Pocos días desde que aterrizamos en Ginebra y seguíamos nuestra ruta en tren por Suiza camino de Zurich. Habíamos visitado Lausana en la que nos quedaron ganas de algún día más y con una buena sensación tras visitar la bonita catedral de la ciudad. Hicimos una rápida visita del Castillo de Chillon y la turística ciudad de Montreux y llegado ya a Gruyères. La pequeña población amanecía semivacía y desde el primer momento nos pareció espectacular. Con el alojamiento en Gruyeres
habíamos acertado, aunque el precio era alto, era perfecto y nos gustó desde el primer momento. El día y el resto del viaje prometían…
Gruyères, Friburgo y Zurich en tren
Nuestra ruta por Suiza en tren
Día 1.- Barcelona-Ginebra
Día 2.- Ginebra-Lausana
Día 3.- Lausana-Chillón-Montreux-Gruyères
Día 4.- Gruyères-Broc-Friburgo
Día 5.- Friburgo-Zurich
Días 6-8: Tres días en Zurich
Día 4.- Gruyères-Broc-Friburgo
Gruyères es un mini pueblo con una sola calle que se amplía a modo de plaza y que además es peatonal. Esto lo convierte en tranquilo y fácil de recorrer. Precioso, cuidado, sacado de un cuento o cualquier decorado de película infantil. El principal reclamo… ¡el queso! Me atrevería a decir que todo el pueblo huele a fondue de queso. Además un bonito castillo y un buen punto de partida para emprender rutas desde la cima del Moleson, como nos recomendó Sonia en su post “Suiza con niños“.
Amanece mas despejado pero también más frío que el día de ayer. Dejamos el equipaje en el hotel y salimos a visitar Gruyères.
La visita de los imprescindibles en Gruyères
Castillo de Gruyères
10 CHF abierto de 9 a 17:30 A un lado del patio interior se encuentra la pequeña capilla de San Juan Bautista del siglo XIII. Bordeando la misma y tras el castillo, el jardín construido por una familia local y al estilo de los jardines franceses. Las vistas desde las almenas vuelven a ser impresionantes con las hojas de los árboles en la época otoñal.
Tras este primer contacto nos embarcamos en una presentación audio visual de las que habitualmente no gustamos, con la promesa de la traducción al español. Un repaso histórico de los orígenes del castillo y la lucha de las distintas dinastías que por allí pasaron. 20 minutos que resultan amenos e interesantes.
La visita del castillo resulta imprescindible en nuestra opinión y las estancias se muestran con una cuidada restauración y una sucesión de salas que tratan de mantener el ambiente y la decoración de siglos pasados.
El centro de la población de Gruyères
Rehacemos tras la visita el paseo por el camino de ronda del castillo que hicimos la tarde anterior, esta vez con mejor luz. Terminamos en la Iglesia de San Teodulo donde dos viejos árboles componen una preciosa foto y de aquí de nuevo a la plaza de Gruyères.
Otra de las clásicas visitas en la población es la Maison de Gruyères junto a la estación. Se trata de una visita guiada en torno a la elaboración del famoso queso. Para la fabricación las visitas se hacen entre las 9 y las 11 AM y entre las 12:30 y las 14:30. El precio por adulto es de 7 CHF. No nos volvía loca la idea y nos lo saltamos.
Un rato mas tarde y tras un buen café en uno de los varios restaurantes que ofrecen terrazas con vistas panorámicas (8.50 CHF los dos cafés, la pizzería se llama La Poya…), salimos en tren hacia Broc y la fábrica de chocolate de Caillier. Primero tomar el bus 263 a las “y 51” que llega a la estación de Gruyères, a las “y 58” sale el tren a Broc. La ultima parada es la de las fábrica en Broc, la más antigua de Suiza.
La visita a la Maison Cailler en Broc
Finalmente bajamos andando a la estación, unos 10 minutos. No nos daba tiempo a comprar los billetes y enlazar con el tren. El billete cuesta 7.40 CHF y son 24 minutos de camino.
La visita a la Maison Cailler cuesta 12 CHF, en horario de 10 a 17 horas. La entrada se encuentra a dos minutos de la estación. Cuenta con gente que habla tropecientos idiomas y por supuesto en español. Allí mismo nos facilitaron espacio donde dejar las maletas.
