Recorrer Suiza en tren durante una semana fue toda una experiencia. La perfección del sistema ferroviario suizo lo hizo muy fácil a decir verdad. No tan fácil fue el encontrar alojamientos baratos en Suiza, en ninguna de nuestras escalas lo conseguimos, pero disfrutamos de unos geniales días que tuvieron como broche final la visita a nuestros amigos en Zurich, Úrsula, Marta y Javi, geniales anfitriones y mejores personas. Nuestra ruta por Suiza empezó con la visita de Ginebra, después recorrimos el lago Leman con escala en Lausana y desde aquí a la bonita población de Montreux y el famoso Castillo de Chillón. Ya de camino al norte, estancia en Gruyères, visita de la fábrica de chocolate de Broc y penúltima parada en Friburgo. Final y vuelta desde Zurich, tan bella como cara y recomendable. Una semana en tren por Suiza que nos dejó grandes recuerdos y que aquí compartimos.
Una semana recorriendo Suiza en tren
Nuestra ruta por Suiza en tren
Día 1.- Barcelona-Ginebra
Día 2.- Ginebra-Lausana
Día 3.- Lausana-Chillón-Montreux-Gruyères
Día 4.- Gruyères-Broc-Friburgo
Día 5.- Friburgo-Zurich
Días 6-8: Tres días en Zurich
El vuelo hasta Ginebra y el mejor alojamiento en la ciudad
Llegábamos al aeropuerto de Ginebra a las 10 AM desde Barcelona con Easyjet. Nuestro vuelo de ida había costado 34 €, para la vuelta con Air Berlin el vuelo a Alicante costo 65 €. En el área de cintas de recogida de equipaje, una maquina ofrece la posibilidad de tomar un billete de transporte gratuito a la ciudad valido para los próximos 80 minutos. Así tomamos un tren de los muchos que parten desde la estación anexa al aeropuerto (tras preguntar cogimos el primero que había y que salía hacia Zurich pero con parada en la ciudad de Ginebra) y salimos hacia Gare de Cornavin, la estación central de Ginebra y la más cercana a nuestro Hotel. Tan solo cinco minutos y ya estábamos en el centro.
El alojamiento en Ginebra
El Hotel Windsor lo habíamos reservado en Booking tras una búsqueda que resultó francamente difícil. Encontrar algo ajustado a presupuesto en Suiza es imposible y los precios de los alojamientos son disparatados. Para nuestra primera noche, la estancia costo, después de mucho buscar, 103,80 CHF (unos 98 €). Para hacerse una idea de los precios basta con navegar un rato en booking, ¡una cama en habitacion compartida de 16 se va a unos 40 €!. Además en todas las ciudades hay una pequeña tasa turística por persona que cobran en el alojamiento. El Hotel a pocos minutos de la estación se encuentra en perfectas condiciones, incluye desayuno y hasta acceso al área de fitness… Decir que en la temporada que visitamos esta zona de Suiza el Franco suizo (CHF) andaba en equivalencia 1:1 con el euro prácticamente.
El transporte y la oficina de información de Ginebra
Con el alojamiento en cualquiera de los hoteles de la cuidad, en el propio establecimiento facilitan una tarjeta para el transporte público gratuito por la misma. Todo un detalle pensando en los Francos Suizos que emplearás en el resto de actividades…
Cerca del hotel, en el enorme edificio de Correos, la oficina de información turística a la que nos dirigimos para organizar nuestros próximos días. En principio le dedicaremos unos días a recorrer Ginebra, pasaremos por Lausana, llegaremos hasta Montreux para visitar el castillo de Chillón, Gruyères y finalmente Friburgo para terminar en Zurich donde nos esperan buenos amigos, Marta y Javi junto con Ursula. Esa es la idea para la semana que tenemos. Ciudades como Berna o Lucerna merecen mucho la pena pero las conocemos de una anterior visita hace años.
La visita de lo mejor del centro de Ginebra
De momento dedicaremos el día a la visita de la ciudad. Ginebra es la gran ciudad del Suroeste suizo. Enclavada en el extremo occidental del enorme lago Leman, se encuentra dividida en dos por el río Rodano que desemboca en el lago. En el lado izquierdo el casco antiguo y los principales puntos de interés a excepción de las sedes de organismos internacionales, más de 200, que se ubican al norte de la ciudad. Con tan solo unos 200.000 habitantes se trata de una ciudad tremendamente cosmopolita de predominio francófono. La mayoría de visitas que haremos son gratuitas. Tras cruzar el Puente del Mont Blanc emprendemos el paseo por la rivera izquierda:
-El Reloj de Flores de la Rue de Rhône, cuna de la alta relojería suiza.
