Vientiane, la tranquila capital de Laos

Postal-Bauset-Laos-VientianeVientiane es sin duda, unos de las capitales más relajadas del Sudeste Asiático. Viajar a Laos y encontrar alojamiento barato en Vientiane, disfrutar de tranquilos paseos en Riverside y disfrutar de la fusión gastronómica de la ciudad es tremendamente fácil. Alojarse en Nam Phu, es sin duda la mejor opción, tendrás multitud de posibilidades en la cercanía y podrás disfrutar de la ciudad todo el tiempo. Sin duda un buen sitio donde parar unos días después del cansancio y las horas que supone recorrer Laos, tanto llegando desde el Norte desde Luang Prabang como desde el Sur, Pakse, como fue nuestro caso.

PAKSE – VIENTIANE

Por los 17 euros pagados, salíamos a las 20:30 de Pakse en dirección a Vientiane en el sleeping bus. Compañías como Bookaway nos facilitan la reserva. En el Nang Noi Guesthouse de Pakse nos permitieron una buena ducha antes de partir. La novedad del bus cama Pakse-Vientiane nos tenía excitados. La experiencia fue muy buena y totalmente recomendable para este recorrido.

El bus salió puntual y llegó a la capital 10 horas después, poco más allá de las seis como tenía previsto. Habíamos huido de las camas traseras, lugar donde se notan más los baches y el ruido del motor. Las de delante y en proximidad al baño tampoco son una buena opción en opinión nuestra. Así que elegimos localización en el centro del bus. Nos subieron al segundo piso del bus. Los habitáculos de aproximadamente 1,50 por 1,80 metros son razonables para dormir dos personas, lo malo es que si viajas solo, tendrás probablemente que dormir con un desconocido. Nos ofrecieron cena a base de arroz y vegetales y agua. El conductor iba a todo trapo en algunos tramos y la inercia se notaba muchísimo en el piso superior, eso puede ayudar a dormir con el balanceo pero la verdad es que hasta que te acostumbras asusta un poco.

Así que sobre las 6 de la mañana estábamos en la estación de buses del Sur de Vientiane. En seguida nos ofrecieron transporte al centro, 2 euros por persona hasta Nam Phu, centro de la ciudad y donde se localizan la mayoría de alojamientos de precio medio. Era Domingo temprano y la ciudad estaba dormida. Suerte que encontramos en seguida una cafetería donde asearnos lo mínimo y desayunar.

Las expectativas de conseguir buen precio con una calidad aceptable para nuestros días de descanso eran escasas. La mayoría de lo que habíamos ojeado por Internet andaba en torno a 25-30 dólares. Y efectivamente tras preguntar en varios guesthouse por ahí andaba el precio, si bien es cierto que existen opciones en alojamientos compartidos desde los 5 euros. Finalmente optamos por Vayakorn guesthouse, muy bien localizado, con una amplia habitación con Frigo y muy limpio. El precio 25 dólares la noche, ofreciéndonos una con vistas a la calle y más amplia por reservar para las tres siguientes noches (aunque finalmente fueron cuatro noches…) Nos quedamos del 16 al 20 de Marzo de 2014 y una noche más a la vuelta de Vang Vieng.

Lo mejor de VIENTIANE

Tras recorrer muchos kilómetros y haber disfrutado del Sur de Laos, llegamos a la capital de Laos convencidos de la necesidad de unos días de descanso. Día tras día la ciudad nos atrajo más y fuimos alargando la estancia. Finalmente cuatro maravillosos días en que pudimos disfrutar de largos paseos por la ribera del Mekong, de la variada oferta gastronómica de la ciudad y de un sinfín de horas de sueño incluidas buenas siestas.