El recorrido inicial de 20 minutos te lleva a través de puertas automáticas a recorrer la historia del chocolate desde sus inicios con el descubrimiento de América por los españoles. Muy entretenido desde luego. Después asistes a la elaboración del clásico chocolate de la marca con la correspondiente degustación por supuesto, después de tanto rato hablando de chocolate… Le sigue un curso de cata de chocolate, tocarlo, olerlo, romperlo y… ¡Por fin comérselo!
Y después del recorrido, te sacan a la tienda donde es difícil resistirse evidentemente…
Cómo llegar a Friburgo
Con la visita hecha, volvemos a la estación y compramos el billete a Friburgo. Sale desde Broc a las “y 36”, haciendo transbordo en Bulle para tomar el definitivo a Friburgo. Su precio 16.80 CHF. Por cierto que estos trenes hay que solicitar la parada. El recorrido entre Bulle y Friburgo, tan solo 35 minutos.
Así que antes de las cuatro de la tarde ya estamos en Friburgo, penúltima escala antes de llegar a Zurich con Marta y Javi. En la estación aprovechamos la wifi para localizar nuestro próximo alojamiento, de nuevo precios desorbitados.
El alojamiento en Friburgo
Nos decidimos por el Hine Adon Hotel, bien situado y el más económico de los que ofrece booking. Su precio 124.70 CHF con las tasas turísticas. Unos quince minutos andando desde la estación, trayecto que aprovechamos para la habitual visita a la oficina de turismo y recoger algo de información.
Un rato de acomodo y salimos a dar una vuelta y tomar una cerveza. Subiendo a la derecha del hotel, damos con un local llamado “Les Trentenaires“, en Rue de Lausanne, bonito y animado y cuyo lema reza “Aiment la bonne bière”. Catamos la que tienen esta semana en promoción, todas artesanales, Open Amber por 5.50 CHF. A esta le siguió una fantástica cerveza de abadía belga, Maredsous por 7 CHF. Entre una y otra, nos obligaron irnos a dormir. Mañana queríamos aprovechar, visitar Friburgo y ¡salir a celebrar años en Zurich!
Día 5.- Friburgo-Zurich
¡Cumple suizo! ¡Y un día razonable en cuanto a clima se refiere para celebrarlo visitando Friburgo! Tras el repaso matinal a las redes sociales y escaparse cientos de sonrisas con los buenos deseos de los amigos, nos tiramos a la calle para conocer Friburgo.
La visita de la ciudad de Friburgo
Calles empedradas y casas góticas la convierten en una ciudad tremendamente atractiva. Una enorme roca sobre un meandro del río Sarine sirvió para su construcción allá por el siglo XII. Además de sus bonitas calles por la que es fácil perder el dia tirando fotos, aunque no salió el mejor de los días, son imprescindibles las visitas de todos estos edificios y os cuento como lo hicimos:
-Al poco de salir del hotel, el Ayuntamiento con una doble escalinata hacia el edificio que se engalana con una bonita Torre del Reloj. En la plaza, una fuente, abundantes en la ciudad, con una escultura de San Jorge matando al dragón.
-Unos metros mas abajo, la Catedral de San Nicolás. Gótica y cargada de arte. Cobran 3.50 por la subida a la torre. Otra de las bonitas catedrales suizas que hay que visitar. El altar, el púlpito, el órgano y la profusión de tallas, trabajadas vidrieras, pinturas y esculturas hacen del conjunto una obra de arte. Tras la catedral la Plaza de Sta. Catalina con otra bonita fuente.
Seguimos bajando hacia el río por Grand Rue, protegiéndonos de la llovizna bajo los soportales. Un empinado callejón empedrado llega hasta el río. De camino las Fuentes de la Samaritana y Santa Ana.
-Cruzamos por el antiguo Puente de Berna, construido en madera y el más antiguo de la ciudad. Cruzándolo, la Fuente de la Fidelidad.
Subiendo la calle cruzamos la Puerta de Berna, restos de la antigua muralla y subimos a la Torre de los Gatos. De vuelta al Puente de madera y paramos a comer en la plaza de la fuente de Santa Ana. Aux Tanneurs, un restaurante ofrece menú por 19.50 CHF y el día no esta para paseos. Finalmente con la bebida y cafés sale por 56 CHF los dos pero la calidad del menú hace que el local sea mas que recomendable.