-Le Jet d’Eau, emblema de Ginebra
-La Iglesia y Plaza de la Madeleine
-La Plaza Bourg de Four
-El Ayuntamiento
-La Catedral de Saint Pierre. Aprovechamos y por 5 francos ascendemos a sus torres desde donde se obtienen magnificas vistas de la ciudad.
-La Casa Tavel
-La Rampe de la Treille, un mirador con el banco más largo del mundo y un paseo arbolado.
-La casa de nacimiento de Rousseau
Hora de comer y lo hacemos en una creperia en Grand Rue. Lo austero del local nos hace pensar que podremos escapar a buen precio. ¡Nada más lejos de la realidad! Dos crepes mas bien mediocres con la bebida correspondiente por 36 €. Jardín d’ Edén, ni os asoméis… Seguimos camino por la tarde.
–Plaza de Neuve y el Edificio de la Ópera. Muy cerca el Victoria Hall
-El Paseo de los Bastiones, el Muro de los reformadores y la Universidad de Ginebra
-La Sinagoga
Un poco mas adelante y antes de cruzar el río, el Boreal Coffee Shop, agradable ambiente, buena wifi y excelente cafe. Tan solo hay que pagar los 3.5 € por el expreso y pelear uno de los sillones… Un rato de descanso y de vuelta hacia la rivera derecha.
-El Puente de L’ Ille y la Torre del mismo nombre. En la isla, en la Cite du Temps, visitamos gratuitamente la exposición permanente de Swatch desde que empezó allá por 1983 con sus entonces atrevidos diseños.
–Pont des Berges y Bastión de Rousseau
Tras el merecido descanso decidimos salir a cenar algo. No es tarde y nos aventuramos a buscar la cervecería que nos recomendaba Pedro en su post, Le Phare, pero la calle esta en obras y no la encontramos. Al final, arrastrados por el ansia de probar una fondue típicamente suiza, probamos cerca del hotel en Le Petit Chalet. Reconozco que montado para guiris y que nos dejó arrastrar no se que extraño influjo. Huele a queso a tres km y creo que se impregnó para días en la pituitaria. Resultado, unos 60 € por una fondue mas bien mediocre. Seguimos equivocándonos en este país con la comida…
Día 2.- Ginebra-Lausana
Tras un buen desayuno servido en el hotel, en algún sitio se ha de notar el precio, salimos hacia la parte norte de la ciudad, donde se encuentra la sede de algunos de los más prestigiosos organismos internacionales.
La visita del norte de Ginebra: El museo de la Cruz Roja y el edificio de la ONU
La mayoría de estaciones cuentan con taquillas donde poder dejar el equipaje. Se ha de pagar un mínimo de 6 horas y los tramos a partir de aquí cuentan de seis en seis horas. Para este periodo mínimo de tiempo de alquiler se paga en función del tamaño de la taquilla: 4 francos para la taquilla pequeña, 6 para la mediana donde caben nuestras dos maletas, 8 para la grande y 10 la XL. Por supuesto el mecanismo es sencillo y permite pagar con tarjeta de crédito.
El museo de la Cruz Roja de Ginebra
Es Lunes y por desgracia no podremos visitar el Museo de la Cruz Roja, fundado en este país y que nos apetecía desde que leímos la entrada de Pedro. Para llegar tomamos el tranvía numero 15 desde la Estación Central. La ultima de las paradas es la que da acceso al complejo. A la llegada la Broken Chair, en honor a la conferencia en la que se consiguió la abolición de las minas anti persona.
La visita del edificio de la ONU en Ginebra
A las 12 AM visitamos el edificio de la ONU. Una visita guiada de una hora en español que cuesta 12 francos. Es preciso acudir con identificación, DNI o pasaporte. La visita pasa por distintas de las salas de reuniones y las explicaciones del guia son mas que interesantes.
Visítanos varias de las imponentes salas de reunión de los distintos organismos de la ONU. Descubrimos que son seis los idiomas oficiales del organismo: inglés, francés, español, ruso, chino y arabe. Además el guia nos va dando detalles de todo cuanto vamos viendo.
La Sala de los Derechos Humanos cuenta con una curiosa cúpula diseñada por el artista español Miquel Barceló, que representa una gruta recargada de múltiples de coloridas estalactitas, que vienen a representar las distintas maneras de interpretar las formas y colores dependiendo de la persona y su origen.
