Llegaba la hora de elegir un destino para nuestra “Honey Moon”. Se nos había pasado por la cabeza una mezcla entre playas paradisiacas, naturaleza salvaje, historia, nuevas culturas, gastronomía diferente… todo eso mezclado con seguridad, fácil accesibilidad, exotismo y amabilidad… y si fuera posible ¡con no mucho dinero en el bolsillo! Pensando en todo esto, Tailandia era nuestro punto de mira desde el primer momento, casi sin mirar otras opciones.
En nuestro mes (Junio), tocaba la época de lluvia y monzones. (Es un clima tropical y hay tres estaciones: la estación de lluvia o monzones, de mayo a octubre; la estación fresca, de Noviembre a febrero que sería la más recomendable por su clima pero también la más cara; y la estación calurosa, de febrero a mayo).
Nos informamos de que no es una mala opción viajar en esta estación si quieres ahorrarte un poco de dinero, ya que suele ser muy impredecible el clima y puede que ni veas llover… y si lo hace, no suele durar mas de unas horas.
TRANSPORTE EN TAILANDIA
Comenzamos a mirar por internet; vuelos, hoteles, lugares que visitar imprescindibles y algún que otro foro para comparar distintas opiniones. Íbamos un poco “a ciegas” pero con la ayuda de José Luis fue bastante fácil organizarnos los 15 días que iban a durar nuestro recorrido por el país.
Pillamos los vuelos, allá por Enero, a través de Skyscanner, con la compañía Qatar Airways aprovechando una buena oferta on-line. Madrid-Bangkok ida y vuelta, con escala en Doha no más de 3 horas, por unos 900 euros los dos.
Moverse por el país es relativamente fácil. Thailandia tiene un buen sistema de transporte como trenes, autobuses, minibus… buena opción para no gastar mucho dinero si dispones de tiempo suficiente para pasarte de uno a dos días viajando (depende del destino). Como disponíamos de tiempo limitado, necesitamos un medio de transporte más rápido para movernos, por lo que nos decidimos por el avión (posee una amplia red de aeropuertos que cubre prácticamente todo su territorio y ofrecen precios bastante asequibles). Entre las principales compañías aéreas low cost (nokair, bangkokair, orienthai, Airasia) nos quedamos con Air Asia por ofrecer los precios más baratos entre todos (Bangkok-Chiang Mai ida y vuelta, 01:45h por 100 euros por persona; Bangkok-Phuket ida y vuelta, 01:25h, también por 100 euros por persona).
ALOJAMIENTO EN TAILANDIA
Alojamiento en Bangkok
Multitud de alojamientos de todas características. Fácil buscar y encontrar disponibilidad incluso sin mucha antelación.
Comenzamos por aquellos en los que habían estado nuestros amigos. En Bangkok, a través de Booking.com, encontramos infinidad de hoteles de 4-5 estrellas, sobre todo situados en Silom Road, Sathon y en Shukumvit. Fue un poco difícil elegir, ya que más o menos no hay diferencia en los precios para los hoteles de las mismas características, exceptuando aquellos cercanos al río Chao Praya o con vistas al mismo desde la habitación. También utilizamos Tripadvisor para ampliar información mediante comentarios del hotel e inmediaciones.
Para los tres primeros días en Bangkok, tras un buen rastreo por la red, reservamos en el Hotel Narai, uno de los más utilizados por las agencias en viajes organizados y recomendado por algunos de nuestros amigos, Narai Hotel en Silom Road, situado al final de la animada Silom Road, ( 5.400 thb, por 3 noches sin desayuno incluido). En cambio para las dos últimas noches de nuestro viaje que volvíamos a pasar en Bangkok, queríamos disfrutar de las vistas al rio Chao Praya y elegimos un alojamiento más acorde; el Centre Point Silom, de 4 estrellas, que se encuentra en un lugar privilegiado, entre el Rio Chao Praya, el State Tower y el gran Hotel Sangri-La, por 7.081 THb.
Alojamiento en Chiang Mai
Nos recomendaron el Hotel Meridien, por ubicación muy cercana al night bazar y buen servicio. Pero solo quedaba disponible alguna suite bastante disparadas de precio…
Es también una ciudad bastante turística, sin problema para encontrar alojamiento.