Seguimos por el margen del río la ruta marcada en la oficina de turismo. Pasamos junto al Museo de Marionetas y cruzamos de nuevo el río, esta vez por un bonito puente de piedra con una panorámica de la ciudad antigua. Salimos a la Fuente e Iglesia de San Juan y cruzando una ultima vez el río por el puente del mismo nombre. Nada mas cruzar, la Fuente de la Fuerza, desde donde se puede retornar andando por una pronunciada cuesta. Nosotros la evitamos, seguimos adelante y llegamos hasta la Fuente del Salvaje y el funicular.
Para el circuito clásico merece la pena tomar el funicular a la ida o la vuelta en el último tramo donde hay que subir de nuevo desde el cauce del río al casco antiguo de la villa, abierto de 7 a 7 y con un precio de 2.80 i/v y 2.10 solo un viaje. El billete incluye durante una hora el transporte público en bus, así que aprovechamos, recogemos el equipaje y tomamos el bus numero 6 en la plaza junto al Ayuntamiento hasta la estación (también sube el 1).
Los trenes para Zurich salen a “y 4” directo y a “y 34” haciendo transbordo en Berna. Nos cuesta 60 CHF y en aprox una hora y media llegamos a Zurich. Nos esperan Marta y Javi, esta noche celebraremos el cumpleaños como se debe…
Los lugares que ver en Zurich. 3 días en la ciudad
Lo mejor del centro de Zurich
Para nuestro primer día en Zurich, decidimos un ritmo pausado, para aprovechar las siguientes 48 horas y visitar la ciudad de la mano de nuestros amigos. Llegamos caminando hasta la Bahnhofstrasse, la famosa avenida peatonal por las grandes tiendas de lujo, donde solo circulan los tranvías. Nos asomamos a la sede central del maestro chocolatero Sprüngli en la Plaza Parade. Un tramo de la misma avenida es conocida como el Paseo de la Fama por las huellas de personajes famosos del cine.
Giramos a la derecha y damos con la Iglesia de San Agustín del siglo XIII que conduce hacia atractivos callejones del casco antiguo. A su lado la bonita Plaza Munz con una vistosa fuente en el centro. Siguiendo calle arriba, otra bonita plaza y fuente.
Llegamos a Lindenhof, una colina arbolada con privilegiadas vistas de la ciudad. Más adelante y siguiendo el río llegamos a la estación central de Banhof en cuyos bajos hay bares y comercios. Allí mismo la oficina de información turística.
Comemos en la misma estación en una especie de cadena que ofrece bocadillos y cajas con frituras. Nordsee, por 31 CHF escapamos del hambre y el frío… Hemos quedado con Ursula, una buena amiga de Zurich que nos ayudara como guía improvisada a visitar la ciudad.
Nada como ver la ciudad con alguien de aquí mismo, y desde el primer momento Ursula nos va contando detalles que pasarían inadvertidos para nosotros. Subiendo al segundo piso el Rte. Au Premier ofrece perfectas vistas de Bahnhofstrasse. Nos colamos sin problemas con nuestra amiga Ursula. Cruzamos al otro lado del río y recorremos esta orilla de la cuidad. La callejuela paralela al cauce esta repleta de bonitos edificios hasta llegar a la Plaza de los Renos. A partir de ahí callejeando por alguno de los edificios más antiguos de Zurich, cuna de personajes ilustres.
Subimos a la torre de la iglesia protestante de Grossmünster (4 CHF). Las vistas merecen la pena el esfuerzo de la subida. Desde aquí el paseo por la orilla de este lado termina en la Ópera y la enorme plaza recién inaugurada. Aquí las sillas están encadenadas de dos en dos, ¡para que nunca te sientes solo!.
De vuelta a la otra rivera y de nuevo bonitas callejuelas, vistosas plazas e historias curiosas que nos regala Ursula, nacida en la ciudad. Como la de la famosa piscina pública junto al río que solo permite el baño de mujeres por la mañana para que así puedan hacer top less. Entramos en la tienda de los hermanos de Zurich que montaron la tienda de bolsos Freitag a base de lona reciclada y que actualmente llegan a costar 400 francos. Visitamos una pequeña cervecería antiquísima donde la gente acude desde hace siglos, una de las panaderías más antiguas de las ciudad y nos enseña alguno de los restaurantes más exclusivos.
