Desde hacía muy pocos años el archipiélago noruego de las islas Lofoten aparecía constantemente en nuestras conversaciones. Después de disfrutar hacía un año ahora de los impresionantes paisajes de Islandia en invierno, no teníamos duda de que viajar a Lofoten sería un nuevo objetivo. Un road trip en Lofoten, ¡como suena!. Pero había que echar cuentas. Y después de tres meses organizándolo y muchos números por fin había llegado el momento, nos embarcábamos en un viaje de una semana a las islas Lofoten.
Conscientes de lo caro del alojamiento en Noruega, nos habíamos puesto en marcha con las búsquedas con tiempo. Marzo era todavía un buen mes para tratar de ir a la caza de auroras boreales y no era sencillo encontrar buenos precios, más bien imposible. Un presupuesto que tratamos de ajustar y que se llevaba en torno a 240 € en vuelos, unos 50 € por persona y noche de alojamiento y, calculábamos 150 € por día de alquiler de coche que partíamos entre los cuatro afortunados que emprendimos aquel viaje.
Consejos para montar una semana en las Lofoten
El alojamiento en Svolvaer
El alojamiento en Svolvaer. Primera escala en Lofoten
Los artículos de nuestro viaje al archipiélago de Lofoten
Tras mucho preparar nuestro viaje y fruto de una de las mejores experiencias que tuvimos recorriendo las Lofoten, aquí van los tres artículos que le hemos dedicado al archipiélago noruego, con todos los detalles que nos parecieron interesantes y que seguro os ayudarán a montar vuestro road trip en Lofoten:
- Cómo preparar un viaje a las islas Lofoten
- La ruta de Viajefilos: Austvågøy, Vestvågøy y Mosquenesøya
- Los imprescindibles de una semana en Lofoten
El recorrido de una semana en las Lofoten
Después de tres de días en Oslo, volábamos a Narvik donde comenzar el viaje por Lofoten. Habíamos hecho las reservas para recorrer todo el archipiélago de las Lofoten en seis días de la siguiente manera:
> El vuelo de ida y las primeras dos noches tras aterrizar en Narvik y hacernos con nuestro coche, en la población de Svolvaer, al norte.
> Una noche intermedia en Leknes, un emplazamiento a mitad camino de la carretera que recorre las islas.
> Dos noches más en Reine, lo más al sur que se puede llegar en Lofoten y, a priori, la gran joya del archipiélago.
> De nuevo hacia el norte y una última nocheen Narvik antes de volver a Oslo.
Porque viajar en invierno a las Lofoten
Pues para nosotros el máximo atractivo era poder disfrutar de alguna noche de las auroras boreales. Una auténtica lotería que puedes llegar a ganar si tu viaje es entre enero y febrero con muchas posibilidades y con bastantes si es en marzo.
Pero hay muchas más razones. Los paisajes nevados de las cumbres que se funden con el mar en estas latitudes bien podría ser la segunda de las razones. Conscientes de que en verano pueden ser fascinantes igualmente, los paisajes con nieve y hielo resultan, a nuestros ojos, tremendamente atractivos y las fotos que pueden verse en las redes no nos dejaban lugar a dudas. Las rocas volcánicas que forman las moles de granito del archipiélago dibujan estampas difícilmente igualables.
Por seguir aportando razones: el “benigno” clima. Y es que a pesar de estar en una latitud que confirma que estamos por encima del círculo polar ártico, 100 km por arriba, las aguas que llegan empujadas por la corriente del golfo, permiten temperaturas más tolerables que en latitudes similares. No hablamos de clima cálido evidentemente pero sin duda, unas condiciones más favorables que las que se viven en invierno en lugares como Groenlandia, gran parte de la cual se encuentra a esta misma altitud.
También nos atraía mucho la historia de los pueblos de las Lofoten, ligada al mar, los vikingos y la pesca del bacalao. Muchos de las poblaciones, antiguos pueblos pesqueros, habían acomodado sus viejos talleres de pescadores como alojamientos turísticos. Los conocidos rorbuer son estos lugares y los establecimientos se han convertido en pequeños apartamentos bien equipados en los que pernoctar. ¿Buena pinta no?.
