Buscábamos una escapada a Oporto con amigas. Tres o cuatro días en Abril sin prisas y a nuestro aire. Un fin de semana largo en Oporto es ideal para desconectar y si es con las mejores amigas se convierte en un fin de semana ideal. Además contábamos con las recomendaciones de Carmen después de sus cinco días en Oporto y nos hablaban maravillas de la ciudad.
La búsqueda de los vuelos se complicó. El precio desde Alicante subía bastante por lo que decidimos valorar otras opciones. Volar desde Alicante a Santiago, cogiendo un coche de alquiler para llegar a nuestro destino nos salía bien de precio sin apenas alejarnos mucho del tiempo que teníamos planeado para viajar, así que esa fue como lo hicimos. Os contamos, de primera mano, nuestra experiencia en Oporto.
Escapada a Oporto con amigas
Mediante la web de Rentalcars en la que ofrecen distintos precios según las compañías, alquilamos un kadjar (coche familiar) durante 4 días por 200 euros con el seguro de todo riesgo incluido (más que recomendable pillarlo así…). No tuvimos ningún problema con la compañía (Hertz) y no nos hicieron gastar tiempo ni en la recogida ni al devolver el coche.
Cómo llegar a Oporto en coche desde Santiago
Entre las distintas opciones de recorrido en coche hasta Oporto, la gratuita (una carretera nacional ), nos llevaba unas 4 horas y media aproximadamente. Totalmente inviable comparado con la opción de pago (2 horas y media). Habíamos leído que habían varios tipos de pago en autopistas de Portugal y en algunas de ellas podríamos tener problemas al no estar señalizadas correctamente.
- Autopistas de peaje convencionales en Portugal: igual que en España. Están previamente señalizadas. Se puede también pagar con VIA-T, pero tenemos que asegurarnos primero que esté habilitada la opción de uso en Portugal.
- Autopistas de peaje electrónico: No tienen cabinas. Disponen de unos arcos con cámaras que leen las matrículas de los coches a la entrada de la autopista. Todas se encuentran anticipadamente señaladas con un señal de “electronic toll only” (peaje electrónico único). Si tienes VIA-T te lo cargan directamente, pero si no, puede ser un problema para los turistas. Una de las soluciones que pusieron para emigrantes fue el sistema Easy Toll, para el pago de autopistas de manera automática. Consiste en la asociación de una tarjeta bancaria a la matrícula de nuestro coche. La adhesión se realiza en unos terminales que se encuentran solo en algunas autopistas electrónicas. Tiene una duración de 30 días y como he dicho anteriormente, no sirven para todas las autopistas de pago electrónico. En algunas ocasiones incluso se pueden pagar gastos adicionales.
- Otros sistemas pueden ser el sistema Tollcard y Tollservice, ambos de prepago, de valor fijo el primero y el segundo de uso limitado (se pueden coger de 3 días, ideal para un fin de semana…).
Hay que tener en cuenta que si se circula por estas autopistas sin un pase o sin un sistema para pagar, la multa es de 10 veces el valor del peaje e incluso inmovilizan el coche (si no es del país) hasta que no sea realizado el pago.
A continuación os dejo un mapa de las carreteras de peaje electrónico:
A modo de información, entrando por Galicia nuestra ruta para coger la autopista de peaje manual fue A1 y luego A3 hasta Oporto.
El alojamiento en la ciudad de Oporto
Después de 2 horas y media aproximadamente de viaje, llegamos a nuestro apartamento, reservado por booking, en una ubicación que parecía en principio bastante buena según las opiniones de los viajeros pero que realmente no era tan así.
Todas las posibilidades en la ciudad
Alojamiento en Oporto
Buen trato del anfitrión y buen precio de un apartamento bastante amplio para 5 personas y en muy buen estado. Los aparcamientos en Oporto son casi todos de zona azul, al día son más o menos 7-8 euros. Hay algún parking gratuito en las afueras pero no nos arriesgábamos, ya que el coche no era nuestro. El mismo dueño del apartamento nos ofreció una plaza en un garaje al lado y por 45 euros decidimos dejar el coche los 4 días.