También, utilizando las distintas apps para buscar y comparar hoteles, varias de ellas destacaban el Golden Bell Hotel, un hotel de 4 estrellas, de reciente creación, con muy buena puntuación por los usuarios en la red. Situado al final de una calle sin salida, en la puerta Norte de la muralla de Chiang Mai. Bastante recomendable por la tranquilidad, amabilidad y la atención del servicio así como ubicación y buena calidad-precio (6.400 baths por 4 noches).
Alojamiento en Phuket
En Phuket sobre todo se pueden encontrar varios resort que ofrecen casi todos los mismos servicios. Lo tuvimos bastante fácil, ya que reservamos el recomendado por una amiga que había estado allí, el Cape Panwa Hotel, de 5 estrellas, en Panwa Beach, también uno de los favoritos en los viajes organizados , unos 19.200 Thb por una suite muy confortable, incluido una variedad de productos para el desayuno que puedes disfrutar con vistas al mar… a 50 minutos en taxi desde el aeropuerto y a 20 minutos de la ciudad de Phuket.
Tras reservar toda la estancia en las ciudades de Tailandia, nos quedaba decidir donde pasaríamos la noche de antes de coger nuestro vuelo hacia BKK. Por recomendación, nos quedamos con el Hotel SHS Aeropuerto (no buscamos otros). Una noche con transporte al día siguiente hacia la T4 así como vuelta al hotel desde la T4 y opción de tipo de aparcamiento durante 15 días (nosotros escogimos garaje), por unos 147 euros en total.
Día 1. Martes. Bangkok, parque Lumphini y cena en el Chao Praya
Cuando el mismo domingo a media tarde llegamos al hotel SHS aeropuerto, concretamos la hora de salida hacia Barajas el día siguiente. Siempre con tiempo de antelación suficiente antes del vuelo para facturar (el servicio del hotel mismo informa cuando debes salir).
A las 12:00h, del lunes, desde la puerta de recepción nos esperaba un mini bus con varios grupos de pasajeros con un vuelo próximo. Tras dejarnos en nuestra terminal y facturar, partimos destino a Doha a las 15:35h en punto.
Dentro de Barajas hay “kioscos” donde se puede intercambiar dinero. Sin saber muy bien cómo podríamos hacerlo en Bangkok, nos informamos y decidimos realizar el cambio previsto antes de volar. No merece la pena cambiar todo, ya que puedes pagar cómodamente con tarjeta de crédito (sobre todo visa y mastercard) casi en cualquier sitio, y en los sitios más turísticos es fácil encontrar lugares de cambio, aunque debes evitar hacerlo en los hoteles o en los guesthouse por ser un peor cambio. También puedes sacar dinero en los cajeros automáticos, aunque también hay que tener en cuenta los 150 baths que cobran por operación más las comisiones que cobre tu banco.
A las 23:30h, (una hora menos en España) aterrizamos en el aeropuerto internacional de Doha. Hasta la 01:50h que salía nuestro vuelo, pudimos ver la cantidad de lujo que ofrecían las tiendas. Los artículos de electrónica más baratos, unos 100 euros menos que en España según que marcas.
Por fin, llegamos a Suvarnabhumi International AirPort de Bangkok, sobre las 12:40h del Martes día 9, (5 h menos en Madrid). Una vez allí, cogimos un taxi en la puerta que nos llevó a nuestro destino en unos 30-35 minutos; el Narai hotel en Silom Road.
(Dentro del aeropuerto te ofrecen taxi por unos 900-1.100 thb según el destino. Antes de contratarlo, salimos fuera a buscar por nuestra cuenta, pero solo trabajaban por medio de los stand que habían dentro…)
Tras comer y descansar un poco del viaje, salimos a pasear por los alrededores de nuestro hotel. Nos dirigimos hacia el Este por Silom RD y tras unos 20 minutos andando llegamos a Lumphini Park, también llamado “el pulmón de Bangkok”. Inmenso y limpio, ofrece un suspiro de tranquilidad en la caótica y sucia Bangkok con bonitos jardines y un lago artificial en el centro, donde se puede pasear en barca. No era difícil encontrarse con los famosos lagartos monitor gigantes, que merodean alrededor del estanque casi pasando desapercibidos por los autóctonos del lugar.