Y si a todo esto le sumas que te gusta el bacalao, matas por un buen salmón o buscas destinos menos abarrotados… ¡tienes suficientes razones! Solo un apunte más para los foodies, el skrei, el bacalao con denominación de origen noruego, llega aquí tras alcanzar su madurez para desovar procedente del mar de Barents. Un millar de kilómetros bregando que dan como fruto una carne sabrosa y única en el mundo de cuya pesca viven prácticamente los 25000 habitantes del archipiélago.
Para todo ello sólo había que recorrer la E10 o carretera del rey Gustav que con sus 230 km une con puentes y túneles las cinco principales islas: Austvågøy, Gimsøy, Vestvågøy, Flakstadøy y Moskenesøy. Para las otras dos, más al sur, Værøy y Røst hay que tomar un ferry. Y esto era precisamente lo que nos disponíamos a emprender.
Consejos antes de viajar a Lofoten
Aprender acerca de las auroras boreales
Ponerse al día en todo lo que concierne a las auroras boreales. Suena freak pero una vez te lanzas a aprender sobre esto, estoy seguro que la motivación va multiplicándose de tal manera que es difícil parar. Su nombre viene a significar que hablamos de “un brillo” surgido de las tierras polares. Estos fenómenos luminiscentes son más visibles en las oscuras noches del invierno polar y en el caso del polo norte, el caso que nos ocupa, tienen el apellido de boreales (recordad que las que se pueden disfrutar en el polo sur, serán auroras australes). Se producen en vecindad al sol desde donde se forman los vientos solares, altas cargas de protones y electrones que escapan de su círculo propagándose por el espacio. El choque de estas moléculas con los campos magnéticos terrestres provoca la radiación electromagnética a diferentes longitudes de onda (luz visible en diferentes colores) que configura las auroras que podemos ver (y os aseguro que es una auténtica maravilla).
Hasta ahí la explicación científica. La mitológica puede ser mucho más interesante pues como imagináis desde siempre, han sido fenómenos que han acompañado al hombre. Como siempre, se le han tratado de dar explicaciones y razonamientos más o menos acertados, eso si, siempre acomodados al beneficio propio.
En la zona que nos ocupa, las Lofoten, los vikingos relacionaban las auroras con la diosa Freya montando a caballo y con el reflejo de las armaduras de las valkirias cuando salían a por los caídos en las batallas. Pero, como escribo, si os gusta el mundo freak, o no podéis dejar de serlo, lo escrito acerca de las luminiscentes damas de la noche polar, da para echar muchas horas de lectura.
Bajarse el kit básico en Apps del “cazador de auroras”
Del montón de aplicaciones que te ayudan, en ocasiones te desmoralizan, para saber cómo cuándo y dónde van a producirse estos bellos fenómenos recomendamos al menos estas dos:
> Aurora Forecast. Marca el porcentaje de posibilidades de avistamiento de auroras en la localización en que te encuentres, en el momento y en los 25 minutos siguientes. Además la posibilidad de nubes. También te da una predicción del índice KP a unos 15 días vista. El mapa mundial en el que se ve correr la Aurora resulta adictivo cuando estas pendiente de este fenómeno.
> Norway Lights. Igualmente predice la presencia de auroras pero en términos más prosaicos: Ve, prueba o “nada de nada”. En el caso de que diga que salgas, no lo dudes…
Leer y aprender el mínimo y un poco más sobre cómo fotografiar auroras
Artículos al respecto hay y muchos. No hace demasiado Javi nos regalaba su resumen de consejos para fotografiar auroras boreales para principiantes en Viajefilos. Tal vez más que suficiente. Un mínimo de conocimientos en fotografía vendrán bien. En Viajefilos también tenemos un pequeño curso con nociones de fotografía para principiantes que puede ayudar. Por recordar, insisto es muy importante traerse una buena foto que lo demuestre…
> Tener mucha paciencia y buen abrigo. No tiene nada que ver con la fotografía pero es casi lo más importante. Y cuando hablamos de protegerte del frío, debieras también conservar las baterías de tu cámara en un sitio caliente antes de lanzarse al espectáculo. Digo “las”, porque espero que lleves más de una…
> Utilizar el modo manual de la cámara, sea cual sea. Nada de escena, programa, prioridades A, P o lo que sea. ¡Modo M!