La sala del antiguo consejo de seguridad de la Sociedad de Naciones también se haya decorada por pinturas donadas por el artista español JM Sert, durante en gobierno republicano de 1936. Actualmente la sala se utiliza para las reuniones dirigidas al desarme. El actual consejo de seguridad está en la sede de Nueva York.
Con la visita hecha, creo que muy recomendable, volvemos a la estación de Cornavin, recogemos el equipaje y nos lanzamos a decidir que necesitamos comprar para el transporte los siguientes días. Para los horarios y enlaces con los trenes nos resultó muy útil la web The Train Line Europa
Las tarjetas Swiss Pass
Acerca del transporte público y las tarjetas Swiss Pass:
No es nada sencillo decantarse por adquirir una y si lo decides, tampoco nos pareció fácil elegir la que mas se adaptaba a lo que necesitábamos. Básicamente hay dos tarjetas si obviamos las especiales para jóvenes y las familiares. Además existen pases regionales de distinta duración y características lo cual acaba por hacerlo demencial.
> Swiss Travel Pass. Los precios para viajar en segunda clase son 210 CHF para 3 días, 251 CHF para 4 días, 363 CHF para 8 días y 440 CHF para 15 días. Incluye el uso libre de trenes, autobuses y barcos, así como rutas panorámicas y el transporte público en 75 ciudades. Además tendrás un 50% de descuento en la mayoría de remontes de montaña y entrada gratuita en más de 480 museos.
> Swiss Travel Pass Flex. A diferencia de la anterior en la que los días de viaje han de ser consecutivos, esta permite elegir los días que compres a lo largo de un mes. Los precios: para 3 días 239 CHF, para 4 días 286 CHF, para 8 días 407 CHF y para 15 días en un mes 484 CHF.
También hay que tener en cuenta que en caso de viajar dos o más personas el precio también baja.
El tren entre Ginebra y Lausana
Amablemente en el mostrador de ventas la muchacha nos hace el cálculo de los recorridos que tenemos pensados: Ginebra-Lausana 22,40 CHF; Lausana-Gruyères con extensión a Montreux y el Castillo de Chillón; Gruyeres-Friburgo y finalmente Friburgo-Zurich, un total de 131 francos, es decir un ahorro considerable respecto a la tarjeta para 3 días.
Son las dos de la tarde y salimos hacia Lausana. 40 minutos de recorrido y llegamos. Lausana nos suena a la sede del Comité Olímpico y por lo que hemos leído es un importante centro cultural del país. Su principal atractivo, la catedral. Así que haremos tarde noche en la ciudad y mañana seguiremos hacia Montreux y Gruyères.
El alojamiento en Lausana
En la estación nos hacemos con la info necesaria. La señora de la oficina de información hace una batida por la red en busca de un hotel “barato”. Todo lo que encuentra esta entre los 120 y los 150 francos, así que acabamos explorando la posibilidad de un hostel (Lausanne GuestHouse & Backpacker) cercano y que publicitan en la propia estación. El precio es de 100 € la habitación y 35 € en compartida. Nos parece un abuso.
Paramos a comer en Mc Donalds y de paso cazar una wifi antes de precipitarnos. Amantes de la “escala de medida del nivel de vida” según precio de la cadena americana… Unos 15 € el menú básico. En booking damos con el Hotel du Marche, algo mas alejado pero que por 70 € tiene habitacion con baño en una oferta de última hora. Sin desayuno, cobran 14 CHF mas por persona se quererlo. Lo reservamos y vamos para allá finalmente. Son solo 15 minutos pero enseguida nos damos cuenta de que la ciudad es una pendiente continua.
Lo mejor de Lausana en una tarde
Atardece, cinco minutos para el check in y salimos a ver el casco antiguo mientras todavía queda luz natural. Sus más conocidos edificios y que se recorren en un agradable paseo de un par de horas:
–Palacio de Rumine que ahora alberga la Universidad, Biblioteca y los museos de Bellas Artes y las Ciencias.
–Catedral de Notre Dame. Abierta hasta las 17:30. Desde luego una de las mejores sorpresas de la ciudad, francamente nos gusto mucho. El estilo gótico (siglo XII) de sus elevados capiteles da un aspecto soberbio a la estrecha nave. Restauradas esculturas de piedra, cuidadas vidrieras y en general un armonioso conjunto digno de ser visitado, como habíamos leído, una de las más bellas catedrales de Suiza. En el exterior se puede disfrutar de bonitas vistas de la ciudad y el lago Leman.