Repleto de tailandeses realizando algún tipo de deporte, sobre todo aerobic con un monitor acompañado de música que podía oírse por casi todo el parque. Algo curioso que nos dejó un poco atónitos, fue ver como todos se paralizaban para escuchar el Himno Nacional, coincidiendo con las 18:00h, retomando después sus actividades como si nada.
Cuando ya se puso el sol, pensamos que podría ser una buena noche para disfrutar de una cena crucero por el río Chao Praya. En el hotel, preguntamos y tras ofrecernos varias opciones, nos decidimos por la compañía Loynava Cruises, más por su barco de madera de Teca y la cena con dos menús tradicionales (buenísimos) y espectáculo, que por su precio ( 1.600 bth por persona, no era el más barato aunque tampoco nos pareció descabellado). Puntuales, a las 20:30h, nos recogieron en la misma puerta de nuestro hotel. Nos sentaron en una mesa de lo más acertada. El barco estaba iluminado con una luz tenue y una vela en cada mesa. Varios chicas y chicas con vestimenta típica del lugar amenizaban el ambiente con violín y espectáculo de baile tradicional. Mientras tanto, disfrutábamos de estampas espectaculares como el Wat Arun y el Palacio Real iluminado, el barrio chino, los puentes que lo cruzan, el State Tower así como otros edificios emblemáticos de la ciudad. Al terminar y tras pagar la bebida que consumimos (se puede hacer con tarjeta), nos dejaron en la puerta de nuestro hotel. Una experiencia maravillosa, en todos los sentidos (Se puede reservar de manera on-line, en la página web: www.loynava.com )
Día 2. Miércoles. Visita del Palacio Real y los Templos de Bangkok. Paseo por los canales y Khao San Road
Sobre las 09:00 de la mañana, salimos de nuestro hotel tras un buen desayuno, siempre con nuestra guía y una botella de agua. Calculando distancias, era una locura ir andando hacia el Palacio Real, el clima tan caluroso y húmedo nos lo ponía aún más difícil. Decidimos coger un tuk-tuk (aunque no es lo más recomendable).
Los tuk-tuk son triciclos motorizados, de uso extendido en distintas regiones de Asia, usados como taxi, reparto de mercancías… y muchos de ellos con una función casi exclusivamente turística. Es importante saber que hay que regatear los precios. Puedes ofrecer la mitad de lo que pidan incluso y muchas veces lo conseguirás, pero siempre acordando el precio antes de montarse para así evitar problemas. Generalmente no son problemáticos ni agresivos pero mejor evitar conflictos. También, tener en cuenta que algunos te llevan a algún otro sitio diferente al que le pidas, sobre todo a restaurantes, bares de copas con espectáculo de “pantpong”…
El Palacio Real (Phra Borom Maha Ratcha Wang) es un complejo de edificios con una extensión total de 218.400 m2, imprescindible en la visita a Bangkok. Fue construido en 1782 a órdenes del rey Rama I, tras decidir que la capital del reino pasara de Thonburi a Bangkok (Thon buri, al otro lado del Rio Chao Praya, fue utilizado como capital del Reino de Tailandia durante un corto periodo de tiempo, tras el saqueo de los birmanos a Ayuthayya) Sirvió de residencia a los reyes de 1792 a 1925. Actualmente todavía se sigue usando para algunos actos oficiales de la realeza.
En la puerta, calor agobiante y aglomeraciones de gente hacen fácil la tarea de los timadores. No hacer caso si alguien se acerca y dice que está cerrado, normalmente son conductores de Tuk-tuk para así llevarte a otro sitio… Se debe llevar una vestimenta adecuada, si no es así, se puede alquilar para la visita (hombros tapados y pantalones largos).
La entrada se puede comprar en las taquillas que hay dentro del recinto, pero antes de la entrada a los Templos. Unos 400 bth junto con el que te facilitan un mapa del complejo. Se puede alquilar audioguía en español, por 100 bth.
El primer sector donde se accede es el Wat Phra Kaew o Templo del Buda de Esmeralda, el templo budista más importante de Tailandia, y el Buda más venerado del país. Fue de las primeras construcciones en el Gran Palacio.