Esa misma noche, sólo quedaba tiempo para salir a cena y tras las recomendaciones de nuestro anfitrión, nos decidimos por Xico Queijo, un restaurante situado cerca de la zona de Aliados y con buena puntuación en Tripadvisor. Lugar agradable, buen servicio y por 20 euros por persona pudimos disfrutar de varios platos deliciosos como el tartar de atún y la tabla de quesos y embutidos, acompañados por un buen vino blanco recomendado por la camarera.
Nuestro segundo día en Oporto
Tirando como siempre de Tripadvisor desayunamos en BUuh! en la Plaza de la República. Es un pequeño bar, decorado con muebles del siglo XIX y amplia variedad de vinilos, con baja iluminación y ambientado con música rock de los 60-70.
En la parte de atrás hay un patio, decorado a modo de terraza, con agua corriente, muy apetecible y tranquila. En la entrada llamando la atención de nuestro paladar, se encuentran los dulces y tartas, todos caseros y con una pinta que invita a quedarse.
Por supuesto, un buen lugar para probar el pastel de nata, un postre tradicional portugués hecho de huevo y hojaldre, riquísimo. El personal, muy amable y atento, resultando en su conjunto, un gran desayuno en uno de los lugares mejor valorados de Oporto.
Más o menos a media mañana y con el estómago lleno, empezamos a pasear por la Ciudad.
La visita de Oporto: Trinidad, Iglesia das Clerigos, Santa Catarina, Sao Bento, Catedral, puente Don Luis…
Oporto o también conocida como Ciudad de los Puentes, está situada en la desembocadura del Río Duero. Encantadora, por los paisajes que ofrecen al turista, pero también por la poca afluencia turística comparada con otras ciudades europeas.
Es una ciudad para recorrerla andando, visitando sus diferentes barrios donde te puedes perder por las estrechas y empinadas calles de piedra, sus rincones, miradores, casas con fachadas de colores que dan a la ciudad una luz especial.
Famosa por el buen vino, con múltiples bodegas para disfrutar en la orilla del río Duero, es sin duda un lugar con un encanto excepcional.
Teniendo ya claro lo que no nos podíamos perder de Oporto, comenzamos por ver el centro. Un paseo por Plaza de la Trinidad donde se puede observar una iglesia con el mismo nombre. Bajando por Avenida de los Aliados y a pocos metros, se encuentra la plaza más importante de Oporto, donde está el edificio del Ayuntamiento. Desde esta comienza la Avenida de la Libertad con edificios modernistas a los lados, bancos y en el centro, el monumento al Rey Pedro IV, a 10 metros de altura y hecho de bronce en 1862, mostrando la Carta Constitucional al pueblo.
En este punto nos encontramos con la Rua Dos Clérigos a la derecha que conduce a la Iglesia de los Clérigos y a la izquierda, la Rua 31 de Janeiro que conduce a la Rua Santa Catarina, la zona comercial más importante de Oporto.
Decidimos visitar la Iglesia por lo que subimos por Rua dos Clérigos hacia la iglesia (a muy pocos metros). En ésta, se encuentra la Torre con el mismo nombre, de 80 metros y de estilo barroco, construida por Nicolau Nassoni en el Siglo XVIII. Se considera uno de los atractivos turísticos de la Ciudad y visita imprescindible, ya que ofrece las mejores vistas de Oporto tras subir sus más de 200 escalones. En la subida hay alrededor 49 campanas que pueden dar más de un susto si comienzan sonar durante vuestro paso.
Bajamos de Nuevo por la misma calle y nos dirigimos hacia la catedral. Antes, Porto Sao Bento o estación de San Benito, la estación de ferrocarril de Oporto, que se convierte en otro monumento de visita obligada. Construida a principios del S. IX en los restos de un antiguo convento, presenta un hall decorado con más de 20.000 azulejos que plasma la historia de Portugal.
Unos metros mas adelante, en una Fortaleza se encuentra la Catedral de Oporto, declarada monumento nacional y construida en el S.XII en la parte mas alta de la ciudad pero con múltiples reconstrucciones posteriores por lo que abundan varios estilos aunque el predominante es el barroco. Está protegida por restos de murallas y su plaza central goza de vistas espectaculares al río, a las bodegas y a la ciudad.