Para acabar subimos al piso once de un edificio junto al río, el Jules Verne Panorama donde tomamos una estupenda cerveza para terminar el día con las mejores vistas de la ciudad. Para subir, entrar por el restaurante Braserie Lipp y tomar el ascensor a la planta 11. Una birra 8 CHF pero ¡la mejor pagada de toda la ciudad!
Y este era nuestro día tranquilo… Son las siete, volvemos pegados de tiempo para cenar con Marta y Javi y a ¿una fiesta de estudiantes en el centro de Zurich…? Lo que vino después ¡impresionante!
La navegación por el río Limmat
No andaba el día para madrugar… Salimos pasado el mediodía. Compramos el bono de transporte para 24 horas por 8.60 CHF que permite el transporte durante todo el día en todos los tranvías de la zona 110. Incluye también el barco que circula por el lago que es nuestro objetivo. Los barcos salen a “y 10” y a “y 40” recorriendo durante aproximadamente hora y media la parte del lago cercana a la ciudad.
Por recomendación de Ursula nos acercamos a una cafetería clásica del centro de Zurich, Babu’s Bakery, donde sirven exquisitos pasteles nos cuenta. El sitio merece la pena pero siempre esta lleno y al final no podemos sentarnos.
Tomamos el barco en Limmatschiff, junto al último de los puentes que cruza el Limmat y frente a la Ópera. Por cierto, el cauce del río Limmat que cruza la ciudad, asciende desde el lago en lugar de desembocar en el. El recorrido con el abono de 24 horas incluye una ruta de unos 30 minutos y por 4.30 francos mas ampliamos para el circuito de hora y media. Elegantes villas rodeadas de montañas arboladas os esperan en el paseo.
Las vistas desde el Jules Verne Panorame
Para el atardecer volvemos a subir al irresistible Jules Verne Panorame con Marta y Javi y tomamos una cerveza. Ya de noche tomamos unas fotos desde la colina de Lindenhof de los edificios iluminados.
Para cenar, y de nuevo por recomendación de Ursula, elegimos Zeughauskeller Restaurant, cerca de la Plaza Parade. Un restaurante clásico abarrotado de gente y con una enorme carta de especialidades suizas a base de carne fundamentalmente. El antiguo arsenal de la ciudad de 1400 convertido desde hace más de 100 años en cervecería. Ofrecen una amplísima variedad en salchichas todas ellas con muy buen cartel. Y la verdad es que nos damos un tremendo homenaje por 113 CHF los cuatro. Totalmente recomendable.
Son cerca de las diez y regresamos hacia el barrio y tal vez dormir. Un día duro…
El barrio de Limmatstrasse
Después de un buen desayuno, tomamos el Domingo para pasear mas tranquilamente. Al mediodía comemos con Udo y el grupo con el que ha llegado desde Rotterdam para un concierto esta misma noche. Mas tarde visitamos la zona de Limmatstrasse y el famoso viaducto, área de expansión de la ciudad. En el antiguo viaducto se han construido muchos comercios lo cual ha rehabitilizado la zona pero tal vez el Domingo no es el mejor día para visitarlo.
Junto al viaducto el edificio Prime Tower desde donde también se pueden disfrutar de vistas de la ciudad en un restaurante, Clouds, y al lado la llamativa tienda de Freitag, unos contenedores superpuestos. Tras la misma modernos bares que nos dice Javi se llenan entre semana (Frau Gerold)
Para la tarde noche, cenamos en casa de Ursula para despedirnos. Una magnífica velada de las que te recuerda que lo mas maravilloso de viajar es la gente que conoces y que merece la pena encontrarlos de nuevo allá donde estén.
Día 9.- La vuelta
Tomamos el tranvía hasta el aeropuerto, 6 francos y 15 minutos. Un vuelo con Air Berlín comprado hace unas semanas por 63 € nos separa de Alicante y nuestro próximo destino…
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3 comentarios en “La segunda parte de nuestra ruta por Suiza: Gruyeres, Friburgo y Zurich en tren”
que chulada….da gusto leer y recordar….emociona!…lo pasamos genial…aqui en Zurich hay una casa de Carmen y Jose!!…..VivaViajefilos!!!
Lo mejor de todo… Ese rinconcito de Zurich!
No lo digas que sabes que volvemos!!!! Nosotros os estamos esperando aquí ;D