–Castillo de St. Marie, no visitable y al que no llegamos por falta de tiempo.
–Place de la Palud, el Ayuntamiento y la Fuente de la Justicia de 1557. Empedrada y peatonal desde luego otro de los sitios que mas nos gustaron en el paseo.
–Place de la Louve, famosa por las fuentes.
–Place St. François con la Iglesia del mismo nombre, resto del antiguo convento franciscano de 1270, en una de las calles más comerciales y animadas de la ciudad.
Y después de nuestra visita relámpago paramos a tomar una cerveza en la Plaza Pepinet, como suena, una plaza con varios locales que a eso de las siete acogen a los “lausanitas” que han decidido quedarse tras el cierre de tiendas. Un tercio de Super Bock por 5 CHF y merecido descanso. Para la cena hoy pan y fiambre del súper…
Día 3.- Lausana-Chillón-Montreux-Gruyères
Salimos desde Lausana corriendo y con la sensación de tener que volver, la ciudad tiene bastante atractivo y nos damos cuenta a medida que deshacemos el camino hacia la estación. Nuestro tren sale a las 10 AM y llegaremos justos.
Cómo llegar hasta Chillón
Desde Lausana, mas en concreto, desde el pueblo y puerto de Ouchy muy cerca del Parque Olímpico, parten los barcos hacia Chillón. Cuesta 24 CHF pero al ser temporada baja el primero sale a las 11:30 y las dos horas de travesía nos demorarían mucho. Esta fue la primera opción para seguir camino y así aprovechar la navegación por el lago, pero finalmente la desestimamos por ese motivo.
El billete que compramos sale de Lausana para terminar en Gruyères donde dormiremos pero lo hacemos vía Montreux y Chillón que queremos visitar primero. El billete para el día completo cuesta 29 CHF y el tren nos lleva en 34 minutos y sin transbordo a nuestro primer destino, Chillón. Recorremos la orilla del lago, repleta de laderas de viñedos y pequeñas poblaciones y dándonos cuenta de que esta zona en si misma puede ser una ruta perfecta para recorrer con tiempo. Localidades como Vevey donde Chaplin paso sus últimos 25 años de vida bien merecen la pena la parada.
Tras bajar en la parada Veyteaux-Chillón, una camino de solo cinco minutos te lleva al castillo.
El castillo de Chillón
Chillón es la típica estampa que tenemos en la cabeza de un castillo medieval junto al lago que le servía de abrigo y defensa. Residencia de los Condes de Saboya hasta que les fue arrebatado. Abierto de 9:30 a 18 horas. Precio 12.50 CHF. Al entrar hay taquillas para dejar el equipaje por 1 CHF. Visitamos los patios y almenas, los antiguos comedores y estancias con parte del mobiliario original, junto la cripta y los sótanos que sirvieron de cárcel. La correcta restauración del lugar y las explicaciones escritas en cada uno de los puntos del recorrido, te ayudan a hacerte una idea de como pudo ser la vida en el medievo. El día poco a poco se nubla y una suave lluvia termina por fastidiarnos la visita del exterior. Algo menos de dos horas se lleva la visita.
Un camino junto al lago sirve para la vuelta a Montreux caminando unos 45 minutos. Dado que sigue lloviendo aunque poco y vamos con la maleta volvemos en tren, unos cinco minutos. Tal vez hubiera sido mejor dejar el equipaje en la estación de Montreux que si cuenta con taquillas. El tren pasa cada hora a “y 26” puntualidad suiza…
Son las 12:30 y llegamos a Montreux. Aquí las taquillas de menor tamaño valen 6 CHF por 24 horas y las mayores 9 CHF.
La visita de Montreux
Montreux que enamoró durante el siglo pasado a numerosas celebrities, de la talla de Mercury o Heminway (este hombre parece que ha vivido en medio planeta…) no nos acaba de gustar y mas bien nos decepciona. Probablemente la llovizna que nos acompaña en la visita ayuda a la decepción. Bajamos hasta el paseo donde multitud de esculturas de mas o menos gusto, se muestran a cada poco. La que con toda probabilidad es de las más fotografiadas, la de Freddy Mercury con el brazo en alto mirando hacia el lago. Pasaba aquí largas temporadas según cuentan las guías.