Mapa centro Vientiane

A pesar de ser la capital del país, Vientiane es la más tranquila de las capitales asiáticas. Muchas veces leído, y comprobado de primera mano en estos relajantes días. El Centro urbano, en los alrededores de la fuente y Plaza Nam Phu, son unas cuantas calles plagadas de alojamientos para todos los bolsillos al igual que multitud de restaurantes de cocina local e internacional. Un buen sitio para hospedarse y desde donde el acceso a los principales puntos turísticos de interés es sencillo. Si bien estos reclamos turísticos no están probablemente a la altura de otras grandes capitales asiáticas, bien dan para un agradable paseo haciendo interesante la estancia.

Las calles de Vientiane conservan numerosos edificios de la época colonial francesa, la mayoría restaurados y en la actualidad sedes de organismos oficiales. Las calles, amplias y ajardinadas en casos conservan aún muchos de sus nombres en francés de hecho. A orillas del río Mekong, como casi todo en el sureste, y con la vecina Tailandia del otro lado, nos llego como una grata sorpresa en aquellos días, mientras plácidamente planeábamos nuestro próximo destino.

Atractivos turísticos de la ciudad de Vientiane:

Patuxai, el Arco de Triunfo de la capital, uno de los símbolos de la ciudad. Cercano en un paseo de poco más de quince minutos desde el Centro, este es sin lugar a dudas uno de los puntos de referencia de la ciudad. Construido en los 60, en realidad es una obra inacabada dada la truculenta historia del país.

Un enorme arco de hormigón que desmerece a medida que te acercas al mismo. De todos modos la visita es obligada en la capital. El acceso y subida hasta la séptima planta permite las vistas de la ciudad, previo pago de 30 céntimos de euro, si bien no hay que esperar una maravilla. A medida que asciendes, multitud de pequeños puestos de souvenirs en su interior, hasta el penúltimo piso en que una angosta escalera de caracol permite las panorámicas.

Pha That Luang, la gran estupa dorada, símbolo del arraigado carácter budista del país. Sin duda una de las imágenes más repetidas en la simbología laosiana. Construido sobre el siglo III, se supone para el enterramiento del esternón de Buda. Formado por tres niveles siguiendo la tradición budista del camino del hombre hasta el nirvana. La base de unos 70 metros en cada lado representaría el mundo material, sobre el mismo, un segundo nivel que muestra las 30 perfecciones del budismo y en la torre la gran estupa dorada.

La entrada nos costó 50 céntimos, si bien no nos dijo gran cosa. Probablemente habíamos leído mucho más y nuestras expectativas eran altas. En la entrada una estatua de rey Setthathirat y alrededor multitud de figuras de Buda.

Lo que si nos gustó más que el propio recinto fueron los alrededores. Un par de grandes edificios totalmente engalanados, en el interior de uno de los cuales se podía contemplar una enorme figura de un Buda tumbado. Del otro lado un templo moderno, Vat Thatluang, cargado de simbología y ornamentación budista, con otro gran Buda acostado que fue una delicia para tirar fotos.

Buda reclinado de Vat Thatluang, Vientiane

– Wat Si Saket, muy cercano al centro de la ciudad. La entrada, 50 céntimos, permite la entrada al Templo más antiguo de Vientiane, construido al estilo tailandés. Alrededor del mismo más de 2000 figuras de Buda de distintas épocas en multitud de pequeños y grandes nichos en el claustro que circunda la estructura principal. En el interior unos deteriorados murales que bien podían ser restaurados.

Wat Si Saket, Vientiane

– Haw Pha Kaeo, frente al anterior e inmediatamente tras el imponente edificio del  Palacio de Gobierno. De nuevo 50 céntimos por la entrada y desde luego uno de los que más nos gustó. Una enorme edificación que en sus orígenes albergó el famoso Buda Esmeralda, aunque las batallas con países vecinos hicieron que en la actualidad no se encuentre en este enclave.

