rico.

Siguiendo por la Rua da Picaria, elegimos al azar un restaurante para la cena, que resultó ser un sitio muy tradicional y conocido en el negocio de la restauración. Su nombre es Ernesto y se encuentra localizado en el 85 de la Rua da Picaria. Hicieron nuestras delicias una dorada a la plancha, el pulpo y un pez rebozado, todo ello regado por un tinto de Oporto, Terra a Terra.

Nos faltó noche y sobre todo fuerzas para acercarnos hasta el famoso Ideal Clube y disfrutar de los no menos famosos espectáculos de fado que allí se celebran. ¡Para la próxima escapada a Oporto!. Nos da que Lucía en su escapada a Oporto con amigas aprovechó mejor el ambiente que ofrece la ciudad.

Día 4. La torre de los Clérigos y el puente de Luis I

La lluvia nos seguía persiguiendo…. La primera visita del día fue a la iglesia y Torre de los Clérigos. La entrada combinada librería Lello + Torre de los Clérigos cuesta cinco euros. Si combinas la entrada al Museo de la misericordia con la Torre de los Clérigos y el Palacio de la Bolsa serán 11 euros.

La Torre de los Clérigos

La torre dos Clérigos constituye uno de los monumentos más emblemáticos de Oporto, una espléndida muestra del barroco del país, que fue diseñada por Nicolau Nasoni y que se concluyó en 1763. Ofrece las mejores panorámicas de toda la ciudad, y por ello merece la pena la subida de sus 240 escalones.

La siguiente visita debía ser el Palacio da Bolsa, otra de las imprescindibles de Oporto, pero comenzó a salir el sol y preferimos seguir caminando. Nos asomamos a los rojos tejados del casco antiguo y llegamos hasta la Rua das Flores y el Largo de Sao Domingo, bordeando el mercado Ferreira Borges (por la Rua del mismo nombre).

La orilla del Duero y el Puente de Luis I

Llegamos a la orilla del Duero, caminando por el muro dos Bacalhoeiros, y el sol comenzó a brillar con intensidad iluminando el puente de Luis I. A la altura del largo do Terreiro giramos a la izquierda para llegar a la estrecha y empinada Rua de São Nicolau, donde hay dos restaurantes de los que habíamos leído buenos comentarios.

El restaurante A grade, pequeño y acogedor, nos brindó un servicio impecable y una excelente comida: buñuelos de bacalao, ensalada de marisco, sardinas a la plancha, calamar a la plancha y el famoso caldo verde. Para acompañar un vino blanco, Lhéngua Mirandesa, que fue la combinación perfecta. Todo ello por 50 euros para 2 personas.

Al salir paramos en uno de los cafés con terraza de la Ribera y tras ello cruzamos el puente de Luis I contemplando los múltiples rabelos (pequeñas embarcaciones de madera que antiguamente se utilizaban para el transporte de barriles de vino) que surcaban las aguas del Duero.

El puente de Luis I es sin duda el emblema de la ciudad, se trata de una gran obra de ingeniería de hierro que fue diseñado a finales del XIX por dos discípulos de Eiffel (su estructura recuerda bastante a la torre parisina) y que también ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tras el cruce del puente por su nivel inferior alcanzamos el municipio de Vila Nova de Gaia, que alberga las bodegas de la Ribera del Duero.

Una pena que no tuvimos tiempo para hacer algún tour por las bodegas, tocará volver. Ascendimos por una empinada cuesta hasta llegar al Jardim do Morro, con unas maravillosas vistas de Oporto: Ribeira, Baixa, la Catedral…

Desde aquí cruzamos el puente de Luis I por su nivel superior, que es por donde cruza el tranvía, para regresar a Porto. Desembocamos en la estación de São Bento y enseguida a nuestro barrio, donde pasamos un rato de compras en Santa Catarina y finalizamos el día con un café acompañado de un rico pastel de nata.

El puente de Don Luis I en Oporto y sobre el Duero

Día 5. Últimas horas en Oporto y vuelta

Tomamos el desayuno de rigor y callejeamos un rato por Baixa hasta que se hizo la hora de coger el metro para volver al aeropuerto y de allí a casa, en el vuelo de las 14.05h.

Ni la lluvia ni la niebla consiguieron empañar nuestra visita a la preciosa ciudad de Oporto, que nos encantó y nos conquistó con su belleza y su gastronomía. Queda pendiente visitar el Palacio da Bolsa, entre otros, así como profundizar más en la vecina Vila Nova de Gaia, para conocer también sus bodegas… Tenemos buenas excusas para volver.

Y ya sabéis que somos de viajar despacio, saboreando. Para aquellos que buscan más allá, tenemos un fantástico post sobre qué ver en Oporto y alrededores en cinco días en los que Pedro no se dejó ni un rincón por ver.

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4 comentarios en “Descubre lo mejor de Oporto en cinco días: Guía completa para viajeros”

  1. Delicioso post. Gracias por levantar y despertar la ilusión por seguir conociendo mundo Carmen….. Quiero ir ya! Nos lo cuentas muy apetecible y espectacular.

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