La composición en fotografía

Tras aprender a que nuestra foto quede con la correcta exposición en las nociones I, nociones II y nociones III (Apertura, Tiempo e ISO), conseguir aumentar o disminuir la profundidad de campo (en nociones IV) según el efecto que pretendamos en nuestra imagen (de nuevo jugando con la apertura) y por fin llegar incluso a conocer como y donde medir la luz de nuestra escena para una correcta exposición y variar la zona que queremos enfocar (nociones V)… ya nos van quedando menos cositas. Algo que a priori opinaba es muy personal, pues siempre he pensado que la composición de nuestra foto, es decir, donde ponemos el motivo principal, donde cortamos el horizonte…,  termina como nosotros queramos, no es tan así cuando aprendes alguna regla básica de composición. Y es verdad que cuando adquieres la costumbre de usar estas pocas reglas a la hora de componer tu fotografía, los resultados son mucho más satisfactorios y desde luego más espectaculares.

NOCIONES DE FOTOGRAFÍA PARA DUMMIES

Nociones I: La apertura del diafragma

Nociones II: La velocidad de Obturación

Nociones III: La sensibilidad ISO

Nociones IV: La profundidad de campo

Nociones V: Métodos de medición de luz y enfoque

Nociones VI: La composición en fotografía

Nociones VII: Algo de retoque fotográfico

La regla de los tercios

Y en definitiva la composición no es más que la situación de los objetos en la escena de una fotografía, buscando una mejor vista y armonía entre los mismos. Ello incluye por supuesto aprender según lo que pretendamos en añadir o eliminar elementos de nuestra escena. La regla básica es la regla de los tercios (y ya os digo que no tiene nada que ver con la Estrella Levante…). A modo de curiosidad, la regla viene de muchos siglos atrás y se basa en “la regla Aúrea” también conocida como “divina proporción” o número de oro, atribuido en última instancia a Leonardo da Vinci (casi nada). Y la regla de los tercios lo que viene a aplicar es esta regla aúrea de la divina proporción a la fotografía, de modo que si aproximamos los objetos más importantes de nuestra escena a la sección aúrea obtendremos una imagen más llamativa y equilibrada.

La mayoría de las cámaras, compactas incluidas, tienen estas líneas visibles en el display (la pantallita) y para que aparezcan si no están sólo tenemos que buscar su visualización en nuestro menú. El acostumbrarnos a tenerlas visibles ayudará a que nuestra composición sea más sencilla y vistosa. Lo que hacemos realmente es dividir el espacio de la foto tanto vertical como horizontalmente en tercios, haciendo que los elementos más importantes se ajusten en los tercios. Recordar que no siempre seguiremos esta regla básica, en ocasiones una foto con una perfecta simetría es una buena foto… (a mi me lo vais a decir, todo un fan de la simetría…)

Al igual que nos sirve para colocar nuestros objetos nos ayudará a que el horizonte se mantenga recto (¿hay algo peor que un mar cayendo hacia un lado en nuestra foto?) y lo colocaremos según nuestra intención: si queremos simetría, caerá justo en el centro, si buscamos una mayor importancia en el suelo, lo colocaremos en el tercio superior y si, al contrario, queremos dar mayor importancia al cielo, ajustamos el horizonte en el tercio inferior.

La  aplicación  de  la  regla  de  los  tercios  nos  permite  descentrar  los  objetos  horizontalmente.  Esto  lo  podemos  ver   continuamente  aplicado  en  el  cine.  Fíjate  en  las  películas  que  las  personas  nunca  aparecen  centradas,  sino  en  un   tercio  u  otro.  Se  nos  puede  plantear  la  duda  de  si  es  mejor  ajustar  un  sujeto  a  un  tercio  izquierdo  o  derecho,  superior  o  inferior.  Al   descentrar  un  objeto  hay  que  tener  muy  en  cuenta  qué  está  haciendo  el  sujeto.  Si  por  ejemplo  el  sujeto  es  una   persona  trataremos  de  acompañar  su  mirada  y  dejar  espacio  hacia  la  zona  donde  mira. Igualmente,  si  el  sujeto  es  un  objeto  en  movimiento  (p.ej.  un  coche)  suele  ser  mejor  dejar  el  espacio  libre  hacia   donde  se  dirige  el  sujeto.  Esto  le  da  más  sensación  de  movimiento  y  profundidad  a  la  foto.  Todo  depende  de  la   sensación  que  queramos  transmitir.

En la intersección de nuestras líneas imaginarias situaremos los puntos fuertes de nuestra escena. Imaginar por ejemplo la fotografía de un caballo en posición estática y queremos hacer una foto de todo el animal. La cabeza debería quedar situada como el punto fuerte en una de las intersecciones superiores, derecha o izquierda, dependiendo hacia donde esté mirando el bicho…

Y si todavía os parecen poco útiles, probar siempre a colocar los ojos del motivo en vuestros retratos siguiendo la línea superior de las horizontales y veréis como aparecen más llamativos.

Igualmente importante es la proporción de los objetos que estamos fotografiando, seguro que recordáis una escena donde en una inmensa catedral, nuestro querido acompañante se pierde en la escena como un reducido punto irreconocible. Siempre será mejor tener  a  la  persona  cerca  de  ti,  encuadrarla  bien,  que  se  le   distinga,  y  ajustar  el  monumento  al  fondo,  aunque  se  corte  el  monumento  ligeramente  o  no  se  vea  en  todo  su   esplendor. Así que si una persona y un monumento no son compatibles en una misma fotografía, entonces haz dos fotografías distintas.

Otro aspecto importante es la altura desde la que estáis haciendo la fotografía, un elemento más de la composición, y la misma fotografía puede variar mucho en función de la altura desde la que que disparamos, así que hay que acostumbrarse a agacharse o, ¿por que no? subirse a algún sitio si la foto lo merece.

La orientación de la fotografía

Y por último, la orientación de nuestras fotografías: En  la  mayoría  de  los  paisajes  utilizo  el  formato  horizontal,  ya  que  es  el  que  más  se  adapta  en  estas  condiciones,   permitiendo  mostrar  tanto  el  cielo  como  la  tierra.  El  formato  horizontal  o  apaisado  da  más  sensación  de   asentamiento  y  resulta  muy  natural. Eso  no  significa  que  todos  los  paisajes  tengan  que  ir  en  horizontal.  También  podemos  utilizar  una  orientación  vertical   para  darle  más  profundidad  a  la  escena  o  para  incluir  un  objeto  en  un  primer  plano. En  retratos  se  suele  utilizar  el  formato  vertical  porque  éste  se  adapta  mejor  a  la  forma  alargada  del  cuerpo  y  de  la   cara.

Y si os parece poco… empezar a probar, ya sabéis, si hay que tirarse al suelo, subirse a una silla, moverse hasta encontrar el encuadre o la composición adecuada, pues a ello, nunca dije que resultara fácil tirar una buena foto…

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10 comentarios en “La composición en fotografía”

  1. Haraganes?… Casi mato a mis padres por Toledo de desesperación…
    Abre diafragma, cierra un poco, dale tiempo… leche!!, me ha salido movida… saca el trípode… Ah! Y casi din tocar la ISO que si no…..
    Paciencia les ha dado Dios….
    Eso si, tengo que decir que tras muchos intentos me gustan mas algunas fotos mías en modo M que las automáticas…
    Gracias maestro (Bau). 😉

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