> Utilizar un trípode. Es imposible capturar una toma medio digna “al aire”. Puede valer hacerse con una superficie donde apoyar la cámara mientras se dispara, pero el resultado será muy mediocre y te arrepentirás toda tu vida.
> Buscar el norte. La dama verde viene de allí, y siempre que podamos debemos buscar localizaciones al norte para tener mayor posibilidad de éxito.
> Pelear por la baja contaminación lumínica, que suena a que será fácil, pero no tanto. Y es que además de buscar lugares que carezcan de luces artificiales alrededor en viviendas o similares, necesitaremos evitar linternas, móviles y cualquier fuente de luz cerca. Es bueno llevar un frontal para ajustar los parámetros de la cámara y usarla el tiempo justo. También puede ayudarnos si queremos fotografiar algún motivo en primer plano. La luna será nuestra enemiga. Y además de la luna, los turistas que, armados con todo el equipo, salen al acecho de la aurora en noches con buenas predicciones.
> Utilizar la máxima apertura posible. Eso es “la A más pequeña que tenga el objetivo”. Habitualmente andarán en 3.5 ó 5.6 en cámaras “normalitas”. Si es un buen objetivo, abre hasta 1.4, 2.8…
> Usar tiempos de exposición largos. 20, 30 segundos o incluso más. Depende de la intensidad y habrá que ir probando a medida que disparamos.
> ISO baja que evite el temido “grano”, ese punteado que sale en las fotos de noche. Una ISO de 100 puede ser suficiente. En cámaras un poco “peores” tendrás que subirla para que capte mejor la luz de las auroras. Ya sabes que te expones a mayor cantidad de grano (esos puntitos que aparecen en las fotos de noche cuando disparamos en modo automático)
> Conseguir enfocar. Por supuesto, pon tu cámara en enfoque manual. Esta es la parte difícil, y si no conseguimos un punto donde enfocar, la cámara no disparará o aún peor, lo hará en una imagen borrosa que no servirá de nada. La teoría es que hay que enfocar al infinito. Personalmente nunca lo conseguí y lo máximo que se puede conseguir es enfocar a alguna estrella. Si no lo consigues, busca alguna casa alejada, algún punto de luz en el que se pueda enfocar y a ello.
Y con todo ello, cruza los dedos y ¡a esperar!
Día 1. Oslo-Narvik-Svolvaer
Cómo llegar a Lofoten en avión. La escala en Oslo
Habitualmente los vuelos desde España enlazan en Oslo camino de Lofoten. Nosotros habíamos aprovechado los tres primeros días para conocer la ciudad y reservado un vuelo el tercer día para volar a Narvik. Existen dos aeropuertos en las islas: en Svolvær y en Leknes, con vuelos operados desde Oslo por la compañía Widerøe, pero su precio nos resultaba abusivo cuando lo vimos.
La otra manera de llegar sería en ferry desde Bodo, pero requería más tiempo. Así y para emprender la ruta de norte a sur, nos decidimos por volar a Narvik y bajar en coche de alquiler siguiendo la línea que marca la E10 y cruza todas las islas.
Aunque nuestra reserva inicial con Norwegian nos llevaría hasta Evenes (el aeropuerto de Narvik), a las 11 de la mañana, una fatalidad quiso que nos cambiaran el horario de vuelo a última hora. Así, tocó aprovecha la mañana y parte de la tarde para pasear por la capital. Después de tres días en Oslo ya conocíamos gran parte pero siempre es una ciudad agradable.