Wat Pha Kaeo, Vientiane

– That Dam, la estupa negra. Otro de los símbolos de la ciudad a escasos metros de Nam Phu. Sobre una transitada plaza, desmerece el enclave, actualmente saturado de edificios y tráfico. Una antigua estupa que antaño se dice estuvo recubierta de oro, placas que fueron robadas por los vecinos siameses y han dejado la vieja  estructura cubierta de vegetación y moho, dándole un ecléctico aspecto en el conjunto de modernas estructuras que la rodean. Cuenta la leyenda que un dragón de siete cabezas descansa en el interior…

Estupa Negra, Vientiane

– Talat Sao, el único mercado que visitamos. Un moderno y fresco centro comercial alrededor del cual perdura el antiguo mercado. De todo y a todos los precios, en general más altos que en los países vecinos. Un laberinto de angostos pasadizos en el cual es difícil evitar parar aquí y allá.

– Riverside, la orilla laosiana del Río Mekong. Sin duda uno de los mayores atractivos de la ciudad. Al atardecer, un paseo por la transitada avenida ofrece un idea de la vida cotidiana del habitante de la capital. Es, en las horas del anochecer, cuando toda la ciudad se reúne en el mismo punto. Deporte, taichi, gimnasia, clases de salsa o simplemente pasear, multitud de gente ocupando las horas más frescas del día.

Allí mismo, el animado Mercado nocturno, donde todo tipo de puestos rivalizan en productos, artesanía, ropas, souvenirs… casi cualquier cosa que quieras comprar como recuerdo, eso sí, con precios nada competitivos para lo que estamos acostumbrados en Asia y con pocas o ninguna gana de regateo.

Este es el punto ideal para una cena junto al río. Muchos improvisados locales ofrecen sus barbacoas con carnes y pescados que allí mismo cocinan. Los precios, pues como siempre depende, pero no esperes encontrar grandes gangas a pesar de ser comida “en la calle”

– Xieng Khuan (Buda Park). Aunque apartado de la ciudad, a unos 26 Km, nos mereció la pena la visita. Los buses públicos que te llevan salen cada 30 minutos (aunque esto no es un dato contrastado…) desde la estación de buses situada tras el Mercado de Talat Sao. Hay que tomar el número 14. El trayecto, por 6000 Kips por persona lleva unos 45 minutos hasta el paso fronterizo con Tailandia. Como curiosidad decir que a medida que se llenan los asientos, ofrecen banquetas que se van acomodando en el pasillo para hacer más confortable el camino.

Una vez en el paso fronterizo, última parada del bus, algunos tuc tucs te ofrecerán llegar hasta el parque. Son unos quince minutos más de un camino en bastante mal estado por el que nosotros pagamos 5 euros entre tres (un japo se nos unió en el regateo)

Buda Park, Vientiane

El Buda Park es una curiosidad en toda regla. La entrada 50 céntimos y 30 por la cámara. Construido por Bunleua Sulitat, decidió la fusión de budismo e hinduismo en el mismo. Enormes figuras de piedra representando a Sivha, Visnú o Buda nos acompañan en todo el recorrido. Destaca un majestuoso Buda tumbado de enormes proporciones. Allí mismo paramos a tomar un refresco y pudimos regatear la vuelta.

Lo mejor hacerse con cuantos turistas haya en la zona, habitualmente pocos, y pelear por el trayecto en conjunto. Nosotros finalmente nos aliamos con nuestro amigo Japo, un poco empanado el muchacho, y dos chicas vietnamitas, consiguiendo el trayecto de vuelta directo hasta Vientiane por unos 4 euros por persona.

– Los Templos que abundan en el Centro. Visitamos muchos de ellos, la mayoría en la calle Setthathirath y en la paralela junto al río, Fa Ngum. Muy vistosos y escasos metros unos de otros. En todos ellos se accede gratuitamente y los monjes están más que acosntumbrados a los paseos de turistas. Muy recomendables para un paseo matinal. Entre otros recorrimos: Vat Mixay, Vat Haysoke, Vat Ontgeu y Vat Inpeng, prácticamente pegados uno a otro en la misma calle; Vat Siengvae Kongkhao y Vat Meuang Moungkhoun, algo más alejados en dirección al aeropuerto y Vat Chan y Vat Xiengyeun, junto al río.