Lo que vamos a visitar son un conjunto de edificios sagrados, que llaman la atención por su colorido y por su belleza, y varias estatuas que representan a guerreros de la época. El más importante a simple vista y también por su relevancia es el Ubosoth (sala de ordenación o sala de actos) que alberga el Buda de Esmeralda (es necesario descalzarse como en cada templo sagrado y está prohibido echar fotos). Su longevidad y sus orígenes no están confirmados (India, Sri Lanka o en la propia Tailandia) pero desde finales del siglo XVIII bajo el reinado de Rama I, el cual inició la actual dinastía de reyes y tras ser considerado un “Buda muy viajero” según la leyenda, se encuentra en este edificio sagrado. Se considera el protector sagrado del pueblo tailandés, el que brinda prosperidad y buena suerte al pueblo y a todo aquel que lo visite.
Es una estatua de color verde oscura que mide unos 50 cm, tallada en una postura de meditación, sobre una sola piedra de jade allá por el siglo XV, recubierto con un manto. Se encuentra en una plataforma de varios pisos, en la que nadie puede acercarse ni mucho menos tocar, excepto el Rey. Éste, tres veces al año coincidiendo con la temporada de verano, invierno y meses de lluvias, cambia el manto durante un ritual con el fin de traer fortuna para el país en cada temporada.
Otro elemento importante de la cultura tailandesa y de los símbolos nacionales, las estatuas que representan elefantes, podemos encontrarlos también en todo el complejo. Es considerado mucho más que un animal, por su peso religioso, político, pero también por su uso como transporte, tareas agrícolas y animal de tiro (lo que en otros países podría ser el caballo). Representa la fuerza, la sabiduría, la independencia, la protección, la buena suerte y la prosperidad para el pueblo. Los elefantes blancos son un símbolo de la realeza tailandesa, y ha sido la figura principal de la antigua bandera del país. El trece de marzo se celebra un festival dedicado al elefante en la comarca de Surín. El fin es recaudar fondos para garantizar su supervivencia.
En el Gran Palacio, podemos ver estatuas de elefantes, de color negro, sobre todo rodeando algunas de las estatuas más importantes. Los turistas suelen frotar sus cabezas con el fin de atraer la buena suerte.
Si nos fijamos en los detalles de los pabellones o Templos Sagrados, podemos encontrar imágenes y estatuas de lo más característico de la cultura tailandesa que se combinan con excesivas decoraciones que no pasan desapercibidas a nuestros ojos. Merece la pena echar la vista hacia arriba y descubrir los tejados de los edificios, decorados con cerámicas de diferentes formas que le dan una belleza singular. Otras figuras que nos llaman la atención, serían los llamados “demonios gigantes o Yaksha”, que se encuentran en el acceso a los Templos del Gran Palacio y cualquier otro del país (elemento importante en el arte tailandés). Aunque el nombre nos despiste, representan una serie de espíritus buenos, cuya misión es guardar los tesoros naturales que se esconden en la tierra.
También podemos visitar dentro del Gran Palacio, el Panteón Real (Prasat Phra Dhepbidorn), que solo abre las puertas el 6 de Abril, donde se exponen las 7 estatuas a tamaño natural de la Dinastía Chakri, (Los Rama); la estupa dorada (Phra Sri Ratana Chedi), réplica a escala de Angkor Wat (de los templos de Angkor Siem Riep en Camboya);el patio central y los jardines donde se puede encontrar el edificio Chakri Maha Prasat Hall, antigua residencia de los reyes, de estilo renacentista con techos típicos tailandeses (actualmente se utiliza para algunos actos oficiales y se encuentra en él el museo de las armas); el Pabellon Aphorn Phimok Prasat y Dusit Maha Prasat Hall.
Después de un par de horas visitando este complejo, nos dirigimos hacia What Pho, o el templo del Buda reclinado (Wat Phra Chettuphon Wimon Mangkhlaram Ratchaworamahawihan), a 500 m del anterior. Este templo es el más antiguo de Bangkok, y contiene el Buda reclinado, el más grande de Tailandia (43 metros de largo y 15 metros de ancho). Es también el lugar donde nació la primera escuela de masaje tailandés.
