Junto con las otras dos pequeñas islas, Gozo y Comino, Malta es sin duda un gran país desconocido del Mediterráneo. Gracias a las compañías de bajo coste y los cursos acelerados de inglés en una semana esto ha dejado de ser una realidad, y merece la pena la visita. Su capital, la Valletta, ciudad de piedra dorada que se extiende sobre un cerro flanqueado por puertos naturales. Fortificada por imponentes muros y bastiones inexpugnables. El corazón renancentista de sus calles en la amplia Triq Ir-Repubblika, alineada de palacios y dominada por la catedral de San Juan. A partir de ahí las calles aledañas discurren por pronunciadas cuestas hasta los puertos. Y más allá, aunque no demasiado, mulitud de atractivos pueblos de costa, antiquísimas ruinas en su interior y bonitos paisajes concentrados en su pequeño territorio.
Malta, un pequeño universo de historia viva
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