Donde comer en Vientiane:

Por decir sitios que probamos y nos gustaron para comer, cenar o tomar algo… Cualquiera de las 3 ó 4 calles que discurren perpendiculares al río tiene multitud de locales, siempre con gente y a precios para todos los gustos. Comida laosiana y occidental habitualmente en todas las cartas:

– L´Opera. Llegamos del Sur, locos por una buena pasta y con la sensación de tener que regalarnos un pequeño lujo. El que dicen es el mejor restaurante de la ciudad, en la Plaza de Nam Phu, nos metió 30 eurazos por una pasta que por no mentir, no estaba mala, pero no merece el precio. No lo recomendamos por supuesto, ni tan siquiera para presupuestos altos.

– El Pimentón. Cuando estás fuera mucho tiempo y ves una carta con bravas, boquerones o embutidos… inevitable. En una de las callejuelas que conduce hasta el río, muy buen sitio, no es barato, pero la agradable conversación con la dueña y la tremenda hamburguesa que nos metimos mereció la pena. Un poco de pan tostado con alioli, unas olivas… ¡que nos quiten lo bailao!

– Un francés del que no recuerdo el nombre, pero con un señor tocando el piano al fondo y una buena carta de comida laosiana e internacional. Nos preparó a buen precio un buen plato de arroz con gambas y unos buenos noodels. De postre un exquisito Mouse de chocolate blanco…

JOMA, un clásico en los desayunos con uno de los mejores expresos de la ciudad. Además de variada bollería, croissants, ensaladas de frutas… indispensable todas las mañanas que estuvimos en la ciudad.

Scandinavian Bakery, un tradicional en la Plaza de Nam Phu, donde reúne todos los expatriados de la capital. Buen café, buen pan y por tanto un buen sitio donde echar buenas horas.

Chokdee Café. Un belga enganchado a Tintin… que alardea de la mayor carta de cervezas del sudeste, con más de 100 birras belgas. Todo un descubrimiento con buen ambiente todas las tardes junto al Riverside.

– Vía Vía. No pudimos comparar, pero probablemente cocinan las mejores pizzas a precio razonable y en horno de leña de la ciudad. También muy cerca del paseo del río, en una callejuela. Súper recomendable por calidad, precio y servicio.

– Full Moon. Buen ambiente, agradable para una copa. Nosotros tomamos una ensalada fresca a muy buen precio.

– En la cuarta planta de un edificio en Riverside, frente al Night Market, el Bor Pen Nyang. Un local con buena vista del paseo y el Mekong y buen ambiente. Sirven pintas frías y se puede cenar allí mismo.

Makphet Restaurante, afiliado a una ONG, Friends ´n´ stuff, que dedica sus esfuerzos a la formación de mujeres jóvenes. Cuentan con restaurantes en otras ciudades asiáticas. El de Vientiane es una opción inevitable. Un local perfecto en el que también venden algún objeto de artesanía. La cocina, Laosiana, tratando de mantener sabores tradicionales con un toque picante tan de allí. Nos gustó muchísimo, la comida y el trato recibido por las simpáticas muchachas que allí trabajan.

Y tras aquellos días de descanso y paseos al atardecer, finalmente decidimos reemprender viaje. Nos dirigimos hacia el Norte, hacia Vang Vieng. El trayecto 5 euros en bus, recogida en el hostel, nos aseguraron entre 3 y 4 horas de trayecto…

VANG VIENG – VIENTIANE

Una semana más tarde y tras disfrutar de unos maravillosos días en Vang Vieng, volvíamos de nuevo para abandonar Laos. Nuestro destino Bangkok.

El bus nos dejó en la estación del Norte desde la que por un euro cada uno llegamos hasta el centro. Exploramos un poco los guesthouse cercanas a Nam Phu, la zona de alojamiento por excelencia y que conocíamos bien tras nuestra anterior estancia.