Con menos aglomeraciones de gente, y mucho más pequeño que el anterior, se puede comprar la entrada en la puerta principal, por unos 100 bth. Se recomienda no hacer caso a aquellos que intenten vender una entrada fuera de las taquillas oficiales.
A la derecha de la entrada, nos llama la atención un edificio de características similares a alguno anterior del Gran Palacio, por los techos puntiagudos, pero sí que mucho menos cargado de decoraciones. A la entrada y tras quitarnos los zapatos, nos impresiona la cabeza del famoso Buda de oro, en una posición reclinada, manteniendo su cabeza con un brazo, que echando una mirada hacia lo lejos podemos observarlo en su totalidad. Los ojos y los pies están realizados en nácar. En los pies, se puede ver grabados las diferentes formas en las que se representa a Buda (108 …)
El Buda, realizado en pan de oro, con un color amarillo reluciente, ocupa la totalidad del edificio, dejando solo un pequeño pasillo para el paso de turistas, fieles y monjes que asisten para la veneración de la estatua. Se encuentra rodeado de pilares y en las paredes del templo destacan trabajos realizados en madera lacada.
Bastante impresionante, la verdad.
El resto del Complejo no es tan llamativo como el Gran Palacio, pero con el Buda reclinado no finaliza nuestra visita: paseando podemos disfrutar de jardines y estanques con algunas fuente; varias salas con múltiples Budas, el Phra Maha Chedi Si Rjakarn, que es un conjunto de 4 estupas adornadas con mosaicos que no pasan desapercibidos; Los Lastres Chinos o gigantes de piedra; Phra Mondob una zona con escrituras sagradas budistas; El Usobot o templo de oración de los monjes y el Centro de Enseñanza de Medicina Tradicional (1955) donde se ofrecen cursos de varias ramas relacionadas, aunque los más destacados son los relacionados con el masaje tailandés (Escuela de masaje Tailandés donde se puede disfrutar de un buen masaje thai por los alumnos a muy bajo precio comparado con los de cualquier otro lugar)…
A muy pocos metros del What Pho, se encuentra una zona de embarque para ir a la orilla occidental del Chao Praya, donde se encuentra el What Arun o Templo del Amanecer (hay varias opciones para moverse en barco, la más barata cuesta unos 3 bath). Un poco decepcionante conforme nos íbamos acercando ya que solo veíamos andamios… Pero al final decidimos entrar por unos 50 bath.
Este Templo data de aproximadamente del año 1660, perteneciente al reino de Thonburi, una ciudad independiente que no formó parte de Bangkok hasta después de la caía de Ayuthaya.
Es visible desde el otro lado del río e incluso desde casi cualquier altura de Bangkok, ofreciendo un bonito iluminado nocturno.
Está formada por una torre principal (Prang) que con una altura de aproximadamente 80m es la más alta de BKK, rodeada por otras cuatro más pequeñas. Es del estilo Khmer, que recuerda a los Templos de Camboya, decoradas con porcelana china y trozos de conchas marinas, presididas por la representación de un buda gordo y sonriente (mi favorito).
Lo más impresionante, es subir las empinadas escaleras de la torre más alta y disfrutar de las vistas que nos ofrece (imposible para nosotros llegar hasta arriba, por estar en obras las torres y rodeadas de andamios…).
Al salir de What Arun, había un kiosco que ofrecía un paseo en barca por los canales… como aún teníamos tiempo, decidimos hacerlo. Por 800 bth un paseo de 1 hora por los canales de Bangkok, disfrutando de la diversidad arquitectura autóctona fuera del turisteo de la ciudad. También pasamos por lo que según ellos era lo que “quedaba” del mercado flotante… (nos dijeron que ya era un poco tarde y estaban recogiendo… no sé yo…)
Tras una mañana visitando los Tempos más impotantes de Bangkok, al menos, los que llevábamos en mente conocer, llegó la hora de comer. Pensamos pasar la tarde en la famosa “Khao San Road” y dedicarnos a adentrarnos en su ambiente, así que después de un paseo en tuk tuk de unos 15-20 min, llegamos al barrio mochilero por excelencia de la ciudad.
