Maldivas, para bolsillo medianos o más pequeños

¡Si sueñas con experimentar un paraíso en la tierra, Maldivas es definitivamente el lugar para visitar! A pesar de la creencia común de que este destino es solo para los adinerados, hay una maravillosa alternativa para aquellos con un presupuesto moderado, ¡y es en realidad la mejor opción!

El secreto está en escapar del circuito turístico de resorts y buscar una casa de huéspedes acogedora y asequible. Estas casas son abundantes en cualquiera de las 203 islas habitadas de Maldivas y son administradas por locales inteligentes que proporcionan alojamiento y desayuno a un precio razonable. Estas casas están ubicadas en islas públicas donde los turistas pueden mezclarse con los lugareños, mejorando la experiencia y agregando autenticidad.

Además, estas casas de huéspedes ofrecen un sinfín de emocionantes aventuras marinas organizadas por su personal o por agencias de aventuras en las islas, brindándote la oportunidad de vivir y experimentar este paraíso celestial al máximo. Entonces, ¡haz tus maletas y descubre las joyas ocultas de Maldivas, sin preocuparte por el presupuesto!

Viajar a Maldivas por poco dinero

El alojamiento en Maafushi

Nosotras elegimos Maafushi como destino. En realidad fueron temas logísticos los que nos hicieron decantarnos por esta isla, ya que nuestro vuelo aterrizaba en Male International Airport, el principal aeropuerto del país, un viernes por la mañana, donde los servicios de transporte son más escasos. Porque Maldivas es un país musulmán. Total, que Maafushi era de una opción con buena combinación de transporte un viernes por la mañana así como con buenas reseñas en internet. Conclusión, nos vamos a Maafushi.

El Islam y las islas Maldivas

La condición de fieles al Islam de los nativos no creo que sea perceptible para los huéspedes de los resorts, pero es esencial tenerlo en cuenta si te sales del circuito de lujo.

En primer lugar, el cerdo y el alcohol desaparecen del menú.

Las playas se dividen en bikini y non-bikini beaches, y si las mujeres queremos disfrutar de un bronceado completo, hemos de elegir la primera opción.

En lugar de iglesias, hay mezquitas.

Y en algunas islas (no en Maafushi), el recato es obligado al transitar las calles (las mujeres debemos tener los hombros y rodillas cubiertos hasta llegar a las bikini beach). Sé de hoteles en los que te proporcionan una especie de albornoces para que los turistas desinformados puedan llegar a la playa sin conflictos de decoro (por ejemplo en el hotel Rashu Hiyaa en Dhiffushi).

En realidad, y ya volviendo a mi experiencia en Maafushi, apenas se percibe la influencia del Islam. El canto del almuecín se integra perfectamente en el ambiente de chill out de los atardeceres en el patio del hotel y la ausencia de mujeres en puestos de trabajo nos pasó casi desapercibida. Incluso osamos tomar el sol y lucir carne en la playa non-bikini, con discreción y buenos modos.

Llegamos a Maafushi en speedboat, tras unos 40 min de travesía, a 15usd/pers, con la compañía iCom. El embarcadero está en frente del aeropuerto de Male, no tiene pérdida.

La isla de Maafushi

La isla de Maafushi, en el atolón Kaafu, tiene forma alargada y se recorre de punta a punta en unos 15 minutos a ritmo lento. En un extremo hay dos playas bikini, contiguas, una con más ambiente, tumbonas y palmeras y la otra más tranquila, con unas hamacas en el agua en las que sacarte unas estupendas fotos. A continuación, y ya más en el lateral de la isla, hay otra playa, non-bikini, bastante más grande y deshabitada. En las tres puedes hacer snorquel y ver bastante fauna marina (en esta playa vi mi primer tiburón, de unos 80cm de largo). Si el mar está en condiciones y si te encuentras en buena forma física, puedes nadar desde la playa a un islote, a unos 250m. Nos contaron que merece la pena el esfuerzo.

En el otro extremo de la isla está la cárcel. Si, la cárcel, la única en todo Maldivas, habitada por presos políticos, según nos contaron (wtf!). La isla tiene tres calles principales que la recorren longitudinalmente, con distinto ambiente, a cual más auténtico: la calle trasera, al borde del mar, casi desierta, llena de barcos en barbecho para reconstrucción o puesta a punto, hasta llegar a la playa no-bikini; la calle del medio, una inmersión en Maldivas profundo, donde te puedes cruzar con alguna mujer local y niños, y en la que puedes encontrar pequeñas tiendas en las que comprar snacks y bebidas maldivas, parte de la recomendable integración en el ambiente local; y la calle principal, otra vez a orillas del mar, donde están los principales restaurantes, hoteles, puestos de golosinas, agencias de aventuras y el puerto hasta llegar a las playas bikini.