Desde aquí enfilamos una de las empinadas calles que conducen hacia la colina y el casco antiguo. Algunos bonitos edificios pero en general nada destacable. Al final, la Iglesia de San Vicente que tal vez sea lo mejor del esfuerzo de subida. Desde aquí buenas vistas que con la neblina que se cierne sobre el lago resultan mejores.
De nuevo hacia abajo y a la busca de un sitio barato donde comer. Damos con un Súper Migros junto al que ofrecen comida para llevar del mismo comercio con la posibilidad de comer allí mismo. Se haya localizado en la planta baja del centro comercial de Montreux, seguro que fácil de localizar. Por 22 CHF nos hacemos con medio pollo, ensalada y la bebida. Una buena opción.
Cómo llegar y encontrar el mejor alojamiento en Gruyères
Aprovechamos la wifi del local y la “oferta estrella” de booking para hacer la reserva del alojamiento en Gruyères. Solo muestra 3 hoteles y el mas barato, el Hotel Gruyeres Rooms cuesta 107 € sin desayuno. Un último paseo por la rivera del Leman y tomamos nuestro tren hacia Gruyere, supongo que con mucho dinero y a juzgar por los hoteles que asoman al lago, Montreux resultará más atractivo…
Cada hora a menos cuarto sale el tren a Gruyères. El primer tramo lo hacemos con el espectacular Golden Pass Panoramic que sigue camino hasta Lucerna, nosotros haremos un cambio de tren en Montbovon. En total 1 hora y cuarto. Un bus, incluido en el ticket de tren, nos lleva desde la estación al pueblo. Son las cinco de la tarde y llueve, así que nos daremos al dulce trabajo del descanso. La habitación, dicho sea de paso, es una auténtica maravilla y merece la pena lo que nos ha costado, además ofrecen un 10% de descuento en la tienda de quesos y souvenirs y en restaurante anexo que regentan.
Así que salimos después del check in y paramos en lo que dará para un buen relato en cervezefilos, el bar del Museo de Alien de Gruyères, como suena. HR Giger Bar (nombre del que imagino todo el mundo Alien, suizo él) Museum, una freakada enorme en la que degustamos dos Cardinal Special (6.70 CHF la pinta)
Un paseo mientras anochece alrededor del castillo y por la iglesia, los colores del otoño han dejado unos preciosos colores que disfrutamos a pesar de la escasez de luz. Cenamos en el restaurante del hotel (Gruyères Traditions), dos tablas de embutidos y quesos con sus buenas Ittinger, otra de las cervezas de elaboracion suiza (60 CHF). Con ello y sin nadie más en la calle, son las ocho y media, nos metemos en la habitación.
Para mañana conoceremos Gruyères pero eso será la siguiente historia…
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5 comentarios en “Suiza en tren: Ginebra, Lausana y el Lago Leman”
Hola somos un viaje de estudios 4 días a ginebra alojados en thonon queremos ver Lausana montreaux chamonix.
Es rentable comprar el lemmanpass?
O el pase de Ginebra 24 h?
Gracias
Hola, muchas gracias por tu comentario. La verdad es que hace tiempo de ese viaje y no sabría aconsejarte. Normalmente ese tipo de información debe buscarse en páginas oficiales mucho más actualizadas. Siento no poder servirte de ayuda. ¡Buen viaje!
buenas tardes, somos 4 adultos y 3 niños de menos de 5 años, y quisieramos hacer una ruta en tren de 1 semana por el este de suiza el proximo junio/julio, sobre todo naturaleza, trenes panoramicos y viaje muy centrado en los niños. pero mi mayor duda (ademas de la ruta) es el alojamiento. no se si seria mejor un campamento base en una ciudad junto a una estacion de tren, y desde alli salir todos los dias de excursion, o ir moviendonos a diferentes alojamientos(con lo que supone mover todo lo que llevan los niños). ¿se podria llegar en tren a las principales excursiones?, en fin , necesito el principio del boceto del viaje…muchas gracias de antemano, un saludo.
Hola! Nuestra experiencia en tren fue buenísima. Muchas opciones y seguro que sin problema. Si como dices viajas con niños tan pequeñitos tal vez sería mejor elegir un lugar y moverse desde ahí. Naturaleza y buenas comunicaciones, busca en Interlaken. Esa zona para una semana está genial. En general las distancias en Suiza no son grandes como verás.
¡Qué chulo! Volvería mañana… Aunque a mí lo de los quesos de Gruyers me moló…
Besos