Decidimos seguir hasta el río recorriendo callejuelas por el centro histórico. Paseamos bajando escaleras pintorescas y cuestas de piedra por el barrio de Barredo. En este se encuentra el Arco de las Verdades, un acueducto descubierto no hace mucho tiempo donde se encuentra un bonito bar de vinos. A los pocos metros y entre más escaleras y calles estrechas, llegamos a la Ribeira del Duero, justo a las puertas del Puente de Don Luis I, un gran arco de hierro que une Oporto con Vila Nova De Gaia.
Fue construido por un discípulo de Eiffel, en el S. XIX cuando aumentaban las necesidades comerciales de la zona.
Tiene dos pisos, por el superior circula el metro de Oporto y por el inferior los vehículos. Se ha convertido en un símbolo para la ciudad, ya que también es un magnífico mirador, desde donde disfrutar de las mejores vistas de la Ribeira con el río de frente y los barcos, las bodegas en la izquierda y las magnificas casas de colores del barrio de Miragaia en la derecha.
Tras disfrutar de estas maravillosas vistas, decidimos comer en Tempero d María, en Vila Nova De Gaia, a muy pocos metros del Puente con vistas al río.
Un lugar acogedor, muy bien valorado en tripadvisor, donde probamos las francesinhas, el bacalao y el pulpo, aproximadamente por 20 euros por persona. ¡Todo riquísimo!.
Tras la comida, decidimos tomar unos vinos y cokteles en Terrace Loungue de Porto cruz, una bodega de las mejores valoradas para disfrutar de un buen vino rodeado de unas vistas espectaculares..
Pasamos la tarde en los alrededores de la Ribeira, perdidas entre las vistas y el ambientazo que ofrecía la zona de la orilla del río.
Para la cena, nos decidimos por The Wine Box, un lugar agradable para disfrutar de pintxos y tapas de la zona. Bastante innovadora la forma de pedir (el camarero nos deja una tablet con la carta y pedimos directamente), precio acorde con la comida y muy buen trato.
Tercer día en Oporto
Desayunamos en Negra café, de nuevo, por la buena puntuación de Tripadvisor. A 450 metros del Mercado de Bolhao, es un lugar bastante amplio, de dos niveles y con dispone también de una terraza. La decoración hace que el lugar sea bastante acogedor, y casi se nos pasa la mañana disfrutando de un fabuloso brunch a muy buen precio. Muy recomendables los smoothie bowls.
Nos dirigimos en línea recta, dirección al río, hasta llegar al Mercado de Bolhao al que dedicamos muy poco tiempo. Se encuentra activo desde 1914 y es un lugar que preserva la esencia de Oporto. Bastante pequeño para nuestro gusto (se puede prescindir de su visita), con puestos de fruta, verdura, carnes, pescados y souvenirs que se repiten por todo el recinto.
Un nuevo paseo por Oporto: Batalha, librería Lello, Rua das Flores…
Seguimos nuestro paseo hacia Rua Santa Catarina, la calle comercial por excelencia de Oporto. Peatonal, muy concurrida donde se encuentran todas las cadenas de tiendas, un centro comercial con una feria de comida, restaurantes donde comer las mejores francesinhas y el Café Majestic, famoso por conservar su arquitectura y belleza de los años 20, siendo un lugar de reunión de muchas figuras del arte y cultura portuguesa. Aunque no merece la pena quedarse a tomar un café (4 euros) o una francesinha, no dejará de haber una cola insufrible para poder sentarse…
Al final de la calle, en la Plaza de Batalha, se encuentra la Iglesia de San Ildefonso, de estilo barroco, de la que llama la atención su fachada con azulejos azules y blancos (recuerdan a la decoración de la estación de tren). En la misma zona, el Teatro Nacional de Sao Joao.
Terminamos la mañana perdiéndonos casi un par de horas en la famosa Librería Lello (desde la Iglesia de San Ildefonso, tomamos la Rua de 31 de Janeiro hacia Plaza de la Libertad, Avenida de los Clérigos y al llegar a la Iglesia del mismo nombre, giramos a la derecha, viendo a unos 50 metros la Librería).