Leído así parece que estoy describiendo el paseo marítimo de Benidorm, pero creedme, hay veces que te olvidas que estás en uno de los principales destinos turísticos del mundo. Con deciros que apenas vimos 4 coches en total. Toda la isla está sembrada de hamacas hechas con un bastidor-estructura de acero del que cuelga una malla en la que te sientas. Son curiosas, a la vez que incómodas, pero dan una nota pintoresca al lugar.

Los lugareños son una suerte de hípsters surferos del índico. Flacos y llenos de pulseras, todo buen rollo, amables y abiertos. Las mujeres son menos visibles, y van cubiertas con pañuelo. Nunca sabremos si, como ellos, también se han aclarado el alborotado pelo zaíno con rubias mechas platinas.

Nos hemos hospedamos en el Fazza View Inn, un hostal de 6 habitaciones sencillas y limpias, ubicado en un extremo de la isla, entre la mezquita y la cárcel, a 5 minutos andando del puerto y a 1 de un pequeño embarcadero.

El hostal está regentado por 4 jóvenes locales, primos y hermanos, bastante apañados, muy atentos a los huéspedes, la mejor baza del hotel es el patio, a la sombra de una especie de peral maldivo, poblado de hamacas, pufs, una gatita preñada y generalmente ambientado con música soul y chill out que potencia el espíritu de calma, paz, relax y buen rollo que nos caló desde el primer momento.

La estancia salió por unos 30 usd/pers-noche, en habitación triple con desayuno. El día de llegada y salida de la isla, los chicos del hotel te acompañan del y al puerto, con transportista de maletas incluido. Su contacto es fazainn.bookings@gmail.com. También los podéis encontrar en Booking.

Desde tu llegada a Maafushi vas organizando tus aventuras a gusto del consumidor, con la gente del hotel directamente o acudiendo a las agencias del pueblo.
Booking.com

Las mejores excursiones en Maldivas

Las excursiones en Maldivas que nosotras hemos disfrutado:

Salida en barco de medio día

De 9am a 1.30pm para hacer snorquel en 2/3 localizaciones diferentes y con picnic en banco de arena (por supuesto virgen y desierto). Los chicos del hotel nos lo organizaron por 25usd/pers (los negocios locales lo ofrecen a 15usd/pers pero sospechábamos que serían grupos más grandes, y un paquete más cerrado y menos flexibles que con nuestros anfitriones). Te eligen diferentes tipos de arrecifes para bucear (gafa, tubo, aletas y chaleco salvavidas (para el que lo requiera) incluido en el precio-por cierto no sé qué le hacen al equipo pero ni se empañan las gafas, ni te entra agua ni se te caen las aletas) y van buscando que puedas disfrutar de avistamientos de tortugas, delfines y mantas-rayas. Además de los miles de peces, conchas, corales, anémonas y demás fauna marina. En nuestro último día incluso dimos de comer a los peces, toda una experiencia.

Bautismo de buceo

Lo contratamos con una de las agencias locales, Maldives Passion, por 70usd/pers incluye alquiler de todo el equipo y un entrenamiento por la mañana (a las 9am o 11am), con explicación y toma de contacto en playa non-bikini de Maafushi (yo ya flipé con lo que vi en esa primera inmersión a apenas 4m de profundidad y unos 300m de la orilla). Si te ves bien y cómodo, y sobre todo si ellos te ven preparado, te puedes a apuntar a otra inmersión por la tarde (de 2pm a 4pm), hasta 16m de profundidad, por otros 50usd/pers. Te trasladan en barco hasta el arrecife y te acompaña siempre el guía/coach (se trataba de un bautismo, al fin y al cabo). Mi instructor fue “el gamba”, como le gusta que le llamemos los españoles, un maldivo fino como un espagueti, bien simpático y animoso y sobre todo, insisto, bien pendiente de los novatos. A los acompañantes que no se atreven a bucear, se les permite acompañarte en el barco y se les proporciona equipamiento de snorquel para que puedan disfrutar también de la excursión. La inmersión dura más o menos una hora, pero en realidad acaba cuando al primer excursionista haya vaciado el tanque de oxígeno hasta el límite admisible. Nosotros estuvimos en Sexy Reef. Vimos un fondo marino espectacular, pero la verdad, yo estaba más pendiente de la respiración y de no pensar en la masa de agua que tenía sobre mi cabeza que del paisaje. Aun así disfruté mucho.

Pase de visitante de día a un resort

Aproximadamente desde las 8am a las 6pm. Lo contratamos con otro de los negocios locales, iCom. Existen varios paquetes distintos, dependiendo del nivel del resort, la lejanía y la oferta de ocio del mismo. Los precios varían por tanto, desde unos 90usd/pers en el resort Como Cocoa Island, en la bahía de los delfines, que por supuesto te asegura avistamiento de los mismos, un resort más sencillo, más pequeño y sin oferta de alcohol. Nosotras escogimos ir a Centara, por 130usd/pers, incluyendo comida en buffet, barra libre de bebidas alcohólicas, refrescos y zumos en el bar de la piscina desde las 9am, alquiler de snorquel, de paddle board (patinete o pedaleta de toda la vida), kayak o stand-up paddleboarding. Aquí patinamos un poco, ya que lo que nos prometieron en iCom no coincidía con lo que nos ofrecieron en el resort al llegar: las bebidas alcohólicas sólo incluían cerveza y vino, la barra libre empezaba a las 11am y el stand-up paddleboarding es sólo para residentes del resort. Tras pelearnos un poco conseguimos que nos dejaran practicar stand-up paddleboarding Recomiendo una negociación más clara con la agencia. Atención a la anécdota: en el resort nos exigieron someternos a un test de buceo con snorquel y aletas antes de permitirnos alquilarlos. Pensábamos que estaban de coña, pero no, son exigencias de seguridad…