Los precios más bajos andaban en torno a 7 euros por habitación con baño compartido y sin aire acondicionado, condición que no optábamos a renunciar. Sobre los 12-18 euros empezaban a mejorar sin ser nada del otro mundo. Así que seguimos buscando y finalmente dimos con el Phoung Champa Hotel, que ofrecía su habitación con AC por 16 euros incluyendo el desayuno, finalmente se quedó en 13 renunciando a los desayunos…

VIENTIANE – BANGKOK

Llegar hasta Bangkok desde Vientiane tiene distintas posibilidades:

– En bus, no exploramos esta opción, pero hay muchos desde luego. El precio hasta Khaosan lo vimos en 19€, las horas y características un misterio…

– En tren. Una opción cómoda con la que ahorrar una noche de alojamiento. La salida en van desde Vientiane es sobre las 15:30, desde tu guesthouse te recogen y llevan hasta la frontera, donde tramitas la salida del país. Este trámite cuesta 40 Baths. Te cruzan el puente de la Amistad hasta Tailandia y allí formalizas el visado de entrada en Nongkhai. Transporte incluido a la estación de trenes y 12 horas más tarde en Bangkok. Salida del tren a las 18:20, llegada prevista 6:35. El precio en primera clase se nos ofertó en 94 dólares para dos, si bien es aconsejable preguntar en distintos sitios, pues varía mucho. Nos aconsejaron reservarlo con tiempo, el tren solo dispone de 6 u 8 cabinas de primera, totalmente privadas con lavabo incluido. La segunda clase por unos 30 dólares menos,  incluye cama en un vagón compartido, tampoco es una mala opción.

– En avión, con dos opciones. La primera volar directamente a Bangkok  desde  Vientiane, una hora de vuelo. Operado por Lao Central Airlines en el vuelo de las 8 AM, si bien Bangkok Airlines tiene varios vuelos al día. La segunda cruzar la frontera hasta Udon Thani (hay buses desde Vientiane) y volar con Nock Air, una low cost con la que vimos precios en torno a 25-30€.

Elegimos finalmente el vuelo directo desde Vientiane. La facilidad en los trámites de visados son mucho mas sencillos, el ahorro de tiempo considerable y la diferencia de precio, comprando los billetes con una semana de antelación, nos convencieron. Finalmente lo conseguimos por 50 euros.

El aeropuerto de la ciudad se encuentra a tan solo 3 km del centro, a pesar de lo cual es imposible encontrar nada más barato a 6 euros por el taxi. Al parecer se puede estrangular a algún tuctuckero hasta los 4 euros, pero el tipo de hotel nos ofreció su taxi a la hora convenida y no estábamos para más estrangulamientos…

Así que tras aquel día de bus y preparar la siguiente etapa del viaje, echamos la tarde entre cafés y shakes, amenizada con wifis terroríficamente lentas.

Al día siguiente, llegar al aeropuerto de Vientiane no llevó más de 15 minutos y los 6 eurazos que dijimos. Sobre las seis estábamos en el mostrador (dos horas para un vuelo internacional…) pero hasta las 6:30 no abrieron para el check in. El aeropuerto no cuenta con opciones para una espera agradable, nada de cafeterías, dutty frees y compañía, al menos una wifi razonable gratis y sala de fumadores. La salida del país, a pesar de lo leído no costó nada, no sabemos si la tasa estaría incluida en el precio del vuelo. Así que en una hora ¡ya estábamos en Tailandia!

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Jose Luis Bauset
Soy Jose Luis, más conocido como Bau. Aquí compartimos nuestras experiencias viajando. Viajefilos es nuestro blog de viajes, donde todos aquellos adictos a viajar pueden buscar inspiración.

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2 comentarios en “Vientiane, la tranquila capital de Laos”

  1. Desde luego, el día que viaje a Asia, viajefilos va a ser mi principal bibliografía. No se pueden dar más detalles! Un auténtico reportaje en capítulos, mucho mejor que cualquier lonely planet.
    Por cierto, conociéndote ya habrás barajado esa posibilidad… Viajefilos es una gran carta de presentación y hacer la lonely debe ser uno de los trabajos más maravillosos que existen en el mundo…
    Vamos, que te hago de porteadora como aceptes…
    Besos

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