De estilo neoglótico, considerada de las más bonitas del mundo, han aumentado sus visitas tras la publicación de la saga “Harry Potter”, ya que la autora se inspiró en su interior para crear el ambiente de sus libros (el decorado puede recordar a Harry Potter, aunque las dimensiones y la multitud de gente, tiran un poco para atrás…). Llama especialmente la atención la escalera central.
Respecto a los libros, no es una librería que los tenga todos. Casi toda la literatura es portuguesa, pero si que se pueden encontrar algunas estanterías con libros en español, francés y otros idiomas… sobre todo inglés.
Hay dos puertas. La de más arriba es donde se compra el ticket para entrar (5 euros) y hay taquillas para el público. Tras comprar el ticket, hay que hacer la cola para entrar, en la puerta de unos metros mas abajo de la calle (está muy concurrido no hay que esperar muchos). Es importante tener en cuenta que con el ticket, tienes descuento para comprar un libro, o te puedes llevar el tríptico de la librería.
A casi las 16:00h y con lluvia, nos buscamos algo cerca para picar algo y ¡qué suerte tuvimos!. En los alrededores de la Iglesia De Los Clérigos, y entre los 30 mejores de Oporto en Tripadvisor, entramos en All In Porto, un pequeño bar con muy pocas mesas (3 o 4), donde se puede disfrutar del vino más exquisito acompañado de una majestuosa tabla de queso y embutidos por unos 50 euros (tanto la presentación como el sabor, deja sin aliento, por lo que aunque es un poquito caro, merece la pena). La atención muy buena y las mesas, bajitas, están decoradas de notas con comentarios de los clientes. ¡Muy bonito!.
La tarde la dedicamos a pasear, visitando en la Rua Das Flores, el Café Mercador, donde disfrutamos de los típicos pasteles de Belem (tortas de nata) y un buen café a media tarde (muy recomendado el lugar).
Por la noche ya teníamos planeado cenar en Terranova, en la Ribera del Río, tal y como nos habían recomendado. Reservamos a media tarde, ya que el lugar es pequeño y bastante visitado.
Cenamos en la parte de arriba, una sala pequeña, de unas 2-3 mesas, donde se encuentra una ventana redonda con vistas al Río (el espacio, tan pequeño como encantador). Respecto a la comida, una tabla de quesos buenísimos, unas tapas de bacalao y para el plato principal nos decidimos por la recomendación del Chef (un solomillo acompañado con una pasta elaborada por él), ¡buenísimo!
Es un poco caro, cuando la carta tampoco es nada del otro mundo, pero si que mereció la pena probar esta experiencia gastronómica en un lugar tan peculiar y acogedor.
Y el domingo, vuelta a casa. Salimos sin problema con nuestro coche, buscando de nuevo la A3-A1 para coger la autopista de peaje manual y casi sin tráfico, llegamos al parking del aeropuerto tras dos horas y media de viaje.
Lo mejor de aquella escapada a Oporto con amigas
> Ciudad pequeña, que invita a visitarla paseando.
> Historia y cultura en su justa medida, pero toda una variedad de estilos y paisajes, a cual de ellos más cautivador, sin grandes distancias entre ellos.
>Ambientazo, sin estar excesivamente cargada de gente.
>Disfrutar de su gastronomía exquisita, con muchos lugares más que recomendables para ello y sobre todo con buena relacion calidad-precio. Muchas bodegas que ofrecen los mejores vinos, para todos los gustos, y casi todos estos sitios están preparados para crear al cliente un ambiente acogedor.
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3 comentarios en “Escapada a Oporto con amigas: una experiencia única”
Gracias chicos!! Encantadas de que os guste, esperamos que sea útil para aquellos que se animen a visitar esta bonita ciudad. 🙂
Vaya equipazo de viaje… Me gustan mucho vuestras recomendaciones, habrá que regresar para disfrutar de todos esos buenos bocados y tragos que contáis. Las fotos son una pasada. Enhorabuena!
Pues veo que lo pasasteis de lujo y no os dejasteis ni un rincón de la bonita ciudad por pisar. Y tampoco ni un local por probar… Esa ciudad engancha y es perfecta para disfrutar un buen fin de semana. Gracias por compartirlo por aquí. ¡Y muchas gracias también a Mª Mar por sus bonitas fotos! ¡Buen post!