También nos hablaron muy bien del resort Vaadhoo, por unos 100usd/pers, que no incluye los alquileres antes mencionados, pero sí una excursión para dar de comer a tiburones (pequeñitos).

El avistamiento de luminiscencia

Añado el avistamiento de luminiscencia de manera espontánea y gratuita. Una noche, paseando por la playa non-bikini de vuelta al hotel, nos acercamos a la orilla y con sólo agitar las algas pudimos ver cómo surgen luces en el fondo del agua. Nos pareció una experiencia mágica, a pesar de que la luna llena impedía verlo en todo su esplendor.

Otras excursiones en Maldivas

Otras excursiones y actividades que no pudimos disfrutar por falta de tiempo:

> Avistamiento de tiburón ballena (animal pacífico) y buceo con snorquel a su vera

> Excursión para dar de comer a tiburones

> Deportes acuáticos: surf, windsurf, kitesurf, paddle board y stand-up paddleboarding, ski acuático, plátano, moto de agua, paracaídas, pesca diurna o nocturna

> Excursión a otra isla local, con playas más grandes y bonitas (aún)

> Siempre existe la opción de quedarte en la isla local (Maafushi en este caso) y disfrutar de un día de playa.

La gastronomía de Maldivas

Como parte de la inmersión local que tanto nos gusta, hemos podido disfrutar de la gastronomía maldiva que nos ha encantado. Se trata de platos con cierto aire srilankeño-thai-indio: arroz, pescado (principalmente atún), noodles, picante. Destacar el Kothu (lo hay de atún, malasio, de ternera, mixto…). Ojo con el picante, aunque por lo general te avisan siempre antes de que pruebes inocentemente las salsas.

En el hostal pudimos disfrutar de desayunos locales (tostada, tortilla francesa y una mezcla de atún-cebolla-coco que se enrolla en pan tipo pita y se moja en una salsa) incluidos en el precio de la habitación. Una noche nos prepararon una cena maldiva, exquisita, por 15 usd/pers.

En la misma Maafushi os recomiendo un bar-restaurante llamado Amigos, en el que pudimos disfrutar de platos deliciosos por unos 8-9usd/pers. Puedes disfrutar de una buena comida, rodeado de locales (éramos las únicas turistas) en cualquiera de las tres terrazas que disponen (primera planta, azotea y a pie de calle). Tened paciencia con el servicio, se lo toman con calma, parte del ambiente de relax de este país. Como bebida, lo más típico son los cocos, pero también están deliciosos los zumos. Yo personalmente descubrí, aunque no es exclusivo de Maldivas, la Kolster, una cerveza no alcohólica. La puedes tomar sola o de sabores frutales (fresa, uva, granada, mora…) y se fabrica en Arabia Saudi.

La moneda en Maldivas

La moneda local son rupias maldivas, pero en todos sitios te aceptan los dólares americanos (los de iCom sólo aceptan billetes impolutos, sin arrugas, cortes, ralladuras o pintadas, pero nadie más nos puso pegas). El cambio es más o menos 15 rupias = 1 usd. Tened en cuenta que a los precios siempre hay que incluir el “plus-plus”, es decir, un 10% + 12% de impuestos. Los precios que os he comentado son siempre finales, ya incluidos el plus-plus.

Maafushi nos ha parecido una experiencia preciosa, pero hemos oído que en las islas más la norte, por ejemplo en Omadhoo, el paisaje y el fondo marino son mucho más espectaculares. Lo dejamos para el siguiente viaje, ya os lo contaremos.

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8 comentarios en “Maldivas, para bolsillo medianos o más pequeños”

  1. ¡Vaya pasada! Me encanta cómo lo cuentas. No hace mucho que estuvimos en Sri Lanka y no visitamos Maldivas por tiempo, pero también por precios. Ahora que te leo tendré que hacer por ir a disfrutar de sus maravillas….
    Gracias!!!!!

  2. Hola Elena, estando en Sri Lanka nos estuvimos planteando ir a Maldivas ya que por 150 € hay vuelos.
    Pero pensamos que aunque el vuelo era barato estar allí iba a ser muy caro.
    Si hubiéramos leído tu post antes a lo mejor hubiéramos cambiado de idea.
    Gracias por el post ya que es información muy útil para los que viajábamos con un presupuesto más ajustado.

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