Nos dejaron bien situados, en una calle estrecha en las inmediaciones del barrio, con varias terrazas repleta de gente gente occidental con una buena cerveza en la mano. Sin dar muchas vueltas nos decidimos por el restaurante del hotel “Wild orchid villa khaosan” que nos llamó la atención por su terraza con cómodos sillones, ventiladores y ambientada con buena música. Unos palitos de queso, unos platos de pasta, varios zumos de sandía por unos 350 bth aproximadamente… un precio más que razonable.
Seguimos en el mismo ambiente, con unos cocteles en Green House con su oferta 2×1, después un paseo por la Kao San, una calle larga donde reina el bullicio y el caos mochilero, repleta de bares con turistas que apagan el calor con mucha cerveza y cocteles tirados de precio, puestos callejeros de comida “extrangerizada”, mercadillos, tiendas de tatoos, tuk-tuk y taxi-meter por un tubo (que normalmente son mas caros que si sales a buscarlos fuera de la calle)…
Ideal para el tardeo y vida nocturna, fuera del ambiente autóctono.
Volvimos en tuk-tuk hacia nuestro hotel (poco recomendable por el precio, siempre es mucho mejor coger un taxi-meter). Para la hora de cenar, a 5 minutos andando nos encontramos con el Mercado de comida callejera de Silom Road. En Tailandia se dice que la mejor comida está en las calles no en un restaurante de lujo. Y por lo menos los olores, el ambiente y la amabilidad de la gente invitaban a sentarte y comer de la mejor comida tailandesa que nos cocinaban al instante ( el pescado, no recomendado en estas zonas…. por experiencia).
Unos minutos más andando, en la misma calle Silom, encontramos el Mercado nocturno de Patpong, uno de los más famosos de Tailandia. Ocupa solo una calle donde hay todo tipo de puestos que venden productos de imitación como ropa, relojes, souvenirs, calzado, bolsos…
Patpong también es famoso por su vida nocturna. En los laterales, se encuentran numerosos clubs nocturnos, por lo que puede limitarnos la visita a este mercado si vamos con niños…
Si buscas más tranquilidad, mejor visitar el Mercado nocturno de Suam Lum, al lado de Lumpini Park. En él podemos encontrar también artículos artesanales y de decoración y una zona de puestos de comida ambientada con conciertos de algún grupo local.
Y con el día muy bien aprovechado nos retiramos, mañana excursión a Ayutthaya.
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5 comentarios en “15 días en Tailandia por libre. Parte I Bangkok”
Hola Lucía, muy interesante tu artículo. Mi pareja y yo queremos viajar el próximo mes de junio a Tailandia también. He visto que vosotros fuisteis en este mes. Estuvisteis en alguna isla para disfrutar unos días de playa? Si es así, en cuál? Gracias
Hola Lucía.
Estuvimos en Phuket unos 3 días. Phuket es la isla más grande de Thailandia y la más turística aunque no es la que tiene las mejores playas. Si que tiene mucho ocio, gastronomía y ofrece más ambiente, además te permite hacer excursiones a las Kho Phi Phi, Koh Lanta o las islas James Bond ( Ko Tapu ), entre otras.
Patong es la Ciudad más turística de la zona, pero nosotros no la visitamos. De la ciudad de Phuket se puede prescindir totalmente.
Pero en definitiva, es que podéis elegir según vuestras preferencias. Si queréis fiestas en la playa, sobre todo en la luna llena; Ko Pangan y Kho Phi Phi ( estas también dan muchas opciones de turismo de aventura ), Ko Chang ( menos fiestas en la playa que las anteriores ) o Phuket y Patong ( más bares de ocio…). Si queréis tranquilidad, Ko Lanta o Ko Chang.
Espero que os sirva de ayuda.
Un saludo.
Gracias chicos! por supuesto fue mucho más fácil con vosotros!
Me fascinaba todo lo que veía en sus calles! es fácil sentirse atrapada en Bangkok…
sin lugar a dudas volveré y os lo contaré 🙂
Me gusta Tailandia, me gusta Bangkok y me gusta cómo nos lo cuentas… Siempre hay algo nuevo por descubrir en esa gran ciudad. Gracias por compartirlo.
Gracias Lucía! Estaba más que seguro de que ese país os engancharía desde el primer momento. Un sitio con todo para poder disfrutar de una primera inmersión en Asia! Gracias por contárnoslo por aquí, deseando nuevas entregas…