El vuelo salía del aeropuerto de Gardermoen, el mayor de la ciudad y para llegar al mismo las principales opciones eran tomar el tren expreso (19 € y unos 20 minutos) o uno de los frecuentes regionales que hacen parada en el aeropuerto (10 € y algunos minutos más). Optamos por el ahorro y la verdad es que en tan solo 25 minutos estábamos en el aeropuerto. Facturación y rumbo a Lofoten. Aquella primera noche prometía auroras y era más que evidente que íbamos a llegar muy tarde…
Finalmente aterrizábamos a las 22 horas en el aeropuerto de Evenes. A la hora de organizar el viaje a Lofoten, aquí comenzó el primero de nuestros galimatías. La puerta de entrada natural al archipiélago de Lofoten, era volar a Narvik. Pero su aeropuerto, Evenes-Harstad se encuentra a 60 km, un dato a tener muy en cuenta a la hora de alquilar el vehículo. Y es que a punto estuvimos de alquilarlo en Narvik pueblo, lo que hubiera supuesto alejarnos esos 60 km de nuestra ruta para ello. Y es que como dice un amigo, hay que estudiar para viajar. ¡Menos mal!
Para llegar a #Lofoten en avión, la puerta de entrada es el aeropuerto de Evenes-Harstad, mucho ojo con liarse y pensar que llegarás a Narvik. La población está a más de 60 km en dirección contraria |
El vuelo entre España y Evenes
Alquilar un coche para recorrer el archipiélago de Lofoten
Sin duda la mejor opción. Si bien se puede utilizar transporte público, el contar con vehículo propio nos permitiría salir de la ruta principal e ir eligiendo las localizaciones.
En el aeropuerto de Evenes operan todas las grandes compañías de alquiler aunque Budget por poco nos la juega mandándonos a Narvik a recoger el coche a pesar de que la reserva figuraba en el aeropuerto como punto de recogida. Sixt si contaba con oficina y nos terminamos decantando por ellos. Por eso es importante, saber que Narvik no queda cerca de su aeropuerto…
Sixt mantenía la oficina abierta a esa hora y después del papeleo de rigor nos pondríamos en marcha para pasar aquella primera noche en Svolvaer. Un Toyota RAV 4 o similar para los cuatro con el equipaje. Bajando la franquicia por daños a 0 € de los 1000 € que partía, con kilometraje ilimitado y con un seguro extra que cubría daños en el vehículo producidos por salpicaduras en la calzada, andaba alrededor de los 150 € por día. Pero con estas opciones iríamos cómodos y seguros, es decir, la primera gran inversión del viaje: 900 € por el coche de alquiler para los seis días. Hay que cerciorarse de que cuentan con ruedas para nieve y revisar el contrato con tranquilidad. La gasolina 95 en torno a 1.5-1.6 € y los 1000 km que hicimos con el coche supusieron 135 € en combustible.
Bueno, leído y releído todo y con las llaves de nuestro Toyota RAV 4 en la mano, nos poníamos en marcha a las once de la noche hacia Svolvær.
No podemos decir que fuera la mejor hora, además este tramo de carretera venía descrito como muy bonito, pero no tuvimos más remedio. Por delante 174 kilómetros. Y fueron dos horas y media en las que tuvimos de todo, incluido un nevazo que por momentos llegó a preocuparnos. Bueno, de todo, ¡menos auroras!. Al menos comprobamos que el Toyota respondía sin problemas a la carretera helada, a la nieve y a temperaturas que llegaron hasta los -11 •C.
Era la una y media, el termómetro marcaba un grado sobre cero y ya estábamos en Svolvær. Y como había dicho nuestro anfitrión aquella noche, la llave de nuestro apartamento estaba puesta.
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2 comentarios en “Como preparar un road trip de una semana en las islas Lofoten”
Buenas noches, nos gustaría conocer cual fue la fecha de este viaje, ya que no lo encontramos en el blog. Gracias
Hola Miriam, gracias por leernos! El viaje lo hicimos en Marzo. Es muy buena época para disfrutar de auroras y con suerte tendréis días claros. Es difícil de saber con tanta antelación pero si os gusta la idea no tardéis en poneros con las reservas. No hay tanta disponibilidad como en otros lugares. Nosotros tuvimos mucha suerte esa semana. ¡Y si hacéis esas reservas en los enlaces de viajefilos mil gracias! Escríbenos con cualquier duda.